Partida Rol por web

Cae la noche pintando colores entre el cielo y el mar. Los participantes que aún quedan en la isla ven como esta vez han cambiado el registro musical y han puesto una tarima cerca de la playa, las luces iluminan a una pareja sobre la arena, que empiezan a bailar al ritmo de música latina.

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Acabada la presentación, la música continúa animadamente, a los presentes a bailar. Incluso la pareja de baile se acerca a algunos de ellos para enseñarles y sacarlos a la pista, si se dejan.

En la barra se sienta Laura a disfrutar de un mojito, pensativa. Es la tercera noche, y en vez de 10 participantes que deberían tener, sólo hay ocho.

Cuando se dijo el resultado de las votaciones Liza se quedó sorprendida, porque Maccaronni no había sido un participante que hiciera nada para hacerse echar. Pero lo cierto es que tampoco había sido especialmente participativo, si no se tenía en cuenta su baile de strip boy. ¡Menudo despido se había marcado el muchacho! Pero bueno, tampoco había hablado demasiado con él, siendo sincera no le iba a extrañar.

Lo que sí que la dejó descolocada fue la expulsión de Paul. Más que nada por el motivo. Ella sí que había conversado con él, y hasta cierto punto habían congeniado. Nada definitivo, para Liza el amor era algo muy serio, y dos días eran muy poco, si no surgía el milagro del flechazo, que no había sido. Aunque no se había esperado de Paul que jugara a tantas bandas. Pero ¿enrollarse con alguien del staff? ¡Increíble!

Había tonteado con otras participantes además de ella, pero también Liza lo había hecho, el paseo al anochecer con Donald, el casto beso con Thomas, el sensual baile con Ulrich...

Recordó ese baile, y la conversación mantenida. Las preguntas que le había dirigido él entre giro y giro, suaves y elegantes movimientos siguiendo ambos perfectamente la música. La brisa, las notas, las miradas.

"-¿Cómo crees que el amor debería ser Liza? ¿Alguna vez te has enamorado de alguien por completo, tanto que pensaras que ibas a enloquecer?"

Había tardado en contestarle. Pensó en Donald, en Paul. En su vida al margen de la Isla. En otro chico, y en lo que sentía por él. Y respondió la verdad.

-Me he enamorado. Sí. Pero no hasta el punto de creer que iba a enloquecer. Yo... voy a ser sincera contigo. No he venido a la Isla buscando el amor, sino como pago de una apuesta con mi hermano, que perdí. Pero aún así quizá esperaba en el fondo hallar esa pasión, esa persona que... te enloquece. Aunque no lo supiera del todo. Por eso he intentado conocer a los hombres que me han llamado la atención de entre los participantes. Y ya ves... mi suerte...

Ahora, volvía a ser el turno de la pista de baile. Sentada en su sitio, Liza meditaba, y cuando la pareja de baile se acercó a ella por si quería salir, negó con la cabeza, sonriendo suavemente.

La noche cayó y al resultado de las votaciones se unió la noticia de que Paul había estado con alguien del equipo de producción. Ulrich se quedó a cuadros, ¿De verdad? No le cerraba para nada ese comportamiento del reservado dibujante, aquello lo había dejado muy pensativo y se sentó al lado de Liza cuando llegó a la playa para esperar a Kiki para bailar.

-Siento mucho lo de Paul- deslizó con una sonrisa de labios cerrados y le apretó el hombro cariñosamente solo unos segundos -Todavía quedan Erick y Thomas para hacerte sentir la pasión arrolladora que esperas, nunca desistas, el amor está esperando a la vuelta de la esquina -quiso alentarla. No quería sonar malvado pero la perspectiva de que quedaran pocos hombres le resultaba extrañamente excitante y no sabía qué esperar al respecto, era evidente que la producción tampoco lo había esperado por la cara que tenía Laura sentada en la barra. Algo iba mal.

A Ulrich no le gustaban los ritmos latinos por razones obvias: se ponía muy cachondo de golpe y le era difícil concentrarse en prácticamente nada. Ojalá Kiki apareciera pronto.

Diana se llevó una sorpresa terrible cuando supo que Paul también había sido eliminado. Aquello era tan injusto que no sabía ni como empezar. ¿Que Paul había intimado con alguien del equipo?, ¿Que el Pelvis Presley de pacotilla tenía las pruebas?, aquello no se lo creía nadie, estaban en medio de una conspiración, ya no le quedaba dudas pero no sabía si se trataban de iluminatis, masones o extraterrestres. Hizo un barrido entre los otros siete compañeros que quedaban intentando ver algo distinto, alguna prueba de suplantación, de abducción, pero todo parecía seguir en orden, tan normal como siempre, o tan extraño, que en aquella isla si los juntaban a todos hacían medio de normal.

Se fue directamente hacia la barra del bar pensando en las votaciones. Johnny la había votado porque su espectáculo no le había llamado la atención, podía entenderlo, los strippers quieren gustar y si no pues se enfadan, y lo de Liza, bueno era la confirmación de que no le caía bien. Eran 2 votos y para lo rarita que decía que era eran pocos. Sus amigos habían apostado que no duraba un día y allí estaba, segunda noche, la brisa del mar meciendo su melena como los campos de trigo y un atractivo barman en la barra para ella. Con una sonrisa le dijo

- Oye guapo, ¿Me pones una cerveza?.

Vinieron para buscarla a bailar latino pero ella los declinó amablemente hasta que se hubiera bebido un par de cervezas. Necesitaba pillar el puntillo y perder la vergüenza. Sonrió al pensar en Erick y como había votado con 2 puntos a Thomas y es que seguramente a él tampoco le gustaban los bigotones. Le gustaba, era muy guapo y atento, pero era un poco frío, un poco parado, pero al menos no parecía ir de flor en flor. La noche era joven, como sus cuerpos, cualquier cosa podía pasar.

¿¿Macarroni?? Joder con la santa inquisición. Para uno que enseña el micrófono... Kiki se había ido a la tiki a quitarse la ropa deportiva, ponerse un vestidito de lentejuelas plateadas, tacones de aguja atados al tobillo, retoque completo de maquillaje y de nuevo la peluca peli rosa. Sus tacones hacían ruido en la madera del tiki bar clap, clap, clap...

-Lauri, cariño, vaya cara de candado tienes... ¿es por la exportación de nabos que se ha hecho en la isla? -Se dirigió al barman y pidió un margarita antes de volverse hacia Laura- Oye chiqui, a ver... los chicos eran boring boring de verdad, parece que el casting lo hicisteis por amazon, parfavorrrr. -Le dio dos toquecitos en el hombro- Pero te digo una cosa, los hombretones que quedan yo creo que son los idóneos para ponernos mirando a Massachusset ¿Que no? Porque además -Se acercó a su oído -Después de tres noches sin tikiti tienen que llevar ya los huevitos duros... mira Paul que era macho beta el calentón que llevaba.

Miró hacia los concursantes -¿Ves aquel de allí? Pues creo que estoy a tope de love love... me recuerda a León, ese sí que fue el hombre de mi vida... después han venido varios litros de milk pero ninguna como la de él. ¿Tú crees que...? ains cari, yo esto te lo cuento a ti que te la suda, pero esto yo empezaba a llamarlo ya falsifity show...

Se tomó el margarita de un solo trago y con una ligera mueca señaló al camarero para que lo volviera a llenar. Se acabó dormir sola.

Y llegaba la noche con todo su esplendor, el de las luces que iluminaban la playa y a una pareja bailando bachata sobre la arena, haciendo unos movimientos tan rítmicos y sensuales que daban ganas de dejarse llevar, contoneando Tara su figura al son de la música mientras en su mente se veía como la protagonista de aquella maravillosa danza, junto con quien sería el amor de su vida tras años juntos de pasión.

Tara no lamentaba la marcha de Macaronni, al fin y al cabo apenas quería pasar un tiempo con ella y a estas alturas del programa lo que no iba a hacer la fémina era expulsar a cualquiera que disfrutara de su compañía, pero sí a quien no se molestaba ni en conocerla. Ahora bien, la salida de Paul le había resultado increíble, Tara no podía creer que el guapo pintor hubiera hecho eso, lamentando en su interior que le hubieran expulsado, al menos era muy amable.

Liza hablaba con Ulrich y Diana se retiró hacia la barra, lugar de obligatoria parada para Kiki, la cual ya despachaba el segundo margarita. Tara tras bailar un rato con uno de los mochuelos de animación, y ya que no podía restregarse con ellos según las normas al menos podía sentirse un poco atractiva por alguno de los presentes, y es que los varones del reality debían ser eunucos en potencia.

- Uys cariño.... Gracias... ando chorreando.... voy a tomar algo... - dijo amablemente la oronda mujer mientras se acercaba a la barra pensando que quizás debiera buscar algo distinto en su existencia y no fijarse en imposibles -... Hola Diana..., ¿Qué bebes? ¿Estás bien?.... - le sonríe con encanto -... Voy a pedir una empanada y un whisky con coca cola..., pero zero..., es para no engordar... - y es que la vida siempre estaba rodeada de pequeños detalles, así como incongruencias -... ¿Cómo estás?... te han nominado dos personas y comprendo que eso te haya podido afectar...¿te apetece hablar del tema?... ¿o mejor hablamos de otra cosa?... Me he quedado con las ganas de que mires mi aura... - suave sonrisa

Como fuera, Ulrich percibió que Liza no estaba de humor -y cómo estarlo cuando todos tus prospectos se te van por el retrete o más bien por el muelle- y despidiéndose de la muchacha fue a la barra para charlar con Diana, allí mientras se pedía una cerveza roja observó los pasos de Tara y dejó salir un silbido: -Waw, cómo se mueve -soltó asombrado y tomó nota mental de sacarla a bailar pero antes de que volvieran a acaparar a Diana le buscó charla -Hola pitonisa -la saludó con una sonrisa amable -¿Me dirás que soy el elegido o le dirás a Morphius que deje de soñar?

Levantó la cerveza y brindó con la luna y la energía selenítica, las corrientes telúrgicas y la energía de la tierra. Bebía de la cerveza sin vaso, directamente de la botella, apoyando delicadamente los labios en la botella y dando tragos cortos. Cerró los ojos y sonrió. Aquello era el paraíso, pero en el paraíso estaban pasando cosas muy raras y las energías negativas vibraban alrededor. Se acercó a ella Ulrich y los dos miraron como Tara hacía la pista suya. No pudo evitar ponerse a aplaudir cuando paró de bailar. Había sido tan bonito, tan plástico, había belleza en lo que había hecho, belleza XXL pero belleza, y no cuando se había metido 70 perritos, que había sido muy impresionante, pero que ella que era de tan poquito comer y vegana, pues no había sido muy de su agrado.

Señalando en dirección a Tara le dijo a Ulrich - Ahí hay una mujer que se sabe mover, si señor. - le sonrió de forma agradable y lo miró con renovado interés - ¿Pitonisa?, ojalá, pero nunca pude ver el futuro, las cartas me ayudan, pero poco más, a veces siento cosas pero casi siempre están equivocadas. Todo tiene su explicación. Simplemente soy capaz de entrar en contacto con las dimensiones paralelas y ver los posibles futuros, así que lo que veo es la verdad, aunque en otra dimensión - Se encogió de hombros, se pasó un mechón rebelde detrás de una oreja y dio un trago de su cerveza, haciendo señas al barman para que le trajera otra - ¿Así que quieres saber si eres el elegido, eh?, ¡pues claro que lo eres!, todos los somos, tú, yo, Tara, todos somos los elegidos, pero la pregunta es, ¿elegidos para qué?,¿el amor?, ¿dinero?, ¿la fama?, ¿que es lo que anhelas Ulrich?

Tara se les acercó y Diana sonrió mientras volvía a aplaudir después de la demostración de baile de la modelo. - Hola Tara, cerveza, bueno, creo que es cerveza porque aquí están pasando cosas muy raras y esto podría no ser cerveza. - Abrió un poco la boca cuando dijo que se iba a coger algo más para comer pero se recuperó pronto y le dijo - Claro, hay que cuidar la linea, bueno, las curvas. ¡Te esperamos!

No tardó mucho en volver y le contestó - Bien, no me afecta mucho, a ver, me gustaría irme de aquí con muchos amigos si no encuentro el amor y no me llevo el premio, pero es imposible gustarle a todos, ¿no crees? - le dijo con una sonrisa - al final esto es un concurso, pero hay algo más, yo, yo no creo que Paul ni Donald hicieran trampas, hay algún tipo de conspiración judeomasónica para reventar el concurso. Anoche en uno de mis vuelos astrales hablé con William y me dijo que había entre nosotros dos malechores, un hombre y una mujer, aunque no sé si es verdad. Solo sé que Donald y Johnny no son esos malhechores, del resto no hay seguridad.

En cuanto le pidió que mirara su aura sonrió y entornó los ojos. Era difícil ver algo bajo las carnes de Tara, pero forzó los ojos y empezó a ver los colores, verde esperanza, negro, oro. Tara tenía dentro una hermosa mujer que quería brillar, una mujer que no podía salir por su adicción a la comida. Diana dejó la cerveza en la barra y directamente le dio un abrazo, un abrazo lleno de energía positiva. Debajo de sus carnes había una nueva mujer, y ella la veía.

-Eso es bastante interesante- dijo Thomas, que se había acercado a la barra donde se encontraban Tara, Diana y Ulrich. Vestía una de sus camisetas hawaiianas. Sin explicar a qué se refería, hizo un gesto a uno de los camareros. No le fue necesario decir qué quería, ya que el tipo detrás de la barra ya conocía bastante bien los gustos de los concursantes; empezó a preparar un whiskey con hielo para el hombre del bigote, mientras este se daba la vuelta y se apoyaba en la barra, mirando el abrazo de Diana y Tara.

-Nuestra anfitriona está nerviosa- Thomas señaló hacia el lugar donde Laura hablaba con Kiki de Santa Fe. Aunque no miraba a Ulrich, era evidente que se dirigía a él. Se rascó el bigote antes de seguir hablando. -Lo de Paul ha sido muy raro. Que Johnny hiciera trampas me puede cuadrar, parecía un tipo bastante pagado de sí mismo. Y puede que estuviera pensando ya en el futuro, en su vida después del concurso- El hombretón se encogió de hombros. -No le culpo; hay muchos concursantes de realities que se ganan la vida muchos años después exprimiendo su experiencia.

Llegó el whiskey de Thomas y éste le dio un pequeño trago. Movió el bigote de nuevo. -Pero Paul- Negó con la cabeza. -No me cuadra- Señaló a Diana -Creo que tiene razón. Está pasando algo raro. No sé si lo sabe o se lo imagina, pero me parece que da en el clavo.

Dicho lo cual, se quedó allí parado. Sabía que no le gustaba mucho a Diana, pero eso no quería decir que no la creyera: los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, y la joven pitonisa parecía dotada de una extraña intuición infantil.

Se había quedado sola, sin darse cuenta. Sacudió la cabeza, no, no era eso lo que quería. Había perdido la apuesta, y por eso estaba allí, pero ¡Qué demonios! ¡Era toda una suerte! Quizá no tenía el carisma de las mujeres que la rodeaban, pero tampoco era fea, no lo era. Discreta, tímida. Pero sabía ser alegre.

Así que dispuesta a divertirse, se acercó a la barra, donde estaba todo el mundo, felicitando a Tara, que se había marcado un baile que quitaba el aliento.

Llegó a tiempo de escuchar a Thomas.

-Es cierto, Paul no es un chico al que le cuadre lo de tontear con todas, y menos con las del staff rompiendo las reglas. La acusación de Donald tiene que ser falsa, pero, ¿por qué? Hay que pensar en ello.

Pero había otras cosas que aún entendía menos, Donald se había llevado consigo a Paul, era una jugada malvada, pero había más cosas turbias, mucho más turbias y peligrosas que la propia Laura parecía adivinar, seria como un palo, cosas que había que aclarar. Y allí estaba Diana, al parecer esparciendo de nuevo su venenoso encanto.

-Diana, dice Thomas que has dado en el clavo, ¿puedes concretar tu teoría? No creo en que seas una vidente, una pitonisa, no creo en nada de eso que dices. No digo que no haya gente que tenga el don de la videncia, digo que no eres tú de esa gente. Pero eres lista, eso es indudable. Estás intentando confundirnos a todos. Liarnos.

Se lo soltó directamente, a la cara, no quería ir con parábolas o disimulos, no quería hacer drama ni teatro. Fue directa, Liza no soportaba el numerito de Diana de ayer, con los ojos en blanco y todo eso. Y que no hubiera consentido comunicarlo a la organización, a Laura. ¿Por qué?

-Así que explícate. Acláranos eso. 

Luego de varias canciones la pareja de baile vuelve a unirse a la pista para hacer otra coreografía, la mayoría de las cámaras apuntan en aquella dirección, aunque no dejan he haber cámaras y micrófonos cerca de los participantes. La mayoría parece haberse congregado alrededor de la barra, sacando sus propias conclusiones de lo que ocurre en aquel evento.

Laura levanta la vista del mojito cuando la pelirosa se le acerca. Levanta la mano para frenarla en sus palabras. -Kiki, encanto, yo sólo soy la anfitriona del evento. El casting es todo obra de La Productora.- Dice encogiéndose de hombros y continuando con su bebida.

Parece evaluar con la mirada el número de participantes que aún quedan. Diana, Erick, Kiki, Thomas, Liza, Ulrich, Tara, Stephanie... De siete hombres y cinco mujeres han pasado a tres hombres y cinco mujeres. Y apenas es el día dos. -A este paso no se van a completar los doce capítulos de la temporada.- Dice al aire. -Menos mal que me pagan por contrato.-

Diana sonrió a Thomas y se encogió de hombros - Saber, imaginar, intuir. ¿Que más da?. ¿En cuantos realities habéis visto que 2 concursantes distintos incumplan una regla tan sencilla como relacionarse con alguien indebido?. Paul podría haberse acostado con alguna de las que estamos aquí, no lo necesitaba. ¿Pruebas?, no tengo, pero me he tragado más de 100 realities y en ninguno he visto nada como esto. Cada uno que saque sus conclusiones, pero en mi opinión pasa algo muy raro.

Entonces Liza vino a tildarla de mentirosa en su cara. La mosquita muerta se transformaba en tigre de Bengala y sacaba sus garras a pasear pero a Diana le dio la risa, mientras aplaudía con fuerza. Se quedó mirándosela, tan indefensa, tan poquita cosa, esa carita de no haber roto un plato. Puso los ojos en blanco durante unos segundos pero volvió a su estado normal mucho antes que la anterior vez. Le sonrió sin perderle la cara a Liza y le dijo

- Vaya, vaya, las mosquitas resulta que tienen garras. Muy bien, pongamos todas las cartas sobre la mesa y veamos los hechos. Todo hombre que se te ha acercado ha acabado expulsado por comportamiento indebido, ¿casualidad?, puede. Has sido la única que ha pedido explicación por un voto, ¿recuerdas?, Oh, Diana, ¿Por qué a mi?, ¿Es que no te caigo bien?, y ahora eres la primera que vienes a acusar de algo a alguien, ¿casualidad?, yo no creo en las casualidades, porque son el destino disfrazado. Por cierto, Donald se ha quedado hecho polvo al saber que has tardado 3 milisegundos en ir detrás de Paul. ¿Ves? En eso si que fui estúpida, me hiciste creer que Donald te importaba, pero todo el amor se acabó en un segundo. ¿Y Paul?, bueno, ha discutido por Donald sobre quien de los dos es más adecuado para ti, pero oooh, nadie me quiere, soy tan tímida y tan retraída, pobrecita de mi.- Se tomó una pausa antes de rematar y decirle - Eres buena actriz, muy buena, pero a mi no me engañas y desde ahora hasta el final del concurso va a recibir mi voto porque creo que detrás de esas gafitas de niña buena hay una zorra con ganas de sabotear el concurso.

Miró al resto antes de decirles - Ah, y si por algún casual hay algún evento de repesca bajo ningún concepto se debe repescar a William. Cuando salgo en mi forma astral puedo saber lo que ocurre con los eliminados y William es un mentiroso. Apretó las clavijas a Donald diciéndole que podía volverlo a meter en el concurso y eso es completamente falso, ni siquiera sé si eso se puede dar, pero de darse William no puede ser el elegido.

Se giró a mirar a Liza con una sonrisa y le dijo - ¿Suficientemente claro señorita saboteadora?

—Diría que las cosas ya no son tan happy happy lalala como lo eran ésta misma tarde, ¿No les parece? —aparezco con un precioso mono de gasa, con motivos florales y llamativas sandalias de plataforma de charol rojo. Dejo que el cámara de un par de vueltas alrededor de mí, grabando cada detalle de mi atuendo.  Sonrío sin enseñar los dientes al descender clop clop clop los escalones que llevan al Tiki Bar, mientras la música latina impregna el ambiente, con una pareja de magníficos bailarines ejecutando un ardiente baile. Me quedo mirando unos segundos antes de dirigirme a la barra a por el enésimo gin&tonic de la jornada.  —Buenas tardes, Thomas. ¿Está usted bien? ¿Le noto apesadumbrado? —Pregunto, sonriente, al apuesto caballero y me siento en una silla próxima.  A unos pocos metros, Liza y Ulrich platican animadamente.  

El baile de Tara me saca una expresión de asombro y auténtico gozo.  Al volver junto con nosotros, enrojecida por el esfuerzo, la beso en la mejilla, sin importarme el cálido sudor que corre por su rostro. —Ha sido fantástico, mi pequeña tórtola.  La agarro de los brazos, interrumpiendo sin querer su intercambio con Diana.  —Perdóneme, Diana, me emocioné.  Sigo mirando a Tara y continúo hablando.  —Fuera de acá, las redes sociales tienen que estar ardiendo contigo, con el empoderamiento que demuestras, tu poderoso mensaje anti fat-shaming. Por eso...- bajo la voz, aunque estamos tan cerca que todos pueden oírme. —Tú se puede considerar que has ganado ya, a tu modo.  Siempre tendrás alguien ahí fuera que te quiera tal como eres...—Le suelto de los brazos, consciente de que me he emocionado demasiado. —Pero si lo que quieres es el premio... Bueno, Diana tiene razón. Hay conspiradores aquí, gente que pretende reventar el concurso, quedarse con el cash, separando y aislando en este mismísimo momento a aquellos concursantes que nos sabemos honestos..

Me había bebido el combinado ya, hablar tanto me daba una sed tremenda y mi mirada se desvía de manera inconsciente hacia la barra. Allá está sentada KiKi con Laura. Escucho a Liza intervenir y río a carcajadas.

-Jajajaja... Liza, Liza..- la miro de arriba abajo. —No sé que vamos a hacer contigo en la isla. Cada chico que se te arrima, acaba cometiendo alguna sospechosa infracción.. ¿Habrá alguien aquí, chico o chica, que te quiera para sí por encima de todo? ¿Que sea capaz de mover los hilos para hacerlo? O quizás... ¿Sea otra cosa más evidente?

La noche era hermosa, la pareja contratada por la producción hacia una excelente correografia, pero parece que los acontecimientos de las últimos días estaban afectando a todos los participantes, ya que un grupo estaba reunido, Erick vio a Kiki que estaba con Laura, el chico se acercó al grupo para ver lo que pasaba, al  acercarse alcanzó a escuchar la discusión que tenían 

Es cierto que algo raro pasa aquí, ya que toda esta situación con los expulsados es sospechosa, tendremos que estar atentos, hasta que se nos ocurra algo mejor

Kiki escuchaba desencantada a la putita de producción que estaba más preocupada por su programa que por las chicas que se estuvieran sacando los ojos por tonterías que tendría que solucionar la dirección. Así que con el rabillo del ojo siguió la reprimenda que Diana dientes-de-sable hacía sobre la tonta-de-los-cubos. Cuando se le pusieron los ovarios efervescentes Kiki, one more time, pidió un vasito de leche con cookies. Se disculpó ante Laura y volvió al centro neurálgico de la actividad de las cámaras. 

-A ver, a ver, a ver... Anoche traje dos vasitos de leches para apaciguar esos chochitos, pero hoy traigo solo uno ¿Queréis jugar al baile del pasito palante, María, pasito patrás... es funny funny... mira- Se colocó delante de Liza y Diana y esta vez se dirigió a Liza en primer lugar - Liza cariño, a ver, tú lo de los rubik muy bien, pero las cabecitas de la personas no son cubitos, tienen cablecitos, sentimientos, problemitas personales no resueltos... hablando en platita. Mientras más acuses más te van a saltar a arañarte la carita, y te vuelvo a repetir -Le dio un toquecito en la frente -Repeat, repeat, repeat, uy tienes la pletina muy dura cari... será de montar tantos cubitos o de llevar esas gafotas que pesan un kilito o dos... mira que paso de baile para ti, llega Donald y te da un besito y tú pasito palante, María, llega Paul y te pone un anillito, pasito palante, llega mi maridito y te dice de bailar y tú pasito palante, con mi maridito no cari...que te saco los ojos...bitch... -Resopló -Deja el baile, hija. Esta claro que tú juegas a lo que te pongan por delante...- y le dio las cookies.

Luego se volvió a Diana -Cariño, corazón de arándano... a ver. Dijiste que Liza tenía un aura celestita, bonita...ahora es una bitch, que lo será. Pero yo la calé cuando me dio el puto tartazo- Se acercó a su oído- Y se lo devolveré...pero tú la votaste, y encima dijiste que no era nada personal oyoyoy mentirosilla. Y desde que te ha votado te has puesto hecha una puti con ella y ahora le dices que la votarás forever... muy bien... pasito palante, María, pasito patrás... veo que el baile se te da bien ¿Y qué no? -Soltó una risilla irónica y luego tomó aire -Y ahora, vuelves a mencionar a William... me cago en tu puta calavera, cuando te pregunté por él me dijiste que pobrecito, que si era una ostra... boring blablabla ¿Y ahora es un mentiroso y no merece volver? Diana cari, pasito palante, María, pasito patrás... toma el vasito de leche porque no hay quien te entienda my heart -Le dio el vaso de leche a Diana -Que yo superpoderes y pollas cósmicas no tendré, ni estudios, pero en psicología ando por el sobresaliente alto... y tú andas ahí abriéndole el corazón al primero que sale... y pidiendo favores... sombra aquí y sombra allá... y después al que no te sirve lo dejas de mentiroso... 

Y después de eso buscó a Ulrich con la mirada para irse a bailar con él. 

Diana sonrió a Stephanie y obvió el hecho de que la hubiera interrumpido. Ella lo entendía, cuando una era vieja tenía que aprovechar todos los instantes de vida, que quien sabía si eran el último o no, así que si se tenía que interrumpir se interrumpía, además, todo el mundo sabía que a los viejos con la edad les da para hablar y contar batallitas. - No se preocupe Stephanie, por favor, interrumpa lo que tenga que interrumpir, faltaría más.

La irrupción de Erick fue algo tibia, pero no por ello esperada. El chico resultaba ser como el Joe Black de la película, atractivo pero frío, y no es que le pidiera que la defendiera, pero vaya, que mostrara alguna opinión o algo de empuje, pero se ve que su pasión estaba guardada para la plancha de tepanyaki. Diana suspiró antes de encararse con Kiki

- Oh cariño, las auras se pueden trampear, si se sabe como, y la de Liza sigue teniendo los mismos colores, pero lo que no me dice el aura me lo dice su actitud. No es personal, si lo fuera también hablaría basura de Johnny que también me voto, ¿no crees?. En cuanto a William, pues también me engañó al principio, diciéndome que había protegido a Erick, y luego diciéndole a Donald que podía repescarlo mientras lo interrogaba presionándolo mucho. Creo que es un saboteador, pero si lo que dice no es cierto tal vez lo que dijo que había un saboteador y una saboteadora sea mentira, podría haber un tercero. - negó con la cabeza antes de rematar - y puede que Liza no sea una de ellas, no tengo seguridades, pero su actitud es lo que me dice y voy a ser consecuente con la misma. Si esta noche alguien me encuentra un móvil, o resulta que me acosté con alguien, sabed que es mentira, y que probablemente sea alguien que quiera silenciarme por acercarme demasiado a la verdad.

Se levantó del taburete y dijo - ¿Alguien quiere bailar conmigo?, nunca he bailado latino, y nunca se sabe si va a ser la última oportunidad de hacerlo.

Stephanie se sentó al lado de Thomas, que la recibió con una sonrisa -¿Apesadumbrado? No, no- Negó un par de veces -Intrigado. Está sucediendo algo extraño en esta isla- Los ánimos a su alrededor se estaban caldeado, mientras llovían las acusaciones de una persona a otra. Thomas se quedó en silencio, bebiendo y observando la discusión entre la mayoría de las chicas. 

Al fin, se levantó. -Lo que está claro es que pasa algo extraño- Se dirigía a todos en general y a nadie en particular. -Y no sé si realmente hay alguien queriendo sabotear el concurso. Pero si fuera así, no creo que lo vaya a admitir. Lo mejor que podemos hacer todos y todas es ser muy cuidadosos en lo sucesivo y tratar de cumplir con todas las normas- De algún modo, Thomas sospechaba que no siquiera eso sería suficiente. Pero un poco de prudencia extra no estaría de más.

Miró a Diana con una media sonrisa. -Yo bailaría contigo, Diana, pero mi bigote se interpone entre nosotros dos- Se encogió de hombros. -Lo cual es una lástima, porque se me dan muy bien los ritmos latinos.

Ulrich se rió ante el comentario de Diana sobre la conspiración. Iba a decir: "Ahhh, estos judíos y masones siempre metidos en todo" pero luego se acordó que venía de familia alemana, recordó las cámaras y se lo pensó mejor, solo se llevó el vaso a los labios y bebió un buen trago de su bebida mientras por el rabillo del ojo espiaba a los que se acercaban.

El intercambio que vino luego entre todos los participantes fue... curioso, cuanto menos. Asintió a las palabras del bigotón y de Erick -Estoy de acuerdo, lo mejor por ahora es ser cautelosos y cumplir las normas, eso si queremos encontrar a alguien significativo para nosotros en medio de todo este... lío -se encogió de hombros -Aunque soy de los que piensan que una vez traicionada la confianza es difícil de remontar la situación... -se pasó la mano por la nuca, visiblemente molesto por la situación -Pensé que habíamos venido a eso, pero veo que hay gente que ha venido solo por el dinero... No debería extrañarme, después de todo este es un mundo material y la gente corta de miras solo ve eso, pero debo admitir que me fastidia -dejó salir por fin -Si querían dinero hubieran ido a La rueda de la fortuna, a El precio justo... -abrió las manos -Creo que tenemos que reflexionar todos con lo que pasa aquí, esto muestra un poco lo que somos como sociedad -señaló la cámara, siempre presente.

Se cruzó de brazos -Yo también he estado con las chicas charlando para ver si alguna de ellas podía llegar a mi corazón, ¿Qué han hecho ustedes? -los miró a todos -Hay varios aquí que no han movido ni un pelo para buscar a otros, yo diría que miremos a esos primero y que cada cual se ponga el sayo que le quepa... -sonrió de lado cínicamente.

Tara tras haber bailado se situó cerca de Diana y le sorprendió que le diera un abrazo, éste había sido un gesto muy bonito y la oronda mujer se lo devolvió con energía, transmitiéndole buenas vibraciones y es que en el fondo, era un amor.

Thomas por su parte se planteaba lo de Paul, nada le cuadraba y Liza tomaba la palabra lanzando acusaciones contra Diana, la guerra abierta se había desatado y ese tipo de actitudes le daban a Harpers mucho estrés, no pudo evitar ir a la barra y pedirse unos canapés ligeros, que después de tanto perrito apenas tenía ganas de cenar.

- ¿Diana intenta liarnos?... - preguntó Tara abiertamente a Liza -...¿Por qué piensas eso? ¿Hay algo que sepas y no hayas compartido?.... - preguntó con curiosidad, aunque o recibió respuesta pues Diana estallaba abiertamente contra Liza, y la guerra sutil que habían tenido hasta el momento se convirtió en suelo de titanes -... Con tantas acusaciones me va a dar por comer... - realmente no, ya estaba comiendo.

Stephanie aparecía radiante y tras tomar a Tara del brazo y dejarle un claro mensaje, la mujer muy entrada en carnes le respondió -...No quiero el amor fuera de este concurso, lo quiero dentro... - y sonrió, estaba claro que ella tenía otras prioridades -... A veces vienes buscando una cosa, y en otras ocasiones, encuentras otra que te satisface más... En cualquier caso es importante que cada uno se muestre como realmente es... La naturalidad lo es todo...

Stephanie dijo unas palabras que eran bien ciertas, persona que se juntaba a Liza desaparecía del programa, ¿casualidad?... ¿O alguien lo hacía para culparla? ¿O ella era en realidad quien daba pie a que esas personas fueran expulsadas?.... Kiki dio su opinión al respecto calificando de bitch a Diana, un término que provocó que todas las cámaras se girasen hacia la coloreada mujer.

- Diana, ¿cómo sabes que William te ha mentido?... ¿Algo que te dijera ha sido demostrado de que no es así?... - Tara comenzaba a liarse y deseaba tener muy claro todo porque las votaciones comenzarían al día siguiente y quizás cada cual debiera aportar pruebas para aclarar aquel asunto -... Por favor, hablemos todos con calma y a ser posible aportando pruebas de las acciones de unos y otros...

Cuando Diana pidió pareja de baile Tara inevitablemente levantó la mano, ¿bailar?... Le encantaba.... En ese instante Ulrich hablaba del amor y la regordeta fémina no quiso perder su oportunidad -... Ven con nosotras, disfrutemos la fiesta...¿te parece?.... - quizás con un poco de suerte pudiera tocarle el trasero al rubio, o una teta a la pitonisa, y es que Tara nunca dejaba de intentar encontrar a su media naranja...

La admosfera era tensa entre las dos chicas, después de la intervención de Kiki  la florista decidió ir a bailar, el rubio pensó que  era una buena idea que las chicas se distancien para que se relajen, además como dijo Diana no sabían cuánto tiempo estarían en la isla, yo bailaré contigo, siguió a la rubia a la pista para bailar, ya en la pista le pregunto ¿Como estás con todo esto que paso?, Talvez no es la mejor pregunta pero puede ayudarte a desahogarte un poco