Partida Rol por web

- Su compartimento, señor Lowell. Cualquier cosa que necesite, no dude en pedírmelo.

Te encuentras en la intimidad de un compartimento lujoso y amplio. Por la ventana ves el paisaje que ha comenzado a transitar inexorable al otro lado del cristal. Estáis en marcha, te espera un viaje largo.

-Muchas gracias lo tendré en cuenta -contesto al revisor.

Después de eso dejo a la criada en el compartimento y me dirijo al vagón restaurante 

Muchas gracias por solucionarme el lío :). Es que cuando me di cuenta fue un....opps esta criada sobra :P

Ivan entró sigilosamente en el compartimento, vigilando que nadie le siguiera, portando la nota que Andrew le había entregado junto a su pecho.

- ¿Señor Lowell?-dijo en un susurro, ruborizado, buscándolo con la mirada mientras cerraba tras su espalda.

Sonrio cuando veo al joven y apuesto muchacho asomar por la puerta despues de hacerles señas para que no haga ruido cierro lentamente la puerta detras de el

-Mi querido muchacho pasa sin miedo estaba esperandote...le digo en voz baja

Se acercó a Andrew, quedándose justo a su lado, visiblemente sonrojado- Menos mal que no le ha ocurrido nada. Llevo temiendo por su seguridad todo el día, y al ver cómo quemaban a esa monja... No pude evitar pensar que podríamos haber sido nosotros, si esa gente hubiese empezado a pensar cosas que no eran. La situación es peligrosa, señor Lowell- dijo, mirándole a los ojos, con un fulgor apasionado en los suyos. 

- Yo... Yo no sé qué haría si le pasase algo. Tenemos que ser cuidadosos. Hay gente que me preocupa, como ese abogado. Loren Stiltoon III. Acusaba a esa pobre criatura, Ada Birdwhistle, junto a la monja. Y ese otro hombre que clamaba por llevársela, Frank Heath, también me parece altamente sospechoso. ¿Usted que opina, señor Lowell?- preguntó, aún arrebolado, acercándose a él, sin aún atreverse, por timidez, a mostrar abiertamente su afecto, pero sabiendo que de hacerlo el hombre que se encontraba junto a él, sin dudarlo se dejaría llevar.

Andrew mira escucha al apuesto jóven, cuando termina de hablar Andrew prosigue la conversación.

-Lo cierto es que yo también he temido por ti con todas las cosas tan horribles que están pasando, la verdad es que no puedo dejar de pensar en lo sucedido con la hermana, estuve de acuerdo en que la señora no debió forzar a la pobre criatura pero tampoco se merecía ese horrible final. Tendremos que tener mucho cuidado querido si no queremos sufrir ese horrible final, creo que tal y como están los ánimos y con los pasajeros tan alterados lo mejor sera implicarnos en todo lo menos posible, que no parezca ni que estamos en contra de algunos o a favor de otros.

Sobre lo del señor Heath también me parece extraño pero claro por lo visto en este tren nada es lo normal que debería ser.

Pero no te preocupes amado mio que yo no dejare que te ocurra nada malo- dijo Andrew mientras se acercaba a Ivan para besarlo.

Tras entregarse al amor pasional durante buena parte de la noche, Ivan se despide de Andrew con un tierno beso y regresa a su compartimento. Ambos hombres no han hablado mucho, han dejado que sus cuerpos hablen por ellos. Tanto amor contenido no ha podido ser refrenado por las circunstancias o la razón.

Finalmente Ivan consigue meterse en su propia cama sin hacer ruido, satisfecho de su encuentro y sonriente, sin saber qué depararía un amanecer teñido de rojo sangre.

Andrew se acomoda en su compartimento aunque no puede estarse quieto, esta demasiado nervioso, tiene algo que comunicarle al muchacho solo de pensar en ello se empieza a marear, pero es el momento de ser valiente y sincero.

Ivan observa a Andrew tras cerrar la puerta tras de si- ¿Qué ocurre, señor Lowell?-pregunta, preocupado.

Una vez que el muchacho se ha acomodado el Andrew empieza a hablar:

-Querido tengo que contarte algo, algo que llevo ocultándote desde que subimos a este tren por miedo a tu reacción, pero ya no puedo seguir escondiendotelo más porque esta angustia interna acabara matándome.

[B]Estoy metido en algo muy feo, no te pediré que lo entiendas ni que me perdones, pero déjame contarte una historia

Hace unos años me uní a una…llamemosla “organización”, dicha organización tiene unos objetivos a nivel mundial que no dudara en cumplir al precio que sea…

Al principio las cosas eran muy distintas, reuniones para hablar de diferentes áreas pero nada más, pero de pronto y poco a poco la organización empezó a pedirnos cosas, al principio eran tareas que aunque no ilícitas eran más sencillas que las de ahora: Espionaje, robo de documentos, transporte de armas, pero sin derramamiento de sangre.

Cualquier persona con algo de sentido común hubiera desaparecido al comienzo de todas esas cosas al margen de lo legal, pero yo no, yo fui un maldito necio, un necio que llego al derramamiento de sangre, al asesinato y una vez que llegas a eso la organización ya no te deja escapar…con vida.

Si amado mío soy un asesino aquí también en el Orient Express….lo hecho antes y nunca me había importado no te lo negare, nunca hasta que te conocí, desde entonces me he planteado muchas cosas y la más que más me duele y que no me deja conciliar el sueño es que seguramente te estoy poniendo en peligro…En la organización no nos dejan tener amantes ni hijos y si eso sucede créeme que esas personas desaparecen para siempre.

Mi misión es acabar con todos los presentes, pero contigo….no puedo jamás podría, no tengo derecho a pedirte nada, pero aún así tengo que hacerlo, por favor por lo que más quieras permanece conmigo hasta que este tren llegue a su destino, porque solo de esa forma puedo garantizar tu seguridad querido.

Solo hay una forma de que ambos salgamos de este tren vivos y es que tanto el resto de asesinos como de pasajeros muera, por supuesto bajo ningún concepto dejare que te manches tus inocentes manos. Lo siento sé que es horrible pero es la única forma, por eso por favor haz caso a mis recomendaciones, tal y como te dije mantente neutral, no te enfrentes abiertamente con nadie porque no sabes quién puede matarte la noche siguiente.

Entiendo que no querrás hacerlo pero sigue mis pasos en las votaciones aunque el sistema te parezca injusto e inhumano, pero no muestres que es debido a mí, si el resto descubren nuestro amor, no tardare en estar muerto, lo sé, ellos los demás miembros de la organización no me lo perdonarán.

Lo siento, lo siento mucho querido no puedo darte más información pero te prometo que si salimos vivos de esta comenzare una nueva vida contigo, una nueva vida lejos donde ni la organización pueda encontrarnos ni nadie nos juzgue por nuestro amor.

Ivan observó, asombrado y tembloroso, a Andrew, mientras hablaba. No quería creer lo que estaba escuchando, pero si Andrew se lo confesaba, tenía que ser cierto.

Con los ojos humedecidos por la pena y la confusión, se mantuvo en silencio un tiempo indefinido, hasta que fue capaz de responder- Yo... Yo... No sé qué decir- le temblaba la voz- No me siento capaz de matar a nadie, señor Lowell, pero... - finalmente rompió a llorar, abrazándosele- ¡Qué demonios! Lo amo, señor Lowell, y no puedo dejar que se aleje de mí. He vivido toda una vida sin calor ni hogar, y usted es... Lo es todo en este momento- lo estrechó aún más entre sus brazos, aspirando el olor de sus cabellos y su camisa almidonada entre las lágrimas- Quiero vivir con usted, aunque sea un indigno mestizo turco. Si usted es capaz de aceptar que soy un exiliado de esas tierras alejadas de la mano de Dios, yo debo aceptarlo, haya hecho lo que haya hecho, y sea cual sea su misión. 

- Y si esos desgraciados vienen a por mí, les mostraré lo indigno de mi sangre en toda su magnitud. No podrán matarme, señor Lowell, al menos no a la primera. Así que no tema, y tan sólo dígame sobre quién debemos vertir mañana nuestras sospechas. Dígame quién trabaja con usted, para saber de quién debemos cuidarnos.