Partida Rol por web

La noche cae nuevamente y parece que nada está saliendo como planeábais, bueno, como planeábais los LEALES, porque desde luego los CONJURADOS deben estar muy complacidos con lo que está a punto de acontecer...

Temis introduce su mano en la Llama del Olimpo y un fragmenteo chamuscado se materializa en sus dedos, aunque cuando lo acerca para leerlo su rostro muestra cierta confusión...

- Hermes - lee alto y claro, sin dejar de observar a Thanatos que se ha librado del juicio que había recaído sobre él...

Tras aquellas breves palabras tan desconcertantes para todos, Caronte no se hizo esperar...

- Hermes, acompáñame, Zeus ha pagado tu viaje - dijo alargando la mano en u dirección para ayudarle a subir. 

Pero eso no era todo...

Acto seguido Thanatos se aceró, y le ofreció unas monedas a Caronte, su amigo y compañero, y le pidió que esa noche se llevase a uno más, a Demeter...  Caronte asintió y ante vuestro desconcierto pudisteis ver cómo este se dirigía a la diosa:

- Demeter, tú también debes acompañarme, aunque no ha sido Zeus quién ha pagado tu viaje...  confío en el criterio de Thanatos.

Acto seguido Caronte y sus dos pasajeros, desaparecieron en la nube sobre la que reposaba la barca de Caronte.

-Pobre Hermes -rió el dios de la guerra, con crueldad-. Justo cuando ya nadie sospechaba de él, a los conjurados se les ocurre mandarlo al Tártaro. -Miró entonces a Perséfone y esbozó una sonrisa amarga. No se alegraba de la marcha de Demeter, pero tampoco lo apenaba-. Siento lo de tu madre, pero en la guerra hay que hacer sacrificios. Heracles, es hora de que hables otra vez con Padre. Que te diga qué le ha pasado al capullín volador.

-Al parecer, nos queda deshacernos todavía de dos conjurados, pero me viene la misma duda que a Pan. ¿No se suponía que Helios se marcharía en el momento en que arrojásemos a un conjuro al Tártaro o acabásemos con su opuesto? Porque aparentemente hemos enviado a dos traidores al Tártaro, Ganímedes y Atenea, y Helios no se ha movido de aquí. Creo que tus profecías están empezando a fallar, tía Hestia.

-Vaya, así que han cambiado al enviado al Tártaro por Hermes...- dice Ártemis tras escuchar a Ares- Esta hace que cambien las sospechas en una dirección muy obvia...
Agotada más mental que físicamente, toma asiento con la espalda apoyada contra una de las columnas.

-Me temo que hay mucho sobre lo que meditar y poco que hacer ahora mismo.
 

Es curioso. ¿No fue esto mismo lo que ocurrió con Ganimedes? ¿o sólo fue parecido?

-Fue lo mismo. La otra vez le tocó a Selene. El último que queda de los conjurados originales tiene el poder de anular todos nuestros votos, y ya lo ha hecho dos veces.

Así que nuestros votos sirven de poco a no ser que votemos a ambos conjurados y salga elegido el segundo. Necesitamos otros métodos para acabar con ellos.

Nuevamente las cosas salían fuera de lo previsto. En esta ocasión Hermes había sido expulsado en vez de Thanatos.
-No saquen conclusiones tempranas.- pedí a mis medios Hermanos, justamente lo que no quería era que los traidores nos confundieran y condicionaran nuestras votaciones.
- Hermes no tenía ningún voto en contra para esta oportunidad los otros votados además de Thanatos fueron Pan y Hefesto por lo que no han afectado nuestras votaciones, esto tiene que ser otra cosa.- Dije con decisión.
-Y si recuerdan bien ya explique por qué Ganimedes no se fue la primera vez y en la segunda vez se llevo a Selene. La primera vez utilizo una habilidad dada por padre para salvar a algún enviado al Inframundo. Para la segunda votación padre me dijo que Ganimedes había robado los Cántaros del Olimpo y esto le permitió llevarse a alguien con el.- Esperaba que estas aclaraciones sirvieran para no caer en una situación de caos total que favorecería completamente a los enemigos de Zeus.

-Una pregunta, Heracles, ¿has podido confirmar si la primera vez fue el mismo Ganímedes quien hizo uso del don para poder salvarse de ir al Inframundo, o pudo haber sido alguno de los otros traidores haciéndolo por él? De ser así, no me extrañaría que no fuera un don de un solo uso y quien salvara en aquella ocasión a Ganímedes lo ha vuelto a hacer con Thánatos. Creo que es de eso de lo que hablan los demás.

Te equivocas Heracles. Hermes tenía un voto en contra: el de Atenea

Tras oír la pregunta de Artemis y la réplica de Eris volví a contestar.
-Sí, lo confirme. Zeus me aseguro que la vez que Ganimedes se salvo fue gracias a una habilidad dada por nuestro padre.- Dije con seguridad.

 Es verdad Atenea voto por Hermes, sin embargo fue descubierta y enviada al inframundo por Artemis por lo que no lo conté como un voto válido, no sé si Temis lo hizo o no. Sin embargo eso no lo posiciona en segundo lugar, fue un segundo lugar compartido entre tres ¿por qué pensar que lo enviaron al Tártaro por ser el segundo más votado si junto a el había otros dos más? Creo que no tenemos las pruebas suficientes como para pensar en modificar el accionar de las votaciones.

-La verdad es que se me ocurren varias posibilidades... - dice Ártemis, pensativa -Tampoco hemos tenido en cuenta la estrecha relación de Thanatos con el mundo de los no-vivos. Quizás tuviera la posibilidad de comprar a Caronte una vez para evitar descender con él.
La diosa se encoge de hombros.

-Y los dos votados que había junto a Hermes y Thanatos eran Hefesto y Pan -se unió el dios de la guerra a las palabras de la Discordia-, ambos con un único voto, igual que Hermes. Pero, ¿por qué los conjurados querrían quitarse de en medio a Hermes, que nunca llegó a aportar nada, en vez de deshacerse de Pan o Hefesto, que aparentemente podían serles mucho más molestos?

-Hermes, ¿Por que? - Iris no pudo alcanzar la mano de su amigo, cuando este fue llevado al Tártaro. La mujer que siempre mantenía los pies en el aire, siendo mecida por la suave brisa que su poder producía, dejo de influir en las corrientes, para caer derrotada en el suelo y manchar sus piernas semi-desnudas. No entendía como ahora que ya no era sospechoso, era el quien había ido en lugar de Thanatos.

-Ya no me queda nadie... -Musito ella, mientras su cabello se apagaba como su voz.

- JA JA JA JA JA, hermano, parece que los conjurados siempre nos sacan ventaja, así que preferiría que no les des más ideas, ¡¡particularmente si eso incluyen que me de un baño en el Atlántico!! Aparte, hasta ahora han atacado siempre de noche, por lo que es lógico esperar que se encarguen de alguno ahora mismo. Si los traidores están abiertos a consejos, tiren a Ares JA JA JA JA JA-

-Iris, deberías ponerte en pie. Todos hemos perdido a gente querida desde que llegamos aquí, mi propio hermano mellizo fue expulsado y aún no puedo confirmar su inocencia o culpabilidad. No des el placer a los traidores de sentirse vencedores, además, Zeus te necesita entera- Ártemis tiende una mano a Iris mientras habla.

-Sea como fuere, resulta evidente lo que dice Hefesto, muy probablemente actúen esta noche. La duda está sobre quién. Si podemos, intentemos aprovechar al máximo el tiempo que tenemos aquí todos para tratar de aclarar ideas.

Después de tomar un trago de ambrosía para calmar su sed, dejó caer la copa ante todos los presentes y profirió en alta voz, en una especie de trance.

Oráculo del Olimpo, siempre preciso, siempre veraz. Escucharéis mis palabras, siempre y cuando me digáis.

El Dios que se disfrazó de mujer, devolverá al cazador de serpientes

¿Comprobada fue su lealtad? Hoy cerraré los ojos, yo lavaré mis manos. 

Si la luna es lo que afirma, ella trajo aquel que brilla

La consorte vale doble, el copero vale medio

¿Hice mal con mis acciones? Hoy cerraré los ojos, yo asumiré mis cargos

Al acabar la profecía, revelaré mi fechoría.

Después de recitar la profecía, la que fue pitonisa del Oráculo de Delfos antes que Apolo, cayó al suelo postrada de rodillas y poco a poco fue recuperando la conciencia.

-Que me ataquen si tienen bemoles -comentó el dios de la guerra, con una risotada, dándose golpes en el pecho mientras escuchaba las provocaciones de Hefesto-. No lo dés todo por perdido, hermano. ¡Es por tu actitud pesimista por lo que Afrodita me prefiere a mí! Aún les llevamos ventaja a esos traidores. Somos doce contra dos. Si Ganímedes pudo aguantar un asalto, Thanatos, si es el conjurado, no aguantará más de uno. Aunque personalmente yo me centraría en descubrir al otro conjuro que nos queda. Ese creo que es el más peligroso a mi modo de ver.

Ares escuchó las palabras de Hestia y se encogió de hombros. Luego, se acercó hasta su tía y la ayudó a incorporarse, con una caballerosidad muy poco propia de él.

-Esta vez, has sido bastante clara -le aseguró, guiándola para que tomara un lugar en el que sentarse-. El dios que se disfrazó de mujer es Himeneo, y el cazador de serpientes es Asclepio. El pequeño enano está intentando sacar a su compañero del Inframundo, aunque, a la vista de los acontecimientos, lo está intentando despacito. Lo de la luna y aquel que brilla, creo que está bastante claro para todos. Por otra parte, la consorte debe de ser Madre, su voto valdría el doble, aunque nunca pudimos comprobarlo. No es una profecía muy reveladora, aunque me deja con la mosca detrás de la oreja sobre la "fechoría" de Hestia.

Acepto la mano de Artemis para ponerse de nuevo en pie pero no dijo una sola palabra