Partida Rol por web

Sí, quizás lo estoy pensando demasiado.

Contesté, mientras negaba con la cabeza. Ya había muerto, mis sospechas ya no servían de nada, así que tenía que dejar de pensar en todo aquello y relajarme de alguna manera, aunque bañarme en la playa no era la primera -ni la decimosexta- que habría pensado.

Ante su pregunta me quedé en silencio; en realidad no tenía ninguna respuesta, no había un por qué.

Bueno, saliste varias veces en las notas, como si alguien intentara inculparte... y pensé que esas notas sólo sirven para ayudar a los osos, para confundir a los de la esperanza y, según yo lo veo, Monokuma es imparcial. Prefiere que ganen los osos, pero no ayudará a ningún bando. 

Intenté buscar alguna razón, también contestando el por qué no confiaba en las notas que nos habían dado. 

No mucho después vi a mi compañero ya con bikini y pelota; ¿De dónde se suponía que sacaba todo aquello?

Esto no es serio...

Comenté por lo bajo, acercándome a la orilla y sentándome cerca del agua. La verdad es que, para estar muerta, no estaba nada mal. 

Digitalizando mente...

Procesando...

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La mente de Kenji Miyaichi ha sido digitalizada. Bienvenido a Alter Ego Database.

Cuando Kenji apareció en aquel lugar, se encontró con el paisaje de una playa. Llegó justo a tiempo para verme entrando corriendo en el agua y chapoteando, ataviado con un bikini y una pelota de playa. Yo hacía gestos a Arisaka-kun y Ayaki-chan para que me acompañaran.

—¡Vamos, chicos! ¡La temperatura es perfecta! —Entonces reparé en el que acababa de llegar—. ¡Kenji-kun! ¿Te apuntas?

Me sorprendió ver como de pronto aparecía otro de mis compañeros. Y otro de los que no sospechaba, tristemente. 

Yuki, espera.

Comenté, levantándome y quitándome la arena de las piernas.

Me dirigí a él hasta quedar a algunos pies. Sabía que Yuki no se tomaba el juego muy en serio y no pensaba que todo ello fuera real, pero no tenía ni idea de Kenji, y si le pasaba lo mismo que a mí, entonces, antes de nada, habría que saber si estaba bien.

No digas nada que pueda comprometer a los alumnos de la esperanza, por favor. 

Dije, como ya le había repetido si no a todos a casi todos de los caídos. 

¿Estás bien? ¿Recuerdas algo?

Nunca había tenido demasiado tacto al hablar con gente, pero desde que estaba allí, tanto el poco tiempo que había estado viva como el tiempo que llevaba en aquella playa, había aprendido el miedo que se sentía al saber que podrías morir y, después, la sensación de morir.

Así que, resumiendo, no quise ir directa al grano por si Kenji aún estaba dolido, confuso, o ambas.

Y no muy lejos de Yuki y Ayaki se encontraba Akihiro, aunque él todavía vestía su ropa, y de hecho, por su expresión, algo debía haberlo sorprendido y mucho hacía sólo un momento. Pero con la llegada de Kenji, una sorpresa se cambió por la otra, y se giró en su dirección, mirándolo desde la orilla. No pudo contener una pequeña mueca antes de sumarse al saludo.

─ Bienvenido a... No-sé-dónde, Kenji-kun ─ Pronunció con empatía, apoyando las manos en las caderas ─ ¿Estás bien? Imagino que esto tiene que ser un poco confuso.

Al menos, para él no había sido más que irse a dormir y despertar en otra parte. Pero Yuki y Kenji no habían tenido tanta suerte, así que aunque no era fácil para nadie, desde luego para ellos tenía que ser mucho peor. Y en cualquier caso, ese lugar y esa situación en general no podían ser más confusas.

Mientras esperaba su respuesta, aprovechó para arrodillarse y metió los dedos en el agua, agitándolos un poco. Realmente sí que era perfecta la temperatura.

"Vamos, Kenji. Tú puedes hacerlo" -el sueño en el que me encuentro era el habitual desde que tengo uso de razón. Yo enfrentándome al piano y a una partitura de una dificultad mayor que las que había tocado hasta entonces. Estoy tocando el piano, concentrado en no fallar ninguna nota, cuando un rumor similar al de las olas llega a mis oídos y unos rayos de sol inciden en mi rostro pese a estar en una habitación con la persiana bajada... Continúo tocando la partitura hasta que ese ruido se vuelve más perceptible, incluso inundando el olor a sal marina mis fosas nasales. Cierro los ojos momentáneamente y al abrirlos de nuevo contemplo una bella playa ante mí. 

-¿¡NANDEEE!? ¿Qué... es esto? ¿Dónde estoy? -me pregunto levantándome sobresaltado, mientras me rasco la cabeza. El primer error es preguntar en singular porque reparo enseguida en la presencia de varios rostros conocidos: todos los compañeros que habían sucumbido al juego-. Aghhh, yo... yo estaba tocando el piano y me lanzaron cosas... -rememoro frotándome el traje para quitar los restos de arena adheridos-.  Algún objeto contundente debió golpearme en la nuca y luego todo se volvió oscuro pero... -me palpo en la zona pero no hay ningún trazo o contusión de una herida reciente-. Pero no noto nada, ni tengo una herida abierta. ¿Esto es un sueño? -pregunto mirando a mi alrededor, con un tono confuso y desconcertado-. ¿Por qué estamos aquí? -inquiero observando ahora al trío.

Kenji-kun parecía confuso. Igual que todos los demás cuando llegaban allí. En vez de venir al agua, se quedó ahí mirando como un pasmarote y diciendo cosas raras. Solté un suspiro. ¿Es que no íbamos a poder darnos un bañito a gusto?

Me acerqué a la orilla de nuevo y hablé con Kenji.

—¿Que dónde estamos? Pues ni idea. Nadie sabe cómo hemos llegado aquí. Parece que es donde mandan a los eliminados. ¿Estás seguro de que recibiste un golpe? Yo te veo bien.

Entonces cogí mi pelota y se la lancé suavemente para que la cogiera.

—¿No os apetece nadar un poco, o jugar con la pelota? Mientras tanto, puedes contarnos qué ha ocurrido mientras no estábamos. ¿Qué te parece? —le dije, sonriente.

Miro fijamente a Yuki cuando se dirige a mí.

-Donde mandan a los eliminados... -repito la frase, frunciendo el ceño-. Pues me pareció muy real todo lo que vi antes de acabar aquí. Y de verdad que juraría que algo me golpeó en la cabeza; sentí un fuerte golpe antes de que todo se volviera negro... -pero por más que me acaricio la zona donde creo que he recibido el impacto, no descubro nada-. ¿Te parece que es momento de ponerse a jugar como si estuviésemos de vacaciones? -pregunto mientras me incorporo, cubriéndome con una mano de los rayos de sol para poder observar bien a los demás.

-Respondiendo a tu pregunta -niego-, no puedo contar mucho más que él -ladeo la cabeza hacia Arisaka- porque me encerraron en mi habitación con la habilidad de una Monotool durante el día así que no pude enterarme de lo que ocurrió ni tampoco pude defenderme de las acusaciones y de los votos en mi contra. Fue igual que una caza de brujas de esas que se relatan en los libros -murmuro, dándole un puntapié con fastidio a la pelota para devolverla al agua. Aún no me explico que la mayoría me señalaran como uno de los culpables.

Fruncí el ceño al oír la respuesta de Kenji. Si lo que decía era cierto, entonces íbamos a seguir sin saber nada de lo que pasaba ahí fuera. ¡Qué impotencia!

—Entonces… ¿no te enteraste absolutamente de nada? ¿Ni siquiera llegaron a explicarte por qué te votaron? Algo tienes que saber, ¿no? Además, Arisaka-kun mencionó algo de que Monokuma iba a repartir un premio al día siguiente. ¿Sabes algo de eso? ¡Algo tienes que saber!

Lancé un resoplido de fastidio y me senté en el agua. Me sostuve la cabeza con una mano, desalentado. ¿En serio no iba a poder decirnos nada? ¿Había venido sólo para aguarnos la fiesta?

—Si de verdad no sabes nada, ¿podrías al menos hablarnos de la noche anterior? ¿Al final quién tenía el poder de encerrar? ¿Y por qué la usaron sobre ti? ¿Qué opina la gente sobre nosotros? ¿Y sobre Kibou? ¿De quiénes sospechan? ¡Cuéntanos lo que sea, porfa! ¡Que nosotros sí que no nos enteramos de nada! —Tras decir eso, salpiqué agua de un manotazo, para mostrar mi frustración.

El chico dejó caer sus hombros un poco y suspiró, sólo en ese momento cayendo en la cuenta de la situación. Claro. Kenji era precisamente la persona a la que habían encerrado, de modo que naturalmente no iba a saber nada sobre qué había pasado durante el día. Como poco, iban a tener que esperar hasta que apareciera otra víctima para saber exactamente qué había pasado.

─ ¿Así que Monokuma no te ha dejado reunirte con el resto ni durante la última hora? ─ Preguntó, con un suspiro, un poco decepcionado de que no fueran a averiguar ni eso. Definitivamente, esa era la parte más temible del poder de encerrar durante todo el día ─ Aunque... Sí que debías poder ver los votos, ¿No? ¿Recuerdas cómo se ha repartido la cosa? ¿Han tardado mucho en votarte a ti?

Saber quién había votado a quién y cuánto había tardado en decidirlo no era una información increíblemente útil de por sí, pero quizá alguna pista podía darles a la hora de formar sus teorías.

Al final, decidió sentarte en la orilla, estirando un brazo para mantener las puntas de los dedos bajo el agua.

─ Aún así, me gustaría hacerte otra pregunta, Kenji-kun ─ Miró al chico, ladeando levemente la cabeza ─ ¿Por qué crees que te han votado a ti?

"Amaterasu mío, que estás en los cielos... Cuántas preguntas..." -pienso masajeándome las sienes, tratando de encontrar respuestas a todas las preguntas que me ha lanzado Yuki como si de una máquina lanzapelotas de tenis se tratara. 

-No, no me dieron una explicación. Monokuma me sacó de la habitación justo antes de que se cumpliera el final del día para tener unas últimas palabras pero fui bastante ignorado. El único que dijo algo fue el tal Kibou y fue muy... rudo -termino por decir-. Y del regalo no tengo constancia de cual se eligió... creo que había otro encargado de escogerlo pero no sé cual fue la elección final porque estoy aquí... -respiro profundamente, antes de proseguir contestando.

-El poder de encerrar lo tenía Yoru, pero mintió en una cosa -aseguro agachando la cabeza-. Mintió diciendo que los votos no me afectarían por estar encerrado. Ya podéis comprobar que no decía toda la verdad... -musito en un tono triste-. Creo que me eligieron a mí por hablar de más, ya que no quise que nadie ocultara nada y revelé la gente que utilizaba sobre mí sus habilidades. Eso o Kumiko mintió -tuerzo el gesto-. Ella decía tener una Monotool que le permitía reconocer el bando de los participantes. Si sabía que yo era inocente, o lo dijo y les dio igual... -vacilo un segundo-. O se inventó que yo pertenecía al bando de los osos para enmascarar su verdadera identidad... Es muy complicado encontrar respuestas a todo lo que ha sucedido.

En ese momento Arisaka también se une a la conversación y al igual que Yuki se decide a preguntarme varias cosas. Camino unos pasos hasta quedarme cerca de la orilla mientras me siento cruzándome de piernas para observarlos a ambos y contestar.

-Según Monokuma me votaron diez personas* y no parece que tuvieran muchas dudas la mayoría. Los otros votos los desconozco porque quizá se repartieron. Bueno... hay una cosa que me llamó la atención antes de aparecer en esta playa -digo llevándome una mano a la barbilla-. El mayordomo estaba muy alterado y quería eliminar a Sato, el chico de las matemáticas. Intuyo que algunos le han votado y puede que sea el próximo objetivo. Habrá que esperar al resultado de la siguiente votación -concluyo.

Al oír su explicación, no pude evitar sentir pena por Kenji-kun. Yo también sentí una impotencia terrible cuando me votaron. Pero por lo menos yo pude defenderme. Pero… ¿de verdad no se habían molestado siquiera en darle una explicación? Algo así sería increíblemente cruel.

Fruncí fuertemente el ceño cuando mencionó a Kibou. —Ese maldito… Estoy seguro de que es uno de los osos. ¡Qué rabia! ¿Puedes decirnos lo que te dijo? Si no te importa, claro. —Si había sido muy rudo puede que no le agradara hablar de ello.

Cuando mencionó lo del poder de encerrar, esbocé una pequeña media sonrisa de suficiencia, a la vez que echaba una fugaz mirada de reojo a Arisaka-kun.

—Hay una cosa que no entiendo sobre eso: Si él dijo que los votos contra ti no valdrían, entonces… ¿por qué te votó tanta gente? No le veo mucho sentido…

» Por otro lado… ¿dices que Yoru te encerró por hablar de más? Entonces, ¿usó su poder después de que dijeras quiénes habían usado sus habilidades sobre ti?

» Arisaka-kun me ha dicho antes que Kibou usó su habilidad sobre ti antes de que acabara la noche. ¿Es cierto? ¿Qué crees que hizo? ¿Crees que tiene que ver con que todo el mundo te creyera culpable?

» Esto me lo podréis responde los dos: ¿Por qué reveló Kumiko su MonoTool? Si es cierto que puede investigar, ahora será el blanco de los osos. Se ha puesto en peligro innecesariamente.

» Una última pregunta. Sé que no es muy importante para vosotros pero a mí me reconcome… ¿Cómo reaccionaron los demás cuando me eliminaron? ¿Pensaron que habían hecho lo correcto al votarme? ¿Qué piensan sobre mí? —Me aterrorizaba la idea de que la gente pensara mal de mí. O de que se alegraran de haberme echado…

—Bueno, si no tienes nada más que decir… ¿nos damos un baño de una vez? —dije mientras me incorporaba. Me dolía la cabeza de tanto dar vueltas a las cosas y del estrés. Puede que los demás no lo notaran, pero necesitaba relajarme un poco para despejar mi cabeza…

-Básicamente gritó que me ejecutaran... No sé, es demasiada frialdad y falta de escrúpulos. A mí también me parece muy sospechoso Kibou... -murmuro observando a Yuki-. Quizá Yoru reveló durante el día, mientras yo estaba encerrado, que no evitaba que me pudieran votar. Pero sigo pensando que lo de Kumiko es extraño... Me han utilizado a lo mejor como conejillo de indias para ver si algún oso cometía un error y se descubría ante los demás -lo cual es muy triste igualmente, si me pongo a reflexionar. Si habían utilizado mi vida solo para intentar averiguar algún alumno del otro bando, hablaba de una evidente falta de empatía en nuestros compañeros-. Ah, se me olvidaba. Yoru utilizó su habilidad conmigo el día que estuvo encerrado, antes de que yo mencionara nada. 

-La habilidad de Kibou es desconocida. No he sentido ninguna cosa -afirmo-. Tal vez sea para tergiversar la verdad o engañar a la gente. Eso no lo podemos saber, por desgracia -niego con la cabeza-. Por otra parte, Kumiko reveló su Monotool cuando yo dije que la había utilizado conmigo. O fue muy sincera o se inventó parcialmente su utilidad -comento mirando de reojo a Arisaka-. Lo que no me entra en la cabeza es que teniendo una habilidad tan buena y que puede destapar las identidades de los osos, fueran a por Arisaka aquella noche. No tiene ningún sentido, ¿no creéis?

Me desanudo la corbata y la dejo a un lado, mientras me voy quitando la chaqueta.

-No recuerdo muy bien las reacciones de todos, lo siento. Algunos parecían tristes; otros, indiferentes... Y otros se preguntaban si estabas en el bando de los osos y si mentiste respecto a tu Monotool -comento descalzándome-. Ahora me meto en el agua -no es que me haga ilusión después de todo lo vivido- y jugamos con la pelota -añado.

La mirada del chico se cruzó momentaneamente con la de Yuki, asintiendo levemente con la cabeza, pero se mantuvo en silencio hasta que se dispuso a corroborar alguna de las afirmaciones de Kenji.

─ Kumiko debió utilizar su MonoTool sobre Kenji basándose en sus propias sospechas... O sencillamente eligiendo al azar ─ Comentó, a media voz ─ Ocurrió casi al principio de la noche. Sea como sea, no reveló qué hacía su poder hasta después de que Kenji anunciara que lo había usado sobre él.

» Aún así, tengo una teoría sobre por qué los Osos fueron a por mi y no a por ella. Por una parte, los Osos ya fallaron la primera noche, cuando Chiyoko sobrevivió a su ataque. Eso da a pensar que puede existir alguien cuyo poder sea proteger, y de ser así, sería razonable que eligiera a Kukiko esa noche. Por otra parte, yo me llevé el derecho de elegir el premio de Monokuma, así que lo más probable es que los Osos tuvieran miedo de que me diera alguna clase de ventaja que pudiera usar contra ellos.

» Monokuma no me hizo saber en ningún momento qué implicaría la opción que elegí, de modo que no tengo ni idea de si eso es así o no.

Apoyó un codo en la rodilla y descansó la mejilla sobre la mano, bufando bajito.

─ Me quedé con muchas pregutas sin hacer. Debe ser verdad que tienes que aprovechar el presente al máximo, en vez de pensar en las cosas que podrías hacer mañana.

Asentí enérgicamente cuando Kenji-kun expresó su desconfianza hacia Kibou. Yo había sospechado de él desde el principio. Y me daba mucha rabia que siguiera en el juego como si nada.

—¿Que Yoru usó su habilidad durante el día? Querrás decir durante la noche, ¿no? —pregunté, levantando una ceja.

» Sobre por qué no atacaron a Kumiko, estoy de acuerdo con Arisaka-kun. Probablemente tenían miedo de que alguien la protegiera. Sería un blanco demasiado obvio. Sigo pensando que no debería haber revelado su habilidad. Espero que no sea la siguiente en aparecer por aquí.

La explicación de Kenji-kun sobre cómo reaccionaron cuando me eliminaron me hizo sentir un malestar en el estómago. Aparentemente a varios de mis compañeros no les había afectado en nada que yo me fuera… Me daban ganas de irme a un rincón y estar solo. Durante unos momentos, mis ojos se humedecieron un poco. Pero los demás tendrían que prestar mucha atención para darse cuenta.

—A mí también me habría gustado hacer muchas más cosas… Pero supongo que ya no puedo hacer nada al respecto… —murmuré agachando la cabeza—. Bueno. Basta ya de lamentaciones. ¡Al agua! —Inmediatamente cogí la pelota y me introduje de nuevo en el agua, no muy lejos de la orilla. En un sitio en que el agua me llegase por las rodillas. Al primero que me acompañara, le lanzaría la pelota.

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La mente de Ito Mauren ha sido digitalizada. Bienvenida a Alter Ego Database.

Nada más aparecer en aquel lugar, Ito Mauren se encontraría en una playa. A mí me vería con el agua a la altura de las rodillas, vistiendo un bikini azul y portando una pelota de playa en las manos.

Mis otros tres compañeros se encontraban en la orilla. Yo los miraba, como esperando a que se metieran en el agua y preparado para lanzarle la pelota al primero que se acercara. No parecía haber reparado en la presencia de Ito-chan todavía.

Eh?- miro a mi al rededor con algo de consternación. Que me ha pasado?..-Donde estamos? ahora sí estaba aterrada. Acaso había muerto y había viajado al paraíso, aunque la tropical escena no se veía más que divertida.

Asiento a lo que comentan Arisaka y Yuki; es una posibilidad que no se me había ocurrido pensar. "Ojalá estar allí ahora..." -pienso quitándome las gafas, dejándolas en uno de los bolsillos de la chaqueta.

-No, recibí el aviso en mi Monotool justo antes de que finalizara el día. La utilizó en el último momento -le contesto mientras me remango los pantalones y me acerco al agua, dejando que esta me llegue a la altura de los tobillos. La temperatura es desde luego buena y es un agua cristalina típica de una playa paradisíaca-. Supongo que tenéis razón y pensaron que atacarla sería perder una oportunidad de acabar con alguien si la podían proteger. Pero aun así... hay cosas que no me cuadran -murmuro con un gesto de duda dibujado en mi rostro. 

Me adentro unos pasos más en el mar cuando escucho una voz preguntando algo detrás de mí. Me giro con curiosidad y distingo a otra compañera. "Los osos se han cobrado una nueva víctima y no ha sido Kumiko. O mentía o alguien puede protegerla cada noche."

-Por lo visto es la zona a la que envían a los que son eliminados o... mueren -le respondo en un tono tembloroso-. Parece que los osos han decidido atacarte esta noche. Lamento que te haya ocurrido eso; ninguno de los que estamos aquí nos merecemos esto...