Partida Rol por web

Bim le dedicó una larga mirada al Oso Maloso. Ojeras acababa de morir y se había confirmado que Niño Piano era un oso, ¿en verdad esperaba que en un momento así alguien fuese a...?

...¿Eh?

Antes de que pudiera notarlo varios de sus compañeros ya se habían vestido para la ocasión, listos para disfrutar de una tarde en la piscina sin preocupaciones. Hakuna Matata era una filosofía interesante pero no cuando tenías la certeza de que alguien moriría la noche entrante y ese alguien podrías ser tú. Cuatro Ojos incluso le había pedido a algunos que trajesen cosas para "animar el ambiente". Como si no tuviera ya suficiente animación después de cuatro muertos en menos de dos días.

—Yo creo que paso —dijo mientras observaba a los que estaban con el agua al cuello desde la distancia. Aunque seguía teniendo serias sospechas sobre Niño Gato, no podía simplemente hacer la vista gorda ante el hecho de que Niño Piano era un oso confirmado—. Votaré a Niño Piano, pero les pido que mañana no olviden lo que sucedió ayer ni a quienes parecieron haber hecho todo lo posible por generar caos y discordia. —La mirada de Bim estaba fija en la de Niño Gato, quien ahora disfrutaba en la piscina.

El día amaneció con una nueva muerte, en este caso la de Arisaka Akihiro, el cual había sido asesinado con el mismo modus operandi que usaban los osos malosos. Podría decirse que la situación era tremendamente desfavorable de no ser por la revelación que Kumiko realizó, afirmando que Kenji era uno de los osos confirmados. Mashiro estaba convencida de que la afirmación de Kumiko era cierta, por lo que supo que aquel día su voto iría al joven pianista. La única duda que le surgía era... Si Kenji había sido encerrado por Yoru o Kibou-kun, ¿estaba garantizado que la votación surgiría efecto? Dispuesta estuvo a hablar y dejar constancia de sus dudas, pero fue entonces que Monokuma anunció que la piscina estaba disponible y podía ser usada a partir de aquel momento.

Su amiga Kukiko le tomó del brazo y la arrastró hasta los vestidores, lugar en el cual la joven Shiina hizo el esfuerzo de colocarse a solas el traje de baño. A su lado la joven pelirroja de ojos azules le preguntó que le parecía su traje de baño, y siendo completamente honesta, Mashiro sonrió y le indicó que estaba realmente hermosa.

- Me gusta muchísimo tu traje de baño azul. Creo que te favorece mucho y es tu color. - se sinceró la joven rubia, la cual logró finalmente colocarse correctamente el traje de baño. Kukiko se había adelantado junto a la joven Ito, y al pasar cerca de la posición de Bim de camino a la piscina le susurró. Bim, tú también me agradas al igual que Kukiko, ¿estás seguro de no querer que te dibuje? Puedo dibujar a Kukiko si lo prefieres... Y tras aquella revelación, le sonrió y se alejó del muchacho hasta llegar a la piscina, donde acompañó al resto para darse un chapuzón. UPS!!

Mis ojos se abren de par en par al escuchar las palabras de Mashino, no sólo por los halagos sino por decirle a Bim que podría dibujarme. 

- Yo no tengo problema, cuando quieras puedes hacerlo. - respondo desde el agua. 

El asunto es que la rubia avanza y no sé si se ha atado mal el bikini o que, pero la cuestión es que se le cae. Así que rápidamente avanzo hacia ella para ponerlo de vuelta. No quería que se exponga de aquella manera, algo le sucede a mi querida amiga y se comporta extraño, pero no por ello, debe mostrar todo. 

- Hm, hay que atarlo bien Mashi. - digo y lo ajusto. - No hay que revelar más de lo decente, no olvides eso. 

No era un sermón, sino un consejo. Hay muchos chicos y pueden inquietarse, sino es que ya lo están. 

- Oh, ahora entiendo de que vas tú pequeño mentiroso. Es muy raro lo que haces y ahora defiendes un oso confirmado. No me agradaz.

Me llamo chaparro. 

   Viendo que todo el mundo se estaba moviendo a la zona de la piscina mientras se "discutía" el obvio destino de Kenji, Miguel no fue menos, aunque claro al ser tan hábil en nadar como rimar... lo mas sensato e inteligente que se le ocurrió al joven O'hara fue...

Si el propio culpable ni defensa puede dar

Poca discusión podemos agregar...

aunque un poco de pena me da el chico leche

de su querido Kenji, ni despedirse puede

 Kadogemu se mostró sumamente a favor de la idea de la piscina, y rápidamente fue a ponerse su traje de baño para disfrutar del agua. También disfrutaría de la vista de sus compañeras, pero nada se comparaba con la belleza que las chicas 2D tenían para ofrecerle. Nuevamente, como las referencias eran su vida, se encontraba tatareando una conocida canción antes de lanzarse al agua.

Nadaremos, nadaremos, en el mar, el mar, el mar...

Azura volteó a ver a Kazuki - Los aguarde en el refrigerador - así que decidio decirle a Miyamoto si nos hacía el favor de traerlo ya que iba a dejar todo el piso resbaloso si salía con toda la ropa mojada - Miyamoto-san, puedes traernos la bandeja de emparedados del refrigerador porfavor?

Trigger warning. Intento de suicidio.

Sato sale de su habitación tras su largo letargo.La fatiga mental y el peso que había supuesto decidir el destino de uno de sus compañeros sin certezas sobre su condición le había golpeado mucho más fuerte de lo que tenía previsto. Cuando sale observa a los distintos estudiantes haciendo gala de nuevos ropajes adecuados para la nueva sala recién abierta, en cambio Sato no tenía ganas ni fuerzas para cambiar su atuendo, por lo que se limitó a deambular sin sin destino, arrastrando los pies, con los hombros caídos y mirada baja. 

A medida que deambula recolecta pasivamente distintas informaciones del ambiente, la nota encontrada por monokuma, los distintos comentarios de sus compañeros, etc, pero no procesa ninguna de ellas. Simplemente camina. Sin percatarse de su rumbo acaba llegando a la zona recién inaugurada y por un momento contempla pensativo los reflejos de los focos en el agua de la piscina a través del cristal que da acceso a la estancia.

En este momento todos los pensamientos acumulados se tornan en un torrente obstinado y sedicioso dentro de su cabeza. La culpa, sospechas, muertes, todo el dolor, se materializa en una insufrible pesadez en el pecho. Sato cae al suelo, no puede respirar, se está ahogando, a pesar de no haber puesto un pie en la piscina Sato se hunde en un insondable mar de angustia. 

»Como he podido ser tan estúpido de pensar que tenía algo que aportar, que podía ser especial, que podía pertenecer a ésta escuela. Mi arrogancia me ha traído aquí y mi arrogancia ha arrebatado la vida a varios de mis compañeros. Por que sigo aquí, no me lo merezco. Nunca lo he hecho. Solo lo he pretendido. En el fondo sabía cual era la realidad. Ahora parece que me quieren inculpar a mi, tal vez sea lo mejor. Aunque no sea un oso soy algo peor, soy un fracaso, y merezco mas que nadie ser sacrificado. Pensar que en mi lugar podría haber estado alguien lleno de esperanza y capaz de iluminarnos a todos. Alguien que pudiera haber salvado a la humanidad. En cambio yo le he quitado el puesto. Acabemos con esta farsa de una vez»

Sato toma un profundo suspiro, abre la puerta corrediza de cristal que lo separa de la piscina y en un abrir y cerrar de ojos recorta las distancias con ésta por completo. Cuando llega al borde de ésta y sin vacilación de ningún tipo se deja caer en la piscina. Su cuerpo se siente pesado tras el esfuerzo que había supuesto el sprint en estado de hipoxia en el que se encontraba. Pero parecía que por fin había encontrado cierta calma. Mientras observaba la estela de burbujas que dejaba tras su zambullida la luz de los focos lo cegaba. Poco a poco y a medida que se hundía la luz iba desapareciendo. No a causa de la profundidad, era el quien se estaba apagando, y poco a poco, sus dudas, culpas y tormentos, también se desvanecían. Dejó de sentir la punta de sus dedos, sus extremidades, se fundía con el agua, dejaba de existir.

El resultado parecía que iba a ser más malo que bueno para el bueno y delicioso de Kenji-chan, por lo que por mucho que Yoru Bochi tratara de luchar y decir cosas no parecía haber forma alguna de sacarle de ese entuerto.

¡Vale que Kenji-chan sea oso! ¡Kumi-Thot!

¡Pero al menos podías habermelo dejado para el último!

¡Primero muere Yumihiko-chan! ¡Y ahora Kenji-chan!

En ese momento, vio a un compañero correr hacia la piscina y saltar sin dilación alguna, no parecía que la situación para él fuera más animada que para el propio Yoru Bochi, pero pese a ello, aún con todo, había algo que los diferenciaba: Yoru Bochi no perdía la oportunidad para buscar un nuevo "Best Husbando", pues el mejor "Husbando" es aquel que no va a ser ejecutado por un oso multicolor.

¡Y ahora Sato-chan salta a la piscina!

¡Que alguien lo saque de ahí cagando leches!

¡Que ahí hundido no escuchará darle la buena noticia!

Aunque ya tenía claro a quién votar, la revelación de Kumiko la dejó casi tan sorprendida como a Yoru. Vaya, vaya, eso sí que no me lo esperaba... Cruzó las mangas entre sí mientras miraba tanto a la rubia como al de la leche, sin estar muy segura de querer intervenir más en ello. Supongo que no se ha equivocado de momento y es cierto que no puede defenderse estando encerrado, pero... Entrecerró los ojos mirando a Kibou, todavía sin entender la mitad de lo que quería decir y simplemente sonrió a lo que le dijo Kukiko.

- Sigo sin entender por qué no te fías de mí. Pero haz lo que quieras, mientras te mantengas con vida estará bien. - dije encogiéndose de hombros. Con el anuncio de Monokuma, se tapó la boca con la manga, ocultando malamente una amplia sonrisa - Vaya, vaya, voy a empezar a pensar que los osos son unos pervertidos. Primero entrando sin piedad en la habitación de una chica por la noche y ahora tomándonos las medidas... Monokuma-san, eso roza la ilegalidad... - ladeó la cabeza divertida, esperando que volviese a encenderse el monitor.

Sé que no es el momento, pero si ya tenemos un culpable... Aunque siento que ha sido demasiado fácil. Con un suspiro de resignación, se dirigió a los vestuarios y tardó algo más de tiempo en salir mientras otras chicas ya estaban metiéndose de cabeza. Había salido del vestuario justo cuando vio la figura de Sato dejarse caer en la piscina con la ropa puesta. Chiyoko frunció los labios y antes de que alguien pudiera detenerla, echó a correr hacia la piscina y se lanzó por donde había caído el chico. 

Abrió sus ojos negros bajo el agua y se dejó hundir junto a Sato, todavía sonriente. Dijo algo que, en el agua, sólo se tradujo como un sonido de burbujas. Tras ver que el chico no tenía intención de subir, nadó hasta el fondo y se impulsó de una patada hacia arriba, arrastrándole del brazo para sacarle del agua. En cuanto consiguió apoyarle en el borde de la piscina, tomó aire y se apartó el pelo oscuro y liso de la cara.

- Vaya, vaya, hombre... Decía, que no te he votado para que hagas esto. - suspiró, sonriéndole. Se giró para mirar a los otros que le habían mencionado - El único motivo por el que he pedido a Miyamoto-kun votar por Sato-kun es porque no está en el punto de mira ahora mismo y quería esperar a que tuviéramos más claro a quién elegir hoy. Claro que no esperaba que fuera tan rápido. - se volvió a girar hacia Sato y entrecerró ligeramente los ojos - Y tú... No pierdas la esperanza. Si vas a morir, que por lo menos sea luchando, ¿vale?

¡Oye, oye! - gritó asombrado al ver lo que hacía Sato. - ¡No te voy a dejar suicidarte tan fácilmente! ¡Sal de ahí! - entonces Kazuki se dispuso a intentar salvarlo, pero antes de que pudiera llegar hasta él, Chiyoko ya había bajado y subido junto con el chico en un momento. Kazuki se alegró de que hubiera reaccionada tan rápido, después de todo él con su pequeño cuerpo no habría sido capaz de hacer nada. Volvió a la superficie para observar como a pesar del esfuerzo que había hecho mantenía la compostura y la sonrísa.

Sugoi...

Aun me llamaban la atención las chicas el bikini, no me fije en ellas, ya que fuera el porque no quería hacer las cosas incomodas o el porque Kukiko me odiaba con toda su alma, pero cuando vi al chico Sato saltar a la piscina como si se quería morir. No hice esperando que alguien reaccione. Pero poco tiempo despues, veo a Chiyoko salir con su traje de baño.

¡¡¿¿CHIYOKO ES CHICA??!!

Siguiendo la orden del a señora Azur, salgo de la piscina y voy por un par de emparedados que esta en la cocina. A la orden. Le digo en un tono formal. Tras ir a la cocina y regresar a la piscina, noto que ya algunos se animaron a meterse junto que parece que Sato se intento ahogar junto que el Señor Kibou se sorprende que Chiyoko es una chica. Me acerco a Azura y le doy los emparedados junto a unas bebidas. Traje los suficientes para todos le digo a Azura mientras le doy todo. Tras eso reacciono a la sorpresa de Kibou. De hecho yo tenia mis dudas, pero creo que con esto se puede confirmar.

Atendió a la respuesta de Kibou Kobayashi que había hecho hacia Chiyoko, pese a que él tampoco se había fijado demasiado en si era chica o chico, a fin de cuentas, creía que Yuki quizás ocultara algo... algo más a parte de la posibilidad de ser un oso o no; no creyera que otra sorpresa de ese estilo iba a volver a ocurrir... No tan pronto al menos... y en sentido contrario a lo pensado en este caso...

Al parecer Chiyoko era chica...

Quien lo hubiera dicho...

Esto no era blanco y en botella, como la leche...

... lo siento, Yoru. Pero prefería salvaros. Ahora la cosa es... ¿Alguien puede salvarme? ¿A quien investigo esta noche? Si sobrevivo claro está.

- Te lo dije, Kumiko... No me escuchas. - digo y la miro desde la piscina. - Vigila a Bim. 

Desde el momento en que Mashiro saltó a la piscina y se le desató el bikini, todo se precipitó a una velocidad vertiginosa. Su amiga Kukiko se afanaba por ayudarle a cubrirle los pechos, y Shiina, entendiendo que podían estar viéndola, solo se le ocurrió taparle los ojos a quién tenía más cerca de sí, en este caso Yoru-kun.

Sólo cuando la situación regresó aparentemente a la normalidad un nuevo incidente ocurrió, y es que por alguna razón que no acababa de comprender, Sato Tatsuhiro había decidido lanzarse a la piscina y dejar de respirar. De no ser por la rápida intervención de Chiyoko socorriéndole, probablemente el grupo debería estar lamentando una nueva muerte. 

Era evidente que la situación se había vuelta tensa, y que las acusaciones y sospechas volvían a ser lanzadas como cuchillos, y Mashiro, tratando de suavizar el ambiente para que todos pudiesen reflexionar con tranquilidad y al menos disfrutar de unos minutos de relax entre tan mal ambiente general, no tuvo mejor idea que manosear los pechos de Kukiko, después de quedarse mirándolos fijamente y percatándose de que tenían un tamaño bastante significativo, probablemente a la par o incluso más que los suyos propios.

- Estás muy tensa, Kukiko-chan. Deberías tratar de relajarte un po... ¡WoW! ¡Son increíblemente suaves y esponjosos! - y fijándose en los de katsumi, creyó conveniente masejearlos para que creciesen como los de su amiga pelirroja. Katsuki-chan, creo que deberías masejearlos más para que sean igual de grandes que los de Kukiko. ¿Ves? Así mejor...

Veo como Mashiro hace cosas con Kukiko.

¿Miu?

Pero recuerdo que Kukiko me odia a muerte, así que me volteo a otra parte. 

No nia.

Volteo a ver a Kazuki o a Monka, ya que ver de cerca a una chica el Bikini, aparte de quedar como sospechoso quedaría como degenerado

- Ehm... Mashi... ¿Que haces? - pregunto nerviosa. 

Y siento como sus manos me aprietan los pechos, lo cual no son pequeños y con el bikini se notan más. Así que roja como tomate, más aún luego de aquel susurro, me doy la vuelta para mirarla a los ojos y acercarme lentamente. 

- Beso de amiga. - aviso entre susurros. 

Ya decida, le doy un dulce beso muy suave y pequeño en los labios. Es la primera vez que hago algo semejante y no está nada mal, luego me separo de ella y busco sumergirme en el agua. 

No como el chico que se quiso ahogar, no vaya a ser que me intente salvar Chiyoko a mi también. 

Nudista había pasado a su lado y con una sonrisa y en susurros le había vuelto a preguntar si estaba seguro de que no quería que lo dibujase.... Fuese intencional o no, tenía que reconocer que Mashiro tenía su encanto, aunque no acababa de comprender cómo, al igual que muchos otros, podía mantenerse tan tranquila en un contexto como aquel. Bim observó a Niña Rosa durante unos segundos, y devolviéndole una leve sonrisa le respondió a Nudista.

—Tú también me agradas, Nudista —respondió con naturalidad—. Dibuja a Niña Rosa, seguro queda mejor. —Bim pronto se arrepentiría de aquellas palabras, en cierta forma forma, al ver cómo ambas "jugaban" en la piscina. Algo le decía que si las ponías juntas y les quitabas la ropa el Oso Maloso indudablemente tendría que acabar interviniendo para mantener su dichoso juego en un nivel familiy friendly, quizás encerrándolas o quién sabía qué.