Partida Rol por web

A Night of Despair

Probablemente muchos no os habíais percatado de ello, pero resulta que hay monitores instalados en las paredes de prácticamente cada estancia de la Academia. Llegado cierto momento, el monitor que tenéis más cerca de vosotros se activa y la imagen de alguien conocido para vosotros, por desgracia, aparece en éste.

- Uhm, esto... ¡se acerca la hora de irse a la cama! - anuncia Monokuma desde el monitor, agitando su copa. - Sed buenos chicos y chicas y dirigíos a vuestras habitaciones... podéis hablar por los pasillos un rato, pero no mucho. - os advierte. - Dulces sueños, ¡y que no os piquen las chinches!

El monitor se apaga.

Alzó la vista para buscar los monitores de donde salia la voz de Monokuma y se sorprendió al escucharle.

-¿Como sabemos que es de noche? -Ciertamente, sin luces del exterior no sabían ni siquiera en que hora del día estaban.

Pero dejando de lado ese detalle busco con la mirada alguien que era ligeramente mas bajo que él.
-Pero... ¿Haces que el día no suceda? O solo que las votaciones no se puedan hacer. Por que si no sucede el día, tendremos dos noches seguidas y eso se traduce también en menos tiempo para hablar y no poder usar los monotools que se puedan usar de día ¿No? -A pesar de todo aun no tenia las ideas centradas de todo en aquel lugar, había cosas que se le escapaban y lamentablemente solo las comprendería con el tiempo.

Contestando al chico gordito, después de que Monokuma hiciera aparición, habló de forma calmada. - Hago desaparecer el día entero, no solo las votaciones. Igualmente dudo que mucha gente pueda hacer cosas durante el día, como por ejemplo el mayordomo. Su Monotool tiene que ver con las votaciones, así que se quedaría sin hacer nada.

Por otra parte, tendríamos el mismo tiempo para hablar, si no me equivoco será una noche muy larga. - admitió, aunque con ciertas dudas, por lo cual revisó mejor las instrucciones de su Monotool. - Si, efectivamente, tendríamos el mismo tiempo, solo que sería una noche constante.

«¿Ya es hora de irse a la cama? ¡Qué rollo!». Entonces recordé algo importante que se me había olvidado por completo.

—¿Alguien ha encontrado un móvil? Es que yo he perdido el mío. Quiero llamar a mis padres para decirles que me quedo a dormir —expliqué—. ¡Monokuma! ¿Hay algún teléfono desde el que pueda llamar?

Los alumnos fueron interrumpidos nuevamente y sin previo aviso por Monokuma, el cual se apareció en una pantalla y les indicó que era el momento de retirarse a descansar. Shiina esta vez sí prestó atención, y aunque le extrañó que no fuese un profesor el que les mandase irse a sus respectivos dormitorios, obedeció de forma natural, más que nada porque tenía un poco de sueño. Ya se disponía a abandonar el salón y dirigirse al pasillo que conducía a las habitaciones, cuando escucho la voz de la alumna de cabello rosado que la había abrazado junto a las demás chicas, como siempre muy alegre y espontánea, pero que en esta ocasión solicitaba que le prestasen un teléfono para llamar a su familia.

Mashiro no dudó en que ser amigable y ofrecerle llamar con su celular era algo bueno.

- Puedes usar el mío, espera. - le susurró con calidez, al tiempo que empezaba a buscar en su mochila su smartphone. Poco a poco fue sacando el estuche con los lapiceros, el bloc de notas,... Nada, había desaparecido. He perdido mi móvil...   ​​

Bim cerró los ojos y dejó salir un suspiro al ver como ahora no sólo había gente que seguía creyendo que todo esto era alguna clase de broma sino que además nuevos miembros se unían a aquel club de fantasía y arcoiris.

—Acabamos de ver como unas ametralladoras convierten en queso a Niño Muerto —Yumihiko Yugami—, esto no es ninguna broma, Happy —le reprochó a Yuki Ishida, quien no parecía en absoluto ser consciente de lo que estaba sucediendo—. En fin... —murmuró, volviéndose al resto.

—Justo al comienzo de la noche he recibido un mensaje de Monokuma, "nota nocturna de Monokuma" como la llamó él —explicó mientras se disponía a recitársela al resto.

¡Felicidades!

Has recibido la primera nota noctura de Monokuma. "¿En qué consiste esta nota?" te preguntarás. Es una pequeña ayuda que daré a diario a un alumno al azar. Cada nota contiene una premisa, es decir, una afirmación que siempre es verdadera, y a continuación de la misma encontrarás otras tres afirmaciones cuya veracidad dependerá de dicha premisa. Eres libre tanto de compartir esta información con el resto como de guardártela para ti mismo.

Premisa: Al menos una (1) afirmación es verdadera.

1. Ayaki Ito aún tiene la Esperanza de lograr entrar en el Curso Principal.
2. Sato Tatsuhiro aún tiene la Esperanza de lograr entrar en el Curso Principal.
3. Yuki Ishida aún tiene la Esperanza de lograr entrar en el Curso Principal.

Espero que se diviertan con las notas tanto como lo haré yo observándolos, ¡Upupupupu!

Monokuma.

Una vez hubo compartido la información que acababa de recibir, Bim volvió a hablar.

—Si no me equivoco, la única conclusión que podemos sacar es que Sleepy —Ayaki Ito—, Depressive —Sato Tatsuhiro— o Happy es inocente, o dicho de otra forma, que no son los tres malos... —Bim inspeccionó el mensaje, algo insatisfecho—. Aún así, tampoco es que aporte demasiado, puesto que que al menos uno sea inocente no quita que los otros puedan también ser inocentes... o no serlo.

Bim parecía algo frustrado, y por un instante se planteó convertir la nota en una bola de papel y arrojarla lo más lejos posible, a un tacho de basura quizás, lugar a donde sin duda pertenecería. Si las siguientes "ayudas" de Monokuma contendrían información tan pobre como la de aquella noche tanto daba poder contar con su ayuda o no.

El oso nos dice que es de noche y debemos ir a nuestra habitación, pero sigue el debate mientras el chico de gafas continúa agregando habilidades en su discurso. Me sorprende bastante y me quedo en un rincón mirando a todos los presentes, es inquietante la espera. 

Ya desviando la mirada hacia el chico de cabello blanco, revela la nota que le ha dado el bicho bicolor y pienso en lo peligroso que puede ser un papel escrito con nombres. Lo cual muerdo mi labio inferior mientras pienso en lo que se dice y la información dada. 

- Si uno es cierto, dos no... En teoría. - solo agrego. - Aunque puede ser un juego para que culpemos o salvemos a alguien. 

Cuando la chica rosa le pregunto qué era su cámara si no una cámara de fotos*, Aki había tenido que contenerse para no gritar "¡Corten!", pero tampoco iba a no explicarles la magnitud de su error.

—Quiero decir, podría haceros una foto.—explica entre gestos, cada uno más grande que el anterior.—¿Pero por qué limitarme a una sosa copia en dos dimensiones cuando puedo hacer mucho más? ¡Cuando puedo capturar el tiempo, el espacio, el movimiento, la vida! Sin ofender a los fotografos, claro...—añadió girandose a los lados con un gesto de "perdón". Claro que si hubiera algún Ultimate (o pretendiente a) de fotografía, el muchacho ya se debería haber dado cuenta, ¿no?

A partir de ahí, volvió a su rutina de ir escuchando y grabando todo. Demasiada gente decía cosas demasiado interesantes, demasiado rápidas... y Aki sentía cierto mareo de tanto girar y correr de un lado a otro con tal de no perderse nada. Cuando el peliblanco habló de unas notas dejadas por Monokuma, el muchacho corrió a su lado para oírle mejor.

—¡Ito-san, Tatsuhiro-san, Ishida-san! ¿Qué opinais de esta nota?—preguntó en voz alta buscando a los propietarios de dichos nombres. Claro que entonces se fijo en que cada uno estaba prácticamente en la otra punta de la sala. Algo normal, teniendo en cuenta la cantidad de gente que estaba reunida, pero el muchacho sintió que alguien le estaba gastando una broma pesada.

—Y por favor, acercaos a mí al hablar... sobre todo tú, Tatsuhiro-san...—suplicó sintiendo flaquear sus piernas ya cansadas.

Akihiro dejó la cabeza caer ligeramente hacia un lado cuando el peliblanco empezó a exponer la información que había encontrado el camino hasta su bolsillo, llevándose un nudillo contra la mejilla.

─ Hay que tener en cuenta cómo está formulado ─ Murmuró mirando a Kukiko ─ Sólo dice que al menos una afirmación es verdadera, lo cual no cierra la puerta a que puedan serlo dos, o las tres. Como decía Bim, lo único seguro es que entre Ayaki, Sato y Yuki hay por lo menos un inocente ─ Alternó su mirada en dirección a él y asintió lentamente con la cabeza ─ Gracias por compartir la información, por cierto. Aunque por ahora no nos diga mucho... Creo que no estamos en condiciones de desperdiciar nada.

A nadie parecían importarle la imagen de aquel oso apareciendo en las paredes, pidiéndonos que nos retiraramos a nuestras habitaciones; estaban más pendientes de la nota que nuestro compañero albino acababa de leer.

Me preocupaba más de lo que parecía estar en ese papel. Intenté dejarlo un poco de lado, pensando en los beneficios que podría traer la pequeña pista que nos había dado Monokuma. Ahora mismo lo único que hacía era separarnos más; hacernos desconfiar los unos de los otros, pero quizás más adelante, tras un poco más de investigación y algunas víctimas más, nos sería útil.

Escuché al camarógrafo gritar mi apellido entre las otras dos personas acusadas, a las cuales había estado prestando más atención que a los demás. Uno de ellos aún estaba con mi compañero de investigación, mientras la otra parecía estar hablando de sus padres, o algo así.

Me acerqué al chico -Aki- y a su cámara. Me senté en el suelo, cansada de estar caminando de aquí para allá, hablando con gente de la que no sabía ni el nombre.

Yo sólo sé que ahora soy sospechosa, y no me gusta. 

Mis compañeros no confiarán en mí, y no me responderán a las preguntas que les hago.

Me senté bien, con las piernas cruzadas, y volviendo a tener la expresión de alguien que necesitaba dormir. Entonces, volví a mirar a la cámara.

Aunque a mí personalmemte esos dos nombres me han ayudado a seguir formando una teoría, aún incompleta, que estoy haciendo.

Fue entonces cuando me tiré al suelo, mirando al techo, derrotada; aún con las piernas cruzadas. No me quería ir a la habitación, dentro de poco habría no uno, sino dos asesinatos a personas inocentes, y quería enterarme de todo lo que pudiese antes de la primera votación y antes de irme a dormir.

 Mensajes a media, verdades incierta

sin el debido cuidado y su objetivo se invierta...  

aunque si debo apostar y jugarme entre esas opciones 

me fío mas de Letarg-Ito, que de pelirrosa con listones...

       Miguel iba diciendo luego de pensar un rato todo lo dicho, aunque lo cierto es que igual estuviera pensando las palabras correctas, después de todo ser del grupo de reserva tiene sus limitaciones, aunque luego de soltar eso, se quedo mirando un poco mas a ese grupo para decir unas ultimas palabras.

Pero algo es cierto y esto no es negable...

que nuestro compañero alvino y su monotool se lleven la peor parte...

sin buenas defensas o una forma de evitarlo...

sera comida de osos antes de notarlo...

Bim asintió ante las palabras de Ojeras, mostrando su aprobación con respecto a aquella idea. Lo único que sacaban en limpio de la dichosa ayuda del Oso Maloso era que al menos uno de esos tres alumnos era un inocente; de los otros dos no sabían nada pues podían ser cualquier cosa. El problema radicaba en que no sabían cuál de los tres era el "inocente confirmado", y aunque personalmente Bim lo dudaba mucho, la posibilidad de que aquella información les resultase útil en un futuro no era inexistente.

—¿Por qué esto te haría sospechosa? —le preguntó a Sleepy, quien no parecía muy contenta con el hecho de que su nombre figurase allí—. Quiero decir... En el peor de los casos sabremos lo mismo que sabíamos anteriormente de tu inocencia: nada —observó. Al escuchar las palabras de Miguel no se lo pensó dos veces antes de responder.

—No me sentencies a muerte tan rápido, Niño Poeta —le pidió con una sonrisa—. A mi entender la he recibido yo pero las posibilidades de que las hubiese recibido cualquier otro estaban ahí. Dicho esto, señores osos —dijo entonces hablando en general, esperando que quienes se sintiesen aludidos por aquellas palabras prestasen especial atención—, si quieren matarme siempre son libres de... Bueno, de intentarlo —explicó mientras las comisuras de sus labios mostraban una leve curvatura ascendente—, pero algo me dice que no sé si por fortuna o por desgracia mi muerte no conmoverá a Oso Maloso al punto de hacerlo dejar de enviar esta basur... —Bim carraspeó—. Ehm, valiosa información.

Ya ha caído la tarde y el oso mal-oso se ha pronunciado, cree que es muy gracioso pero no lo es. Escucho lo que comenta Bim sobre su noto, algunas expresiones suyas me dan algún nuevo indicio de quién pueda ser.

- O'hara... - Mauren mira inquisitiva al chico que se cree shakespeare -lo que estás diciendo es una amenaza?, porque así podría interpretarse. ¿No te parece que te estás tomando muy a juego todo esto? - y señala el cuerpo, si se le puede llamar así, del chico que las torretas han destrozado. -No le veo lo divertido a esta escena -termina diciendo de forma nada gentil. 

Mauren da unos cuantos pasos y se acerca al apuesto Bim. - Puedo quedarme cerca de ti?. -termina diciendo quedamente.

- Tienes razón, aún así esas notas serán el motivo del conflicto. Más aún en una situación como esta donde no hay a quien señalar. - respondo a Arisaka. - Puede ser una certeza para los osos... 

Es que para mi no es un mensaje de salvataje, es una marca a los inocentes, a los que no están del lado de Monokuma. Así que es como poner una diadema en los demás. Aunque claro, en este momento hay acusaciones, alianzas y yo los miro tratando de comprender lo que dicen, si tiene sentido. 

- Si la recibe al azar, dependerá de cada uno el que lo revele. Es un dato importante y él ha tenido un buen gesto al decirlo... No sé, igual no deja de ser preocupante. - digo pensativa. 

Luego me sorprendo al ver que una de las chicas quiere estar cerca del peliblanco, aunque no entiendo el motivo. Quizás se llevan bien, quizás es conveniencia... 

Para fortuna o desgracia de algunos, Yoru Bochi seguía ahí, por lo que este se acercó sin ningún tipo de discreción o respeto hacia Kenji Miyaichi y le comentó algo que probablemente le molestaría.

-¡Kenji-chan! ¿Estas seguro de que quieres que sea yo el que desaparezca?. ¡No es que me moleste que me escojas a mi pero no me agrada separarme por tanto tiempo de ti! ¡Kenji-chan!.

Volviendo al tema de aquella nota.

-Ayaki Ito, Sato Tatsuhiro y Yuki Ishida. ¿Eh? -Poniendo su mano sobre su mentón este comenzó a pensar- ¡Así que esos tres son inocentes!. ¡Al menos uno de ellos!. ¿Por que no buscamos la confirmación por parte de estos antes de nada?. No creo que los 3 sean inocentes... ¡Seguro que debe haber un truco ahí!. ¡Aunque si dos de ellos son culpables, eso ya sería la leche!.

-¿Qué opinas tu, Kenji-chan? -Comentó girándose hacia Kenji.

Alcé una ceja, mirando al peliblanco, aún desde el suelo.

Estar ahí me hace tener una probabilidad entre tres de ser un oso.

Respóndeme: ¿Tú le responderías preguntas a un posible asesino? Yo tampoco.

Y entonces, me callé. No podía hacer demasiado para demostrar mi inocencia; era esperar a que pasaran las dos noches, poder usar nuestros monotools y ver quienes eran las víctimas.

Claro estaba, no me iba a quedar ahí sin hacer nada: estaba escuchándolo y viéndolo todo con máxima atención. 

Reí por lo bajo al escuchar el comentario del poeta, sobretodo porque opinaba igual que él.

Debo sentirme agradecida, entonces.

A todo lo demás no respondí, no iba dirigido a mí. Aunque ayudó bastante a enterarme más de los monotools que podrían tener algunos de mis compañeros.

Disculpar mi error me siento avergonzado...

olvide que la nota solo fue un regalo..

Agachaba su cabeza su cabeza Miguel, para luego girarse un poco hacia donde la chica que va mostrando el ombligo le hablaba.

yo solo rimo lo que pienso en cada oportunidad...

volver mi preocupación en amenaza depende de tu agresividad..

el que maneje una herramienta de saber mas allá de lo evidente.

lo vuelve un objetivo claro, para los osos y su frente.

Chiyoko levantó el brazo de la pared donde estaba apoyada al ver que Monokuma aparecía allí y le observó pegándose a la pantalla hasta casi tocarla con la nariz. Desde luego nos vigila... Esas son muchas pantallas. Y tampoco hemos investigado la Academia como tal, así que seguro que hay una forma de encontrar esa sala. Claro que a saber qué nos hace cuando la encontremos. 

Guardó sus pensamientos bajo su manga mientras se volvía a tapar la boca, pensativa. La nota de Monokuma no era algo que ignorar. Ni siquiera aunque no sea útil de momento, lo será. Y su simple existencia puede dar más pistas sobre todo esto. Chiyoko dio una vuelta sobre sus talones para ver el pequeño caos que había desatado esa nota entre todos. Unos ya hablan de matar y otros hablan de condenarse. Dudo que Monokuma-san quisiera ayudar precisamente... así que ha conseguido su propósito.

- En realidad, Ayaki-chan... - empezó, dando saltitos de un lado a otro, como si estuviera siguiendo las líneas del suelo - La nota dice que al menos uno de los tres es inocente, pero eso implica que puede haber uno, dos o tres inocentes. Las probabilidades de que lo seas siguen siendo las mismas de antes. Sólo pueden aumentar si se descubre que alguno de los otros dos es un oso, pero en ningún caso disminuirán. De la misma forma pasa con Sato-kun o con Yuki-chan. - se detuvo tras el último salto, sobre un pierna, mientras se cruzaba de brazos y agitaba su manga de un lado a otro - De todas formas, hay cosas mucho más importantes sobre esa nota. Cada noche habrá una y cada noche la tendrá alguien distinto. Así que si una noche la nota no aparece por ninguna parte... Será porque alguien está intentando ocultar algo. Y eso es sospech-oso. Peligr-oso. Digno de mentir-osos. - volvió a poner el otro pie en el suelo, entrecerrando ligeramente los ojos, mirando a todos y a nadie en concreto - Espero que no desaparezca ninguna nota.

La súbita petición por parte de Brave —Ito Mauren— acerca de estar cerca suyo pareció tomar por sorpresa a Bim, cuya expresión rápidamente cambió a una más suave para poder así responderle apropiadamente.

—Claro —le respondió sin más con una sonrisa—. Niño Leche —dijo luego dirigiéndose a Niño Leche—, aunque no negaré que resultaría curioso que los tres fuesen inocentes, no apegarse a la "premisa" es mera especulación: quizás justamente eso es lo que Oso Maloso quiere que pensemos, para luego de que sea demasiado tarde aparecer con su pupupupu a reirse en nuestras caras. Reitero; la única información que da la nota es que allí hay al menos un inocente. Nada más, nada menos. Si me preguntan y como ya he dicho antes, no creo que debamos siquiera intentar sacar más conclusiones especulativas de allí —puesto que hacerlo, como de algún modo había implicado Niño Poeta, acabaría haciendo que la ayuda del Oso Maloso se transformase en la maldición del Oso Maloso.

Bim escuchó que Sleepy le respondía y no pudo hacer más que repetir la afirmación de su compañera.

—¿Uno de... tres? —le preguntó, algo confundido. Aunque Creepy lo había explicado bien, quería responder aquello.

—¿Por qué uno de tres? No —replicó—, lo que dice en la nota es que al menos uno de ustedes es un inocente, no que sólo uno es un inocente o que como insinúas sólo dos lo son. Si quieres asumir que al menos uno es culpable porque... porque sí, básicamente, es cosa tuya.

Bim no acababa de entender la posición extremadamente defensiva que sin ayuda de nadie Sleepy se había autoimpuesto desde la llegada de la nota.

Llevaba desde hacía un rato con cara de haber comido un limón. La cabezahueca de la pelirrosa no sólo no había pillado mi sarcasmo, sino que además me había tratado como si fuera una niña pequeña. Estaba acostumbrada, pero por alguna razón que lo hiciera aquella chica resultaba aún más molesto.

Me froté la mejilla que me había pellizcado cariñosamente (aquello sólo se lo permitía a mi madre o a mi hermano) y me acerqué a ella mientras hablaba con los demás. Tiré de su vestido y le lancé una mirada penetrante.

- Tengo 16 años - dije lacónicamente. 

Después, me dirigí a mi hermano.

- Hermanito, no sé si fuera buena idea quitar el día, o incluso la noche. Tal vez sería mejor esperar a tener más información antes de hacer ningún movimiento a ciegas. Pero es elección tuya, confío en tu criterio. 

No hacía falta decir más, Kazuki era listo y sabía que no actuaría sin una buena razón. Encogiéndome de hombros, seguí adelante hasta que el peliblanco sacó una nota y la miré con curiosidad. La nota no decía gran cosa.

- A no ser que haya un mensaje oculto dentro, sólo nos dice que al menos uno de los tres inocente, pero igualmente los otros dos pueden serlo también. No nos da muchas pistas. Ayaki-san, no eres sospechosa de nada, la nota no especifica que seas oso, apenas dice nada - dije tratando de tranquilizarla.