Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Día 1 - Heridas Encadenadas...

Cargando editor
12/11/2013, 01:21
Director


Miles de sonidos se agolpaban en vuestra cabeza aún inmersa en una completa oscuridad, como obligados a seguir con los ojos cerrados, por un sueño cautivador.

Pero entonces un grito desgarrador abrió vuestros ojos de par en par, quedando cegados al principio por la impronta de la luz… Suerte que estuvierais dentro un edificio, sino la reacción a la luz del sol, hubiera sido peor.

Empezáis a mirar a vuestro alrededor para reconocer, que es lo que os ha pasado y dónde estáis, y entonces encontráis respuesta a una de ellas, pues parece que habéis sido llevados a una sala angular, contaba con numerosos lados, como uno de esos polígonos que te enseñan cuando eres pequeño, para que aprendas las disparidad de formas y figuras a crear.

Cada uno de los lados contaba con una vidriera, y un pequeño banco apostillado bajo el ventanal… Las paredes del edificio parecían infectas por un rosal de enredadera, seco y marchito que seguía creciendo, ocultando en parte la luz del sol.

Medio mareados, intentabais levantaros y entonces os fijasteis en una de las cualidades de vuestra nueva situación… Todos y cada uno de vosotros os aferrabais a un grillete de oscuro metal, que se asía a uno de los pies…

Intentasteis zafaros de vuestras ataduras, pero ninguno pudo, ni con arma, ni elemento a crear… ni si quiera la doncella fantasmal pudo separar su extremidad de aquel acero que se iluminaba entre antiguos signos y legajos al intentar forzarlo o traspasar.

La sala era bastante amplia, tanto como lo sería la nave principal de la Catedral, incluso algo más, y las cadenas que os aferraban, os daban total disposición para llegar a cualquiera de vosotros, como invitándoos a tocaros y pues la cadena os invitaba a jugar con la posición de los demás, pudiendo trastabillar el paso de otro, mientras el tuyo se acercaba sin más.

Cualquier dirección era admitida, pero ninguna de ellas os acercaba a ninguna salida o a ningún ventanal…

Al parecer ese era el juego predestinado por aquella sádica imagen de la noche anterior…

Buscabais entre vosotros la figura de alguna de las dos chicas, pero entonces os disteis cuenta de una figura que seguía tendida sobre las cadenas, oprimiendo su paso sobre las argollas que fijaban su posición, y obstaculizando vuestra andadura…

Su pelo la hacía fácilmente reconocible, pues ninguno de vosotros portaba el rosa sobre su pelo, salvo ella… Alice.

Aunque el rosa ya no era el único color que aderezaba su cabeza, pues la sangre cubría parte de su piel, al igual que su espalda,  la cual se mostraba ante vosotros, llena de heridas y cortes, que se entremezclaban entre el rojo de la sangre y el morado del sello de diversos golpes que hacían maltrecha su posición….

No solo su camisa estaba abierta de par en par, sino también parte de sus pantalones habían sido deshechos dejando su fina piel al descubierto, desprovista de aquel vaquero, para vestirse de nuevas heridas que dislocaban su ser….

No quedaba rastro de su piel que no hubiera sido golpeado o desgarrado… Y entonces vuestra mirada se centro en sus costados donde su parrilla costal comenzó a balancearse suave, y débil….

Sus manos comenzaron a temblar buscando un apoyo sobre el que levantarse, pero su situación hacia que resbalara una y otra vez, su nariz inundada en sangre, marcaba una cruenta paliza, que había estado a punto de costarle la vida.

Rodando sobre su dolorida piel, se sentó sobre las cadenas, mientras intentaba tapar su cuerpo… con la tela de una camisa rota.

El dolor de las heridas, la hacían cortar la respiración, mientras con su rostro henchido en sangre os miraba dudando de quien… podría ser.

Humillada, apaleada, y vejada…  Solo un hilo de vida la salvo de otro final, pero eso no quitaba, que cada segundo desde que despertó, desease estar muerta antes de aquel dolor…. Ni si quiera sentía las cadenas, que oxidadas se mezclaban con las heridas de su piel.

Cargando editor
12/11/2013, 01:57
Juliette

En una de las esquinas descansaba Juliette, y os miraba con superioridad:

Lástima que no acabasen con ella, hubiera sido un amanecer genial... ¿no crees, Mêredy? Dice guiando su mirada hacia una esquina superior del techo, donde se apostillaba la otra muchacha, mirandoos sin pestañear, incando sus patas articuladas en la pared.

Cargando editor
12/11/2013, 02:00
Mêredy

Cruzada de brazos, cambia su cara imperterrita por la de enfado.

Mira desafiante a la otra chica y le responde con altivez: No estoy para bromas, Juliette...

Esperaba que al menos dejasen su cuerpo agónico, sobre un lecho de muerte... Digno plato para almozar. Serena un poco su cara de agresividad y dice esbozando una media sonrisa. Perdonaré el ayuno... por esta vez.

Cargando editor
12/11/2013, 02:05
09 Muerto - Megan Davis

Megan se levanta aún algo aturdida. No entiende muy bien qué está pasando y cuando mira a su alrededor, ve aquel terrible lugar en el que se encontraban. Era extraño. ¿Cómo habían podido arrastrarlos a todos hasta allá? No lo entendía. Busca a sus compañeros Tetsuo, Eko, Zyllah, Lennish e Ira y comprueba que todos se encuentran bien. Luego logra ver a Alice en ese estado y un escalofrío recorre su espalda. No entiende cómo han podido hacerle algo tan terrible y se pone de pie para buscar rastros en alguno de los presentes que lo incrimine.

Luego recuerda algo que puede ser riesgoso y revisa su espalda, pero nota que sus espadas siguen allí. Respira con algo de tranquilidad cuando las dos niñas revelan su paradero. Megan no puede evitar mirarlas con desprecio y avanza hacia Alice, viendo su ropa maltrecha y desgastada. Lo que le habían hecho era algo horrible y sea quien fuere el responsable, debía pagar por ello.

Cuando llega donde ella, se quita su chaqueta negra y se la pone encima a la joven. Su camisa rosa queda al descubierto, al igual que su tersa y blanca piel. Mira a Alice con algo de preocupación y le dice - Me temo que no puedo hacer nada más por ti. ¿Estás en condición de hablar de qué sucedió? - habla con algo de tacto y paciencia y revisa las heridas de la joven, ayudándola a sentar. Debía estar pasando por una terrible agonía.

Lo que había que explicar era cómo había sido posible que los traidores hubieran fallado.

Megan espera la respuesta de Alice y luego mira a los presentes. Con una voz fuerte y firme, dice - Creo que los traidores han revelado sus intenciones. ¿Alguien sabe algo que desee compartir? -.

Cargando editor
12/11/2013, 02:20
18 Muerto - Ivhone

Todavía medio adormilada, Ivhone abrió los ojos. Al momento tuvo que volver a cerrarlos para protegerlos de la luz. Colocó una mano delante de su rostro y poco a poco volvió a abrirlos...

¿Qué ha pasado...? Le parecía haber escuchado un grito desgarrado, pero todavía estaba ligeramente aturdida... Se incorporó y miró a su alrededor. Todos parecían estar allí encerrados y... ¿Encadenados...? ¿Qué es esto...? La joven dirigió su mirada hacia sus pies y vio que un grillete se aferraba a uno de sus delicados tobillos. Intentó soltarse, debatiéndose con él mientras un sollozo ahogado escapaba de sus labios. 

Escuchó las voces de los engendros que aparecieron al anochecer. Levantó la mirada, poco a poco, con temor de cruzarse de nuevo con aquellas miradas. Allí estaban, una en una esquina y la otra en el techo... - ¿Por qué...? ¿Qué queréis de nosotros...? - Dijo con un hilo de voz mientras volvía a intentar liberarse de aquellas cadenas... - QUITADNOS ESTO MALDITOS ENGENDROS... - Empezaba a ponerse nerviosa mientras sus dedos arañaban el frío metal.

Entonces escuchó la voz de Megan y deslizó su mirada avellana hacia donde se dirigía. Los movimientos fueron deteniéndose al descubrir la imagen que ofrecía la chica de pelo rosa. Su rostro palideció y se lo cubrió con manos temblorosas. 

- ¿Traidores...? - Preguntó con voz temblorosa. Apartó las manos de su rostro y miró a la chica que se había pronunciado. - No entiendo a qué te refieres... ¿Quién... Quién ha sido capaz de hacer algo semejante...? - Tragó saliva, aquella dantesca imagen se grababa como fuego en sus retinas. 

Cargando editor
12/11/2013, 03:11
09 Muerto - Megan Davis

Megan busca la voz de aquella persona que ha reaccionado a continuación de ella. Era la joven callada de Eve.

Ella no entendía cómo no podía notarlo pero con lo silenciosa que había sido hasta entonces, puede que no haya prestado suficiente atención a las conversaciones. A continuación, busca la mirada de algunos de los presentes que tenían información más profunda de lo que había pasado antes. Vuelve a mirar a Ivhone y le dice - Nuestras dos espeluznantes anfitrionas nos lo han dicho. Sea quien sea la persona que ha hecho esto, es alguien diferente a ellas. Y somos los únicos, junto con ellas, en esta sala. Por lo tanto, alguien de los presentes es el responsable. Y la verdad, espero que no sea más de una persona - dice mirando a todos con preocupación en su rostro.

Se sentía furiosa de ver la situación de Alice y esperaba que ella pudiera responderle pronto. Luego, nombra a algunos nuevamente que cree pueden darles claridad - Eko, Nil, Zyllah, Andrew. Creo que ustedes pueden contarnos bien cómo ocurrió todo en la última batalla, pues por lo que han dicho, saben mucho más que nosotros - dice en tono amable. No pretendía dar órdenes, sólo que era una situación apremiante y debía ser tratada con cuidado.

Cargando editor
12/11/2013, 03:21
Eko Létang

Poco a poco, la consciencia de Eko fue volviendo, haciéndose presente en su cabeza. Antes de abrir los ojos respiró. Estaba vivo. Eso era una buena señal. Un aroma extraño inundó sus fosas nasales, y cuando abrió los ojos lo primero que hizo fue mirar alrededor. Sí, la buena noticia era que estaba vivo. Las malas eran todas las demás.

La visión de la habitación se le antojó como la de una jaula de cristal, como si todos ellos fueran pequeños pájaros encerrados. Una prisión desgastada y olvidada hasta por el propio tiempo. El grillete al que estaba encadenado reforzaba esa sensación, y no parecía que fuese a ceder tan fácilmente. Eko comprobó con desagrado que todos se encontraban en su misma situación, y en cuanto fue consciente de la presencia de las dos niñas sintió ganas de tomar directamente su revólver, sin mediar palabra. Sin embargo decidió tomarse al menos unos instantes más. Buscó con la mirada a los pocos que conocía, esperando que se encontrasen bien, y suspiró al ver que su situación no era peor que la suya propia.

La voz de Megan llamó su atención. Hablaba con alguien que estaba tendido en el suelo. La chica que había cargado al compañero de Elizabeth.

Asumir que estaban encadenados era una cosa. Aceptar que esos dos engendros se divirtiesen a su costa, otra. Eko apretó los dientes, tratando de encontrar algún tipo de salida. Sin embargo, ninguna idea parecía lo suficientemente buena.

En cuanto Megan pronunció su nombre Eko la miró un poco confuso. Aún trataba de ubicarse, comprobando el entorno y el estado de todos con la mirada, pero no le costó responder a las palabras de la mujer.

- Esto es completamente diferente. - Le dijo, haciendo una pausa. - No creo que ninguna referencia nos sirva de nada. Allí trataban de proteger el sello que nos separa del infierno. Ahora hemos sido secuestrados, quién sabe para qué. - Informó, apartando su mirada para observar a las dos niñas.

Dicho esto y sin decir nada más tomó directamente su arma y la desenfundó, para disparar de inmediato contra la niña de las patas de crustáceo. Ya había tenido suficiente de ellas dos.

Cargando editor
12/11/2013, 04:28
04 Recuerdo - Nil

Abro los ojos tratando de incorporarme lo más rápido posible, sin embargo siento como tengo unos grilletes en mi pierna, los cuales hace que no pueda moverme a la salida; sin embargo salir no era lo que buscaba.

Veo en el suelo a Alice, la cual esta moribunda envuelta en su propia sangre; corro hacia ella y trato de animarla.

- Vamos!... tienes que ser fuerte... si fuiste la primera en ser atac...- no termino de decir la frase cuando mis recuerdos viajan al pasado y recuerdo como hace 200 años el primero en ser atacado, fue...

Dejo un momento en el suelo a Alice y me vuelvo hacia Andrew- Andrew!... esta azhariel contigo aún? necesito hablar con él.- le pregunto-quizás el pueda darnos pistas- - mientras espero la respuesta, rompo parte de mi camisa tratando de hacer con las tiras de ellas, unas vendas para ayudar a Alice.

Cargando editor
12/11/2013, 09:10
02 Recuerdo - Jane

"¿Qué...? ¿Dónde...?"

Despierto fuertemente mareada. Por un instante mantengo la esperanza de que aquello fuera una maldita pesadilla, o alguna alucinación... pero al abrir los ojos descubro que es la maldita realidad. Nos han apresado. Estamos jugando a su juego. Tomo la cadena que tengo a mi lado y la sigo hasta llegar a la argolla que apresa mi tobillo impidiendo cualquier posibilidad de escapar de aquel lugar.

"Esto me pasa por venir. Debería de haber pasado... Pero no podía"

Parpadeo un par de veces, observando gracias a la pobre y fría luz que entra por los recubiertos ventanales al resto de mis compañeros. Estábamos todos, al menos eso me parece, y en la misma situación.

Bueno, todos no. La chica del pelo rosa parece que ha sido el primer juguete de todos nosotros. ¿Es eso lo que nos espera a todos? ¿Que nos torturen y nos machaquen hasta que se hayan divertido lo suficiente para entonces matarnos? Seguramente la respuesta sea "sí".

Rápidamente, los que están más cerca de ella se dan prisa para tratar de tapar su hiriente desnudez. Todo su cuerpo está plagado de dolor y sufrimiento. Tanto, que durante los primeros instantes pensé que estaba muerta. Afortunadamente, no ha sido así. Aunque yo en su situación... No sé... Es algo muy complicado.

- Sé fuerte, no les des el gusto de verte desfallecer... -es la única manera que veo de ayudarla. Sé que no es ni por asomo algo que vaya a paliarle el dolor ni le va a hacer olvidar su tortura, pero pronto comprenderá que no puede rendirse.

Acto seguido, las monstruitas hacen su aparición. Se ríen de nuestra situación, de nuestra desgracia. Son seres de origen demoníaco. No me fío de nada de lo que digan. Pero hay quiénes sí creen en ellas o incluso ponen palabras en sus bocas que ni ellas han pronunciado.

- No han dicho que haya sido alguien diferente a ellas. Han hablado de "ellos", como si ellas hubieran sido meras espectadoras, pero no han señalado al grupo en ningún momento. Algunas personas del grupo podrían haber sido, pero, ¿no estábamos todos como sedados? ¿Acaso esos personajes son inmunes? Por otra parte, también podría ser que hubiese sido obra de ellas -digo cabeceando hacia las monstruitas- Nos han metido aquí. ¿Qué les impide hacer esto? -digo alzando mi cadena- ¿o eso? -digo mirando hacia la pobre chica que ha sido objeto de una agresión- Son seres demoníacos... No suelen decir la verdad ni jugar limpio.

Me parece perfecto buscar al culpable o culpables y hacerles pagar por lo que han hecho, pero no está bien echar piedras sobre tu tejado a la primera de cambio. Debemos de apoyarnos hasta que no se demuestre que en verdad hay traidores, marionetas, lo que sea que haya hecho posible esta locura.

Entonces miro a uno de los "veteranos", al cual ya le preguntan sobre algunos consejos o lo que sea para saber a qué nos estamos enfrentando, pero parece que esto es totalmente nuevo incluso para ellos. Al menos eso dicen.

- ¿En la anterior ocasión no estuviesteis en ninguna situación parecida a esta? -pregunto a Eko, torciendo el gesto como si la falta de información sea una gran decepción. Que lo es. Porque no tengo ni idea de qué hacemos aquí encerrados- Cualquier idea será bien recibida... -digo apoyando mi espalda contra la pared, sentada en el suelo.

Cargando editor
12/11/2013, 10:19
17 Muerto - Zagam

Me despierto, aturdido, y observo la sala que tenemos a nuestro alrededor. - ¿Qué es este lugar? Joder... Esto me pasa por estúpido e impulsivo... Con lo bien que estaba yo lejos de esta ciudad.- Pienso.

Miro a la gente de mi alrededor. Estamos todos allí, pero entonces me percato de que la joven de pelo rosa, Alice, está herida. Me apresuro a ella y, en ese instante, noto como la pierna me pesa, dándome cuenta de que llevo puesto un grillete. Cuando estoy cerca de ella, me agacho a su lado, arrancándome trozos de tela de mi ropa y tratando de tapar las heridas para evitar que pierda mucha sangre. - Joder... ¿Qué coño ha pasado? ¿Alguien ha visto algo? - Bajo el tono de voz para hablarle directamente a Alice. - Tranquila, vamos a ayudarte. ¿Pudiste ver al que te hizo esto? 

Entonces, esas macabras niñas vuelven a aparecer. Parecen decepcionadas. - ¡Hijas de perra! ¡¿Por qué hacéis esto?! ¡Si tenéis problemas con alguno de los presentes, me parece fantástico, pero al resto dejadnos en paz!

Cargando editor
12/11/2013, 10:34
06 Muerto - Vanna René

Todo se precipita: la ayuda de Yormund, la aparición de las niñas, el sueño, las cadenas... pasan largos minutos antes de poder parpadear y comenzar a reaccionar ante los sucesos.

-Yo no vine por esto.

Mascullo, una sensación extraña que mezcla el miedo con la rabia parecen desear apoderarse de mí aunque lo dejo a un lado mientras me fijo en que Yormund y Zagam se encuentren, al menos a simple vista, bien. Algo más aliviada tras ello, recuperando un rostro un poco más neutral que lentamente se transforma en estupefacción ante la visión que representa Alice. Desvío la mirada hacia el suelo y el frío hace acopio de mí, mi mirada ahora perdida busca en vano algo a lo que poder poder aferrarme, o alguien. Mi voz es suave y mi respuesta casi automática.

-No tengo nada claro: el yin y el yang, sombras y luz, se entremezclan tanto que resulta imposible distinguir cualquier cosa. Lo lamento Megan.

Vuelve entonces ese latigazo que bien podría partirme en dos, pero nuevamente consigo reprimirlo y miro los grilletes, decidiendo no moverme para no entorpecer al resto.

-¿Algún otro herido? Quizá no sea a simple vista, quizá algún veneno.

Aunque tan sólo es una posibilidad. Extiendo mis dedos al ver moverse a Zagam, pero su arrebato que mezcla frustración e ira hacen que rápidamente los recoja, sin desear molestarle, sin embargo no puedo evitar compartir parte de ese sentimiento.

Cargando editor
12/11/2013, 11:23
Yormund

Me callo el "os lo dije". El tiempo de las bromas y los juegos había llegado a su fin. Me recuesto contra la pared y mantengo la mirada fija en los engendros.

-¿Cual es vuestro nombre, bonitas? ¿Qué sois? ¿Cuantos están aquí para proveeros de alimento?- Me dirijo a las niñas. Por lo que llevaban dicho y lo que decían, si eran demonios, eso era obvio para cualquiera con un ojo al menos. Aun no tenían suficiente consistencia, pero reflejaban la arrogancia de leyenda que se les atribuía a estos seres. Si ya eramos pedantes los semidemonios, y muchos humanos, que se podía esperar de ellas. Tal vez eso sirviera para obtener algo de información.- No deberíamos hacer nada apresurado, se alimentan de carroña de semidemonio y no pueden actuar directamente contra nosotros. Si comenzamos a matarnos entre nosotros, solo les proveeremos de un buffet libre. Deberíamos esperar a que sus...lacayos, actúen. Por ahora, han sido, ineficientes.- No sabía como expresar de otra forma el lado positivo que podía tener para la pelirroja el no haber muerto, en su situación agónica parece que lo hubiera preferido. 

Busco a Naica, sabía que estaba viva, perderla hubiera sido como si me arrancasen una mano.  

-Naica, busca aire fresco. 

Con que encontrase una apertura, tal vez pudiéramos salir de aquí. 

Cargando editor
12/11/2013, 11:36
Mêredy

Mêredy se da cuenta de la reacción de Eko, y su gesto se endurece mientras lo mira con rencor uno de sus puños se cierra con indignación... al instante Eko siente la axfisia que inunda su cuerpo, una axfisia creada por un torrente de arena que empieza a crecer en su garganta sin cesar...

Los ojos de la pequeña Mêredy, son un ejemplo de su locura y maldad.

Eko lleva sus manos a su garganta, notando como la axfisia empieza a cerrarse cada vez más.

Cargando editor
12/11/2013, 11:39
Yormund

Me llevo las manos a las orejas cuando veo al vaquero desenfundar el arma.

-Gracias por dejarnos sin posibilidades diplomáticas, genio. - Pero al ver la reacción de la niña cangrejo, no pude hacer otra cosa que no fuera horrorizarme. Si podían dañarnos, porque no nos mataban ellas mismas. 

No tenía muy claro como funcionaban los poderes de los Melkhnar, pero esperaba que fuera el mismo que el de estos demonios. El poder estaba en sus ojos, en su mirada. 

Corro y salto para cubrir a Eko con mi cuerpo, con la esperanza de que eso interrumpiera el poder que le afectaba. 

Cargando editor
12/11/2013, 11:44
Juliette

Juliette se percata de la tentativa de Mêredy y la frena al instante con una voz autoritaria y rígida: Déjalo ya, Mêredy...

Echa una mirada desafiante a Yordmund, pero esta se suaviza al recordar las palabras de Eko: ¿Has escuchado Mêredy?... Esperan proteger el sello, otra vez... Una risa oscura aparece en sus labios.

Mira a Eko y dice: Sois patéticos... si aún no os dais cuenta de que esta pasando, creo que la Catedral se ha equivocado con el último ejercito para luchar.

Mira el sol y dice: Os quedan 14 horas de sol... Espero que sean de provecho y descubrais algo más nuestro nombre... Mirandoos a todos de forma ininterrumpida, empieza a desaparecer, deshaciendose de nuevo en una maraña de legajos y sangre, mientras sus labios se despiden otra vez: Adiós...

Cargando editor
12/11/2013, 11:45
Mêredy

Mêredy obedecio al instante a Juliette mientras decía con cara de astio torciendo la mirada: Si, Juliette...

Al instante, Eko, comenzó a toser, y con desesperación, sacaba aún la arena de sus fauces, entre arcadas y lágrimas de axfisia, hasta que por fin comenzó de nuevo a respirar.

Empieza a desaparecer, como una lluvia de arena, que caer distante del techo, en un último instante, crece de nuevo su cabeza del montón de arena, creado en el suelo y os dice: Y espero esta noche poder comer... o me enfadaré de verdad.

Y terminando sus palabras en una sonrisa, vuelve a desaparecer sin más...
 

Cargando editor
12/11/2013, 11:53
Yormund

-¿Estas bien?- me aparto para no agobiarle y le tiendo la mano para que se levante.- Yo prometo dejar de ser un crío si tu prometes dejar de tener el gatillo tan fácil ¿Hecho?

No me gustaba nada esto, sus palabras habían confirmado mis sospechas.

-¿Qué sabemos sobre el sello y como lo reconstruimos?-Comento sin dirigirme a nadie en particular.

Cargando editor
12/11/2013, 12:12
19 Muerto - Gabriel Hyde

-Os reto, os reto a volver a intentar ponerle de nuevo una mano encima. Intentadlo y os mataré. -Mis ojos estaban en blanco, y de mi boca emanaba una voz gutural que más bien parecía la mezcla de muchas, una voz difusa, atemporal. -Creía que no te fiabas de nadie de "nuestra estirpe". ¿Por qué le defiendes? -La voz había cambiado, no demasiado, pero sí en algunos matices... casi imperceptibles para aquel que no escuchara con atención. Llevo las manos a mi cabeza, esforzándome para detener aquella oleada de recuerdos, de trazos incompletos sobre un lienzo sin acabar... era demasiado confuso... -Os acercáis a mí por la noche para pillarme indefenso, intentáis matarme a mí y a Raven y ahora no sois capaces ni siquiera de asumir vuestros actos.

Mis ojos vuelven a recuperar su color azulado, profundo como el océano, e igualmente desconocido. Maldición... Este lugar ejercía demasiada influencia sobre mí, o quizá fueran las personas que me acompañaban, por primera vez en mucho tiempo mis poderes habían comenzado a volverse inestables. Observé la cadena que me aprisionaba, sabiendo que mis poderes no me librarían de ella, no me gustaba estar apresado.

-Mantened la calma. Estas niñas no son el verdadero peligro. Carroñeras... almas errantes, una existencia maldita. 

Busco con la mirada a Alice, para asegurarme de que estaba bien. No ha muerto... tampoco ha muerto. Debía haber un suceso que pusiera en marcha las manijas del reloj, que desencadenara los hechos. Ahora ya no hay vueltra atrás. 

-Irremediablemente todos los futuros posibles llevan hacia una única dirección. Deberemos sacrificar a uno de nosotros. Es tiempo de decidir.

Cargando editor
12/11/2013, 12:22
Zyllah

Todavía con los ojos cerrados mi mente vagaba entre sonidos y oscuridad hasta que un grito desgarrador me hizo abrirlos de golpe. A pesar de estar cegada por la luz me levanté como un resorte, buscando de inmediato a Irad en mi costado con la mano y mirando a mi alrededor, parpadeando rápidamente para acostumbrar mis ojos a la luz y poder comprobar el lugar y el estado de todos los presentes.

Un enorme desaliento se instaló en mi pecho al descubrir que estábamos encadenados y al escuchar hablar a las pequeñas monstruosas que nos habían asaltado la noche anterior. Nada era como debería ni estaba saliendo como yo esperaba cuando emprendí el camino hacia Oldland. Por primera vez desde que me puse en marcha empecé a plantearme si realmente debía estar allí. Pero la sensación de encontrarme exactamente en mi lugar seguía recorriéndome las venas con cada latido. Sabía que no sería fácil, aunque no esperaba que fuese tan distinto. 

Miré con un atisbo de compasión a Alice. Lo que le habían hecho era horrible... Pero estaba ya atendida por algunos, así que aparté mis ojos de sus heridas y centré mi atención en las niñas, que no contentas con habernos encadenado, también se reían de nosotros. Me disponía a responder a Megan cuando se dirigió a mí, pero entonces Eko desenfundó y los sucesos se precipitaron a toda velocidad. 

Corrí hacia él sin preocuparme de la cadena de mi tobillo y desenfundando a Irad en el camino. Lo extendí sin detenerme hacia la niña del techo, pero cuando su hoja llegó al lugar donde estaba, ella ya no se encontraba allí. Lo recogí fulminando con la mirada el sitio vacío que antes había ocupado la cría, pero no lo enfundé de nuevo y me arrodillé junto a Yormund para comprobar el estado de Eko. - ¿Estás bien? - Pregunté preocupada, observando su cara con el ceño fruncido. Me sorprendía que después de su actitud anterior fuese precisamente Yormund el primero en preocuparse por Eko, pero no hice ningún comentario al respecto, aunque lo empecé a mirar de otra forma. 

Mientras esperaba su respuesta le daba vueltas a las palabras de las niñas y a todo lo sucedido desde el día anterior. Algunas cosas empezaban a aclararse, pero otras eran tan oscuras que me provocaban un intenso temor en el estómago.