Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín III - La Cosecha del Odio

Un Vacío que Poder Llenar

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20/11/2014, 15:55
Director

Tus pies chocaban contra el suelo, mientras tu mirada resbalaba por las paredes de aquella maldita ciudad.

En tus espaldas numerosas heridas que se anclaban en tu alma, ya no eras aquel chico que crecía bajo el seno de aquel grupo que buscaba una esperanza y vagaba actuando en contra de aquella moral vana que se encargaban de propagar.

Tus manos estaban curtidas por el frio del tiempo, y por lágrimas que ya no había que enjugar.

Un hombre de lucha que avanzaba en pos de su destino, esperando encontrar un nuevo sino, que derivase tus pasos.

Que diese sentido a todo sufrimiento. Que diese rienda a cada acción.

Divagabas por las calles acompañado de aquellas sombras, que empezaban a disiparse mientras una puerta entreabierta parecía marcar el rumbo de tu nueva dirección.

Dudas un momento si entrar o no, pero mientras decides que hacer, tu propio impulso te lleva allí.

Y bajo el dintel de la puerta, comienzas a escuchar pasos detrás tuya, como si alguien más llegase junto a ti.

Viras la mirada buscando aquellos que se apresuran junto a ti, y tus ojos se abren al descubrir un camino que antes no estaba allí.

Unas escaleras que ascienden junto enfrente de ti, como si ahora a oscuras, el sótano de una casa, se abriese ante ti, miras de nuevo al frente, y entonces aquella luz ambarada parece no estar allí. Pues ahora solo se muestra ante ti, una sala aunque oscura de lo más normal.

Una vieja mesa de madera, rodeada de viejas sillas, y colocada frente al fuego de un hogar. Un par de sillones, y una puerta que da al exterior junto a una ventana, que parece llevarte de nuevo a la luz del día, pese a ser medianoche.

Buscas aquellas escaleras, y entonces te das cuenta de una presencia junto a ti, una pequeña de ojos claros que sentada en las escaleras no te deja de mirar. Sobresaltado vas hacía atrás, y es entonces donde encuentras a otro muchacho un poco más alto, de más edad, sentado frente al hogar.

Tragas saliva y cierras los puños, esperando que aquella broma de Oldland acabe sin más, pero entonces unos dedos tamborilean sobre la mesa, y te hacen girar la mirada hacia el fondo del lugar, donde un pequeño, te mira con mirada impertérrita.

Miras alternativa los tres rostros, y te preguntas que es lo que puede suceder. Cierras los ojos para tomar aliento, y al abrirlos la luz de aquella taberna te vuelve a iluminar otra vez.

¿Qué era aquel lugar?.... Piensas mientras avanzas poco a poco por la sala, hasta percatarte de que esa sala sigue contigo, parece viva y en movimiento dentro de tu cabeza, en algún lado de tu alma, sin más.

Oldland te da la bienvenida, con un pedazo de tu alma que empieza a convertirse en un hogar. Una casa habitada por tres figuras que pronto empezaran a hablar.

Tres figuras que tendrán mucho que contarte del pasado, y puede que algo que ofrecerte para lo que está por llegar.

Tres figuras que parecen guardarse cierto parecido, además de cierto rencor.

Es el momento de tomar la llave de ese nuevo mundo, y dejarles hablar. Puede que sus palabras sean la moneda perfecta, para llenar ese vacío en tu alma, y empezar a encaminar tu destino sin más.

Notas de juego

Como ves... serás el Actor

Según tu rol... tu calendario es el siguiente:

CALENDARIO

- LUNES: ROL
- MARTES: Acusaciones + ROL

- MIÉRCOLES: Acusaciones
- JUEVES: Acusaciones

- VIERNES: Linchamiento 
- SABADO: 

- DOMINGO:

Podrás interactuar con los pequeños primigénitos de Caín, y si en algún momento lo decides, dejar que llenen tu esencia, con un soplo de su poder. Ese poder durará tan solo hasta el nuevo amanecer, y podrás usarlo una vez por Primogénito.

Es decir, tienes tres poderes, desconocidos, que poder usar, según tu decidas una vez cada uno en la partida.

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20/11/2014, 16:00
Director

Notas de juego

A partir de ahora, podrás interactuar en esta escena con los pequeños, preguntarles por quienes son o lo que quieras.

Ellos son libres de decirte la verdad o de mentir, son semidemonios igual que tú... por ello, ellos también tienen poder sobre sí mismos.

Una escena en la que poder divertirte, o engañarte, o puede que endulzarte con algo de verdad.

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20/11/2014, 21:06
Nathaniel

No sé cómo ni por qué, el pasado inerte y las heridas clavadas en el alma dan paso a un hogar lleno de vida en una ciudad de sombras y cenizas. Un hogar cuyos habitantes se parecen, cuyos habitantes parecen guardarse rencor.

Las tres figuras, poco más que niños, se miran. ¿Quién diablos serán? Me pregunto. Pero son niños, niños que me recuerdan, aunque vagamente, a mi pasado. Y aunque podría ser una trampa, aunque mi sangre clama al a batalla... sencillamente no puedo luchar contra unos niños.

Tardo unos segundos en darme cuenta de que esta realidad está sólo en mi cabeza, pero probablemente es más real que el sacerdote que me usó o que las monjas que me criaron. Y algo en ellos se me antoja roto. Entonces hablo.

"¿Quiénes sois... y qué lugar es este?"

Les pregunto, resonando más hosco de lo que pretendía en un principio.

Notas de juego

¡Molaaa! Me gusta, sí señor.

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20/11/2014, 21:45
Melknhar

Uno de los muchachos, el más enclenque de los tres, pero que, sin embargo parecía el más mayor, mira con una sonrisa entre traviesa y astuta al recién llegado. Sus ojos infantiles de un color azul tan cristalino como el cielo, muestran mucho más de lo que aparentan en un primer momento. Lleva sus delgados brazos a su espalda y entrelazada los dedos tras esta. 

- Donde todo comienza y acaba. Nosotros llevamos mucho tiempo aquí. Más que tú-señala irguiéndose un poco en el sitio, como el típico niño que quiere aparentar más edad de la que tiene realmente-. Así que, más bien nos correspondería preguntarte precisamente eso a ti... ¿Quién eres tú? 

Su sonrisa inteligente hacían juego con el chisporroteo de ilusión que fulguraban en sus ojos añiles. Parecía que lo tomase como un juego, un juego del que nadie conocía las normas exactamente. Pero eso solo lo hace más divertido aún, ¿no? 

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21/11/2014, 17:19
Nathaniel

"Tienes razón."

Concedo tras escuchar al joven, en verdad yo acababa de llegar. Niego con la cabeza.

"No obstante, este lugar está en mi cabeza. Podéis llamarme Nath. Vuestro turno: ¿quién sois y qué lugar es éste?"

Vuelvo a preguntar, un poco más impaciente, ese brillo en sus ojos me recuerda al de los sombríos juegos de... un semidemonio de esos que no conviene medir de menos, así pues decido no subestimarlo. Me fijo en los otros dos presentes, quiero evaluarlos, saber a qué me enfrento.

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21/11/2014, 20:55
Eve

La pequeña tiene una muñeca vieja, de trapo, sobre su regazo. Hace un momento estaba intentando arreglarle el vestido raído. Sus ojos azules están inundados de lágrimas, no puede hacer nada por la muñeca y sus hermanos son tontos, no quieren jugar con ella. Se seca las lágrimas con el dorso de la mano, cuando siente una nueva presencia. Levanta la mirada y ve a un desconocido que acaba de entrar. No siente miedo y lo observa desde su rincón en la escalera. ¿Qué hace aquí? 

El chico habla y Melknhar le responde con evasivas. Ya empieza... Pero aquello podía ser divertido. La niña está cansada de jugar sola.

Se levanta y se acerca al chico. La muñeca la ha dejado olvidada en las escaleras y ella le coge del borde de la chaqueta, tirando suavemente de ella, mientras le observa con curiosidad. 

- Hola, Nath. Yo me llamo Eve. ¿Quieres jugar conmigo? - Le pregunta con una voz infantil y dulce, pero que a la vez parece acarrear el peso de los años.

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22/11/2014, 17:34
Nathaniel

Siento unos pequeños tirones y me giro hacia su lugar de procedencia, una pequeña niña de aspecto dulce e inocente. Pero claro, si me fiase de las apariencias, no estaría aquí, y no estaría vivo. Observo cómo ha dejado su muñeca tirada para acercarse a mí y le dedico una media sonrisa.

"¿Eve? Es un buen nombre, hace mucho tiempo alguien muy grande se llamaba exactamente igual."

Le comento con un tono de voz afable, al menos ella se dignaba en hablar conmigo, así que prosigo.

"Claro, jugaremos en cuanto tenga claras las cosas: ¿quienes son ellos? ¿qué lugar es éste? Es decir, no soy muy inteligente que digamos, pero no es normal estar en dos sitios a la vez... y menos que éste esté como dentro de mi cabeza, al menos no es normal para mi legado."

Digo, concediendo que puede que algún Melknhar desquiciado pudiese tener este tipo de desvaríos. Observo de reojo al tercero que aún no ha hablado, sin bajar aún mi guardia pese a la cercanía de la niña, necesito respuestas si quiero, o si debo, luchar.

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22/11/2014, 17:59
Grovehn

Puede que todo esto no sea sino una muestra de tu recién adquirida demencia, Nath- dijo el tercer niño, con voz infantil y mirada sabia y adulta- ¿Cómo es que no tienes una espada? Pareces un hijo de Grovehn y sin embargo...-lo miró detenidamente llevándose la mano al mentón. 

Oh... Ya veo- concluyó, esbozando una sonrisa y riendo- Ellos son ellos. Muertos. Gente que vino a Odland buscando algo que jamás encontró. O que encontró demasiado pronto. Quién sabe.

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22/11/2014, 18:09
Nathaniel

Escucho la respuesta del tercer niño y le miro. Sabio y directo. Me gusta su estilo. Asiento lentamente con la cabeza.

"¿Entonces tú también estás muerto?"

Pregunto, aún sabiendo la respuesta, dejo pasar unos segundos y abro mis brazos y mis manos, como abarcando mi entorno.

"No he encontrado un arma con la que me sienta completamente afín. Además, cualquier cosa puede ser un arma en las manos adecuadas ¿no crees?"

Le pregunto, sonriente, sabiendo que prácticamente nadie podría comprender eso, y menos aún aquellos que fuesen de mi legado, de hecho parecían más palabras de un Melknhar que de un Grovehn. Entonces medito sus primeras palabras.

"¿Recién adquirida? ¿Demencia? Si estoy demente no es de ahora, y si es de ahora, no es demencia."

Concluyo.

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24/11/2014, 12:45
Eve

Una sonrisa divertida se dibuja en los labios de la niña cuando Nath alaba su nombre. Pero ésta se borra al escuchar las palabras de Grovehn.

- Fueron idiotas -

Dice, arrugando la nariz y volviendo a mirar a Nath. - Estás en nuestra casa - . Vuelve a sonreírle. Se siente emocionada con la nueva visita. Ya no necesita ni a Melknhar ni a Grovehn para poder jugar.

- Llevamos mucho tiempo aquí, ¿sabes? Es donde vivimos, aunque nunca tenemos visitas - . Se encoge suavemente de hombros y mira hacia sus hermanos. - Estamos los tres solos, pero no quieren jugar conmigo... - 

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25/11/2014, 12:40
Melknhar

El niño se cruza de brazos, con ese aire de suficiencia de niño sabiondo que cree tener todas las respuestas. 

Me llamo Melknhar-se presentó-, él es mi hermano Grovehn y ella mi hermana Eve, aunque ella misma se ha presentado. 

- Eve tiene razón, estás en nuestra casa... o algo así-intentó explicar el niño, arrugando un poco el ceño. Miró a su hermano pequeño y dijo:- Grovehn, no seas maleducado, no se les llama dementes a las visitas. Se llama "enajenación mental"-corrigió con una sonrisa traviesa. 

Se volvió al recién llegado y dijo:

- A veces el mejor arma no es ni siquiera algo físico, ¿no crees?-la sonrisa astuta y el brillo de rebeldía fulguraba en los ojillos del niño, que parecía estar pasándoselo bien.

Ante la pulla de su hermanita, Melknhar puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos:

¡No podemos jugar siempre a las muñecas, Eve! Hay más juegos y otras formas de divertirse. Si escuchases las historias que narro, seguro que cambiabas de opinión-volvió a su pose inicial, la de un chico muy inteligente atrapado en el cuerpo de un niño que intenta estar a la altura de sus capacidades, intentando ser mayor de lo que es... Aunque sus ojos hablan por sí solos. Lleva mucho siendo un niño. 

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25/11/2014, 12:51
Grovehn

¿A quién llamas idiota?- dijo frunciendo el ceño en un gesto de rabieta infantil, mirando con malos humos a Melknhar cuando le oyó corregirle, y sin embargo, riendo cuando se dio cuenta de que era una broma- Eso suena muy cursi. Más que jugar a las muñecas con Eve. 

Miró entonces al recién llegado- Y tú no vayas de listillo. Usar juegos de palabras que pretenden ser inteligentes no va a servirte de nada aquí. 

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25/11/2014, 16:26
Nathaniel

Cuando la pequeña habla, rápidamente comprendo que se trata de las sombras, aquellos que vinieron y encontraron, o no, lo que buscaban, pero que siguen de algún modo aquí ancladas. Me dispongo a responder cuando las palabras del niño que adora los juegos de palabras me dejan, cuanto menos, boquiabierto. Parpadeo una, dos, y hasta tres veces. El último niño en hablar dice algo, pero apenas le escucho y levanto una mano.

"Espera, espera espera..."

Les miro, con un aire ligeramente suspicaz.

"Mi mente no es la más rápida pero... ¿me estáis diciendo que, de algún modo, sois los tres vástagos de Caín? ¿Los tres primeros semi demonios de los que descendemos todos los demás? ¿Que estáis atrapados al igual que muchas otras almas en Oldland, aunque esta es vuestra casa...? ¿... Y que soy vuestro invitado, de algún modo?"

Creo haber resumido bastante bien la situación, y ahora probablemente se reirían de mí. No quiero pensar que estoy loco, pero que esto sea real tampoco suena muy cuerdo. Respiro un poco y, mientras me responden o no, miro a Eve en primer lugar.

"En cuanto lo haya asimilado jugaremos un poco."

Luego me vuelvo hacia Melknhar.

"Me he enfrentado a suficientes semidemonios como para asegurar que cualquier cosa puede ser un arma, sea o no visible, sea o no algo lógico. Así que sí, a veces las mejores armas no son las físicas."

Y finalmente miro a Grovehn y medito lo que duran un par de latidos.

"Entonces tú..." -sacudo la cabeza- "¿Qué va a servirme aquí?"

Digo, como si me costase recordar el eco de sus últimas palabras.

Notas de juego

Perdona el retraso, hoy me dieron las notas del último examen y en un principio ya estoy mucho más activo. :) (además de que esta semana es de vacaciones)

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25/11/2014, 18:40
Eve

- ¡No es cursi jugar con muñecas! - Los labios de la niña se fruncen, formando pucheros, y mira a su mellizo con rabia, mientras sus ojos se llenan, una vez más, de lágrimas amargas. 

Corre hacia las escaleras y coge a su muñeca, abrazándola con fuerza mientras balancea su cuerpo. Echa mucho de menos a su madre. Con ella podía jugar, al igual que con Grovehn, cuando eran más pequeños. Pero ahora ya no quiere y tampoco está mamá... Las lágrimas empiezan a correr por sus mejillas.

- ¡Os odio! ¡Os odio! ¡Os odio! ¡Os odio! - Les dice y entierra su carita en la muñeca que Joselinne hizo para ella. Escucha hablar a Nath, pero es tanta la rabia y el dolor que siente, que sus palabras se pierden entre los sollozos que sacuden su pequeño cuerpo.

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25/11/2014, 19:32
Nathaniel

Me acerco a la niña y me pongo en cuclillas, lo justo para alcanzar su altura, y sonrío amablemente. La verdad es que para ser la madre de un legado ofrecía una actitud realmente infantil. Si esto es un producto de mi mente ciertamente parece estar realmente enferma. Y si es real, aquí pasa algo grande que les impide crecer. ¿Quizá Joselinne?

Como sea, ella llora, y yo no soy un caballero, maldita sea, pero he sido niño, y sé perfectamente lo que es la soledad.

Extiendo mi mano para secar alguna lágrima con toda la delicadeza que mis toscas manos pueden permitirme.

"No debes de odiar a tus hermanos, sois distintos pero, pase lo que pase, seguirán siendo tus hermanos. Y menos por no querer jugar contigo ahora."

Ni siquiera sé si ella me comprendería en este estado, pero no pierdo nada por intentarlo. Casi siento el impulso de abrazarla, pero... no, no soy delicado, no soy fino, quizá le haría daño a una niña. Además, no la conozco de nada, y quizá esto siga siendo un truco de algún Melknhar muy bien diseñado esperando que baje la guardia.

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25/11/2014, 19:42
Melknhar

El joven Melknhar ríe por la comparación que hace su hermano con el juego de Eve. Sin embargo, cuando su hermanita comienza a llorar, frunce los labios y tuerce la comisura en una mueca que parece significar que no sabe muy bien lo que hacer. Mira a sus hermanos, sin saber si reñir a Grovehn o consolar a Eve primero. Al fin y al cabo, sigue siendo un niño, por más que quiera aparentar.

Cuando el desconocido se acerca a su hermana, Melknhar se apresua a acercarse a ella. Su hermana sería irritante, pero la quería y su deber era protegerla... o eso le dijo su madre. Él era el mayor, el responsable.

Ay... vamos, Eve, no llores...-le dijo a su hermana, visiblemente incómodo, pues seguía siendo solo un niño no mucho mayor que sus hermanos-. Mira... cuando podamos jugaremos a las muñecas un rato, ¿vale?-Melknhar tenía una clara preferencia por su hermano Grovehn, pero eso no quería decir que apreciase menos a su hermana o que le gustase verla llorar. Su madre le había encargado que cuidase de ellos, y él así lo haría-. Pero no puedes ponerte a llorar cada vez que no queramos jugar contigo... venga, venga... no querrás que Nathaniel te vea llorar, ¿no? 

Suspiró y miró a Grovehn pidiéndole ayuda, al fin y al cabo él era su mellizo... Debería entenderla mejor, ¿no? 

Y... de algún modo no. Somos los hijos de Caín-confirmó el niño-. No eres nuestro invitado, no al menos por definición pues realmente ninguno te ha invitado. Pero por algún motivo estás aquí, alguna explicación debería haber. No sé qué esperas que hagamos, estamos tan sorprendidos como tú...

 

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26/11/2014, 18:01
Nathaniel

"La verdad es que pensar nunca ha sido mi fuerte."

Reconozco ante Melknhar, como si no me importase demasiado, no obstante, sonrío agradecido por el gesto que ha tenido con su hermana de modo que me levanto y me alejo un par de metros, dejando espacio suficiente para respirar o calmarse a Eve. Me cruzo de brazos.

"Bien, haré bien en suponer que estáis escuchando lo que dicen al otro lado ¿cierto? Lo de la Dama Oscura, las lecciones de historia, y todo eso... ¿no?"

Tener las cosas claras, incluso dentro de una ilusión, es algo muy importante a tener en cuenta, por un lado, si es falso ayudará a encontrar fallos, por otro lado, si es cierto, por loco que pueda sonar, lo que hay que hacer es aclarar los puntos para sacar el máximo provecho a la situación. Finalmente añado una reflexión.

"Y si no soy vuestro invitado, habrá que saber qué hago aquí y qué relación tenemos, más allá de un ancestro común. O quizá sea eso..."

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26/11/2014, 19:32
Eve

Al escuchar a Nath, Eve levanta la mirada y clava sus ojos claros en los del extraño. Todavía hay restos de lágrimas en sus mejillas, que no tarda en secar con el dorso de la mano. 

- Es que siempre pasan de mi - Empieza a decirle y se muerde el labio cuando Melknhar se acerca. Él es el culpable de todo, si no estuviera, Grovehn estaría más con ella. - ¡Pero si no queréis jugar nunca...! - Se defiende de las palabras de su hermano con un tono de voz acusador. - Ahora quieres quedar bien delante de Nath, ¿verdad? Pero siempre dices que tengo que dejar de jugar con las muñecas, que ya soy mayor. Y... Sabes que mamá me dejaba y jugaba conmigo, pero como ya no está, vosotros os reís y decís que es cursi - . Tras esas palabras, aprieta con fuerza los labios, hinchando los carrillos y se cruza de brazos. 

Pestañea y mira de nuevo a Nath. - ¿Qué dices...? ¿Quién es la Dama Oscura? Y... ¿Al otro lado? - La curiosidad tiñe su mirada. Se coge de uno de los hierros de la barandilla y apoya la frente en él, sin dejar de mirar al joven. Por un momento parece que se ha olvidado de la muñeca que todavía descansa sobre su regazo. 

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26/11/2014, 19:44
Nathaniel

Las palabras de Eve son una respuesta más que suficiente para mí.

"Estamos en Oldlan, donde muchos han fallecido, donde la historia comenzó, y donde todo puede cambiar. Creyeron que el origen, dice un anciano que dice llamarse Vael, que creyeron que la fuente del odio y del poder demoníaco descansaba en la catedral de Baal, que si traspones la primera parte suena exactamente igual que Vael, ¿casualidad? No lo creo, quizá sátira, pero no casualidad."

Tomo aire tras todo lo que he dicho y me siento al lado del fuego, haciéndoles un gesto para que se acerquen a mí si lo desean e, incluso, si alguno se acerca lo suficiente, pasar un brazo por detrás de un modo casi fraternal, más guiado por la educación de aquellas mujeres que por mi propio pasado.

"Pero el anciano, llamado Vael, dice que el origen de todo es la Dama Oscura, aunque también la ha llamado la Dama Injusta, y que está escaleras abajo del sepulcro que él guarda y que su familia lleva generaciones haciéndolo, y que alguien tomará su lugar y su nombre. No, no me gusta cómo suena para nada eso de quedarse aquí a envejecer como un idiota. También dice que la Dama Oscura nos tentará, tratará de cambiar nuestro destino. Ha dejado entrever que esa Dama Oscura era nadie más y nadie menos que..."

Entonces me percato de que podría ser la madre de ellos. Cierro los ojos.

"... bueno, no importa, no creo que haya que creerlo todo, sólo los hechos. Y el hecho es que son muchos los que están bajando las escaleras dispuestos a luchar, a ser tentados, a ponerse del lado de ella... o en su contra. ¿Quizá sea eso lo que me ha hecho venir?"

Notas de juego

¡¡ADORO ESTA ESCENA!!

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26/11/2014, 19:56
Melknhar

¡Eve!-la reprendió su hermano, que solamente quería ayudar. Suspiró y se pasó una mano por el oscuro cabello-, ¡solo intento ser justos!  No puedes jugar todo el día a las muñecas, ¡hay más cosas que hacer y que aprender! Hay que dedicar tiempo a ambas cosas. Al trabajo y al placer... y bueno, si tú disfrutas jugando a las muñecas... qué se le va a hacer-suspiró, poniendo los brazos en jarras. A mamá se le daban mucho mejor estas cosas-. Podemos llegar a un acuerdo, un trato...

Iba a seguir hablando, intentando conciliar la tensión, cuando de repente, Nathaniel dijo algo que llamó enormemente la atención de Melknhar, más que la pataleta de su hermana. Miró al hombre con ojos interrogantes, brillantes de la emoción. 

¿Al otro lado? ¿La Dama Oscura?-preguntó, impaciente. 

Su mirada se centró solo en el semidemonio, de quien bebió sus palabras con las orejas bien despiertas, todo eso le sonaba extraño. 

Es decir... Hay un ser llamado la Dama Oscura-no le pasó por alto que Nathaniel omitiera la identidad, pero no insisitó. Todo a su paso, Melknhar era muy paciente y metódico-. Que parece que es la fuente de todo mal y que, además, puede tentar a quienes se acerquen a ella para cambiar su destino a uno... ¿malvado? Sí, eso tendría sentido. Pero... ¿cuál es el objetivo de este ser? ¿Por qué es malvado? ¿Qué pretende? No puedes pretender combatir algo que no puedes entender, ¿no crees? Tal vez por eso estás aquí, tal vez por eso nos necesitas en cierto modo... Tal vez necesitas de nuestra ayuda para derrotarla, pues nosotros somos los hijos de Caín. Quizá nosotros tengamos que ayudarte a comprender...-comenzó a hilar y a conectar puntos en su cabeza, hablaba más para sí que para Nathaniel-... La Dama Oscura... La Dama Oscura...-se quedó pensativo, murmurando para sí.