Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín - Oldland : Diarios Perdidos – I

Día 7 - Una Mirada Vacía...

Cargando editor
25/04/2016, 16:55
Director


Ya pasaba una semana desde que aquel terreno sucumbiera a aquel antiguo odio y los condenará a enfrentar sus miradas, sus fuerzas y ofensas, dejando que la sangre se incrustara en el suelo, desplegando un cementerio de represión y confusión.

El séptimo sol despuntaba junto con vuestros cuerpos, cansados por aquella continua marcha que parecía no tener final, mientras las mentiras iban y venían sin parar...

El nuevo cuerpo no estaba escondido... pues se presentaba en medio de vosotros... con un reguero de sangre en mitad del suelo donde sus uñas, parecía arañar su propia sangre, que se agolpaba en el suelo medio cuajada, como si de alguna manera, hubiese sido extraida con ferocidad hacia fuera...

La boca de Sylvia se entreabría en un hilo de sangre y saliva que aún goteaba hacía el suelo mientras su pelo se enjuagaba en aquel rio de muerte y su cuerpo doblado sobre sí mismo parecía haber caído sin fuerzas... sino fuera por los cortes en las articulación que habían sesgado la fuerza de sus tendones, haciéndola una marioneta sin hilar.

Una muesca viscosa en el suelo, dejaba huella de lo que antaño fueran los globos oculares de la mujer serpiente, que habían sido extraidos y reventandos, mientras su compañera había sido despellejada y extrangulada por sí misma, con un un nudo sobre los pies del ángel... a la vez que había sido sesgada por varios flancos, dejando su carne cubierta de muerte y dolor...

Los días pasaban... pero el odio no se acababa... y junto al odio , la mirada vacía de aquella mujer, que parecía arrodillarse a un destino funesto... obligada como una sirvienta que se postra sin dilación.

Cargando editor
25/04/2016, 22:14
22 Muerto - Theora

No teníamos seguridad de quien fuera la semilla que faltaba, las desconfianzas eran evidentes y algunos ojos apuntaban a inocentes y otros a posibles culpables.

Creí que seria elegida por la mayoría aquel atardecer, pero Oldland dictaminaba otra cosa y por fin la cabecilla de aquel ejercito era derrotada, no mostré alegría, ni tristeza, puesto que al quedar pocos era asunto de tiempo el correr o no con su mismo destino; por fin brillaba la luz de Smel y Nimay daba el resultado de su mirada...¿es inocente?, mire fijamente a Smel asimilando las palabras de Nimay, la tierra, el aire y mi instinto me señalaban a ella, pero confió plenamente en la palabra de Nimay, continué cruzando la vista con él y asentí con la cabeza ante su sentencia.

-Siento haber desconfiado de ti, ya tengo certeza de ti, Yaiza, Sylvia y Nimay...- sonreí mas tranquila pues sentía que eramos mayoría.

-De igual forma, si me dejáis vivir este atardecer, Nimay, agradecería que me miraras a mi, has aclarado mi desconfianza con Smel, creo seria justo que aclaras la de los demás conmigo-

Pronto la noche, nos llevaba a aquel sueño profundo, donde junto a Wardjan nos reuníamos con Nimay y Haathee a pasar aquella noche.

Al despertar, el cuerpo de Sylvia se mostraba frió y ensangrentado junto a nosotros, con su compañera Fyas compartiendo el mismo macabro acto que sufrió Wardjan; mire a Bethanny, era el eslabón sin justificar que quedaba.

Cargando editor
25/04/2016, 22:44
25 Muerto - Bethanny Andersen

Me desperté y noté que estaba igual que cuando me fui a dormir. Parecía pues que al menos no me habían atacado esta noche... lo que significaba, cómo ya temía, quien sería la víctima. ¿Y para que ser sutil, cuando tienes al resto engañados? La muerte de Olenna me había molestado, pero el asesinato de Sylvia me había enfurecido. Ella no debería estar muerta, pero el resto decidieron que así fuera. Miré con desprecio a Yaiza y Nimay, y con furia contenida a la mocosa. Pero mi mirada se centró en Smel, pues en su mano estaba la condena total de los aquí presentes. - No sé exactamente cual es tu poder, pero si va a acabar con mi vida, dimelo ya. En caso contrario, si voy a vivir hasta las votaciones, me gustaría devolverle la vida a Sylvia. Pero sólo me será posible si no me llega ahora la muerte. - Quería actuar ya, pero el martillo quería saber mi destino, antes de activar su poder.

Cargando editor
26/04/2016, 04:57
Smel

Dia 7... me despierto y levanto viendo que le tocó guardar silencio a la silenciosa mujer de la cobra, Sylvia. No he sabido nada sobre ella durante todo este camino, no puedo decir que me pese, parecía ignorarme por completo, pero inocente era...  - Vamos Quón – giro sobre mi misma y me alejo algunos pasos. 

Atiendo a Bethanny cuando me habla - Ya lo dije, mi poder es La fuerza de los pantanos. Daeron se refirió a si mismo como Boticario, y eso no era suyo - aclaro de nuevo - Si puedes resucitar ya pasaron muchas opciones inocentes - le digo - Y ya te lo dije ayer, serás tú - afirmo. Me aparto el pelo y añado - Cuando mis luces se iluminaron me dijeron que morirías envenenada al atardecer – anuncio ladeando la cabeza y cruzando los brazos. Sé que si no es ahora con Smel en pie será después. 

Cargando editor
26/04/2016, 08:29
25 Muerto - Bethanny Andersen

Sonreí tristemente ante las palabras de Smel, y hablé a mi martillo.

Parece pues que ambos nos quedaremos aquí para esperar...

Alcé mi mirada hacia a todos los presentes, y negué con la cabeza.

Entonces sólo me queda mostraros cuán equivocados estabais todos, y cuanta sangre inocente está en vuestras manos por ser ciegos y necios.

Y tras mirar la "cara luminosa" de mi martillo, con un gesto de rabia lo estampé nuevamente contra el suelo.

Cargando editor
26/04/2016, 11:17
Yaiza Gray

De nuevo se alzaba la luz de un nuevo día por entre las grietas de las piedras de Oldland.

Nunca se compadecen de tu destino...

Nunca sabemos qué es lo que está por venir...

Sólo repasamos nuestros errores en espejos rotos...

Busqué con la mirada a los presentes y volví a hallar muerte, pero esta vez en el rostro de Sylvia. Agaché la cabeza, me resultaba más impactante que otras veces.

Observando el cuerpo frío e inerte, me permití el lujo de perderme en silencio por entre cavilaciones.

Sólo quedábamos cinco personas de los veintiuno que allí comenzamos. La batalla final se acercaba. Era curioso saber que lucharía el bien y el mal a manos de los mismos semi demonios.

Una punzada en el estómago me asaltó el cuerpo. Entre esa lucha de pronto amenazaba mi alma.

Subiendo los ojos hacia las conversaciones de los presentes, vi el rencor y desprecio de Bethanny postrado ante mí.

Atendí desde mi posición a Smel y a la joven del martillo. Pero no sabía si acercarme a ellas, por ello, desviando la vista hacia Theora, me aproximé postrándome ante ella mientras apoyaba la rodilla en el suelo.

-Siento que tengas que vivir esto- mi debilidad eran los niños. Creía en ella, pero aunque fuera la pequeña Eve quien nos estuviera traicionando, no podría sentir odio, pues nadie merece que le arranquen una infancia, ni siquiera Oldland y su misión.

Cargando editor
26/04/2016, 15:56
Director


Poco a poco un nuevo trazo en el suelo dejando ya solo hueco que llenar...

Aquel nuevo segmento crecía bajo aquella murmullo, que parecía imperar... mientras un nuevo sonido encontraba aquel lugar... Bajo el martillo de Bethanny, se rompía parte del suelo, y de esa brecha nacía un suave viento encriptado bajo un tono dulce y sereno.

Una niebla en tonos verdes que ascendía como removida por el viento, serpenteando entre vosotros, buscando una dirección... Y por fin aquel vuelo enmascarado llegaba a su lugar... Aquella brisa en tonos esmeralda acariciaba el cuerpo de Sylvia, y cada brizna de viento parecía ocupar una parte de su ser, dejando a cada rastro una pequeña y serpenteada hiedra entre su piel, allí donde las heridas o la niebla había estado sin más.

Aquella misma brisa se introdujo en las cuencas vacías dejando al momento un movimiento de vida en su pecho, y unos ojos que relucían con aquel radiante color...

Una nueva mirada, para la misma que era ayer... Un retazo de aquella brisa, tocaba a Fyas, y como si esperaba ivernando el cambio de una nueva piel, cayó desgregando su antigua piel, reluciendo un brillante jade, y una forma sinuosa que lucía con pábulo mientras se enroscaba acariciando a su compañero, siento la vida de nuevo allí.

Cargando editor
26/04/2016, 19:53
25 Muerto - Bethanny Andersen

Sylvia regresó de entre los muertos, y recogí mi martillo con una sonrisa triste. Miré las runas y me di cuenta que sólo faltaba mi muerte, cómo si todo esto fuera un un gran círculo predestinado, antes de nuestra llegada. O quizás era sólo una cruel coincidencia. En cualquier caso, había que hacer que mi muerte fuera la última... porque hayamos acabado con la última semilla.

Bienvenida de nuevo Sylvia. No sé si te he hecho regresar demasiado pronto o demasiado tarde, ni si te he hecho un favor realmente trayéndote de vuelta viendo el resto de nuestra compañía. - miré a los otros antes de devolver mi mirada hacia la recién regresada - Parece que al atardecer iré de donde tu has regresado, sólo espero ir "bien" acompañada y cerrar este "tour"...

Cargando editor
26/04/2016, 20:12
Nimay Radhav

Nimay y Haathee despertaron lentamente aquella mañana que era la séptima desde que la muerte se había convertido en la seña del amanecer. Los dos pares de ojos oscuros se abrieron y comprobaron que la niña y el perro estuvieran bien antes de buscar el rastro de sangre que llegaba hasta Sylvia. Nimay frunció el ceño.

Ambos, hombre y elefante se levantaron despacio y empezaron a caminar hacia el lugar donde las mujeres continuaban la conversación de la noche anterior. Asintió a la petición de Theora en silencio. No sentía ganas de hablar y tampoco tenía nada que aportar a la discusión.

Sin embargo, cuando la brisa esmeralda llegó hasta el cuerpo de la serpiente y su compañera insuflándolas de vida, la expresión de Nimay se suavizó un tanto hasta que se permitió una tenue sonrisa.

—Bienvenidas de vuelta —dijo a las recién llegadas antes de volver al silencio, envolviéndose en sus propios pensamientos.

Tras recorrer a las mujeres presentes con la mirada durante algunos segundos terminó por contemplar la piedra llena de luces. Sólo faltaba una. Se preguntó entonces qué pasaría si la rueda finalmente se completaba.

Cargando editor
27/04/2016, 08:48
23 Muerto - Sylvia

- Gracias... - Digo mientras me levanto del suelo y dejo que de nuevo Fyas disfrute enroscandose en mi cuerpo, dando y recogiendo calor. - Tranquila Beth, con morir bastaba. Ahora está todo claro. Tengo que pedirte perdón por haberte usado. Era parte de la estrategia. Como te dije en privado, creo en tu inocencia. Conoces mi don y me has traído de vuelta. Te acusé de mi próxima muerte adrede para ver cómo reaccionaban el resto...

Camino despacio hasta la niña y la encaro.

- Lamento la hora en la que te traje de vuelta. Ni siquiera intentes negarlo. A estas alturas ya es inútil. Si Nimay, Smel, Yaiza, Beth y yo somos inocentes, no hay duda posible.

Cargando editor
27/04/2016, 10:25
Smel

Vale... la rubia era de los buenos. Cuando trae a Sylvia de vuelta elevo una ceja... no sé si incrédula porque mata, mata y resucita, o porque ya sabíamos -con insistencia a toma teja- que Sylvia es inocente y esto suma otro. Por un momento pienso que algo se me escapa con Bethanny, pero acaba de demostrarlo, obvio.

Miro a la rubia con la timidez que conlleva equivocarse - Ok. No eras semilla... pero no entiendo por qué no lo hiciste ayer. Habría ido directamente a por Theora con la fuerza de los pantanos – es que lo hacen difícil. Tras esto, y ver el gesto de la arquera, doy unos pasos hasta ella - Yaiza - susurro cruzando mis brazos - ...de la batalla de Oliver y Vyka ya solo quedamos 4 – sé que soy muy pesada, pero lo repito – Ese fue el ultimo rastro de la semilla (Bethanny, Sylvia, Theora y yo). El resto están muertos. Si Bethanny no lo es, siguiendo la linea de sucesos... es que es Theora. No dejéis que os líe - Miro hacia Nimay también. 

Sabía que era una, o era otra.

Cargando editor
27/04/2016, 12:13
Director


Acusaciones que seguían mientras un viento se levantaba en la sala, recordado el frío de la muerte y la sentencia de Oldland una vez más... pero entonces aquel frío se alzaba dando un aspecto diferente. Y mientras una mano temblaba y se sentía de nuevo renacer a su lado, una pequeña rama, empezaba a brotar y a cambiar como si aquel bastón seco ahora pudiera florecer una vez más...

El bastón de Olenna brotaba de nuevo y se retorcía en nuevos nudos, mientras su dueña se alzaba respirando de nuevo con una mirada sería y un la certeza que siempre solía demostrar.

Pero no sería la única en alzarse, pues también el viento sacudía un nuevo ritmo... un ritmo férreo que antes habíais logrado escuchar... el ritmo de una cadena que perdía en un filo su compás...

La mirada de Sarghagas de nuevo os recorría y evaluaba, mientras de entre las ruinas de nuevo un séquito de roedores se aunaban a sus pies, una vez más...

Cargando editor
27/04/2016, 13:36
22 Muerto - Theora

Sorprendida miro a Sylvia, ¿la había matado Bethanny?...y durante la noche, pero me encara y vuelve a acusarme.

-¿Negar?...¿qué quieres que niegue?, no puedo negar algo que no soy…- le respondo con tranquilidad, quizás no sea una semilla la que quede, si no varias, vuelvo a mirar a Sylvia y ahora la encaro yo - ¿ cómo es que la única muerte que hubo por la noche fue la tuya?, los únicos que atacan por la noche con tal acto de crueldad, son las semillas, si has usado a Bethanny para eso y ella causo tu muerte, ¿no queda claro quién es la semilla?...sois las únicas que pueden planear a espaldas nuestras, además estabas de acuerdo con Vyka y que formara su ejército, ahora dudo de la inocencia que te atribuyen, por lo demás, he pedido a Nimay que me mire y compruebe que no soy semilla-

Algo en el tronco de Olenna desvía mi atención y veo como este florece y con ello el pecho de la D vuelve a hincharse…está de regreso, me alegro, por fin ayudara a esclarecer todo.

Pero también vuelve el de las ratas, ahora libre de la atadura que poseía con Raffariel, pero existe desconfianza en todo ahora.

-Bienvenidos- miro a Olenna y sonrió.

Cargando editor
27/04/2016, 14:09
25 Muerto - Bethanny Andersen

La pregunta de Smel era buena. ¿Por que no actuar ayer? No es que no me hubiera hecho la misma pregunta. Entonces, regresaron tanto Olenna como Sarghagas.

Tras el fiasco de actuar unilateralmente, cuyo acto llevó a la muerte a la parejita - dije desviando la mirada hacia el recién llegado, inclinando levemente la cabeza en un señal pobre de disculpa rápida -, decidí escuchar al resto de los allí presentes. Y me he limitado a seguir las indicaciones. Aunque reconozco que no esperaba tanta ceguera ayer, y os lo dice una "miope" confesa.

Miré a Olenna y sonreí por tenerla nuevamente entre nosotros.

Supongo que tu podrás aclarar más sobre lo ocurrido desde ayer, y que te escucharan más gustosamente que a mi.

Cargando editor
27/04/2016, 17:33
Olenna D

El temblor de una mano. Espasmódico, incontrolado pero, por encima de todo, vivo. Ese es el segundo indicio de Olenna de que ha vuelto. El primero es su propio latido.

La mujer abre los ojos. En su mano su bastón ha cambiado, pero ella no lo siente diferente. Sus cejas se fruncen ante la luz del día, sintiéndose como si por primera vez en años hubiera dormido demasiado. Y sus iris marrones buscan directamente a Sylvia y a Fyas. Hace sólo unos minutos que se han visto y sin embargo parecen ahora totalmente diferentes.

—Gracias —enuncia con la voz cargada de sinceridad—. Bien si no volvía, pero mejor si sí —explica antes de repetir—. Gracias —mira entonces a la serpiente y deja que sus ojos se queden unos segundos en ella observando esa nueva apariencia—. Las dos.

Después de esas escasas palabras se pone en pie. Lo hace despacio, como si sus piernas aún tuvieran que acostumbrarse de nuevo a caminar. Sus ojos viajan hacia la linde, esa que sabe debe comprobar tras tanto tiempo sin hacerlo, y luego hacia los presentes. Al cruzar su vista con la de la niña asiente a su bienvenida.

—Tres de tres, chica lista —le dice alzando levemente su bastón, aunque sin entrar aún en el tema que parece preocupar a todos. Luego mira alrededor—. Todos tres de tres, menos ella —expone antes de mirar a la chica del martillo, a la que dedica un breve gesto de saludo—. ¿Es bueno, o es malo? —le pregunta con curiosidad, aunque no tarda en decir algo más en respuesta a las palabras de la Grovehn—. Ahora digo cosas.

Y tras esa promesa se dirige hacia la zona de las luces que se han encendido mientras no estaba viva. Una a una va escuchándolas siguiendo su antiguo ritual, tendiéndose a su lado y rascando la piedra con el oído en el suelo. Y por la expresión de la mujer casi parece que lo echara de menos.

—Los muertos hablan poco, pero dicen mucho —empieza entonces—. La piedra habla menos, pero dice más. Yo escuchaba vivos también muerta, así que no tenéis que explicar. Sé del aviso y de la trampa, sé de la explicación de la chica lista y sé de lo que dijo el hombre elefante de ella —expone haciendo un gesto hacia la chica del cocodrilo—. Los muertos desconfían de las dos —expone haciendo un gesto con su bastón hacia la niña y luego hacia la del martillo—. Pero una semilla no resucita a Sylvia, ni para parecer inocente. Una semilla resucitaría a otra semilla para ganar tiempo y muerte, o a otro que no sea ella —asegura refiriéndose a su compañera de la serpiente—. Para mí la del martillo es inocente.

—Yo no digo a quién mirar. Cada uno, cada uno. Pero sí digo que los muertos también miran. Dos muertos, dos miradas, una de fuego y una de arena. Ellos mataron al negro. Ellos pesan al atardecer y quieren mirarte a ti. Ellos son semillas, así que más razón en que ella no —explica dedicando una mirada a la del martillo—. ¿Quieres que les diga algo?

Tras esas palabras hace una pausa, deteniéndose sobre el último nombre que se ha encendido en el círculo interior. Mira a la chica del cocodrilo y golpea el suelo con el bastón.

—Tu nombre —enuncia antes de hacerle un gesto—. La piedra había dicho bien.

Tras ese breve discurso la mujer vuelve a llevar sus ojos a la linde, tentada de alejarse para comprobarla una vez más. Quizá esta sea la definitiva. Quizá puedan irse ya y ninguno lo sepa. Sin embargo antes dice algo más.

—Otra cosa —anuncia—. Dije los muertos decían mucho, y la piedra más. Otra cosa, pero no va a gustar. Creo que no es sólo una semilla. —Entonces su cabeza se ladea, remontándose a algo de días atrás—. ¿Quién resucitó al de las cartas?

Cargando editor
28/04/2016, 00:47
Yaiza Gray

Erguí mi posición levantando la rodilla del suelo, pues el momento bien lo merecía: Sylvia resurgía con Fyas. Me acerqué en silencio hasta su posición tratando de darle con una ligera sonrisa la bienvenida, pero no lo llegué a hacer, pues me paré en seco ante la referencia de Smel.

-Las opciones son pequeñas- agaché la cabeza -pero yo no puedo hacerle daño a ella, sigo confiando en su inocencia...- levanté la mirada buscando sus ojos con pesar. Ya había dejado claro que no sería capaz de cargar con el peso en mi conciencia de existir ni viva ni muerta con las manos manchadas de la sangre de un niño, y en este caso, de una niña. No podía arrebatar la infancia de alguien en quien no tenía certeza de su culpabilidad. Muchas veces ya le había dicho que creía en la pequeña, y lo mantenía. Mi arco no la atacaría.

De pronto, volví a ver un remolino. Un nuevo viento bailaba por entre las piedras removiendo la arena y otros dos cuerpos. Mis ojos se iluminaron, pues Olenna estaba de vuelta junto con Sarghagas, mi anterior hermano por gracia de madre -Raffariel-.

Escuché de fondo a la pequeña Theora encararse con las jóvenes, pero no me pronuncié, pues me centré en la primera acción de Olenna.

Dos semillas...me repetí sopesando la posibilidad. Aquella batalla parecía no acabar.

Volviendo a poner un gesto más cálido, la miré estando frente a frente.

-Me alegro de que esteis de vuelta. Ojalá puedes ayudarnos a aclararnos. ¿Qué te han dicho durante este tiempo los muertos?

Cargando editor
28/04/2016, 18:21
Olenna D

Después de sus palabras Olenna se queda algunos segundos en pie, aguardando alguna respuesta por parte de la chica del martillo o la niña. Pero ninguna de las dos llega, así que acaba por dirigirse al borde de esa barrera invisible y, una vez más, empezar su reconocimiento. Lo hace arrastrando un extremo del bastón, oyéndolo resonar contra la piedra y disfrutando de ese sonido como si hubiera estado a punto de perdérselo para siempre.

Con esmero comprueba cada zona de la frontera con el exterior, poniéndole el cuidado que no ha tenido mientras estaba muerta. Repasa cada centímetro dos y hasta tres veces, y cuando las palabras de Yaiza llegan le dedica una mirada que dura un par de segundos, como si no entendiera del todo su pregunta.

—Ya dije —asegura antes de seguir su camino. Sin embargo no tarda en volver a hablar—. Dicen más cosas, pero no de semillas. La mujer de fuego dice que si vuelve quiere pistola, o ballesta, y jaguar o pantera. El árabe que ya tiene arma y que quiere un chacal. Y la chica del lobo dice que quiere volver a vivir, pero no creo que vuelva —enumera mientras sus pasos la llevan cercan del hombre elefante—. Es gracioso —comenta entonces con una media sonrisa—, porque ella y el falso rey jugaban aquí a frotarse, pero ahora les da vergüenza. Les ofrecí cama y dijeron que no, que algunos miran.

Tras esa breve explicación detiene sus pasos. Se queda un instante en silencio y mira a Sylvia.

—Confío —asegura—. Tú dices la niña, yo digo «puede ser». No estoy convencida, pero si la niña y las dos semillas muertas miran a ella —Señala a la chica del martillo— puede caer. Y no es semilla.

Entonces guarda un instante de silencio antes de llevar sus ojos a la cría.

—No confío del todo —enuncia—. El negro no para de preguntar por ti y las semillas no quieren mirarte. Tus palabras suenan a verdad, pero he pensado. Murió el negro y el viejo no habló hasta la noche. Al amanecer murió. Si cambiaste al morir el negro, es lógico que muera el viejo. Y muerto él no diría: tampoco dijo de la que flota—Guarda entonces un triste silencio antes de negar con la cabeza y señalarse la sien despacio—. Aquí el viejo pregunta si caes tú o la del martillo, pero ya no te defiende. Y yo he vuelto y he dicho cosas, pero no has contestado. He esperado al final para decidir, pero no dices nada. No quiero mirarte, pero así te tengo que mirar.

—No corras, lucha. No seas presa y juego —añade al final, recordándole su primer consejo de días atrás—. Yo intento que no duela.

Cargando editor
28/04/2016, 18:41
22 Muerto - Theora

-Habéis puesto ya la duda Olenna, aunque no lo quieras todos irán por mi al atardecer, pero ya no tengo miedo, si Oldland quiere de nuevo mi sangre, que así sea- miro a Yaiza y le sonrió. -Eres noble, pero siéntete libre de elegirme, sera mejor que lo hagas como el resto o al siguiente amanecer dirán que eres semilla solo por no elegirme-

Respiro profundo y cierro los ojos, siento una leve briza acariciando mi mejilla, quizás sea la del arco que me anima, quizás sea Oldland, vuelvo a mirar a la que habla con los muertos.

-No se si al morir tenga nuevamente los mismos regalos, pero si los tengo uno caerá conmigo y a dos les cambiare el destino, ahora dime, tres de tres ¿quieres que seas tu uno de los dos?-

Alzo mi mano y Wardjan no tarda en acercarse para tocarle, ambos caminamos hasta el escudo que sigue plantado en el suelo, toque su bisel era casi de mi altura, quizás jamas tenga la oportunidad de portarlo, pero me acompañara en el mas alla en la búsqueda de Prya.

-Nimay, jamas te he mentido- un ladrido acompaña mis palabras.

El cuerpo de Nói cada vez mas frió junto al ángel capta mi atención por algunos segundos.

-A el le prometí que jamas le dañaría y mantengo mis promesas, si el ya no me defiende no me hace pensar mal de él, pues es reservado en sus pensamiento, es un anciano que ha estado mucho tiempo solo y la soledad hace eso, que cada vez hables menos Olenna, al menos si muero al atardecer, moriré con mi alma liberada pues jamas Oldland me corrompió volviéndome una semilla y eso se lo agradezco, eres dueña de la verdad aquí ahora, solo espero que no tengas la mancha de ellas, se que por tu honor no tolerarías eso-

Siento en mi interior como una melodía necesita ser oída y junto a mis tres legados espero el desenlace de esta tarde una vez mas.

Cargando editor
28/04/2016, 22:55
Director

Las miradas parecían selladas y el atardecer estaba cerca, y con él, aquel ciclo volvería a entrar en aquella mirada sangrienta otra vez...