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HLdCn: El Legado de Caín - Oldland : Diarios Perdidos – I

Noche 2 - Lágrimas Muertas

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25/03/2016, 10:53
Director


Las miradas se cruzaban, mientras Olenna acogía entre golpes su propio bastón en sus manos... a la vez que sus ojos inquisidores viajaban a través del aire hasta encontrarse con los de Katalina.

Bastaba una sola palabra para que todo empezara, pero la hija de Grovehn no esperó, y empezó a recorrer la estancia con pasos erráticos... agachaba su espalda a la vez que elevaba su hombro izquierdo, y tras varios pasos, cambiaba de hombro mientras se elevaba. Una danza que parecía no llevar a nada pero que no perdía un ápice de concentración hacía su presa.

Katalina volvió a sobrevolar el suelo, y comenzó a distanciarse de esta... como una persecución en donde por mucho que uno corre siempre el que nos persigue avanza más rápido por mucho que intentemos distanciarnos sin más...

Una huida hacia la esperanza, que pronto toparía con un muro de llamas, mientras la dueña de aquel fuego jugaba divertida con sus dedos, sentada, expectante a que su propia trampa lamiera a su presa. Katalina frenó a tiempo, mientras la flama de aquel flagrante sello ardía justo ante sí... jadeante por saberse salvada a penas mientras Olenna seguía avanzado hacía ella. 

No había hueco... pero mientras lo pensaba algo le presagiaba que todo iba mal, pues Olenna se paraba en seco, y tras percatarse de lo que podía suceder intentó ir a favor de la chica del bastón, pero entonces sintió un grito ensordecedor, que desestabilizaba su propia mente, haciéndola caer al suelo, mientras alimentaba la dirección del fuego de aquel muro acercándolo hasta lamer su piel...

Los gritos de Katalina por las heridas que el fuego le causaban, se unían a el dolor que le propagaba su cuerpo marchito sobre aquel suelo. Unos huesos que no soportaban su peso, tras tantas palizas que ya hacía tiempo habían decidido dejar de reparase y ceder a la tortura sin más...

La cara de la mujer herida hacía una mueca de dolor, mientras se esforzaba en elevarse del suelo. Su gesto lleno de dolor os miraba deseando ser fuerte en su defensa, cuando sintió el golpe en la espalda que la hacía de nuevo caer sin aliento y con fuerza sobre el suelo.

Mientras caía de nuevo sentía como algo reptaba alejándose de ella... aquel gran cocodrilo le había golpeado antes de irse, y para confirmarlo a lo lejos se encontraba Smel mirándola con cara sería con los brazos cruzados, mientras a sus pies llegaba su reptil.

El dolor de Katalina, se hizo odio en su cara por propagarle de nuevo aquel dolor, y cerró su mano con fuerza, mientras sentía la dueña de Quón como su cuerpo se apretaba entre sí, estrechándola como si algo esperase crujirla sin más razón que el aire que le rodeaba. Y tal vez hubiese ocurrido así, si aquel hindú y su gran paquidermo se acercaron hacía la mujer caída. 

Nimay golpeo con una patada la mano de Katalina que soltaba aquella postura y liberaba a Smel de aquella sensación para luego lanzarla Haathee por el aire remolcada con sus grandes colmillos. El cuerpo de Katalina iba sin más remedio hacía las ruinas, a estamparse contra las piedras, pero en mitad del aire... hizo acopio de su fuerza y se frenó con su propio don. Mientras su mano inerte por el golpe caía a un costado suyo.

La chica jadeaba, esperando a ver resuelto ya aquella lucha, estaba acostumbrada a aguantar golpes...  y puede que Oldland solo le trajese un poco más de dolor. Pero no... aquello no había acabado. Pues mientras pensaba aquello sentía el galopar de aquel fiero can, que con ojos encendidos buscaba su cuerpo para mascarlo entre sus mandíbulas. Solo un paso más y su presa sería suya... pero entonces, con una sensación movida en el viento, entre Warjan y Katalina, aparecía el cuerpo del viejo vietnamita, aceptando aquel bocado en sus brazos, mientras la bestía zarandeaba intentando desgarrar más carne.

La mirada de Nói, se cernía junto a la de Theora, mientras se dejaba caer con el animal al suelo donde peleaba con él por librarse de aquella situación.

La niña gritaba al can, pero este parecía no parar. Nói, miró a la pequeña y sonrió para luego hacer un esfuerzo y lanzar con un brazo dentellado y el otro casi desgarrado al perro fuera de sí. Katalina gritaba para evitar más dolor a Nói, pero los embistes no paraban... pues ahora era el lobo de Deidre el que se lanzaba contra ella con la mandíbula abierta en un gesto sediento de venganza. 

Katalina no estaba pendiente de sí, sino de las heridas de Nói... estaba a punto de volver a ser mordida cuando Nói volvío a repetir aquel gesto y se colocó frente a ella, y volvió a caer presa de las mordidas y golpes de aquel lupino que dejaban rastro de sangre y carne sobre el suelo del Vietnamita....

La mujer no pudo más y se aferró el rostro en un grito agónico, mientras os suplicaba que paraseis ya... a pesar de todo el dolor, no había echado ni una sola lágrima hasta ahora. Pero las heridas de aquel hombre las hicieron brotar con más facilidad que las suyas propias le causaban. 

Raffariel, miraba contrariada la posición de Katalina, y torció el cuello errático, mientras los gritos de Katalina se agudizaban, se hacían más heridos, mientras sus manos acariciaban su propia piel es gestos tensos como si su propio cuerpo fuera causa de dolor y sufrimiento... Sin poder soportarlo cedió de nuevo su don, cayendo de golpe al suelo donde sus gritos se almacenaban junto a su propia fragilidad.

Sobre el suelo descasaban los cuerpos de ambos... Katalina, que temblaba mientras su mirada perdida buscaba el cuerpo de Nói, a la vez que aquel sufrimiento le hace a cada segundo respirar cada vez peor.... y Nói, que tras saciar los ataques de Tyr descansaba sobre su propia sangre mientras su pecho iba y venia entre jadeos que mostraban la fuerza de aquellas dentelladas en su piel...

Poco a poco, los pasos de alguien se acercaban a los cuerpos... Unos pasos balanceados, que tras mirar el cuerpo de Katalina, se posaron sobre los restos desvencijados del viejo.... y mientras miraba con ira a Katalina, bajó sus rodillas hasta situarse sobre el cuello de Nói, y de un golpe diestro y seco... un golpe que resonó en la sala; crujió el cuello y cabeza del vietnamita, que caía sin vida hasta la merced del propio suelo.

Ya su pecho no se alzaba más... mientras un llanto carente de fuerza y vida se abría a unos metros...

La mano de Katalina intentaba tocar a Nói por última vez... pero antes de que eso pasase... su propio pecho ya había dejado de latir. 

Aquella lágrima muerta se almacenaba en sus ojos, haciendo de aquella única gota el retén de sus miradas, que caía con sutileza sobre una mejilla ya fría hasta destrozarse sobre el suelo, en medio de los demás.

Un suave susurro y el viento meció los árboles cercanos, como un murmullo silente, que anuncia la caída de la tarde, mientras la muerte se presentaba de nuevo ante los demás.

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25/03/2016, 21:22
Olenna D

En cuanto el atardecer llega Olenna está preparada, agachada en esa postura tan peculiar que será el principio del juego. Siente su sangre encenderse poco a poco, despertar con toda la fuerza que una Grovehn podría tener. Sus ojos están fijos en la mujer flotante, y en cuanto siente la llamada del atardecer deja que esa pierna que está extendida hacia atrás diera el primer paso, guiándola con unos pasos tan poco predecibles como aparentemente erráticos hacia la Melknhar.

A ese paso le sigue otro, y luego otro. En ese momento se alegra de haber tanteado esos lugares altos, y pronto está persiguiendo a la mujer globo por todo el recinto como un animal que juega con su presa. No se le escapan las intenciones de algunos de sus compañeros de encierro, y así se mantiene a salvo del fuego y de todo lo demás. No está acostumbrada a pelear en equipo, y eso es evidente, pero se adapta bien a la situación.

La mujer continúa su asedio durante todo momento, cercando a su objetivo, y aunque su rostro sólo refleja concentración sus ojos demuestran que se sorprende de ver lo que algunos son capaces de hacer. Y cuando aquel anciano oriental se interpone una y otra vez ella ladea la cabeza sin dejar de caminar, curiosa. Si tienen que acabar con él para llegar a la mujer flotante, eso no será un problema.

Poco a poco va dejando que todos tengan su papel, acercándose cada vez más a su objetivo, rodeando y acosando a la mujer con la que tantas palabras ha intercambiado últimamente.

Y al final, cuando todo prácticamente ha terminado y ni él ni ella tienen las fuerzas para huir, decide poner fin a todo. Ella quizá merezca agonía, y más después de lo que hizo a Yaiza o a Roy. Pero Olenna no cree que eso sea el destino reservado para el otro. Y no tarda en dar con una forma de dar a cada uno lo que la piedra y el destino les guarda.

De modo que en cuanto llega al lugar donde ambos están tendidos y agonizantes se arrodilla sobre el anciano y dedica una última mirada a la mujer flotante. Con un golpe experimentado y cargado de determinación parte su cuello, acabando así con su vida de forma rápida. Y después se pone en pie, dejando que la mujer globo observe durante sus últimos y agónicos suspiros al hombre que parece amar, muerto.

La respiración de Olenna una vez todo ha concluido es pesada y profunda. En su rostro no se ve satisfacción, sino más bien resolución, como si aún tuvieran mucho trabajo por delante. No parece dudar, pero tampoco disfrutar. Lo que sí hace es girarse hacia donde los dos cuerpos están tendidos y señalarlos con su bastón.

—Eso explica cosas —enuncia con un tono tan seco como la propia piedra a la que tantas veces escucha.

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25/03/2016, 22:29
22 Muerto - Theora

Wardjan se abalanzaba sobre Katalina, agresivo e imparable, cuando en un parpadeo Nói se cruza, mi sorpresa es mayor, extiendo mi mano para detener a mi hermano pero este no obedece, en mi interior el fuerte deseo por hacer pagar a Katalina ahora se mescla con la palabra prometida a Nói, pero Wardjan no responde y le ataca sin más.

Lo siguiente fue mi mente en blanco y los ojos abiertos como platos al ver como Nói se desvanecía con su último aliento… -¡Noooo!- mi grito que se transformó en llanto y Wardjan se acercó tan rápido como pudo, con el rostro cubierto en lágrimas lo miro rechazándolo y alejándome de él -¡Aléjate!- le grito y el doberman sorprendido se quedó quieto sin acercarse.

Miro la escena confundida llorando desconsolada, había matado a Nói cuando le había prometido que le cuidaría, Oldland se mostraba cruel, jugaba conmigo como con todos los demás, aun entre lágrimas mire a Olenna, toque mi cabeza y apunte a Nói, y sin aguantar más la tristeza, me siento en el suelo abrazando mis rodillas escondiendo el rostro entre ellas para seguir llorando, Deidre o Nimay podrían acercarse, pero les rechazaría de hacerlo. Entre el llanto le pedí a Oldland dejarme ir a casa… -papá…mamá…- les llamaba, sabiendo que el silencio macabro de estas tierras ahogaría mis llantos para que jamás llegara a ellos. Wardjan se hecho, posando su cabeza en sus patas delanteras, mientras lloraba mirando a Theora.

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25/03/2016, 23:58
12 Muerto - Dyehuty

Lo que sucede es... inusual, cuanto menos. La crónica de una muerte anunciada... y un suicidio en blanco.

Miro, impertérrito, cómo los golpes se suceden, cómo el oriental hace de escudo para evitar que ella sienta dolor, cómo ella intenta alcanzarle, pero es detenida en seco, alcanzando a ambos la muerte. Era como la formación de un grupo o unión que no había alcanzado a ver. Al menos ahora pueden descansar... y seguir soportando a Olenna en el otro mundo. Cruel y dulce ironía, supongo. ¿Es divertido? Me sorprendo preguntándome.

Entonces ella habla y le miro, negando con la cabeza.

Pues yo no lo entiendo.

Digo con naturalidad. Un sacrificio sólo para evitar el dolor, pero sin poder evitar la muerte final. Mi mirada se pierde en algún punto del infinito mientras mi mente intenta encajar las piezas que para ella parecen ser tan evidentes. La niña entonces parece caer en un pozo de desesperación. La miro, casi sorprendido por la crueldad infantil, y decido no intervenir a sabiendas de que pronto se encontrará rodeada y consolada, miro al can, seguro que nadie repara en él. Entreabro la boca dispuesto a lanzar unas palabras al aire, sin embargo callo al no saber darles forma y convierto lo que iba a decir en una pregunta sencilla y obvia.

¿Me lo explicas?

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26/03/2016, 00:12
13 Muerto - Deidre

Mi cuerpo aún temblaba luego de aquella perturbada escena, allí estaba de pie con una mano extendida ordenando a Tyr con mi mente lo que tendría que hacer y así fue, tan voraz como un animal de su estirpe buscó oportunidad para atacar, desbordado por su instinto aunque guiado por mis intenciones. 

Muchos Eve actuamos al unísono como si de una danza macabra se tratase: primero el cocodrilo, luego el elefante junto a su dueño, Wardjan y por último Tyr, tan oportunista al punto de querer dar el toque final pero se lo entregó a Olenna como un regalo ya que el lobo había saciado su sed y la mía también. 

El problema no fue intentar asesinar a Katalina, la sorpresa se proyectó ante mis ojos acechándome más de la cuenta, no esperaba la reacción del oriental intentando protegerla al interponerse en el camino de Tyr, en verdad no quería arremeter contra él pero al estar en medio nada pude hacer. - ¿Por qué? - me preguntaba mientras la respiración se entrecortaba y el silencio se adueñaba por completo de mis palabras. Sentía en mi interior como desgarraba la carne con sus fauces en un frenesí letal hasta que el instante se detuvo y recupero el estado progresivamente. 

Apenas pude darme cuenta de como se encontraba Theora ya que padecía un estado de shock por la situación, fui a consolarla pero su actitud hizo que detuviera mis acciones y fuera a los brazos de Alastor, cobijada en ellos buscando su protección. Había sacado la bestia de mi interior, era algo difícil de controlar y por ello costaba regresar a lo que en verdad soy. 

-Alastor... - apenas puedo pronunciar mientras mi rostro se apoyaba en su pecho, Tyr regresa a mi lado luego de colocarse delante de Olenna descendiendo sus patas delanteras a modo de respeto hacia ella, aunque estaba agitado por el ataque hacia Noi. Se podía observar como goteaba la sangre de sus fauces mientras se relamía ante su triunfo. 

Por mi parte, le dedico a Tyr una profunda y significativa mirada, una que él solo podía comprender gracias al tiempo que juntos hemos compartido siendo una sola persona. El lobo la corresponde cargada de un sentimiento que quizás nadie de los allí presentes era capaz de comprender, salvo que para mi reflejaba no sólo mi esencia en su estado más puro, sino a mi propia madre ya que había sido su dueña antes de que yo naciera.

Luego de aquel intercambio, se acuesta entre las piernas de Alastor y las mías, protegiendo a los dos. No se lo notaba cansado por el momento de acción, mantenía su atención al entorno bajo un estado de alerta mientras que en mi mente, el pasado regresaba al presente jugando con mis recuerdos al punto de desintegrarlos. 

 

El efecto de Odland comenzaba a dejar su huella. 

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26/03/2016, 13:34
17 Muerto - Oliver Swamp

Observé con detención los movimientos de todos aquellos que quisieron intervenir en el casi inevitable linchamiento a la mujer que flotaba; sin embargo la intervención de Noi, tratando de evitar que ella sufriera, ese acto hizo que evitara que participara, pues nunca imaginé que trataría de defenderla.

Una vez que los cuerpos de ambos quedaron inertes en el suelo y la sed de venganza saciada, al menos por esta vez, me acerqué al cuerpo del anciano y lo levanté del suelo con todo el respeto que podía demostrar a alguien que estaba dispuesto a defender a alguien, aún cuando fuera culpable.

- pero porque?- le dije al cuerpo mientras lo trasladaba a un lugar mas limpio, pues no merecía compartir el mismo suelo que la traidora de Katalina; caminé unos pasos  y dejé lentamente y con cuidado el cuerpo del Oriental en el suelo.

- no te entiendo... esta vez, ella merecía la muerte... porque? porque te sacrificaste?- en ese momento miré a Olenna y le pregunté- sabes algo de Noi? porque defendió a Katalina?

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26/03/2016, 13:53
Olenna D

Al ver la reacción de la niña Olenna no interviene. No le dice nada, ni trata de acercarse. Es evidente que necesita su espacio. Además, la atención de la Grovehn está aún sobre los cuerpos durante varios segundos más. Se alterna entre ellos y las luces, como esperando algo, aunque al final acaba por exhalar el aire de sus pulmones decidir aguardar mientras hace otras cosas.

En cuanto observa el gesto de la niña, sin embargo, asiente con gravedad, entendiendo la importancia de lo sucedido. Sus ojos se desvían un momento hacia el perro de la cría, y aunque por un momento valora explicarle por qué como Eve no debería estar molesta con él acaba por apartar esa idea: ella sólo sabe lo que oye, ya sea de su propia cabeza, de las gargantas de otros o de la piedra. No ha vivido el vínculo entre semidemonio y animal como tantos de los presentes. Sin embargo y aunque es evidente que entiende que lo está pasando mal, también lo es que no le gusta que llore. No por ella, sino porque como ya dijo considera que sus lágrimas son un premio para los asesinos. Aunque dicho una vez no tenía sentido repetirlo. Sin embargo hay otra cosa que sí puede aportar.

—Roy dice que no ha notado nada, dice que lo siente y dice que se alegra de que no estés sola —informa—. Roy dice que siente no poder estar también, y que te protegerá si vuelve. Que promete. —asegura con determinación.

Antes de decidir qué hacer a continuación observa cómo ese enorme lobo se acerca a ella, y entiende lo que quiere transmitir. Lo mira durante un instante, aceptando su gesto, y no llega a asentir para no dar a entender que es totalmente recíproco. Aún así es evidente que agradece el apoyo que tanto el animal como su compañera le han dado en el atardecer.

Finalmente se aleja unos pasos de manera algo hosca, cuando la voz del árabe la interrumpe. Y no se habría parado a explicar nada de no ser por su petición directa.

—Estaban unidos aquí y aquí—dice, llevándose una mano al corazón y luego un dedo de la misma a la sien—. Y él con ella —prosigue, señalando con el bastón al viejo muerto y luego a la niña. Después vuelve con el dedo a la sien— aquí.

—Él estudió a Roy. Él fue adonde se reunía con la niña. Él seguro que no le explicó nada. —expone, haciendo referencia a la sorpresa de la cría al ver lo que el otro había hecho durante el combate—. Él le dijo a la mujer flotante lo de Roy. Por eso ella era asesina y usaba palabras raras.

Tras esas declaraciones mira una vez más a la niña, por si quisiera añadir algo más. Aguarda un par de segundos, y desvía sus ojos marrones hacia el negro enorme cuando este se dirige a ella.

—Ella lo acaba de decir en mi cabeza —informa encogiéndose de hombros—. Ella lo quiere a él aunque flotaba con otros. Supongo que él igual —enuncia, y por su forma de hablar es evidente que no entiende el por qué, y que no da a ese vínculo un verdadero valor.

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26/03/2016, 16:29
Smel

Apenas recojo las manos de Vyka entre las mías cuando cae la tarde y ese extraño climax de Oldland vuelve a suceder... no hay tiempo para más. Esta vez aprieto los parpados. Es como si un largo soplido de viento me acariciase el rostro para terminar musitando la palabra muerte en mi oído, una y otra vez. Pienso en los pantanos, pero no lo suficiente... y para cuando los abro la totalidad de mis sentidos apuntan a una Katalina ya perseguida por la amenaza de la misteriosa Grovhen que siente a los muertos. Mi cabeza se orienta según la dirección que toma esquivando el fuego de su señoría Fiona Blackwood, y cuando los ensordecedores gritos de mi compañera envían a la mujer que flota contra el suelo, yo estiro un brazo señalando a Quón que avance. Que Katalina no se levante.

Observo la angustia de la mujer cruzada de brazos desde varios metros, pero por su vil parte empieza a defenderse contra mí, casi estrujando mi existencia a través de la nada que me rodea. Pienso que me obligará a morir mientras aprieto los dientes. No obstante, el hombre y su elefante intervienen como el siguiente escalón al bajo infierno para la misma. Me desenvuelvo de la presión. Toso. La cacería continua. Alzo una furiosa mirada para ver como Nói opera en contra de los jadeos Eve, para así, al final... soltar su ultima bocanada de aire junto a ella. ¿Pero por qué?.

Respiro hondo.

Primero me quedo en el suelo, mi pecho sube y baja mientras me sostengo el cuello bajo mi cabello con una mano – creo que tengo todo en su sitio – Vuelvo junto a Vyka mientras las respuestas llegan solas.

Gracias... Nimay – suelto al paso sacudiendo mi ropa. Luego me dirijo a todos – Igual resbalé con el señor Nói, pero no mucho – digo cuando Oliver carga su cuerpo - Sobreentiendo que defendía a Katalina, pero directamente. De hecho tomó un giro muy evasivo de repente, y eso que nadie le estaba diciendo... nada – Con razón el señor vietnamita empezó a ponerme la piel de gallina.

Miro a Daeron con los ojos, pero hablo para Vyka – No te fíes de él, Vyka, que no te engañe – le recomiendo respirando con algo mas de seguridad.

Dirijo mi tono al chico allí donde esté - Dijiste que te morirías – le recuerdo – Muérete – le exijo abrazándome a mis hombros. Y sí... alimento la tendencia suicida que Oldland parece insertar en sus visitantes, pero esta vez no me importa del todo – Miré a Katalina siguiendo las corrientes, si no te habría mirado a tí, pero por seguro – me hubiera gustado que este chico no fuese lo que sea que es. Observo las piedras nuevamente.

 

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26/03/2016, 17:47
23 Muerto - Sylvia

¿Es Oldland, o es nuestra naturaleza de semidemonios lo que nos hace comportarnos así? No juzgo la decisión de mis compañeros, a pesar de que por mi cuenta elegí dar una oportunidad a Katalina, la cual aún tenía el beneficio de mi duda, cosa que Daeron no, sin embargo la forma en la que acabábamos con ellos, por el momento me parecía desproporcionada. Cruel.

Tampoco entendía, ni quería entender, la reacción de Nói. Él tendría sus motivos para sacrificarse, y yo no iba a meterme en asuntos ajenos que, por el momento y bajo mi punto de vista, no eran asunto mío. Aquellas extrañas alianzas sobrepasaban mi conocimiento y mi entendimiento. Yo siempre me había cuidado sola, y jamás había cuidado de nadie que no supiera a ciencia cierta que lo merecía.

Pero la niña...

Observo su reacción y la de su compañero, y aunque comprendo por qué le rechaza, siento la confusión y la tristeza del fiel y protector can. Fyas se acerca a él, despacio, al mismo tiempo que yo me acerco y me agacho enfrente de Theora.

- Nunca, jamás debes dudar de tu compañero, pequeña. Puede que él haya visto algo que a ti se te haya pasado por alto. Puede que Nói defendiera a Katalina porque también era malvado. Puede que Wardjan haya visto en él una amenaza. Escucha. - Con suavidad, pongo la mano en la barbilla de la niña y le hago alzar la cabeza. - Si hay alguien en quien debes confiar ciegamente aquí dentro, es en él. Ni en Nói, ni en Deidre. Ni en mí. No le rechaces. No le castigues.

Me levanto y le hago una señal a Fyas para que vuelva a mi lado. Es evidente que ninguna tenemos ánimo para más charlas, así que de nuevo me alejo del resto y me siento en el suelo.

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26/03/2016, 19:15
08 Muerto - Aisha

La muerte de Katalina era la crónica de una muerte anunciada. Pero quizá no salió como muchos planeaban, inevitablemente mi atención se centro sobre la niña. La más afectada por aquella inesperada muerte, la del Vitnamita. Mera coincidencia o una elaborada obra maestra en la cual han matado dos pájaros de un tiro. Creo que eso es algo que jamás sabré. Son las palabras y los gestos de Olenna las que me hacen hacerme una idea de lo que quizá a ocurrido hace escasos minutos. "Estaban unidos aquí mano al corazón y aquí dedo en la sien."

 – Supongo que hay amores que matan y este era uno de ellos... Miro al Vitnamita Una muerte triste después miro a Katalina de una triste mujer .

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26/03/2016, 21:08
21 Muerto - Vyka

Otro atardecer, otra muerte. Cuando vio su oportunidad, usó su poder para desestabilizar a Katalina y derribarla, aunque lo que sucedió no lo esperaba. Vio a Smel actuar y vio que su amiga también era fuerte. Era una Eve, después de todo. Con todo y esto, Vyka miró sorprendida a Nói. ¿Por qué se habrá sacrificado?

Olenna explicó aquello que había sucedido y Vyka los miró con atención. Así que... Era eso.

Solamente se giró al sentir a Smel cerca de ella nuevamente y asintió - Cierto es - solo dijo eso, parecía confundida. Desorientada. Pestañeó un par de veces pero no dijo nada más.

Luego Vyka giró hacia Daeron, quien recibía una amenaza directa y le dijo - Debiste haberlo hecho sin dudar. Ahora no tendrás escapatoria para lo que se viene - dijo con pesar.

Tomó una vez más la mano de Smel y la apretó por un momento, casi como si quisiera sentirse real.

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26/03/2016, 21:57
Nimay Radhav

Llegó un día más el atardecer y con él esa rabia creciente pareció ascender desde el mismo suelo, entrando en la sangre de ambos a través de sus plantas descalzas. Nimay y Haathee se movieron al unísono y los dos pares de ojos se detuvieron en la mujer etérea cuando llegó la hora y los últimos rayos de sol se dispersaron.

Ambos, hombre y elefante, pelearon de forma certera y potente. Estaban acostumbrados a cazar furtivos y también a combatir en grupo. Controlaban con el rabillo del ojo lo que hacían el resto de contendientes para poder coordinarse de la mejor manera con ellos. 

Cuando el vietnamita se interpuso, Nimay lo contempló frunciendo el ceño, pero eso no hizo que se echase atrás. Creyó comprender el sentimiento que movía al hombre, al fin y al cabo él también habría protegido a Dyvia con su propia vida si ella hubiera estado en peligro. Cuando todo terminó, recibió el agradecimiento de Smel y asintió, pero en realidad su atención estaba en la niña que gritaba, al parecer desgarrada consigo misma. 

Haathee y Nimay se acercaron a ella y el hombre escuchó las palabras que Sylvia le dedicaba, asintiendo con la cabeza. Y cuando la mujer de la serpiente se apartó, él añadió algo más.

—Theora. Él es tú —dijo, totalmente convencido—. Si lo rechazas estás rechazando una parte de ti misma. Aceptarte en tu totalidad, en vuestra totalidad, es duro, pero es parte del crecimiento también. 

No le parecía que la pequeña tuviese muchas ganas de hablar o ser consolada, así que se apartó un poco para escuchar la conversación que empezaba a tener lugar. Sin embargo, Haathee se quedó cerca de ella, cuidándola con un brillo paternal en sus ojos oscuros. 

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27/03/2016, 00:06
12 Muerto - Dyehuty

Cuando Olenna habla, la miro y asiento lentamente para indicar que lo he entendido.

Gracias. Una tragedia, sin duda.

Y sigo prestando atención, sentándome en el suelo y curioso al ver cómo algunos hijos de las bestias se esfuerzan por aleccionar a la niña sobre su compañero. Son historias y lecciones que uno no debe dejar pasar, por eso escucho las palabras de la compañera de la serpiente y del hombre del elefante, tomando nota mental para tratar no olvidar en un futuro. Desvío mi mirada hacia la pareja formada por la mujer de los cabellos de fuego y el Júpiter sin trono.

Una lección.

Digo, abarcando con la mano los cadáveres. Me pongo entonces de pie y me acerco hacia la pareja cadáver para, con cuidado, comenzar a poner los cadáveres en una posición más digna pero sin molestarme en acercar el uno al otro, como si no fuese importante para mí pero tomándome el tiempo que necesite, de un modo casi metódico.

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27/03/2016, 16:57
25 Muerto - Bethanny Andersen

Cómo esperaba, Daeron respondió con excusas y evasivas, pero no fue suficiente para que el resto fueran a por él, y decidieron ir a por la Melknhar. Me senté en el suelo a disfrutar del largo espectáculo, con mi martillo apoyado entre mis piernas y la cabeza apoyada sobre una de mis rodillas. Intentaba verle el lado positivo a la matanza, pero seguía molesta que no fuéramos a por un Grovehn claramente identificado.

Entonces mis cejas se alzaron al ver como otro Melknhar se metía en medio de toda la refriega, y acababan muertos tanto Katalina como Nói. - Bueno, quizás no ha sido una completa pérdida de tiempo al fin y al cabo... - Luego desvié mi mirada hacia la pequeña Theora tenía una pequeña crisis con su bestia. Vi como muchos la consolaban, la educaban sobre lo sucedido... y no pude hacer otra cosa que agarrar con fuerza mi martillo, y apartarme del grupo. Apoyando la espalda, apreté con fuerza contra mi pecho mi martillo. Mi legado, todo aquello que era y sería...

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27/03/2016, 18:16
19 Muerto - Fiona Blackwood

El poder... el poder era sin duda lo que más le gustaba a Fiona... cuando llegó la hora, sintió como Oldland le recordaba quien era y hacía que su sangre hirviera dejando fluir su poder en forma de fuego... un fuego que brilló en su mirada y no tardó en manifestarlos en las palmas de sus dedos... sonrió complacida, saboreando el momento... casi relamiéndose...

Cuando la ejecución concluyó, miró como los cuerpos de la mujer y el asiático eran consumidos, entonces el espírritu de Oldland volvió a adormecerse en su interior... se irguió y se acomodó el cabello.

- ¿Quién es la peor bruja de la ciudad?- dijo para sí, una vez adecentada sacó otro de sus cigarrillos y escuchó con una sonrisa de medio lado en sus labios carmesí.

Al ver a Theora llorando le dedicó unas escuetas palabras sin llegar a mirarla mientras sacudía la ceniza de su cigarrillo.

- No te inquietes niña... encontrarás a tus padres...- miró los restos de Noi y Katalina- sí... debían de estar conectados, hay amores que matan...- añadió dando una nueva calada

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27/03/2016, 20:42
07 Muerto - Alastor Grovehn

Otra matanza. Cada vez eran menos disimuladas, esta vez Katalina ni siquiera había hecho ningún gesto agresivo y no solo había muerto ella sin posibilidad alguna de concilio, si no que en alciano Melknhar que respondía al nombre de Noi se había visto envuelto de algún modo en ello. Cuando escucho los motivos no puedo menos que apretar los dientes, incrédulo y asqueado por la situación.

- Otro juicio improcedente... El poder de Oldland vuelve a ponerse de manifiesto - digo mientras estrecho a Deidre en mis brazos. Espero que no acabemos del mismo modo. De darse el caso la empujaré lejos de mi para que no cometa ninguna locura. - Pero ¿ella? Pensaba que teníamos claro que Daeron era más culpable... mhm. Como sea.

La niña, como no, volvía a estar implicada en la masacre. Y se hacía la inocente, llorando como si no hubiera sido su ira y rabia la que espolease al animal a atacar. Tch. En fin, no se puede remediar. Tiene sangre de demonio en las venas como el resto de los presentes. Hay cosas más importantes ahora.

- No te separes de mí esta noche... - le digo a la pelirroja al oído. - Yo te protegeré, corderita con piel de lobo. Tanto como Oldland me lo permita.

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27/03/2016, 20:56
Director


Aquella noche parecía eterna ante los restos de aquella pareja, mientras vuestras voces se alzaban ante el silencio de aquella piedra en el suelo, que parecía no tener tiempo en aquel momento para iluminar nada más...

Pero quizás esperaba, el arropo de la tenue luz de aquella luna, antes de alzar su brillo una vez más....

Una nueva línea circunscrita en luz sobre aquel suelo mientras la voz del viento parecía de nuevo volver a alzarse para acunar aquel momento.

Era un murmullo lento y sinuoso, como si pretendiera envolverse a sí mismo, como una caricia propia antes de despertar. La arena del suelo parecía moverse rodeando aquella plaza, pero siempre en la misma dirección... hasta que finalmente visteis una figura que se alzaba, mientras el viento se arremolinaba alrededor de esa figura...

Su voz se estremecía como lacerada aún por el dolor de las heridas que al roce del viento parecían sanar... aquello restos suyos en el suelo, se desvanecían como ceniza que pronto se borraba por el mismo viento, sin dejar rastro de lo que había pasado en el lugar.

La mano de aquella hija de Grovehn peinó su pelo hacía atrás destapando su rostro bajo aquella luna, mientras un última lágrima procedente del remanente de dolor resbala entre sus mejillas.

Yaiza se alzaba de entre los muertos, mientras su mirada aún perdida se dibujaba en aquel lugar, buscando vuestras miradas... buscando aquella seguridad que esgrimía es sus flechas antes de caer.

Y mientras lo hacía, Alastor comenzó a cerrar su gesto... mientras tragaba saliva, sin saber lo que iba a ocurrir. Sentía fuego que lo consumía desde dentro... Pero a pesar de eso quería simular tranquilidad. Tras sus palabras, empezó a toser, llevándose la mano a sus labios... para luego empezar a temblar en un movimiento casi enfermo...

Se alejó de Dreide y se apoyó en el dorso de una de las lápidas... pero antes de que llegase a asegurar su postura, caía al suelo, mientras su cuerpo se retrorcía en una muda agonía.

Su mano aferrada a su arma, se tenía por el rojo que inundaba sus labios... Como un fiel guerrero arañó el suelo buscando sus últimas fuerzas antes de levantarse... pero no hubieron fuerzas para ese final... pues mientras el viento callaba, su cuerpo quedaba tendido a la vez que su mano aflojaba su sujeción de aquel filo que ni la muerte había logrado separar.

 

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27/03/2016, 21:26
Olenna D

Olenna había permanecido apartada tras sus últimas palabras, volviendo a recorrer las marcas del suelo, deteniéndose sólo para asentir a las primeras palabras del árabe.

Durante el tiempo que pasa caminando escucha hablar a los pocos que lo hacen, sintiendo en la piel de su rostro y de sus manos la cercanía de la noche. En más de una ocasión se vuelve a tender en el suelo a escuchar lo que este tenga que decir, y en determinado momento se remanga un brazo regado de cicatrices para tocar uno de esos surcos —el primero que se había iluminado— con las yemas de sus dedos.

En el momento en que escucha al falso rey hablar lo busca con los ojos, y está a punto de contestarle cuando algo parece suceder. No parece darle demasiada importancia al hecho de que el hombre tosa o muera, como si realmente eso no fuera un impedimento para responder a sus palabras, y pero su rostro sí adquiere cierta solemnidad al ver a Yaiza volver de entre los muertos.

Cuando se da cuenta de que eso es lo que está haciendo la mujer se pone en pie y camina en su dirección. Su paso es firme y sostiene el bastón unos centímetros por encima del suelo.

—Me alegro de que estés —enuncia con seriedad. Entonces esboza una pequeña sonrisa—. Y de que él no, también.

Dichas esas palabras se queda mirándola unos segundos con curiosidad, como si quisiera evaluar sus cambios ahora que ha dejado atrás la muerte. La observa de arriba a abajo varias veces sin disimular, y sin cortarse también extiende una mano en su dirección, buscando ponerla en su corazón para sentir su latido.

—Así mejor —asegura antes de asentir—. Mucho mejor.

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27/03/2016, 22:57
21 Muerto - Vyka

Vyka se encontraba confundida y a pesar de ello, la voz de Alastor no pudo escapársele. Realmente seguía sospechando de su cambio de actitud pero lo dejó pasar. Por ahora, debían enfocarse.

En ese momento, el cuerpo de Yaiza había comenzado a moverse y Vyka le miró con atención. ¿Cómo era posible que volviera? Pero entonces notó que la piedra había brillado. Tal vez era eso, tal vez había vuelto por su poder. Pero bueno, no quería atosigarla con preguntas de lo ocurrido. No en ese momento. Tendría más tiempo para responder luego.

Después del extraño evento, Alastor comenzó a toser y Vyka se tensó. Miró a Smel y no dijo nada pero clavó su mirada en Deidre. ¿Cuál sería su reacción después del amor que supuestamente había surgido entre ambos? A pesar de ello, no sentía lástima por Alastor. La verdad era que no le agradaba demasiado y por eso, se enfocó en la chica del arco, aquella que había vuelto.

Recordó una anécdota de su madre, donde aquellos que regresaban parecían volver diferentes. ¿Sería el caso?

- ¿Cómo lo hiciste? ¿Estás bien? ¿Te sientes diferente? - había luchado por no decirle nada pero a la final pudo la curiosidad. Tal vez algo sí cambiaría en ella, quién sabe. No quería soltar la mano de Smel pero tampoco quería abandonar la mirada de la Grovehn.