Partida Rol por web

Mientras que el sol caía, dando vida a un nuevo atardecer, la tensión y crispación hacía latente el nombre que caería hoy en el lugar.

Domino miro como declinaba el rojo entre el horizonte, oliendo la tierra que había bajo sus pies manchada por la sangre de los que antes, al igual que ella, habían caído. Necesitaba ser fuerte, pues sabía que la mayoría esgrimiría sus miradas contra ella.

Cerró sus puños a la vez que sus ojos deseando aprender todo aquello que necesitaba antes de perder.

Miles de chispas rompían a pocos centímetros de su piel, abrió sus ojos ahora cargados de ira y furia, necesaria para la batalla que estaba por comenzar. Abrió un poco la distancia entre sus pies, esperando tomar buena defensa ante cualquier ataque.

Solo faltaba una chispa, para que todo empezara sin más… y ese primer paso lo dio Eva, pero lo haría ella sola, dejando atrás a su bestia.

Sería la primera vez que mancharía sus manos en aquel lugar, y no quería ofrecer el cuerpo de Asfaloth, sin antes saber a qué se enfrentaba, al menos una vez.

Primero miro al tigre, dejando clara su intención y luego con paso firme se dirigió hacia Domino, sin vacilación.

Mientras se acercaba a ella sus manos se entre abrían buscando la ocasión. Pocos eran los pasos que las separaban cuando con felina agilidad, saltó sobre Domino, dispuesta a incluso morder con su propios dientes la garganta de aquella que se disponía frente a ella, rodeada de miles de destellos capaces de abrasar.

Al menos esa parecía la intención, Domino sonría a sabiendas de que con tan solo tocarla, herviría su piel tras su electrocución. Pero en el último momento Eva, cayó al suelo sin rozar ni siquiera a Domino pero con una amplia sonrisa, por lograr lo pretendido.

Domino no comprendía por qué… pero pronto lo intuyó, pues un gran golpe sobre la espalda de la hija de Melknhar la hacía caer sobre el suelo. A las espaldas de Domino, Sandor esgrimía entre sus manos un enorme risco de piedra, que en forma de bate había esgrimido contra Domino, dejándola desprovista de su escudo eléctrico mientras intentaba recuperar el aliento sobre el suelo.

Ahora sí, Eva, lanzó una patada sobre el estomago de Domino, haciéndola rodar, mientras su respiración se hacía más lenta, fatigada por el dolor.

La sensación de asfixia formaba lágrimas sobre los ojos de Domino, mientras se arrodillaba sobre el suelo, intentando ayudar a su organismo para que volviera a respirar.

Con paso lento se acerco hasta la abatida ella Yannick. Mientras su piel permanecía seca tras absorber todo aquel lodo, y entre sus manos, su hoz deseosa de probar sangre una vez más.

Una primera batida con su filo, hizo derramar la sangre de Domino, creando un surco sobre su brazo, aunque apenas era ofensivo, sino la marca que marcaría el principio de la verdad.

Intentó asestar, un nuevo corte, esta vez más hondo, capaz de sesgar carne y hueso, capaz de desmembrar… pero entonces el filo de uno de los sais de Domino, freno el embiste de su hoz, mientras lo miraba jadeante e hincaba sobre uno de sus muslos el sais gemelo que descansaba sobre su mano derecha.

A la vez que Yannick despedía un grito sin igual, de su cuerpo mano lodo, a modo de sangre. Según caía aquel oscuro líquido, se reunía en el mismo suelo, formando un masa al principio informe… que finalmente terminó absorbiendo el negro y descubriendo la identidad de un ratón estilado y grandioso como si de un jerbo se tratase, el cuál tardo poco en esgrimir sus colmillos contra de Domino.

Mientras que Domino, intentaba zafarse de aquel roedor algo pasó a su alrededor, como naciendo de su propia sangre, una nueva bestia se alzaba dispuesta a luchar a su lado.

Una anguila centelleante, que parecía poder vivir fuera del agua, mientras la sangre de Domino la recubría. Sin dudarlo aquella nueva bestia se aferró al brazo de Yannick profiriendo descargas a la vez que hincaban sus afilados dientes sobre su piel… El dolor hizo que Yannick soltara la hoz y que aquel ratón se desprendiera de Domino como herido, temblando de dolor.

Todo pasaba muy rápido, apenas había tiempo para respirar, Los gritos de Yannick, los lamentos de Domino. Algo nuevo ocurriría para cesar aquel dolor.

Jared avanzó y recubrió sus manos de un fuego abrasador mientras sus mirada se hacía viva como las llamas que portaba, y sin dudarlo asió aquella anguila, quemando su piel, y pudiendo liberarla de los brazos de Yannick, mientras a su lado, la piel de Domino oscurecía, como quemada a la vez…

Domino apretaba los dientes, evitando maldecir a cualquiera de los presentes, mientras soportaba el dolor de aquellas llamas, que ennegrecían su piel… cuando un torrente de fuerza arrasó con ella, destrozando una de sus piernas contra suelo, dejando a la vista incluso el huello afilado que astillado había roto la piel.

Tras el embiste, aquella enorme masa, volvió junto a su dueña tranquilo… Era Nanuk el responsable, el oso de Avla, aquel que con sus poderosas patas y la fuerza de su peso había destrozado la pierna de Domino.

Domino no cesaba en su grito que se confía ahora con el llanto por el dolor. Cuando llena de miedo sintió como algo la agarraba por el cuello, alzándola del suelo, aumentando el dolor de su pierna.

Tras de ella… Verona asía su cuello con sus cadenas… mientras que su imponente cobra reptaba por el suelo esperando encontrar la figura de aquella anguila, para unirse a ella en un abrazo mortal, mientras desecaba su cuerpo gracias al toque de Melknhar.

La existencia de Domino se agolpaba entre angustia y dolor, mientras su cuello se apretaba y sentía como su piel empezaba a doler tras las quemaduras dispuesta a desintegrar hasta el último ápice de su vida…. cuando algo aumento su tortura… pues ahora era imposible respirar.

Frente a ella Diarmuid sonreía mientras con su manos daba forma a una cárcel de agua, en la cual atrapaba la cabeza de domino, ahogándola mientras aquel agua, se teñía con la sangre de Domino y sus lágrimas, sin más remedio que una muerte amarga.

Pero no sería el último dolor que recibiría antes de sucumbir… pues mientras todo pasaba, Eko acariciaba a Bheka, aún herida tras el último ataque hacía Jacob.

Como esperando su momento espero a que la vida a penas tuviera sentido en Domino… Avanzó solo, sin su fiera hacia ella y mirándola a los ojos, con sus manos afiladas por el toque de Eve… introdujo sus dedos en el vientre de ella… aferrando a su puño vísceras que dejaría esparcidas por el duelo, sin contemplación.

Todo había pasado, el cuerpo de Domino, yacía inerte en el suelo tras un sordo golpe… Verona, retiraba sus cadenas, Diarmuid dejaba que el agua bañara el cadáver de Domino, y Eko se alejaba para volver a contemplar el estado de Bheka, dejando tras de sí un patíbulo de sangre u odio y rencor.

Al ver su cuerpo sin vida y ser consciente de lo que había echo una lágrima se escapó rodando por mi mejilla - Sólo espero haber echo lo correcto - murmuré.

Luego miré a Yannick - Por esa misma razón no quería votarla, y si por mi fuese no daría ningún nombre, al menos de momento, porque como dije anteriormente sólo tengo clara la inocencia de dos personas, pero no tengo ni puñetera idea de quién puede querernos muertos y vuestras palabras me confunden. No tengo nada claro quién quiere ayudar o quién puede querer confundirnos más para que erremos en estos momentos.

Herido en el muslo y en el brazo Yannick jadeaba. Esta vez había costado más tumbar a la mujer.

El lodo manaba de sus heridas, y cuando poco a poco fue saliendo menos pudo verse cómo habían cicatrizado. La respiración de Yannick se calmaba poco a poco y se encontraba cansado, pero satisfecho.

Miró el cadáver de Domino, mientras el ratón, su nuevo compañero, se colocaba a su lado.

Después se sentó, tratando de recobrar el aliento en condiciones. Recuperarse de las heridas le dejaba agotado, pero era mejor que quedarse sangrando como un cerdo. Echó una mirada a Nybras, intentando comprender por qué no había intervenido, pero dando por hecho que ella se explicaría más adelante.

Luego miró al suelo y tendió la mano hacia adelante, reconociendo a su nuevo compañero con los ojos cada vez más abiertos. El roedor olió entonces los dedos de Yannick, para luego subirse al dorso de su mano. Con una gran sonrisa él lo acercó a su cara, para mirarlo más de cerca.

- Chicos, os presento a Trigo. - dijo entonces, y pasó la mirada por todos los otros animales, sin poder evitar hacer comparaciones. Después, con un suspiro, trató de hacer una advertencia - No es un juguete, no se come y, pase lo que pase, quien le haga algo tendrá que vérselas conmigo.

- Porque sí, soy un semidemonio superpoderoso de tres legados. Se nota en que tengo un ratón, una hoz y lodo. - añade con una sonrisa, ya en broma - Y no dudaré en mancharos si os metéis con el pequeño.

Después se detiene con una mirada sincera en Jared.

- Gracias.

al ver la gratitud de Yannick le respondo con una pequeña reverencia...

-tranquilo... la cerveza nos espera... - le sonrío...  luego apago mi sonrisa y continuo - el problema es que se viene la noche... y vendrá con ella la traición... pero saben?... mi verdadera preocupación es si luego de esta noche... revivirán a otro traidor... tal como lo hicieron con Domino... porque no sacamos nada con mandarlos al otro mundo... si hay otro que los trae de vuelta...-lo digo haciendo una mueca.

Verona se acerco a Yannick, preocupada...En momentos como este es que me gustaria tener otro poder...Rasgo la parte baja de la camisa y comenzo a limpiarle las heridas a Yannick con sutileza, vio a Trigo y miro a Ketza...No querida, no es comida, es amigo...sonrio, la Serpiente repto hasta la tumba en la que siempre se sentaba Verona y se enrollo algo resignada...

Tras limpiar las heridas de Yannick, se sento junto a él...Ven apoya tu cabeza en mis piernas y recuestate un poco, sera bueno que descanses, yo prometo cuidarte...

Miro el cuerpo de Dominó, sin expresión alguna...Hemos llegado a un punto ciego, estamos igual que el primer dia...Mire a Kaldreade...y luego a Nybras...se enconjio de hombros y poso su mirada en Yannick, mientras acariciaba dulcemente el cabello del chico...y le daba un beso en la frente...

Escupe al suelo tras haber atravesado a Domino. Se lo merecía, ya no era una mujer o un semidemonio, ya solo era una sombra viviente. Por eso en esta ocasión no tuvo mayor reparo en votarla y acabar con su vida. 

Volvió con Bheka, quien ya un tanto mejor lamía la mano ensangrentada de Eko. Llevo su mirada a Nybras quién se había quedado quieta, ¿su voto fue cambiado? Probablemente si, y luego miró a Yannick. - Hey, ¿estás bien? - 

Yannick recibe los cuidados de Verona, pero señala sus heridas en cuanto ella comienza a limpiarlas.

- No te preocupes. - dice con tono amable, haciendo un gesto con la cabeza. En su piel, ningún rastro de las heridas. En los lugares de donde el lodo había surgido los cortes ya se habían cerrado, dejando detrás sólo cansancio. Se deja recostar sobre las piernas de Verona, deseando cerrar un instante los ojos para tratar de entender un poco más lo que le estaba pasando. Eran muchos los cambios, pero había que seguir adelante cuanto antes.

Tumbado como estaba, Trigo estaba sobre su pecho, y miraba con curiosidad cómo Verona revolvía su pelo.

Sin embargo, cuando Eko habló, tanto el animal como Yannick miraron de inmediato al negro.

- Sí, tranquilo. - le dijo con una sonrisa - En un minuto estoy listo.

Después se quedó mirando hacia arriba durante unos segundos, a los ojos de Verona, antes de mover los labios para formar una nueva palabra de agradecimiento. Luego un gesto para que supiera que se iba a levantar, y se puso en pie rápidamente. Mientras tanto el ratón trepó por su pecho, hasta llegar a su hombro.

Ya en pie, miró de nuevo a todos, pasando por ellos uno por uno. Eran muchos los que habían luchado contra Domino, pero casi el mismo número no había colaborado. Daba por hecho que lo que quiera que le pasase antes a Azhariel era lo que había frenado a Nybras, pero... ¿qué había parado a los demás? ¿Realmente tenían tantas dudas sobre Domino?

- No os engañéis ni os desaniméis. - dijo entonces a todos - No estamos como el primer día. Ahora poseemos algunas certezas, aunque sean pocas, y muchas sospechas. Falta todo un día para la siguiente votación. Aún queda mucho tiempo para descubrir a los otros culpables.

Una clara situación es la que vio. Y a diferencia de su hermano el aparto la mirada, tanta crueldad no era necesaria. Pero no tenia nada que objetar, después de todo no desmintió el echo de seguir siendo traidora, o redimirse dando los nombres. Aunque ahora volvían ha estar en igualdad de condiciones. Sin ningún acusado. Pues quisiera centrarse en lo que conocen y no en lo que desconocen.

Ahora simplemente se preguntaba quien regresaría esta noche. De hacerlo y ese hombre que reúna personas, a quien atraería al día siguiente.
-Ya que parece que mi petición a Sandor a pasado desapercibida o simplemente obviada.
Me gustaría hacer otra petición esta vez a los que estén con Nybris. Me refiero a esos que comparten lugar como decía ella. Que quien sea llevado esta noche, lo diga en la mañana. De esa manera, sabremos si aun vive o no. Pues creo que alguien que reúne un ejercito sin consultar al resto es igual de peligroso que los traidores.-Miro directamente a Diarmuid esperando algún tipo de reacción en él.

Otra vez, la traidora moría. Esperaba que esta vez se quedase así. Definitivamente nos habiamos asegurado de que esté bien muerta, con todos los que la apaleamos. Tal vez incluso nos excedimos, pero era necesario.

Observé el ratón de Yannick. Me asombraba que una persona como él pudiese tener un compañero tan... chiquito. Incluso parecía inofensivo, aunque había demostrado que no lo era contra Domino.

En ese momento, me asombraron las palabras de Helmuth. ¿Me había propuesto algo? Si así era, seguramente no me había dado cuenta. -Disculpa.- Le dije. -No oi tu propuesta, ¿podrías repetirla?-

No había sido capaz de votar por ella. Sencillamente, no podía. Dos veces las tripas la habían traicionado cuando la lógica decía que debía hacerlo. Doko levantó la mirada y lamió un poco el pómulo de su dueña mientras ésta apretaba los puños.

Adiós... Dominó. Ojalá no regreses. Ojalá no tengas que pasar nunca más por esto. Ojalá no me hubiese importado nunca tu nombre. Ojalá.

- Espero, Nybras, que con una demostración te baste. No querría tener que desviarme de los verdaderos sospechosos en más ocasiones.

Nybras se prepara cuando llega el momento, y se levanta con un movimiento flexible, posando su mirada en Domino. Sin embargo, antes de que comience el juicio, una fuerte presión en la cabeza la detiene, provocándole un ansia enorme de terminar... con Nyx. 

La joven se gira hacia la pantera, con las pupilas afiladas y crispando sus manos a modo de garras y su mirada se cruza con la del animal, que con el cuerpo totalmente en tensión está agazapada, a punto de saltar sobre su compañera.

Tienen que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no despedazarse la una a la otra y tan sólo son capaces de quedarse quietas, en tensión, tratando de contenerse.

Cuando todo termina, Nybras cae de rodillas, jadeante por el esfuerzo, pidiendo disculpas a Nyx con la mirada y la pantera se acerca a ella, agachando la cabeza con gesto arrepentido. La joven pasa sus brazos alrededor del animal, consolándola, y después se levanta, fulminando con la mirada a Cristie.

- Muy bien, así que eres la responsable de que durante tres días dos inocentes estuviesen a punto de caer en las votaciones, librando a los traidores, no sólo eso, nos has ocultado tu responsabilidad sobre ello hasta ahora... ¿Y qué esperas? ¿Que te aplauda? Si dependiera de ti tres traidores seguirían con vida y probablemente otros inocentes hubiesen caído mientras tanto. No sé cuáles son los motivos que te mueven, pero me parece que eres bastante peligrosa para los que no queremos que se abra el sello. ¿Y qué? ¿Este despliegue era necesario? ¿No te bastaba con decirlo? ¿Tenías que hacer una demostración de sobrada volviendo a desviar votos que irían hacia un traidor confirmado, además de no aportar nada con el tuyo propio? - Nybras y Nyx sueltan un bufido al unísono, dedicando a la muchacha ciega una mirada de desprecio. - Ahora mismo echo de menos a Valfar aquí para que te cante cuatro frescas, niñata estúpida. 

Ahora que por fin se explica la no intervención de Nybras, Yannick escucha las palabras de la ciega y está a punto de decir algo, pero la propia chica pantera habla. Yannick no podría estar más de acuerdo.

Mira con desprecio a la falsa ciega mientras decide añadir algo.

- Odio a la gente que no va de cara. - le dice - Y tú ni siquiera votas a la misma persona con tu palabra y tu poder, tratando de engañarnos. No nos digas ahora que buscas que caigan traidores, ¿eh? Ya has demostrado de sobra que no es así. No por volver a Azhariel contra Valfar, sino por votar a dos lugares distintos mientras. Si sospechas de alguien, tienes que ir a por él. Y si no les estás dando una oportunidad. - continúa airado - Incluso has desperdiciado tu palabra un día fingiendo que tu voto había sido cambiado... ¿Cómo fue aquello que dijiste? "Dos de las tres afirmaciones anteriores son falsas" - imita lo que dijo hace un par de días la chica, con voz aguda - ¿Qué te crees que es esto? ¿Un juego? ¿El sello abriéndose, nosotros muriendo, y tú jugando mientras? - pregunta, aún incrédulo, para luego darle la espalda - Estás como una puta cabra...

Finalmente se dirige a Nybras y a Nyx, en un tono completamente distinto.

- ¿Os encontráis bien?

finalmente se habia hecho justicia.. aunque no se para quien, pero Domino estaba claramente marcada desde su regreso al mundo de los vivos... Por otro lado ahora era Cristie la que estaba en voca de todos... y no entendia porque..

Nybras si me permites... Cristie ya dio a entender en varias ocasiones su condicion, y mas claramente cuando a mi tambien me forzaroa a cambiar el voto aquel dia... no se si esto se a repetido en otras personas ademas de las que ya sabemos como Azhariel y tu, pero lo que esta claro es que Crisrie no es una candidata  para eliminar... no de momento hay otras prioridades creo yo. Pero  hacer lo que querias todos es lo que estamos haciendo finalmente, pero tener en cuenta que seguramente tu Nybras estaras mas puesta, sereis dos mas en ese listado de personas ocultas, salvo tu.

Por que no quereis hablar?... que os atemoriza para manteenr ese silencio... um aahh ya se que es loque quereis hacer... o eso creo, pero quien este detras de eso, se mantiene en silencio... de ahi deduzco que bien  Darmuid, Avla, Jared o Eva es el responsable de vuestra situacion. Tener presente mis palabras por si os es de ayuda... y creo que si tu que sabes quienes estais, alguno de estos nombres estan dentro de esa estancia, a ese le puedes descartar como sospechoso de ello.

Espero os haya sido de ayuda.

Yannick suspira antes de responder a Escoria.

- No cuento con eliminar a Cristie en votaciones. - le dice más tranquilo - Sería un desperdicio de juicio, si ella no es de los que nos atacan por la noche o un aliado directo. Pero tampoco voy a quedarme callado viendo que dice unas cosas y hace otras.

Entonces se toma un segundo para repasar mentalmente.

- ¿Realmente cambiaron tu voto, Escoria? - le pregunta entonces de manera directa, en tono amable.

- Sí, estamos bien. - Responde Nybras a Yannick, tratando de suavizar el tono, pero todavía enfadada. Después, escucha a Escoria y hace un gesto levantando la mano con la palma hacia ella. 

- Puedes estar tranquila, yo no desperdicio mi voto con inocentes, aunque me caigan mal. Hay cosas más importantes de las que debemos preocuparnos. - La joven hace una pausa entonces, para mirar de reojo a Cristie antes de continuar con un siseo perfectamente audible. - Pero las ganas de desgarrarle la garganta a la puta niñata con los dientes y sentir su sangre borbotear no me las quita nadie, eso también te lo aseguro.

Se aparta de ellos, tratando de calmarse, caminando con paso flexible acompasado al de Nyx hasta llegar a una de las tumbas y se apoya sobre ella con una cierta indolencia. La pantera, se recuesta a su lado, en contacto permanente con sus piernas. Entonces deja vagar su mirada sin rumbo durante unos instantes antes de continuar hablando hacia Escoria, con un tono algo más calmado. - Ahora somos seis, acaban de llegar dos más. No sé por qué no quieren decirlo en voz alta... 

Después de escuchar la pregunta de Yannick, permanece en silencio, intrigada también por la respuesta.

Una vez finalizadas las votaciones y habiendo acabado con una de las asesinas, Kaldreade se acercó hasta Verona - Aunque se que eres inocente, no esperes que por ello puedas acusarme impunemente. - haciendo referencia a las votaciones - Siento no haber nacido con la iluminación de lo que ocurre metida en el trasero como algunos otros, y que por lo tanto pueda equivocarme. Si rectificar me hace más sospechoso que seguir manteniendo acusaciones en quien se ha demostrado su inocencia, pues no voy a pedir disculpas por vuestra estupidez.

Tras ello se giró hacia Sandor - Dices que sólo hablo para acusar. A diferencia de otros, no tengo ni siquiera un poder mágico que me lleve a dicha iluminación. Y una cosa es que la mayoría de vosotros me deis igual si vivís o morís, y la otra que me invente cosas para salvar mi trasero o simplemente cree conflicto para disfrutar como os despedazáis los unos a los otros. Y si, creía que Valfar era uno de los malos y se ha demostrado que no lo era. Tan cierto que aunque lo creía, también pensaba que había otros asesinos y que esos eran más prioritarios. Así que realmente, mi actitud no ha cambiado con la muerte de Valfar.

Luego miró a Elizabeth, la otra que varios habían acusado junto a él - No se si Elizabeth es inocente o culpable, a fin de cuentas yo también me he percatado de un mutismo sospechoso. Pero antes de que sea condenada por ello, recuerdo que no hace tanto Eva estaba en igual, y nadie la señaló como posible culpable. Así que ella podría serlo tanto como Elizabeth, así que si vais a acusar a la gente, me gustaría más motivos que simplemente "he demostrado que soy inocente, no me fío de ese, a la mierda los motivos, mi palabra es ley". Y que conste que no estoy acusando yo a Eva, la cual me gustaría saber que es inocente, pero si reconozco que fue una de los posibles nombres que cruzaron por mi cabeza como la tercera asesina con vida. También Elizabeth y Escoria, aunque esta última ya la tengo prácticamente descartada.

La muerte de Domino fue brutal. La mujer luchó con un valor excepcional. Al igual que hizo con todos, guardó unos minutos de silencio en señal de respeto.

De repente, Nybras muestra una actitud extraña, parece estar en tensión con la pantera, parece que vayan a atacarse! Luego queda en un susto. La tensión se acentúa cuando habla a Cristie de una manera bastante violenta. Se trata de las acusaciones, pero en estos momentos mi mente está en otra parte.

Escucho como otros están barajando nombres, y decido dar mi opinión. Lamentablemente, la prudencia no es una de mis virtudes.

A mi parecer… estamos mirando y valorando actitudes, gestos, palabras e intereses, cosa que no está mal… pero también estamos obviando cosas que tenemos delante y que podrían conducirnos a la verdad.

He intentado apartarme de todas las palabras, porque pienso que los asesinos tienen mucha información y el hecho de que puedan mentir muy bien, no elimina la posibilidad de que puedan mentir a medias o decir alguna verdad. Voy a eliminar por un momento estas interferencias y a tirar de un hilo distinto para ver si así podemos vislumbrar la salida del laberinto.

Hablo con un tono tranquilo, distante e impersonal, como el que busca una solución lógica al enigma de un periódico o una novela.

Como es el que me atormenta, comenzaré por el asesinato de Valfar. Dado el estado de su cadáver y la causa de su muerte, mi lista se reduce a alguien con dones Melkhnar. Por ello pedí colaboración, que en algunos casos no fue brindada, y esto me hace pensar en algún interés oculto. Sin embargo, tampoco he tenido que esperar mucho para obtener las respuestas que pedí. Simplemente observando cómo matábais a Domino he visto que el poder de Jared es sobre el fuego y que Diarmuid controla el agua. El poder de Verona fue revelado y  mostrado hace tiempo y además, fue víctima de los asesinos y por todo ello la descarto. Entonces a mi juicio aquí la cosa queda bastante reducida. Por un lado está Cristie, de la cual desconozco el poder, aunque tampoco se lo pregunté por equivocarme con su legado, y por otro lado Sandor, que ha dicho y demostrado que controla la tierra y la roca. Y así es como encontramos a Valfar: un cuerpo vacío de vida, tan solo era… mera roca.

Mi sentido de supervivencia se retuerce en mi interior revelándose contra mi lengua. Maldita bocazas… como no has cabreado a suficientes… añades más a la lista…

Yannick recibe la respuesta de Nybras, aún ligeramente preocupado y escucha con atención las palabras de Kaldreade y Nekhbet, decidiendo responder sólo a esta última.

- Creo que nos enfrentamos a algo más grande que eso. - dice entonces - Al principio pensaba como tú, y yo mismo pedí una demostración por parte de todos los Meknhar. Sin embargo, ninguno de los poderes que hemos visto habría permitido dar una muerte así a Verona, por ejemplo, y sin embargo piensa en cómo la encontramos. No creo que los asesinos tengan sólo los dones que muestren, la verdad. Y según lo que hemos visto, también podría haber dones capaces de hacer que ataquemos a nuestros amigos, o de copiar los poderes de otros.

- Lo que quiero decir es que el estado de Valfar no culpa necesariamente a Sandor. Otros podrían haberlo hecho utilizando su poder, o incluso con un don parecido.

-Mmm... la muerte de Verona creo que es obra de un asesino distinto que el de Valfar. Y en este caso me inclino hacia el legado de Eve.