Partida Rol por web

Mandrágora vuelve a salir del estupor pues las últimas palabras de Geralt le intrigaron. Al parecer habia alguien que sabia lo que ocurriría en esta noche.

Dirigiéndose a Gerald el de la cabellera blanca. - ¿Porque esta noche ha de morir gente? Dos para ser exactos... Uno según tú, Aidos y la otra persona ¿Quién?   

Permanecía en silencio, escuchando a todos aquellos y aquellas que hablan. Pero nada interesante, que mereciera la pena aportar en las conversaciones.

Sobre todo si el pasado aún estaba presente...era hora de olvidar y mirar hacia el presente y un cambio del destino. Era lo que este cónclave necesitaba.

Pero no iba a ser nada fácil, ya que se respiraba en el ambiente mucho odio y rencor...Pero habrá que buscar la manera de luchar juntos y frenar esto.

O los más débiles empezarían a caer...

Me giro con una sonrisa amplia hacia Ankara mientras evalúo su tono apático que contrasta con su sonrisa y a su vez ésta contrasta con su mirada, realmente esa mujer es un paradigma vivo y sus palabras sólo lo corroboran, parece una digna consejera de mi madre.

-Mi corazón me dice que todo lo que hizo lo hizo con un motivo... aunque no sé bien del todo qué se supone que hizo. Sé que su corazón era capaz de amar. Que su lecho era cálido. Y algo dentro de mí... Me dice que mi madre aún és.

Sólo entonces me percato en las palabras de Geralt y mi mueca es extraña, apretando los labios y frunciendo el ceño.

-¿Por qué morir más gente?

Me siento algo desubicada entre tanta gente que no conozco y sucesos extraños aunque no obstante no pierdo atención de cada detalle por si encontrase alguna pista o algo con lo cual descubrir la verdad que aquí se oculta. Sin perder mi ojo de la parca me fijo también en el pebetero mientras mi mente maquina algo turbio.

Cuando Mandrágora empieza a cantar fijo mi mirada en él, escuchando la canción con una sonrisa en mi rostro. Si aún hay ánimos para cantar, es que nos queda esperanza.

Me sorprendo cuando los lobos de Drakonia comienzan a aullar y Mandrágora detiene su canción. Es una lástima que el momento de descanso haya sido tan breve. Me levanto suavemente y una ligera brisa anticipa mis movimientos antes de hacerlos. Aún vigilante camino sin un objetivo, simplemente para estirar mis piernas y evadirme del encierro al que me he visto forzada. Todavía en silencio continúo evaluando a mis compañeros hasta que escucho las palabras de Geralt, alzo la vista sorprendida al oírlas y me dirijo a él suavemente.

- Pareces muy seguro de que habrá muertes aquí esta noche, Geralt... ¿Podrías explicar por qué?

Su mente se vio irremediablemente atrapada por la melodía de Mandrágora... La letra le llevaba atrás en el tiempo, y casi podía paladear el olor de la sala en la que lo escuchó por primera vez. Solo que era otra voz la que cantaba aquella música en su memoria. Sus labios se movieron en silencio siguiendo la letra, recordando...

Tenía una hermosa voz... adoraba aquella voz... esa sería una de las cosas que por lo visto solo él recordaría. Lástima que ya casi no recordase su rostro.

Traga saliva, obligándose a regresar a la escena cuando los lobos se unen a la música. Reprime un escalofrío, pero sonríe una vez más, mirando a su hermana al escuchar sus últimas palabras. 

Yo seré tu memoria, pero tu sigues siendo mi fuerza - le da un beso en la frente - No olvides eso nunca.

Entonces se dirige a Gerald.

En este lugar se ha derramado mucha sangre, y aunque las puertas estén cerradas a cal y canto, como parece, eso no significa que tenga que repetirse la matanza que ya se vivió  una vez. Desde luego, no es lo que yo deseo... y podéis llamarme iluso, pero estoy seguro de que hay aquí suficientes almas afines a ese deseo como para dirigir ese futuro allá donde nosotros deseemos. Podemos construir un reino diferente. Estoy convencido de ello.

Habla convencido... con la voluntad de quienes tienen más deseos transparentes que ideas reales sobre cómo funciona el mundo.

Mirando a Geralt, dije.

Caballero, ser consecuentes de las palabras que estáis diciendo. Te diré más, si esto sucede, no dudéis que luego las miradas se centren en vos y en el otro...

No me gusta escuchar palabrería sin ser consecuente de lo que se dice. Aquí que se diga todo claro con detalles o luego nada de lloros porque a mi no me valdrán.

- Oh, bueno, si queréis centraros en mí tras esta noche, no sucederá nada. La verdad, es que siendo los que somos, bastará sólo un simple comentario para que todas las miradas se fijen en una persona, y no en otra. Veréis, podéis fijaros en mí, tengo la conciencia muy tranquila y si hacéis eso, bueno... - El hombre se encogió de hombros. - ...será vuestra desición. Así murió mi madre y Naivé. -

El blondo brujo frunció los labios y el ceño, en un gesto de compasión.

- ¿Por qué creéis que estamos aquí? ¿Pensáis que la sangre que corría por las venas de nuestras madres, la sangre corrupta no ha hecho mella en alguno de sus hijos? ¿En alguno de sus herederos? Oh, venga, no os creía tan ingenuos. Esperemos que el día de mañana me haga tragar mis palabras, amigos. De verdad lo espero. Igualmente, no lamento mis suposiciones, ¿qué puedo hacer? Si vendréis a por mí por mi opinión... creo que esto terminará pronto para mí. No pasa nada, estoy preparado. -

Miro a Kuvia -Exacto, todo lo que hacia tu madre, lo hacia por un motivo, yo intente ayudarla siempre que me pedía consejos, pero al final era ella quien decidía, aún así nunca diré que se equivoco, pues siempre hacia algo por alguna razón, aunque al principio no lo comprendiésemos- volvió a su semblante serio y frío y miro a Gerald.

-Entonces según tu ¿porque nos han encerrado? ¿para que nos matemos entre nosotros? ¿es eso lo que dices? ¿porque deberíamos hacer eso? ¿y que sentido tiene que Naive encierre a su familia aquí? ¿para que mueran? no lo creo-

Estaba escuchando a todos lo que estaban diciendo... quise por el momento mantenerme al margen ya que estaban algunos ocupados, me intereso la pregunta que hizo Ankara porque estamos aquí y que quiere Naive de nosotros... y porque nos ha encerrado...

Me acerque muy lentamente a donde estaba algunos hablando y dije- No se que hacemos aquí encerrados pero si es cosa de Naive no tiene que ser muy bueno. Tiene que ser algo maquiavélica. De ella no sale nada bueno y como sea matarnos unos a otros eso no me parece bien. Porque eso es un juego sucio, siempre Naive ha querido jugar a juegos sucios y ser ella a la que creen y ser la que mandaba…. Odio a esas clases de personas que tiene que ser el centro de atención.
 

-Sí, lo sé.

Al ver cómo Ankara desvía su conversación hacia otro punto y cómo la Parca continúa sin hacerme caso me decido a ignorar a Shioban pese a la rabia que crece en mí para hacer algo más productivo, algo a lo que parece que todos temen... Quizá más incluso que a la muerte.

Avanzo resuelta hacia el pebetero y recorro el grabado con la yema de mis dedos, para sentirlo, para intentar averiguar qué secretos esconde, para extraer todo lo que pueda de él, para memorizarlo... Cada animal parece único e incompleto a su par, poderoso y salvaje y humilde, cada animal parece tener relación con otros tres más formando una extraña red y, más aún, dá la impresión de ser algún tipo de sello hacia algo más grande, más poderoso. Sonrío mientras siento la calidez bajo mis dedos.

- No, querida Ankara, no nos han encerrado para que nos matemos entre nosotros, en realidad, seguro que la idea de nuestras progenitoras era encerrarnos para lograr un bien común, entre todos. Pero como en todas las cosas, en todos los lugares, dónde hay personas que buscan el bien, hay otras que buscan el mal. - Geralt hablaba tranquilo, no parecía preocuparse por que toda la atención se centre en él. - Y es así como empieza todo. Oye, que tal vez me equivoco, que mañana al despertarnos no muere nadie, y todos me creerán mentiroso, o peor aún, que mañana por la mañana haya muerto gente, y más de lo mismo. -

El hombre abrió sus brazos, con las palmas de la mano hacia arriba, formando una balanza.

- Y entre más habláis, más me doy cuenta que el equilibrío de la balanza tambalea. El mal campa entre nosotros, estoy seguro de ello, y creo que puedo adivinar por lo menos a una persona malvada. Y no, no miréis a Aeidos. Él, en contra de lo que todos podáis pensar, no tiene nada de malo, es simplemente un brujo que no sabe jugar sus cartas. Pero, eh, es mi opinión. Podéis haced con ella lo que queráis. -

Mira fijamente a Gerald -Bien, sabes bastante de asunto parece y más que los demás por lo visto ¿porque no nos ilustras? dices que hay dos bandos aquí, los que buscan el bien y los que buscan el mal, bien, y dices saber al menos uno de los que buscan el mal ¿no consideras justo decírnoslo? ¿no deberíamos saberlo? aunque no se que pruebas tienes contra esa persona, no podemos guiarnos por corazonadas. En cuanto a Aeidos... no tengo nada contra él, seguramente sea el más honesto de todos- le sonrió y aunque intento que fuese una sonrisa amable, más bien parecía una mueca de asco.

- Si, claro que considero justo decirlo. Pero primero, algunas cosas. Yo no he dicho que aquí haya gente que busque el mal por que si, pero estarás de acuerdo conmigo que si una persona piensa negro, y otra persona piensa blanco, hay una clara división de opiniones. Y lo que está bien para una, está mal para la otra. Es a eso lo que me refiero. Seguramente que las personas "malas" para mí, tengan sus motivos para serlo y ellas pensarán lo mismo de mí. Bueno, creo que me estoy acostumbrando a ese problema. - Dijo Geralt explicando todo con detalle. - Y ya que estás tan ávida por saber quién es mi sospechoso, aunque en este caso es sospechosa, eres tú, querida Ankara. -

Geralt le devolvió la sonrisa con mucha tranquilidad.

Y era una sonrisa sincera, no ocultaba nada.

- Claro que ahora me pedirás pruebas, pero mira, no tengo pruebas que pueda darte. Sólo mi palabra y mis suposiciones. Y por supuesto, tu dirás que eres inocente, que eres buena, que no quieres hacer daño a nadie, y yo te creeré. Sin embargo, aunque haya verdad en tus palabras, deberías especificar a quién no quieres hacerle daño. Supongo que será a los que piensan como tú. -

Escucho atentamente las palabras de Gerald -Bien, es fácil sin duda acusar sin pruebas ¿de verdad esperas que diga que soy buena?- rió -Ser bueno es muy relativo, y de hecho creo que no hay nadie bueno aquí, ni si quiera tu mismo hijo de Gala, pero estoy acostumbrada a que me vean como una mala influencia o como la más traidora de todos, después de todo era consejera de Naive, yo asumía todos sus fracasos como míos, y quizás mi carácter te confunda, siento no ser tan cariñosa o cálida como tus amiguitas siervas de Gala, pero.... por fin tenemos un gallito en el corral, es el único que se a atrevido a acusar a alguien abiertamente, también deberías recordar que eres tu quien más sabe de este encierro, no yo, tu eres el que dice que esta noche caerá alguien- Sonrió, no iba a discutir algo que ella ya sabia.

- Es lamentable escuchar eso, Lady Ankara. Naivé te tenía en muy alta estima, hasta su exilio por lo menos. Y si, sé muy bien por que estamos aquí, creía haberlo dejado bien claro en mis palabras. Soy el primer hijo de Gala, eso ya lo tenéis claro, pero lo que no sabéis es que tras su muerte, se me encomendó una misión. Claro que tu como consejera estarías al tanto de ella. La misión era sencilla, ponerme en contacto con Naivé para formar este Aquelarre. - Geralt sonrió. - ¿Por qué os preguntaréis? Por que tanto Gala como Naivé tenían muy claro que entre sus filas había brujos y brujas que querían desbaratar todo lo que habían construido. Y para bien o para mal, ellas han hecho muchas cosas, y este es su legado. -

El brujo se sentó en una especie de roca que había por allí, para continuar hablando.

- Y la verdad es que, hay traidores entre nosotros. Tú eres una de ellas. Y con traidores me refiero a personas que tienen un ideal común, un ideal que no corresponde con el resto de los que estamos aquí. Hablas de Aeidos por ejemplo, y este brujo de lo único que ha pecado es de actuar demasiado pronto, nada más. Pero tú, bueno, tu te has desvelado, y eso, querida mía, como consejera de Naivé deja mucho que desear. -

Xar mira sin decir palabra a los que tanto hablan, pero una vez que están todos callados se decide a hacer un comentario a Vaechio.

Miente maestro, no lo escuchéis, no se que pretende Geralt con esto, pero en tan poco tiempo no ha podido averiguar que Aeidos y Ankara tienen intenciones oscuras hacía nosotros. Si hubiera usado poderes extraños para ello lo habríamos visto a no ser que los hubiera usado de noche pero aún no ha habido ninguna, y aunque pudiera haberlos usado no podría haberlo hecho en dos brujos en tan poco tiempo. 

Ciertamente maestro no se que intenta, tal vez encontrar una muerte rápida a manos de los que acusa o tal vez que los verdaderos traidores se delaten, no lo se, pero sea lo que sea es sin duda una jugada muy arriesgada. Espero que el hijo de Gala no caiga por no saber controlar sus palabras, yo confío en sus buenas intenciones, pero no se si los demás después de sus palabras pensarán como yo.

Asi que todo esto fue organizado por las arpias...Miro a mis lobos que se acercan...Atentos, muy atentos, puede que esta noche necesite de su ayuda...

Es cierto lo que dice Geralt, aunque desconocia que todo esto fueran planes de las Arpias, el Espiritu de la Luna me encomendo una misión que no comprendia hasta este momento y que va muy en contra de mis propios ideales...pero es cierto...en este Aquelarre estamos todos expuestos a morir cada noche, a manos de quienes Geralt llama traidores...pero tambien hay otros que no lo son y entre ellos hay quienes haran lo imposible por evitar las muertes...lo que se avecina ya no es asunto de la casa de Naivé contra la de Gala o al reves, ahora es sobrevivencia para tener el poder cuando todo esto termine de Cambiar el Destino de nuestros Imperios o de mantenerles como estan...

- Estoy de acuerdo con tus palabras Xar. En ese momento se encara hacia él. - Salvo por una cosa. Cierra su poderosa mano mostrando su puño. Si tiráis la piedra mostrar la mano y no la escondáis detrás de las faldas de vuestro maestro Vaechio.

Ladea la cabeza con incredulidad -Sospecháis de Geralt y luego acabáis diciendo que confiáis en sus buenas intenciones... una estruendosa y sonora carcajada invade la sala. JA!!! Eso es pura hipocresía Xar ¿no crees?

Busca con la mirada a Geralt –Muchacho, corréis bien pero fuera del camino y estáis a punto de tropezar. Y cuando lo hagáis no esperéis misericordia alguna.
 

Xar sonríe cuando el hombre con nombre planta le habla, enrealidad no cree que merezca la pena contestarlo, pero es de mala educación no hacerlo cuando se dirigen a el, o al menos eso es lo que su maestro le explicó.

En ningún momento lo he acusado de nada, no manipules mis palabras, lo que dije es que no puede saber cuales son las intenciones reales de Aeidos y Ankara, pero que sus palabras sin duda se deben a algún plan que el tiene.Y si, confío en su inocencia aunque no comprenda su... ¿táctica?

Coge el puño de Mandrágora y tras bajárselo le sigue hablando.

Y guardad vuestro puño y vuestras amenazas para cuando sean necesarias. A mi personalmente no me gusta alardear ni de mi fuerza ni de mis habilidades, me parece una estupidez y un gran error pues creo que desvelar nuestros puntos fuertes los convierte en puntos débiles. Yo prefiero actuar y hablar poco y creo que si todos hiciéramos lo mismo sin duda esos traidores de los que habláis no supondrían una amenaza para tantos discípulos de Gala y Naivé.

Mirada fija sobre Xar. - Llamar a una persona mentirosa es una acusación seria ¿Aunque para vos parece ser que no lo es? Tras un incomodo silencio acompañada de una curtida y cruel mirada. Insisto, lanzáis la piedra pero escondéis la mano.

El brazo de Mandrágora permanece inamovible y algo te dice que si intentas moverlo o desplazarlo solo quedarías en ridículo. –Mi fuerza y habilidades  me preceden, así que no tengo nada que ocultar. Eso les pasa a los hombres que han visto lo que hemos visto. Como las víboras, vamos muriendo. Reconocer la vida en cada sorbo de aire. En cada muerte que causamos... Ese es el camino que he elegido, el camino del guerrero.

Dicho esto da un par de pasos hacia atrás manteniendo la distancia sin apartar la mirada sobre Xar. Dispuesto a efectuar un golpe letal si este vuelve a dar un paso en falso.