Partida Rol por web

Ankara, relaja un poco que no es bueno para tu piel blanquecina. No te tengo que dar explicaciones de nada de lo que hice. Como tampoco me voy a volver a repetir lo que ya dije el primer día que llegamos todos aquí y nos quedamos encerrados.

Si ese día estabas dormida, lo siento querida no es mi problema. Ya lo dije en su día y el resto lo escuchó en cambio tú no, pues lo siento. La próxima vez estarás más atenta a cada cosa que se dice aquí. Porque no somos cotorras para estar repitiendo.

No dijiste su don, efectivamente pero tiras la piedra y escondes la mano. Ya que eres tan lista y tan astuta averigua el mío como con él. O pídele a la o el vidente que me mire. No tengo ningún problema.

No tengo nada más que decir.

Ah! si, procura no dormir más...

Sonríe y niega -No tengo que preguntar nada a nadie, puedo averiguarlo yo sola como hice con Gerald, sigo diciendo que no veis más haya de vuestras narices, quizás cuando os deis cuenta os arrepentís o sea tarde- decide pasar de él pues es la mejor opción.

Miro a Geralt con disgusto. - Nos enfrentas entre nosotros y luego te haces a un lado. Tus dedos señalan y acusan a otros sin fundamento para ello, y con argumentos basados en la intuición. Y luego pretendes hacernos sentir culpables por anticipado si votamos para eliminarte. Alardeas de tu inocencia y de lo estúpidos que seremos si te votamos.

Me cruzo de brazos y me muevo en círculos mientras hablo sin perderlo de vista. -  No es una mala estrategia, está claro que algunos se la han tragado. Pero yo estoy con Eriel. No me gusta tu soberbia, ni tu forma de dar todo por hecho. Y todo lo que haces y dices parece tener el objetivo de separarnos y provocar conflictos. - Detengo mi charla unos segundos. -  No me gustas ni un pelo. - Concluyo.

Tan ilusos son los que creen que mirando al pasado o con las conversaciones casuales que hubieron al principio ya puede descubrir toda la verdad, como los que creen o creerán que con las primeras votaciones ya verán la verdad. La verdad, así como la mentira, tiene muchas caras... y no vamos camino de desenmascararlas, sino de ahogarnos en ellas...  - dijo Kalin con el semblante triste.

Mustard observa la discusión, pero hablar por hablar sin tener nada que aportar no era su estilo. Habían allí cosas más importantes que esa. Cosas, como la historia de aquellas personas, a las que lejanamente podía considerar su familia.

Si, Naivé los había educado y nunca les faltó lo fundamental, pero cuando Naivé se fue llevándose solo consigo a su hija de sangre, y no a ellos, quedó claro cual era el orden de sus prioridades. Ellos no. Y sin embargo seguía teniendo una deuda de honor con aquella familia.

Se acerca entonces hacia Erial hablando en tono bajo, ya que aquello no tenía nada que ver con el resto de la discusión.

Erial... - se cruza de brazos con expresión severa ¿quizás imitando la postura del contrario? - ¿Cuanto tiempo más piensas esperar? Sé que es difícil, pero deberías superar lo que sea que te mantiene aquí y acercarte y hablar con tu hija... con tus hijas. No sabemos cuantos caeremos antes de mañana, así que el tiempo que pases alejado será tiempo que pierdas irremediablemente. 

Piénsalo, podría ser tu última oportunidad.

Había estado mucho tiempo callada, observando. Pero ya era el momento de hablar.

No sabía si mis actos, preocuparían a mi hermano, pero actuaba según dictaba mi corazón. Dirigí mis pasos hasta el lado de Ailish y dije con voz tímida:

- Tienes toda la razón - comencé a decir antes de girarme hacía a Geralt y seguir deciendo - Es difícil creerte, cuando en tan sólo un día dices saber el don de más de uno de los presentes. Mucho estudie en el castillo de Naivé y aún no he aprendido ningun medio por el que el destino te muestre todos sus secretos en tan solo un día.

- Primero señalas con el dedo, y luego con hechar la culpa sobre otros, ya crees que todo esta arreglado. Antes de encender la mecha deberías de desvelar tus secretos para estar en paridad.

Ahora me giro al resto y digo secundando una idea anteriormente dicha. - Como veis, mi vida ha estado siempre ligada al escudo del Imperio del Destino, pero no me tiembla la voz, en darle la razón, en alguien que vivió bajo el escudo de Gala.

- No deberíamos fijarnos en nuestos imperios, sino en nuestras palabas.

Mire de soslayo a Mustard, esperando que entendiera mi situación.

-¿Acaso viste sus cadáveres consumirse hasta perder el alma?

Mi primera pregunta, mis primeras palabras, son lanzadas al aire sin esperar siquiera respuesta pero esperando ser escuchadas por aquella que tan segura está de que no tiene nada que perder. Entonces alzo mis ojos hacia Cole y miro en los suyos, como buscando algún rasgo familiar o quizá algo oculto en ellos aunque ni yo misma sepa exactamente el qué.

-No sé tu nombre...

Protesto en un susurro ante el desconocido que tan amable está siendo conmigo extrañamente.

-Preferiría no acusar a nadie, pero si lo hago no será por que crea que me atacaste... Que puede, lo haré por que no me gustas, por que nos estás dividiendo... Pero no sé si lo haré. No... No quiero manchar mis manos con sangre de algún posible inocente... Pero no dudaré en hablar o pronunciarme.

Esas palabras me hacen colocarme al lado de mi hermana pero sin alejarme de Ankara o de Cole que tan amablemente se han acercado a mí, quizá su presencia me dé la fuerza que necesito y sólo por ello me atrevo a hablar con más soltura y bastante más de lo que suelo hacerlo.

-Además, acusaste en un principio a Ankara... Y ahora vas contra Arnau. No lo entiendo, lo siento.

Me encojo de hombros y me dispongo a abir la boca nuevamente y justo en ese momento son las palabras y gestos de Mustard los que me devuelven a la realidad y una pequeña e insignificante idea cruza por mi mente.

-Tú... ¿Cómo sometiste a mi madre si él -señalo a Cole- dice ser quien le ama? ¿Cómo le mantuviste a tu lado mientras ella iba a dormir con él? ¿Por qué ni siquiera te dirigió un gesto amable de despedida?

Miro el Pebetero.

-Son veinte animales, quizá si todos ponemos nuestras manos sobre él o derramamos algunas gotas pueda abrirse la puerta y salgamos de aquí.

Observo sencillamente aunque me detengo esta vez algo más en Kalin, Ailish y Prue y les dedico una sonrisa triste lo cual, añadido a la marca de mi labio tras el ataque, no resulta particularmente agradable a la vista y tan sólo añado unas palabras, recitadas como una letanía grabada a fuego.

-... Y en nuestros actos y en nuestras intenciones. Allí se esconde la verdad.

Las palabras de Mustard sorprenden a Erial. - Tienes razón, joven. Aunque algunos se empeñen en verlo como un todos contra todos, este cónclave es también una oportunidad. - Entonces se dirige a Geralt. - No voy a esconderme. Votaré por ti porque sé que mis sospechas aún no tienen una base sólida, y creo que con tus palabras eres más peligroso que los propios asesinos.

Entonces Erial abandona su posición de observación y avanza unos pasos hacia Eriel. La mira a los ojos tranquilamente. Por un instante deja de observar todo lo que hay a su alrededor y se centra sólo en ella. No se preocupa por dejar de aparentar y que algunas pequeñas arrugas aparezcan en su rostro.

- Eriel, hija. Es cierto que en muchas ocasiones he sido un necio. Sin embargo quiero que sepas que, sea cual sea tu papel en este lugar, en mí tienes un aliado.

No puedo reprimir mis sentimientos. Con paso decidido y rápido me dirigí hasta Geralt de Rivia y digo conl os dientes apretados: - Maldito mentiroso.

- Aeidos no provocó su muerte. No queriendo empezar una afrenta tan personal, miro hacía un lado y veo una roca en el lecho del lago. Aprieto mi puño y al instante esa piedra se vuelve un puñado de arena tras un fuerte crujido.

Vuelvo a mirar a Geralt y digo: - Vas a pagar tus mentiras, y tus acusaciones. No podía controlarme, era un sentimiento de rabía y opresión. Estaban inculpando a Eriel por su culpa y no era justo que sus mentiras quedaran vacías.

Los enfados de Prue eran peligrosos. Lo sabía por experiencia. Rápidamente se encamina hacia su hermana, apoyando una mano en su hombro y comenzando a hablar antes de que ella tuviese tiempo de reaccionar. Demasiadas veces en las riñas entre hermanos una palabra tardía había dado con sus huesos contra el suelo.

- Prue, tranquila... - detestaba emplear su magia con ella. Sabía que lo odiaría por ello, pero eso no sería nada nuevo. No era un mandato que cambiase la forma de ser. Sus palabras simplemente... serían difíciles de ignorar - Comprendo tu enfado, de verdad que si... pero no te haces ningún favor reaccionando aparentemente por nada. Calma. Si me pides que esté contigo te apoyaré, pero el único pecado de Gerald ha sido hablar demasiado rápido, suponer demasiado y adelantarse a los acontecimientos. Eso no lo convierte en culpable, sino en imprudente. ¿Me explicaras porqué sabes que es un mentiroso... o simplemente me pedirás que confíe en ti? - sonríe apaciguador - Para mí seria suficiente.

Sonrio cuando Ailish apoya mis palabras y Prue más tarde la secunda. Intento no reaccionar ante las acusaciones que se lanzan y observo como Mustard intenta tranquilizar a Prue y no arremeta contra Geralt, que se mantiene aún en silencio.

Absorta en el conflicto siento que alguien se acerca a mi y me habla, mi padre, aquel que se fue alejando de nuestras vidas pasando a ser un recuerdo difuso. Tras sus palabras no sé como reaccionar, lo miro: - Agradezco tu apoyo, demasiado tarde, no crees?- le dije con cierto pesar y resentimiento-. Lo miro a los ojos esperando su reacción.

Que bien, castigan a quien se atreve con valentia a exponer sus teorias, pero todos hacemos lo mismo y nadie va en contra de ellos, que facil es elejir a una victima dentro de este caos...comparto las palabras de Geralt, aunque tengo mis diferencias, pero aun asi le doy mi apoyo; los fundamentos a mis teorias son sustificados segun lo que he vivido...

Les explicare claramente lo que mi mente articulo antes de mi ataque...Todos sabran cual es mi Don...Soy la Protectora...cuando comenzo este encierro claramente demostre mi odio por la descendencia de Naivé, el cual aun sigue, pero ante las palabras de Mustard decidi hacer una tregua que para lo que esta acotensiendo es necesaria...pero analizando la situación y al ver que debia usar mi Don...tenia dos opciones...Proteger a Kuvia o a Mi, era evidente que los traidores podrian usar mi enfrentamiento contra las hijas de Naivé como forma de desviar sospechas, finalmente opte por autoprotegerme, pues asi tendria otro chance de realizar mi labor...pero...el ataque a Kuvia y ver que esta no murio me hace dudar...las palabras de Geralt son solo como una gusanito dando fuerza a una de mis teorias...¿Fui victima por que los traidores querian despistar y culpar a las hijas de Naivé de haberme matado? pero al sobrevivir Kuvia tengo otra duda...¿Los traidores la llevaron de su lado por que quieren protegerla, entonces eso hace pensar que quizas Eriel y Ankara sean traidoras?...en fin son muchas suposiciones las que se pueden sacar...yo solo recurro a las que en mi mente tienen mas fuerza, si bien Ankara no me ha demostrado en ningun momento que sea una traidora, sí su deseo de proteger a las hijas de Naivé me hace pensar que podria estar con ellas....Claramente no tengo pruebas contundentes...pero asi como dicen que Geralt miente los demas que estan en su contra tambien podrian hacerlo...De momento lo unico claro para mi, es que no votare a las hijas de Naivé ni a Ankara, por que prefiero mantener mi Tregua, en señal de que mi odio por ellas lo he dejado fuera de este encierro y solo si las acuso es por las teorias que se gestan en mi cabeza...toman fuerza.

Ahora las palabras de Prue me llaman profundamente la atención....¿de que te has dado cuenta mi niña?...quizas descubriste en Aeidos algo que solo aquel que puede ver el alma de los caidos podria saber...Sonrio...

- Vale, Prue, estoy conjeturando. Lo mejor de todo es que es su palabra, la de Aeidos, contra la mía, así que, supongo que el tiempo dirá si tengo o no razón. Sin embargo, ahora que lo dices, ¿puedes comunicarte con él? Es decir, tu eres la Medium del grupo. ¿Te parece bonito decir abiertamente tu Don? Bueno, o tal vez estoy conjeturando otra vez, pero como estás tan segura que nuestro amigo Aeidos no provocó su muerte, vuelvo a decir lo mismo. No me nombréis, dejadme en paz. Ya habéis decidido mi muerte el primer día, eso si, por hablar demasiado y acusar sin razón, según vosotros. -

El brujo sonrió otra vez.

- Sé que la verdad os duele, y espero que con mi muerte bajo vuestras manos, por lo menos cuando descubráis la verdad, os déis cuenta que os habéis equivocado. Con eso, mi vida o mi muerte no habrá sido en vano. -

Continuó.

- Por cierto, si creéis que acuso y escondo la mano, no sé más que decir. He acusado a Ankara y a Arnau. Y después, o Drakonia o Kuvia, una de las dos es una traidora. Pero bueno, con tranquilidad, no me matéis antes de tiempo. -

Geralt, cada vez estoy más convencido en que eres de los malos en tu insistencia en acusar de traidoras a Drakonia o Kuvia. ¿No será que tienes miedo de que no podáis acabar con ellas de noche, y queréis que el resto os hagamos el trabajo de día?  - dijo con una leve sonrisa en sus labios pero una intensa furia en sus ojos - Y bueno, replicar a otro por decir su don, cuando tu has sido quien ha abierto la caja de los truenos*, es el colmo de la ironía. Sólo espero que si únicamente eres un necio, no hayas sido tan necio de desaprovechar un don importante cuando te llegue la muerte que tanto estás aceptando. Que, sea dicho por mi parte, no tendré reparos en que así sea...

-Pero... Pero...

Comienzo a decir con la boca entreabierta y completamente incrédula ante lo que mis ojos están viendo hasta el punto de cruzarme de brazos y bufar con un gesto de evidente malhumor infantil.

-Aunque parece que nadie me escucha, si mi hermana confía en Erial le daré un voto de confianza por ahora. Si Prue, ¿hermana? de Mustard desconfía de Geralt, y parece no ser la única... Os apoyaré con lo poco que pueda.

Mi voz sigue siendo de enojo, pero no desmesurado, si no un enojo controlado y peligroso, como una tormenta bien encauzada o un maremoto bien dirigido. Respiro unos segundos antes de volver a hablar, sin perder el tono de mi voz ni descruzar mis brazos.

-Pero estaré vigilándote, Erial. En cuanto a vuestra teoría... Me explicó mi madre que aquellos que son traidores sólo pueden hacer un movimiento por la noche, o serían descubiertos... Si tan segura está la invocadora de que la atacaron a ella sólo nos quedan dos opciones: o hay dos grupos de traidores... o a mí no me atacaron los traidores.

Sin mucho más que añadir cierro los ojos.

-Y repito la idea del pebetero para quizá salir de aquí sin tener que matarnos entre nosotros.

Ni aún así separo mis brazos, está claro que la mayoría no desea escucharme. Con desgana me coloco al lado de mi hermana para manifestar mi apoyo hacia ella pese a la situación actual.

- Bueno, querido Kalin. Si no has logrado ver la ironía de mis palabras, la verdad, es que no sé por que no me suicido ahora mismo. Si lo que digo yo está mal, pero cuando lo dice otro está bien. De verdad, algunos parecéis tener la mente de una almeja, así de pequeña. Pero que tranquilos, no os voy a guardar ningún rencor si decidís matarme esta tarde. ¿Por qué voy a sentir rencor por hombres y mujeres que no tienen ni dos dedos de frente? Oh, perdonad si os ofendo, tal vez mis palabras sean muy duras... o tal vez sea por que soy hijo de Gala... ¿Ella hablaba así, no es cierto? Tal vez haya sacado algo más que sus poderes como Brujo. - Dijo muy tranquilo Geralt. - Así que no sé por que seguís escondiendo lo evidente. Y ya os lo he dicho, espero que mi muerte sirva para que os déis cuentas de algunas cosas. Y perdón si mis palabras ofenden a vuestros sutiles oídos. Pensé que estaba rodeado de Brujos y de Brujas, no de oligofrénicos que no saben distinguir palabras verdaderas de puras elucubraciones. Pero oye, por lo menos podré hablar con Aeidos allí dónde esté, y con Prue, aunque no me crea. -

Miró a Kuvia con una sonrisa.

- Por cierto, niña, cada vez que te escucho hablar, más me parece escuchar a Naivé. Crece de una vez o deja de decir tantas sandeces. Aquí venimos a matarnos, no a llorar y hacerse la inocente, cuando cada minuto que pasa, pienso que eres la traidora que estamos buscando. -

Seguían esta gente con la misma cantinela discutiendo o debatiendo quien miente o quien no miente... y me cansaba de escuchar lo mismo. Solo quería que llegase a un de acuerdo de una vez.
Ahora Drakonia a dicho que es una protectora a saber si esta diciendo la verdad porque puede ser estrategia, lo que si que tenia muy claro en que la iba a tener en el punto de mira al igual que Geralt. De momento los tendré en cuarentena haber si lo que dicen es falso... porque no me fió de ellos.

Seguían algunos recordando el pasado o nombraban a nuestras ante pasadas, podían dejarlas en paz.

Haber chicos y chicas podéis dejar el temas si kuvia se parece a Naive porque lo que estáis haciendo es siempre nombrar a nuestras ante pasadas, y parece esto un callejón sin salido siempre con el mismo tema. Dejar de discutir o de acusar por acusar. Y cada uno tiene sus dones o poderes los que tenga. Y no los quieren desvelar me parece bien porque nadie mandamos en cada uno.

Aqui muchas os creeis el centro del universo, y no sios si no marionetas en una obra de treatro de cuyo final aun esta por escribir, seris necios.

Detras de vuestras acciones hay otra mano que os cunduce por el camino escrito en las esterllas acaso no lo veis, si es asi estais ciegos, y ello os conducira a una muerte segura.

Erial sostiene durante un instante la mirada de su hija. - Eriel, no me caracterizo por negar mis errores. Sé que es tarde, han pasado años, y entiendo que puede no ser el mejor momento. No voy a presionarte, ya suficientemente difícil tiene que estar siendo esto. Pero cuando necesites algo, o cuando estés preparada, ven a mí. Recuerda que soy de los pocos - dice echando un vistazo a varios de los presentes: Geralt, Drakonia, Cole,... - que no te juzgará jamás.

Después de estas palabras su rostro poco a poco vuelve a ser el habitual. Sin dejar de mirar a Eriel comienza a hablar en un tono de voz completamente diferente, dirigiéndose esta vez a Drakonia. - Tus acusaciones ni siquiera se sostienen - comienza, sin mirarla ni especificar a quién está hablando. - La pequeña Kuvia - dice haciendo a la niña un leve asentimiento con la cabeza - no puede haber sido atacada para ser protegida. Eso es completamente contradictorio si los atacantes no sabían que se uniría a ellos, y no veo cómo podrían saberlo. No quiero tener que repetir las advertencias que te hice ayer. No paras de hablar de promesas sobre la sangre que no derramarás mientras tratas de manipular a otros para que la derramen por ti. Estás jugando con un hielo peor que el fuego más ardiente. - termina, haciendo una referencia a su propio poder.

Tras esto se acerca despacio a examinar el pebetero. Se inclina al lado a examinarlo. - Kuvia, tienes razón en que parece especial. ¿Crees realmente que deberíamos derramar unas gotas de nuestra sangre sobre él?

jajajaajaja, ay, lo cierto es que contigo no me harto de reir Geralt, por cierto, ya he descubierto tu Don, tu eres el Bufon....bueno, lo cierto es que si te dejan tiempo a lo mejor acabas autoacusandote, ¿no te oyes? ya has acasado a Ankara, Drakonia, Kuvia y a mi de traidores...4 no esta mal. Luego acusas de fingir su propia muerte a Aeidos, y por si fuera poco insultas a todos los demas....y luego diras que te han matado por no se que....supongo que no estas aqui para hacer amigos pero lo tuyo en un rango de popularidad es brutal, insisto, se que no estamos aqui para darnos palmaditas en la espalda pero lo tuyo raya casi casi en la demencia. Bueno, solo espero que podamos dar con la solucion al problema por cierto ¿que rayos es eso del pebetero? ¿cual es tu idea niña?