Partida Rol por web

Estás cavando tu propia tumba a conciencia, Xar. Felicidades por tu profesionalidad... Al final vas a lograr lo que buscas - Piensa Mustard con Ironía. - Dí lo que quieras, Xar... a mí no me hubiese importado entregar mi corazón a una mujer como ella si es a cambio de mi propia vida. Quizás me falta orgullo...

Sentir ahora el apoyo de su hermana y ver su propia expresión en ese mudo consuelo lo desarmó, por lo que solo asiente a sus palabras. - No digas más... ya lo sé. - ¿Cómo decirle que ahora la comprendía mejor que nunca? ¿cómo expresarle que pasara lo que pasara, estaría a su lado? Por un momento recordó todos los años de instrucción compartidos y cómo los pasillos de piedra se les fueron haciendo día a día más inmensos, más fríos sin la presencia de su salvadora, a la que él había aprendido a querer como a una madre, a pesar de la acritud constante de su hermana hacia la situación. Y la comprendía, siempre lo había hecho... Tan diferentes y tan parecidos. - El uso de mi don no aguarda eternamente...

Nuevamente se vuelve a la tendida para hablarle en un susurro.

- Cruel espíritu que me robas lo más preciado. Honra ese secreto y concede el aliento ...

​Pero Mustard interrumpe sus palabras a la mitad el hechizo, mordiéndose el labio, y mira a su Hermana - Ahora ni siquiera soy capaz de saber si debería usar o no mi don...

Mira de nuevo a la caída y termina en un susurro. Una lágrima escapa de sus esfuerzos por contenerla, manchando la mejilla de Drakonia - ^{Ella no se merecía esto...}

Miro a mi hermana tras sus palabras, le aprieto su mano en señal de apoyo.

_{Demuestra lo fuerte que eres} -susurré a kuvia-

Miré al resto, la ira flotaba en el aire y la sed de venganza por la muerte de Drakonia eran claras. Observé a Mustard, su tristeza me abrumaba, realmente apreciaba a la bruja.

- Deberíamos calmarnos, este remolino de ira solo llevará más muerte- dije- y Vaechio controla tu lengua- dije mirando al brujo- Por cierto, Arnau fue el artifice de los cambios -dije mirando a Xar- tenía el don de la locura y apestaba a traición- sentencié-

Seguidamente busqué a mi padre con la mirada, algo en mi interior se removía..miedo quizás por perderle.

-Ailish es inocente, usa tu don en ella, Mustard, y obrarás con sabiduría.

Digo justo antes de sentir el apretón de mi hermana y sonreírle con dulzura y finalmente asentir con firmeza, incluso pese a las palabras de Mandrágora que en cualquier otro momento me hubiesen hecho temblar por completo.

Mis voz se dirige hacia Xar aunque mis ojos no abandonan a Vaechio en ningún momento.

-Xar, no sospecho de él, SÉ que es un traidor, SÉ que usó sus cartas para terminar con Ailish, al igual que SÉ que yo le protegí de la mirada acechadora de... ¿Prue? Me pareció entrever. Y como dije antes: me arrepiento de haberle dado cobertura.

Entonces mi voz cambia de objetivo pero mi mirada sigue tal cual seguirá en los ojos de mi acusado.

-Elvira, yo sí confío en Shioban, dame un voto de confianza este anochecer, te lo ruego, y deja que quien lo desee mire en el corazón de Xar para saber si miente o no lo hace.

Nuevamente un cambio de objetivo, pero la contundencia no disminuye en ningún momento.

-Cuento contigo, hermana, y con tu... Fuerza, para terminar con la amenaza.

Mi voz ahora tiene dos objetivos.

-Kalin y Mandrágora, habéis demostrado ser sabios y perspicaces, creo que no necesitáis que os diga nada más. Aunque responderé encantada a vuestras dudas.

Mi voz se alza, siento mi corazón acelerado por la emoción que me embarga con la decisión tomada, todo o nada... Y posiblemente fuese nada, pero eso no me importa en absoluto.

-A las de ellos y a las de cualquiera que las tenga. Shioban, viste el bien en mí y confiaste en mí... También cuento contigo para terminar con Vaechio.

Kuvia, no hablamos de mentiras, si no de intenciones ocultas.... Drakonia ya confirmo tambien el cambio, pero las acusacion para contra esta, vienen de antes y es por eso que se que las intenciones de Xar no son buenas, y tampoco las de Shioban.

Dejaremos a Shioban un dia mas, pero Xar tiene que morir.

Yo confiaré en las palabras de Kuvia, así que mi voto irá para Vaechio. Y sería bueno que el resto hiciera lo mismo - añade Kalin.

Escuche atenta a lo que decía Kuvia confié el ella y sigo confiado porque le di un voto de confianza...
Pero lo que no veía bien ahora que porque dos personas nos estemos exponiendo ahora somos lo culpables y nos quieran matar, pero yo no le tenia miedo a la muerte sabia lo que era y el don que poseía y que iba a defender la verdad.

-Solo voy a decir esto Elvira si crees tanto en Drakonia, sigue confiando en ella, yo no tengo ningún problema en morir. Pero se  a quienes vi. Y lo que dije era la verdad, De cada uno. Pero siento decirte que te estas equivocando de personas por pensar que soy  una traidora... estoy prepara y con las manos bien abiertas para morir.

Me acerco a Kuvia  le miro y le digo: -Gracias por darme un voto de confianza, pero no hace falta, solo te pido que vigiles bien tus espaldas porque aquí esta lleno de falsos... Protégete a ti misma y no mires por los demás.

Vamos a ver Elvira yo soy quien os puede salvar la vida, vótame si quieres pero eso solo perjudicará a los inocentes y fortalecerá a los asesinos... aunque tal vez sea eso lo que quieres.

Desde el principio desconfié de Drakonia por sus acusaciones estúpidas acerca de asesinos supersónicos que se atacaban entre ellos, estuve equivocado y lo reconozco, pero por desgracia yo sin querer me convertí en un ser corrupto por la influencia de Geralt, pero como sabéis esa corrupción pasó a Drakonia gracias a Arnau y por eso había que eliminarla, si me hubierais eliminado antes de ser el que os salvará la vida lo entendería pero ahora no tiene ningún sentido. Realmente no entiendo tus dudas hacia mi cuando la propia Drakonia dijo que yo tenía razón y ella era la nigromante y yo el protector.

¿Acaso no quieres que salve la vida de los inocentes que hay aquí?

Y en cuanto a ti Kuvia como sabes eso de Vaechio?

Mustard no podía aguantar las lágrimas mientras sus dientes cortaban con rabia sus labios… La sal de sus labios rompía sobre el dulce de su sangre, en el pecho de Drakonia.

Había que aceptar la pérdida de lo que podría haber sido… la pérdida de lo desconocido…

Con nostalgia en la mirada dejo el cuerpo descansar sobre el suelo, para no seguir manchando su letargo con aquellos sentimientos.

Volvió la mirada a sus compañeros de sufrimiento, mirando el horizonte, buscando respuestas que nunca llegarían…

Y fue entonces que un frío suspiro llenó el lugar… Los oídos de Mustard apreciaban el roce de la hierba contra el suelo…

No podía evitarlo, y aún con lágrimas en la mirada, se giró para comprobar era cierto aquel rumor en su cabeza… Como un sueño hecho realidad, Drakonia, despertaba de la fría muerte… Su cuerpo desnudo, poco a poco iba asumiendo el color oscuro de los golpes recibidos por la noche… aunque aún había dos testigos que dejarían huella de aquel suceso… dos marcas en sus muñecas que siempre devolverían a su mirada la oscura realidad que la muerte le mostró.

Mostrando tan solo su cuerpo despojado a Mustard se alzó sobre el suelo y cubrió su cuerpo, mientras el viento ondeaba en aquella tarde su pelo dejando un rastro a miel en el ambiente.

Tras cubrirse, se acercó a él y secó sus lágrimas con la yema de uno de sus dedos y luego probó su sabor con gestos cercanos.

Lo miró a los ojos y dijo: Demasiada sal, para un momento tan dulce…

Sus palabras se perdieron en un eterno abrazo…

Creo en el cambio de poder, no en el cambio de sentimiento..... lo que mora en lo mas hondo de tu ser morira hoy Xar...

Me alegra verte de nuevo Drakonia....Gracias Mustard, por hacer este desgaste de poder, para traerla de nuevo....

Drakonia......-susurré con una sonrisa en el rostro-

Aquella imagen de afecto y cariño descubrió que entre tanta rabia, venganza y dolor había espacio para la esperanza y el amor. Apesar de que muchos de los presentes vieran con pesar la vuelta de Drakonia.

La vuelta de Drakonia, dejaba una herida en el alma de Eriel, pues todos los caídos parecían volver. Pero aquella mirada fría que había llenado en algunos momentos los silencios tras la muerte, no volvía a la vida…

Quería parecer fuerte, aguantar las lágrimas… reprimir sus sentimientos, debía de intentarlo aunque fuera para aparentar delante de su hermana.

Respiraba y mirada su cuerpo tendido… y una fría brisa toco su mejilla,  y su recuerdo lo hizo inevitable…

Un grito de dolor asoló el lugar… Eriel caía de rodillas contra el suelo…sus ojos rompían entre lágrimas mientras sus manos golpeaban en el suelo.

La soledad de su existencia dejaba un eco en vuestras mentes, mientras sin poderlo evitar lloraba por un alma amiga.

Mientras las amargas lágrimas brotaban de sus ojos, y rompían entre el suelo… con miedo en la voz, Eriel balbuceaba mientras sus manos agarraban con rabia la hierba bajo sus palmas…

¿Por qué?... ¿Por qué tú no?... ¿POR QUÉ?....

Sus últimas palabras sonaron más como un alarido que como un lamento, y mientras la sórdida pregunta retumbaba en vuestros oídos, y Eriel se sumía en un laberinto de tristeza y llanto una delgada planta comenzó a brotar bajo su mano apoyada en el suelo…

Como si de una enredadera se tratase… comenzó a surgir abriéndose paso entre vosotros, acortando la distancia entre Eriel y el cuerpo inerte de Ailish.

Al llegar junto al cuerpo de la caída la yedra dejó de crecer, dejando caer sobre una de las manos de Ailish una delicada rosa, adornada de colores naranjas y carmesí.

La flor se posó sobre esta y poco a poco se iba marchitando… a la vez que el delgado hilo que aún aferraba la vida de Ailish se desvanecía…

La rosa asumía el veneno que inundaba el cuerpo de Ailish… perdiendo su vida, donando su esencia a la dama del cambio…

Ya no había momento para ocultar su don, ahora tan solo Eriel podía mirar el cuerpo de su amiga necesitaba volverla a escuchar…

Con torpes pasos se dirigió hasta ella, a su lado se arrodillo, mientras Ailish despertaba de una profunda pesadilla, se estremecía desprendiéndose de las marcas que la muerte había dejado en su piel.

Los fríos ojos de Ailish encontraron la húmeda mirada de Eriel… La pequeña hija del Cambio agradecía su regalo con abrazo y un caricia mientras se miraban a los ojos.

Entonces Eriel retomo su compostura y aclarándose la voz, se alzó y tendiéndole la mano dijo: Vamos… te estábamos esperando…

Otra muerta que volvía a la vida, y otro llanto con consuelo, en un día que tan solo acababa de empezar.

Mustard sonríe a las palabras de Elvira y asiente sin decir nada. Acaricia entonces el rostro de la bruja recién resucitada, sin ocultar la emoción que ahora le hinchaba el alma. Ignora todo lo demás. 

- ¿Y cómo deseáis que os dé la bienvenida? - Había recuperado el alma del pícaro y las ganas por luchar por lo que deseaba... 

Pero allí, en ese momento y lugar, sólo tenía ojos para ella. El primer soplo de aire fresco tras un amanecer cargado de malos presagios.

Entonces escuchó el llanto de Eriel, su compañera de infancia, y contempló con agrado el segundo milagro que traía la jornada. No quiso interrumpirlas.

Mira entonces a Kuvia.

- Creo que tú también querrás saludarla.

Sólo ahora, sólo tras mi hermana, sólo tras el regreso de Ailish, dejo de mirar a Vaechio y me concentro en lo que realmente es importante: la familia, la amistad.

Corro sin dudar hacia Ailish y la rodeo con fuerza con mis brazos y emocionada, sin intentar ocultarlo, sin esforzarme por aparentar lo contrario.

-¡Me alegro tanto de que estés de vuelta!

Miro entonces a mi hermana y no puedo evitar sentir vergüenza ¿tan grande era la diferencia de poder entre ambas? Está claro que sí. Pero no me importa, ella ha conseguido lo que buscaba y eso me hace sonreír, sentirme bien, e incluso siento como si un enorme peso abandonase mi corazón para ser, quizá, un poco más libre.

-Voy a decirlo una vez más, para aquellos que no me crean: Ví a Vaechio usar sus cartas para terminar con Ailish. Yo misma le ayudé, le protegí de ser descubierto por Prue... Y me arrepiento de ello. Caí en su juego, pero ya no soy más su peón. Sé que es difícil de creer... Pero os pido confianza. Os pido dejar de un lado la muerte, la rabia, la impotencia, la venganza... O el mal se hará fuerte entre nosotros. Lo... Lo sé.

Me alejo un paso para que ambas puedan estar juntas y volver a mirar a Vaechio, pero ésta vez desvío mi mirada en un desdén indicativo de la poca importancia que tiene ese hombre para mí, del poco poder que le resta sobre mí.

-Hermana... Gracias. Muchas gracias. Gracias a tí... Me siento mejor. Gracias por arreglar lo que yo he roto... Siempre... Siempre rompo las cosas. Pero mejoraré, lo prometo.

Prue le alejo ligeramente al ver despertar a Drakonia, su hermano ya no necesitaba consuelo, eso le agradaba pero no se fiaba del regreso de aquella mujer. No bastante si había sido una decisión de su hermano la toleraría. Por otra parta un grito conocido y añejo hizo eco en sus oídos. Y con el el regreso de otra mujer. Si todas volvían podría ser bueno, o terriblemente malo si ellas eran las que asesinaban y la Elm ahora solo confiaba en los de su sangre.

-De que hablas niña. Yo no e visto nada ni nadie en la noche. Perdí mi don por culpa de un loco y como pago por los errores de mi hermano, nada mas. No inventes historias, que seas la hija de Naive no te da derecho a contar mentiras sobre mi.-Estaba molesta y furiosa como se atrevía esa niña mimada a hablar tan a la ligera de ella. Dio un paso hacia adelante amenazadora, pero la presencia de Eriel la hizo retroceder, no era momento para perder el control.

Al mirar a Prue agacho la cabeza y la mirada algo avergonzada.

-Quise decir... Que creía que eras tú la sombra que acechaba a Vaechio, perdona si... He presupuesto demasiado sobre tí.

Salgo de las sombras de la muerte confusa. - Justo cuando te lamentabas de no tener amigos, la vida te da una bofetada, pequeña Ailish. Aquí hay una lección que tienes que aprender. - Mis ojos se clavan en los de Eriel, la persona a la que debo mi regreso. Una de las pocas personas en las que empiezo a confiar en este lugar. Y una sonrisa absolutamente sincera asoma a mi rostro antes de que mis brazos se lancen a abrazar a la muchacha.

- Gracias. - Mi tono es cálido. Pero enseguida siento un poco de vergüenza por mostrar así mis sentimientos a todos y trato de darle un toque de humor con una media sonrisa. - En el otro lado ni siquiera me quedaba el consuelo de suicidarme para no oír a Cole.

Entonces la pequeña Kuvia se me acerca y me abraza directamente. Jamás había recibido tanto cariño, ni en toda mi vida junta, y los sentimientos afloran en forma de una pequeña lágrima de emoción que se desliza solitaria por mi mejilla mientras le doy un beso en la cabeza a la pequeña.

Luego me suelta y escucho sus palabras mientras me recompongo y la furia que siento hacia Vaechio comienza a formar un remolino a mis pies. Mis ojos son fríos cuando lo miro y me dirijo a él. - Nunca me habías gustado, pero te respetaba como a los demás. Si es cierto que me has atacado como dice Kuvia, has cometido un tremendo error. Pues ahora he vuelto y haré todo lo que esté en mi mano para vengarme.

Anabel no pudo evitar sonreír con completa ternura al ver como Drakonia volvía a la vida, abrazando a Mustard con el cariño que solo puede procesar una madre. Hoy era un gran día, un hermoso día de amor entre tanta sangre: dos difuntos vueltos a la vida por los poderosos sentimientos de dos personas queridas. Hermanos, hijos. 

Aquello que ella había perdido hacía ya tanto tiempo...

Con lentitud, Anabel se acercó y tomó la pútrida flor que había purgado a Ailish, quebrándola reseca como estaba en su mano. El polvo que antiguamente había sido los pétalos de la flor abonó el suelo mientras la guerrera musitaba una suave letanía.

Pero había algo más en el conclave. El mal no había desaparecido, y debía hacerlo si alguien quería que aquellos momentos volvieran a repetirse. 

- Pues de quién no me fio es de la niña.- admitió Anabel, mientras su sonrisa desaparecía por momentos. Cada vez una historia. Y si he de fiarme de ella solo por tener la cara de una muñeca vais listos. Ella misma ha admitido ser un complice. Primero no tenía habilidades y ahora ha sido capaz de camuflar a un presunto asesino. Nunca he sido una buena detective, pero ahí veo incoherencias.

Al abrir los ojos y ver a Mustard sonrei...una sonrisa de gratitud, de amor, de confianza, de tranquilidad...de paz...camine lentamente hacia el brujo que me devolvia la vida...sin decir nada un abrazo calido y beso en la frente representaba mi gratitud...Sabia que no me olvidarias, gracias...

Coji de la mano a Mustard y mire a los demas...

Gracias Elvira, se que tu cambio hacia mi es por que sabes que no miento y actuo en consecuencia...Les contare lo que entre los muertos se comenta...Ankara no fue la que ocaciono los cambios de Don, pero no alcanzo a confirmar si era la Cazadora, Geralt insiste en que hay que tener cuidado con Kuvia...Miro a la pequeña bruja...Y por lo visto tienen parte de razón sus palabras, acabas de decir algo que de verdad me sorprende, pero no sere yo la que comience algun jucio contra ti...

Tenemos un grave problema, estamos acusando a inocentes por capricho, no podemos dejar que otros ensucien nuestro jucio, por favor, Brujas y Brujos del Cambio y Destino, busquemos a los culpables y dejemos los caprichos a un lado...Miro a Xar y a Shioban...

Aun puedo traer a dos caidos, si bien seran mis lacayos, no pretendo influir en su libre albedrío...pues mi idea es trabajar en conjunto para destruir a los traidores...

Vuelvo a mirar a Xar...Te ruego Protector, que cuides a Prue y Mustard...son parte clave para triunfar...y todos sabes por que.....

Miro a Ailish...Es bueno verte aqui, pues eres testigo de lo que he dicho de los muertos...y te ayudare a vengar tu muerte...

Drakonia suelta la mano de Mustard...Solo un momento...debo traer de regreso a mis niños...La invocadora uso su magia para darle vida a dos criaturas, un hermoso corcel marrón y un halcon imperial...cuando un destello de luz dejo ver sus cuerpos ya formados, ambos animales se acercaron a Drakonia, el caballo ofrecio su testa para acariciarle y el halcon se poso en el hombro de Mustard...Bienvenidos...dijo la Invocadora sonriendo...

Erial observa la resurrección de Ailish con satisfacción. Después se dirige hacia Eriel, su hija, para darle una palabra sincera.

- Gracias.

Tras escuchar la explicación de Drakonia no puede evitar intervenir.

- Drakonia, lo que te niegas a hacer es sin duda de lo más útil que he oído. ¿Por qué no traer de vuelta a Arnau y obligarle a confesar quiénes son sus cómplices? Quizá no sean las mejores artes, pero evitaría muchas muertes.

Con una sonrisa de satisfacción en los labios...

Erial...que mas quisiera, pero ya no puedo, el espiritu animal que salio de mi cuerpo cuando cai, me ha regalado un nuevo don...Shioban no hacia bien su trabajo siendo la Vidente, pues solo nos confundia, ahora tengo su Don y lo usare para desvelar a los traidores...Ella es ahora la Nigromante...veremos si es capaz de trabajar de nuestro lado...pero sigo siendo una presa sabrosa para los traidores...