Partida Rol por web

- ¿Demencia habitual? - niega, riéndose entre dientes al escuchar a Kalim - Lo peor es que te comprendo... y tendrás que perdonarme, Alexandra, cada vez estoy más convencido de que Cole... se confunde en demasiadas cosas. La suya no es una opinión que vaya a tener muy en cuenta.

Y Ankara... supongo que tienes razón. - su expresión se vuelve más seria - Quizás nunca debí tener la actitud que mostré en los primeros días, demasiado abierta y honesta...

Pero el amor que siento... - se detiene in instante, dándose cuenta de que había hablado en presente. Suspira antes de continuar -  ...por Xar me hizo ser imprudente. Tenia la esperanza de que me atacaran al desvelar mi don, y con eso evitar una muerte, pero no lo logré. 

Tal vez debería haber hecho mía tu prudencia - Momento en que mira a su hermana y asiente - y no habría perdido mi poder. Al menos... - mira a Eriel ahora - sabemos que está en buenas manos.

Y en otra cosa te daré la razón, Kalin... cada vez parece más difícil decidir.

Escucho todo lo que se decía -Mustard no te juzgo por que creas que no soy de fiar, eres como de mi familia, ya que  os crié a ti y a la pequeña Prue y jamás desconfiaría de vosotros dos, vosotros en cambio si podéis hacerlo de mi, la mujer misteriosa que siempre daba consejos a Naive desde las sombras, aunque pocas veces me hiciese caso- los miro y sonrió, quizás con algo de nostalgia -Pero que normalmente sea fría y distante no me convierte en una asesina, o eso creo ¿no?, he de decir que en esa ocasión, que te eche una reprimenda por endulzar tus palabras.... me equivoque, tienes todo el derecho a ser dulce en estos momentos difíciles, más siendo lo que eres, un bardo, pero me choco que lo hicieses con Drakonia, pues no la creía inocente-

Escuchando las palabras de su mentora no puede hacer más que suspirar y asentir en silenciosa respuesta. Toma su mano, inclinándose en una reverencia para besarla, sin duda agradeciendo su esfuerzo y dedicación. La reprimenda estaba perdonada. Un momento después, se separa nuevamente un paso de ella para dirigirse a los demás, haciendo un poco de repaso de la situación.

Tenemos pocas o ninguna certeza. Ahora mismo aquí somos Ailish, Alexandra, Anabel, Ankara, Elvira, Erial, Eriel, Kalin, Kuvia, Mandrágora, Shioban, Xar, Prue y yo mismo. No sabemos si por algún azar del destino, alguno de los regresados porta la marca de la luna. 

De entre ellos, Shioban ha cambiado su don, mientras que el resto sencillamente no se ha pronunciado al respecto. Supongo que hacen bien en guardar la discreción, pero ahora... la decisión se hace difícil.

Nueve de los nombrados ya estábamos aquí antes de estas resurrecciones. La única opción es que al menos entre nosotros haya uno o más traidores. 

Hace una pausa, meditando sobre cada nombre.

En varios de los que he nombrado confiaría ciegamente, en otros no. Sin información fiable solo podemos... arriesgarnos a no cometer una equivocación. - por su expresión es evidente que tiene ya un mínimo de dos personas seleccionadas, pero la decisión es difícil y no está nada seguro de ella. Irremediablemente su mirada se pasea entre Kuvia, Anabel, Shioban y Kalin.

Sonrio ante el comentario de Mustard y digo:
- Estoy de acuerdo con Erial....las casualidades no existen - dije mirando a las tres recién llegadas- y ante las palabras de Cole no merece hacerle mención, dado que desde el principio su intención no ha sido ayudar, sino más bien lo contrario...

Las palabras de Cole me chocan, me hacen abrir los ojos. ¿Quién diantres es ese hombre? Pero lo que sea que fuese a pensar se vé rápidamente truncado por las palabras de Erial, le miro y parpadeo dos veces. Me cruzo de brazos en un gesto infantil y nuevamente antes de replicar es Mandrágora quien revuelve mi pelo y le miro. Sonrío como si con ese gesto hubiese bastado, y más aún con las palabras de Mustard.

-Exacto. Ese es... El punto. No estoy jugando, por mucho que... El padre de mi hermana así lo crea. Aún no has ratificado haber aprendido un nuevo don, de entre los que estábamos antes, Xar tampoco nos ha explicado el crecimiento de sus Garras. Tú continúas presa de mi Condena, mi Condena portaba la marca de la Luna por el hechizo de Vaechio y los traidores... No queda ninguno de los de antaño. Por eso, Mustard, lamentándolo mucho, volveré a pronunciarme en tu contra. De los recién llegados, todo el que se ha alzado por sí mismo habrá cambiado sus habilidades, aprendido nuevos misterios... Pero no creo que ninguno sea, por ahora, malvado y traidor. No me callaré, no. Lo lamento, pero espero que en el otro lado tu alma sepa perdonarme, intentaría endulzártelo, pero no sabría hacerlo.

Me callo y le miro con firmeza, sé que estaré sóla en mi empresa, pero no me importa en absoluto mientras sea lo que creo, lo que llevo diciendo al menos tres amaneceres.

-No sé tampoco qué... Dice Cole, apenas le conocí en éste lugar y me fijé en su fuerza y en sus secretos. Alexandra, dile que mantengo mis ojos abiertos y que no pretendo ocultarme... Y que gracias.

¿Puedo preguntar si alguien de los presentes cree que soy un lobo, o simplemente tiene sospechas sobre mi por encima del resto?  - dijo Kalin mientras se encogía de hombros.

Kuvia... - Su mirada se endurece observando a la niña que nuevamente arremetía en su contra. Cuando lo hace, pronuncia despacio y algo en el aire cambia. Quizás más... eléctrico.

Sin contar con que lo único que sabemos sobre el Corazón de las constelaciones son meras teorías, asumes demasiado. Cargo con tu Condena, pero no me ha alcanzado el hechizo de Vaechio sobre ti. Es tan sencillo como eso. El cónclave tiene suerte... - tuerce el gesto, desviando la mirada - ... tiene suerte de que Xar esté a mi lado para protegerme.

Mientras nada cambie en mí, nada pasará. También te equivocaste en el número de días. Han pasado los dos amaneceres de los que hablabas y yo sigo exactamente igual. Nada ha cambiado para mi, no sé si lo hará más adelante, o si en mi caso tardará más tiempo en manifestarme un nuevo cambio.  Solo tengo dudas. Igualmente, deberías tener cuidado, pues la muerte podría bien enviar esta condena a otro corazón, robando lo más preciado de su magia para instaurarse. 

Ni siquiera sé si alguno de los presentes ha podido usar un don para bloquear ese posible cambio.

Mientras permanezca estable, no soy ninguna amenaza, y cuando me libere, mi sangre también se purificará.

Lo que no entiendo es porqué tu obsesión. Cambias constantemente, acusas sin fundamento, aún cuando sabes que lo que digo es cierto. ¿o acaso nos mentías sobre el hechizo de Vaechio? No, el corazón de las constelaciones habla del corazón de nuestros dones, no de sus mutaciones.

Se gira hacia Kalim entonces - Me sería extraño, pero tienes que entender que no puedo descartarte aún. Lo siento. Sé demasiado poco...

me gire bruscamente hacia Shioban, y la replique, ESO MISMO TE DIGO, CALLADA ESTAS MAS GUAPA, pues no eres quien para mandar callar a nadie, y mas para lo que dices, puedes creer que no digo nada, o eso es lo que quieres que crean los demas, pero todo en el universo tiene un por que.... pero a ti no te seran revelados esos conocimientos, por falta de perspectiva. Asi pues CALLATE, Y DEJA VIVIR A LOS DEMAS, libres de tus sobervias e imposiciones mundanas.

Me gire y segui hacien lo que venia haciendo desde hace tiempo que es escuchar al murmullo, entre las dicusiones, atisvar los escondido entre las palabras, y replicar a quien osa entrometerse en mis pensamientos.

-No he cambiado, llevo desde que terminamos con Vaechio desconfiando de quien porta mi don...

Explico con naturalidad. Continúa hablando y asiento con la cabeza.

-He entendido que al decir que no he cambiado, quizá los requisitos  sean otros, quizá sí puedan aprender el don de un caído, quizá hayan bloqueado el cambio pero... Continúan habiendo muertes, continuamos encerrados. Quizá, sólo quizá, tengas razón y me equivoque, pero por ahora, sabiendo que todos los aliados de Vaechio... Han estado muertos mientras las muertes continuaban, que sólo ha habido una muerte, creo que lo más posible es que de algún modo continúe activo. Quizás, y sólo quizás, él te use desde la tumba sin que tú lo sepas... Eso explicaría por qué crees que estás limpio, pero...

Chasqueo los dedos como con una ocurrencia.

-Mi hermana mañana puede levantar a Drakonia. Drakonia puede mirar en tu interior. Saldríamos de dudas.

Una amplia sonrisa como si la idea se tratase de algún tipo de genialidad, pero las palabras de Kalim me hacen mirar hacia él.

-Confío en tu inocencia, por ahora al menos.

Puedo hacerte hoy una demostración práctica de mi don, Mustard, si nadie más necesita despejar sus dudas - dijo Kalin con una sonrisa.

- Como quieras, Kalim, mientras no me hagas daño, no tengo inconveniente. - Pero realmente a quien no dejaba de mirar es a Kuvia. Algo de lo que ha dicho ha despertado una alarma. - ¿Y porqué solo lo insinúa? ¿a quien trata de ocultar?

Kuvia... ¿cómo que "Han Estado"? ¿acaso alguno de los que ha regresado era un aliado de Vaechio?  - Entrecierra los ojos - Esto no es un juego, Kuvia. Dijiste que hablarías de los aliados de aquel que supuestamente te hechizó. ¿Quien ha regresado?

Habla.

- Dijo mucho más que eso. - interviene Erial - Todos recordamos la discusión que tuvo con Xar en la que negaba que supiese más de los aliados de Vaechio. ¿Cómo puedes afirmar ahora que están todos muertos, pequeña? - pregunta directamente.

Después, se dirige hacia Kalin. - No será necesario que demuestres tu don, joven Kalin. Lo conozco, y te pediría que lo utilizaras en nuestro favor. Ya no desconfío de ti, y me disculpo por haberlo hecho. Sé que la pantera te guiará con sabiduría.

-Llevo todo el rato diciendo que no quedaban más traidores... ¡¡Por lógica por que estaban muertos!! ¿Cómo voy a decir que no quedan más si estaban vivos?

Exclamo un tanto exasperada. Miro a Erial, parpadeo, dos veces me han mirado, dos veces han confirmado mi inocencia, y aún así... Aún así nada parece cambiar, aprieto los dientes.

-Dije que no había más, es lo que he dicho en todo momento. ¿Por qué no me escucháis...?

Las últimas palabras cambian mi exasperación por derrota. Mis ojos se alzan para fijarme en Mustard.

-No le estoy protegiendo, lo he dicho desde el principio, he dicho que le dije que volvería... Y nunca lo hice delante vuestra. Ankara ha vuelto alzándose con la tez de alguna estrella, probablemente, y probablemente esté limpia. Además... Ella no ha vuelto al... ¿Cubil? De Vaechio.

Me siento en el suelo, tan cansada y agotada...

- Ella no ha vuelto al cubil de Vaechio, dices... - responde Erial, asegurándose de haber entendido bien las palabras de Kuvia - Es la primera noticia que tengo de que alguna vez estuviera con Vaechio. ¿Nos estás diciendo que lo sabías y no dijiste nada? ¿Y si Eriel llega a traerla de vuelta? Además... ¿cómo sabes que no ha vuelto a su cubil? Ha vuelto a la vida hace apenas unas horas... la única forma que tendrías de saberlo es siendo tú de su manada. Mi voto será para ti, Kuvia. Era algo a lo que no quería llegar, pero no me dejas otra opción.

Miro a Erial y asiento.

-Está bien, pero... No estoy en el Cubil, símplemente él me hechizó... Y el hechizo me permite sentir a sus aliados. No dije nada por que en todo momento estuvo diciendo de resucitar a aquellos que no eran sus aliados y... Por que nadie me preguntó, así que creí que no era importante.

Extiendo las palmas de mis manos hacia arriba.

-Estoy hablando, estoy mostrando mis cartas, estoy siendo sincera, me han visto dos veces, y os he dicho cómo se puede comprobar si lo que digo es verdad. Adelante, si crees que es lo mejor. Te espero.

Una sonrisa triste.

-En cualquier caso, hermana, no me alces a mí, alza a Drakonia, quita la venda de vuestros ojos.

Después de observar el debate, no puedo evitar que mis sospechas sobre Kuvia se vean incrementadas. Finalmente, con las últimas palabras de Erial, decido intervenir en la conversación.

- Kuvia, yo quería creer en ti. Bien sabes que te he defendido cuando pensé que te acusaban injustamente. Pero es cierto que todo parece estar en tu contra. No confiaba del todo en Shioban desde la vuelta a la vida de Drakonia. Pero desde su resurrección, confío aún menos. Como dice Erial, es sospechoso que, por una u otra causa, no haya podido usar su poder desde que Drakonia anunció que lo tenía ella. - Medito lentamente. - Ahora bien, tampoco confío en Drakonia y su intención de exponernos a todos era más que sospechosa, sobre todo teniendo en cuenta que no todo lo que decía era cierto...

Miro a la pequeña con los ojos tristes. - Lo siento Kuvia, pero yo también creo que te traes algún extraño juego con Shioban. Tu afirmación sobre Ankara ha sido, como señala Erial, muy reveladora... Y dices que nadie te preguntó. Te lo han preguntado en varias ocasiones. ¿Por qué guardabas el secreto diciendo que no lo sabías mientras enarbolabas tu sinceridad? Incluso me estoy planteando que sea una treta y la estés acusando siendo ella inocente para desviar la atención hacia ella. Lo siento, pero si no sucede nada que revele a otro como un traidor claro, mi voto irá para ti.

Con tristeza aparto mi mirada de ella y me dirijo a Kalin. - Caballero, tengo que decir que en algún momento tuve alguna duda sobre ti. Tus palabras me parecían sensatas y justas, pero no podía confiar ciegamente en nadie. He tenido dudas sobre casi todos los presentes en algún momento, así que no le des mayor importancia a este hecho. - Le dedico una sonrisa. - Ahora bien, si Erial confía en tu don, yo también lo haré, ya que ahora mismo su criterio es el que me parece más fiable aquí. No necesito demostraciones de tu poder, como dice Erial, úsalo de forma que nos beneficie a todos, no pierdas el tiempo en demostrar nada.

-¡Pero estoy diciendo que ella es inocente! ¡Que...!

Me rindo.

-Dá igual, no me preguntastéis, o no lo entendí, si me preguntásteis quienes eran sus aliados, creí que hablábais de los vivos... Dije que no quedaban más traidores vivos, y era verdad y...

Me tumbo mirando hacia el techo, los bucles de mis cabellos tapan mis ojos. Me siento sin fuerzas apenas para replicar a nadie, por mucho que lo intento, parece que la barrera entre mi edad y la de ellos es demasiado grande para que me entiendan con claridad.

Me fijo en Kuvia que demuestra por una vez ser la niña que es.

- Kuvia... No quiero hacer leña del árbol caído, pero... Creo que estás haciendo ahora con Ankara lo mismo que tratabas de hacer con Mustard. Insinuar, pero no decir. Dejas caer que Ankara estuvo con los traidores, como dejabas caer que la maldición de Mustard podría ser activada. Y venga... te preguntaron por los compañeros de Vaechio en muchas ocasiones y de forma muy clara. Y siempre esquivaste responder, alegando que cuando tú llegaste Vaechio estaba solo y nunca supiste nada de sus compañeros. Ahora no puedes esperar que nos creamos que no respondías por confusión.

Doy un suspiro ante su silencio y me miro las manos. - He creído en ti hasta que he podido. - Susurro.

Luego miro a los demás. - Si hay alguien que posea el don de la videncia, podría ser interesante confirmar lo de Ankara. Pero si es inocente, no desveléis su poder. Con decir que lo es, serviría. 

Obviamente aquí había más lobos, puesto que la muerte de Shioban así lo atestiguaba. ¿Pero han sido siempre los mismos? Las constelaciones no entienden de bien o mal, sino de equilibrios... y si nos han podido beneficiar a nosotros, también pueden haber ayudado a los lobos. No digo que Kuvia diga la verdad, pero tampoco que necesariamente mienta. 

Tras estas palabras, Kalin hizo un momento de pausa.

No me veo con corazón de votar a Kuvia, no al menos sin mirar su alma y ver la negrura de la traición, y carezco de tal don. Si la mayoría le vota que así se selle su destino, pero no alzaré mi espada contra ella. No es que no pueda, sino que... no me parece justo. Si no escucho un nombre mejor al que acusar... hoy votaré por mi mismo. Creo que es la única solución aceptable en caso de no votar por ella.

Miro a Ailish -No os pediré a ninguno que confiéis en mi, pues en estos momentos es absurdo. Pero al igual que todos estáis haciendo, intentare ayudar con mis palabras. Esto me duele a mi, y me dolió más que a ti- miro a Kuvia fría -Kuvia miente, no puedo deciroslo seguro al cien por cien, pero juraría que la vi asesinarme, no se por que y me duele porque es una de las personas en las que quería confiar, pero no me dejaste hacerlo después de eso-