Partida Rol por web

Gracias a los poderes de Erial, ahora exite un lugar donde vuestras mentes pueden comunicarse...

Diferentes los dones que poseeís... pero una cualidad común en vuestros corazones... la maldad.

Erial como brujo y tú como hombre lobo... debeis ayudaros para llegar juntos a la final...

Un final común donde la maldad y la furia de hombres lobo y el brujo tienen cavida ambos juntos...

Entre vosotros existe un vinculo que podrá poner en contacto vuestras mentes a vuestro antojo... espero que el lazo oscuro perdure...

Erial... Así que tu don esta tan corrupto como la maldición que me ha alcanzado. 

Eso explica porqué fuiste contra la Parca...

Eso explica algunas cosas. 

- Te estás equivocando... no fui contra la Parca. Fui contra Shioban. Y tampoco es un don corrupto. Mira a tu alrededor. ¿Crees que gente como  algunos de los que nos rodean ayudan en algo a que la situación de todos mejore? En ocasiones, un mal menor es necesario para un bien mayor.

Ni siquiera me han escuchado. Desearía que todo acabara.

Desde que este... poder... despertó en mí he estado solo, Erial... Y tu... tu eres lo más parecido a un padre que conozco y siento que puedo respetarte más aún si cabe. Aunque no quieras que te dé tal título, no puedo evitar seguir viéndote... como el emperador  - Termina en un susurro

Esto es una tortura. Amo a un hombre que me desprecia y del que no puedo estar separado. Ni siquiera puedo vomitar la rabia que siento delante de todos esos necios, ciegos y sordos. 

Y tu... ¿tu siempre fuiste lo que eres ahora? Si fuese así entendería qué es lo que Naivé vio en ti. - Sonríe sin humor.

- Siempre he sido un visionario, si eso responde a tu pregunta. No he querido nunca llegar a esto, pero hay veces que es la única opción posible. Sobre Xar... no te preocupes por él. Te comprendo, uno no elige a quien ama. Sin embargo, la muerte nunca es la mejor elección. Encontraremos la manera de solucionarlo. Piensa que, ahora, no estás solo.

Asiente en silencio, suspirando despacio e intentando organizar sus pensamientos.

- Y dime. Si siempre has sido un visionario ¿qué has averiguado en estas noches?

- Mucho menos de lo que me gustaría, la verdad. Pero sin embargo lo suficiente como para comprobar que incluso los mejores de ellos son unos mentirosos. - Se toma un segundo para saborear el hecho de poder hablar más o menos claro al fin. - ¿Hay algo que quieras que haga por ti, y que no implique tu muerte?

¿Además de destruir hasta el último de ellos?

Gruñe por lo bajo, conteniendo aún su hambre. - Incluso mi hermana... tu hija... ella tiene lo que antes era mío.

Lo observa, como si dudase - Pero... supongo que en realidad... no querrás que le haga daño a ella ¿no es verdad?

- Si algo he aprendido a lo largo de los años, es que las personas nunca llegan a cambiar. Las hay que son valiosas en todos sus aspectos. Todo aquello de lo que formen parte crecerá. Las hay con buenas intenciones, pero sin los conocimientos o la sabiduría necesarias. Todo aquello que dirijan caerá en desgracia. Y las hay que tienen la fuerza, pero sólo saben alimentarse del terror.

- Cuando salgamos de aquí, lo haremos con las personas adecuadas para levantar algo grandioso. Eriel puede ser una de ellas. Ailish ha demostrado ser digna de atención, al menos, así como Kalin... pero aquellos que hablan más de lo que piensan... para ellos sólo hay un destino posible, sea aquí o fuera.

- Sé que mis palabras son duras, pero eres inteligente. Sabes de la imposibilidad de hacer algo con ellos.

Entonces... ¿a quienes debería atacar esta noche? 

Kuvia puede caer hoy por votación, y mi hambre aumenta desde que Xar frenó mi intento contra Shioban. Un gran ejemplo de un don mal empleado...

- Si Xar no protege a Shioban esta noche, podría ser un buen objetivo. - responde Erial - Aunque aún sospecho que ella puede ser la nigromante... El problema será como sea realmente la vidente. De todas formas, creo que observará a Kuvia antes que a mí, lo que nos daría una noche de ventaja.

- ¿Qué tal Alexandra?

Alexandra es una opción, pero tampoco es alguien que esté dándonos tantos problemas...

de quien deberíamos hablar es de Prue. 

Se toma una pausa, como valorando lo que dirá a continuación.

Si mañana nuestra conexión se deshace, deberás centrar tu poder en ella.

Dile... que hasta me he planteado matarla esta noche, pero que sería incapaz de intentar nada en su contra. Ya no sé... no sé ni qué es lo que he de pensar. El hambre no desaparece ni un instante, y a la vez tengo esta... tortura que no es amor atándome, pero prométeme que la protegerás. Debes hacer lo posible para que ella sobreviva, Erial. Prométemelo.

No sé si llegaré hasta el final, pero cuida de ella... pase lo que pase. No os delataré. Ni siquiera sé qué es lo que pasará, pero estoy seguro de que  demasiado de la sangre que nos rodea no debería estar aquí. Su lugar es bañar esta tierra llena de ánimas.

Si llega a tocarte el espíritu de algún animal, sigue mi consejo y no escojas si corazón.

Desconozco qué hará la tez, pero por lo visto las garras matan a uno de aquellos que acabó con tu vida.

Sabiendo esto, escoge mejor de lo que yo lo hice...

- Desde el primer día que os conocí, tanto tú como tu hermana demostrasteis ser diferentes. Puedes estar seguro de que haré lo necesario para protegerla. Sin embargo, salvo que algo cambie en ella pronto, no creo que pueda crear la conexión que tengo contigo.

- No sé por qué tendríamos que perder esta misma conexión y, si puedes, te pido que me lo expliques. De todas formas, con conexión o sin ella, creo que llegarás hasta el final. Te haga sufrir o no, tienes a Xar de tu lado. Es evidente que daría su vida por ti, aunque en ocasiones parezca algo... degenerado. Le tienes a él, me tienes a mí, y estoy seguro de que a tu hermana. Sólo con nosotros ya somos cuatro, por ahora. En las votaciones no tendrás problemas, y por las noches... bueno, por las noches eres tú uno de los que deciden quién se va o quién se queda.

Me visitó el espíritu del León. Cuando eso pasó yo aún tenía a Xar por encima de todas las cosas, y sentí que la furia que había despertado en mi sangre nos separaría.

El León me dio tres opciones a elegir, y yo escogí el Corazón. Su respuesta fue que entonces yo aprendería de alguien, y escogí a mi hermana, pero con todo lo que se está diciendo que hacen los corazones de las constelaciones, entendí que lo que estaba logrando era un intercambio con ella, no un aprendizaje. 

Eso significaba... que el Hambre me abandonaría, y pasaría a ella. Por eso pedí que me mataran... por eso, porque no tenía ninguna manada que me apoyase y porque mi amor por Xar se estaba transformando en una verdadera tortura. 

No tenía nada a lo que agarrarme... y si eso seguía adelante, cuando nuestros dones se intercambiaran, me veria obligado a matar a mi hermana...

¿Dónde debía poner mi lealtad? ¿Qué era lo que debía hacer?  Me siento partido, pero ahora... al menos tu, que aun de forma distante has sido lo más parecido que hemos tenido a un padre, me comprendes.

Baja la mirada

Gracias... por darme la oportunidad de escuchar y comprender aquello que me aflije. Ojalá nunca hubiesen encadenado mi alma con este cruel amor... ojalá nunca hubiese visto caer a Drakonia, ojalá nunca hubiese sentido el Hambre crecer al oler su sangre..

Tantísimas cosas hubiesen sido diferentes... pero ya no importa nada de eso. 

Yo buscaba el perdón entre las casas ahora... ahora el León está aprendiendo. Mi destino está atado al de mi hermana... y no sé que va a ser de mi alma...

- Como emperador, te diría que tu lealtad está conmigo. Como padre, que está donde tu corazón te señale. Pero como hombre sincero, te diré que tu lealtad está contigo mismo.

- Sólo sabrás que estás haciendo lo correcto si puedes combinar todas ellas. Si no puedes hacerlo... escoge de cuál prescindir con cuidado.

- Sobre tu hermana no te preocupes. Suceda lo que suceda, haré lo posible por cuidar de ella. Caeré yo antes de que ella lo haga. No está todo perdido, ni mucho menos.

Erial se toma unos segundos para pensar. Mustard es un hombre capaz, pero realmente atormentado. Hay muchas cosas que le gustaría decirle, pero en un Aquelarre no es momento ni lugar.

- ¿Qué era lo que Kuvia te decía? - pregunta.

Mustard quedó realmente impresionado con la respuesta sobre las lealtades. No solo era su emperador, sino que también era un hombre sabio. Ojalá hubiese tenido oportunidad de aprender de él...

Asiente entonces, pensando en las palabras de Kuvia.

- ¿Te refieres al juego de las presentaciones? Tal como yo lo veo, tiene dos posibles lecturas. 

Una, que se estaba despidiendo de mi. Dijo que haría lo posible por cumplir mi deseo. Eso tendría que ver con mi antigua preocupación... por recordar los nombres. Una promesa de que me traerá de regreso.

Otra posible lectura es la reconciliación. Que quería empezar desde cero y hacer las cosas mejor. 

Sea como fuere, no era nada importante.

Y... gracias... por todo.

Tras escuchar la explicación de Mustard, Erial asiente y continúa observando a todos los del Aquelarre. Se toma unos minutos antes de volver a contactar con él.

- Creo que deberíamos eliminar a Shioban antes de que pueda tratar de centrar su don en ti o en tu hermana. Muchos saben ya que será ella quien reciba la maldición. También creo que deberíamos sembrar la duda sobre eso, o irán a por ella en las siguientes votaciones. - dice, recapitulando sus pensamientos durante esos minutos de silencio - Shioban, por otro lado, es posible que se centre en Kuvia, si realmente sigue siendo la vidente.

- Tenemos que planear nuestros siguientes movimientos con cuidado si queremos manteneros a los dos con vida. Si es cierto que Shioban es vidente puede ser el peligro más inmediato, pero también creo que podría caer fruto de las votaciones. Eso nos permitiría aprovechar esta noche. ¿Crees que podrías enviar un mensaje a tu hermana? Que entienda que debe mantener la calma. También tendríamos que ver cómo dejar claro que la maldición puede caer sobre cualquiera. ¿Crees que podemos contar con Xar de alguna manera, o es demasiado... impredecible?

Es impredecible.

Me prometió que se comportaría, parecía arrepentido, pero ha seguido mofándose de mi... y tomándose confianzas que no le he dado. 

Si quisiera pedirle algo, seria a costas de una "muestra de reconciliación", como él lo llama, y no puedo... soportar siquiera la idea de que me toque. Siento no poder ser más fuerte en eso, Erial. Lo siento de veras.

Y si, coincido contigo en que Shioban es peligrosa en estos momentos. 

esperemos a ve qué sucede a continuación... pero mis votaciones de mañana sin lugar a dudas serán sobre Kuvia.

He tomado una decisión en firme, Erial.

A pesar de sus aparentes  buenas intenciones, la actitud de Xar hacia mi no ha cambiado.

En este momento, una de las pocas cosas que me mantienen cuerdo es usted y por primera vez puedo hacer un esfuerzo por intentar ser yo.

Aunque siga atado a esta Condena que no es otra cosa que este amor envenenado, seguiré haciendo lo que esté en mi mano por las cosas que me importan.

De los tres pilares de lealtad, parece que el único que está en contradicción con todo lo demás es el de el Amor. Mi corazón es traicionero. ¿tanto me he despreciado a mí mismo en estos años como para verme atado a alguien así? solo me queda suponer que este sentimiento es artificial. Mi amor hacia la vida y hacia la belleza siempre fue incondicional. Ahora, este amor me ha condenado... No queda nada de mi que sea reconocible como la persona que siempre fui.

Me está destruyendo por dentro...

Pero tengo a usted, y ha prometido cuidar de Prue cuando esta maldición me abandone.

Sé que me será imposible enfocar de forma constructiva un amor destructivo, y si la última gran promesa que mañana tendrá mi alma es destructiva, yo seguiré siendo destructivo. El Hambre podrá abandonarla. Lo demás... no.

Así pues...

Esta noche atacaré nuevamente a Shioban. Xar no podrá protegerla dos días seguidos. No me importa mentirle cuando él ya ha superado todos los límites de la decencia y el respeto hacia mi.

Y mañana observaré con extrañeza mis manos y diré - poniendo pose teatrera - "No sé qué ha pasado, pero que la Condena sigue en mi interior, que no he cambiado en absoluto como se supone que me cambiaría el Corazón. ¿es posible que algún poder de entre los vivos o entre los muertos lo haya impedido?" Pediré a mi hermana que confíe en mi, y le aseguraré que si la condena me abandona, lo diré de frente para todos para que puedan matarla... Espero que sea capaz de entenderlo, porque lo que haré será mentir

Mentiré diciendo que la Condena no me ha abandonado y daré gracias a quien sea que bloquease la intención del León... aunque no sé si es solo un retraso o su voluntad ha sido suprimida, ... mentiré para que puedan acabar con todos y cada uno de los presentes, y después... mátame. 

No deseo pasar la vida con una criatura como Xar, que no merece ni que le llame Hombre. Mátenme y libérenme de esta cruel condena. 

Será fácil. Si llegamos al final nosotros cuatro, yo votaré por mi. Con eso sería suficiente.

Erial escucha con tranquilidad las palabras de Mustard. Le gustaría acercarse y consolarle mirándole a los ojos, pero entonces desvelaría a todos demasiado de su juego.

- Entiendo lo que dices, pero espero que no sea necesario. Dices que tu siguiente voto será para Kuvia. Si para entonces Shioban ya está muerta, puede que ganemos esa votación. Me dolerá en el alma votar por ella, pero es una prioridad mantenerte con vida.

- Tu idea me parece magnífica, Mustard. Finge que la maldición ha pasado a otro. Sin videntes yo mismo puedo insinuar que la he detenido para no perderle el rastro. Y deja claro que tu maldición no incluye todavía el matar, para tratar de desviar los votos. Si todo saliese bien y con Shioban y Kuvia fuera de juego, contactaré con tu hermana, y puede que la fortuna nos siga sonriendo.

Es entonces cuando sí mira directamente a Mustard. Realiza un leve gesto de asentimiento antes de concluir. - No te tortures por de quién te has enamorado. Muchas cosas pueden suceder de aquí a que este Aquelarre termine. Se ha abierto hace ya días la veda de sangre, y con ella todo puede cambiar. No des tu vida por terminada. Si tú te consideras derrotado, jamás serás vencedor.