Partida Rol por web

[HldCn] La Historia Interminable

Día 0: La reunión

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15/01/2018, 14:02
Fantasía

Tras largos días de camino en algunos casos, unas pocas horas en otros, se alza en lontananza la Torre de Marfil.

De nuevo los emisarios de Fantasía se reúnen en el lugar de nacimiento y residencia de La Hija de la Luna, gobernante con cuerpo de niña, antes llamada Emperatriz Infantil, Señora de los Deseos, y La de los Ojos Dorados, centro geográfico de Fantasía.

La monarca de nuevo necesita ayuda para recibir un nuevo nombre y así no morir de la enfermedad que asola su cuerpo, y al reino de Fantasía.

Al llegar a la puerta de la torre, sois recibidos por una criatura suspendida a la altura de vuestros ojos. Es luminosa y a primera vista su forma parece un simple hilo brillante, pero al moverse y dejar una estela de luz se distinguen una cabeza y unas alas finas.

La criatura guía a aquellos que caminan y vuelan al interior de la torre a través de un portón, donde lo primero que se ve es una gran sala circular del color de marfil que termina en unas escaleras ascendentes. El pequeño dragoncillo de luz os insta a subir por ellas, y llegar hasta otra sala algo más pequeña y también circular, en cuyo centro hay una pequeña mesa sobre la que hay una sencilla botella de cristal con inscripciones y un líquido en su interior.

Para que los que necesitan el agua para moverse y sobrevivir, el dragoncillo os guía a través de una catarata invertida que llega al mismo lugar.

 

Al rededor de dicha mesa, hay una silla para cada uno.

Notas de juego

Podéis ir narrando cómo llegáis y os sentáis.

De momento, nadie tiene alineación ni poder. Lo quiero hacer de forma que, quien quiera, puede rolear conmigo su adquisición.

Más noticias pronto :)

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15/01/2018, 15:59
Malderín

Oh. ¡Que flipante es esto!, grita el Fauno al entrar en la sala. Lleva horas repitiendo lo mismo como un poseso, cada vez que se encontraba en un nuevo rincón de este lugar, tan diferente a su bosque. Es un fauno de cara infantil y baja estatura (poco más de un metro), con un pelaje de color castaño suave en sus patas y alrededor de unos pequeños cuernos. Impresionado por el ambiente, no sabe que hacer. Se queda mirando la botella y, tras encoger los hombros y mirar al techo, decide presentarse. Tras una reverencia, repita por enésima vez su discurso.

Hola. Me llamo Malderín y soy un fauno. Vivo con mi familia en un bosque lejano (me ha costado más de un mes caminar hasta aquí). Está entre las montañas de los comerocas y el lago de las ninfas. Cerca del claro dónde vivo ha aparecido una cosa muy rara y mi padre me ha enviado aquí. Hizo un concurso de flauta y gané a mis 23 hermanos. ¿Queréis oírme tocar? El fauno coge su flauta y la toca. De ella surte un ruido desagradable y estridente que carece de ritmo. Tras un minuto tocando, para y sonríe orgulloso.

Y aquí estoy con mi flauta y una carta muy bonita de mi padre que se ha quedado uno de los guardias. ¡A ver que pasa! ¡A ver si la Hija de la Luna nos puede ayudar! O algo así, dice para sí mismo mientras se sienta en una de las sillas y se queda mirando a ratos la puerta y a ratos la botella.

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15/01/2018, 16:23
(Abandono) Ligeia

Llegar hasta allí me resulto dificil, como siempre.
-¿Por qué no podría tener dos piernas para caminar y sentir la tierra bajo mis pies? ¡Por las perlas de mi hermana! Todo sería mucho más sencillo así...-susurré, aunque aquello era más un pensamiento que algo que quería decir en voz alta.

La Emperatriz solicitaba nuestra presencia, pero no entendía para qué. Hacía años que la Paz, en mayor o menor medida, se había instaurado en los confines de nuestro mundo.
Puede que quisiera reunirme allí para hablar de la bruja y de la bendición que había prometido otorgarme su cumplía sus caprichos.
Con cierta pausa crucé el río que me dirigía hasta el lugar de la asamblea, jugando con mi cola y con las hierbas y algas del fondo del agua hasta que por fín encontré otra criatura viviente. Un fauno.
Sonreí con cierta malicia. Aquellas criaturitas de circo me encantaban. Puede que fueran un tanto pesados, pero sin duda eran divertidos.
 

-Buenos días don Fauno. Mi nombre es Ligeia. Y como puede ver tengo escamas así que no podré hacerle compañía fuera de este precioso manantial, pero me encantaría escuchar sus melodías tan maravillosas -La melodía que salió de allí era como si unas criaturas del Abismo fueran torturadas por el mismísimo demonio. Pero qué diablos, que hiciera el ridículo no era algo que me importara, y además aquel chiquitín se estaba esforzando, no podía culparlo. -Me gusta -mentí

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15/01/2018, 16:32
(N) Kerasi

La Emperatriz nos llama y nosotros acudimos. ¿No es así como funciona siempre esto?

Le explicó a su compañera de juegos Kerasi con paciencia y sin la suficiente imaginación como para rechazar la invitación.

No le gustaba separarse del agua, así que no estaba muy feliz de tener que emprender este viaje, que además, sería el primero que le alejase de su hogar.

Kerasi, pues se encaminó con cierto malestar. Siguió el curso del río en dirección a la Torre de Marfil. No había razón para abandonar aún su preciado agua, que la hacía feliz y le volvía plena.

Poco a poco fue descubriendo con placer que el agua circulaba hasta la propia torre y, con una grata sorpresa, descubrió el manantial interior y, nada menos que un ser acuático en su interior.

Cuando le vio hablando con el Fauno, no pudo evitar sentir curiosidad. Se acercó a aquel ser y se sentó al borde del manantial, sumergiendo sus pies en el agua.

¡Hola!, soy Kerasi. ¿Qué eres tú?

Apenas era más que una niña entre las náyades, su comportamiento era el de alguien con poco mundo.

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15/01/2018, 17:02
(C) Kairim

Kairim fue enviado por su pueblo de elfos de la Ciudadela Lejana al Torre de Marfil, porque había llegado el mensajero de la Hija de la Luna declarando que ella necesitaba ayuda hallando un nuevo nombre. Por consiguiente, el Consejo de la Ciudadela reunió a los ciudadanos al que se consideraban, por el renombre que ya habían ganado, de los más sabios de la Ciudadela, entre ellos también Kairim, pese a su juventud. Como el Consejo no pudo entenderse sobre quién enviar a la Torre, hicieron el sorteo por azar, y fue el nombre de Kairim que salió elegido.

Al llegar tras un largo viaje, el elfo miraba maravillado la Torre que superaba en belleza a los informes de los viajeros de su pueblo. Caminaba lentamente por el leve ascenso, hasta que el dragoncillo de luz le hizo entrar en el interior de la corre.

Finalmente acabó en la sala con la pequeña mesa en el centro y la botella de contenido intrigante. Al par que llegaban más mensajeros de otros lugares de Fantasía, Kairim escuchó las primeras tres presentaciones de sus compañeros de fortuna que ya hacían buenas migas entre ellos.

Kairim, sin embargo, de naturaleza callada e introvertida, se quedó un poco aparte y sólo dijo en voz alta a quien quisiese escucharlo: “Soy Kairim del pueblo de la Ciudadela Lejana tras de las Montañas Cieldesafiantes. Fue nombrado por mi pueblo para estar aquí y tratar de ayudar a la Hija de Luna, nuestra Emperatriz amada. Todos sabemos lo que depende de esto.” 

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15/01/2018, 20:15
Kshpir

Kshpir había llegado por fin a la Torre de Marfil. Fastidiado, como cada vez que tenía que viajar por cualquier motivo. Y el hecho de que nada más entrar en la impresionante torre, los cortesanos lo hubieran mirado con el temor y el desagrado del que mira a un monstruo y que sus llamas hubieran empezado a chamuscar por accidente tapices, pinturas y otros ornamentos, no ayudó a que se sintiera más relajado. Era lo que siempre ocurría, y por eso prefería las profundidades de su volcán abrasador a mezclarse con los seres de la superficie. Añoraba su volcán desde el momento en que salía de él...

Pero una llamada de la Emperatriz Infantil era motivo suficiente como para tratar de dejar de lado aquella sensación. Le había intrigado el mensaje, porque aunque estaba al tanto de que algunas veces la Emperatriz enfermaba... ¿qué podía hacer él, una criatura de fuego con pocas ganas de relacionarse ni de hacer amigos? Pero aún así, se había puesto en marcha sin tardanza. Cuando la Señora de los Deseos llamaba, las criaturas de Fantasia acudían. Sin más.

Kshpir no fue tan agradable como el resto de los presentes en la sala. Nada más entrar en ella, miró con desconfianza alrededor y luego buscó el sitio más luminoso para colocarse en él y pasar lo más desapercibido posible. Cuando uno es un elemental de fuego, las sombras no sirven de mucho para esconderse...

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15/01/2018, 20:31
(N) Asgalot

Asgalot entró en la sala con paso decidido. En el País de la Gentuza era considerado un cortesano y se sentía a gusto intercambiado cumplidos en ambientes palaciegos, bien es cierto que las lisonjas cambiaban mucho de naturaleza entre su tierra y la Torre de Marfil de la Emperatriz.

Con aire majestuoso, se sentó en el sitio que le estaba reservado, haciendo a un lado su capa de un gesto estudiado y decidido. Aunque procuraba no demostrarlo, estaba fatigado. Luengas eran las leguas que separaban su País de Fantasía y el hecho de que la mayoría de fantasios le recibieran con desconfianza, cuando no con hostilidad manifiesta, no ayudaba en nada. Quizás por ello, Asgalot había decidido viajar siempre de noche, cuando la oscuridad era una capa protectora y su presencia no podía ser detectada más que como un escalofrío o un temblor inquieto de los que dormían y es que Asgalot era un espectro, el terror y la noche eran parte de su naturaleza como la valentía lo era entre los pieles verdes.

Y, sin embargo, Asgalot era también un sanador entre los de su gente, y por ello la Princesa Oscura le había encomendado aquella importante misión que, en el fondo de su corazón, el espectro no deseaba. ¿Mezclarse él con criaturas de la luz? ¡Se sentía perdido! Sabía bien como comportarse ante las malvadas brujas, los altaneros vampiros y aún con los traviesos y a menudo mezquinos silfos, ¿pero cómo tratar con aquel elfo de maneras elegantes, con aquel cargante fauno o con las criaturas del agua y del fuego de las que nada sabía?

Procurando ser educado, Asgalot saludó a la concurrencia.

-Mis señores, soy Asgalot, del País de la Gentuza, del que todos habréis oído contar innumerables historias, y estoy aquí por orden y deseo de la Princesa Oscura, que me ha enviado por mi doble condición de cortesano y sanador. Y, aunque mi poca ciencia no será suficiente para alcanzar el remedio a tan gran mal como la aqueja, espero que aunando nuestro saber, logremos dar con la solución a este problema.- Pese a que sus palabras eran tranquilizadoras, lo cierto es que, aún contra su voluntad, su voz era como un viento gélido en una noche sin luna, algo que hacía estremecer a quienes la oían.

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15/01/2018, 20:46
Bloop

Chuic chuic chuic... un pequeño sonido, como el que hacía alguien al caminar con unas botas empapadas comenzó a oírse por la estancia. Pero no era un viejo y empapado caminante el que hacía aquel ruido. Ni siquiera un gigante descalzo con los pies llenos de barro. Era simplemente Bloop, la squiz, que iba dejando un rastro negro haya por donde pasaba. Los squiz eran poco abundantes en Fantasia y estaban diseminados por todo el territorio. Bloop no sabía si venía de cerca o lejos, para ella el tiempo no tenía demasiado sentido, pero allí estaban todos hablando de todo. ¡Una oportunidad genial para hacer amigos!

–¡Hola! Yo soy Bloop, vengo de... pues no sé, como de un millón trescientos mil doscientos sesenta versos de distancia, más o menos.– se presentó mientras se acercaba a saltitos a los allí reunidos. Y efectivamente, un rastro de palabras recorría el camino que había hecho. Una de las razones por las que quedan tan pocos squiz es precisamente que era muy fáciles de rastrear. Cuando se dejan huellas que, además de la dirección indican como te sientes, resulta fácil predecir el siguiente paso. En este caso, la huella que había dejando se extendía hasta muy lejos, y era evidente (para cualquiera que entendiese a los squiz) que Bloop se encontraba algo desorientada y un poco "a la espera" de como se desarrollarían los acontecimientos. Y es que las huellas,en un fuerte tono oscuro rezaban:

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–¡Qué bien que seamos tantos! Entre todos, seguro que podemos ayudar a la Emperatriz. ¡Hola soy Bloop!– uno  a uno, Bloop fue abrazando a todos y cada uno de sus compañeros, decorándolos con algún dibujo o motivo, aunque el de Shaida, el de Kerasi y el de Shaira quedaron un poco emborronados. "¡Lástima!" se dijo. las piernas que habían quedado dibujadas en los hombros de la sirena era preciosas...y ahora parecían emborronadas.– Uy uy uy... Si te abrazo a ti, me quemare. ¡Bah! ¡Qué más da!

Aquel último comentario iba dirigido al ser de fuego, pero vital como era, poco le importaba una quemadura a cambio de un abrazo... aunque igual que a los seres acuáticos, decorarlo era difícil, no como al fauno a quien había dejado un dibujo precioso de una flauta rota. De nuevo, caminando a saltitos, se dirigió a la silla, dejando de nuevo un rastro en el suelo que indicaba que, poco a poco, iban a ir despejándose dudas.

En peligro está Fantasia,
mas no es motivo para sufrir afasia

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15/01/2018, 21:42
(C) Shantee

Para Shantee el camino simplemente había sido, podía pasar muchos ciclos sin dormir o cerrar sus ojos para dar una cabezada que durase años. Su cómputo del tiempo era errático, no por tener la longevidad propia de los árboles, si no por no tener necesidades diarias que cumplir. Desde que recibió el aviso de acudir a la Torre, se había puesto a caminar sin descanso hasta que vio la bella estructura y se permitió parar para admirarla. La había observado respandeciendo en carmesí bajo la luz crepuscular y con brillo de plata durante la noche, se maravilló con el juego de colores adoptado con el rocío de la mañana y por fin había seguido caminando para entrar por sus puertas.

Escuchó al ser de luz y avanzó tras él hacia la sala circular. Sus extremidades acariciaban las superficies, sintiendo los minerales que las componían, y sus hojas susurraban al moverse formando a su alrededor un espacio que invitaba a relajarse. Sus ojos fueron mirando a todos los congregados. No conocía a ninguno, pero había seres que le agradaron de inmediato y hubo otros que le provocaron rechazo. Intentó decirse que si todos estaban allí era porque la Emperatriz los necesitaba, independientemente de su forma o esencia, y ella no debía insultar a la Hija de la Luna con sus recelos. Pero no pudo evitar no acercarse a los elementales de fuego. Un soplo de aire en la dirección errónea y ella tendría que darse un baño no previsto en las aguas, mejor no tentar a la suerte y dejar varias sillas de distancia con ellos.

-Yo ssoy Shantee, -dijo la mujer árbol después de algunas presentaciones -vengo en resspuessta al llamado de nuestra Sseñora.

Hablaba alargando las eses y éstas sonaban como el viento entre las hojas en un día de lluvia. No añadió nada más, sus ojos miraron la botella que había en el centro de la mesa y su cuerpo se acomodó en la silla.

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16/01/2018, 01:01
(Rechazado) El Caminante

Llevaba toda mi vida caminando, me encantaba recorrer Fantasía y descubrir sus maravillas, muy a pesar de las miradas de todo aquel que me encontraba pues yo era un goblin, y como tal, no era querido por ninguna criatura, ni siquiera en mi hogar, el País de la Gentuza.  Quizá por ello partí hace tantos años ya...

Cuando escuché que la Hija de la Luna necesitaba de sus fantasios lo cierto es que no me extrañó, pues en mi viajes ya me había topado con distintos lugares en que la Nada había comenzado nuevamente a actuar.  Y lo cierto es que no puede decirse que fuese llamado, simplemente algo en mi interior consideró que debía ir y ofrecer mi pobre ayuda y la visión de tantas zonas llenas de...  nada, en nuestro mundo.

Me dejé guiar por aquella fantástica criatura y percibí con cierta alegría que no era el primero en llegar, siempre era agradable ver como los fantásios acudían en ayuda los unos de los otros, a pesar de sus diferencias:

- Buenas compañeros, he olvidado mi nombre pero muchos me llaman el Caminante, al fin y al cabo, llevo varias vidas recorriendo estas tierras sin detenerme jamás, y ahora aquí estoy, dispuesto a ayudar a nuestra pequeña Señora.

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16/01/2018, 05:51
(Rechazada) Elga

Había pasado todo el día entre las nieves de la Gran Montaña y cuando hubo amanecido no tardé en volar hasta la inmediaciones del lugar donde la Emperatriz no había hecho reunir.
La luz emanaba de mis cabellos como si éstos estuvieran hechos de cristal, y mi piel plateada se fundía con el cielo azul.

La gran criatura que me recibió era magnífica, giganteca y parecía poderosa.

Vaya, es la primera vez que veo un ser tan magestuoso. ¿Podré tocarlo? ¿Podré seguirlo con mis alas de Plata e Hilo?
 
Reí ante su presencia y me dejé guiar hasta la sala, en la que me encontré con muchos otros seres que también acudían al llamamiento.
Con gracia me posé sobre la mesa, dejando caer las piernas y balanceándolas mientras tarareaba una canción de invierno que ensalzaba las virtudes de la Luna.

Ni demasiado calor ni demasiado frío. Ni demasiada luz ni demasiada oscuridad. La templanza de este lugar es envidiable. No hay estaciones.

-Soy Elga, hada de las nieves, luz de la noche. -una melodía cantarina salió de entre mis labios - Un brillante placer estar aqui.
 

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16/01/2018, 07:25
Duwin

Un tiempo de vuelo no estimado fue lo que llevó a Duwin hasta el lugar de reunión.

Es sencillo para un dragón el volar largas distancias sin apenas inmutarse. Compadecía secretamente a todas las criaturas que no podían alzar el vuelo. No había modo más majestuoso de viajar, según éĺ, que siempre lo había hecho así.

Tomó tierra agitando aún sus alas en la frenada, haciendo volar las cosas a su alrededor con el impulso, y se acercó a los presentes.

-Saludos a todos los congregados. Mi nombre es Duwind, y soy un dragón violáceo de las Islas de Más Allá de Todo.

Con un movimiento de saludo de su cabeza se tumbó, pues las sillas para él eran inútiles.

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17/01/2018, 00:36
Lothlorl

Resoplando y empapado en sudor llegué por fin a la Torre de Marfil, hogar de nuestra gobernante.  Había sido enviado como emisario de las manadas de cuatricornios del sur para tratar de ayudar y solventar los problemas que parecían nuevamente acuciar nuestras tierras, sin embargo no tenía la menor idea de en qué podría ayudar, pues lo único por lo que éramos famosos era nuestra velocidad innata.

Seguí a aquel pequeño ser hasta la gran congregación que había comenzado a formarse, seres de todas partes de Fantasía anhelaban sanar a la Hija de la Luna y brindar su ayuda en la medida de lo posible.  Seres de fuego, de agua, errantes e incluso del país de la gentuza y es que ¿quién no querría que la de los ojos dorados no sanase? realmente nadie.

- Lothlorl os saluda, enviado en nombre de las tribus salvajes de cuatricornios del sur por el mismísimo señor de estas, espero servir de ayuda.

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17/01/2018, 02:10
Conscientia

Nosotros surgimos de la tierra cercana a la torre cuando la dama necesito de nuestra presencia. El caminar se hacia lento y agotador, acabábamos de volver a nacer y aun así ya estábamos viejos para caminar tantos escalones.

-Si al menos fuéramos mas altos y fuertes llegaríamos antes.

-Lo fuimos, tanto como las montañas, tan altos como cada voz dentro de nosotros.

-Y que paso.

-No lo sabemos, ahora incluso la grupa de un caballo podría sostenernos, pero antes eramos tan grandes como las nubes del cielo.

-Y tan pesados como la propia tierra.

-Callar, hemos llegado no les asustéis.

Nosotros hechos de piedra, magia y saber, estábamos al pie del salón, donde otros ya estaban congregados y caminados hasta nuestro lugar elegido, donde una silla que antaño no guardaría ni nuestro pulgar, era suficiente para hacer descansar al viejo recién nacido.

-Saludos, somos Conscientia.

-Nosotros somos la consciencia de los...

-¿De quien eramos algo?

-No lo recuerdo, antes eramos muchos mas, ahora los pocos que quedamos apenas recordamos.

-El Golem colectivo, podéis llamarnos.

-De un colectivo que hace mucho que no vemos.

-Ni recordamos.

Sente entonces en aquel lugar, mientras muchos de nosotros reflexionaban sobre el porque de nuestra existencia y el resto la razón de aquella reunión.

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17/01/2018, 09:18
(N) Gwendi

Según recibió el aviso de que la Emperatriz requería su ayuda, Gwendi no dudó ni un segundo en acudir al llamado. Reunió el avituallamiento que necesitaría para subsistir los días que estaría de viaje (la Torre de Marfil se hallaba bastante lejos del bosque donde vivía), y partió sin demora.

Tras un par de días de viaje, llegó a su destino. Embelesada, se quedó unos instantes observando la imponente Torre de Marfil, hasta que volvió a recordar el motivo por el que se encontraba allí, y se dirigió corriendo hacia el portón, donde vio un grupo de criaturas reunidas, guiadas por un dragón de luz, que las dirigía a la sala en la que se reunirían. Tomó asiento, y escuchó con atención las presentaciones de sus compañeros, hasta que llegó su turno para tomar la palabra. 

— Encantada de conoceros, aunque sea bajo estas circunstancias. Me llamo Gwendi.  

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17/01/2018, 22:34
(Rechazado) La Flecha

-Tanua. Tanua.- La yara-ma-yha-who había partido hacía muchas lunas de la Selva Pegajosa. Había recorrido fantasía como una ardilla, de arbol en arbol. -Tanua.

No le gustaba dejar su árbol. La Flecha era vieja, ya no recordaba bien: No sabía qué había sido en su vida anterior, ni cómo había llegado a su higuera. Lo que sí tenía presente era que había probado todo tipo de carnes y había encontrado todo tipo de seres en su bosque. Pero nunca antes había visto La Nada. La Nada había engullido a sus hermanos de caza.

La flecha siguió a su guía descongándose de los estandartes y reptando. Llevaba en un saquito que colgaba de su cintura todos los remedios que se conocían en su tierra.

-Tanua.- Dijo con recelo. -Tanua.

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18/01/2018, 15:01
Bloop

–¡Hola a todos! ¡Hola! Soy Bloop– la criatura de tinta seguía saludando alegremente a todos los fantasios que iban entrando, dando la mano, abrazando y dando palmaditas. Parecía muy emocionada. ¡Oh vaya dientes que tienes! ¡Y me encanta tu color! Uy uy uy. ¡Debe de ser magnífico volar! ¡Y tú pareces muy simpática, Gwendi! Encantada, soy Bloop.

Finalmente lanzó una mirada al golem. ¿Tendría que presentarse a todos y cada uno de los seres que eran uno o solo al uno que era todos esos seres? No quería ser descortés de modo que decidió saludar efusívamente a uno y todos a la vez. Aunuqe había preocupación en el corazón de la squizz por la Señora de Fantasia, su optimismo inquebrantable hacía que pensase que todo iría bien. Y así demostraba su preocupación y esperanza: con sus huellas,con retazos de la obra de algún poeta que alguna paseó por algún reino fantasio. 

La princesa está pálida en su silla de oro, 
está mudo el teclado de su clave sonoro, 
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! 
(La princesa está triste, la princesa está pálida) 
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! 

 

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.

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18/01/2018, 18:16
Bones

El traqueteo de los huesos acompañaban al viajero durante todo el camino, una canción de fondo con los mismos acordes una y otra vez, a cada paso, durante cada milla y bajo cada estrella; algo que al principio uno no podría acostumbrarse y que incluso podría llegar a parecer molesto y tedioso, pero no para él, tras tantos años, él ya se había hecho a su condición y tan solo caminaba y caminaba bajo esta misma canción.

Impasible, frío e incluso distante, de lo que en un antaño fue una criatura vivaracha y alegre, un buen amigo, gran padre e incluso un pícaro amante, todo eso ya ha pasado, ahora lo único que queda de lo que realmente fue no es más que un montón de huesos bien colocados y apilados los unos sobre los otros y que aún se mantienen unidos por lo que sea, ni él mismo lo sabe. Aunque por no saber, ya ni recuerda su antiguo nombre, así que le dieron el sobrenombre de Bones.

De todas formas, la antigüedad no le enseño el Don de la paciencia o de la espera; esos dones ya los tenía bien arraigados de antes, el paso de las décadas en su actual forma le mostró lo importante que es el Hoy y el Ahora. El no pensar en un futuro que quizás no llegue y vivir acorde a lo que se tiene y a lo que se es en el día a día. Y eso hace.

Llegando al lugar adecuado, donde los demás se han aglomerado el entra, esperando no ser notado y/o perturbado, observa desde la mayor distancia que la estancia le ha proporcionado al resto de recién llegados que, como él, habían sido solicitados.

- . . . 

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18/01/2018, 21:20
(N) Shaira

Aburrida de siempre lo mismo Sahira no dudo en aceptar la invitación, quizás ayudar a la emperatriz le daba algo de emoción a su monotonismo y con suerte llegaría a conocer gente interesante. Como no la puntualidad no era su fuerte

-Hola, parece que llego un poco tarde a esta reunión.- dijo la sílfide mientras se apresuraba a entrar volando por a la sala.- Guau cuanta gente diferente hay aquí... Soy Sahira un placer a todos.

 

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19/01/2018, 12:24
Hyrr

El llamado era contundente y preciso. Se le necesitaba en un lugar más imperiosamente que en su posición habitual. Ella sabía que debía hacer eso, sentía las vibraciones en la tierra, la agitación de la lava y las palpitaciones de la llama eterna. Su lugar era con ella, pero ella desaparecía si la Emperatriz no era nombrada pronto. Por ello, Hyrr abandonó su posición y corrió hacia el castillo.

Era un trayecto larga, pero para un elemental como ella era pura diversión. Se entretuvo rozando las hojas secas de los árboles, caminando sobre los arroyos, e incluso pudo pasar a través de cascadas, todo era una experiencia única que la llevaría a un disfrute mayor.

Hyrr era un elemental de fuego, mas controlaba el fuego de este en su interior, ya que concentraba su flama en su cabello y ojos. A la hora de luchar, podía regresar a su forma primaria, pero como guardiana debía tener total control de su poder.

Cuando el camino se le hacía tedioso, volvía a su forma primaria para poder volar y se detenía en lugares que le fueran divertidos o interesantes. Después de recorrer casi todo Fantasía, Hyrr puede ver el castillo y ve lo variopinto de los seres que se reúnen allí. Con bastante curiosidad y alegría. Su trabajo era muy solitario y ver tantos seres distintos hacían que fuera en extremo entusiasta. En vez de sentarse, se fijó en cada uno y daba vueltas por la habitación.

Saludó a Bloop, quien estaba saludando a todos - Hola Bloop, soy Hyrr - se reía mientras caminaba.

Entonces, se fue a Kshpir quien era un elemental de fuego como ella - Hola, soy Hyrr. Soy una elemental de fuego como tú. ¿No es increíble? - rió y siguió saltando por todo el salón.

Sahira fue la siguiente - Hola, soy Hyrr. ¿Verdad? Es increíble cuántos seres pueden reunirse aquí - el que se moviera tanto por todo el lugar podía causar un poco de calor en el salón, pero el fuego de su naturaleza se concentraba solo en sus ojos y su cabello, los cuales ardían constantemente y al estar tan emocionada, era natural que las llamas estuvieran inquietas.

Notas de juego

Disculpen la tardanza u.u. Iba a postear ayer, pero me quedé dormida cuando acompañé a la cama a mi hijo XD.