Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Anastasia Bubois

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14/02/2015, 20:12
Lassa

La carcasa rubia amante de las piedras había levantado un altar a un asesino. Algo que si bien para el resto de los muertos me parecía macabro, para Míriel era una honra a mi venganza.

Detestaba su presencia y aun así me costaba horrores no dirigir mi vista hacia ese cuerpo, temiendo que una sonrisa delatora se dibujase en mis labios.

Al caer la noche, al oscurecerse más - si es que era posible- aquella ciudad, aproveché la invisibilidad que la falta de luz me regalaba para acercarme a ese cuerpo, hundir en él mis garras y arrancarle el corazón. No pretendía terminar el trabajo del día anterior, pretendía remediarlo. Darme una segunda oportunidad para disfrutar su muerte y darle un sentido al sacrificio de la pureza de Serindë.

Bombeé su corazón presionándolo con una mano mientras en la otra hacía crecer una de mis estacas en la punta de el dedo índice prestado, materializando en ella mi esencia, mi determinación y voluntad y con ella atravesé ese corazón de polvo y dejé abandonado en su interior mi marca.

Apreté los labios para ahogar una risa sádica y devolví el corazón a su lugar.

- Juro que es por vosotros mis cachorros. Pagó por uno, debe sufrir por los dos. - le expliqué a mi hijo con ternura e imaginé su cuerpo abrazado a mi pierna como solía hacer cuando se negaba a recibir soñadores sin su hermana.

Instintivamente miré a la otra pierna esperando la dulce mirada de la pequeña y al no encontrarla cerré el portal que me abría paso al interior de Míriel y le abofeteé arañándole el rostro en el mismo gesto.

- Te estaremos esperando. - pronuncié entrelazándome con la parte de la esencia de Tarma que había entado en mí. Canalizando su magia. Y aconsejada por su supervivencia abandoné el lugar antes de ver el aliento de Míriel volver a Roger.  

Notas de juego

Uso del poder del nigromante en Roger.

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16/02/2015, 00:40
Narrador

Otra vez la oscuridad decidió bañaros, y no tardaste en ir a dormir junto a aquella que te lo había ofrecido. Era curioso pensar que ambas hubierais encajado tan bien después de cómo tu carcasa la había admirado durante tanto tiempo, pero también reconfortante.

El sueño no tardó en llegar. Había algo, aunque era difícil decir qué, que te hacía sentir segura. Sin embargo después de algunas horas un intenso dolor en tu vientre te asaltó. No lograste moverte ni lo más mínimo. Parecía que algo te lo impidiera. De nuevo, otro foco de dolor, que identificaste como un golpe perforante, como si alguien estuviera intentando atravesar tu estómago. Sin embargo eso mismo que te impedía moverte hacía de protección, impidiendo que no sufrieras ningún daño grave.

Durante los siguientes minutos pudiste notar cómo quien fuera se ensañaba contigo. Después de los golpes en el cuerpo vinieron los de la cara, y al final acabó por arrancar de golpe un mechón de tu cabello. Alguien estaba intentando herirte. Matarte. Y por fortuna no lo estaba consiguiendo. Podías notar la frustración en sus últimos intentos, antes de darse por vencido y marcharse.

Al despertar te encontrabas dolorida. Cuando pudiste examinarte te encontraste magullada, con el cuerpo lleno de moretones que probablemente hacían juego con los que debía haber en tu cara. Tu ropa estaba desgarrada, rota, aunque eso era lo menos importante. Lo único relevante era que seguías viva.

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17/02/2015, 15:58
Lassa
Sólo para el director

Desde la muerte de mis cachorros, y la despedida de Leithian, mi corazón no solo había quedado incompleto, sino que sus engranajes se habían oxidado para dejar paso a la naturaleza. Las espinas que habitaban en mi, como una hiedra parasitando mi piel por su capa interior se abrieron paso enraizándose en ese moribundo tercio de corazón que se suspendía en mi pecho.

Mi piel se escamó con la marca de la soledad y, como si se tratase de pétalos, mis escamas se desprendían con el amor que otros me mostraban y no sabía corresponder más allá del sincero cariño y la felicidad momentánea que sus gestos prendían en mi.

Guardé las escamas, los pétalos de piel, en un principio por el miedo a perder cualquier parte de mi, después porqué veía en ellos el modo de aprender aquel sentimiento que Míriel había asesinado junto con mis ángeles.

El destino quiso que la sangre del asesino de mi corazón bañara mis escamas, perdidas y guardadas, regalándoles el color propio de amor y la forma de su flor.

Observé aquella Rosa que había planeado para mí, para que sustituyera el vacío en mi pecho y me enseñara a amar de nuevo. Recordé las palabras de Serindë, aquellas que me aseguraron que en Ruinas aprendería a amar de nuevo; y, deseé que así fuera pues esa flor ya no llevaba mi nombre.

Notas de juego

Aun no uso la Rosa. Pero lo haré pronto. Dejo el texto por si quieres decirme todo lo que te parece supremamente horrible y, así, cambiarlo.

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20/02/2015, 00:14
Narrador

Con la muerte de Roger habías visto a Míriel desvanecerse delante de ti. La desaparición de esas cadenas había supuesto un dolor casi infinito, pero ni comparable con el que tus cachorros debían haber sentido.

Sin embargo ahora llegaba la noche. Con ella, la oportunidad de volver a buscar entre los condenados.

Notas de juego

Es el momento de usar tu rol, si quieres. ^^

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21/02/2015, 13:54
Anastasia Bubois

Notas de juego

Uso la rosa con zaira :)

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21/02/2015, 17:13
Lassa

Me acerqué a Falmari, a su cuerpo ahogado, considerando lo poético de su muerte. La observé por encima del hombro, superviviente a ella y más digna de la compañía de Serindë. Y volví a absorber su poder, sacrificando el instinto superviviente de Tarma por acoger esa esencia podrida.

Notas de juego

Adopto el rol de Mathias.

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22/02/2015, 14:50
Narrador

Una vez más volviste a inhalar el aroma de la muerte con un nombre en mente: Falmari, la sirena.

De nuevo pudiste sentir su poder corriendo por tus venas, alimentando tu sed de sangre y dándote el empuje que podría faltarte para que tu mano ayudase a alguien a encontrar la muerte esa noche.

Y en esta ocasión un nuevo aluvión de recuerdos proveniente de ella. Pudiste verla encandilando a soñadores y a Fatas. Pudiste verla embarazada una y mil veces. Y pudiste verla ahogando a todos y cada uno de los frutos de esas uniones. Para alguien como tú era fácil pensar que quizá no hacía mal. Puede que sólo les estuviese ahorrando el dolor futuro. El sufrimiento que estaba por venir.

Notas de juego

Mathias era Falmari (habitante del Bosque), de rol primario Hombre Lobo.

Eres un Hombre Lobo. Junto a tus compañeros compartirás una escena en la que postearás como Falmari, y no como Mathias, y allí podréis conspirar y escoger una víctima a la que atacar cada vez que caiga la noche. Además, uno de vosotros podrá quedarse vigilando mientras tanto, pudiendo tirar 1D20 para tratar de averiguar si alguien os observa.

Ya sabes cómo va. :) No olvides hacer la tirada, y tu plazo para escoger víctima termina el Domingo a las 23:59. Perdona la tardanza. ^^

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22/02/2015, 23:05
Lassa
Sólo para el director

La acusación oculta de Eirien hacia ese drogadicto como mi asaltante había quedado archivada en el rincón de las estratagemas de la dama de los secretos, unas palabras que aguardaban hasta que algún hecho ajeno a ella o a su carcasa me permitiera escucharlas. Y ese hecho no tardó en aparecer.

Adam, el otro fan de Allegra, había participado en el linchamiento de Vanya únicamente para poder declarar después su duda hacia la culpabilidad de esa mujer. Sonreí iluminada por lo que debía hacer, librarnos de él solo podía ser bueno: un traidor menos, o una pieza menos para mis compañeros de la Linde. Una mirada menos que podía acabar sobre Serindë o su familia.

Di unos toques con las puntas de mis dedos en la oscuridad engullidora que reinaba en esa ciudad, creando pequeñas estrellas incapaces de luchar aun con su luz diamantina con la espesa noche. Las catapulté con el dedo índice esparciéndolas por toda la ciudad y usé otro portal para buscar a través de ellas a Adam.

Me llevó más de lo esperado pero en cuanto le fiche, amplié el portal para saltar a su espalda vistiendo sierras de estalagmitas alrededor de mis brazos. Seguí sus pasos, deteniéndome cuando él lo hacía, ocultándome en las sombras en sus giros y actividades. Y cuando se creyó con derecho a descansar acaricié el interior de su brazo con el mío, abriendo su piel de la muñeca a la axila, al principio siguiendo las marcas de sus pinchazos como una línea de puntos que señala por donde cortar, luego completé el corte por inercia.

En el otro brazo repetí la operación con más detenimiento que el primero, estudiando cuanto tardaban mis agujas de piedra a romper su piel, por pura curiosidad, creyendo al hombre muerto, ignorando el tiempo necesario para desangrase, sorda a mi alrededor inmediato.

Punto a punto terminé por abrir otro rió de sangre en su cuerpo y entonces tomé su mano derecha, y usando dos de sus dedos como pluma y su sangre como tinta escribí en el suelo una advertencia: “III”.

- Tiradas (1)
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23/02/2015, 01:09
Narrador

La noche llegó, y con ella tu ansiada oportunidad. La sed de sangre de Falmari palpitaba en tu paladar como si fuera propia, y podías sentir la oscuridad animándote a tomar una vida, fuera la que fuera. Alentándote a dejarte llevar.

Fue fácil abrir portales por toda la ciudad. Tu poder había crecido en los últimos días, tanto que las semillas ya no eran necesarias. Y entonces fue realmente sencillo dar con aquel yonki... Lo que vino después fue pura poesía. Darle caza, como en su momento había sucedido con Roger. Y luego, al amparo de la oscuridad, abrir su brazo como si se tratase de una puerta al universo.

El aroma de la sangre manando de él golpeó tus fosas nasales, haciéndote querer más. La parte de ti que recordaba a Falmari estaba dispuesta a hacerle cien mil cortes en un momento, desangrándolo por completo, sacándole las entrañas y mostrándoselas para que viera la belleza que guardaban... Pero tú eras distinta. Tantos años de espera por tu venganza te habían enseñado lo que era la contención. De modo que con el otro brazo fuiste poco a poco, haciéndole el daño justo para mantener su vida suspendida de un hilo.

A punto te encontrabas de terminar cuando escuchaste un ruido. Alguien venía. Iban a descubrirte. De modo que dejaste tu mensaje, esperando que aquel drogadicto muriera por las heridas causadas, y atravesaste un portal de vuelta hacia tu cama.

Pero la noche no terminaría ahí. Aún sentías la adrenalina en tus venas, tu corazón latiendo con fuerza... Cuando un escalofrío te recorrió de arriba a abajo. Sabías que no estabas sola.

Vous ne me détestez pas.

Je suis simplement l'exécuteur.

Esas palabras te llegaron desde tu espalda en un susurro denso y frío. Y luego sólo hubo dolor. Algo atravesó tu abdomen, unos centímetros por encima de tu cadera. Tuviste que contenerte para no gritar, pero tú habías estado al otro lado: no ibas a darle ese placer a quien fuera tu asesino.

Entonces lo oíste. Los pasos de Zaira. La huida de tu atacante. Y luego sólo quedó el dolor. El dolor y el frío. Aunque, al menos, estabas viva.

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24/02/2015, 01:58
Lassa

La soledad impuesta por una espalda irracional y ladina empezó a hacer estragos en mi cordura, con una parte de mi estancada en esa habitación infinita acompañada únicamente por eco de mis latidos irregulares, una parte que aguardaba con nerviosismo a caballo entre el enfado por despecho y la tristeza por lo perdido.

Otra parte de mi viajó a mis dominios a aquel mundo que respondía a mis deseos, aquel mundo que reflejaba las cosas como debían ser.

Me adentré en otra soledad, esta vez consentida, buscada y esperada. Por el solo despertar de esa parte de mi esencia sentí como mi brazo volvía abrirse en el desgarrador dolor de mil agujas tomando como pago por un poder repudiado la vida de mi antebrazo derecho.

Grité pues no había nadie que pudiera oírme, grité focalizando mi esencia en ese dolor, liberando el tormento que llevaba siglos almacenando en pequeñas cajitas en las infinitas esquinas de mi ser. Grité y los árboles calcinados de esa ciudad gemela gritaron conmigo, hasta astillarse, hasta mi voz dejó de fluir.

Descansé, relajada, calmada, fríta. Hice cambiar el escenario, y me envolví en un rosal, enredándome entre sus púas, haciendo crecer sus tallos alrededor de mi piel quebrada hasta sostenerme en el aire, como un nido o una crisálida.

Y dentro de esa placenta artificial me sumergí en agua fría hasta el pecho, haciendo orilla en mi corazón y busqué el consuelo del vaivén de sus olas. Poco a poco fui cerrando los ojos para reencontrar a mi ángel dorado acurrucado sobre mi torso al volver a abrirlos; royendo el lado de mis costillas, mamando de mi sangre con una mirada asalvajada, en guardia frente a mí.

No temí en alargar mi brazo hacia su cabecita, arañando y desgarrando la piel que se había empezado a fusionar con el rosal, tampoco detuve mi acercamiento cuando presentó sus afilados dientes hacia mi mano.

- Aidëmie - le llamé como la primera vez que le había dado ese nombre - Ya he vuelto. Perdóname, he tardado demasiado. - me disculpé al llegar mis dedos a sus cabellos y entrelazándolos con ellos presioné su cabeza contra mí - No volveré a marcharme, no hasta que no te opongas a ello.

Notas de juego

Iba a publicarlo en "La voluntad doblegada" porqué al no cerrarme los permisos pensé que podría, pero después pensé que quizás pareciera que pretendía cambiar de rol por la cara y no es el caso. Así que aquí lo dejo. No significa nada, es solo tortura psicológica.

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25/02/2015, 13:47
Lassa

Notas de juego

¿Qué te parecen los peques?

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25/02/2015, 23:28
Narrador

Notas de juego

Guay, me lo imagino a él en plan adorable a punto de partirle el cuello al conejo. ^^

Digo.... Que molan. :)

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27/02/2015, 01:12
Narrador

Otro atardecer había caído. Con él, de nuevo la noche se había impuesto sobre el día. Era fácil pasar la mirada por todos los caídos, y también por aquellos que habían tenido la osadía de levantarse. Su lugar estaba entre los muertos, eso estaba claro. Tú los habías olido, habías inspirado algunos de sus dones, y no tenían derecho a quitártelos ahora. Aunque bueno... Al menos ibas teniendo más donde elegir.

Era tu momento. ¿Quién sería ahora el escogido?

Notas de juego

Puedes declarar tu rol ahora, si quieres.:)

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27/02/2015, 18:41
Lassa

Tras la muerte de Thomas, sentí como mi corazón recuperaba su latido habitual, se había llevado la muerte que había puesto en Adam la noche anterior. Y de algún modo pude creer que aquel ciclo había quedado cerrado, pude creer que había empujado al destino al puerto correcto. Que Adam había ejecutado la muerte yo que debía al equilibrio.

Dirigí mi mirada hacia los altares de piedra, cada vez más innecesarios. Y me planteé si no sería mejor incinerar los cuerpos de aquellos que todavía no habían vuelto, pues quizás así nunca lo hicieran.

Me acerqué a ellos, deslizando mis dedos por los margenes de los altares, ojeandolos como si estuvieran expuestos para mí. Pero incluso antes de las campanadas mi decisión ya estaba tomada.

Me paré frente a Anya y mi carcasa dibujó una tímida sonrisa, apenada por la marcha de la psicóloga, aunque me resultara indiferente la fata que contenía.

- Payasa. - le susurré como conclusión a toda su vida e inhalé su esencia.  

Notas de juego

Adopto el rol de Anya.

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28/02/2015, 21:52
Narrador

Tras el combate que había terminado con la vida de Mathias una densa atmósfera se había apoderado del lugar. La visita de aquellos extraños y la solemnidad con la que Shawn había tratado del cuerpo del difunto no hacían sino aumentarla.

Sin embargo la mitad de tu atención estaba puesta en otra parte. En Anya. Y mientras todos los demás seguían ignorantes de lo que había en tu cabeza un frío antinatural cubrió tu piel al ponerte durante un instante en la suya. Ella era inteligente, fría y letal, y en el mismo momento en que había nacido el lago en que lo había hecho se congeló. Y fue así, recibiendo parte de sus recuerdos, cuando empezaste a entenderla.

Su falta de sentimientos. El no sentirse parte de ningún lugar. El saberse incapaz de tener un vínculo sincero. Si había algo helado sin duda era su corazón.

Otros notaban esto, y de ahí que fuera la primera sospechosa de un crimen no cometido. La desconfianza la seguía allí donde iba... Hasta que en Palacio decidieron quitarle su poder. En ese momento las imágenes que te llegaron estaban difuminadas, pero aún así pudiste ver que en ese momento lo que ella sentía era satisfacción. Como si ese hubiera sido su plan desde el principio.

Se recluyó en las Ruinas. Allí se mantuvo al margen mientras la Guerra se gestaba, preparándose. Puede que lo mejor fuera no intervenir directamente. Puede que no conviniera que formase parte de la primera línea de batalla. Además, ella era mucho mejor que todas esas cabezas de turco. En lugar de eso se quedaría atrás. Protegiéndolos.

Notas de juego

Anya es Vanya, habitante del Bosque y ocupante de las Ruinas. Su rol primario es Protector oscuro.

Eres el Protector oscuro. Tu lealtad es hacia los traidores, pero tus andanzas comienzan sola. Cada noche podrás concentrarte para proteger de las votaciones a alguien, y de ser este el elegido no caerá bajo el linchamiento. Además, si escogieras un traidor y realmente llegaras a protegerlo, se formará un vínculo con él para que podáis conspirar a gusto.

Por otro lado no podrás proteger dos días seguidos a la misma persona.

Plazo de declaración: Sábado y Domingo.

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01/03/2015, 22:38
Anastasia Bubois

Notas de juego

Usaré el poder con shawn, a ver le votan, y a ver si es maloso. Y sino, en un futuro no creo que lamente no tener su cupo de protección sin gastar.

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02/03/2015, 01:31
Narrador

Cuando en esta ocasión te fuiste a dormir podías sentir el frío de Vanya dentro de ti. Su falta de sentimientos. De moral. Y sin embargo la capacidad de proteger a los suyos era más fuerte que ninguna que hubieras sentido dentro de ti. Tan parecida a esa que te había mantenido con vida dos noches atrás... Y al mismo tiempo tan distinta.

Tus últimos pensamientos, sumida en la oscuridad, fueron para Shawn. ¿Era él uno de sus aliados? Y en ese caso, ¿sería él blanco de su ira?

Sin embargo todos esos pensamientos se desvanecieron al despertar y no ver a Zaira a tu lado. Mientras la sentías disiparse en ese espacio compartido ya sabías lo que había sucedido: había muerto, llevándose con ella el amor que te profesaba. Que tú no fueras detrás... ¿Qué significaría para ella? ¿Descubriría ahora que nunca la habías querido? Bueno, era algo que debía comprender, después de todo, tu corazón había sido mutilado por su gente... Por ella, también.

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02/03/2015, 10:33
Lassa

Cuando el agua que me arropaba dentro de ese inmenso capullo roseado se apoderó de prácticamente todo mi calor dejándome tiritante entre espinas, dejé que desapareciera, que se escurriera entre los tallos del rosal como Serindë había hecho de nuestro lugar compartido.

Con la piel castigada por el helor del agua, removí mis piernas enredadas en el matorral, produciendo pequeños cortes en sus pieles que si bien en un futuro, podían resultar molestos en ese momento no llegaron a cumplir su función.

- Aidëmie, mi dulce ángel. - perturbé su sueño y descendí mi mano de sus cabellos a su barbilla recorriéndole el rostro con el revés de mis dedos, deslizándolos con suavidad para no enfriarle con mi piel de mármol - Despierta. - le pedí en un susurro mientras sus ojos parpadeaban con lentitud para regresar junto a mí.

Aparté mi mano de su mentón y la dejé frente a sus labios, cediéndosela para que afilara sus dientes en ella. Debía ser tan molesto el cambió de dentadura...

Sonreí con ternura cuando el pequeño se lanzó sobre mi mano, hundiendo en ella sus dientes y removiéndolos con molestia como si deseara perderlos de una vez por todas. Chasqueé la lengua con fastidio, lejos de la ira y la sed de venganza que había arremetido contra Míriel, al percatarme de que aquella incomodidad de mi cachorro le acompañaría para siempre hasta su viaje al olvido. Un viaje que no le permitiría hacer solo.

- ¿Recuerdas a esa fata de Palacio que acusó a la sirena de vuestra partida?.- le pregunté con serenidad y con una voz y tono que solo articulaba con mis cachorros - Puede que haya encontrdo a tu hermana.

Sonreí anticipándome a su alegría y, sin embargo, mi ángel dorado apenas dirigió uno de sus ojos para observarme de soslayo mientras seguía engrescado en roer.

- Y ha muerto.- sentencié captando su atención lo justo para verle sonreír feliz con la mirada, complacido con sus labios.

Abandonó mi mano y gateó sobre mi cuerpo para posar un tierno beso en mis labios. Un beso que no pude sentir, como si entre su piel y la mía se encontrara una fina y cruel capa de aire que me robara toda sensibilidad a su tacto; y aun así me arrancó una lágrima de felicidad, marchitando uno de los brillos de los ojos de mi carcasa.

Desenredé mis brazos y le envolví con ellos, apretándole con delicada fuerza contra mi cuerpo para cerrarnos en un ovillo y deshice aquella habitación del pánico cayendo de nuevo en un mundo vacío que pronto tomó la imagen de nuestra habitación en Palacio.

Aidëmie se escurrió de dentro de mi abrazo y correteó por su habitación como siempre había sido: enérgico, silencioso, vivo.

Notas de juego

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02/03/2015, 14:05
Anastasia Bubois

Notas de juego

Duda: Ahora que Jane vuelve a estar muerta, solo vale su última muerte como muerte verdadera ¿no?. Me explico mejor: entiendo que el hecho de que haya muerto en votaciones queda invalidado por su regreso, y su posterior muerte no le devuelve la validez. Vamos, que no puedo contar con su rol ¿no? 

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02/03/2015, 14:15
Narrador

Notas de juego

Así es. Para ti no es una opción. :)