Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Día 3: Cuando la muerte se esconde

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16/02/2015, 01:38
Director
Sólo para el director
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16/02/2015, 01:39
Narrador

 

Día 3: Cuando la muerte se esconde

 

El último sonido que muchos habíais escuchado antes de dormir había sido el del agua corriendo. Ese tenue murmullo os había acompañado durante toda la noche, y ahora seguía, presente también en el amanecer.

A algunos al levantaros empezaba a poderos la desesperanza. Sí, estabais vivos, pero a saber qué era lo que os encontrabais esta vez. El día anterior habían sido cinco muertos, y dos más les habían seguido a lo largo del día. ¿Cuántos serían necesarios para que esto se detuviera? ¿Cuántos hacían falta para que el amanecer dejase de ser sinónimo de muerte?

Otros, en cambio, estabais contentos de seguir vivos un día más. La noche escondía peligros, eso era evidente, y uno nunca sabía cuándo iba a encontrar la muerte.

Y luego estaba el tercer grupo, el que no encajaba en ninguno de los otros dos.

Pertenecierais al que pertenecierais, este era el tercer amanecer de vuestra estancia en la ciudad. Al menos, si se podía llamar estancia a una mezcla entre encierro forzoso y autoreclusión asumida. Este era el tercer amanecer... Y por una vez parecía haber algo distinto. Al empezar a encontraros pudisteis notar la ausencia de dos personas. Sin embargo esa característica sensación de que la muerte os había visitado no estaba presente.

Sería difícil decir quién fue el primero en dirigirse hacia donde habían dormido las que faltaban: Anastasia y Allegra. Sin embargo, al llegar allí, la visión de la primera os hizo entender que nada había acabado, simplemente habían fallado en su intento. Anastasia se encontraba con la ropa destrozada y el cuerpo lleno de moretones. El vientre, los brazos, la cara... Su piel, que normalmente parecía mostrar parte de un universo infinito, ahora estaba cubierta de las marcas de golpes y más golpes. Se habían cebado con ella, eso estaba claro. Además, en el suelo, un mechón de pelo color morado estaba esparcido, como si eso fuera todo lo que le hubieran podido quitar. Allegra estaba a su lado, ayudándola a levantarse, y al ver que habíais entrado dejó que la propia Anastasia se sostuviera en pie: no le faltaban las fuerzas, a pesar de que el dolor parecía inundar sus gestos y su mirada.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

 Adam Hart  Alana McRae  Allegra Blue  Anastasia Bubois   Andy McGregor  Anya Bennet  Aubin Beaumont  Kammy Phillips  Lera Madison  Lyman F. Gale   Misty Holes  Mr. Ink - Hundo Freneza  Paul Adams  Roger Templar  Seth McCarthy  Shawn D. Williams  Thomas Haynes  Xia Han  Zaira Castleworld

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16/02/2015, 02:35
Anastasia Bubois

Al ver aparecer la ciudad Anastasia se abrazó a sí misma sujetando las ropas rasgadas en su lugar y con pasos torpes reculó, aumentando su distancia con la de los demás, incluso ocultándose entre temblores tras la espalda de Allegra. Su mirada centelleante no sabía donde posarse y correteaba histérica por los rostros de los habitantes de esa ciudad oscura, desviándose, de vez en cuando, brusca y paranoicamente hacia los lados y tras su espalda. Intentó advertir que aquello no era fruto de juegos macabros, que sus magulladuras no encajarían con las manos de Allegra pero solo balbuceó letras más que palabras antes de recluirse hecha una pelota en las sombras, con los ojos bien abiertos, vigilante como un gato, abiertos hasta el extremo, creyendo que jamás sería capaz de cerrarlos de nuevo.

Desde su rincón, dirigió sus ojos secos hasta Allegra y la escudriñó analíticamente, respirando mejor con cada centímetro de su piel ilesa. Cuanto me alegro. Pensó justo antes de apretar sus ojos por un doloroso pinchazo en su cabeza, seguido de una racha en el vientre, pecho y brazo izquierdo.

Notas de juego

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16/02/2015, 09:44
Paul Adams

Las preguntas vacías de Roger se desgastaron con el anochecer, posiblemente  fuera víctima de aquella fuerza que nos ahogaba día a día... pero no, no fue así.

La mañana llegó, y con los rayos de luz desperté sobresaltado, como asombrado de no haber caído y estar aún entre los demás. Entonces mis ojos corrieron en busca del caído, de aquel que había pagado nuestras dudas con su vida. Todos se desperezaban, nadie parecía tener que ver nada. Entonces me acordé de las palabras de la chica de pelo azul.

Miré al horizonte, donde preveía que habían terminado sus pasos y corrí junto al resto en busca aquella herida que nos haría más débiles a los demás. Pero al llegar nada fue así, Allegra estaba allí, y Anastasia también, y ambas vivas. Anastasia estaba amoratada, y su mente parecía herida también tras aquel dolor.

Intentaba taparse, mientras sus ojos querían huir, aquellos morados sobre su piel, eran la mínima herida recibida. Saqué mi gabardina negra, y la cedí a Anastasia, que se apretujaba ahora contra la pared. 

Sabía que se sentía indefensa, era lo primero que había pensado yo, al abrir los ojos, tras aquella sensación de asfixia y descubrir que estaba ya fuera de aquel lugar, mientras la muerte reinaba mi cuerpo. Pero pese a todo, yo había encontrado el apoyo de Zaira, para saber que no estaba solo, y ella tenía su fuerza y entereza, que la habían llevado a sobrevivir.

Peiné su pelo hacía atrás, para despejar aquel semblante de locura y miré con gesto de ayuda a Anastasia mientras le decía con voz suave, para no alterarla.- Tranquila... tomate tu tiempo.

¿Quién te golpeó...? Si lo sabes, cuando puedas señálalo.

Me levanté de aquella posición para dejarla que se recuperase y decir al resto.- Por un segundo creía, que volvería a caer yo. Parece que no les importa que abra la boca... - Miré con odio a Roger y dige.- Intentáis venderme, y crear confusión. 

Solo alargáis el pago de vuestra deuda. El tiempo enseña quien decía la verdad. Si ahora pretendéis que entre en una guerra de argumentos entre tu y yo, mi turno es corto.

Sólo sé quien es Mathias, quién es Zaira, y quien eres tú... el resto aunque conozca su Fata, no merecen mi odio ni mi amistad.

Hay varios de nosotros en los que creo que no puedo dudar, por sus actos, y por su manera de ser, pero puede que mi mente me engañe, por eso solo sé eso en verdad.

Ahora si tú sabes algo más... dinos, ¿cómo lo sabes?.

Miré a Anastasia mientras esperaba las respuestas. Ojala ella arroje algo de luz en todo esto...

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16/02/2015, 10:29
Seth McCarthy

Sin detenerse, Seth avanza con todos en la búsqueda de algún cadáver. Suena horrible, pero tras esos despertares, es lo que espera, y más después de lo sucedido. Algo en su expresión es distinto, ansioso, y no deja de lanzar miradas rápidas y dubitativas a una de las presentes. No deja, sin embargo, que sean lo suficientemente largas como para ser fáciles de percibir.

Una vez encuentran a Allegra y a Anastasia se lleva una mano a la boca, jodido por ver a Anastasia apaleada y sorprendido por el hecho de que no esté muerta. La imagen de esa chica, que a mi parecer era dulce e inofensiva, así agredida y asustada en los brazos de Allegra me envenena. Dirijo ahora, miradas furibundas a la misma persona a la misma que se las mandaba antes de camino. Antes de hablar, miro a Allegra y a Anastasia con mucho pesar, formulando, quizás, un lo siento.

Suficiente... No ha muerto nadie, ¿no? Y, aún así, ¿creéis posible esa utopía? ¿Acaso pensáis que ella va a aceptarla y mirar a otro lado? - Exclama señalando a Anastasia con la mano, interponiéndose lo posible y no molesto entre ellas y el resto mientras se explica. - Esta noche no he dormido. Esta noche he buscado a los asesinos yo mismo.  - Dice enfurecido y dándose a sí mismo en el pecho con la mano abierta. Señala a Alana, la persona a la que antes mirada repetidamente. - La he visto a ella, despierta en medio de la noche. - Se gira a ella y la mira, agresivo. - Explícanos, rubia... ¿Qué hacías? Estoy ansioso por saberlo.

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16/02/2015, 14:28
Roger Templar

Roger al espertar siguió al resto para ver que había pasado, se notó un sabor extraño en la boca y tras unos segundos de reflexión consiguió saber que le había pasado.

- Me alegro que se encuentren bien señoritas- les dijo con una sonrisa amable a Anastasia y Allegra pero sin acercarse a ellas, cualquier cosa podía ser malinterpretada en aquel sitio y él ya tenía bastante. Después esuchó a Paul a quien dedicó una mirada serena carente de odio o reproche- El problema no está en que usted hable señor Adams... el problema está en que lo haga yo... Se equivocan con respecto a la ausencia de cadáveres en este día, caballeros, si que hay un muerto y ese soy yo- los miró sin odio o reproche alguno, sino con toda la evidencia que un conocimiento certero le daba- he sido envenenado durante la noche. El veneno no tardará mucho en acabar conmigo...- su discurso fue interrumpido por una tos acompañada de un regero de sangre, el actor sacó un pañuelo y lo limpió con rapidez, no le gustaba que lo vieran de esa forma- Disculpen... las he tenido mejores. Antes de irme denuevo si que me gustaría decir varias cosas. Una, no soy un metiroso, no mentí ni como Míriel ni como Roger, dos, creía que éramos mejores que los humanos y que eso de dejarse llevar por los perjuicios del pasado estaba superado... pero ya veo que me equivoqué al señor Adams se le cree porque no es un inglés estirado como yo y porque tuve la mala idea de revelar mi nombre. Tres, Vanya sólo puede proteger a la misma persona una vez, lo que significa que no podrá volver a defenderse. Creo que es todo lo que me queda por ofrecer, pueden creerme o no... pero al menos he intendo colaborar con la justicia.

El actor dominado por una creciente debilidad buscó asiento y terminó por recostarse, la vida se le escapaba poco a poco.

- Bueno, señor Templar... esta vez morirás de manera más tranquila...- se dijo para sí con el rostro pálido- ahora sé por qué prefería seguir siendo Roger, en mi vida como humano jamás tuve que hacer frente a tantos reproches ni tanto odio... que lástima que lo que esté en juego sea Fae y que no pueda hacer más- suspiró limpiándose nuevamente la comisura de los labios con el pañuelo.

Entonces Seth declaró a Alana como uno de los traidores, pero en ese caso Roger se limitó a obervar con suma atención.
 

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16/02/2015, 15:06
Allegra Blue

Allegra se revolvió aún con los ojos cerrados mientras recuperaba su consciencia y los recuerdos acudían a su mente. Recordó donde estaba, quién era. Recordó cómo Anastasia y ella habían buscado en aquella ciudad lúgubre un escondite con una cama lo suficientemente grande como para que cupieran las dos. Y sus oídos se aguzaron, buscando la respiración pausada de la otra chica. Sin embargo, lo que encontraron fue un respirar agitado que hizo que sus ojos se abriesen de inmediato, como activados por un resorte. 

Saltó de la cama de inmediato al ver siluetearse el bulto que formaba la figura de Anastasia por la tenue luz del amanecer que se colaba por las rendijas de la ventana y se acercó a ella a toda velocidad para dejarse caer a su lado. - Ey, ey, Anny... - Empezó a decir, deteniendo su voz en seco en cuanto el rostro de la chica estuvo ante sus ojos y pudo ver la magnitud de lo que le habían hecho. Un nudo atenazó su garganta y con manos temblorosas sostuvo su rostro un instante antes de ofrecerle sus brazos para envolverla en ellos.

- ¿Quién te ha hecho esto? - Musitó con voz tenue mientras sus ojos se fijaban en el mechón de cabellos morados, esparcido por el suelo. Una mezcla de emociones sacudieron su pecho al comprobar que la chica sólo tenía golpes más o menos superficiales. - No escuché nada, ¿por qué no escuché nada? - Añadió, con una punzada de culpabilidad.

Llegaron a sus oídos entonces los pasos del resto de habitantes forzosos de aquella ciudad, acercándose, tal vez buscándolas. - Viene gente, te ayudaré a ponerte en pie. - Susurró mientras la sostenía.

Sus pupilas se afilaron en cuanto empezaron a entrar los demás, escrutaba sus rostros, buscando alguno que expresara fastidio porque Anastasia estuviese viva, o culpabilidad por haber causado sus magulladuras. Fue entonces cuando decidió soltarla lentamente, para que no la viesen débil, para que quien la había atacado pudiera comprobar con sus propios ojos que seguía manteniéndose en pie. Sin embargo, al verla derrumbarse, tan sólo dedicó una última mirada firme a los recién llegados y se acercó a ella, agachándose a su lado. 

- Tranquila, Anny. Respira tranquila y reponte, te conseguiremos algo de ropa. - Murmuró en su dirección, ayudándola a taparse con la gabardina de Paul. Dedicó una mirada agradecida a ese hombre y escuchó sus palabras y las de Seth sin separarse de Anastasia. 

Su mirada se dirigió entonces hacia Alana y su espalda se tensó mientras se contenía, esperando la respuesta de la rubia a la acusación del hombre. Pero entonces la intervención del actor la sorprendió y lo contempló recostándose. - ¿Qué quiere decir con que lo han envenenado? 

- Yo no he visto nada. - Dijo tras un par de segundos. - Estaba junto a ella, pero cuando me desperté ya había sucedido. Y alguno de los que entran ahora aquí como si nada, es el responsable de su estado. - Allegra apretó los puños y su mirada se ensombreció mientras sus ojos se alternaban entre Roger, Anya y Paul. Seth y Alana. Las cosas parecían complicarse por momentos. 

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16/02/2015, 15:18
Anya Bennet

Los efectos de las pastillas de Adam habían tenido un efecto superior al que me esperaba y me habían dejado confundida durante toda la noche. Tan drogaba estaba que me pareció escuchar de nuevo la voz del actor que quería acabar con mi vida, Roger. Por sorpresa la mañana me permitió abrir los ojos, algo que no me esperaba pues pensé que alguien me mataría durante la noche pues todos parecían querer acabar conmigo.

Vuelvo sobre mis pasos hacia el resto, tratando de mantener los ojos abiertos pese al dolor de cabeza. Lo primero que encuentro es a mis hermanos rodeando a Allegra y a Anastasia, esta última visiblemente herida. Uno de los pocos habitantes de la ciudad por el que siento aprecio, tras las acusaciones contra mí, es ella por lo que no dudo en tratar de consolarla.

Toma, Anastasia, ponte mejor esta que es de tu talla -le digo dándole mi propia chaqueta -daremos con tus atacantes y acabaremos con ellos.

Tras girarme veo a Roger Templer y no puedo evitar una mueca de estupefacción. Los recuerdos de la noche entran como un torrente en mi cabeza, recordando las palabras dichas por mis compañeros. Mi inocencia había quedado demostrada, al menos por ahora, y no les culpaba por seguir desconfiando de mí. 

Consciente de ello me giro en primer lugar hacia Zaira -Gracias Zaira. Si puedes hazle llegar el mensaje a Chris de que yo no ataqué a Jane y, pese a que me siento culpable de su muerte, en el fondo se que os avisé. Mi única alternativa a ello era dejarme asesinar, espero que lo comprendas. Y siento mis palabras de ayer, se que fui demasiado dura, especialmente contigo, pero temía miedo de morir. No puedo pedir que me perdones pero se de que bando estás y se que se puede confiar en ti.

A continuación me giro a Adam, aquel que ha demostrado mi inocencia -Me alegro de que sigas con vida -es lo único que puedo decir. Que haya sido sincero con el resto es más una obligación que un favor pero el hecho de que viva nos da fuerzas para encontrar a los que han traído el mal aquí.

Por último miro a Roger -No puedo defender a nadie más, Rogers, mi poder no era el que tu aireabas pese a que trates de modificar tus tretas cada vez que se te desmontan. Si me votan hoy moriré, al igual que ocurrirá si lo hacen mañana o pasado. 

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16/02/2015, 17:56
Aubin Beaumont

Y un día mas, con suerte o sin ella, Aubin despierta… no se percibía la partida de nadie, nada se lo transmitía… pero si cierto dolor, que le tocaría especialmente la moral… ¿pero contra quien? se lo imaginaba… Sale de aquel lúgubre agujero en el que hubiese pernoctado, poniéndose su chupa para dirigir sus pasos simplemente hacia donde debía ir… y allá va el francés, con sus manos en los bolsillos, para terminar viendo la imagen de Anastasia totalmente magullada, teniendo en cuenta que lo había soportado con vida. Frunce el ceño, aprieta los puños, mira hacia los lados… se cruza de brazos y se rasca la cabeza articulando una sonrisa entre incrédula y de - …me voy a cagar en la sombra de alguien… - que es lo único que consigue expresar. Quizá... mas cerca de comprender a Lyman el día anterior, se acerca a la francesa. Como tantas otras veces busca aquella mirada con silencio, mas descolocada y expuesta al rechazo, tras el respaldo de Allegra, Paul, Anya y todo aquel que estuviese en medio – Nos enteraremos de quien fue...- le susurra, con una fingida sonrisa que no enunciaba otra cosa que prepotencia con preocupación... en potencia ¿preocupación? ¿Aubin? Anteponiendo. Inclusive a un actor al que había creído e impulsado (Templar), decir que se moría poco a poco… o lo que podría ser una importante información de Seth sobre Alana, ademas de las contradicciones de Paul con Templar y este con Anya...

Quizá después... pero desde luego, si las fatas en guerra querían su atención... la tenían.

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16/02/2015, 18:31
Misty Holes

Misty se levantó a lo alto de un edificio. Se quedó unos segundos con la mirada perdida en el cielo y con una tímida sonrisa en los labios disfrutando del momento, viendo el tiempo pasar. Se habría quedado en aquella posición horas y horas, pero sabía que no debía hacerlo. Con un suspiro, se levantó de un salto y miró alrededor. No había nada que le indicase el camino aquella vez y tampoco aquella sensación  de muerte que la había invadido cada mañana.

Encogiéndose de hombros se dirigió hacia las escaleras de aquel edificio mientras se colocaba bien su colorido abrigo. Cuando llegó con los demás se percató de la ausencia de las dos chicas. Qué día más agradable, ¿no creéis? Comentó, en su habitual tono jovial y despreocupado.

Siguió a la gente hacia el lugar donde habían visto retirarse a las dos chicas, Allega y Anastasia. Al llegar, Misty miro con curiosidad a Allegra y a Anastasia. Vaya, esto sí que es curioso. Comentó, dedicándole una sonrisa a la chica de pelo morado. ¡Estás viva! Era evidente que había sido atacada aquella noche, pero, por alguna razón no habían conseguido su objetivo. ¿Cómo lo has hecho? ¿Los asustaste? ¿Fingiste que estabas muerta? ¿O te dejaron  viva sin más? Preguntó, como quien pregunta que hay para comer. El tacto no era el fuerte de la joven.

Ha debido ser toda una experiencia. Dijo, mientras su mirada se perdía imaginándose lo que podría haber ocurrido. Tras dedicarle una sonrisa algo infantil y demasiado dulce para las palabras que le había dedicado, se giró a los demás. Las acusaciones no habían tardado en aparecer.

Oh, siento mucho oír eso. Dijo, mirando con lástima al hombre que se había recostado. La verdad es que aún no estoy del todo segura de las acusaciones que caen sobre ti, es tu palabra contra la de Paul... Por no decir que parece haber bastantes que te quieren lejos. ¿Al menos puedes decirnos una cosa antes de que te vayas? ¿Quién te trajo de vuelta? ¿Fuiste tú solo o te ayudó alguien?

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16/02/2015, 18:41
Zaira Castleworld

Aquella noche, Zaira se alegró de contar con la compañía de Kammy. La anterior no se había movido del puente, temiendo que alguien se abalanzara sobre ella y volviera a hacerle sufrir el mismo tormento de la primera noche. En cambio, en ésta, buscó un refugio junto a la joven de ojos tornasolados y durmió en una cama. Había dormido tan bien, que al abrir los ojos por un momento creyó que todo había terminado. Se incorporó, sonriente, y zarandeó con suavidad a Kammy para que despertara. 

- Buenos días, hoy no tengo ninguna sensación mala - . Le dijo y se levantó de la cama. Se calzó las botas y se puso el jersey que se había quitado para dormir. Empezaba a tener la sensación de que las palabras de Lyman podían haber calado dentro de los asesinos. O quizás había pasado algo que les había hecho replantearse todo aquel sinsentido de terror que estaban sembrando. 

Cogió el bolso y esperó a que Kammy estuviera lista, para salir juntas. 

Una vez fuera, lo primero que hizo fue dirigir su mirada hacia el reloj. No vio nada diferente en él y se permitió seguir creyendo que todo aquello podía terminar. Volverían a Fäe y allí volvería a su lugar, al palacio, junto a la Familia Real. 

Se reunió con los demás y enseguida se dio cuenta que algo raro pasaba. La sonrisa que todavía se podía ver en sus labios se transformó en una mueca y su mirada se ensombreció. ¿Dónde se encontraban Allegra y Anastassia? 

Siguió a la gente y no tardó en descubrir la verdad. Un escalofrío recorrió su cuerpo y volvió a sentir el mismo vacío en su estómago que los días anteriores. Todo aquello era como un sueño que se repetía una y otra vez. Esta vez fue Seth el que levantó un dedo, acusando a Alana. Zaira se volvió a mirarla y arrugó el ceño. Si era verdad lo que decía, ¿Qué hacía levantada por la noche? Pero antes de que ella llegara a responder, Roger aseguró de que le habían envenenado. El rostro de la joven palideció. El día anterior había dudado de él y ahora estaba confusa, no sabía quién mentía y quién no... Mientras pensaba, escuchó las palabras de Anya. La miró, arqueando suavemente una ceja y asintió con un leve gesto de cabeza. - Se lo diré - Le dijo, aunque parecía un poco ausente, pensativa.

- Ivanna ha dicho una cosa y creo que tiene razón - . Dijo finalmente, volviéndose a mirar a Paul, con una sonrisa de disculpa. - Ayer Roger dijo que podía ver en el interior de las personas, al igual que tú. Pero dio muchos detalles sobre lo que podía hacer Anya - . Se mordió el labio y miró rápidamente a la mencionada. - Ahora no te estoy acusando. Todavía no sé quién dice la verdad ni quién miente - . Volvió de nuevo su mirada hacia Paul. - Si en verdad mintió, fue muy creíble. Pero tú... - Se calló durante unos segundos, necesitaba ordenar sus ideas e intentar exponerlas lo mejor que pudiera. - Tú sólo te has limitado a informarnos sobre lo que hizo. Has dicho que viste que nos engañó sobre las muertes de los hijos de Lassa. Pero no nos has proporcionado ninguna información sobre lo que es capaz de hacer ahora. Como dice Ivanna, hay muchas formas de implicarse en la guerra, y no todas implican matar a alguien. Dinos qué es lo que viste exactamente, para que podamos comprender lo que está ocurriendo - . Le pidió y volvió de nuevo su mirada hacia Roger. Se acercó a él y le tendió una mano, para que pudiera apoyarse si lo necesitaba. - ¿Estás seguro de que te han envenenado? ¿Cómo lo sabes? ¿Quién ha sido?

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16/02/2015, 19:39
Mr. Ink - Hundo Freneza

"Con la llegada del Templario, las aguas en la guerra parecieron calmarse o mas bien toparse con una piedra, una dura piedra, ¿Un halo de descanso para todos o al contrario no era mas que una ola que giraba en otro sentido?"

La noche y lo que precedía a la noche le había dejado tan atónito que incluso lo que en su libro se escribió, con la tinta de su pluma no era fácil de entender ni siquiera para él, pero borrar y escribir no era su forma de trabajar, por lo que desplegó la silla una vez mas y pensó en como repararlo, mientras escuchaba y escuchaba cosas muy interesantes. Por el momento entendía que debía esperar que los implicados entre los comentarios de unos y otros hablaran para defenderse o dar explicaciones, pero si quería dejar una hipótesis en al aire.

-¿No puede ser que Anastasia haya sido protegida? Después de todo hasta el momento no hemos visto que nadie se defienda pero si puede ser que alguien pueda protegernos en la noche. Anastasia, cuando te sientas con fuerzas.-Pidió diligentemente a quien había sobrevivido.

Por otra parte que Roger este envenenado, demostraba una vez mas lo peligrosos que eran, también, los días. La curiosidad del bibliotecario ahora era mucho mayor.

Notas de juego

U_U tenia algo mas "elaborado", pero se me ha petado mientras publicaba Zaira.

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16/02/2015, 19:42
Roger Templar

Roger miró de soslayo a Anya, y no pudo evitar dedicarle una sonrisa irónica.

- Tretas... la verdadera maestra en ese arte eres tu querida, mi intelecto no es capaz de elaborar cosas complicadas... ¿no me ves? estoy acabado- se encongió de hombros para después centrar su atención en las únicas dos personas que se mostraron amables con él- Agradezco su preocupación, querida- agradeció las palabras de Misty- pero me temo que sí, son muchos los que me quieren muerto y sabes ¿qué? mejor que me vaya, así os libraréis de mi presencia- le dedicó una sonrisa amable- en cuanto a mi corto regreso, claro que puedo contestarte. Es odbio que no he sido yo mismo el que ha regresado, me han traido pero no puedo decirte nada más- le contestó a la muchacha para después mirar a Zaira- No pasa nada... el culpable de esta situación he sido yo mismo por haber rebelado mi nombre- aceptó la mano de la mujer y se levantó- Gracias... así mejor- le dijo manteniéndose de pie por sí mismo- Y sí, estoy seguro de haber sido envenenado, siento la muerte en mi interior, en mi sangre... no duraré hasta la noche- aseguro poniendose muy serio al tiempo que una bocanada de sangre lo obligó a limpiarse nuevamente con el pañuelo.

 

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16/02/2015, 19:57
Shawn D. Williams

Nunca un amanecer fue tan lastimoso para Shawn, apenas abrió ojos supo que la muerte habría vuelto a actuar por la noche. Eso sumado a que no tenía fuerzas ni ganas de levantarse hizo que permaneciera el suelo estirado, contemplando el cielo sobre él. Durante un instante todo lo que hizo fue intentar recordar por qué peleaban, y el bosque se hizo presente en su mente. Fäe... 

Escuchó como los primeros que se habían puesto en pie fueron hablando, caminaron cerca de él pero poco le importaba a Shawn en ese momento. Él continuó boca arriba respirando profundamente sin mediar palabra con nadie. No fue hasta que hablaron de violencia que Shawn inclinó su cuello y observó como la pobre Anastasia había sido golpeada.

Se le cortó la respiración, rápidamente se puso en pie para llegar hasta ella.Joder.... ¡Joder! Cuando encontremos al fata responsable lo haré pedazos. —susurró seriamente a la chica. —Te lo prometo.

No había muerto nadie pero desde luego lo habían intentado. —Si, ya lo verás. 

Aquel tipo, Seth, insinuó algo que despertó todas las alarmas en Shawn. Él al igual que muchos centró su mirada en Alana con suma preocupación. —¿Qué cojones significa eso? ¿Qué...? ¿Qué hacías deambulando Alana? —dijo mientras daba algunos pasos hacia ella. —No quiero ponerme del lado de nadie, pero que caminéis mientras el resto está dormido es cuanto menos sospechoso.

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16/02/2015, 20:15
Adam Hart

Adam abrió los ojos tras las primerass luces que tocaron sus ojos. Estaba en...¿dónde cojones estoy?, pensó. Pregunta que se había hecho tantas veces en su vida mortal. Tenía medio cuerpo tumbado sobre una mesa. Las piernas colgando. Una de ellas estirada hacia un lado y la otra flexionada sobre sus dedos  retordida de forma abstracta. Intentó abrir los ojos frente a la férrea resistencia de un ejército de legañas, mientras realizaba un esfuerzo herculeo para despegar su rostro de la mesa, el cual se había aderido a ella con la ayuda de las babas resecas que habían salido de su boca entreabierta durante la noche. Aquella postura improbable, le había generado dolores en varias partes de su cuerpo que agitó como un torpe autómata. Con el pelo aplastado por el lado que había reposado sobre la mesa, y soltando un sonoro bostezo, se estiró cula felino. Se dirigió donde esperaba encontrar al resto, con la certeza de que algo habría ocurrido por la noche. Para su sorpresa no encontró a nadie, pero pudo ver a lo lejos, como algunos se dirigían hacia aquel lugar. Hizo lo propio y allí se presentó. No saludó. Sus ojos apenas abiertos y la rojez de la mitad de su rostro, junto a aquel pelo negro sumido en un profundo caos, dejaban entrever el estado en el que aquel fata debió pasar la noche. -Hola.- Acertó finalmente a decir. Vió el aspecto de aquella chica de pelo morado. Entrecerró los ojos quitándose algunas legañas.-Joder tía, estas hecha una mierda. ¿Estas bien?.- Tambaleándose un poco se acercó al pintor y le susurró. -Tronco, ¿podrías dibujarme un zumito de naranja?. Te lo agradecería un montón.-  Comenzó a escuchar el cruce de declaraciones entre unos y otros. Parecía tardar en asimilar lo que decían, aunque trató de mantener la atención. Al menos no babeaba, señal de que sus sentidos parecían captar lo que allí ocurría con cierta normalidad.

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16/02/2015, 20:53
Lyman F. Gale

Describir aquél nuevo día de Lyman, es, en realidad, bastante sencillo y no muy distinto del anterior.  La tenue y pálida luz del día que no conseguía traspasar aquél muro impenetrable de nubes lo encontró en el mismo hotel olvidado y de ventanas sucias que la jornada anterior.

No estaba tumbado, sino medio incorporado. Parecía meditar más que dormir, más concentrado en quién pudiese cruzar su puerta que en quién pudiese entrar en sus sueños. A diferencia de sus hermanos hacía tiempo que había abandonado sus costumbres humanas, y dormir parecía ser uno de esos hábitos olvidados.

Solo se movió del edificio cuando notó, o notaron, murmullos y agitación entre el resto de los Fata desvelando a ciencia casi cierta, donde se encontraba la nueva tragedia que los alejaba otro paso más, del hogar que los necesitaba y los vio nacer o del que jamás podrían construirse.

Suspiró largamente antes de ponerse en camino, y en su habitual oscuridad de sus ojos, y buscó una compañía que no sabía si encontraría en la habitación.

Por suerte, al llegar, el trago fue menos amargo que el que había esperado. Anastacia, la única que tenía la llave de viajar fuera de allí estaba magullada, herida, comprensiblemente asustada pero viva.

No pudo evitar sentir alivio, aparte de la impotencia y no se regocijó cuando leyó rabia contenida en la voz del francés. No se alegraba de la desgracia ajena, porque si bien podían elevar oraciones de gratitud por esa alma que con fuerza supo mantenerse dentro de su cuerpo, el hombre ciego no se engañaba, la desgracia seguía pendiendo sobre sus cabezas. Las moiras cortaban uno a uno los hilos que los representaban sobre aquél fatídico tapiz.

-Sin querer defender, inculpar a Alana, o respaldar a Seth. No todo lo que se mueve de noche tiene el corazón podrido.- Opinó con brevedad sobre las palabras de Shawn, el hombre corteza.

Aquél hombre que el día anterior perdió su templanza oía muchos pasos por la noche, aunque no sabría decir aun ni donde iban ni a quién pertenecían.

Pero de ser sordo, además de ciego, habría sabido lo mismo, el día anterior hubieron muchas muertes que no podían pertenecer a la misma autoría. Algunas brutales, y otras limpias. Él estaba convencido de que cada una de ellas llevaba un sello, y le habría gustado poderlos discernir e investigar, pero nunca parecía haber tiempo para ello, siempre saltaban de una desdicha a otra, de un hecho inesperado a otro, de reacción en reacción, de instinto a instinto olvidando y relegando la razón. Era lo que había lamentado en día anterior, pero ésta vez quejarse no pensó que aportase nada.

Espero e invitó a que la chica que movía rocas a voluntad se explicase, le costaba dudar de los cinco que habían votado a Mathias, a no ser que Paul mintiese. Entonces carecía de cualquier base.

-Que varios recaben información, no significa que alguno de ellos mienta, quizás lo que ocultan son los fines para que la quieren.- Observó sin saber ésta vez tampoco quién de ellos podía camelárselos, aunque a su entender, el fruto de sus habilidades, era distinto.

Lo que veía enfermero era distinto de lo veía el actor, el origen variaba por el valor de los latidos, aunque no por ello pensó que ambos gozaran de buenas intenciones. Era más, seguía siendo bastante poco receptivo a las intenciones del “presunto” moribundo Roger.

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16/02/2015, 23:00
Paul Adams

Miré como Allegra me miraba interrogante, y como tras ella el resto de miradas se prendían a mi piel. Las palabras caían de mis labios con pesar, como si supiera lo que vendría a continuación.

No lo sé... - Comencé a responder.- No sé por que vi lo que ví, ni porque la muerte de Mathias me mostró lo que me mostró, no lo sé.

Solo sé que esa parte de Fäe se revela en mi mente y me hace sentir un espectador de nuestro pasado, que no puede más que observar.

Miré a Zaira y dije.- Igual que yo hago con los muertos el hace con los vivos... .- Las lágrimas se agolpaban en mis ojos mientras con los dedos casi engarrotados intentaba arrancar aquellas ideas de mi interior.- ... ¿Le vale así?.

No sé si lo dije así o no pero si recuerdo que mencioné que gracias a su posición como guarda real, conseguía secretos e información.

Miré a Roger y dije.- Lo estás consiguiendo superman... has conseguido que ya no valga nada entre los demás, me gustaría saber como alguien que dice ver nuestra alma, también es capaz de descubrir un supuesto veneno en su interior...

Pero bueno, eso es algo que me temo nunca sabré.

Me dolía la incredulidad de Zaira.- No puedo decir nada más, porque no sé nada más... a diferencia de él... el don que Fäe ha enterrado en mí es ese, y no cambia a cada segundo, mi muta a mi voluntad.

La luz de la tarde empezaba a asomar.- Hubiera sido bonito llegar a ese lugar que Lyman dijo... sólo espero que cuando llegueis me dediqueis tan solo un sueño, para poder disfrutar por un momento de las aguas del bosque, de los pasillos de Palacio... un segundo al menos de nuevo en vuestra nueva Fäe.

Miré a todos y dije al final.- Sé lo que estaís pensando... que me rindo sin más. Pero es que no puedo daros más... puesto que no sé más...

Deciros algo nuevo, sería faltar a la verdad...

Y por ello, sin argumentos no hay defensa, y sin defensa... se acerca mi final....

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17/02/2015, 00:40
Alana McRae

Me desperté con la ansiedad de saber si los asesinos habían vuelto a tener suerte. Cuando comprobé que, por fortuna, Anastasia estaba a salvo aunque bastante golpeada, respiré aliviada. Sin embargo, el alivio me duró poco, exactamente el tiempo que tardó Seth en acusarme. Dejé que todos reaccionaran, algunos más tranquilos que otros, pero casi todos condenándome. Miré a Seth sonriendo con tristeza. –En realidad lo mismo podría preguntarte a ti. Te has dado mucha prisa en acusarme, teniendo en cuenta que después tendrás que probar tu inocencia. Con esto me condenas a muerte la próxima noche, pero también a ti. ¿Cómo es que, de pronto, esta noche has podido despertarte? Ni yo puedo hacerlo hasta que ya han atacado los asesinos, este lugar se asegura de ello.- Me callé un momento para tratar de analizar su expresión, tratando de buscar la verdad.

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17/02/2015, 01:27
Anastasia Bubois

La primera reacción de Anastasia al ver acercarse a Paul fue proteger su cabeza con sus brazos, en un acto reflejó todavía activado por la paliza de esa noche. Quizás fue la soltura del enfermero acostumbrado a ver esas y, seguramente, peores lesiones al peinarle el cabello sin arrancarle ningún mechón la que le aseguró que no se había acercado para acabar con ella. O quizás fue el hecho de cubrirla con su chaqueta que la hizo sentir segura como cuando de pequeña se cubría la cabeza con las sábanas para alejar al hombre de arena.

Relajó sus hombros y aun con los ojos de lemur le miró para agradecerle el gesto a su espalda, pues cuando reaccionó él ya se había apartado y Anya había tomado su relevo. Una pequeña risa amable se escapó de los labios cerrados de Anastasia en cuanto le ofreció su chaqueta motivándolo en la talla y se preguntó cuanto hacía que no llevaba algo de su talla, obviando aquellos tejanos que llevaban pegados a ella una eternidad.

Estiró su brazo, en lo que creyó un gesto normal pero resultó exageradamente lento y tembloroso a la ida, y fugaz en su vuelta - Gracias. - fue su primera palabra que abarcaba mucho más de lo podía expresar con ella y con la torpe aunque sincera sonrisa que se abrió paso en sus labios.

Desatendió momentáneamente a Anya girando sus ojos paranoicos hacía la mano de Seth que se abrió hacia ella y al comprobar que aun le quedaba lejos volvió a la chica rubia y palideció al encontrar la mirada del francés, toda ella, salvo sus magulladuras y mejillas avergonzada por su estado.

Sonrió genuinamente a sus palabras y por primera vez su cuerpo reaccionó con moderada normalidad. Estiró sus brazos y se abrazó a él -chaqueta de Anya incluida- y solo al recostar su cabeza en el hombro de Aubin se permitió cerrar los ojos y derramar una lágrima en cada ojo, mientras su garganta retenía el resto de ese repertorio que no mostraría.

Se levantó cuando él lo hizo, tragó saliva e respondió cuanto pudo.

- La noche en esta ciudad es más densa de lo que parece. - se excusó y miró a la pequeña arcoiris - He tenido suerte, el alba les habrá sorprendido. - se encogió de hombros y una mueca de dolor se instaló en su rostro - Mucha suerte- murmuró llevando una mano a su garganta en busca de su antiguo colgante sin dejar de abrazarse a la chaqueta de Anya.

Devolvió su gabardina a Paul y se vistió con la chaqueta femenina. Asintiendo a la pregunta del otro fan de Allegra por educación, aunque dudó que realmente le importara.

Respiró aliviada al comprobar que perdían el interés en atosigarla y retomaban la discusión eterna. Con lo que aprovechó para volver junto a Allegra - Menudo despertar te he dado ¿eh? - intentó guiñarle un ojo pero el dolor no le permitió más que hacer una mueca payasa. Luego señaló con la cabeza hacia el resto.
-Creo que fue él. Pero no le vi. - le susurró fastidiada.

Notas de juego

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17/02/2015, 02:00
Allegra Blue

Viendo que la discusión iba para largo y alternando su mirada entre todos los frentes abiertos, Allegra aprovechó el momento en que Anastasia se abrazó al chico francés para recoger sus pantalones de cuero del suelo y enfundar sus largas piernas en ellos. Dormir con cuero no era precisamente cómodo y a pesar de que la camiseta que llevaba era larga y ella no era precisamente vergonzosa, le pareció que ya era hora de vestirse del todo. Dedicó una breve mirada de amor-odio a sus zapatos y finalmente decidió que después del descanso del día anterior podía darle otra oportunidad a los tacones y se los puso también. 

Mientras se vestía, terminando por la chupa negra, no dejaba de escuchar atentamente las acusaciones entre unos y otros y tras escuchar a varios afirmar que se sabían condenados, o que su fin estaba cerca, terminó por poner los ojos en blanco. - Oh, vamos. Con esa actitud de mártires no vamos a conseguir aclarar nada. - Dijo para sí misma. 

Al ver que Anastasia se acercaba a ella, se esforzó por sonreír para animarla, aunque sus ojos estaban serios. Había visto demasiado de cerca el peligro esa mañana. Parecía que cada pequeño momento de distensión en que podía recuperar la sonrisa que antes solía bailar de forma constante en sus labios, venía acompañado por una desgracia tras otra. Suspiró, apartando esa idea de su mente y se obligó a pensar en positivo. Anastasia estaba bien. Había sido fuerte y eso era algo bueno. Y su sonrisa se volvió menos tensa y más sincera. - Podría haber sido mucho peor. - Respondió, devolviéndole el guiño. 

Pero entonces la chica señaló a alguien y Allegra intentó seguir su gesto, tratando de averiguar a quién se refería, escrutando los rostros que las rodeaban. - ¿Quién? - Preguntó en voz baja, poniéndose seria de nuevo.