Partida Rol por web

El susurro de Allegra se perdió entre la aroma a menta y lavanda que captó la atención de Anastasia, parpadeó, reactivando sus ojos y recuperando su apertura habitual, para volver a mirar hacia aquellos altares que empezaban a parecer unas hamacas rupestres en las que echarse una siesta.

- Seth.- respondió haciéndose visera con la mano cuando el cielo empezó a brillar y con costumbre giró su cabeza hacia el reloj – Ha dicho que estaba levantado. Que ha salido en busca de los asesinos. – Devolvió su mirada sobre Allegra - ¿Y si realmente les encontró? – le dedicó una mirada furtiva – Quizás debería agradecérselo.

Aligeró su conversación con Allegra hablando casi por inercia sin plantearse las cosas dos veces perdida en la resurrección del chico serpiente, en sus movimientos y en sus dados. Al verle acercarse a Anya frunció el ceño y cerró su puño sobre la cremallera que la chica rubia le había prestado, planteándose en salir en su defensa. Pero ella misma se le adelantó y Anastasia no pudo evitar sonreír, riéndose de sí misma por haber olvidado la facilidad de palabra de la huesuda.

Negó con la cabeza a sus impulsos y decidió meterse en sus propios asuntos. Hizo tripas corazón y volvió a la casa donde había hecho noche, observando con brusquedad todo su alrededor a cada paso que daba hasta llegar a la habitación dónde creía haber dejado sus botas. Las buscó alrededor de la cama en la que había pretendido dormir y al no encontrarlas a simple vista lanzó una mirada de fastidio al cielo y se agachó adoptando posiciones ridículas y poco naturales pero cómodas, para buscarlas debajo del colchón. Estiró el brazo para recuperarlas casi necesitando meter todo su torso debajo de la cama y una vez calzada de nuevo abandonó ese lugar tan rápido como pudo con su piel erizada.

“Espero que al menos a ti te crean” la rerecibió Paul y ella le respondió arqueando una ceja sin comprender qué debían creer de ella. No hizo más aprecio a aquel comentario y se mezcló entre los habitantes forzosos de la ciudad, buscó la mirada de Allegra y le sonrió señalando sus botas con discreción, sintiendo que debía pasarle parte de su ausencia; evitó a Aubin; se paró junto a Seth.

Con cautela acercó su mano a él, con prudencia la apoyó en el antebrazo de Seth, casi como si pidiese audiencia y le miró con ojos tristes, lastimeros y saltones, como el cordero (casi) degollado que era. Estuvo a punto de preguntarle si había estado en la casa donde dormía con Allegra, si había visto alguien agredirla. Pero le respondió incluso antes de formular pregunta y con el mismo temor a importunarle retiró su mano.

- Sea como sea será mejor que duermas con un ojo abierto esta noche. - Comentó finalizando con una sonrisa forzada intentando parecer amistosa a pesar de que ese gesto al que tanto se había acostumbrado no le favorecía demasiado.

Volvió a dejar caer sus labios y se acercó al actor con seriedad. - ¿Al mal tiempo buena cara? – le preguntó sin comprender su humor inglés intentando rebajarlo al francés - ¿le importa? – dijo señalando a su lado para apoyarse en la barandilla del puente junto a él, transformando aquel metro y pico en una UVI improvisada. – A mi me gustaban sus películas. – Intervino de pronto – Aunque he de confesar que no le había reconocido hasta… - entornó los ojos intentando recordar - …ayer. – confesó y al mismo instante deseó haberse callado.

- Siento lo suyo. Al menos mis moratones terminarán por desaparecer. – calló apartando la mirada consciente de lo pésima que era levantando el ánimo - ¿Sabe quién ha sido? ¿O bebe todo lo que se encuentra? – volvió a la carga incomoda por el silencio tras sus últimas palabras – Lo mío creo que ha sido algo personal. – Comentó como de pasada, entonándolo como un secreto, pero sin bajar su voz, clavando su mirada estrellada, policroma pero estática, en la chica que compartía el color de su mechón arrancado.  

Observé la actitud de Seth y la de Shawn con escepticismo. No podía ser que ese fuera el mismo en el que me fijé en la estación, me pareció alguien con bastante sentido común pero, era evidente que no estaba pensando demasiado.

-Primero de todo decirte que no te he faltado al respeto y no me estoy comportando con agresividad. Esa actitud solo afecta a tus argumentos y les resta fuerza. Sin embargo, si así lo quieres…- Me encogí de hombros.- Lo de rubia, lo de querida y lo de los estereotipos sobre los tatuajes te lo puedes guardar, chico listo. Aquí hay Fatas de todos tipos y humanos igual de distintos, eso sobra. Ahora iré al grano.- Le devolví la misma mirada dura que él me había dedicado.

-Sí me has acusado y prueba de ello es la agresividad que estás demostrando. Cuando te vi en el andén me pareciste calmado y con bastante sentido común, no sé dónde has dejado eso. De verdad que no entiendo, cómo es posible que no te des cuenta de lo que has hecho. Desde que hubo tantas víctimas a la vez he estado dando vueltas al hecho de que tienen que poder identificarse de alguna manera, más que nada para intentar no matarse entre ellos. Por ese motivo creo que hay dos opciones, una que estuvieras despierto porque formes parte de su grupo y dos que no seas un asesino. Que conste que no te estoy acusando porque cuando te vi no estabas haciendo nada extraño. Si es así les acabas de decir a los asesinos que les puedes descubrir durante la noche.- Seguí mirándole duramente tratando de ver alguna señal en su rostro que me indicara que entendía lo que había hecho.

-También me has condenado a mí porque, ya sea que yo explique lo que puedo hacer, o que lo haga otro, cuando lo sepan me matarán. Por lo visto somos los dos únicos aquí presentes que podemos frenarles por la noche. ¿Entiendes ya por qué digo que nos has condenado a los dos?

Después miré a  todos los que se habían sumado a la conversación.

-La mayoría de vosotros me miráis con recelo y me condenáis directamente.- Me fijé en concreto en Misty.- Solo por el hecho de que él habló primero, porque llegó hasta donde estaban Allegra y Anastasia antes que yo. - Suspiré antes de continuar.-Bien, como queráis. Al llegar un momento de la noche me despierto, lamentablemente no he podido evitar nada en ningún momento. Soy algo así como el equilibrio de la balanza, un juez que puede condenar a aquellos asesinos que actúan con impunidad. Un arma que tienen los inocentes para que los asesinos no se sientan totalmente seguros en la noche. Con esta acusación perdemos esa baza.

Sin embargo, lo que este lugar me ha dado tiene un lado bueno y uno malo. Por un lado, no dispongo de la seguridad de dar con los asesinos, por lo que tengo que fijarme mucho, valorar todas las conversaciones con mucho cuidado ya que no puedo evitar hacer una selección cada noche. Eso es lo que he hecho hasta ahora pero, la reciente actitud de Paul, me está haciendo dudar de la exactitud de sus visiones. Por el lado bueno, puedo revertir el efecto de mi juicio. Es decir, que les puedo dar la oportunidad de evitar su muerte haciendo lo correcto, dejar de matar o confesar y enfrentarse  al reloj. Tienen la oportunidad de defenderse y dar explicaciones sobre su comportamiento, elegir si quieren morir rápido o con dolor, al menos si lo hacen no fallaremos cuando suenen las campanas.  

Roger, que se encontraba recostado en la barandilla del puente observaba a los demás con gesto cansado. Parecía que nadie lo creía, ni siquiera con la evidencia de los estragos que el veneno estaba operando en su cuerpo. Giró la cabeza para mirar el reloj... dudaba que llegara a las votaciones a ese paso. Cuando volvieron a sugerir lo de que el envenenamiento era un invento no pudo evitar esbozar una sonrisa irónica.

- De manera que o bien me muero yo sólo o me matan si sobrevivo... espléndido... - podría aportar cualquier otro comentario mordaz pero serviría para que volvieran a la carga sobre sus turbias intenciones y lo cierto es que las energías las tenía lo suficientemente menguadas como para malgastar lo que le quedaba en una nueva discusión.

Iba a terminar por abandonarse cuando una muchacha se le acercó.

- Mejor reir que llorar... ¿no cree? Por favor siéntese...- Roger se incorporó un poco para poder mantener una conversación con la dama- Le gustaban mis películas...- dijo sorprendido- vaya... pues en realidad son un poco malas, pero era divertido hacerlas, la verdad es que me dan un poco de verguenza... me metí en esto del cine para sacar un poco de dinero extra para ayudar a mi familia... y se vé que caí bien a la gente, porque actuar, actuar...- se sinceró el actor con la muchacha- pero dígame ¿por qué me ha reconocido? ¿por las cejas?- bromeó enarcando una- ¿Que quien lo hizo? No lo sé, me encanatría saberlo pero quien lo hiciera me inyectó el veneno mientras dormía... lamento no serle de mayor utilidad.

Cuando Anastasia le comentó lo del ataque frustado, Roger la miró con seriedad.

- Si le sirbe de consuelo, lo mío también ha tenido que ser personal.

Entonces Alana se manifestó y el actor se centró en ella arrugando el ceño, lo que dijo podía tener sentido pero a aquellas alturas sus capacidades de deducción estaban muy mermadas. No sabía que pensar pero la muchacha dio las suficientes explicaciones para que su opinión fuese tomada en cuenta.

Vistas las reacciones de Shawn, Hundo y Misty, Seth decide volver a hablar. Se sitúa de cara a ellos y trata de expresarse de un modo menos fiero y, si ha dado esa imagen, chulo. Toma aire antes de empezar a hablar. - Tenéis razón. En este momento todo lo que hay es la palabra de uno contra la de otro. - Se encoge de hombros y aprieta los labios buscando las palabras. - Pero, ¿qué debía hacer? ¿Callarme? ¿No deciros algo que podría ser decisivo? - Hace una pequeña pausa y busca sus miradas. - No hago así las cosas, y no voy a acusar a Alana de asesina solo por haberla visto. Sin embargo sí que tengo algo que pedir. - La señala sin dudar. - Que mire, quien pueda, en su interior... Os invito a hacerlo en mi, si es que pensáis a la inversa que yo. Joder, no tengo nada que ocultaros, y evidentemente yo sé lo que soy. Necesito que sepáis, por lo menos, mi situación en esto. - Desvía su mirada a Alana, que ha descargado sus argumentos en formato grande.

- Lamento haberte dado una imagen errónea, pero soy así. - Con lo bueno y lo malo que acarrea. Responde en primer lugar, frío y tranquilo. - ¿Sabes qué es una lástima? Que aquí no se puede conseguir privacidad. Esto no es la calle, un lugar normal donde te puedo llevar a un sitio apartado y resolver nuestras diferencias. - Mantiene sus ojos en los de Alana, imperturbable. - Ha tenido que ser así. - Escucha, a continuación, la explicación sobre su habilidad. Demasiado místico para mi. - Esperemos que se haga lo correcto respecto a los dos. Si ambos buscamos el bien, el malentendido nos dará oportunidades. Si uno miente... - Ladea la cabeza con un gesto apagado.

En esta pausa le sorprende la mano de Anastasia, apaleada de un modo que le revuelve las tripas, pues esa violencia dirigida ante alguien y además de aspecto tan dulce solo le crea miedo y asco por los depredadores de esas noches. - No les tengo miedo. - Dice con severidad mirando esos ojos tan especiales. Se sitúa de frente a ella, para conversar más normal. - Te ofrecería pasar la noche juntos, o cerca, vamos... Por si... - Señala con un gesto su cara, contrayendo los labios en una mueca de disgusto. - No sé, si puedo hacer algo... 

Aubin engruñe su cara con el contexto hostil adoptado de un momento a otro… recae en lo de Templar mientras enciende un nuevo filtro nicotinoso, escucha al hombre, pero tampoco hay manera de escudarlo ante lo que parece un inocente y muy extrovertido Paul, por no hablar del tóxico que decía llevar en su cuerpo. Aun así, habla… - No entiendo… creímos a Templar y estuvimos 1 día/noche dando por culo a Anya… – asiente muy “pues vale”… la gente no tan gente… estaba empezando a perder los papeles, exhala el humo – Pero confiar en Paul es casi confiar en Anya… – vamos… que cogían el camino de vuelta. Señala al actor con el cigarro cruzado en sus dedos… - Yo te creo, Roger, creo… y por tanto, no creo a Anya… pero algo no conecta con Paul – por no decir el francés, que no tenia ni puta idea de lo que estaba pasando, mas que el chico serpiente se preparaba para matar a alguien.

Y no dejaría de sorprenderse… pues en su seudoesmero por enterarse de algo por si mismo, entre disputas, amenazas y sucias vendettas, recibe un extraño aviso de Seth… el francés tuerce su gesto unos instantes, observa sus movimientos de reojo y por encima del hombro, aunque como aquel que ve un espontaneo corriendo desnudo en plena calle – Que coño le pica a este…? – Da una calada al piti, un poco agilipollado, no acertando a nada mas que cruzar miradas y preguntar… - ¿algún problema? – por preguntar, y en ambos sentidos. Cuando ve pasar a la francesa de laaargo este se encoge de hombros.

Asiente mientras escucha a Alana... con una nueva aportación del pirado británico – Bien, pues veamos que pasa… – los 2 se habían visto, decían... pero tampoco llegaban a acusarse del todo.

Aubin mira el cigarro, arquea una ceja, lo pisa… otra colilla para ciudad oscura.

Allegra se encontraba escrutando al grupo de gente que se apiñaba en la habitación en la que Anastasia y ella habían dormido cuando el sonido de los dados cayendo al suelo desde el bolsillo de Misty llamó su atención. Se aseguró de que Anastasia salía junto a ella y caminó con los demás, siguiendo los dados hasta el puente, hasta que como animados mágicamente se metieron en la mano del  chico de cabellos verdes. 

Inspiró el aroma de la menta y la lavanda con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa brotó en sus labios en ese instante en que la vida daba otro color al ambiente. Cuando los abrió de nuevo, el cielo de nuevo estaba cambiando y de nuevo una llama había aparecido en el reloj. 

Contempló todas las que había ya mientras las conversaciones volvían a reanudarse. Prestó atención a lo que cada uno decía y poco a poco sus ojos abandonaron el reloj para moverse interesados de uno a otro, tratando de seguir todos los frentes que estaban abiertos. Muchas acusaciones cruzadas, mucha información velada que no terminaba de descifrar. Y entre todo ello, algo en las palabras del ciego llamó su atención. La petición que hizo a Paul sobre Jane. 

Allegra asintió a esa petición, sumándose a ella al mirar al enfermero. Y después se giró hacia Chris. 

- Yo tampoco confío en ella y no tengo ninguna intención de defenderla, pero hay algo cierto en lo que ha dicho Anya. - Le dijo al muchacho seseante. - Ella nos advirtió de lo que pasaría, nos dijo que alguien moriría en su lugar. Por eso yo no quise pensar en ella cuando el reloj nos reclamó. Me pareció inútil caer en su provocación y darle lo que quería. - Hizo una pausa y sacudió la cabeza, abandonando los preliminares para decir lo que realmente quería decir.

- Fui yo quien mató a Jane, quien dio el último golpe. - Hizo una mueca, sintiendo de nuevo la misma desazón de la noche anterior. Suspiró mientras sus manos perdían parte de su firmeza pero se obligó a seguir hablando. - La elegí porque su actitud me resultaba extraña y no tenía más pistas de las que tirar. No voy a negarlo, ni a esconderme, ni a culpar a nadie de mis decisiones. Fui yo. - Suspiró y miró al chico con una disculpa en los ojos. - Lo lamento si ella era tu amiga. Y lo sentiré aún más si se demuestra que me equivoqué con ella. Aunque en ese caso espero que todavía se la pueda traer de vuelta. - Su mirada se volvió decidida y se desvió un instante hacia la mano de Chris, antes de volver a sus ojos. - Sea como sea, lo comprenderé si decides guardar uno de tus dados para mí. 

Mantuvo un instante sus ojos en los del joven antes de apartarlos, dejándole espacio. Percibió entonces que Anastasia no estaba allí y empezó a mirar a su alrededor nerviosa. Hasta que la vio regresando con las botas puestas y asintió levemente en su dirección mientras le daba vueltas a las palabras que le había susurrado antes de salir de la casa. Los ojos de Allegra se dirigieron entonces hacia Seth y miró al hombre con abierta curiosidad durante largos segundos. 

Fue el discurso de Alana lo que llamó su atención, distrayendo su mirada que se desvió hasta la rubia con el ceño levemente fruncido. - Lo siento, pero no te he entendido casi nada. - Dijo con franqueza. - No sé si quieres decir que te dedicas a matar a los asesinos, o si dices que puedes convencerlos de que se rediman. 

Finalmente se giró hacia la joven oriental y asintió con la cabeza. - Pensaba que era una paranoica por pensarlo, pero lo que acabas de decir me está dando vueltas en la cabeza desde ayer. Las cosas podrían ser mucho más retorcidas de lo que parecen. - Se encogió de hombros. - Al fin y al cabo, todo esto trata de Fäe.

Kammy escuchaba los argumentos de Alana y no sabía si creerlo. Sonaba demasiado inverosímil, pero también los de argumentos de Anya en su momento.

- Estoy de acuerdo con Misty. La única forma de comprobar si Roger miente es... - tomó valor para terminar la oración - Es dejar que el tiempo pase y ver si Roger dice la verdad sobre el veneno - la información sobre el envenenamiento de Ivanna hace que Kammy se gire velozmente hacia Zaira con mirada curiosa. ¿Cómo no había compartido eso antes? Hubiera sido de utilidad, aunque era posible que lo hubiera olvidado simplemente.

Luego, escuchó a Anastasia hablar y vio cómo posó sus ojos sobre ella. Sus ojos se tornaron naranjas y le dijo - ¿De verdad crees que fui yo? - apretó con fuerza sus puños para tratar de mantenerse a raya - Si de verdad hubiera sido yo movida por la venganza, hubiera cazado a Anya que me deseó la muerte, no a ti. Tu acción me pareció una jugarreta de mal gusto, sus palabras fueron más amenazantes - trató de recobrar la calma pensando que ella había sido profundamente lastimada y no merecía recibir insultos o reprimendas hasta que se recuperara de la conmoción.

Se giró hacia Alana y le dijo - Yo dudo de tus palabras. Es demasiado poder para un solo fata y es bastante confuso. ¿Has redimido a algún traidor? -.

Miro a Aubin y digo.- En ningún momento he hablado de ella... -. Digo señalando a Ania.- Pues como dije al principio, no tengo más certeza que lo que he visto hasta ahora, el resto son conjeturas, o hechos que he comprobado al morir...- Digo refiriendome a Zaira y mirandola a la vez.

Luego miro al ciego y digo.- Si la tarde vuelve a brillar mientras yo estoy vivo y ella aún allí, te aseguro que tendrás esa información.

Después voy con lo referente a curar a Roger y digo a Zaira.- No lo voy a hacer por varias razones.

En primer lugar, yo desconfió de él, y para mí no sería buena idea mantenerlo aquí mientras mis dudas sigan en siendo esas.

En segundo lugar, no dispongo de mucho material... quizás Misty me podría ayudar con todo tipo de instrumental para hacer una sangría y suturar, pero en ningún momento eso frenaría la absorción del veneno a no ser que inoculemos el antidoto. Y para ello deberíamos conocer aquel que inyectó el veneno y creerlo cuando nos dijera su solución.

Muchas son las plantas, animales o minerales que podría haberse utilizado para un veneno tan eficaz... Acónito, Amanita, Arsénico, Belladona, Botulina, Cianuro, Cicuta, Cobra, Curare, Digitalis, Extracto de Escorpión, Fugu, Higuera del Diablo, Loto de variados colores, Mariscos, Medusas, Mimbre, Pez de Piedra, Rana Dardo, Ricino, Salamandra, Tarántula y Viuda Negra.... Todos ellos son origenes que pueden ser revertidos, si son pillados a tiempo, pero aunque quisiera, no se cual de ellos es el que debería emplear.

Y en tercer lugar, es algo parecido a lo que dice Shawn, usar uno de los antidotos, en caso innecesario o en cado de toxina equivocada, podría acelerar el proceso de sepsis o incluso causarle un proceso secundario y ser yo el causante de la muerte. Cosa que ni quiero, ni deseo... pese a todo.

Las apresuradas palabras de la chica de cabellos morados sin raíces la sobresaltaron apartando su atención del rincón de los lamentos. Anastasia dio un pequeño respingo y sonrió con naturalidad en una risa interna por su absurdidad de no esperar su respuesta.

-Quizás tengas razón, quizás hubieses ido a por Anya si no me hubieses creído más fácil. - se encogió de hombros más fastidiada por toda una vida subestimada que por no tener nada más contra esa chica que pruebas circunstanciales y algún motivo visceral. Ella calló, y Anastasia creyó oportuno hacer lo propio.

Escuchó y coincidió con la joven de los ojos que la tenían obsesionada. Y compartió el camino de su mirada esperando la replica de Alana a sabiendas que poca claridad arrojaría sobre ese tema.

Arrugó la nariz al procesar las palabras del enfermero que llegaban oblicuamente a sus oídos. No le gustó el tono que empleó con Aubin, ni lo que siguió.

- Este se saltó la clase de ontología para unirse a alguna secta de paramédicos psicópatas. - comentó a Roger de medio lado, como quien esquiva al profesor para cuchichear con el del asiento del lado - Yo de usted me alegraría de que prefiera mantener sus manos alejadas.

- Conmigo se portó bien. Creo. - añadió su última palabra con algo de paranoia y sintió como su espalda se tensaba ante otras palabras ajenas. - ¡No! - gritó sin venir a cuento y sin molestarse a despedirse correctamente de Roger se apresuró, aun cojeando, a volver con Allegra.

- Ni se te ocurra.- le habló falta de toda intimidación reverencial clavando en ella su mirada con severidad- Ni se te ocurra dejarme sin ti.

Las conversaciones volvían a cruzarse. Acusaciones, defensas, justificaciones... Parecía ser que todos tenían a alguien en su punto de mira. Zaira escuchó todo lo que se hablaba, pero continuó con la mirada fija en Paul, hasta que este le respondió. 

- No necesito una lección de venenos - . Le dijo, arqueando suavemente una ceja. - Yo no sé si puedes curarle o no, pero lo que te he pedido es que compruebes su estado, antes de decir que está mintiendo con lo de su envenenamiento - . 

Tras aclarar aquello, volvió su atención hacia Chris. Había escuchado como Allegra le explicaba que ella había matado a la joven Jane y temía que el chico cometiera alguna locura.

- Chris, si puedes usar tus dados para acabar con alguien, guárdate la venganza para otro momento y no desperdicies tu poder - . Suspiró y miró hacia la chica de cabellos azules. - Nadie está libre de lo que ocurre con esas campanadas. Sabes que sentimos esa necesidad en nuestro interior de señalar y acabar con alguien - Volvió a mirar al chico de pelo verde. - Allegra solo siguió su instinto y le pareció sospechoso que, tras haber recordado quién era, Jane continuara comportándose como una niña. Luchó contra ella, pero no utilizó artimañas ni ninguna clase de juego sucio - . Mientras hablaba, un pensamiento fugaz cruzó su cabeza. Se quedó un momento callada, recordando algo del día anterior y volvió su mirada hacia Anya. ¿Cómo no me he dado cuenta antes? Se preguntó y sus labios se torcieron en una pequeña mueca. - Anya... - La llamó, y esperó a que ella la mirara para continuar hablando. - Ayer, cuando explicaste tu poder, sí que es verdad que dijiste que si usabas toda tu persuasión y tu escasa magia de fata, podías convencernos para que nos volviésemos contra aquel que tú escogieras - . La miraba fijamente. No era lo que había ocurrido y no había caído hasta ese momento. - Eso no fue lo que ocurrió, ya que murió alguien que pocos señalaron. Y si defiendes tus palabras, entonces estás diciendo que tú elegiste a Jane - .

Roger enarcó una ceja cuando el francés habló, aquello le había sorprendido, parecía que de momento si que le otorgaba un voto de cofianza... algo era algo. Después intervinieron los demás disertando sobre lo que ocurriria en las votaciones. El actor enarcó la otra ceja, al fin y al cabo tenían razón, la única forma de creerlo era esperar a ver que pasaba, no podía culparlos por ello. Entonces intervino de nuevo Paul y esta vez si que enarcó las dos cejas y a punto estuvo de contestarle pero prefirió chasquear la lengua y encenderse un cigarrillo.

- Tienes razón... mejor que no me ponga las manos encima...- le dijo a Anastasia cubriéndose la boca con la mano que sujetaba el cigarrillo como si le estuviera contando un secreto- que después de pasar por esa secta se unió a la de los esquizofrénicos... y lo sé de buena tinta, que yo era su presidente...- continuó divertido la broma de la muchacha, quien decidió dejar a Roger para acompañar a su amiga.

El actor continuó fumando con suma tranquilidad, mientras de vez en cuando consultaba la hora y seguía escuchando a los presentes.

Increíble sentido del humor para un muerto caminante - respondió Lera a las bromas del actor, dudando cada vez más de aquel dulce final que se le había prometido que él tendría. Si el paramédico tenía razón y había tantos venenos como para ser incurables sin conocimiento específico... ¿Cómo podría estar tan campante y tranquilo? De tantas elecciones, parecía que el asesino lo hubiese hecho intencionalmente mal, pues el hombre casi no tenía síntomas. Era obvio que la mayoría no le creería, si ni siquiera podía ejercer su profesión cuando de ello dependía su vida.

¿Soy la única que siente que estamos dando vueltas en círculos? Yo entiendo que uno necesite respuestas de cosas del pasado, sería incapaz de negar que la incertidumbre mata, pero, dado que hay alguien realmente matándonos... ¿Será absolutamente necesario examinar el alma de la pequeña ahora? ¿Por qué no la de Seth y Alana, resolviendo aquello más rápidamente? O la de Anya, si ese es el caso... Porque... considerando lo confiable de nuestro actor favorito...

Escucho la respuesta de Chris asintiendo ante sus palabras y aguardo tranquila por la zona, observando al resto sin intervenir ya que se me ha atacado también por hablar demasiado. Las palabras de Allegra me satisfacen, especialmente porque es una mujer cuya integridad e inteligencia no pueden ponerse en duda, pero son las palabras de Zaira las que me hacen llevarme las manos a la cara y volver a intervenir.

-Zaira, no recuerdo nada de ti pero algo debía hacerte en Fäe porque tu odio hacia mí no tiene otra explicación. Coño, si acaba de decir Allegra que dije lo contrario que tu me atribuyes ahora. Yo, de verdad tía, ¿cómo puedes juzgar si solo escuchas lo que o a quienes te interesan? -intervengo con una mezcla de irritación y estupefacción al ver que, realmente, Zaira no ha escuchado absolutamente nada de lo que he dicho estos días pero se ha dedicado a lanzar mierda sobre mí a todas horas -lo siento por los demás pero voy a tener que volver a repetirme. Suerte que como humana fuí psicóloga y tengo buena memoria.

Respiro hondo, concentrándome en mis recuerdos para mostrarlos uno en uno de forma ordenada -Lo primero es que Roger o Miriel se inventó que yo, palabras textuales de Zaira, podía proteger a los traidores y aliarme con ellos. Es decir, que yo podía proteger a los traidores de vuestros ataques, algo que para tener algo de utilidad tendría que ser a escondidas y no frente a todos vosotros, posiblemente por la noche, seguramente algo parecido a lo ocurrido con Anastasia que alguien, de los buenos obviamente, la ha protegido de los amigos de Templer.

Con la mano alzada levantando un dedo doy paso al segundo argumento, haciendo lo mismo con la mano -Roger o tu o ambos seguisteis empeñados en decir que yo podía proteger a los que han traído la guerra aquí cosa que traté de desmontar con argumentos sobre Samuel e Ivana y, a lar par, traté de mostrar disimuladamente mi habilidad. Como Samuel e Ivanna justificaron mi voto y mis razonamientos comenzasteis a atacarme por lo que había dicho para mostrar entre sombras mi habilidad.

Pese a volver a tener emociones el desahogo de ayer me permite tener la mente centrada, razón por la que me guardo los improperios que podría estar soltando y levanto un tercer dedo -Otro dato que me sirve para mostrar mi inocencia es que Roger, pese a mostrar su supuesto poder, no dijo nada contra mí aunque, tal y como ocurrió, podía amanecer muerto. Si uno ya está al otro lado no tiene miedo a inventar sobre terceros pues ya no tiene nada que perder. Y, siguiendo esa tónica de mentiras, cuando revelé mi verdadera habilidad cambió lo que había dicho que descubrió sobre mí, acomodándolo a lo que de verdad podía hacer. Y, como tampoco os había descrito mi habilidad totalmente, tuvo que volver a cambiarla para que se pareciera, exactamente la versión que ahora da Zaira para tratar de volver a inculparme, la que yo elegía al que moría en mi lugar cuando ya os dije antes de que eso ocurriera que yo no podía saber quién se vería perjudicado por el poder del reloj.

Las evidencias de que la chica que hablaba con los muertos era inocente parecían nublarse en mi mente, demasiado odio hacia mí persona y demasiados ataques sin justificación -Cuarto, como ya he dicho, aunque parece que solo algunos me escuchan, necesitaba que la mayoría de vosotros me votaseis pues mi habilidad consistía en salvar al más votado, razón por la que me voté a mi misma. El odio de Chris hacia mi persona creo que se debe, en parte, a los malentendidos o mentiras que Zaira le contó.

Por último lugar levanto el quinto dedo de mi mano -Ayer algunos me votasteis porque os lo pedí para mostrar mi inocencia. Otros sin embargo lo hicieron para matarme. Ayer me salvé por un poder que no tengo, ya no podrá hacer lo mismo nunca. Los segundos esperaban la confirmación de Adam para volver a lanzarse a por mi cuello pero, cuando han visto que Adam me daba la razón, se han percatado de su error. Otros sin embargo no han cejado en su empeño de atacarme, llegando al punto de decir que Adam miente para acabar conmigo pues no es lo que querían escuchar.

Cierro la mano, dejando que los dedos vuelvan a su posición -En resumen, Roger esperó a estar muerto para hablar de mí pese a haber mostrado su supuesta habilidad, algo harto sospechoso. Luego me adjudicó  un poder que no poseo y lo fue cambiando para que se adaptase a lo que yo decía. También se dice que no he justificado o dicho cosas que he mencionado numerosas veces. Quedó claro que el poder que tengo no es el que me adjudicó Templar y aún así siguieron los ataques por unas u otras razones. Por último ahora se pone en cuestión a Adam porque ha descubierto lo que mis palabras y los actos acaecidos llevan demostrando todo el tiempo, que Miriel es malvado.

Miro al chico de pelo verde, al que me amenazó de muerte según Zaira, y luego miro a la misma -Y me da a mi que tu, Zaira, has estado ayudando a Templer y atacándome a mi, posiblemente sin darte cuenta. Tu eres la que ha contado una versión falsa de los hechos para que Chris me mate. También has ocultado que Ivanna reveló que había sido envenenada, información que está usando ahora Miriel para defenderse. Además Chris, que parece que también murió envenenado, murió ayer horas antes que ahora, por lo que la hipótesis de Templer también queda desmentida.

Escucho a Lera con atención. La joven no hablaba con tanta frecuencia como otros pero sus palabras solían decir solo la verdad o lo que pensaba.

Roger detuvo una de sus caladas a medio camino y miró a Lera con una expresión muy seria para después volver a sonreir. Finalmente le dió la calada al cigarrillo y se puso en pie acercándose un poco a la mujer sosteniéndole la mirada.

- ¿Es que prefiere verme llorar señorita Madison?... me gusta complacer a las damas, pero es que soy un poco duro para las lágrimas ¿sabe?... vaya... poco confiable actor... "Good Heaven"- se llevó una mano al corazón en un gesto teatral- Tengo mis sentimientos... ahora si que creo que voy a llorar... pero eso de que se mire a Seth o a Alana , no me parece tan mala idea- concluyó con buen humor- ¿candidatos? -miró a Paul-¿no?... bueno pues no se preocupe señorita Madison, que ya lo hago yo, ¿le he dicho que siempre me gusta complacer a las damas?... y luego...- se mordisqueó un dedo como si estuviera pensando para terminar añadiendo como si hubiera llegado a una estupenda idea- luego jugamos a ver si mis intenciones son turbias y me he inventado la mitad de las cosas... para no perder la costumbre, es realmente divertido.

Entonces Anya intervino, con uno de sus grandes soliloquios.

- Si lo que pretende es que me enrede en una nueva discusión sobre lo que he dicho no pienso hacerlo señorita Bennet. Sus palabras no hacen más que confirmar lo que he dicho... el problema es que es más fácil creer a un rostro atractivo como el suyo, que a una persona como yo... cosas del caracter, pero es que yo no voy a dejar de ser yo para sonar más convincente. He dicho lo que vi en usted y lo peligrosa que es, no tengo más que añadir.

Ante las palabras de Zaira, Chris asintió y guardó sus dados. Luego miró a Allegra.

No pedí explicasssiones a quien me ssseñaló a mi el primer día, y no lasss pedía por Jane. Agradezco tusss palabrasss, pero no debesss temer mi venganza. Sssólo quiero que essstallen contra quien mata de noche, lo otro sssería ponerme a sssu nivel.  - hizo una mueca, ante la idea de compararse con esa panda de asesinos. Luego miró a Lyman primero y luego a Paul. - Yo también agradesssere dicha informasssión. - quiso decir más, pero su relación con Jane no incumbía de momento con el resto de los presentes.

Entonces Chris miró a Seth y Alana, y volvió a sacar un dado, con el que jugueteaba.

¿Termináisss de explicar vuestro insssomnio, o hago rodar un dado a ver quien falla la tirada?

Con los pelos aún como si hubiese pasado entre medias de un huracán, y con las marcas de algún mueble en su rostro, Adam observó las conversaciones como si de un partido de tenis se tratase. Pero no parecía haber alguno que pudiera decantar el juego, el set y el partido. Se rascó la cabeza y se quedó pensativo un instante. -¿Sabéis lo que es el amital sódico?. También se le conoce como trapanal. En las pelis lo llaman pentotal sócido.- Miró a todos y a ninguno. -Tanta puta palabrería ya, joder. Muy sencillito. Misty y Thomas, el que dibuja vaya. Os currais unos frasquitos y unas jeringuillas. El enfermero las enchufa y...¡a viajar!. Y de paso a cantar como canarios.- Se quedó sonriente y con los ojos entrecerrados. -Venga va. A ver a quien le parece mala idea. A ver quien no quiere contar cositas.- Medio ladeado continuó hablando.- Ahora alguno es cuando suelta que no es del todo fiable. Cabeza de pollas. Cantas como las sirenas. Yoooo... meofrezcoelprimero.- Miró de nuevo a todos.-No me pierdo un viaje así ni loco. Es una pasada. Flipas como los pepinos en verano y hablas como una cotorra.- Comenzó a reirse, a descojonarse más bien, mientras una incipiente baba rogaba por abrirse paso entre la comisura de sus labios.

Por la cara que puso Shawn cuando Anya acabó su discurso se podría decir que se había aburrido o perdido en algún momento del mismo. Simplemente negó repetidamente con el rostro, se giró y respiró profundamente. A otra cosa, pensó.

—En serio, no me trago que fueras psicóloga. —susurró antes de mirar a Chris con aspecto divertido. Se acercó un par de pasos hacia el chico de los dados. —Ten cuidado no vuelvas a sacar ojos de serpiente, la última vez no salió bien la jugada.

—Cortad ya el rollo por favor. —enunció hacia el grupo que no dejaba de pelear. —Descifremos que significa todo este asunto de las llamas en el reloj. Desconozco si nos sacará de este apuro pero seguro que es mejor que estar discutiendo como críos.

Deja espacio entre él y Anastasia, ya que esta no parece considerar el momento de una respuesta. No pasa nada, al fin y al cabo, esto es un cirio pascual y están atendiendo a mil cosas a la vez. Se aparta de ella y ronda entre el resto, observando la discusión que gira alrededor de Anya, Roger y Paul. Esa es una cosa en la que le cuesta centrarse, pero puede sacar alguna conclusión para él mismo.

Escucha a Lera proponer que centren sus esfuerzos entre su problema y el de Alana. Asiente a esto, convencido, ya que parece pensar como él en este momento. Salvo por la diferencia en lo de Lyman parecía concordar en bastante con Lera. Permanece callado un rato más, hasta que las palabras de ese tal Chris resuenan en su mente. Se gira a él con una ceja levantada y las manos en los bolsillos. 

- ¿Ahora eres un vaquero? - Pregunta con seriedad y clavando sus ojos en las suyas. Nunca ha tolerado las amenazas, y menos de quien alardea de su capacidad. - Guarda esos dados, no sea que te vayas a hacer daño. - Saca una libra de su bolsillo, en la que se muestra una cara reluciente y al otro lado una clara tachada con una profunda cruz. La guarda en su mano y aprieta el puño, mirándolo con severidad.

Agradecí las palabras de Seth, aunque el daño ya estaba hecho, pasara lo que pasara tenía claro que los asesinos intentarían matarme en cuanto tuvieran oportunidad. – En realidad no tengo nada en contra tuyo, simplemente los dos estábamos allí y, de la misma forma que tú dudas de mí, yo lo hago de ti.- Después hable de nuevo al resto del grupo.

-Si el que pueda hacerlo quiere ver mi interior, no tengo inconveniente. Sin embargo, sería bueno intentar gastarlo en alguien más, ya que lo que he dicho se puede comprobar fácilmente. Como he dicho mi tarea es hacer justicia y sí matar a los culpables pero, como no soy infalible, puedo revertir el juicio. No he redimido a nadie porque, hasta esta noche, no había podido usar mi capacidad. La primera noche intenté juzgar a Ivanna pero, cuando llegué donde estaba, ya estaba muerta. Lo que hago funciona de la siguiente manera. Juzgo al que creo culpable en función de la información de la que dispongo, en este caso he creído las palabras de Paul. La muerte no es inmediata así que tiene tiempo para redimirse si así lo quiere, confesar o demostrar su inocencia. Si lo hace puedo retirar el juicio y que viva. Si no lo hace muere. Parece más complicado de lo que es en realidad pero no es más extraño que que los muertos resuciten o que Zaira pueda hablar con ellos.

-Una de las pocas verdades que parece que ha dicho Roger es que le han envenenado. No es lo mismo que le ha pasado a Ivanna porque eso fue inmediato y lo de Roger no lo es. Paul tuvo una visión en la que te vio matar a sangre fría y todo lo que has dicho es muy confuso. Si lo aclaras y demuestras tu inocencia, te curaré.

No me gustaba nada todo aquello pero no me quedaba otra y teníamos que dar con los asesinos antes de que nos mataran a todos.

Allegra miró sorprendida a Anastasia cuando la reprendió y le dedicó una pequeña sonrisa mientras estiraba la mano para acariciar su brazo con el dorso de los dedos. - Tranquila. Estoy aquí. - Susurró en su dirección. Asintió también levemente a las palabras que le dedicó Zaira, pero su atención estuvo pendiente del chico de cabellos verdes hasta que él respondió. Y entonces volvió a asentir.

- Gracias. - Dijo finalmente tras un par de segundos. - Sé que no me pediste esas explicaciones. Pero me pareció que si era tu amiga lo correcto era dártelas. Te merecías saberlo. 

Más aliviada, centró de nuevo su mirada en la discusión que se desarrollaba a su alrededor. La mención del hombre con el brazo de madera sobre el reloj, atrajo sus ojos hacia allí. No porque tuviese intención de dedicarse a descifrar el misterio de las llamas como él proponía, sino para comprobar qué hora era. Suspiró cuando volvió a bajar la mirada. Cada vez quedaba menos para las seis. 

Sus ojos se alternaron entre Seth y Alana cuando ella se explicó y Allegra se cruzó de brazos haciendo una mueca con la boca. - Si los dos decís la verdad, esto sólo ha servido para exponeros. 

Dirigió su atención entonces al trío que formaban el actor, el enfermero y la psicóloga. Ladeó levemente la cabeza para mirarlos a los tres a la vez y sus cabellos azules se deslizaron suavemente por su hombro. 

- La verdad es que la teoría de Xia no me parece nada descabellada. - Dijo finalmente, sin dirigirse a nadie en concreto. Tras un par de segundos, su mirada buscó a la chica oriental. - Se me ocurrió ayer, pero pensé que era una paranoica. Sin embargo, cuanto más lo pienso, más me encaja.