Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Día 4: Dos se quedan, dos vienen

Cargando editor
23/02/2015, 01:54
Director
Sólo para el director
Cargando editor
23/02/2015, 01:54
Narrador

 

Día 4: Dos se quedan, dos vienen

 

Un nuevo día empezaba a alzarse sobre vosotros. Con él, la promesa de nuevas luchas y probablemente debates, traiciones y mentiras. Sin embargo esta vez no habría nadie que se despertase poco a poco, ni mucho menos, pues gritos desgarradores procedentes de distintas gargantas cortaban el ambiente.

Sería fácil desear un día sin muerte. Sería sencillo recordar el día anterior, y esperar que este fuera parecido. Que el precio de la noche fueran unas simples magulladuras, y mejor aún si era otro el que las recibía. Esta vez no hubo tiempo de olfatear el ambiente, de detectar con el primer bostezo si alguien había perdido o no la vida. La urgencia de los gritos era tal que sólo pudisteis levantaros y acudir rápidamente a ver qué sucedía.

Lo primero que visteis fue a las dos chicas: Allegra y Lera. Ellas parecían estar bien, pero su postura era una amenaza clara a cualquiera que se acercase. La primera se encontraba mirándoos de frente, en una posición totalmente defensiva. Dispuesta a hacer lo que hiciera falta para interponerse entre vosotros y los que estaban detrás de ella. Lera, en cambio, se encontraba arrodillada, aunque sin perder detalle de lo que sucedía. En estos momentos no llevaba el gorro con el que había llegado a la estación, y todos podíais ver un robusto par de cuernos asomar por la parte frontal de su cabello. Ella se encontraba sobre los adoquines, arrodillada, ayudando a alguien... A Adam. Los brazos del drogadicto se encontraban rajados de arriba a abajo, con dos profundos cortes por la cara interna que llegaban desde la muñeca hasta un poco más allá del codo. El suelo alrededor de él se encontraba lleno de sangre, y mientras Lera vendaba sus heridas Allegra continuaba asegurándose de que nadie se acercase a terminar el trabajo. En el suelo, allí, cerca, pintado con la propia sangre del yonkie, un símbolo: III.

La imagen habría helado la sangre de cualquiera. Adam había sobrevivido, pero se encontraba débil, casi moribundo. Sus lamentos penetraban en vuestros oídos como si fueran aceite, y era imposible deshacerse de ellos. Pero eso no sería lo único que descubriríais ese amanecer. Los de él no eran los únicos gritos. Una voz femenina gritaba a los cuatro vientos amenazas e improperios.

Al seguirla, no tardasteis en dar con Zaira. Ella se encontraba agazapada abrazando a Anastasia, con sus ojos rosados irradiando una ira sin igual. - ¡Quién! - Gritó al veros. - ¡Quién de vosotros ha sido! - Insistió, escrutándoos con la mirada. Parecía dispuesta a acabar con cualquiera que le hubiera hecho daño a la chica de pelo morado. - ¡Quién cojones ha sido, me cago en Dios! - Exclamó una vez más, mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas. Junto a ella, la chica que el día anterior había recibido un brutal paliza hoy se despertaba con un agujero en el abdomen unos centímetros por encima de la cadera. Al igual que veinticuatro horas antes había sobrevivido... Pero no había faltado demasiado para acabar con ella.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

 Adam Hart  Alana McRae  Allegra Blue  Anastasia Bubois   Andy McGregor  Aubin Beaumont  Chris Loriod  Kammy Phillips  Lera Madison  Lyman F. Gale   Misty Holes  Mr. Ink - Hundo Freneza  Paul Adams  Seth McCarthy  Shawn D. Williams  Thomas Haynes  Xia Han  Zaira Castleworld

Cargando editor
23/02/2015, 09:23
Lyman F. Gale

Esa mañana fue distinta a las otras. No por el olor a sangre, perfume inconfundible que no solo empapaba la ciudad sino que impregnaba ya la piel de cada uno de los hermanos.

Lejos de ahí, como cada noche, aquél hombre ciego que restaba inmóvil, con la espalda apoyada, escrutando las sombras que devoraban la luz delante de él, como si hiciera guardia. Nadie que pudiera verlo podría haber dicho si dormía o estaba despierto, pero debió ser presa de los sueños, pues cuando llegó a sus oídos el primer grito, se sacudió entero. Debieron de ser sueños porque la pesadilla se desvelaba con el cuarto acto tras un telón rojo antes de despuntar la luz del alba.

Dedicó una rápida ojeada a su alrededor y se supo solo. Nadie estaba ahí. -¿Lera?

Repitió una segunda vez aquél nombre, preocupado, y al no obtener respuesta salió a fundirse en las sombras, dispuesto a recorrer la ciudad entera hasta encontrarla.

Por pura clemencia a su angustia, los gritos lo guiaron.

Fue el primero en llegar, saliendo con paso apresurado de un callejón. –¡Lera!- Exclamó al encontrarla con su voz característica que recordaba poderosamente a unos engranajes llenos de óxido. Pero no tardó en percibir a Allegra, cruzada en el camino, defendiendo el terreno y advirtiendo a cualquiera que quisiera acercarse.  –Tranquila, chica. No le vas a temer a un ciego.- No obstante, a pesar de no resultar ninguna amenaza no trató de cerrar distancias entre ellos. Levantó las manos en señal de paz y respetó impotente la zona acordonada. Simplemente dirigió su pregunta a la joven de los cuernos que se encontraba agazapada sobre el moribundo: -Me tenías preocupado ¿Estás bien?

Reprimió sus otras mil inquietudes y dudas para otro momento más propicio, ahogándolas en pos de ceder espacio y dar paso a asuntos de mayor preferencia.–¿Puedo ayudar?-  Preguntó cuando supo del herido. Quisieran o no algo de él, dieron a entender que lo tenían bajo control, al menos sus heridas estaban vendadas y no corrían peligro inminente.

Pero otro grito llevaba un rato desgarrando el silencio de la Ciudad oscura que pronto mudaría nombre a Ciudad muerta.

Lyman fue a ver qué pasaba y se encontró con la médium acunando a aquella hermana que estaba a camino de dos mundos. -Deja de gritar. Presiona la herida, que no pierda más sangre. Voy a buscar al médico.- Anunció y volvió a perderse por donde había venido dispuesto a no regresar hasta haberlo encontrado.

Cargando editor
23/02/2015, 10:48
Anastasia Bubois

La conmoción se había instalado en los ojos de Anastasia, emborronando su visión tras un velo de dolor y adrenalina analgésica.

Levantó su mirada pseudociega hacia esa voz airada, con curiosidad al no reconocer en ella el tono de Allegra; y mantuvo su mirada en ese picado hasta que poco a poco la imagen tomó nitidez y claridad.

- ¿Zaira? ¿Tan cerca he estado? - preguntó creyéndose en el abrazo del ángel de la muerte, el único capaz de dar paz o tormento a las almas que cruzaban a través de él.

Dirigió su mano hacia el dolor de abdomen, prefiriendo ver su herida con sus dedos que con sus ojos. Palpó con extrema suavidad el contorno de aquella herida y no le resultó difícil imaginarla atravesándola de lado a lado.

- Ya basta. - decretó expulsando de sí todo el miedo que la había regido el día anterior y clavó su mirada en los presentes con amenaza por rebote.

- ¿Dónde está Allegra?. - preguntó queriendo saber el cómo más que el dónde, arrepentida de no haberla seguido la noche anterior, de haber preferido el fuego, a Seth y la compañía masiva. Volvió sus ojos hacia los rosados de Zaira rogándole que negara sus miedos, transmitiéndole su urgencia por saber de la peliazul.

Fruto de la misma urgencia y de su ira como apaleada y ensartada, se alzó sobre sus piernas, presionó su herida y encorvada por el dolor no esperó al regreso del ciego con el médico, sino que fue a buscarlo ella misma.

- Como vuelvas a ponerme la mano encima, te la corto.- aseguró con contundencia y severidad - Si tanto deseabas hacerme gritar tu nombre, solo tenías que pedirlo.

Notas de juego

Cargando editor
23/02/2015, 11:23
Seth McCarthy

Las cosa habían vuelto a ser extrañas, al contrario de lo que Seth esperaba. Nadie murió, pero había heridos, el yonki y la chica que pidió su compañía. ¿De qué sirvió? Se lleva una mano a la cabeza, con expresión de sorpresa y rabia al ver a Anastasia, y luego llevó su vista de un modo más analítico a Adam. Quizás, y tan solamente quizás... 

Antes decide acercarse a Anastasia, pero al ver su negativa ante el resto y que lo que realmente quería es ver a Allegra reculó y se quedó quieto. Le dedica una mirada a caballo entre dolorida y de disculpa, si bien la deja de mirar pronto por no serle de ayuda y haber sido inútil. - Lo siento muchísimo. 

A continuación se acerca a Adam, sostenido por Lera y lo mira con duda, siendo la prisa más fuerte que su preocupación directa por su estado. - ¿Qué coño te han hecho? - Pregunta arrodillándose frente a ellos y fijándose en el III. ¿Sabrías decir quién fue? 

Cargando editor
23/02/2015, 12:25
Adam Hart

Adam se encontraba tendido en el suelo, tiritando y más pálido de lo que en él era normal. La sangre se había mezclado con su ropa y ahora el polvo y la sangre mezclada habían hecho que dejase de parecer un sin techo para parecer un superviviente de una zona de guerra. Los vendajes ayudaban a afianzar ese aspecto. -Bueeeno...-Dijo con la voz débil. -Al final no voy a poder tocar la guitarra- Rió, con cierta nostalgia. Miró a Lera con agradecimiento en sus ojos, pero algo cansado. Mucho castigo llevaba aquella funda encima, y no era precisamente un portento físico. -Eh, pivón...olvida los brazos anda. Sácame un par de pastillitas del bolsillo derecho, hazme el favor, que yo no puedo.-  El hilo de voz era tán débil que parecía más bien un susurro. Giró la cabeza al escuchar a Seth. -Coño, tío...- Le respondió. -Un tatuaje mal hecho. La aguja era muy grande.- Volvió a reir casi sin fuerzas. -Claro joder, claro que sabría...no me jodas tronco...no me jodas.- Dijo con pesadumbre para volver a descansar su cabeza en el suelo, mirando al cielo.

Cargando editor
23/02/2015, 12:59
Allegra Blue

Los ojos de Allegra se abrieron de repente como un resorte, aún en la oscuridad, movidos por un dolor en el pecho. Un pálpito, más que una intuición una certeza absoluta. Corrió sin preocuparse por nada más, dejando que su sangre guiase sus pasos de forma certera. 

Toda su piel se puso en alerta al ver los brazos abiertos de Adam. Su mirada recorrió la escena en un instante y como un felino erizado se colocó ante él y Lera, protegiéndolos, impidiendo el paso de cualquiera a su pequeña burbuja. Nada quedaba en ella de la sonrisa que había portado. Ahora en sus ojos tan sólo podía verse la determinación de proteger a las dos personas que se encontraban tras ella. 

Se tensó cuando el ciego llegó al lugar el primero y escrutó su rostro, buscando cualquier tipo de intención amenazante en él. Cuando el hombre alzó las manos en gesto de paz, Allegra asintió levemente con la cabeza en su dirección, pero no se apartó ni le franqueó el paso. 

Los gritos de Zaira y Anastasia distrajeron su atención tan sólo un instante en el que su mirada se volvió confusa. Y al darse cuenta de que Seth había aprovechado esa distracción para intentar acercarse a Adam y Lera se interpuso en su camino hacia ellos y miró al tipo a los ojos, fulminándolo con la mirada.

- Tú. - Espetó en un siseo. - No te acerques a mi familia. - Silabeó despacio. Parecía dispuesta a apartarlo de allí a empujones si era necesario y no tenía ninguna intención de abandonar su posición defensiva hasta que Adam estuviese en pie y caminando por sí mismo.

Cargando editor
23/02/2015, 13:02
Narrador

La mañana apenas acababa de comenzar. Ni siquiera había llegado a toda su claridad, y aunque el frío seguía presente, no era tanto como el de la noche anterior. Dos personas habían sido heridas de gravedad. Ambas habían sobrevivido. Y esos no serían los únicos acontecimientos que traería el nuevo día.

Fue como un crepitar. Como el continuo chasquido de la madera al quemarse. Y luego vino el calor.

Cuando dirigisteis vuestras miradas hacia la raíz de esa sensación, pudisteis ver el cuerpo de Niba rodeado de llamas. Aquella chica tímida y silenciosa que pocas palabras había dicho desde su llegada hasta su muerte estaba rodeada de fuego, y sólo un instante después ella misma estaba quemándose. Las llamas la recorrían, lamiéndola como lenguas cómplices y apasionadas. Como amantes. Como amigas. Las llamas la buscaban sin llegar a consumirla, y con cada segundo de contacto crecían más y más, hasta que la hoguera tuvo más de cinco metros de altura.

Y entonces la visteis salir, caminando con resolución como si todo ese fuego no hubiera hecho más que alimentarla hasta darle la vida. A su espalda las llamas empezaban encoger hasta que finalmente desaparecerían, dejándoos con una Niba resucitada. Renacida del fuego.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

 Adam Hart  Alana McRae  Allegra Blue  Anastasia Bubois   Andy McGregor  Aubin Beaumont  Chris Loriod  Kammy Phillips  Lera Madison  Lyman F. Gale   Misty Holes  Mr. Ink - Hundo Freneza  Niba Laymon  Paul Adams  Seth McCarthy  Shawn D. Williams  Thomas Haynes  Xia Han  Zaira Castleworld

Cargando editor
23/02/2015, 13:29
Zaira Castleworld

Las lágrimas corrían con furia por las mejillas de Zaira. Estaba temblando de la rabia que sentía y su mirada escrutaba el rostro de los presentes. 

Pero cuando Anastasia le habló, la joven relajó su postura y la miró con la preocupación tiñendo sus ojos rosados. Sus pupilas se habían dilatado y se mordió el tembloroso labio. Observó como ella llevaba su mano al abdomen y tanteaba la gravedad de su herida. - No llegué a ver nada - . Le dijo con un hilo de voz y una pequeña mueca se formó en sus labios. - Tan sólo una sombra que se alejaba al escucharme llegar... - Fue demasiado lenta. Si hubiera llegado a ver al que le había hecho esto, ahora su cabeza estaría estampada contra el suelo. 

- He escuchado los gritos de Adam, creo que también le han atacado. Pero no sé dónde está Allegra -.  Le dijo, antes de que en aquella ciudad de sombras se escuchara a la peliazul siseando con rabia. Zaira levantó la mirada y pestañeó, arrastrando las últimas lágrimas que todavía quedaban pegadas a sus pestañas. 

Cuando Anastasia se incorporó, ella se levantó corriendo y tendió una mano para ayudarla. - Te acompaño, no voy a dejarte sola - . Le dijo, dejando que se apoyara en ella para así poder ayudarla a caminar. 

Pero en ese momento, escuchó el chasquido de la madera al quemarse. Volvió su mirada hacia el origen de aquel sonido y sus ojos se abrieron de la sorpresa. Niba regresaba del otro lugar. 

- Niba, me alegro de que estés aquí - . Le dijo, sin soltar a Anastasia, y le hizo un pequeño gesto con la cabeza, a modo de saludo. - Vamos a buscar a Paul y que te mire esa herida - . Se volvió de nuevo hacia la joven de cabellos lilas y la acompañó. Pero las palabras que ella pronunció la dejaron confundida, mirando a los dos hombres con una ceja ligeramente arqueada.

Cargando editor
23/02/2015, 14:49
Kammy Phillips

Kammy se despertó ese día con el grito de Lera. Había pasado la noche en solitario, se sentía mejor estando esa noche sola, ya que la posible identidad de Lyman era algo que le molestaba profundamente.

Al dirigirse al lugar donde se encontraban esas tres personas, Allegra, Lera y Adam, miró a Allegra con rostro tranquilo y le dijo - ¿Se encuentran bien? - sus ojos tornasoles se iban volviendo rosas, mientras el aire a su alrededor comenzaba a oler a canela, inundando los sentidos de quien le pusiera atención.

No podía curar sus heridas pero podía tratar de calmar los ánimos para que pudieran hablar la situación. En ese momento, no era la Allegra humana que le recordaba a Stewart por su música, sino una fata protegiendo a su familia que había sufrido un terrible ataque.

- Es increíble que se protejan de esa manera - se alejó después de ver que Anastasia también parecía haber sido atacada y la miró sorprendida. Pobre chica. No quería decirle nada ni acercársele, no debía ser agradable haber sido atacado por segunda vez. Sus ojos volvieron al color tornasolado de siempre mientras daba su espacio al paramédico para que hiciera algo.

En ese momento, el cuerpo de Niba se prendió en llamas y Kammy se acercó casi como si las llamas la hubieran hipnotizado, como si ese calor le recordara algo perdido y cuando se topa con ella, le dice con voz temblorosa - ¿Cómo... Cómo has hecho eso? -.

Cargando editor
23/02/2015, 15:21
Paul Adams

Los gritos eran desgarradores, y la visión de las heridas recordaba a aquellos que con miedo en su mirada sobreviven a las balas, mientras la herida de la guerra rompe sus mentes.

La sangre alrededor de Adam, la falta de fuerzas a su vez, las heridas de Anastasia, la crepitante ansiedad en Lera.

Todo me hacía como volver a un ataque en la otra realidad donde los instintos me llenaban, queriendo organizar, y ayudar.

Miro los brazos de Adam, y comprendo las heridas mientras busco en mi mente un sistema rápido para suturar todos aquellos vasos, sin que se derramase más sangre... Me acerco al joven de pelo negro y rompo con mis dientes las mangas de mi camisa, se las tendí a Allegra y le dije: Anúdalas por encima de las heridas, debemos impedir que la sangre siga saliendo a esa velocidad...

Estaba claro que Allegra confiaba en él, y comprendía esa manera de protegerlo... una familia siempre se debe proteger.

Mis ojos buscan con rapidez a Zaira, recordaba haberla visto utilizar el poder del rayo y aunque estaba junto a Anastasia le digo.- Zaira, necesito que cuaterices las heridas con varias descargas de bajo espectro pero precisas en las zonas de sangrado.

Una vez lo hagas, desafloja los nudos y ayudarlo a movilizar ambos brazos para que la circulación se instaure con rapidez.

Busco a la chica de pelos blancos y tiro de ella hasta estar junto a Anastasia y le digo.- Necesito suturas, gasas, hilos, antisépticos y anestesia... lo más estéril posible por favor.

Miro a Anastasia y le digo.- Esto va a doler, pero gracias a Fäe estas bien...

Esperaba todo el instrumental de manos de Misty, mientras percibí una ola de calor por el costado. Primero una danza de lllamas se arremolinaban sobre su cuerpo, y luego volvía a nacer.

Aquella chica callada, volvía entre el resto.- Ojala su llegada sea para bien... - Había mucho trabajo que hacer, el reloj avanzaba sin freno y llegada la hora, cualquier herida podría ser clave. Necesitábamos a Anastasia, algo habían visto en ella para no dejarla en paz, y esa sola obstinación me hacían confiar en ella.

- Vamos Myste... necesitamos avanzar... - Dije casi como un ruego más que como una exigencia.

Cargando editor
23/02/2015, 15:53
Niba Laymon

Niba boqueó en la oscuridad. El calor la recibió. Un calor intenso, imposible, hijo del fuego, de las llamas, abrió los ojos y aquellas llamas brillantes la lamían sin dañarla, estaba de vuelta.

No. No. No. De vuelta. 

De vuelta a la vida.

Envuelta en fuego. En fuego vivo, en fuego amigo.

Aire, calor, vida, pedía su cuerpo; muerte, olvido, le rogaba su mente. Bajó la vista y se miró las manos envueltas en aquellas llamas, sonrió, agradecida a su pesar. Tardó un momento en ver a los demás, muchos estaban ocupados con sus propios problemas, por lo cual también dio las gracias. No podía existir forma menos discreta de "renacer" que envuelta en fuego brillante y puro, y a la pequeña y tímida Niba no le encantaba precisamente acaparar toda la atención. 

Dio un par de pasos y, al hacerlo, sintió que se desasía de esas adoradas, anheladas, amadas lenguas infernales. Ellas la dejaron ir a regañadientes, Kammy se acercó a su posición, parecía sinceramente impresionada, y Niba no pudo menos que dedicarle una mínima sonrisa temblorosa, su cabello rojo había dejado de flotar en torno a su cabeza, como algas bajo el agua y caía sobre sus hombros y espaldas. 

- ¿Lo dices por el fuego?- Quiso saber esforzándose por situarse de nuevo en aquel mundo de vivos del que ya creía haberse despedido para siempre- Oh... Bueno, verás, yo... morí tan discretamente que quería resarcirme un poco.

Volvió a sonreír tímidamente mirando alrededor, consciente poco a poco de lo que sucedía pero sin fijar sus ojos en nadie más de un par de segundos seguidos.

- Veo que habéis tenido una noche movida... ¿Puedo ayudar de algún modo?

Cargando editor
23/02/2015, 18:42
Andy McGregor

El despertar había sido, nuevamente, convulso.

Adam... habían atacado a Adam pero había podido resistir. El horror de la primera imagen, donde lo veía tirado en el suelo, en el momento en que lo creí cadáver, fue restañado con el conocimiento que estaba vivo. Vivo. Sonreí y bufé aliviado.

Luego estaba Anastasia, nuevamente, superviviente. La mala noticia volvía a corregirse con el alivio de saber que aquellos bastardos no se habían salido con la suya, esta noche tampoco.

Y no sólo eso, la chica tímida de la primera noche volvía, y esta vez con un espectáculo por todo lo alto. Sonreí nuevamente, esta vez pensando en aquellos que tanto se afanan por el macabro fin de devolver la guerra a Fäe, pensando en lo contrariados que deben sentirse al ver que todos sus planes se daban la vuelta.

Asentí, como quien contempla un buen resultado de forma objetiva. Pero pronto cambié mi semblante, pues un baño de realidad me arrancó la sonrisa.

- Se nos acaba el margen. - Dije, simplemente. Miré el reloj.

Lo cierto es que ya había renunciado a interpretar aquellas llamas danzantes y me uní  mentalmente a aquellos que pensaban que era una sutil forma de cuenta atrás.

Aspiré el aire frío y, hundiendo las manos en los bolsillos, me situé cerca de las llamas que, aunque se extinguían rápidamente, habían dejado un poso de calor en el aire circundante.

Cargando editor
23/02/2015, 19:26
Zaira Castleworld

Al escuchar a Paul, los ojos de Zaira se abrieron como platos. Arqueó una ceja y miró confundida hacia Adam. ¿De verdad le estaba pidiendo que invocara un rayo para suturar sus heridas? Además de que Lera ya estaba terminando de vendarle los brazos. Zaira se mordió el labio para evitar que la risa nerviosa que empezaba a rebotar en su estómago saliera desbordada de su garganta. Tardó unos segundos en responder al enfermero.

- No sé a qué te refieres con eso. ¿Descargas de bajo espectro? - Suspiró y negó con la cabeza. - Yo puedo invocar rayos, pero no puedo controlar su potencia. Si invoco un rayo, corre, que puede hacer mucha pupa - . Le dijo, volviendo su mirada hacia la muchacha de cabellos lilas. 

- Deberías dejar que te miraran esa herida - . Le dijo en un susurro. Estaba preocupada por ella, la herida era profunda y había perdido mucha sangre. - Estaré en todo momento a tu lado, no te preocupes, pero debes dejar que te la traten - . Le volvió a decir con un suave tono de súplica en su voz.

Cargando editor
23/02/2015, 20:59
Anastasia Bubois

Anastasia hincó su nariz airada, ocultando tras ese enfado temor y contuvo su respiración ahogando un dolor desgarrador demasiado enraizado en ella para ser tratado.

- No. – Se negó con contundencia a la intervención a la que el paramédico planeaba arrastrar a la chica arcoíris – No te me acerques. – reculó negando con suavidad con la cabeza para no perder el equilibrio – Puedo soportarlo, esto y mucho más. – Le recordó desafiante y dejó escapar una risa irónica con su respiración.

Llevó sus ojos hacia Zaira y con una sonrisa afilada volvió a negar el contacto del enfermero – Todo saldrá bien.

Jadeante, cojeando y encorvada huyó de esa ratonera formada por los dos regresados para encontrar el origen de los otros gritos.

Pocos pasos después necesitó detenerse, dobló las rodillas buscando equilibrarse y apoyó una mano sobre una de ellas mientras la otra seguía presionando su herida por debajo de la chaqueta de Anya. Regularizó su respiración in situ, maldiciendo cuanto podía maldecir y por un momento creyó que aquel crujir de madera consumida por el fuego provenía de sus pies, fue el calor lo que la disuadió de esa idea, y al ladear su cabeza hacia la calidez parpadeó para comprobar que no era presa de una alucinación.

- Como un ave fénix. – suspiró encandilada y se olvidó de sí misma.

Cargando editor
23/02/2015, 21:29
Lera Madison

Por primera vez desde que podía recordar, Lera había dormido apaciblemente. Sin ninguna preocupación, protegida por las sombras que inundaban aquella ciudad habitada por asesinos e inocentes por igual. En aquel antiguo cine, tan similar a los que proyectaban las películas que la distraían de su situación en días humanos, había logrado conciliar el sueño sobre los sillones de la recepción junto a Lyman hasta que una sensación en lo más profundo de su alma le había advertido del peligro de Adam. Sin pensarlo ni dar aviso, corrió en dirección a lo que sus instintos le dictaban, sintiendo como la angustia le comprimía el pecho y nublaba su razón, temiendo lo peor. Al llegar, vio al drogadicto cubierto en sangre, dos profundas heridas que recorrían ambos antebrazos, pero aún vivo. Apenas, como un trabajo a medio hacer. 

Habría sido difícil determinar cual de las dos mujeres había llegado antes al cuerpo, pues ambas, a pesar de estar a distintas distancias y en distintas situaciones, parecían haber dejado todo atrás por estar ahí el segundo que sintieron que algo iba mal. Sin siquiera decirlo en voz alta, ambas supieron que hacer. Allegra protegía a su familia como un animal a sus cachorros, y Lera mientras intentaba curar a Adam por medio de vendajes improvisados desgarrados de la propia ropa de la chica, arrodillada a su lado. Y aunque trataba con suma delicadeza al herido, la tensión en su postura indicaba que cada fibra de su cuerpo le pedía una sangre totalmente distinta a con la cual ahora se manchaba las manos. 

Al llegar el ciego a su lado, miró a Allegra, esperando su reacción. Al verla asentir, aunque sin abrir el paso, Lera le dedicó una fugaz y melancólica sonrisa al hombre, sabiendo que entendería el significado de su gesto al verla en aquella situación. No - respondió a ambas preguntas, volviendo su concentración a Adam mientras Lyman emprendía camino hacia los gritos histéricos de alguien.

Sacó las pastillas del bolsillo de Adam, previniendo que alguien más se acercara a sacarlas o él mismo lo intentara y se la puso sobre los labios. - Mientras te quedes quieto y te portes bien... - murmuró justo antes de que Seth intentara abrirse paso hasta ellos, fracasando bajo la atenta vigilancia de la mujer de pelo azul. Miró al drogadicto con aire reprobatorio cuando lo escuchó bromear, pues no creía aquel fuera un momento para tener sentido del humor. Por otra parte, estaba segura que él prefería perder a su vida antes que la capacidad de reírse de todo.  

No le gustaba como la gente estaba acercándose a Adam ignorando que Allegra sería capaz de arrancarles la garganta con sus propias manos antes de dejar que lo tocaran, quisieran ayudarlo o no. Sus ojos se posaron con desconfianza en Paul mientras terminaba de atar las vendas y levantarse, dándole un suave beso en la frente a Adam y poniéndose a un lado de Allegra con la determinación de mantener un perímetro seguro para que el humorista descansara. Una vez más, volvió a sacar aquella hoja de navaja de su bolsillo, mientras una nueva amenaza renacía de entre las llamas. 

Cargando editor
23/02/2015, 21:34
Shawn D. Williams

Amanecer en aquella ciudad no era lo que hubiera querido Shawn, pero sin duda era mejor que no despertar y haber sido asesinado. Solo Dios y él mismo sabían lo cansado que empezaba a estar de todo aquello, de la emboscada de Azamarac, de las palabras de aquella mujer misteriosa y del dichoso reloj.

El artefacto de la torre se había convertido ya en una obsesión para Shawn, y no dudaba ni un instante en desviar la mirada cada pocos minutos. 

—El símbolo —dijo enarcando las cejas y acercándose rápidamente hacia este. La poca cordura que todavía quedaba en él lo obligó a interesarse por los vivos otra vez y volver a la realidad. —Perdona, me alegro que estéis bien. ¿Es posible que haga referencia a una de las horas del reloj? Adam es tu sangre, quizá esté loco por esta pregunta pero... ¿de alguna manera ha podido apuntar este símbolo a tu atacante?

El intercambio de palabras de Seth con Allegra y Adam lo distrajo por un momento y le hizo fruncir el ceño, no obstante lo dejó pasar por el momento para centrarse en los hechos. Acto seguido Shawn trató de recopilar mentalmente todas las muertes y todos los números que se habían iluminado en la torre. Aquella era una pista muy buena, era distinta a las llamas y era nueva. 

Entonces cuando Niba resucitó y este no pudo hacer más que ofrecer una media sonrisa. Dejó estar sus divagaciones y se giró hacia la chica resucitada.

—No vuelvas a irte, por favor —dijo acercándose a ella y finalmente tendiéndole la mano. De repente sintió la irremediable necesidad de romper el hielo y cambiar de tema. El reloj, si, de vuelta a ello. —Emh... Se podría decir que estas on fire, querida. Esta... Esta mañana han vuelto a atacar a las chicas y a Adam, y eso —señaló el símbolo III dibujado con la sangre de Adam— apareció junto a ellos. 

Cargando editor
23/02/2015, 21:41
Zaira Castleworld

Zaira se quedó observando como Anastasia se estaba alejando encorvada y jadeando. Pero no hizo ademán de seguirla. Se había mordido el labio para no insistirle en que se dejara tratar y volvió su mirada hacia Paul, entrecerrando ligeramente los ojos.

Suspiró, negando suavemente con la cabeza, y, cuando escuchó a Shawn comentar lo del símbolo que habían dejado pintado en el suelo, se volvió a mirar hacia el reloj. Ni idea de lo que puede significar. Pensó y un escalofrío recorrió su espalda al pensar en lo que habían hecho con la sangre del drogadicto. 

Sus labios se torcieron en una mueca y caminó hacia el puente, alejándose un poco de la gente. Deseaba poder contemplar el río y encontrar en aquel lugar algo de calma. Pero era imposible, no podía quitarse de la cabeza la imagen de cuando había visto el cuerpo roto de Anastasia. Cerró los ojos y abrazó su propio cuerpo, intentando encontrar algo de calor en su interior. 

- Creo que deberíais darle una nueva oportunidad a Ivanna - . Le dijo al viento, sabiendo que desde donde se encontraba, todos podían escucharla. - Su esencia es dulce y aunque ella no desea separarse de su amado, él os pide que quien pueda traerla le de esa oportunidad. Dice que ella puede ayudarnos a encontrar a los asesinos - . Abrió de nuevo los ojos y se quedó mirando el infinito, con la mirada perdida y una sonrisa triste en sus labios.

Cargando editor
23/02/2015, 22:36
Allegra Blue

Allegra percibió el olor a canela que Kammy desprendía y, sin llegar a bajar la guardia ni un instante, le agradeció el intento con la mirada. - Estaremos bien. - Aseguró a la muchacha de cabellos morados para después echar un breve vistazo hacia atrás, comprobando el estado de Adam y buscando la mirada de Lera. 

Cuando volvió a mirar hacia delante se encontró con Paul tendiéndole algunas tiras de tela. Las tomó y sin dejar de vigilar, se las lanzó a Lera. - Gracias. - Dijo escuetamente, con un leve asentimiento de cabeza. Sin embargo, al escuchar las palabras que el enfermero le dirigió a Zaira, Allegra negó de nuevo. - No. Nadie va a lanzar rayos a Adam. Y nadie salvo Lera va a tocar sus heridas. - Su tono era firme y algo más seco de lo que sería educado, pero no costaba darse cuenta de que la joven en ese momento no era capaz de pensar en las formas o dilucidar quiénes se acercaban de buena fe y quiénes para ofrecer una buena imagen ante el resto. Allegra sabía que quien había dañado a su hermano estaba allí y sencillamente no estaba dispuesta a permitir que se acercase a terminar su trabajo o a ofrecer una mano hipócrita, fuese quien fuese. 

Sintió la presencia de Lera junto a ella y giró el rostro para mirarla, sabiendo que sería la única que comprendería lo tumultuoso de sus emociones en ese instante. No hacían falta palabras entre ellas pero estiró la mano para rozar con la punta de los dedos la muñeca de la otra chica. Estoy aquí. Estamos los tres juntos. Parecía decir con ese gesto tan leve.

Percibió la llamarada de la que emergió Niba y le dedicó una mirada de reojo. En cualquier otro momento, se habría alegrado de la vuelta de esa muchacha a la que recordaba ver temblar como una hoja. Le parecía dulce y frágil. Pero era demasiado importante lo que tenía entre manos como para siquiera impresionarse por la espectacularidad de su vuelta. 

Cuando Shawn se acercó al símbolo, ella se movió con él, asegurándose de que no diese un paso hacia Adam. Y al escucharlo de nuevo volver al tema del reloj lo miró con ojos sombríos. Sin embargo, a pesar de su postura defensiva, aportó algunas palabras. - O tal vez el asesino sabía a lo que venía. III es tres. Quizá sabía que Adam tenía familia y tenía la esperanza de pillarnos a los tres juntos. No es la primera vez que alguien deja un mensaje al atacar. - Añadió, señalando con la cabeza hacia el lugar donde el cuerpo de Roger descansaba.

Después su mirada volvió a dirigirse hacia Adam, buscando sus ojos y analizando su estado. Rápida y fugaz, pues no tardó en volver a mirar hacia delante para continuar protegiendo a su hermano.

Cargando editor
23/02/2015, 22:39
Adam Hart

Aquellas llamas... aquella torre ígnea...¿tan pronto estaba flipando?. No podía ser. El lexa le relajaba en exceso pero no era como pentotal, ni por asomo. No le producía alucinaciones.- Aaa-laaa, qué bonito- Dijo sonriente, entrecerrando los ojos. Volvió a mirar a Lera -Tranquila pivón, en unas horas me podré poner en pie...ya está, unas horas y como nuevo, o como de segunda mano. ¡¡Paaaaaaarrrriba!!. - Dijo mientras comenzaba a ponerse en pie, algo recuperado. -Lo que yo te diga. El tiempo lo cura todo.- Dijo sonriente, dando un beso en la mejilla a Lera. Se acercó a Allegra, tensa como la cuerda de un piano y se puso a su lado posando aún con algo de dificultad, pero menos de lo esperado, su mano en el hombro. -Tranquila Ale. De día no tienen arrestos a hacer nada.- Luego miró a todos aquellos que estaban presentes, exceptuando a su sanadora y a su custodio. -Espero que solo se den por aludidos, aquellas personas, o persona, que me han intentado matar esta noche. A ver como lo digo...: COMEDME EL NABO. - Dijo señalando con el dedo índice su entrepierna con cierta molestia al contraer el resto de los dedos. -Sí, ya sé que la próxima noche, quién rie último rie mejor y todo eso. Pero hoy...ahora...aquí... a dos carrillos. Muy rico...para ti toda.- Continuó sonriendo con los ojos entrecerrados y con el cuerpo ligeramente ladeado.