Partida Rol por web

Lo primero que Zaira sintió al recobrar la vida fue el latido de su propio corazón. Se quedó unos segundos con los ojos cerrados, mientras su pecho empezaba a llenarse nuevamente de aire y sentía el suave contacto de las manos de Annie sujetando la suya. Dejó que ese momento se eternizara, mientras una lágrima se desprendía de sus pestañas y avanzaba rodando por su mejilla.

Finalmente abrió sus ojos rosados y miró a Kammy. Se incorporó y asintió suavemente con la cabeza.

- Tienes razón - . Susurró y deslizó su mirada entre los que se hallaban allí congregados. La detuvo un momento en Annie y soltó su mano para poder apartar un mechón de su cabello lila y ponerlo detrás de su oreja. - He tenido mucho miedo - . Le confesó con voz temblorosa, pero una pequeña mueca, con atisbo de sonrisa se dibujó en sus labios. Después miró a Ivanna y se levantó, acercándose a ella para secar las lágrimas que todavía mojaban su rostro. Pasó con delicadeza las yemas de sus dedos por debajo de sus ojos y le dio un beso en la mejilla. - No llores, que me vas a hacer llorar a mi - . Le dijo y se mordió el labio para que dejara de temblar. 

Finalmente volvió a mirar a Kammy y esta vez no pudo controlar las lágrimas que empezaron a desbordarse de sus ojos. - Gracias... - Llevó la mano temblorosa a sus labios y asintió con la cabeza. - Te he escuchado y sí, estás diciendo la verdad. Fue ayer por la noche cuando me lo dijo Loth, pero me callé porque se encontraban Meia y Amazarac y delante de ellos no quise contar nada.  No sé por qué, de repente pareció recordar lo que expliqué el otro día, que Alana estaba convencida de que era a ella a quién buscaba y me dijo eso, que era imposible, que él a la única que buscaba era a Elendire - . Posó su mirada rosada en la de Ivanna. - Creo que cuando te llevaron a ese lugar que explicaste, os separaron y al ver mi cuerpo tuvo miedo de que fueras yo - . La miró interrogativamente.

Suspiró de nuevo y secó sus lágrimas con el dorso de su mano. Deseaba hacerse un ovillo y cerrar los ojos a todo. Olvidar Fäe, olvidar el Palacio, las fatas, su mundo... Deseaba que todo hubiera terminado y no volver a pasar por lo mismo otra vez. Pero apretó con fuerza los labios. Kammy le había dado una nueva oportunidad, arriesgándose al mostrar el poder que tenía. No podía dejarse llevar por el miedo y la desesperación que la ahogaban con cada latido. Tragó saliva y exhaló una bocanada de aire, intentando tomar de nuevo el control de sus emociones. 

- Sé que hay gente que me odia - . Una pequeña mueca se formó en sus labios. - Muchos de los que odian palacio, rebotan ese odio hacia mi por ser la amiga de la princesa. Gelion me lo confirmó, cree que el bosque peligra por culpa de palacio. Pero no es así, y como Míriel le ha dicho, la princesa también fue desterrada. Ella concebía Faë como un todo. Quizás cometimos errores, la verdad es que no recuerdo lo que ocurrió. Pero ahora estamos cometiéndolos de nuevo, matándonos entre nosotros y descargando odios que ni siquiera recordamos - . Pestañeó y volvió a mirar a Kammy. - Hoy me han atacado dos veces. Alguien me defendió la primera, y cuando volví a dormirme sentí el sesgo de un arma metálica - . Llevó su mano al cuello, recordando aquel horrible sonido. - Desconozco el por qué lo han hecho. Pero sólo puedo decir que no voy a rendirme y haré todo lo que esté en mis manos porque regresemos a Fäe - . 

Lo sé, Paul… - contesta, muy sosegado - Y no es cuestión de callar mas o menos …pero para confiar en ti, no lo sé… habría que aclarar algunas cosas que estamos dejando pasar como si no hubieran pasado nunca. Algunos tal vez sepáis lo que se cuece, pero otros no... – termina su frase dirigiéndose a todos, pero vuelve a Paul de nuevo – No es por incordiarte, pero admito que nos hubiera entrado de lujo que avistaras a Ivanna en su momento, y Misty revalidara tu posición tal y como ofreció. Me asombró bastante que lo pasaras por alto, fuese por lo que fuese – da un par de caladas al piti para terminarlo y lanzar la colilla de entre sus dedos, cuando… oh! la propia Misty le dirigía la palabra... Aubin gira medio cuerpo para prestar su atención a esta curiosa chica, intrigada decía... - Gracias, bonita, me gusta el segundo plano… y tu pelo también - y tanto - A ti también te queda bien, el segundo plano… digo – y tanto también – ¿Algo mas concreto? – pregunta, no hay tono de “nada” en sus palabras, simplemente… no sabe ni quien es, ni lo que quiere sacar de este inciso…

Por lo demás, atiende a Alana arqueando una ceja, e inevitablemente posa su mirada sobre la chica de ojos cambiantes, quien parecía haber traído a Zaira de vuelta, al francés le choca un poco… realmente. Pero... - No me lo creo... - piensa...- No me lo creo - dice, y mira a Kammy - Si no eres quien lo hace cada día, esto solo me dice que habéis matado a Zaira para traerla de vuelta - esperaba algo mas claro.

Cuando el pirado británico se le acerca, gira su cara. Era innegable que le había prestado bastante atención durante estos días – Ya… yo tampoco – le responde, le caía como una patada en los cojones, pero le echaba un buen par de lo dicho… y al tema – Hasta ahora, estaba creyendo más en ella… ¿sabes? Pero ts… – le comenta sin rodeos, y busca con la mirada a la rubia, a quien decide hostigar con su pegajoso acento francés una vez mas… - Alana, lo siento chica… pero creo que das más vueltas que una peonza borracha… en un principio, dijiste que no podrías evitar elegir un nombre cada noche… y ahora, resulta que si quieres... no usas tu poder – o no entiende… o una vez mas, no había podido evitar perderse algo.

Luego... escucha lo que dice Zaira con atención, lo desconcierta un poco, bastante.

A pesar de la cantidad de comentarios que salían negativos, acusaciones, rechazos, su presencia no se alteró, sus ojos continuaban emitiendo ese color gris mientras el olor a menta y lavanda se acrecentaba a cada segundo. Muchos fueron comprendiendo lo que haría y muchos simplemente seguían hablando como si lo supieran todo.

El aire se llenó de ese aroma, cosa que ella no esperaba. Su poder era limitado en ese sentido, tal vez su poder también había crecido, así no hubiera luchado contra nadie todavía. En ese momento en que su suave tacto en el cuello de Zaira comenzaba a surtir efecto, una sonrisa se dibujó en el rostro de Kammy. Ver que su cuerpo se regeneraba después de la brutal herida que le habían ocasionado, no pudo evitar sentirse feliz. La muerte y culpabilidad de Thomas era un golpe fuerte para la tímida humana pero la fuerte fata del interior renacía de las cenizas como un fénix, mostrando su fuerza y su valía con cada acto.

Por un momento pensó que algo había fallado pero al ver que Zaira reaccionaba y abría los ojos, retiró la mano de su cuello con suavidad para permitirle incorporarse. Miró a Anastasia con una disculpa en su rostro y le dijo aún con los ojos grises - No quería incomodarles y menos invadir, es solo que Zaira era mi única salvación - miró a la chica de ojos rosados agradecida y se alejó unos cuantos pasos para darle el tiempo de regresar. Escuchó las palabras de la joven y una expresión de congoja se formó en su rostro, regresando su visión al tornasolado de siempre.

- Lamento que hayas tenido que pasar por eso - dijo con algo de pesadumbre en su voz.

Luego, se giró hacia Seth y con un tono sereno pero la mirada tan firme como la del atrevido hombre antes, le dijo - Creo que aceptaste demasiado rápido sus palabras, ¿No crees? Y ya viste, no traté de confundirte con lo de Loth. Es la verdad. Yo pensaba que Samuel era Morchain y por eso decidí conectar con él. El reloj me dio la opción y lo escogí a él - le dijo con seguridad, aunque sin ningún tipo de enojo de su parte.

- No era Morchain pero me alegró haberme reencontrado con él. ¿O es que crees que eres el único que lo conoce? Loth era un fata errante, al cual yo acompañé a uno de sus últimos viajes. Si no fuera por él, yo no hubiera encontrado las ruinas, ni hubiera revivido a Morchain, ni hubiera conocido a Randir y a Aidane. Le tengo un profundo cariño, algo que parece que no quieres entender - luego se giró hacia Aubin y agregó - Dije lo contrario, he sido yo quien lo hizo desde el inicio, solo que revelarlo era hacerme un blanco seguro. Solo dos resurrecciones no fueron obra mía: Ivanna y Roger. Las demás, he sido yo. Y no tendría sentido que matara a Zaira dos veces para traerla de vuelta, simplemente no tiene sentido - luego volvió a donde se encontraba Ivanna, viendo su tristeza y alegría.

- No te juzgo por como eres, es tu decisión y tu problema. Pero ver sufrir a Loth no me place en lo más mínimo. Él te ama como nunca a nadie... - baja un momento la cabeza y continúa - pero si no fuera porque vi la tristeza en su rostro por tu causa, no te estaría diciendo esto. No es cosa solo de nuestros corazones humanos - se giró hacia Zaira una vez más y le dijo - Yo quería cerciorarme de todo por su boca. No sé si sea inocente o no pero es mi amigo y él mismo me dijo que Alana mentía y se notó extremadamente extrañado cuando le pregunté por ella, afirmando fuertemente que solo era Ivanna a quien buscaba - por último, se giró hacia Alana, quien había espetado grandes acusaciones.

- Te respondo en último lugar porque eres a quien más tengo por decirle. En ningún momento dije que podía hablar con todos los muertos, solo dije que había logrado hablar con Samuel. Quería rectificar tu versión porque, al igual que el francés, me parecía extraño que tu supuesto don simplemente dejara de aparecer cuando habías afirmado que no podías dejar de usarlo. Además, me parece demasiado poder para un solo fata. Tampoco afirmé con total seguridad que eras tú quien había poseído a Ivanna, solo dije que era posible pensarlo porque, cuando Ivanna fue poseída, justo como Zaira acaba de contar, Samuel perdió contacto con ella y pensó que era la difunta Zaira quien llevaba a su amada en su interior. Pero cuando Ivanna y Samuel aparecieron muertos, tú afirmaste que te buscaba a ti, cosa que nadie espetó. Pero al hablar con Samuel y darme cuenta que se encontraba completamente desentendido, comencé a atar cabos sobre ti - se movió un poco. Era la primera vez que hablaba tanto en esa reunión.

- Creo que queda muy claro en qué creo que mientes, decir verdades cojas y hechos incompletos además de proclamar tener un don para luego cambiar sus condiciones y acomodarlo para salvarte. Loth ya tiene voz a través de mí y creo que podemos resolver esto de manera sencilla: di tu nombre de fata y cómo conociste a Loth y él se encargará de decidir si mientes, diciéndoselo tanto a Zaira como a mí - sus ojos se tornaron ligeramente amarillos, mostrando la seguridad y fuerza de sus palabras.

- Deja de insultar que al alterarte y simplemente atacarme gratuitamente solo ganas una cosa y es parecer más culpable -.

Aubin seguía dudando, pero sus dudas se basaban en que se había decido a última hora cambiar la elección de mi mirada, sin dejarme tiempo para reaccionar.- Siento que pienses eso... pero a penas me dejasteis tiempo para reaccionar. No dependía de mí que la luz del atardecer se acabara casi cuando habíais decido cambiar de opinión.

Espero que en un futuro te demuestre que puedes confiar.

La vuelta de Zaira trajo un vuelco a todo lo que pensaba que era realidad, teniendo que ordenar mis pensamientos, pues hasta ahora aquellas hazañas yo las hubiera enmarcado en la otra muchacha de pelos violeta.

Escuché sus palabras y luego las de Kammy, contra Seth, la cuál se erguía con orgullo de ser nuestra esperanza salvo por las venidas de Roger e Ivanna, lo cuál me hizo recuperar el momento de mi vuelta y decirle con voz baja por mi error.- Perdona por mal pensar de ti... y gracias por confiar en su momento en mí.

Ivanna se abrazó a Zaira, en un gesto breve pero efusivo, que pretendía aliviar la congoja que había sentido al verla en el estado en el que se la habían encontrado ella misma y Anastasia- No vuelvas a irte- le susurró, afligida, antes de soltarse, brindándole la libertad que supuso, necesitaba en aquel momento.

Trató de serenarse, pero aunque Aina había vuelto, no dejaba de escuchar palabras que le producían un sobrecogimiento difícil de digerir- ¿Que Loth sufre?- repitió, tras escuchar a Kammy, casi como si sintiera dolor al pronunciar aquellas palabras, mirando a continuación a Zaira, buscando una confirmación quizá, o la posibilidad de que alguien le dijera lo contrario- Pero yo...- balbuceó, perpleja y confusa, sintiendo cómo se le encogía el corazón- No lo entiendo- confesó. Y a pesar de que realmente no comprendía por qué otros sufrían o por qué lo que hacía podía ser o no apropiado, recordaba todas las veces que había sido juzgada durante su vida humana. Todas las acusaciones que se habían lanzado sobre ella, y lo enferma que le habían dicho que estaba- Soy la puta de Babilonia. - susurró, trayendo a su mente uno de los variopintos insultos que le habían dedicado en el pasado, llevándose una mano al pecho, percibiéndolo vacío y cargado de hiel amarga. 

- A lo mejor soy... La peor compañera que existe- dijo, tratando de pensar con la percepción que otros parecían tener de ella- Pero... Si era tu amigo. Si sabes que sufre. ¿Por qué no lo has traído de vuelta?- le preguntó, mordiéndose el labio inferior- Sabes tan bien como yo que no merece estar donde está. Y él desea volver. 

Chris agradeció la mano de Allegra, mientras secaba sus lágrimas y habría lentamente su mano lastimada. No sabía si aquí sería distinto, pero solía recuperarme moderadamente bien de las heridas de su propio poder, así que no le dio más importancia. Eso era lo de menos.

Cuando escuchó a Kammy hablar, Chris no se creía lo que había dicho. No porque no fuera cierto, eso aún no lo sabía, sino porque de serlo había sido un suicidio revelar eso. Aunque dadas las circunstancias, no podía culpar-la y esperó. Y así era, había devuelto a la vida a Zaira. Aun así, aguardó a que ella hablara, y dejó que Kammy volviese a hablar. Entonces Chris tomó la palabra.

Lo mío esss puntería, ¿eh? Tu me devuelvesss la vida a mi y a Jane, y no ssse me ocurre otra cosssa, que devolverte el favor manipulando tu voto. Feo feo. Sssólo una pregunta essstupida: Ni Roger ni Ivanna fueron cosssa tuya. Tampoco fue cosssa de Jane el regressso de la pelirroja. Ella no me preocupa. - su mirada se desvió hacia Niba - ¿Quien trajo de vuelta a Niba, antesss que le devolvierasss la vida a Jane?

Kammy sonrió a Paul cuando este se disculpó y le dijo - No hay problema. Todos hemos desconfiado en algún momento - dijo lo más gentil que le era posible mientras esperaba respuesta de Alana.

Luego, fue Chris quien intervino, a lo que Kammy solo dijo - No lo sé, había olvidado mencionarla, pero supuse que había sido Jane o Lassa, quien Roger afirmó que lo había traído de vuelta. Aunque la misma Niba podría responder. En el uso de mi poder pueden notar un patrón, patrón que no se cumple con Niba por no ser yo la artífice de su regreso - dijo con tono amable mirando hacia la callada chica que parecía perturbada y estaba entre los brazos de Ohtar.

Entonces Ivanna habló y Kammy trató de no dejarse llevar por la incomodidad de pensar en la reacción de Loth. Luego le dijo - Si puedes notarlo, solo he traído de vuelta a quienes han declarado abiertamente cuál es su poder, excluyendo a Zaira en quien confié por ser la primera en morir - paró un momento.

- Una de las razones para enlazarme a él era para descubrir si era o no inocente, ya que pensaba traerte a ti pero se me adelantaron - dijo con todo pasivo.

- Si descubro que es inocente, lo traeré de vuelta, pero es una certeza que aún no tengo. Por otra parte, no me apetecía que él viera un espectáculo de tu parte. Y por cierto, Samuel nunca dijo que fueras una puta, pero le duele tu actuar aunque lo acepta y te ama de esa manera -.

Cuando el subconsciente de Lyman se cansó de fustigarlo, se levantó medio ausente, con movimientos mecánicos. La tristeza y la rabia lo movían por partes iguales. Recogió a aquella muñeca rota de pelo trenzado entre sus brazos. Desde que llegaron a la Ciudad Oscura, como la misma muerte, había llevado con él una vez tras otra varios cadáveres. Era la segunda ocasión que hacía aquello por la pequeña, y siempre le sorprendía lo ligera que era, como si aparte de un cascarón, jamás hubiese ni vida ni ningún Fata dentro de él.

Esta vez no la confió a ningún otro Fata. Cuando Chris se hubo despedido de ella, salió del lugar sin decir nada a nadie, y anduvo a oscuras por callejones que no podía alcanzar la luz, desandando los pasos de la noche anterior hasta llegar a un no muy lejano y dejado zoológico. Las voces de sus hermanos le llegaban como un eco, sin prestarles mucha atención y relegando a otro espacio en el tiempo sus observaciones, y el castigo que, quien había asesinado a la pequeña, merecía.

En ese instante, tan solo recordaba cómo unas horas antes habían pasado por ahí: Jane, Lera y él. Y recordó cómo la cría había observado con desolación y profunda tristeza el lugar. Apenada por todas aquellas jaulas que contenían innumerables esqueletos de todos aquellos animales que murieron sin libertad.

El hombre ciego, acompañado de la ausencia de su lazarillo, cruzó el umbral de la entrada tan sembrada de secas enredaderas, polvo y telarañas. Y dejó escuchar sus pasos solemnes, pausados y rítmicos por el sendero de piedra que no había presenciado testigo alguno ni había sido pisado en muchas edades.

Sin prisa, recorrió los distintos cuadros y paisajes frondosos que en aquel momento se antojaban macabros, hasta llegar justo al centro del monumental local. Allí, sin soltarla, Gale pegó un grito sin voz y las sombras que se arremolinaban a su alrededor se enlazaron y se mezclaron a otras, y cobraron una fuerza gigantesca. Y de un golpe rompió todos los cerrojos y candados que encerraban los huesos y las almas de toda clase de animales que cuando tenían sangre en sus cuerpos hubieron viajado de poder sobre sus patas, sus vientres o volado.

Como títeres, los dotó de un movimiento sin voluntad, sus sirvientes uno a uno los hicieron desfilar, hacía donde estaban y uno a uno se fueron postrando alrededor. Y al centro, sobre el esqueleto de un tigre grande y que en su tiempo debió de tener presencia señorial, arropó el cuerpo de la pequeña, reina y amiga de las plantas y los animales para que la aguardasen, si tocaba, y no le devolvían con ellos para toda la eternidad. 

Niba se estremeció un poco cuando notó la mano de Shawn en su hombro, no obstante se giró hacia él e intentó sonreír, quiso preguntarle cómo era posible, ella había sentido... Le había visto desaparecer. Había querido retenerle devolviéndole el abrazo y de nada había servido, su cuerpo perdió solidez y desapareció ante sus propios ojos. De cualquier modo, decidió no decir nada, ya habría tiempo de hablar si Shawn lo deseaba. 

Cuando Chris aludió a ella, Niba le miró y le hizo un guiño, un gesto completamente inesperado y extraño viniendo de ella, una chica timorata e introvertida que apenas había hablado, con la mayoría de los otros fata ni siquiera había cruzado palabra, pero ahí estaba, un guiño y una pequeña sonrisa, como queriendo decir "Sssh, es un secreto. Otro más". Luego Kammy también la mencionó y ante eso, y las dudas que despertaba su renacer, se encogió lánguidamente de hombros.

- Lo lamento, pero no me corresponde a mí desvelar nada sobre mi regreso, como mínimo debo discreción en este sentido,  aunque, si me lo permitís, diré algo, ya sabéis que no suelo hablar mucho, con la mayoría no he cruzado ni una sola palabra, pero creo que es un buen momento para que dejemos de acusarnos y comencemos a colaborar - Lanzó una breve mirada a Zaira e hizo un gesto hacia ella con la mandíbula - Ella lo ha dicho y yo apoyo su idea. Hablemos claro de quiénes somos y entendamos por qué estamos aquí y para qué, ya ha quedado claro que el rencor y la división no nos lleva a ningún sitio, así que probemos otra cosa; justo lo contrario. Yo soy Aidane, habitante de la Linde, después habitante de las Ruinas, allí conocí a Anya a quien debo casi la vida. Lamento que ella no esté ya aquí. Como todos habéis podido comprobar, soy capaz de crear y manejar el fuego - Volvió a detenerse para inspirar profundamente - Y ya he hablado mucho, esto del blah blah blah es agotador, no sé cómo lo hacéis algunos - Sonrió ante su pequeña broma- Si alguien quiere saber algo más, que pregunte, no tendré problema en responder.

Kammy observó a Lyman llevarse el cuerpo de la pequeña y aunque no entendía por qué se apegaba tan fuertemente a la niña desde el principio, no dijo nada.

La voz que la sorprendió fue la de Niba, quien hablaba tan poco que su voz no le era del todo reconocible. La mirada determinativa de la joven se tornó de a poco en una mirada compasiva, alegre y entusiasta.

- ¿Aidane? - se acercó despacio pues la veía alterada y no quería perturbarla. Sus carcasas humanas eran similares, al igual que sus historias como fatas. Que azares del destino que, incluso entre sus falsas identidades, se identificara tanto con ella.

- Tú... - se acercó a ella con velocidad y con toda la intención de darle un abrazo. Era su amiga, su mejor amiga.

Sus ojos se humedecían ligeramente al encontrarla pero no quería repetir su error - ¿Me recuerdas? - tenía una sonrisa. El solo hecho de saber que se encontraba bien y que por poco permanecía muerta, sacudió su corazón.

La mirada de Anastasia no logró apartarse del cuello de Zaira, abiertos como la noche que había sido apaleada, sin querer perder detalle, sin ser capaz de creer lo que había visto otras veces, y solo cuando perdió el contacto con su mano para verla sobre su pelo dejó que sus párpados cayeran abatida.

- Temí que esta vez no encontraras el camino de vuelta. Temí que perdieras toda ventaja en ese campo de batalla. – confesó antes de devolver su mirada a los ojos de Zaira- Ni siquiera me atreví a acercarme a ti. – murmuró con la voz quebrada y calló cuando Zaira partió hacia Ivanna.

Hizo una amago de seguirla, pero cambió de idea con rapidez y prefirió respetar ese reencuentro desde la lejanía e incluso apartó sus ojos de las dos chicas encontrándose con los ojos de Kammy a su lado. Asintió a sus palabras – Aunque no lo hayas hecho por ella al menos ha vuelto, supongo que es de agradecer.  – comentó algo escéptica y volvió  a mirar a Zaira cuando le agradeció a Kammy su vuelta. Ahogó su mirada desconfiada hacia la chica del pelo morado por naturaleza y no por elección y se apartó de ese lugar que le removía el estómago. – Espero que no se deba a haberme acercado demasiado ti. – se disculpó a la chica de ojos rosados y por precaución se apartó de ella tanto como pudo. O tanto como sus pasos que  seguían la muerte le permitieron pues sin darse cuenta acabó frente al grupo que velaba a Jane.

Ladeó su cabeza con pesar al ver a la pequeña aparentemente dormida, fingiendo ternura incluso en su muerte, a pesar de que todos sabían que ni era niña, ni dormía. Miró de pasada el número pintado junto a ella como el que había aparecido junto a Adam la noche anterior, y sonrió con amargura al considerarlo mejor firma que un puñado de moratones.

Pudo imaginarse perfectamente los sentimientos encerrados en el ovillo de sombras que se arremolinaban al lado de la pequeña y cuando estas se volvieron hombre, se hizo a un lado y le dejó pasar.

- Ya volverá. – suspiró sin saber muy bien en cuál de los dos pensaba y con ello en mente volvió a mirar a Kammy a la lejanía – Si realmente Jane podía despertar a más muertos, quizás hubiese sido mejor elección. Tanto Zaira como Samuel podrían haberse venido con ella. – se encogió de hombros al escucharse sabiendo que aquella opción a Zaira no le hubiese gustado lo más mínimo – Seguramente yo tampoco hubiese puesto a Zaira en esa situación, pero a ti ella te da igual. –pensó en voz alta -Es verdad, lo justo para tu salvación. – hizo un aspaviento con la mano – Perdona, solo era un pensamiento tonto.

Todo aquel cruce de acusaciones resultaba agotador. Hasta cierto punto, no sabría decir si podría resultar beneficioso en algún aspecto o momento, pues cuanto más se hablaba más se enredaba todo.

Hubiera querido que todo fuese más sencillo, y atrapar un asesino tras otro, pero no era así. No sería así. Nunca.

Tuvimos suerte en que las actuaciones de Thomas lo expusieran torpemente el día anterior y, gracias a ello, poder apartar un Fata que sólo buscaba la perdición de Fäe, pero hoy era distinto. Quien más apoyó a Thomas ayer, hoy se desvela como quien ha resucitado a la mayoría de los que han vuelto a la vida desde que toda esta locura comenzó. Es más, de ser eso cierto, si toda esta majadería no había acabado ya con el triunfo de esos que desean el fin de los que deseamos la paz, era gracias a haber devuelto a la vida a tantos desde que esto comenzó.

Sin embargo...

Negué con la cabeza. Cuando creía tener un cabo del que tirar, la madeja se hace un nudo y todo desemboca en puro desencanto y frustración.

No sabía qué decir. No tenía palabras que poder añadir a lo dicho y que aportasen luz. Por ello, permanecí en silencio.

Chris escuchó a Kammy y a Niba y asintió con la cabeza.

Por mi lado essstá todo aclarado. Quería aclarar esssto, antesss que otro lo sssacara a relusssir, y repitiéramosss lo ocurrido ayer.

Pero su rictus se endureció cuando habló Anastacia.

¿Por qué creesss que lesss hubiera devuelto la vida? Sssu poder esss diferente, y mucho másss persssonal. Sssi tanto interésss había en que Sssamuel volviera a la vida, ya podíasss haberlo pedido cuando Jane essstaba con vida. 

Jane podía esclavizar a alguien, no nos olvidemos de ese detalle. Recordó Misty. No sé si yo querría volver pagando ese precio. Vivir bajo el yugo de alguien no es agradable y siguiendo los deseos de otra fata. Y no conocemos los deseos de Jane. Yo al menos no. ¿Acaso eso es vida? Desde luego, no es muerte, pero tampoco me parece que se le pueda llamar vida. Se encogió los hombros.

Se giró hacia Aubin y sonrió al chico, divertida. Gracias! Aunque a mí no me gusta demasiado. No le gustaba su falta de color y por eso lo compensaba con su ropa variocolor chillona.  Y no, no tengo nada más, es una pena. Dijo, poniendo pucheros actuados. Era una apreciación, nada más, no una acusación. Puedo estar equivocada y tú no vas a ser en quien piense cuando llegue la hora, pero quería hacerte saber que, simplemente, no me fío de ti. 

Tras una última sonrisa hacia el hombre se giró a los demás. Parece que estamos otra vez como siempre. Sin información y con la inevitable acercándose. No miraba a ningún lugar en particular, poco a poco volvía a aquel estado ausente y pensativo. Era como si estuviera hablando consigo misma. No me gustaría tener que volver a acusar a ciegas. Dejar las cosas al azar no suele ser lo mejor, la fortuna puede tener un agrio sentido del humor. Preguntádselo a Jane sino.

Zaira no entendía cómo, después de lo que acababa de demostrar y poniéndose en el punto de mira, todavía había gente que desconfiaba de Kammy. - Esto es absurdo - Comentó en voz baja y negó suavemente con la cabeza. 

En ese momento vio como Lyman cogía el cuerpo de la pequeña Jane y se lo llevaba de allí. Lo siguió con la mirada, pensativa, y después se giró a mirar a Annie, dibujando una sonrisa con sus labios y deseando decirle algo. Pero esa sonrisa se quedó congelada al escuchar sus palabras. 

- Pues yo le agradezco que no lo haya hecho - . Le dijo con un tono de voz afilado. ¿Cómo podía, siquiera, haber barajado aquella idea? Era horrible. ¡Yo... teniendo que obedecer las órdenes de esa fata!. Arrugó la nariz, enfadada. Seguro que era lo que deseaba cuando me amenazó. Se mordió el labio. No deseaba que siguieran habiendo muertes. Era horrible y más, tener que estar con ellos, sin saber qué decirles para que no desesperaran. Pero egoístamente se alegraba de que Jane no hubiera estado viva cuando ella cayó. Seguro que la habría traído de vuelta sólo para vengarse y entonces... Mierda, por mucho que diga que no me habría puesto en esa situación, ¿cómo puede insinuarlo y poner en duda lo que ha hecho Kammy por mi?

Ivanna miró a anastasia con expresión de miedo e incredulidad- No sabes lo que dices- dijo, negando con el rostro- Te habría esclavizado a ti también, indirectamente. Tú y Zaira estáis unidas por un vínculo muy poderoso, igual que el que yo comparto con Loth. Un vínculo lo suficiéntemente fuerte como para que tú también te vieras obligada a cumplir con los deseos de alguien más. Sea para bien, o para mal- añadió, con una expresión de gravedad que resultaba casi cómica y extraña en su rostro- ¿Es que no guardas aprecio por tu libre albedrío? 

Escuchó entonces a Misty y asintió, dedicándole una sonrisa- Creo que ella lo ha expresado mejor que yo. Y por mi parte, sé que Loth ha pasado demasiado tiempo siendo un cautivo sin razón como para que alguien que no lo aprecia aprisione su voluntad. No cabe en mi razonamiento la idea de que aprisionarlo de alguna manera pueda ser beneficioso. Sean cuales sean las intenciones que penden tras ello. Y yo tampoco estoy hecha para perder mi libertad. Por mucho que sea para un bien común- puntualizó, encogiéndose de hombros- Llamadme egoísta si queréis. Pero las utopías no son posibles si pasan por el robo de la libertad. 

Tras el discurso, parpadeó un par de veces, sonrojándose mientras observaba a Misty detenidamente, suspirando como si se acabase de dar cuenta de algo- Es verdad... Tienes un pelo precioso. ¿Puedo... Puedo tocarlo?- preguntó, acercándose a ella, alargando la mano lentamente sin terminar de atreverse a tocar su cabeza.

Niba miró a Kammy, sonrió y asintió.

- Claro que te recuerdo, te reconocí al ver cómo me mirabas cuando renací y bueno... Cuando dijiste mi nombre - Se encogió de hombros y tomó las manos de la otra fata - Recuerdo que ya teníamos de qué preocuparnos entonces, me hablaste de la llegada de Loth... Vaya ¿Así que viajaste con él?  

Las conversaciones se sucedían a su alrededor, y no parecía que nada fuese a cambiar demasiado, la cosa seguiría tal y como y bueno, al menos lo había intentado.

Anastasia saludó a Chris con una corta cascada de dedos al suponer que se dirigía a ella y le sonrió con aprecio en un intento de transmitirle unas condolencias mudas – No tengo ningún interés en Samuel. – Desmintió disculpándose por la confusión – Estoy contenta con la elección de esa chica; solo me preguntaba porque no apostar por quien puede traer otros tantos. Pero creo que tú ya me has respondido, y cierto – ladeó su cabeza hacia la chica arcoíris y aprovechó para detener sus ojos en Aubin un segundo- no olvidemos eso. – le sonrió abiertamente y gesticuló con sus labios “eres un amor” sin llegar a emitir sonido alguno.

Adoró las aclaraciones de esos chicos y empezó a sentirse más despejada, permitiéndose incluso dejar a un lado su orgullo herido por no haber podido evitar a Zaira el dolor de morir una vez más.

Suspiró devolviendo su mirada hacia Kammy planteándose si quizás se había equivocado con ella. – Yo agradezco que estés aquí. – respondió a Zaira sin ahondar más en aquello – Supongo que es la única de quien tengo constancia que ha jugado con tu vida, y eso es lo que no me gusta. – aireó un sentimiento que quizás debería haber tratado en privado. Y cuando se unió Ivanna a resaltarle sus asuntos personales ya solo le quedó arquear una ceja hacia ella y cerrase en banda – Que sabrás tu de sacrificarse por alguien o del libre albedrio. 

"En la mañana con cuello dolorido este narrador observo con curiosidad como la muerte había llegado a quien parecía controlarla y no solo a ella, también a la mujer con cara de niña. Ensañamiento por un lado placida muerte por otro, asesinos distintos. Eso es lo que quiso anotar este servidor, pero las circunstancias le obligaron a seguir escribiendo y eso hace, narrando como la enamorada del bosque acusa a una y revive a otra. La balanza parece estar equilibrada de nuevo."

Y el escritor no mentía, a pesar de que no sentía necesidad de comida o bebida el dolor por culpa de la mala postura si que lo sufría, como otros antes, después de todo el dolor era lo único real en esa ciudad pintada.
Y cuando cerro al fin su libro para estirar sus piernas y prestar un poco mas de atención se surgió la duda, alguien hablo de la reina y el quería saber.

-¿Dices que la reina, puede que este entre nosotros ahora, Zaira?-Eran tantos que esa pregunta era casi una afirmación, por otra parte el tenia una duda mas, junto con una teoría, pero tras ver cumplirse lo que dijo Kammy, posiblemente su acusación fuera la mas acertada y a día de hoy casi la única.

Hundo por su parte tenia algo que decir, lo que pensaba, pero Alana solo se manifestó una vez y las dudas aun estaban en ella, por lo que esperaría aun un poco mas para hablar como otras veces sobre lo que piensa.

No pudo por menos que quedarse boquiabierto, no solo por lo que había hecho Kammy, sino también por sus declaraciones-Joder Kammy, tienes un par de cojones bien puestos. Eso te lo reconozco tía.- Sacó una de las pocas tabletas que debían quedarle. -O eso, o necesitas de estas más que yo.- Dijo agitándola. Luego escuchó las reflexiones sobre Alana y su poder. Aquel que utilizó con Roger. -¡Un segundo!...Un seguuuuuundo. A ver, cuando yo estaba encerrado y me atiborraban a medicación, me cagaba a tuti. Cuando veía la tele, no me daba cuenta que me había cagao hasta que llegaba el olor a mi nariz. A veces ni eso. Pero con el tiempo me di cuenta que si apretaba para dentro con fuerza el ojete, podía controlarlo y dejaba que saliese cinco minutos antes de los cambios de turno, para joder a los auxiliares- Rió recordando eso.-Jeje, qué tiempos- Miró a Alana con convencimiento. -Lo mismo a ella le pasa algo parecido. Apreta ahí fuerte pa dentro y se aguanta el poder para soltarlo cuando quiere.- Reflexionó asintiendo. -¿A qué sí hermosa?, ¿A qué apretas ahí fuerte el ojete y retienes el poder?. Es eso, ¿vaya que sí?. Al principio no, pero ahora sí ¿verdad?- Preguntó con aire burlón mientras se tomaba dos pastillas que masticó como si fuesen caramelos.