Partida Rol por web

Ivanna escuchó a Adam y frunció ligeramente el ceño, pensativa, imaginándose la situación- Pero... Eso debe doler, ¿no? - preguntó, aún con la mirada puesta en el pelo blanquecino de Misty.

El ataque no tenía ningún fundamento, había explicado exactamente lo que hacía y aun así no escuchaban. Sin embargo lo que más me dolía es que utilizaran a Loth en mi contra. Suspiré cansada, para mí la suerte ya estaba echada, les miré a todos lamentando el grave error que iban a cometer.

Cuando Niba se descubrió la observé con asombro y respeto, a pesar de su timidez debía de ser muy fuerte para hacerlo.

-No tengo inconveniente en decir quién soy. Mi nombre es Essä, habitante del bosque. Cuando llegamos aquí supe que había tres personas que conocía. Falmari, que desgraciadamente se desvió en algún punto de su camino. Loth al que encontré y perdí. El tercero aún no le he encontrado y tal como están las cosas, dudo que lo consiga, Elendë. Solo quiero que sepa que me hubiera gustado hablar con él.

-Que me equivocara con Loth no me hace culpable, había podido contactar con él pero no sabía cuál era su fachada humana, no nos dio tiempo. Tenía miedo de equivocarme y matar a mi amigo. Sin embargo, él sí sabía quién era yo, así que no entiendo qué me acuse de esta forma, cuando prometió que nunca permitiría que alguien me hiciera daño. Si tú le conociste en las ruinas, yo lo hice en el bosque. Le ayudé a sobrevivir y a interpretar el bosque, si no hubiera sido por mí, probablemente aún seguiría allí perdido.

Miré a Aubin extrañada y me reí con la comparación de Adam.- Sí es algo parecido, consigo tragarme la necesidad. ¿Conseguir controlar lo que este lugar me pide que haga, me hace más culpable? ¿No matar me convierte en una asesina? Me resulta muy difícil no decidir cada noche y lo estoy consiguiendo a base de mucho esfuerzo. Eso solo es una prueba más de que soy inocente. Si lo uso soy peligrosa para todos y si no lo uso soy una asesina.- Me encogí de hombros.

-Sé que voy a morir cuando suene el reloj y lo haré con la cabeza bien alta porque he sido justa. Cuando esté muerta podréis comprobar que soy inocente.

Allegra se apartó para dejar pasar al ciego cuando se llevó el cuerpo de la niña y contempló su espalda un instante antes de girarse hacia el lugar donde Zaira acababa de regresar para echar un vistazo a la joven y los que la rodeaban. 

- Bienvenida otra vez. - Dijo, sin acercarse demasiado pero dedicándole una sonrisa. 

Sus ojos se desviaron entonces hacia la discusión que tenía lugar y contempló a todos los que participaban, escuchando sus palabras en silencio. Asintió levemente a las palabras de Aubin, y también a las de Misty. Finalmente miró al reloj. Todavía quedaba tiempo como para que la balanza se inclinase hacia cualquier dirección, pero las agujas no iban a detenerse. 

Suspiró y volvió a bajar la mirada, para prestar atención al escritor durante un instante. - ¿No nos dijo Ella que la reina estaba indispuesta? A mí me sonó a eufemismo, pero creo que lo dijo. 

Caminó hacia la barandilla del puente y se sentó sobre ella para contemplarlo todo desde allí. La mañana estaba siendo verdaderamente intensa y los ojos de Allegra seguían las intervenciones de uno a otro como en un partido de tenis. 

Las palabras de Adam le hicieron arrugar la nariz. - Joder. Qué gráfico. - Murmuró haciendo una mueca hacia el yonki para después escuchar a Alana.

El despertar y encontrarse con el cuerpo sin vida de Jane remeció lo más profundo de su alma, a un nivel en que en los primeros minutos de observarla allí inmóvil creyó sinceramente que aquello no era posible. Habían dormido abrazada a Lyman, dueño de las sombras que inundaban esta ciudad, única protección en la que confiaba para pasar aquellas tenebrosas noches que podían cobrarse la vida de cualquiera. Pero ahora, con Jane muerta allí a su lado, supo que aquel escudo no era tal. Que no había nada que pudiese evitar que vinieran por ella, ni siquiera aquel hombre cuya compañía tanto necesitaba, por tantas razones distintas. 

Antes que el resto llegara siguiendo la peste que dejaba la muerte detrás, Lera había observado a Lyman agitar sin resultado el cuerpo de la pequeña, al borde de la desesperación. Había visto como la abrazaba, como buscaba darle calor y recuperar así su alma perdida. Pero nada logró recuperar la sonrisa que ayer iluminaba aquel teatro en el que habían jugado a ser alguien más por unas horas.

Aunque sintió la muerte de Zaira, no llegó a darle demasiada importancia. Una vez perdida la fe en el futuro de aquellos fata como comunidad, solo le preocupaban los que habían adquirido algún tipo de cercanía con ella, y la favorita malcriada de la princesa caprichosa no era una de ellas. Reconoció la perdida de la información que aquello significaba, pero eso fue todo lo que lamento de esa muerte. Jane, por otra parte... 

Sus ojos se humedecieron ante la angustia de Gale,  sintiéndose incapaz de hacer algo para remediar el dolor que él sentía en aquel momento. Miró a Chris, tanto o más afectado que el anterior. ¿Cómo podría alguien creer en Fäe cuando el Consejo permitía que fatas inocentes murieran por diversión y espectáculo? Cual Coliseo y sus gladiadores, no tenían más salida que la muerte, ni más posesión que la incertidumbre de saber cuando ocurriría. Mientras las sombras la cubrían con un peso que jamás había sentido, comprendió como aquel dolor dejaría de ser tal en cosa de segundos, convirtiéndose en grandes dosis de rabia e ira contenida. Temió por quién presenciara aquella explosión. 

Con una sola mirada de advertencia regañó a Adam por su comentario, volviendo al cuerpo de Jane tan pronto se disculpó. Y lo que pasó luego, lo que pasó luego fue simplemente injusto. Zaira volvía a la vida. ¿Y dónde estaba la oportunidad para la inocente niña? ¿Por qué la médium podía morir y revivir cuando se le daba la jodida gana mientras Jane tenía que resignarse al descanso eterno? 

No intentó acompañar a Gale cuando esté llevó el cadáver de Jane, aunque quiso hacerlo con cada fibra de su cuerpo. Haciendo uso de toda su fuerza de voluntad logró contenerse, darle el espacio que necesitaba, el momento a solas que requería para despedirse de aquello que tanta alegría le había traído el día anterior. Si no fuese por las sonrisas de ayer, creería que mucho mejor hubiese sido que la niña hubiese permanecido muerta, ahorrándose dolor tanto a ella misma al morir como al ciego al tener que pasar por duelo una vez más. 

Se levantó y caminó hacia Allegra, sentándose en la barandilla al lado de ella. - Cómo que tenemos que quitarle las pastillas ya, ¿no?

Niba tomó sus manos y Kammy la miró sorprendida. Sus palabras la sorprendían en sobremanera, ya que ella no la había reconocido hasta ese momento. Se sintió algo avergonzada y dijo - Es verdad, viajé a su lado. Atanamir lo encerró en la Linde y yo lo liberé. Viajé a su lado para tratar de vislumbrar el origen de la Bruma pero nuestro viaje nos llevó a las Ruinas. Randir no me recuerda ahora, es una lástima - rió de manera un poco más tranquila. Hacía mucho tiempo que no hablaba con Aidane, era ponerse al día y era mucho tiempo el que habían pasado separadas.

- Recuerdo que ambas llevábamos un peso parecido ocasionado por el mismo fata. Aunque nos conocimos apenas aquí como humanos, creo que incluso nuestras carcasas son similares - una lágrima solitaria escapó por su mejilla mientras abrazó con fuerza a su amiga - No sabes cuánto anhelaba verte, Aidane - trató de no hacerle daño pero no podía evitar la emoción por volverla a ver y más después de lo que se había descubierto de Gelion.

Luego, las palabras de Anastasia llegaron a sus oídos, a lo cual Kammy la miró y cuando se disponía a decirle algo, Zaira entró en su defensa. La chica la miró agradecida y le dijo a Anastasia después de soltar a Niba - No sé qué es lo que te sucede conmigo cada que trato de hablar con Zaira pero no traje a Jane por una razón: ayer la escogí a ella por encima de Ivanna por el motivo que expusiste y, que nos hayamos enterado, no usó su poder. No digo que no lo vaya a hacer pero estaba segura de que Zaira me ayudaría y no la reviví solo por mi propia conveniencia. Ella puede ser la voz de Tarma. Si Jane hubiera vuelto, no sabríamos qué dicen los muertos - luego miró a Chris y a Adam, sonriendo levemente ante lo que dijo - ¿Gracias? - no sabía muy bien cómo tomar eso, pero su rostro se descompuso ante la imagen descrita por Adam.

Alana intervino y dijo - Loth me ha confirmado a mí tu identidad pero no dice nada sobre el contacto que tuvieron. Además, hay algo que siempre quise preguntarte: ¿Por qué envenenaste a Ivanna? Si bien es cierto que ella murió antes de que el veneno la matara, la envenenaste - se giró hacia Niba y le sonrió una vez más.

- Así que Vanya salvó tu vida. ¿Cómo sucedió? -.

Las palabras de Adam me hicieron esbozar una sonrisa, era gracioso como sin alzar la voz dejaba patente aquella duda que nos sobrepasaba a todos. 

¿Por qué antes no y ahora sí?. Día a día, la forma de actuar me aquel hombre me incitaba a si escapaba de aquello poder tomar unas cervezas con él. O puede que incluso disfrutar de nuestro amado Fäe.

Pero entonces las palabras del escritor llamaron mi atención. ¿La Reina?. Miré a Zaira y dije mirando hacía los caídos intentando averiguar si era posible que la Reina también estuviera allí, aunque en verdad pensaba que se trataba de un error de rango. Negué con la cabeza y dije.- No creo que la Reina halla llegado hasta aquí... de ser así el supuesto Concilio que Amazarac y la chica parecían presidir, habría ofrecido en bandeja la cabeza de nuestra dama, algo que debilitaría aún más la fuerza de Fäe, así como acrecentaría la Guerra por la caída del poder.

Espero que ella no esté aquí...

Así como Anastasia pasa, Aubin le responde guiñando un ojo. Y a Misty, muy concisa y entretenida la chica, le guiña el otro – Lastima. Tenme bien vigilado– le susurra con una sonrisa. Igual hasta le venía bien…

Acto seguido se pone derecho y estira los brazos. Se sacude el hombro, llevaba un buen rato apoyado en el mismo lugar, y sin mas... nota una nueva mirada de Alana. Se la devuelve. Seguramente, la rubia estaba mosca por ser el propio francés quien había vuelto a repescar su nombre. Este desconocía todo ese tema de los tríos de Loth, por lo que vuelve a trillarse la lengua con lo que intenta explicar… pero se permite dedicarle unas palabras mas – Alana, si eres inocente… te has liado tu sola, pero bien. – Y tan claro, como el fango por lo menos. Encoge sus hombros el francés.

En cuanto a la chica de ojos cambiantes, este había escuchado con atención cada una de sus palabras y reproches hasta su turno - Todo es posible... Kammy - Responde, en un principio… no creyendo del todo (o nada) lo que dice. Pero el tiempo hablaba por si solo… y al pasar un rato, se rasca la cabeza – Bueno… - no habla para nadie en concreto… – A ver, las horas pasan, y en vista de que nada-ni-nadie desmiente, ni con palabras, ni acciones, ni con nah de nah lo que dice y según parece, hace Kammy… pues eso. - Tan simple. No quedaba otra. Y efectivamente, véase el caso... todo era posible.

El asunto cambiaba un poco, un poco radicalmente. Intentaría estar atento.

Zaira arqueó suavemente una ceja al escuchar las palabras de Annie y una pequeña sonrisa se perfiló en sus labios. Ahora que ya hacía un rato que había regresado, se sentía mucho mejor y a pesar de que el miedo todavía se hallaba latente en su interior, iba recuperando las fuerzas y el deseo de seguir adelante.

Escuchó la pregunta del escritor, y se volvió a mirarle, extrañada. Negó suavemente con la cabeza. - No, yo no dije que la Reina estuviera entre nosotros - . Miró hacia Allegra y confirmó con un pequeño gesto sus palabras. - Sí, Ella dijo eso, que la Reina se encontraba indispuesta y habían sido los miembros del Consejo los que habían orquestado todo esto - . Sus labios formaron una mueca, mientras deslizaba su mirada rosada por aquellos edificios. La Reina no habría permitido esto, no habría puesto en peligro a su hija... Ni a mi... Se mordió el labio y volvió a mirar a Hundo. - Ella también dijo que la Princesa Celebia y sus enemigos se encontraban entre nosotros - . Le dijo y un pequeño suspiro salió de sus labios. 

Escuchó a Kammy acusando a Alanna de haber envenenado a Ivanna y se volvió a mirar a la rubia, entrecerrando ligeramente los ojos. - ¿Estás segura, Kammy? Esa acusación es muy directa y has de estar muy segura para hacerla - . Le comentó, sin apartar su mirada de la que se había desvelado como Essä.

Cada palabra de Kammy daba más motivos a Seth para desconfiar de ella, si bien aún no sabe si tacharla de lleno como una traidora. Lo que está claro es que no es alguien con quien compartiría una pinta. Amiga de Loth... Vuelve a Sacudir la cabeza, caliente y claramente molesto. Sin embargo la acusación de Kammy a Alana no le sorprende, a lo que muestra una sonrisa confiada y un poco sombría. 

- ¿Estar muy segura? - Pregunta incrédulo a Zaira. Niega con la cabeza, aún manteniendo ese talante. - No... Yo creo que muy desesperada. El tiempo avanza y se siente en peligro. - Mira a Kammy y se dirige a ella, sorprendiéndose a sí mismo por volver a dedicarle alguna palabra. - ¿No? 

Escuchó la respuesta de Aubin pero solo lo miró y se encogió de hombros. En ese momento, le importaba más el reencuentro con Aidane pero parecía que muchos no respetaban eso.

- Creí que la misma Alana lo había dejado claro al confesar que ella había envenenado a Roger. Y si no fue ella, entonces tenemos a dos personas que pueden envenenarnos - dijo lo más tranquila que pudo mientras se giraba hacia Zaira y Seth.

No sabía por qué a este último le dolía tanto que acusaran a Alana - ¿Sabes? No sé qué tipo de relación hayas construido con Alana que se te hace tan fácil creer en su palabra como si fuera ley pero creo que la pregunta sobra. Sí, me siento en peligro. Si no muero en votaciones, tengo varias papeletas en mi contra para ser asesinada durante la noche. Si te cuesta tanto creer que alguien tenga el poder de regresar a alguien a la vida sin esclavizarlo, no es culpa mía. Yo he demostrado absolutamente todas mis palabras y si también estás celoso porque yo puedo hablar con Loth, no puedo hacer nada. Zaira ya lo confirmó, ya mostré mi poder, es todo lo que puedo hacer -.

Chris asintió con la cabeza.

Sssi, Alana dijo que "juzgó" a Ivanna, pero alguien luego la mató. Por ello no sssufrió realmente el "juisssio" que tuvo que sssoportar Roger. - dijo Chris - Essso a mi me quedó claro. No tanto cuando iba a terminar el "juisssio", aunque puede que no lo entendiessse correctamente, ya que tiene sssu lógica que sssea al atardessser. - Entonces miró a Seth - Alana ha confesssado como ssse llama como Fata y sssu poder. Sssiertamente da que pensssar que ahora pueda controlar sssu poder, pero ya esss mucho másss de lo que sssabemos de ti. 

Niega con la mano y entrecierra los ojos cuando Kammy le saca el tema de Alana. - No, no... ¿Qué te hace pensar que confío en ella? - Se encoge de hombros, tranquilo, aún apoyado en la pared y vuelve a cruzar los brazos. - Simplemente desconfío más de ti. Podríamos decir que estás más arriba en mi ranking. - Su mirada se ensombrece cuando saca a Loth. - ¿Celoso de que te comuniques con Loth? Pena me das por ello. - Contesta serio, directo y separándose de la pared, adquiriendo una pose de esta dispuesto a todo, pero se queda quieto. Ignora el resto de sus palabras, despreciándolas con un chasquido de lengua. Le sorprende Chris entonces, lanzando un guante contra él.

- Os he confesado mi poder. Si no os he dicho quien soy como Fata es porque no venía a cuento. - Mete la mano en su bolsillo y acaricia la moneda que lleva con él. Tiene el rostro serio y parece estar pensando, dándole vueltas a algo. Sonríe levemente, como si fuese a decir algo. - Soy el hada de los dientes. - Dice para sí mientras camina hacia otro, hacia Shawn. - Eh, tronco. - Se da cuenta de la gracia que ha hecho y sus labios se curvan levemente - ¿Todo bien? 

Chris le devolvió una sonrisa sarcástica.

Quedarte dessspierto por la noche no esss un poder. Al menosss completamente. No cuando sssólo ha sssido una noche, viendo a quien no asssesssina de forma nocturna. - Chris negó con el dedo. - Y desssconfiar de Kammy esss tan essstúpido hoy como hassserlo ayer con Anassstassia.

E imitándolo, sacó un dedo y empezó a juguetear con él, mientras quedaba pensativo.

"Quien fue paciente tuvo su respuesta en ambos extremos y pareció quedarse pensativo primero y tranquilo despues, pero el resto continuaba hablando, discutiendo como cada día y ahora era el momento de dejar que la lengua liberara sus dudas"

La tinta escribió lo que fue el preludio para que el empezara a hablar.
-Si soy sincero tengo una duda que me lleva claveteando desde que Seth vio en la noche a Alana y esta dijera tener tal poder. Y en esta teoría, yo creo a Seth, por dos razones, se arriesgo a acusar primero a Alana, pensado como otros que hacia bien y exponiéndose como ahora a que en el futuro de no morir, fuera señalado. Y la segunda que Alana menciono su juicio después de que Roger ya fuera envenenado, con esto quiero decir que todos sabíamos que estaba envenenado antes de que ella dijera nada. ¿No cabria la posibilidad, de que al sentir miedo por ser observada en la noche, se inventara su poder y aprovechara el envenenamiento de Roger, del cual ya se había enterado horas antes como nosotros, por el propio implicado?
Crear una buena mentira para evitar la muerte y si preguntáis porque no rebatió nadie su rol o adjudicarse el envenenamiento de Roger, Preguntaros. ¿Si esa persona hubiera salido, no hubiera sido objetivo de miradas? Como con Jade y su poder de nigromancia.-Ese era el termino adecuado para lo que sugerían sobre la Fata con cara de niña y así lo uso.

-Si ahora mismo debo elegir entre Seth, Kammy o Alana. Creo en la culpabilidad de esta ultima.Pero quiero saber si lo dicho tiene sentido o me estoy equivocando de costa a costa-Concluyo devolviendo la mirada a Zaira.-Hara bien en mantenerse oculta, seguro que mas de uno quiere su muerte.-Respondió a las palabras de ella sobre Celeste.

Parecía que aquello era el cuento de nunca acabar y que iba a tener que explicarlo de nuevo. Me froté la cara con frustración antes de volver a explicar, una vez más, el envenenamiento de Ivanna.

-No dije que yo juzgué a Ivanna. Dije que lo intenté, pero cuando llegué hasta ella ya estaba muerta. No llegué a hacerlo, solo lo he utilizado con Roger. Si hubiera envenenado a Ivanna habría sido igual que con él, se haría despertado enferma y moriría con las campanadas. No moriría durante la noche. Independientemente de que Roger dijera que le habían envenenado, también confirmé algo que solo yo podía saber. El momento exacto en el que moriría, tal las campanadas. Por tanto, sí, otra persona aquí puede usar veneno pero es mucho más rápido que el mío. Eso es porque lo que yo hago está enfocado a  juzgar y dar la oportunidad de cambiar. Todo esto ya lo dije cuando expliqué mi poder.

Allegra sonrió de medio lado hacia Lera cuando escuchó su susurro y asintió. - Sí. Creo que ha tomado bastantes por hoy. Tal vez deberíamos racionárselas. - Hizo una breve pausa y miró a Adam ladeando la cabeza. - Si se deja. - Matizó en un susurro, mirando al hombre con un brillo de ternura en los ojos. 

Pasó un brazo por encima del hombro de Lera y lo frotó con un gesto amistoso, haciéndole saber que estaba ahí. Sin moverse, escuchó en silencio las distintas conversaciones a varios frentes que tenían lugar y con un suspiro volvió a mirar al reloj. Cada vez quedaba menos tiempo y le daba la impresión de que cada vez estaban más perdidos y enrevesados. 

Finalmente sus ojos se alternaron entre Chris y Seth y se quedó mirando a este último un par de segundos. Su mirada se ensombreció al recordar cómo el tipo había puesto sus ojos sádicos sobre ella en tres ocasiones cuando el reloj los había reclamado. Sus ojos se entrecerraron y sus pupilas se afilaron durante un instante mientras lo contemplaba. Pero las voces de Hundo y de Alana la sacaron de sus cavilaciones y su expresión se suavizó de nuevo mientras prestaba atención también a sus palabras. 

Pfff, tenemos más probabilidades de volver a ser humanos que de lograr que Adam deje de drogarse - contestó divertida con una sonrisa.

Cansada, preocupada y desgastada, Lera apoyó su cabeza sobre el hombro de Allegra y cerró los ojos una vez que ésta la abrazó. Tras un rato la miró y vio que sus ojos estaban fijos en Seth. El hombre parecía inteligente, y por eso mismo ella no entendía por qué habría querido asesinar a su hermana por tantos días seguidos. Volvió a cerrar los ojos y escuchó como la gente hablaba. Hoy no tenía calma para pensar demasiado en nada. 

- Sé que no la juzgaste, solo pregunto por qué la escogiste a ella. Según lo que Zaira nos dijo, Ivanna afirmó sentir los síntomas del envenenamiento desde antes, ¿Verdad? - miró a Zaira para buscar su confirmación, ya que podía estarse equivocando.

- Así que lo pregunto para saber el motivo de tu elección. ¿Por qué querías juzgar a Ivanna? - luego miró a Chris y no pudo evitar sonreír.

- Te lo agradezco - era lo mínimo que podía decirle después de haber defendido su inocencia.

Chris le devolvió la sonrisa a Kammy, aunque luego se puso algo nervioso.

¿Sssería mucho pedir que me votarasss hoy a mi? Y no, esssta vesss no voy a usssar mi poder en ti. Pero sssi accedesss a mi petisssión, realmente podré dejarte tranquila con esssto. - El chico se rascó la cabeza - Entiendo que esss raro, pero intentaré explicarme mejor trasss llegar al atardessser. 

Zaira no entendía que era lo que ocurría con Seth. Dirigió su mirada rosada hacia el joven y se quedó en silencio, contemplándolo. Estaba comportándose de una forma absurda, atacando a la persona que acababa de traerla a la vida delante de todos, arriesgándose a que aquella noche fueran a por ella. 

Arrugó el ceño, pensativa y se volvió a mirar a Kammy, al escuchar que la nombraba. Asintió suavemente con la cabeza. - Sí, le pregunté y me confirmó que al acostarse se sentía mal - . Dijo, mirando a su vez a Ivanna. Pero seguía dándole vueltas a la insistencia de Seth en atacar a Kammy. No tenía fundamentos, al menos que ella supiera, y aún así seguía sospechando de ella.

Volvió a mirarle, pensativa. - Parece que, o te has bebido el entendimiento o en verdad no eres tú - . Murmuró, más bien para sí misma, y se mordió el labio.