Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

El lugar que nunca fue

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22/02/2015, 09:24
Randir

- Si estás en la bruma con algún fata es porque te han devuelto a la vida, ¿Verdad?

- No, no es el caso. Y prometí no revelar su nombre, y soy fata de palabra, a menos que me libere de tal deber. - Respondí tranquilamente. - Y hay que hacer una pregunta que se pueda responder con un si o con un no. Preguntar por la identidad de los traidores no sería posible, pero sí sería hacer por si un fata, o carcasa, en concreto es un traidor. Quizá esa sería una buena vía. Si tenemos una pregunta cada vez que el reloj toca las seis, podríamos preguntar a cada vuelta por alguien en concreto.

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22/02/2015, 10:55
Serindë

-si quieres preguntar por él podrías decir el nombre de su carcasa si lo sabes en lugar del de fata y así no incumplirías tu promesa. -propuso antes de seguir aportando ideas. -podríamos preguntar por alguno de los que podemos tener dudas como Paul y salir de ellas. O preguntar si Anya o Roger decían la verdad. O por alguno de los que no sabemos nada, como Xia, Adam o Thomas que ha estado muy callado hoy... -miró a los que la rodeaban con curiosidad. -O podríamos preguntar si hay algún traidor entre nosotros cuatro. Si no lo hay podríamos hablar con más libertad.

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22/02/2015, 15:45
Randir

Escuché atentamente las palabras de Serindë y finalmente asentí.

- Esa última propuesta creo que sería la mejor decisión. Voto por ello. - Dije con convencimiento.

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22/02/2015, 22:48
Narrador

Y otra vez, en el mismo momento en que en aquella ciudad ahora llena de frío se encendió la llama oscura sobre el número II así lo hizo también en este lugar, apareciendo una llama similar a la otra y que se movía con la misma cadencia lenta y sinuosa.

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22/02/2015, 23:08
Serindë

Serindë miró a los dos que no habían dicho nada seguro y luego miró a Randir. -vale, pues preguntemos eso antes de que se nos pase la hora. -miró al árbol. -Oráculo. ¿Hay algún traidor entre nosotros cuatro?

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23/02/2015, 03:11
Lúva

Se sentía desilusionada, pero era la mejor pregunta al principal enigma. Si no había traidores, era posible que pudieran hablar con mayor libertad, incluso sobre sus corazas humanas.

El reloj marcó el número II y Lúva se sorprendió. Eso seguía siendo todo un enigma para ella.

- Estoy de acuerdo con esto. Así sabremos qué tan amplios podemos ser a la hora de responder -.

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23/02/2015, 03:18
C'ailleach

Al mismo tiempo que en un lugar lejano las campanadas del reloj daban las seis, los ojos del árbol volvieron a abrirse, amarillos e incandescentes. Contemplaron uno a uno a los presentes y de nuevo sonó esa voz que parecía joven y anciana al mismo tiempo. Sus ecos rodearon a los cuatro Fatas con tan sólo una palabra:

 [color=#61210B]- Sí.[/color]

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23/02/2015, 03:18
Narrador

El lugar que nunca fue

 

En la oscuridad del sueño tu consciencia siente una sacudida y tus ojos se abren. No a la realidad en que posees ese cuerpo humano, sino en una diferente, más onírica y brumosa. En ocasiones los sueños de los soñadores se extravían, sin llegar a tomar forma en ningún lugar, quedándose tan sólo como una reminiscencia en algún lugar de las consciencias. Tienes la sensación de encontrarte en uno de estos sueños perdidos, sintiendo una Llamada diferente a la anterior. Una que te invita a soñar. 

Al principio no ves nada, pero poco a poco el tenue brillo de la esfera de ese reloj va reflejándose en las suaves ondas del agua que tienes a tus pies. Un fuego fatuo comienza a titilar, al principio con timidez, pero después con más intensidad. Y tras él, aparece otro y luego otro más, hasta que parecen marcar un camino más allá, un camino que despierta en ti una curiosidad con un pequeño poso de melancolía y de una ilusión casi infantil. Uno que no puedes evitar seguir.

 

 

 

Durante un instante el camino parece perderse en una pared de bruma, pero el temor a introducirse en ella queda apartado al ver que incluso la temible bruma se aparta en los lugares donde los fuegos fatuos aparecen, dejando un sendero limpio que seguir. Poco a poco el aire se va tiñendo de otro color, el olor a humo propio de la Bruma va abandonando su opresión, permitiendo el paso de un aroma fresco, a césped mojado tras la lluvia y un nuevo paisaje se abre ante los ojos del viajero.

Un claro en medio de la bruma. Rodeado por ella por completo, parece tan fuera de lugar como un oasis en un desierto. El lugar invita al reposo, como un recodo en mitad del camino. En el centro exacto un árbol brota fuerte y desafiante, alzando sus ramas cargadas de hojas anaranjadas hacia un cielo que va tiñéndose de dorado con la caída de un sol que se intuye más que verse. 

El reloj continúa su vigilancia, lejano y presente al mismo tiempo. Pero una suave brisa acaricia el rostro al entrar en el claro, como una invitación a descansar antes de continuar.

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23/02/2015, 03:21
Narrador

La monosílaba respuesta de aquel árbol aún flotaba en el ambiente cuando dos figuras más se formaron a vuestro lado. Atanamir, morador de la Linde y lector de la Bruma, y Namárie, aquella que había habitado en Palacio hasta que su manera de hacer justicia la había hecho buscar otros lugares hasta encontrar un hogar en las Ruinas.

Frente a ellos dos y junto al árbol se encontraban otros: Elendë, habitante de Palacio y habitual del Bosque, Lúva, antigua moradora de la Linde y ocupante de las Ruinas, Randir, ocupante de las Ruinas y Serindë, Serindë, quien había sido abandonada por el Bosque, rechazada por el Palacio y repudiada por la Linde para acabar finalmente en las Ruinas.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

Atanamir Elendë Lúva Namárie Randir Serindë

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23/02/2015, 03:23
C'ailleach

Como si hubiese reaccionado al sonido de los pasos de los recién llegados, algo se mueve en el tronco del árbol. Dos ojos, amarillos e incandescentes que estaban contemplando a los Fatas presentes. Una voz grave y nudosa resuena en el lugar. A pesar de que el rostro no tiene boca, no cabe duda de que las palabras provienen de ese árbol.

[color=#61210B]- Bienvenidos al Claro de C'ailleach. Quien puede ver todos los mundos pasados, presentes y futuros.-[/color] La voz parece al mismo tiempo fresca y añeja, cándida y sabia. Sus ecos rodean a los presentes y el olor a madera mojada se extiende por el lugar cada vez que habla. 

[color=#61210B]- Muchos habéis encontrado el camino al oráculo, pero las reglas son las mismas. Una respuesta obtendréis cada vez que el reloj marque las seis. Entre todos sólo una pregunta podréis hacer y con un sí o un no deberá poderse responder. [/color]

Tras estas palabras los ojos se cierran, la voz se desvanece y la corteza del árbol queda inmóvil, presumiblemente hasta el atardecer.

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23/02/2015, 03:37
Lúva

Lúva se sintió tan triste, tan confundida con la respuesta del árbol que miró a Serindë confundida, ya que era ella quien había respondido. En ese instante, se alejó unos cuantos pasos pero fue con la llegada de nuevos compañeros que se detuvo.

Quería ver quiénes llegaban a ese lugar y su corazón dio un vuelco cuando observó quiénes llegaban. Su mirada había cambiado la alegría del encuentro por el de una vieja discordia y cerró los puños con fuerza para alejarse un poco del grupo.

Todos habían prometido dejar las viejas rencillas a un lado pero primero quería saber si el recuerdo estaba presente o si había desaparecido ya.

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23/02/2015, 22:36
Atanamir

Últimamente nada dejaba de sorprender a Atanamir. Desde que se encontraban en esa realidad habían sucedido cosas muy extrañas, sin una explicación que las justificase. Esta, sin duda, era una de ellas. La luz del Bosque hace sufrir a las cuencas donde sus ojos estuvieron una vez. No las cubre ni muestra debilidad, tan solo mira a los Fatas que están ahí, con él. Las palabras de ese rostro en el árbol llaman su atención y son escuchadas con atención. Posibilidades de respuesta. Asiente al árbol, ominoso, cuando este termina de hablar.

- Hola a todos- Saluda para acelerar los hechos, sabedor de que tienen hasta las seis del reloj. - ¿Qué sitio es este? ¿Cómo llega uno hasta aquí? - Pretende saber a través de sus respuestas. - No pretendo cuestionar a ningún ente aquí, mas me temo, que todo es digno de duda... ¿Es verdad eso? ¿Tiene respuestas sinceras?

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23/02/2015, 23:03
Serindë

Las pupilas completamente granates de Serindë se oscurecieron levemente tomando un tono cercano al púrpura cuando escuchó la respuesta del árbol. Se acercó un poco a Elende y miró a los otros dos en silencio, como dudando. Luego llegaron dos fatas más y los miró con curiosidad primero, pero al ver a Atanamir bajó la mirada rápidamente. Parecía haberlo reconocido. -es un sueño perdido. -respondió, con el tono de un alumno que teme ser reprendido por el profesor y sin mirar directamente a Atanamir.

-No sabemos cómo se llega, pero hemos visitado otros. Estuvimos en un palacio y había un fata que dijo que tal vez podríamos encontrar nuestros recuerdos perdidos. Nos explicó que el río de almas se había salido del cauce y los sueños se perdían. Queríamos ir al reloj pero llegamos a un bosque y había una vieja. Allí un árbol nos dio un regalo. -sacó una concha azul del bolsillo y se la enseñó -Eso me dio a mí, creo que tiene algo que ver con mi madre. Y luego estuvimos en un sitio que parecía la linde, una fata nos explicó algo de unos custodios pero nos marchamos enseguida y llegamos aquí. El árbol ofreció respuestas y preguntamos si había algún traidor entre nosotros cuatro. Dijo que sí y justo llegasteis vosotros dos. Así en resumen creo que sería eso todo. 

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24/02/2015, 00:45
Namárie

Un hermoso paisaje se revela frente a sus ojos, magia solo posible que fuera proveniente de Fäe. Como pequeños guías, fuegos fatuos le indican danzarines el camino, permitiendole llegar a una reunión no agendada con un montón de otros fatas que ya se encontraban allí. No siente temor alguno al cruzar los obstáculos para llegar al claro, y con una sonrisa permite que el dorado que se filtra entre la copa de los árboles golpee su rostro justo momentos antes de notar que el tronco también poseía uno. 

Muchas gracias por tu hospitalidad, C'ailleach, - dijo en un tono dulce y melodioso, mirando directamente al lugar dónde había visto aquellos brillantes ojos amarillos, a continuación acariciando con suavidad la corteza del árbol - y por tu sabiduría.

Miró a su alrededor, encontrándose con la mirada de los presentes, a quienes sonrió e hizo una ligera reverencia. 

Siempre es un placer reencontrarse con hermanos. Especialmente con aquellos que moraron en Las Ruinas con una humilde servidora. - saludó, mirandolos intermitentemente, incluso a Lúva que se había alejado un poco del grupo. Su atención se fija en Serindë cuando la oye explicar la situación - ¿Un sueño perdido? ¿Qué es eso?

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24/02/2015, 06:02
Lúva

Lúva observó a los recién llegados confundidos ante sus palabras pero más hacia Namárie, quien decía haber habitado en las ruinas.

- ¿Tú... Tú habitabas en las Ruinas? ¿Cómo llegaste allí y por qué no te recuerdo? - trataba de controlarse y no pensar en lo negativo.

Luego aclaró su garganta y dijo - Sueños que perdieron su cauce del río y que van a lugares inhóspitos y desconocidos como este - apartó la mirada tratando de ignorar la incómoda situación.

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24/02/2015, 06:29
Namárie

Oooh, ya veo... - respondió al escuchar la explicación - ¿Entonces estamos en un oasis al medio del desierto? Interesante...

Miró al árbol, oráculo que bondadosamente les respondería una pregunta. Se preguntaba que habría hecho para llegar a aquella división de su conciencia, si es que acaso el recordar algo en particular o alguna acción tomada la habría llevado hasta allí sin que ella se diera cuenta. ¿Era esto alguna especie de premio? De pronto, recuerda que no ha contestado la primera pregunta de la mujer gris de plumas coloridas. 

Si no sabes tú por qué no me recuerdas, ¿Como habría de saber yo? Supongo que todos hemos perdido recuerdos en el camino... - dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia - Mi nombres es Namárie, antigua guerrera del Rey, desertora del Palacio corrupto, habitante de Las Ruinas. - se presenta extendiéndole la mano.

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24/02/2015, 09:44
Randir

Algo cercano a una emoción primigenia intenta florecer en mi rostro inmóvil. - Yo sí te recuerdo, Namárie. No podré olvidarte. - La voz era afable. Si hubiera podido, sonreiría. - Soy Randir, habitante de las ruinas. Y a ti te lo debo.

Observé a Namárie, escrutando su rostro por ver si ella me recordaba o, como me sucedió a mí con Lúva, había olvidado.

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25/02/2015, 09:56
Atanamir

Un sueño perdido. - Dice para sí, en bajo y con el rostro imperturbable al escuchar Serindë. - Eso es algo viejo aquí. - No sonríe, es una triste realidad a la que está acostumbrado. Escucha al resto de habitantes de las Ruinas, los primeros a los que ve desde que recuerda. La desgracia siempre ha sido más directa sobre ellos y sobre la Linde que en el brillante Palacio, donde las camuflaban con ambiciones y caprichos reprobables. 

- Las respuestas de C'ailleach. Debemos aferrarnos a ello. Sospechas. Debemos decidir entre todos lo más acertado para Fäe. - Mira a Namárie, o al menos dirige sus cuencas a ella. - ¿Eres sabedora de por qué estamos aquí? A lo mejor sabemos algo crucial, mas no sé qué puede ser. Responderé, con sinceridad y cautela, a vuestras preguntas. 

 

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25/02/2015, 10:27
Randir

Mirando al fata sin ojos me surgió el apremio de la pregunta planteada. - Preguntas. Ahora mismo, la pregunta se la debemos hacer a C'ailleach. Antes de llegar vosotros, nos ha dicho que hay un traidor entre nosotros cuatro. - Dije dibujando un círculo que englobaba a Lúva, Serindë, Elendë y a mí. - Habría que probar de dilucidar quién de entre todos nosotros es un traidor, antes de continuar hablando. - Refiriéndome ahora a todo el grupo allí reunido.

Miré entonces a los otros tres Fata que estábamos juntos antes de la llegada de Atanamir y Namárie.

- Yo propongo preguntar ahora por el número de Fata traidores presente. Preguntando si hay más de un traidor entre nosotros. ¿Qué os parece? Aunque también podemos ir más directos al grano y preguntar si éste o aquel Fata es un traidor, saltándonos los preliminares.

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25/02/2015, 11:07
Atanamir

- Entiendo. - Responde crudo y seco a Randir. - Creo que si había un traidor entre vosotros cuatro, lo correcto es ir directo a por uno de vosotros. - No se encoge de hombros, no duda, pero no acusa. - Lo digo por simple probabilidad. Espero que lo entendáis. - Dice mirando al resto. - Antes de llegar Namárie y yo, según el árbol, ya había al menos uno. Más de uno, creo que sería demasiada coincidencia siendo solo cuatro y ahora seis. Por quien de vosotros preguntar, eso no lo sé.