Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

El reencuentro de los Tres

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10/03/2015, 02:10
Namárie

Los cálidos brazos de Morchain acompañados de aquel canto ronroneante que de alguna manera el fata lograba reproducir supieron darle cierto alivio a Namárie, pero no fue hasta que sintió aquellas caricias jugar con su pelo y la suave voz de su compañero que  encontró verdadero refugio en su abrazo. Se aferró más fuerte a su cuerpo mientras él apoyaba su rostro en su cabeza, dejando que se acomodara y ocultándose bajo su alta figura como si le permitiera desaparecer. En silencio derramó lágrimas por su ira y dolor, sabiendo que no habría mayor experto en eso que su hermano, quien había sufrido mil infiernos y por alguna razón aún persistía en esta existencia despiadada con una ternura y bondad envidiables. Dentro de su locura, si bien a veces había travesuras, jamás se podría hablar de malas intenciones. Y supo qué, si aquella parte dentro de su propia alma había cambiado de color, no había sido por el daño sufrido, pues Morchain mismo era prueba de que el dolor no te convertía en lo que despreciabas. Si ella había cambiado, había sido porque no lo había hecho en un comienzo. Porque eso ya estaba dentro de ella al nacer. 

Yo sé que no te has ido, mi Morchain. Tú nunca me dejarías atrás... - susurró entre sollozos, aún incapaz de dejar de culparse por lo que le había ocurrido a su compañero. Si hubiese estado allí, si hubiese llegado antes, si de alguna manera, en algún momento, hubiese sido capaz de detenerlos... 

No te dejaré yo tampoco, hermano mío. Perdón, por favor, perdóname. - rogó una vez más, como había hecho muchas veces durante aquellos años tras el ataque, a pesar de que sabía lo que el respondería como lo había hecho cada vez. Quizás, una de las primeras cosas en fracturar a aquella fata idealista y correcta había sido la culpa. 

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10/03/2015, 02:47
Morchain

-Eeeso es...llora hermana. No temas. Lloras porque sientes. No dejes de sentir nuncaaa.- Aquella culpabilidad...¿cómo aliviar la culpa? Una culpa inexistente, que podía ser tan real como aquella que manaba en verdad de la responsabilidad. Bien sabía Morchain lo real que podía ser lo inexistente, lo invisible lo que no se oía. Dejó que el silencio le invadiese. Morchain hablaba con él y pedía su consejo. El silencio era sabio, paciente. En innumerables ocasiones le había recriminado que no pasase más tiempo a su lado y Morchain reconocía aquel error. Pero ahora necesitaba de él...solo un instante.-Cómo perdonar la falta de culpa. Cómo hacerte ver que no eres responsable del destino. Cuándo dejarás de castigarte por ello...cuándo.- Preguntó apretando con más fuerza y consuelo a su hermana.- Es el dolor hermana...El dolor es poderosooo síiiii. El dolor crea falsas culpas, que se vuelven reales. No sufras, hermana.- Limpió una de las lágrimas que corría por su mejilla y la observó cautivado.-Estas lágrimas nacen del amor Namárie...- Aquella lágrima se fundió en su piel como si la propia tierra se la bebiese. Por ese amor Morchain existía. La miró con un rezumar de ojos tan intenso que el fuejo se quedaba oscuro a su lado. -Tú-eres-Morchain.- Miró de nuevo a Serindë. -Vosotras-sois-Morchain.- Ellas eran el reflejo de lo que fue, y de lo que volverá a ser cuando regresen a Faë, juntos, como siempre fue. Si ellas se rendían, si ellas se hundían también lo haría él y el fuego de sus ojos, jamás volvería a arder.

Extendió entonces su largo brazo con la mano abierta hacia Serindë, indicativo de que pedía su proximidad mientras comenzaba a agacharse para sentarse y que sus hermanas hiciesen lo propio. Los tres juntos, en cículo, en familia.

-Morchain vive en vosotras. Lo que una vez fue. -Afirmó. -Cruzaré océanos de locura para volver a vosotras y por vosotras...pero primero he de saber en qué dirección nadar.- Y así era, aquel ser inundado por la bruma, estaba dispuesto a abandonar a su amada locura, aquella que le había enseñado tantas realidades distintas, que le había mostrado tantos secretos y que le había amado por lo que era, igual que Adam había escupido aquellas pastillas. Todo por no ver un día más sufrir a su familia, por no tener que volver a recoger una sola lágrima más de sus ojos, que no fuese por motivo de la más profunda felicidad. -Decidme hermanas, ¿quién era Morchain?, ¿cómo era?. ¿Qué hizo que se ganase vuestro afecto, el cual hoy me mantiene con vida y esperanza?.-

Notas de juego

Editado para no añadir otro post. Contadme un poco de Morchain, ya que no puedo recordar :)

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10/03/2015, 12:15
Serindë

La tristeza y la ternura se repartían mi corazón mientras contemplaba el abrazo de los únicos seres que me importaban verdaderamente en el mundo. Una sonrisa triste se dibujó en mis labios cuando mi mirada se cruzó con la de Morchain y el granate de mis ojos se oscureció tiñéndose lentamente de púrpura. 

Los contemplé sin vergüenza, sabiendo perfectamente que a ellos tampoco los avergonzaría mi mirada, pero no me moví hasta que el gesto de Morchain me atrajo como un imán. Caminé hasta llegar a ellos y me sumé a su abrazo antes de sentarme en nuestro círculo.

Miré con admiración a Morchain. Me parecía tan valiente lo que quería hacer como lo que estaba haciendo su carcasa. Y miré también a Namárie. Podía sentirlo. Estábamos creciendo. Adaptándonos y haciéndonos más fuertes. Pero siempre los tres juntos.

Negué con la cabeza cuando preguntó y estiré las manos, para tomar con cada una de ellas una de las de ellos. - Lo siento, Morchi. - dije con suavidad. - Pero cuando Namárie me encontró y me llevó a tu lado, ya eras así. Yo nunca te he conocido de otra manera. Te amo tal y como eres. Pero tu corazón debía ser realmente hermoso para haberse conservado a través de la locura.

Miré entonces a Namárie, con tristeza en la mirada, y acaricié su mano con la punta de mis dedos. - Lamento que hayas perdido a Nienor. - Dije, con sinceridad, pues aunque sabía que él había sido un obstáculo, también sabía que ella lo había amado y sentía su dolor como si fuese propio.

Notas de juego

Si no me equivoco, yo te conocí ya así como ahora. Yo salí de la Linde y me eché a andar por el mundo sin rumbo, pensando que no había lugar para mí. Si lo he entendido bien, Namárie iba de viaje del Palacio a las Ruinas a verte y me llevó con ella hasta allí. Allí estabas tú y así fue como nos convertimos en family ^^.

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10/03/2015, 23:42
Namárie

Guardó silencio mientras dejaba a las lágrimas caer por sus mejillas, afligida por el perdón que jamás obtendría. Podría lidiar con que Morchain no quisiese dárselo por rencor, pero el que siguiera teniendo esa dulzura imposible con ella, negándole que hubiese algo que perdonar, le dolía más que cualquiera de los cuchillos que su carcasa se hubiese enterrado la tarde que Seth murió. Lo dejó creer que su culpa era falsa, pues sabía que no habría sentido en discutirlo. La quería demasiado para verla con malos ojos.

Fijó sus ojos en en los de Morchain, conmovida por sus palabras. Era sorprendente como él, quién tenía más razones para odiar entre todos, era el con el corazón más puro y dispuesto a entregar amor. Hipnotizada y cautiva en sus ojos hechos de un fuego que ante ellas parecía inofensivo, se sentó junto a ambos de sus hermanos formando un círculo. La oferta que escuchó a continuación la sorprendió tanto como la entristeció, creyéndose autora de una nueva destrucción para Morchain. Sin embargo, aunque le costaba admitirlo, vio una pequeña luz de esperanza. Quizás no todo estaba perdido, quizás si aquel antiguo fata estuviese a su lado, al menos parcialmente...

Namárie negó con la cabeza a Serindë, con una leve sonrisa melancólica en su rostro. No quería hablar de eso. Apreciaba el gesto, he ahí la mueca, pero no podía decir palabra al respecto sin volver a quebrarse por completo. Solo esperaba que, si Nienor seguía allí, la encontrara pronto o le enviara alguna señal.

Mi querido fata, tú nombre antes no era Morchain, aunque ya no logro recordar cuál era. Desde que llegué a Palacio tú y yo fuimos inseparables, compañeros en armas y hermanos frente a todos - su sonrisa se hizo alegre, aunque aún no crecía demasiado- Todo lo mío era tuyo, y todo lo tuyo era mío. Eras, y sigues siendo, quien yo más admiraba. Pero en aquellos tiempos las razones eran distintas: Eras tan leal a Fäe como lo eres hacia nosotras ahora, y mucho más fuerte de lo que yo jamás he soñado ser. - recordó, orgullosa de la figura en su mente - Tu fortaleza era tanto física como mental, y nadie osaría intentar enfrentarse a ti. Más aún, tú mismo eras capaz de enfrentar a toda Fäe si creías en la causa, si era lo que creías correcto. Sin importar si aquello te beneficiaba o no. - tomó una pausa unos segundos demasiado larga, durante la cual cerró los ojos y los mantuvo así, su rostro serio y cargado de pesar - Ellos no harían nada a solas, pero sí en grupo, como cobardes. Sabían que eras una amenaza a sus avariciosos planes, y que contigo ahí no podrían alcanzar el poder. No sé exactamente qué te hicieron, ni quiénes fueron, pero los rumores que llegaron a Palacio decían que te habían destrozado por dentro y por fuera. Durante días, atada a Palacio por deber, tuve pesadillas con lo que te habría ocurrido, imaginando las torturas por las que habrías pasado y lo crueles que aquellos sádicos habrían sido contigo. Para destruir a un héroe no solo destruyes su cuerpo, sino su moral. Y sabía que no se los harías fácil... - apretó un poco más sus ojos, la imagen en su mente se oscurecía a cada segundo. Molesta, sacudió la cabeza y volvió a abrir los ojos - Yo nunca me separaba de ti, mi fata, pero en aquel fatal día lo hice y ellos aprovecharon su oportunidad para intentar hacerlo permanente. Y algún día, comprenderás que aquello fue mi culpa.

 

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11/03/2015, 00:34
Morchain

Morchain escuchó la historia de Namárie. A medida que esta avanzaba sus ojos se iban apagando poco a poco. Su mano tocó su rostro a la altura de los ojos, dándose cuenta que ninguna lágrima podía brotar de ellos. La apartó y la observó como si aquello que veía no fuese él. Poco a poco, fue agachando la mirada casi carente de luz. Al finalizar, la historia, el rostro de Morchain descansaba sobre sus manos tapándolo por completo. Lentamente se dejó caer hacia un lado sin despegar las manos de aquellas facciones que le avergonzaban. Adoptó una posición fetal y nigún brillo manaba ya de aquellos ojos vacíos. El fata no podía llorar...no podía llorar. 

Así se mantuvo...quieto, sin separar aquellas manos oscuras y huesudas.

-¿Qué eres?...Las cenizas de un fuego que una vez ardió. -

-¿Qué puedes ofrecer?...Nada.-

-¿Dónde estás?...En ninguna parte.-


-¿Quién eres?...Las cenizas de un fuego que una vez ardió.-

-¿Qué puedes ofrecer?...Nada.

-¿Dónde estás? En ninguna parte.


El cuerpo roto del fata comenzó a convulsionar a una velocidad irreal. Un grito gutural y desgarrador inundó aquel lugar. Un grito tan doloroso que devoraba el alma. Como si de una sacudida se tratase, aquel desgarbado cuerpo se descubrió sentado sobre sus rodillas con el vientre sobre sus finos muslos. Los dedos de las manos se habían hundido en los ojos vacíos y carentes de...carentes de todo. Todo en su mente estalló como una supernova. Esplotó con tal fuerza que el sonido se hizo real, audible, y estremecedor. De nuevo, sin movimiento, como si de una funda flácida e inutil se tratase, yacía aquel deshecho. Pero había algo diferente...poco a poco.

-¿Quién eres?... La fuerza de Faë

-¿Qué puedes ofrecer?...Todo

-¿Dónde estas?...Aquí...contigo.

Lentamente se fue incorporando como si no existiese gravedad alguna que le impidiese alzarse majestuoso. Sus ojos brillaron como dos soles recien nacidos en el infinito cosmos. Aquella figura extendió la mano a Namárie para que se pusiese en pie. Nada dijo. Solo acarició su pelo con el dorso de su mano, desde su inicio hasta su fin. La abrazó como un águila que proteje a su cría. -Ya estoy aquí...ya estoy aquí- Dijo únicamente, con una voz que sonaba completamente distinta...pero no para Namárie. No para ella. Y por primera vez, una lágrima corrió por la mejilla de aquel que olvidó llorar.

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11/03/2015, 02:04
Namárie

Al abrir los ojos, se encontró con el rostro de Morchain oculto entre sus manos, y mientras él caía suave y lentamente hacia un lado hasta ponerse en posición fetal, ella se arrepentía de haberle contado lo que sabía. Había sido injusta al decirle aquellas cosas, al compararlo con un fantasma. Su presente también era perfecto, y no quería que pensase lo contrario... Ella lo quería tanto como lo había querido en sus días de Palacio. Viéndolo así, indefenso y con una tristeza capaz de invocar un llanto que ahogaría incluso a una sirena, se acercó hacia él y acarició su rostro con un roce casi imperceptible, pero de sentimientos que se demostraban fácilmente como profundos y complejos. 

Siguió recorriendo la mejilla del fata con el dorso de su mano mientras él se perdía en algún lugar de su mente, mas cuando los bruscos movimientos comenzaron, Namárie retrocedió grabando para siempre aquel grito en su corazón y preguntándose si, cuando lo habían atacado, habría emitido el mismo sonido. ¿O quizás había mantenido el silencio que tanto amaba? Quizás aquel grito, perdido, desgarrador, terrorífico, no era más que el que había logrado aguantar por siglos en su garganta. Y a juzgar por los movimientos del fata y la constancia del sonido, le llevaría años sacarlo de allí. 

Cuando por fin se detuvo, observó con horror lo que quedaba de su hermano. Una carcasa sin vida, aún más falta de valor que la carcasa humana que estaban obligados a habitar. Incluso llegó a creerlo muerto, pero ni una sola lágrima cayó por sus mejillas. La idea de perderlo, la sola idea de que aquello fuera una posibilidad, la paralizaba. Habían logrado protegerlo hace unos días y ahora... ¿Ahora ella y su terquedad lo habían asesinado? No, no, se negaba a creerlo. Tardó minutos en darse el valor para levantarse, avanzar y comprobarlo, un minuto más de los que él se tardó en adentrarse en su mente con tanta profundidad que Namárie temió jamás saliera de ella. Pero salió. Y en un pestañeo y como una ilusión, allí estaba Morchain, con una majestuosidad jamás antes vista en su frágil cuerpo. Sus ojos brillaban incandescentes, furiosos como el fuego pero aún llenos de amor. En Morchain nunca podría faltar el amor. Tomó la mano que se extendía hacia ella mirándolo con profunda admiración, y casi en trance llegó a los brazos de su compañero. Sintió, por primera vez en mucho tiempo, sus sólidas y tiernas caricias, que no requerían de interpretación alguna, y en su garganta apareció un nudo que esta vez no reclamaba tristeza, sino pura e inmensa alegría. 

Dejó que la envolviera en aquel paternal abrazo mientras ella por fin, liberada de una carga que había llevado durante siglos, y auténticamente feliz por aquella recuperación que aún le costaba creer verdadera, buscaba refugio en su pecho. Habían dicho que jamás sería el mismo, y lo había creído. Pero ahí estaba hoy, equivocada y llorando en sus brazos, extasiada por lo imposible haciéndose realidad. Y fue entonces cuando, con una voz que había habitado sus sueños incluso cuando no sabía a quién pertenecía, su amigo anunció su regreso. Quién había perdido alguna vez en las cenizas, renacía de ellas. 

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11/03/2015, 02:54
Morchain

¿Era aquello posible? Aquel cuerpo, que en todo era idético, parecía erguirse como un coloso, con seguridad y grandeza. Retiró con cuidado a su hermana. -Esto...- dijo pasando la mano frente a su rostro sin tocarlo. -Esto no puedo cambiarlo...- se sinceró posando su otra mano en la mejilla de Namárie. -Pero no soy lo que ves...soy lo que sientes.- Giró su rostro en dirección a Serindë y dió unos pasos en su dirección. Un andar que decía que en un tiempo fue el campeón de Faë -Serindë, tú no me conoces...pero yo a ti sí. Morchain comparte ahora sus recuerdos conmigo y yo con él, aunque los míos sean tan excasos.- Titubeó un instante, pues no sabía como reaccionaría su hermana, pero no pudo evitar abrazarla. Un abrazo que prolongó para sentir a aquella sirena que se había mantenido con él, a su lado. -Gracias...- Acertó a susurrar. Se retiró con la misma delicadeza. -Gracias por haber cuidado de Morchain...mi guardian, mi amigo...mi otro yo. Aquel que me permite residir junto a él para volver a reunirme con mi familia. Aquel que nunca me abandonará, al igual que vosotras. Tanto él como yo solo podemos deciros algo...Os queremos.- Sus manos se juntaron a la espalda. -Morchain quisiera deciros algo...-

En ese momento su cuerpo se encogió y aquel brillo intenso volvió a ser el de siempre. Aquel ronroneo grave y continuo y esa voz casi imposible. -Síiiiiiiiiii... - Se acercó a ambas como un gato buscando cariño. -Yaaa estaaamos aquíii... pues no existe el día sin la noche ni Morchain sin la Fuerza de Faë.- Su voz volvió a sonar como la del recien llegado. -¿Me permites?-

-Síiiiiiii, claaaaro.-Se respondió a sí mismo.

Su cuerpo volvió a erguirse y sus ojos volvieron a encenderse. -Es hora de volver a Faë...nosotros cuatro.-
 

Notas de juego

Bueno...bienvenidos a la doble personalidad de Morchain. Necesitaría ayudita con una cosa. ¿Me podríais decir como escribir en otro color? Creo que así resultará más entendible los textos a partir de ahora.

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11/03/2015, 13:33
Serindë

Escuché el relato de Namárie con atención, con la cabeza levemente ladeada y los labios entreabiertos. Podía sentir que estaba pasando algo entre nosotros, que Morchain estaba creciendo, saliendo tal vez de ese cascarón. Lo vi caer y me acerqué de rodillas asustada. Sentía que estaba vivo, que seguía con nosotras, pero al mismo tiempo su quietud turbaba toda mi esencia convirtiendo mi pecho en un oleaje tumultuoso. Estiré la mano para tocarlo, pero sus convulsiones me detuvieron y busqué a Namárie con la mirada, deseando escuchar su voz diciendo que no pasaba nada, que todo estaba bien. Sin embargo, mi angustia aumentó al ver su expresión.

En menos de un instante un nudo apretó mi garganta con una fuerza dolorosa. Y aún tras verlo ponerse lentamente en pie, ese nudo tardó en deshacerse. Vi cómo abrazaba a Namárie y escuché su voz. Diferente. Ajena. Pero al mismo tiempo, la suya. Tuve miedo entonces. Miedo de que ese nuevo Fata que había renacido no me aceptase como lo había hecho el anterior. De que renegase de mí como había sucedido tantas veces antes. Me puse en pie despacio y bajé la mirada hacia mis pies descalzos, llena de dudas y de temor. Sentí cómo se acercaba y traté de no sentirme juzgada y rechazada. 

Fue al sentir sus brazos rodearme, tan familiares como siempre, cuando el nudo se deshizo y mis mejillas se humedecieron, arrastrando con las lágrimas el temor al rechazo. - No tienes nada que agradecer. - Musité de forma entrecortada, sin estar segura de si lloraba de alegría o de alivio. - Yo también os quiero, a los tres. - Murmuré mientras se separaba delicadamente.

Sequé mis mejillas mientras sonreía al escuchar las dos voces dentro del mismo cuerpo. - ¿Te has completado? - Pregunté, mientras mi sonrisa se ampliaba con sus últimas palabras. Asentí. 

Como si sus palabras hubieran sido una señal para despertar mi determinación, algo en mi interior se puso en marcha. Debíamos mantenernos en movimiento. El tiempo no se iba a detener por nosotros. - Sí, es hora de volver. 

Tomé aire despacio antes de hablar de nuevo. - Creo que deberíamos usar la ilusión de muerte con Míriel. Es demasiado peligrosa su presencia entre nosotros. Podría querer mirarnos y en cierta forma nos conviene que las dudas sobre Paul continúen. Cuanto más confundidos estén, menos atención prestarán a nuestro sueño. Si os parece bien, lo haré poco antes de que el reloj dé las seis. 

Hice una breve pausa antes de añadir algo más. - Creo que Falmari va a resucitar, no sé en qué condiciones, pero eso dice. Y por otra parte, creo que esta noche deberíamos meterme a mí en el sueño junto a alguien más. La imagen que hay dentro de mí, no soy yo, es una marioneta igual que Yassela o el árbol. Si yo muriese esta noche, la marioneta no desaparecería, tan sólo se quedaría inmóvil. Eso me delataría y a vosotros por extensión. Ya no tenemos protección y cada vez quedan menos objetivos, así que es un riesgo que no deberíamos correr. Pienso que podríamos meterme a mí y a Niba. Parecerá que sólo ha llegado uno, pero no habrá posesión, así que eso les descolocará. ¿Os parece bien?

 

Notas de juego

Los colores se hacen con [color=#códigohexadecimaldelcolor]texto en color[/color].

Por ejemplo: [color=#086A87][/color].

Los códigos de los colores los puedes sacar de muchas webs o de photoshop. Esta es rápida: http://html-color-codes.info/codigos-de-colores-hexadecimales/

De todas formas, yo te diría que si metes colores lo hagas sólo en esta escena, porque si lo haces fuera podrían sospechar que tienes algo que ver con los títeres de nuestro reino, que hago que hablen en color para imitar a los pnjs del jefe XD.

 

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12/03/2015, 18:54
Serindë

- La ilusión de muerte ha salido bien, ¿verdad? - Pregunté después de que Roger se quedase dormido para no despertar más... De momento. 

Después ladeé la cabeza y miré a ambos de mis hermanos alternativamente. - ¿En quién deberíamos pensar hoy cuando el reloj nos llame? Misty va a poner sus ojos sobre Lyman, Hundo o Xia. Y creo que Lassa podría fijarse también en Hundo, aunque no estoy segura. ¿Qué creéis que deberíamos hacer nosotros? Pienso que uno de esos tres o Paul sería la mejor opción. Lo que menos llamaría la atención. Cada vez quedamos menos y tenemos que andar con cuidado si no queremos que al final se terminen fijando en nosotros. 

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12/03/2015, 21:05
Serindë

Toda mi esencia pareció congelarse en tan sólo un instante. Durante varios segundos permanecí inmóvil y después un escalofrío me recorrió por completo, mientras la piel de mi rostro palidecía aún más de lo habitual.

- Aina ha descubierto quién es mi carcasa y está conspirando en ese reino de los muertos para inculparme de las posesiones y conseguir que me maten. - Anuncié, mientras mis ojos reflejaban una mezcla entre rabia y temor. - Falmari acaba de avisarme y dice que Aina va muy en serio a por mí. No sé cuándo planea hacerlo, pero no creo que espere demasiado. Quizá hayta intentado ganar apoyos contra mí esta tarde, o quizá su plan sea dejarlo para mañana, no lo sé... Pero sea como sea, si llego a esta noche es crucial que me meta yo en el sueño. 

Miré a Namárie, preocupada. - Tal vez deberías cambiar tu objetivo y fijarlo en Zaira. 

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12/03/2015, 21:25
Morchain

Sonrió ante la puesta en escena de Serindë con Roger.

-Esto me dará la posibilidad de entretener a Lúva y hacerla perder el tiempo.

-Hundo sería lo más sensato...- Dijo con solemnidad, ante la disyuntiva de a quién elegir.

-Morchain está a favor también-

-Síiiiii. Seguir la corriente...pasar desapercibiiidos.-

Se respondió en una forma más encogida.

-Creo que Xia es más interesante en los sueños perdidos...-
 

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12/03/2015, 22:27
Namárie

Ha salido muy bien, sí - contestó sonriendo - Muy delicada. No me esperaría menos de una artista como tú, hermana mía. 

Luego de ver los paisajes de los sueños y la manera tan natural en que manejaba aquellos títeres sin ningún esfuerzo, sería una ofensa no reconocerla como tal. Ella, más que cualquier creado de obras físicas, era una artista en todo derecho. 

Estoy de acuerdo en votar por Hundo. El tipo no me gusta desde el principio, y así desviaremos efectivamente la atención de ti... Intentaré concentrarme en Zaira por si cualquier cosa pasara. - aseguró a sus hermanos.

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12/03/2015, 22:36
Serindë

Asentí con la cabeza. - Que sea Hundo pues. - Confirmé, todavía con el ceño fruncido por la amenaza de Zaira pendiendo sobre mí. Las cosas se ponían cada vez más serias. - Voy a hablar con Lassa. Tal vez ella pueda encargarse de Aina. Si nos entregase su cabeza quizá podríamos considerar saldada la deuda que tiene con nosotros. 

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13/03/2015, 01:06
Narrador

Otro atardecer, otra muerte. Dos en este caso, que unidas a todas las que habíais presenciado desde el amanecer os acercaban un paso más a vuestro destino. ¿Sería preferible que todos vivieran en vuestro sueño, y ninguno pereciera? Sí. Pero en toda guerra había que hacer sacrificios. Antes ellos que vosotros.

Notas de juego

Hora de declarar vuestro rol, si queréis.

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13/03/2015, 06:20
Serindë

Suspiré con alivio al ver que la amenaza de Aina que colgaba sobre mi cabeza todavía se haría esperar un poco. Sin embargo, era hora de hacer planes y tomar decisiones. 

Miré primero a Morchain. - Oye, Morchi. - Dije, llamándolo con naturalidad como siempre había hecho sin ser consciente de que tal vez ahora que había recuperado parte de su pasado tal vez preferiría otro nombre. - Creo que estaría bien que la duda sobre Lúva todavía se mantuviera. ¿Crees que podrías incitar a Randir a mirar en Hundo o en Seth y mantenerlo alejado de Lúva? - Entonces recordé algo y una sonrisa se deslizó en mis labios antes de preguntar. - ¿Te llamó el reloj, Morchi? ¿Te has completado? 

Suspiré y le di algunas vueltas a la cabeza. - Si existe la posibilidad de que yo muera, tengo que entrar antes en el sueño para que mi títere no quede inmóvil. Así que... Deberíamos meterme a mí junto a alguien más. A los de dentro les parecerá que sólo ha entrado el otro. ¿Quién os parece que sería buena opción? Debería ser alguien que no vaya a morir próximamente. Tengo dos ideas... Una que sea Niba. Es tan discreta que no creo que la tengan en el punto de mira por ahora. La otra, que sea Lyman. Si Namárie ha perdido la conexión con él... Bueno, tal vez nos convendría ver cómo respira ahora, echarle un ojo a ese Fata. ¿Qué os parece?

 

Notas de juego

Propuestas para esta noche ^^:

- Meter a Allegra + Niba. 

- Meter a Allegra + Lyman.

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13/03/2015, 21:38
Morchain

-Humnnnn....no me fíiiiiio de Randir tanto como quisiera.-

Aseguró Morchain.

-Está un tanto...extraño. Parece siempre haber gozado de una moralidad extrema a la hora de elegir ante las campanadas y esta última vez su explicación me resultó demasiado carente de esa moraaal.-                            

Respondió con preocupación, al percibir que quizás alguien pudiese emular al grupo de titiriteros. Al escuchar aquella pregunta sobre el reloj, Morchain dió un saltito como si una onda de movimiento trasmitiese la inercia de una pierna a la otra.

-Síiiiiiiii. El yugooooo. Un único ritual que requiere de una noche y un día, por el cual puedo hacer volver de la muerte aun fata y que quede ligado a mi voluntad y deseos. Pero como todo, tiene un precio y ese lazo que nos une nos arrastra un mismo destino en caso de morir cualquiera de los dos.-

Explicó como moviendo los dedos como si tuviera enganchados sobre ellos los hilos que manejan a una marioneta.

Escuchando la propuesta de Serindë, no tradó en tomar una decisión casi ni un segundo...o quizás habían pasado horas.

-Tú por necesidad, hermana. Niba porque de algún modo, la recuerdo como amiga...-

Notas de juego

El Yugo: Una vez por partida podrás levantar a alguien de entre los muertos. Para hacerlo debe pasar una noche y un día de preparación desde el momento en que hagas tu elección en el reloj. Una vez esa persona sea resucitada compartiréis una escena privada y tendrás control sobre él, llegando a determinar tú cómo utiliza su rol primario y su voto. Sin embargo toda cara tiene una cruz, y en caso de que esa persona muriera tú lo harías con ella, al igual que ella moriría si a ti te pasase algo.

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14/03/2015, 03:30
Serindë

Ladeé la cabeza mirando a Morchain y el nudo que se había instalado en mi pecho desde que Falmari me había contado las intenciones de Aina si bien no desapareció, sí se aflojó un poco. 

- Ese poder es grande, Morchi. - Dije, parpadeando despacio. - Con ese yugo... Podrías levantarme de la muerte si Aina se sale con la suya. - Sonreí levemente. - En cierta forma es un desperdicio, pero me temo que podría ser mi única oportunidad de volver. Ya tomamos todas las decisiones en común, así que no sería un problema que me ligases a ti. Y si has de ligar tu vida a alguien, mejor a una de nosotras que a cualquiera de ellos, ¿no? - Lo miré esperanzada. - Namárie puede volver por sí misma gracias a su ancla. ¿Guardarás el yugo para mí? ¿Por si acaso? Tengo la sensación de que no llegaré a la siguiente noche. - Terminé, frunciendo el ceño y sintiendo mi pecho crepitar de ira hacia la furcia palaciega que se hacía llamar Zaira.

Tomé aire despacio y continué hablando. - He estado hablando con Lassa. Nos ofrece su ayuda. Ya sea para otorgarme un escudo esta noche, protegerme mañana de la rabia del reloj, o derramar la sangre de alguien. Pero no puede hacerlo todo, tenemos que elegir qué pedirle. Estoy intentando hablar con Falmari, para tratar de averiguar en qué momento Aina decidirá lanzar su ofensiva hacia mí. - Miré entonces a Namárie e hice una pequeña mueca con la boca. - Pero he tenido una idea. Puedo pedir a Lassa que derrame la sangre de Lera esta noche. Namárie se llevaría a Aina con ella y al día siguiente renacería gracias a Xia. Tan sólo tendríamos que encargarnos de que a Xia no le sucediese nada en ese tiempo. ¿Qué os parece? ¿Creéis que es una opción viable?

- Randir parece más disperso que antes. - Respondí entonces, retomando algunas de las palabras de Morchain. - También en el sueño ha estado callado mucho tiempo. ¿Cuáles fueron los motivos de su elección? Quizá esté perdiendo el norte o quizá debas mantener un ojo puesto sobre él. Espero que no se vuelva contra nosotros.

Tomé aire y mi voz sonó un poco más apagada cuando hablé de nuevo, mirando a ambos alternativamente. Suponía que lo que iba a decir no era necesario. Ambos ya lo sabrían de sobra. Pero aún así, quería decirlo. - Si muero, no quiero que mi cuerpo descanse en uno de esos pedestales de Alana. Quiero que fluya con el agua. 

 

Notas de juego

Vale, pues esta noche metemos a Allegra y Niba en el sueño ^^.

¿Qué os parece lo de que Lassa mate a Lera y arrastremos a la bruja y a Xia?

Morchi, ese yugo puede ser nuestra salvación si finalmente me matan *.*. Grande tu elección.

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14/03/2015, 11:41
Serindë

Mascullé una expresión de fastidio entre dientes al ver a Ivanna de nuevo en pie. Después me quedé pensativa entonces, dándole vueltas a algunas cosas. Había algunos asuntos que empezaban a encajar en mi cabeza como piezas de un puzzle.

- Creo... Que fue Ivanna la que mató a Jane, para quedarse su poder. Y ese debe tener ahora mismo, creo que con él levantó a Samuel ayer. Pero hoy alguien la ha levantado a ella, usando ese mismo poder de Jane, así que alguien ha debido robarlo del cadáver de la niña. - Tamborileé con los dedos en mi barbilla. - Si eso es así, creo que debe haber sido Xia, no quedan muchas más opciones. Eso podría significar que no es necesario que matemos a Ivanna, pues moriría cuando Nami use a Xia para levantarse. Y con un poco de suerte, morirían también todos los que levanten entre las dos. Que si no me equivoco, les quedaría una resurrección a cada una. 

 

Notas de juego

En cristiano XD. Creo que Ivanna mató a Jane y se quedó su poder (nigromante), así que como ya había matado a Niba, si es camaleón, ya no puede robarnos el poder a nosotros. Por tanto no hace falta matarla urgentemente.

Pero a ella la ha levantado otro nigromante, que creo que es Xia (no quedan muchas más opciones, creo que ninguna), Xia debía ser buitre (roba el rol de un muerto) y ahora debe ser nigromante (puede resucitar a 2 encadenándolos a su voluntad y su vida). Xia tendría encadenada a Ivanna y a cada una de ellas le queda una cadena libre. Al matar a Xia se deberían morir todos sus encadenados (y por lo tanto Ivanna y quien encadene ella también).

¿Se entiende? Nami, vas a montar una masacre XD.

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14/03/2015, 16:58
Serindë

Suspiré largamente e hice una mueca mirando a Namárie. - Lassa está dispuesta a matarte esta noche para que puedas llevarte a las dos arpías. Pregunta... - Hice una pausa y carraspeé. - Bueno, pregunta cómo deseas que lo haga. Si tienes alguna preferencia para tu final.

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14/03/2015, 17:15
Morchain

-Nos acercamos al final, hermanas...- Dijo la fuerza de Faë.

-De arriesgar éste es el momento. Namárie, debe morir y arrastrar a los que pueda con ella para resucitar luego.-No fueron palabras fáciles de decir para el fata.

-Respecto al yugo...- Reflexionó con los brazos cruzados en su pecho, como antaño hiciera el fata que una vez fue. -Morchain cree saber cómo contrarestar su efecto en cuanto a la sumisión. Personalmente lo dudo, pero si algo sé de él, es que sus viajes por los dominios de la locura le han conferido formas de entender que a mi se me escapan. Si alguien es capaz de encontrar una contradicción en las realidades, ese es él.- Asumió con el relucir candente de aquellos ojos. -También quiere que os diga que nos encontramos en algún lugar en el reloj con Anya, advirtiéndole de lo evidente, como si de algún regalo especial se tratase. De que los muertos conspiran contra Serindë. Se disculpa por no poder atenderos. Está...¿dibujando?- Preguntó con duda ladeando la cabeza como si tratase de visualizar la imagen dentro de la misma.-Una espada y un escudo que chocan...un...dios...no...a Dios y una roca... y canturrea algo...- Lo narraba con espectación, entretenido y asombrado con ternura con aquella criatura, con su guardian el cual había soportado infiernos de tortura para preservar un poco de lo que en el pasado fue.-..."tengo el mundo entero en mis manos"..."¿puedo jugar con la locura?"- Finalmente pareció volver en sí, como si se diese por vencido en seguir una lógica o sentido a lo que Morchain hacía o pensaba. Conocía su esencia y con eso era suficiente para él.