Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

El reencuentro de los Tres

Cargando editor
14/03/2015, 19:22
Serindë

- Yo también siento el final cerca. - Convine hacia el nuevo lado cuerdo de Morchain. - Es el momento de arriesgar... Y también de andar con cien ojos, pues la tensión es palpable. No creo que seamos los únicos dispuestos a mover sus fichas. 

Sonreí con ternura al escuchar la narración de lo que estaba haciendo Morchain. - Ten cuidado con Anya. Haz que se confíe y suéltale la lengua, pero no te dejes enredar en sus hilos. - Aconsejé, sintiéndome expectante por lo que la noche depararía.

Cargando editor
15/03/2015, 00:05
Namárie

Asintió ante la opción de Morchain de meter a Niba al sueño, y sonrió al escuchar que su nuevo poder podía asegurar la resurrección de su hermana de suceder. Todos parecían querer a Adam y no verlo como una amenaza, así que no creía tener razón para preocuparse por él.

Tu cuerpo pertenece al agua, y al agua volverá - dijo a Serindë tras escuchar su petición en caso de morir. 

El momento de su propia muerte pareció dolorosamente cercano. Era un riesgo, y si Xia moría antes de que ella reviviera, entonces sería permanente. Tendría que dejar a sus hermanos... Pero estaba preparada. Si había una buena razón, y un buen momento, era este y ahora. Como si estuviese destinada a morir en aquel momento, y no hubiese sido una decisión que hubiesen acordado los hermanos. Aquel pensamiento, aunque restrictivo, le otorgaba una increíble paz interior. 

Dile a Lassa que quiero una salida dramática. - dijo sonriendo, como si de un juego se tratara - Si voy a morir, y no revivo, quiero que mi muerte sea lo más impactante posible. - abrió un poco más los ojos por un segundo, fruto de recordar algo importante, y continuó - Pero que NO TOQUE MIS CUERNOS. Te juro, si toca mis cuernos... - masculló, censurando el resto de esa oración por respeto a sus hermanos. 

Cargando editor
15/03/2015, 00:37
Morchain

El cuerpo erguido del fata trasformado por la bruma, escuchó la petición de Namárie y giró la cabeza con cierto disgusto. No parecía gustarle la visión que tendría que presenciar. Aquello era algo que no quería ver y más sabiendo que había posibilidades de que no pudiese regresar. Pero fue él y no Morchain quien en cierta manera comprendió el resquicio de oscuridad que aún quedaba en ella. Aún se culpaba, por lo que a él le había ocurrido y aquella muerte horrenda que reclamaba para sí misma, era un escape a dicha culpa, una especie de compensación. Quería explicarla que Morchain nació por lo que ese día ocurrió. Quería explicarla que no era culpable de no ser omnipresente. Quería explicarla que, de haber algo que perdonar (que no lo había), ya había sido perdonado. Pero de poco serviría su perdón si ella misma no se perdonaba. Así que no dijo nada. Ni siquiera su más profundo secreto: Que no podía imaginar qué dicha podría esperarle en Faë, que igualase al estar ahí y ahora con ella, con su hermana. Y con Serindë, su nueva hermana a la que quería tanto como a Nami...Y sí, claro que sí...con Morchi también. Que poco le importaba su regreso a Faë, y que si anhelaba tal regreso, era por la felicidad de ambas.

Así que solo la miró y acarició su rostro, para volver a quedar pensativo en la misma pose. Con sus brazos cruzados.

Notas de juego

Como no salga bien, me cago en Dios.

Cargando editor
15/03/2015, 01:51
Serindë

No pude evitar hacer una pequeña mueca al escuchar la petición de Namárie. Me dolía tan sólo imaginar que pudiera sufrir dolor. Me dolía pensar en amanecer y encontrar su cuerpo. Y me aterrorizaba la idea de que algo le pasara a Xia mientras ella no estuviese y no pudiera usarla para regresar. 

Asentí con la cabeza sin embargo, aceptando su petición. Cerré los ojos un instante y al abrirlos me acerqué a ella y sin decir nada la abracé. La incertidumbre me reconcomía por dentro desde las entrañas y odiaba la idea de que nos separásemos, aunque fuese algo temporal. Pero Morchain tenía razón. Era el momento de arriesgar. Era el momento de darlo todo. Estábamos en medio de una guerra y el final estaba cerca. Estábamos a punto de conseguirlo. 

Todavía rodeando la cintura de Namárie con los brazos, miré a Morchain, pidiéndole con la mirada que se sumase a nosotras. Si nos íbamos a separar al amanecer, al menos quería pasar cerca de ellos todo el rato que pudiésemos. 

Notas de juego

Como no salga bien, torturaremos a Aina forever en el mundo de los muertos. Por perra del averno ò.ó.

Cargando editor
15/03/2015, 03:51
Namárie

Sonrió tranquila, disfrutando de aquella caricia y aquel abrazo como si fueran los últimos, pues perfectamente podrían serlo. Estaba segura de lo que hacía, y solo esperaba que en las decisiones que habían tomado, sus hermanos pudieran encontrar la paz que necesitaban. Que si había de morir, no se culparan. Y que si ella no pudiese completar su trabajo, ellos pudieran sobrevivir de todas formas, y volver a Fäe como tanto se merecían. 

Los amo - dijo con voz tierna, sin soltar a Serindë de aquel estrecho y firme abrazo, reposando su cabeza en el hombro de ella con afecto - No los quiero, los amo. - volvió a repetir, esta vez mirando a Morchain que aún se mantenía a distancia. - Estoy en paz. 

Notas de juego

Me parece justo. Por perra del averno.

Cargando editor
15/03/2015, 14:28
Serindë

La ternura del abrazo calmaba mis ánimos y mis temores, pero ver a Kammy levantarse de nuevo en aquel otro lugar, provocó de nuevo turbulencias en el centro de mi esencia. 

- Oh, no. Kammy otra vez. - Murmuré con fastidio mientras soltaba a Namárie despacio y mi mente empezaba a funcionar, reubicando algunas cosas en nuestros planes. 

- Falmari me ha hablado. Dice que me va a hacer un gran favor. Por lo que ha dicho estoy casi segura de que va a matar a Aina al resucitar ella. A Kammy han tenido que traerla Ivanna o Xia y si la dejamos con vida, la obligarán a traer a Aina de vuelta... Nami, ¿podrías cambiar tu objetivo y llevarte a Kammy contigo? Con un poco de suerte Ivanna se irá con ella y así no podrá seguir resucitando gente.

Cargando editor
15/03/2015, 16:19
Morchain

Aquel fata permaneció impasible, duro, recio, pensativo. El gesto de Serindë, fue recibido con...no sabría definirlo bien, pues su rostro carecía de expresión. En el pasado había cometido errores que no quería volver a revivir, y más con tanto en juego. Pero fue ese gesto de su hermana el que hizo que se encogiese y un rezumar ígneo apareciese en sus ojos. Con un andar casi cuadrúpedo, se aproximó ronroneante  frotando su cabeza entre las pirena de sus hermanas. Se incorporó ligeramente y con sus largos brazos abarcó a ambas como si así lograsen formar parte de una sola unidad. Tras aquel momento, abrazó a Serindë por detrás apoyando si cabeza en el hombro de esta juguetón, la cual pareció desinfrarse ante la noticia del regreso de Kammy. -Kammy, Aina, Aina, Kammy canturreó- Giró su rostro para encontrar la mejilla y oído de Serin.-No te agobies hermanita... el caos está de nuestro lado. Si Falmari no quiere cambiar...bueno, que se lleve a Aina. No es la situación ideal... pero ¿cuándo lo es?.-

Se separó finalmente de ella y se colocó estirado carraspeando, llevándose el puño a su inexistente boca con educación -Tengo una notica que daros.-  Como si de un cartel inextistente señalase en su amplitud, presentó la obra. -Con todos ustedes...¡ANYA Y ADAM! , Relatos y fábulas a las III.- Acercándose con cautela, mediante pasos más propios de un ninja, comenzó a narrar entre susurros y murmullos, como el que cuenta un secreto.

Y allí se encontraron, en aquel reloj que los había completado. La fría Anya, que albergaba en su interior a la decidida e implacable Vanya, se sorprendió al ver al destartalado yonki. La tensión era evidente...síiiiiii. Pues la desconfianza, a esas alturas, no se podía obviar. Adam consciente de ello y conocerdor de lo que significa la ausencia de estúpidas normaas sociales, le propuso un acercamiento para "romper el hielo". -Hizo por un instante, un movimiento obsceno con su cadera, acompañado de una "V" con sus dedos.- Y así, más calmados, comenzar una conversación. No tendría sentido reproducirla en su totalidad, pues aburriríiiiiiiia a mi querido público, por lo que les dejo con las conclusiones.

Aquella que no se detiene ante nada, fría y calculadora, estaría dispuesta a ayudar al yonki y a su hermana Lera, en caso de ser ellos parte de los asesinos que moran en el puente

- Hizo una reverencia marcada, y como un cachorro feliz, se acercó de nuevo a su manada.

Cargando editor
15/03/2015, 18:15
Narrador

Y con la muerte de Lera, la figura de Namárie empezó a desaparecer de este lugar, dejándoos a solas...

Cargando editor
15/03/2015, 18:15
Narrador

Sin embargo, sólo un instante después, otra nueva forma aparecería en este lugar: la de Atanamir, el lector de la Bruma.

Cargando editor
15/03/2015, 19:16
Serindë

Notas de juego

O_O

¿Eso qué quiere decir? ¿Es un nuevo integrante de la compañía? ¿Ahora somos 4? ¿Si está él pero no Nami podemos usar el rol? Algunas explicaciones por aquí, plis xD.

Cargando editor
15/03/2015, 19:23
Narrador

Notas de juego

Podéis considerar que, a efectos de sistema, él puede tomar el papel de Namárie. De modo que estando vosotros tres aquí, sí, podéis usar vuestro rol.

En resumidas cuentas, es necesario que esté Serindë, Morchain, y uno de ellos (o los dos), pero no importa cuál.

¿Más preguntas? :D

Cargando editor
15/03/2015, 19:25
Serindë

Notas de juego

¿Namárie sigue siendo de la compañía?

Cargando editor
15/03/2015, 19:26
Narrador

Notas de juego

Así es, sigue siendo de la compañía, pero Atanamir puede tomar su relevo mientras ella no esté.

Cargando editor
15/03/2015, 21:49
Atanamir

- No dudeis. Mi lealtad está con visotros. - Dice Atanamir con determinación. - Ahora el tiempo apremia. ¿Qué debo hacer?

Notas de juego

Movil, sorry.

Cargando editor
15/03/2015, 21:53
Serindë

La actuación de Morchain había conseguido calentar en parte mi pecho, calmando parte de las tumultuosas ondas que enturbiaban la quietud de mi esencia. Mis ojos habían brillado con una pizca de ilusión infantil en medio de la tristeza que los llenaba desde hacía algunas horas y cuando terminó, aplaudí con una sonrisa. 

Había abierto mis brazos para recibirlo cuando se reunió de nuevo con Nami y conmigo y me había permitido creer que podríamos disfrutar al menos de esa noche juntos. 

Sin embargo, mientras en aquel puente lejano y carente de color el aire comenzaba a vibrar, sentí cómo la esencia de Namárie se turbaba y comenzaba a disolverse entre mis brazos. - No, Nami, no... - Gemí al mismo tiempo que lo hacía mi carcasa en aquel otro lugar, intentando abrazarme a los jirones de su esencia, mantenerla a mi lado por pura fuerza de voluntad. - Es demasiado pronto. - Musité en un tono tan bajo que fue casi imperceptible. Mis brazos cayeron a ambos lados de mi cuerpo, laxos. Mi cabeza quedó gacha, mis ojos completamente granates se oscurecieron tomando un tono púrpura y amargas lágrimas empezaron a correr por mis mejillas mientras buscaba sin mirar la mano de Morchain para que nos reconfortásemos mutuamente. 

Sentí entonces una nueva presencia apareciendo en el lugar que había ocupado Namárie, pero tardé varios segundos en levantar la cabeza para contemplar al intruso que invadía un duelo al que no había sido invitado y que él mismo había provocado. Al escuchar su voz mis ojos se levantaron y entrecerraron al mirarlo. Mi voz sonó ronca cuando hablé. - Tú la has matado. Te has llevado a nuestra hermana. - Acusé con un nudo en la garganta que sentía apretada y dolorida por la rabia y la tristeza. 

Tomé aire por la nariz, muy lentamente mientras sus palabras calaban en mi mente. No me sentía preparada para asimilar el dolor, pero no podíamos quedarnos parados llorando. Namárie merecía más de nosotros. Solté el aire tan despacio como lo había cogido antes de hablar de nuevo. 

- Esta noche ya está preparada. El sueño está listo. Entrarán Allegra y Niba en él. Sé que Aina ha estado inculpándome entre los muertos. Sé que Elendire y tú habéis estado conspirando junto a ella contra mí, contra nosotros -maticé-, entre otros. ¿Qué puedes hacer? - Pregunté de forma retórica. - Si tienes contacto con alguna de esas personas, diles que has ocupado el lugar de Lera y has descubierto que somos inocentes de lo que nos inculpan. Diles que tan sólo tenemos un vínculo y un lugar donde encontrarnos. Aparta esas miradas de nosotros. - Suspiré, con los ánimos apagados y me acerqué a Morchain para abrazarlo, buscando consuelo por la pérdida en su pecho. Sin embargo, añadí algo más en dirección al Guardián de la Linde. - Y hablemos con calma. Tendremos que ponernos al día con muchas cosas, supongo. 

Notas de juego

Sorry Seth, pero la primera impresión tenía que ser así XD. Luego ya se me pasará un poco y podremos hacernos amigos o algo.

Cargando editor
15/03/2015, 22:47
Atanamir

Atanamir observa, de nuevo impasible a Serindë. Ni esta situación puede perturbar su eterno estado de calma. Asiente a sus palabras. El Morador de la Linde se aproxima a Morchain y Serindë con paso calmado, casi como si flotase, deslizándose lentamente. Cuando está apenas a unos pasos de ellos, clava sus cuencas vacías en estos.

- De acuerdo. - Responde, ahora con palabras. - Puedo hablar discretamente con Elendire. La disuadiré. Me creerá. - Dice sin dudar con ese tono de voz neutro. - No lamento haber hecho lo que he hecho. Es lo que tenía que hacerse. El camino que marca la Bruma es inexorable. Ahora estoy con vosotros. - Recuerda a los dos Fatas. - Calma, sí. He luchado mucho por destruiros. Muchos Fatas me han oído, pocos han escuchado. No puedo cambiar de opinión bruscamente a los ojos de todos. Ha de ser gradual. 

Cargando editor
15/03/2015, 23:44
Serindë

Miré a Atanamir con ojos exentos del respeto que le había profesado cuando era una cría que correteaba por la Linde y él el mayor de los Guardianes. Había perdido el derecho a ser mirado desde abajo ya en Fäe, cuando ni siquiera me había escuchado tras mi viaje a Palacio. Y debía ganarse el ser mirado como un igual. Sus palabras me molestaban, como una picazón que escocía mi piel, demasiado sensible por la reciente pérdida de Namárie. Sin embargo, me repetí una y otra vez que debía mostrar la entereza que ella siempre había admirado en mí. Tomé aire e ignoré la soberbia eterna e inamovible de ese Fata. 

- La lealtad no se proclama, se demuestra. - Dije, encarando mis pupilas granates frente a las suyas ciegas. - Habla, Atanamir, Lector de la Bruma. ¿Qué has descubierto en estos días? ¿Con quién has hablado, con quién sigues hablando? ¿Qué sabes sobre los demás? ¿Qué puedes contarnos de ti? ¿Fue el reloj quien te otorgó el poder de cambiar tu vida por otra? ¿Por qué dirigías tu odio y tu mirada hipócrita hacia mí día tras día si ya habías recibido el regalo que el reloj tenía para ti?

Tras la sarta de preguntas me quedé en silencio, tan sólo mirándolo y manteniéndome junto a Morchain. 

Cargando editor
15/03/2015, 23:57
Atanamir

El reproche de Serindë pasa desapercibido para Atanamir. Los demás Fatas pueden sentir que solo escucha lo que quiere y filtra el resto. Nunca lo sabrán. Solo sabrán lo que él les quiera hacer saber. Sintiendo frente a las suyas las pupilas de Serindë. Parecía que solo se había equivocado en parte con ella: había acertado, sí, pero no comprendió su causa. Ahora sí. 

- Si proclamo mi odio, sabes que te cazaré. Si digo que tienes mi lealtad, sabes que haré lo que sea por ti. - Espeta con su metálica expresividad a la Fata, que ya debía de conocerlo como para hacer esas infantiles advertencias. - En el otro lado confirmamos la sospecha hacia vosotros tres. La familia. Sin embargo, tú fuiste considera la más peligrosa. Elendire y Aina desconfían de ti. Otros admitieron sospechas. Palabras vacías. No había celo en sus acusaciones. Almas de Fata derrotadas. - Atanamir asiente ante la cuestión del reloj, pero no dice más. - Mi deber para progresar era señalarte. ¿Por qué iba a tener que hacerlo, si no tuviese un sentido? La Bruma es significativa. Hay que saber leerla. 

El Fata de la Linde guarda silencio y no aparta la mirada de Serindë. Sus cuencas son infinitamente oscuras y profundas, como la Bruma lo es. - Lassa ha despertado odios. Es sabido que cogió lo que necesitaba de Eirien y Aina, para luego abandonarlos. ¿Qué relación guardáis con ella? 

Cargando editor
16/03/2015, 00:16
Serindë

- Ya. ¿Y si dices que tienes la esperanza de poder explicar los motivos de tu odio más adelante mientras chocas mi mano, pero sigues dirigiendo tu odio hacia mí día tras día... qué se supone que se debe esperar? - Respondí, entrecerrando los ojos. - No lo sabes todo, Atanamir. Crees que la Bruma te da la Visión, pero lo único que hace es cegarte. 

Tuve que hacer una pausa para serenarme, pues Atanamir me crispaba. Siempre lo había hecho y ahora mi humor no era ciertamente el mejor para aguantarlo. No se me escapaba que sólo había respondido parte de mis preguntas, las que había querido, ignorando el resto. Y el trato que uno da suele ser el trato que recibe, así que su última pregunta fue ominosamente ignorada.

- Aina tan sólo quiere verme muerta, le da igual si soy tan inocente como un corderillo o no. Si me hubieras escuchado cuando estábamos en Fäe sabrías que fue ella la única responsable de que el Palacio no escuchase los problemas de la Linde. Que si ella no me hubiera inculpado de un crimen que había cometido su amigo, habríamos recibido ayuda para controlar la Bruma. Me quería muerta en Fäe y me quiere muerta ahora. Nunca supe por qué, pero os ha utilizado igual que utilizó los murmullos del Palacio.

Cargando editor
16/03/2015, 00:36
Morchain

La llegada de Atamir hizo que Morchain girase para observarlo con atención. Agazapado y con un brillo ígneo en sus ojos que ardían con fuerza, pareció estudiarle sin decir nada. Desconfiado, merodeó escuchando tanto a su hermana, como al recien llegado. Algo debió decir el fata que activó al desconfiado merodeador. Imponente se alzó en toda su envergadura mientras aquel brillo fogoso se convertía en una luz continua como si de dos faros se tratasen. Cruzándose de brazos y reposándolos sobre su pecho se dirigió a él. -Ahórrate los sermones sobre la bruma y su interpretación, pues largo tiempo la has observado. Otros, largo tiempo la hemos sentido en nosotros mismos. Hasta aquí has llegado y eres bienvenido, pero mi hermana ha sido clara, cristalina. La lealtad se demuestra. Y tú...- Dijo dando un par de pasos hacia él. -...te encuentras en una situación inmejorable no solo para demostrarla sino para que podamos considerarte, uno de los nuestros.-El brillo de sus ojos se intensificó. -La cuestión es ¿qué relación guadas tú con Aina y Eirien?-
 

Notas de juego

Lo mismo digo. Así de primeras es chocante y desconcertante. Luego ya si eso...