Partida Rol por web

Una vez más concentrasteis vuestro poder, centrados en llevar a dos más de ellos a vuestro reino... Kammy y Andy eran los elegidos. Sólo cabía esperar que no les sucediese nada, como había pasado antes con Samuel o Ivanna.

Al ver quiénes aparecían en nuestro reino una sonrisa enorme brotó en mis labios. - ¡El cerillo! ¡Tenemos al cerillo! - Exclamé feliz, levantándome para abrazar a Namárie. - ¡Vas a completarte, Nami! Y no hará falta que Morchain le diga quién es.

Me moví de un lado a otro, intentando arrastrar a mi compañera en mi alegría y riendo con ella. - ¡Y esta vez no se nos ha muerto ninguno de los cautivos por la noche! Todo va genial. ¡Sólo nos faltan trece por encerrar! Y al ritmo que se matan entre ellos no nos costará demasiado.

Después del bailoteo me dejé caer feliz en el suelo y los miré desde allí con una enorme sonrisa. - Por cierto, chicos, deberíamos ponernos de acuerdo para ver qué diremos sobre nosotros si nos preguntan. A Lassa le dije que me había encontrado aquí con dos Fatas que conocía de antes y que los tres sabíamos de nuestra inocencia*. No le dije quiénes eran los otros dos, ni a lo que nos dedicamos, claro. Pero si en algún momento tenéis que decir algo a alguien sobre lo que hacemos, podéis contar sólo eso.

-Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii- Dijo dando saltitos como un arlequín y girando sobre si mismo. -Namáire se completaráaaaaa...- Aplaudió entusiasmado. Sus ojos rezumaban como tormentas de aire amarillo. -Randir y Lúva...trataron bien a Morchain. Lúva...Kammy, Randir...Andy ¿no creéis?-

Escuchó entonces las palabras de Serindë sobre su conversación con Lassa. -Me pierdo, no comprendo.*-

Sonreí al ver el baile de Morchain, compartiendo su regocijo y luego asentí a sus palabras. - Creo lo mismo que tú, amigo. Lúva debe ser la muchacha de cabellos morados. Y el cerillo ese chico silencioso. 

Después ladeé la cabeza, todavía sonriente. - Al parecer hay algunos que tienen distintas habilidades aquí, como ese que dice que puede ver en las almas de los muertos o el que dice que se pasea por las noches vigilando. - Expliqué. - A Lassa le dije que yo tenía dos amigos con los que me había encontrado y que los tres conocíamos nuestra inocencia. Si alguien os presiona para que le contéis algo en privado, podéis decir eso mismo y así desviar sus miradas de lo que realmente hacemos. Un truco más, como una cortina de humo. Y ni siquiera será mentira. - Terminé, empezando a reír suavemente.

- Me ha pasado algo extraño. - Dije tras un rato, buscando la mejor manera de explicarlo. - Cuando el reloj dio las siete, mi carcasa se... Desdobló. No fui yo, fue sólo mi carcasa. Ahora se encuentra dividida entre ese lugar junto a todos y un cuarto tras el reloj, como el que visité cuando me completé. Allí no hay puertas, sólo el reloj, dos camas y dos butacas. La albina también se encuentra allí conmigo. Creo que cuando dos personas eligen los números que forman la misma hora, se crea de alguna manera esa extraña unión. Yo elegí el XIX, ella ha elegido el VII. 

Me puse seria de repente y fruncí levemente el ceño. - Si antes lo digo... Misty acaba de preguntarme directamente si soy yo quien encierra a la gente en el sueño. Le he contado lo mismo que le dije a Lassa, pero no me ha gustado nada que pensase en mí. Al menos espero que sirva para que ella me cuente cuál es su papel en todo esto. Por ahora dice que probablemente piense en Alana cuando el reloj nos reclame. 

Miré a Namárie e hice una pequeña mueca. - Y por otro lado me ha llegado la noticia de que Míriel ha estado diciéndole a los muertos que Lassa se esconde tras tu carcasa. Cree que fuiste tú quien lo mató por la noche. Supongo que por eso te miraba con esa insistencia. - Me encogí levemente de hombros, valorando el riesgo de aquello. - Aunque eso tampoco tiene por qué ser malo del todo, nadie cree que a él lo matasen los asesinos, esa noche hubo muchos ataques y lo suyo parecía una venganza personal.

Namárie sonrió a Serindë, agradecida por sus palabras. ¿Sería Anastasia quien llevaba a Lassa dentro suyo? El actor reaccionaba justo como quería, y cuando la noche llegó, ninguno de ellos tres fue dañado. Todos sanos y salvos, y hasta ahora, sin llamar demasiado la atención. Excepto por los pequeños espectáculos en los que participaban de vez en cuando, pero nada demasiado importante como para ser decisivo frente a la masa. 

Sonrió alegre al comprender que por fin se completaría, y sin el sacrificio de uno de sus hermanos de revelar su nombre o el de otro para conseguir la identidad del misterioso cerillo. Se alegró también de saber que no era la única que había compartido sobre el trío, aunque quizás ella había dicho un poco más. No demasiado más, pero un poco más. Yo... mencioné tu nombre humano como parte del grupo a Nienor. Lyman. - pero pronto, en un intento de arreglarlo, siguió hablando - pero no he dicho sus nombres fatas, ni nada de Adam y tengo su voto para las siguientes elecciones. Confía en mí, puedo pedirle lo que sea. Creo... creo que me ama. - admitió con un poco de vergüenza, para que entendieran el peso de su compromiso mucho más que por solo informarles. 

Entonces... ¿Míriel cree que soy Lassa? ¡Esto no podría ser más perfecto! Y si cree que yo lo maté... la confusión los va a retrasar, darnos tiempo para encerrarlos a todos antes de que descubran quién es quién. Y entonces volveremos a Fäe. 

Toma una pausa de su celebración y mira a Serindë.

Lassa, la mujer de la historia... ¿Es Anastasia? ¿Es por eso que la mujer se te acerca tanto?

Morchain parecía algo perturbado. -Randir cumplió su parte del trato y se identificó- Se quedó un instante en silencio. -Nada me ha contado sobre lo de estar en otro lugar- Siguió elucubrando para si mismo. -No sé que excusa ponerle para no darle mi identidad. Tampoco sé si debería hacerlo. Quizás sea un buen aliado, quizás lo contrario. ¿Qué me aconsejáis hermanas?- Preguntó sin ningún tipo de reparo.

Una sonrisita tonta se dibujó en mis labios al escuchar parte de las palabras de Namárie, haciendo que el resto de lo que dijo quedase por un momento en un segundo plano. 

- ¿Te ama? - Pregunté, con una risita, más propia de una colegiala que de una mujer adulta. - ¿Y tú lo amas también a él? Si lo amas podemos esperar a encerrarlo hasta el final. Luego en Fäe, nos aseguramos de que se portará bien y lo liberamos para que podáis vivir vuestro amor... ¡O podríamos crear un sueño para él donde vayas a visitarlo, con todas las sombras que necesite para ser feliz! - Me detuve un instante y la miré con curiosidad. - ¿O sólo lo estás utilizando? - Entonces otra idea cruzó mi mente. - Espero que no sea él quien esté intentando utilizarte a ti. Ten cuidado con él por si acaso. 

Después sacudí levemente la cabeza. - No pasa nada porque le dijeras que estamos juntas en esto. Mientras no descubran lo de nuestro reino y crean que sólo nos mueve la amistad común no habrá problemas. Aún así, intentemos decir al resto lo menos posible, por si acaso. 

Sonreí y asentí. - Sí. Lassa mora dentro de Anastasia. Está muy rota por lo que Míriel le hizo, pero aún hay esperanza para ella. Ha podido encontrarse en algún lugar con Míriel y le está haciendo suplicar perdón. Así que en cierta forma, la verdadera justicia le ha llegado al fin a ese asesino de niños. - Ladeé un poco la cabeza. - Cuando volvamos a Fäe tal vez podríamos liberarla y dejar que viviese con nosotros en las Ruinas. Necesita una familia después de que le arrebatasen la suya. - Medité un instante. - O tal vez podríamos crearle un sueño donde reencontrarse con sus cachorros. - Miré a Namárie dubitativa, ella era mi medida moral. - ¿Crees que eso le gustaría? ¿O sería de mal gusto?

Me tumbé, mirando hacia arriba y luego hacia los lados. - Podríamos hacer algo con este sitio, ¿no os parece? Adornarlo un poco, darle ambiente... - Me obligué a centrarme y miré a mis compañeros. - Tengo muchas cosas que contaros. Ahora mismo tengo la mente tan dividida que a veces pienso que me voy a volver loca. 

- Falmari insiste en chantajearme con información sobre mis padres. - Empecé a enumerar. - También repite que es inocente una y otra vez. Y me insulta. Le he dicho que si me dice quiénes eran sus compañeros asesinos tal vez podría hacer algo por ella. No tengo intención de hacerlo, claro, pero bueno, si le sonsaco la información tal vez podríamos utilizarla. 

- Misty es inocente, ella fue quién salvo a Anastasia esta noche. - Continué. - Sé que dice la verdad porque me ha dicho que me protegió a mí la noche anterior. Y yo sentí que alguien me estaba protegiendo, aunque no sabía quién era y al final no hizo falta. Creo que conseguí camelármela en el sueño y ahora confía en mí. Quiere saber quiénes son mis amigos, dice que para protegeros también. Pero creo que no voy a decírselo por si acaso. 

Miré entonces a Morchain y fruncí el ceño suavemente, pensando en su pregunta. - No estoy segura... Andy no me da mucha confianza, la verdad. Pero si él ha cumplido su parte del trato, supongo que tú tendrías que decirle algo a cambio. Y quizá sea el primer paso para poder obtener información más útil de él... - Me quedé callada un par de segundos, valorando opciones. - Mentirle y decirle que eres otro siempre es una opción, pero podría darse cuenta de que lo engañaste si ese alguien muere y tú no. - Finalmente sacudí la cabeza. - Creo que yo se lo diría. - Concluí. - Pero lo que tú hagas me parecerá bien.

- Escuchad. - Dije entonces, incorporándome de nuevo y mirándolos a ambos. - He tenido una idea para sembrar aún más el caos usando nuestro pequeño reino. ¿Qué os parecería si les presentamos una marioneta que les permita hacer una pregunta de sí o no cada noche o algo así? Algo... Como un oráculo. Eso los mantendría entretenidos y si se creen las respuestas que les demos podremos divertirnos bastante. 

-Jajajajajajajajajaja- Rió con tono grave. -Eres perversa o divertida, hermana...aún no lo he decidido.- Con el dedo índice y corazón simuló una piernas que comenzaron a caminar por el hombro de Serindë. -Es una idea magníiiiiifica.- Sus dedos se detuvieron un instante y se giró para mirar a Namárie. -Cuidado con el amor, hermana. Es un arma de doble filo. Un deleite de sentidos que se disipan con el paso del tiempo. Sabes que quiero tu felicidad...por eso te lo advierto. Ve con cuidado hermana, pues él podrá quererte, pero nosotros te amamos.-

Reí divertida al sentir los dedos caminantes de Morchain. - Genial, empezaré a prepararlo. - Dije, siguiendo su mirada hacia Namárie y sonriendo con ternura al escuchar sus palabras. 

Después añadí algo más, pensando en el reloj cuya aguja se acercaba cada vez más al seis. - ¿Qué haremos hoy? ¿Pensaremos el mismo nombre los tres? ¿O pensamos diferentes para que no nos relacionen? No creo que hoy estemos en peligro, hay demasiados objetivos marcados. Pensar en Roger si va a morir por sí mismo sería un desperdicio. Y no estoy segura de que Anya no vaya a repetir la jugarreta de ayer. Tal vez Paul sea la mejor opción. ¿Qué os parece a vosotros? También podemos esperar a que Misty me diga qué hará finalmente y decidir entonces.

-Finalmente me descubrí ante Randir. Un voto de confianza. Pensará que estoy perdido, indeciso. Bien, bien. Está dispuesto a compartir cosas conmigo. Veremos si su lengua de fuego se ha vuelto embustera o sigue siendo el Randir que conocí.- Comenzó a dar saltitos, como si tratase de evitar las líneas que separan las baldosas del suelo.-Odiar a Anya por segunda vez, sería una opción. No creo que nadie se extrañase de ello. Ella sola se está ganando "simpatías". Pero me inquieta el tal Mr. Ink y...Thomas. Mucho silencio sale de su boca."

Asentí a las palabras de Morchain. - Sí, tú vuelve a centrarte en Anya, será complicado que dure viva lo suficiente, pero al menos tenemos que intentar completarte... 

Miré después a Namárie. - ¿Y nosotras qué hacemos? Creo que Lassa pensará en Paul y aún no estoy segura de qué hará Misty. A mí tampoco me gustan el escritor ni el pintor, pero estaba pensando centrarme en Alana. Al fin y al cabo, ella intentó matar ayer a Morchain. Podría pensar que es buena idea envenenarlo como ha hecho con Roger y eso no estaría nada bien. Menos aún si con eso puede obligarle a confesar algo.

Finalmente sonreí, volviendo a mirar a Morchain. - Sonsácale todo lo que puedas, exprime todo el fósforo que quede en su cabeza de cerillo. - Reí con mi propio chiste. - Ya tengo preparado el oráculo. Creo que nos vamos a divertir.

-Así lo haré...-Respondió en relación a su decisión. -Randir me ha contado que Mathias era con certeza un portador de la guerra, y que puede comunicarse con uno de los vivos como una voz que te habla cerca. Como un susurro imperceptible...- Jugueteó un instante con uno de los remolinos que nacía de sus ojos. -También que Jane no era portadora de la guerra, pero que podía hechizar la voluntad de otros para que cumplieran su voluntad, pero que no debió hacerlo, pues ellos habrían muerto junto a ella.- Se giró para mirar a sus hermanas -Pregunta si sé algo que pueda ayudar. ¿Debería darle algo a cambio? ¿Debería negar y mentirle?. ¿Decirle que sé con certeza que una de vuestras dos carcasas es inocente sería muy arriesgado?-

- Oh, vaya... - Miré a Morchain impresionada por todo lo que había descubierto. - Entonces el cerillo es capaz de averiguar qué esconde la gente. Dice la verdad, Falmari está hablando conmigo. Si mirase en uno de nosotros nos descubriría. - Hice una mueca con la sola idea de esa posibilidad. - Debe confiar en ti mucho para contarte todo eso. Tal vez deberías decirle lo que nosotras hemos dicho a otros, que tienes dos amigos aquí y que los tres conocemos nuestra inocencia. ¿Eso le quitaría ganas de indagar en ti? ¿O le daría ganas de comprobar si no le mientes? - Suspiré, pues sin conocerlo más no podía responderme a mí misma.

- Si le contaras eso, creo que lo mejor sería que no le dieras nuestros nombres por el momento. En cambio, podrías tratar de averiguar en quién se fijará a continuación. Si fuésemos una de nosotras dos entonces podrías decirle que no se moleste porque la que sea es una de tus amigos. - Me encogí de hombros. - Es arriesgado, pero en cuanto Nami se complete, podremos librarnos de él la siguiente noche. Al menos sabemos quién es. Quitarlo de en medio antes de que se le ocurra intentar vigilarnos a uno de nosotros. 

Suspiré y añadí algo más. - Finalmente creo que pensaré en Anya yo también. No creo que Alana reciba miradas suficientes como para caer ella y no quiero llamar su atención venenosa sobre mí. 

Pasó un rato antes de que volviese a hablar de nuevo, pensativa. - Roger decía la verdad, podía indagar los secretos de otros. Lassa lo ha estado interrogando en secreto y a ella no podía mentirle. Así que si él decía la verdad... Supongo que Paul es quien mentía, fingiendo que Roger ocupaba el lugar que debe ocupar él. Pero entonces lo que me pregunto es... ¿Cuál es la verdadera capacidad del cerillo? ¿Puede estudiar a los vivos o a los muertos? ¿Suyo es el lugar que Paul reclama?

Ladeé la cabeza, mirando a Morchain. - Sería genial que lograses averiguar eso. Te diga la verdad o te mienta, será revelador.

Finalmente miré a Namárie. - Y Nienor... ¿Te ha contado algo sobre él o sobre lo que puede hacer?

Otro atardecer había pasado, y en esta ocasión ninguno de los tres había sido blanco del odio de otros. Y una vez el combate terminó la oscuridad os abrigaba de nuevo.

Para muchos era sinónimo de peligro. De miedo. Para vosotros, sin embargo, era expectación por saber que se acercaba vuestro momento.

Habían pasado apenas un par de segundos tras la muerte de Anya cuando volví a hablar. - Esta noche debemos meter a Nami en nuestro sueño para que se encuentre con el cerillo. Pero tenemos que elegir a alguien más... ¿Qué os parece Seth? Me produce curiosidad ese tipo, ¿quién se esconderá en su interior? Aunque después de que haya dicho que se pasea de noche quizá nos lo maten pronto. Tal vez podríamos meter a ese hombre de ojos amarillos, Shawn. No para de hablar del bosque y no sabemos nada sobre él. Podría ser interesante averiguar algo.

-No estoy seguro de que Randir pueda hacer lo que dices. Quizás alguien le informó, pero indagaré- Se pronunció el fata. -En cuanto a quien meter en nuestro mundo, Lera sin duda. El otro, me decanto por Seth o Alana...Eso de que puedan caminar de noche, me inquieta.- Sopesó.