Leithian

Si alguien dice que los Fata son temperamentales es sin duda porque no conoce a Leithian. Si algún soñador afirma que son volubles, que no meditan sus acciones o que no son consecuentes a ellas, es porque no ha hablado con él.

Leithian es, probablemente, uno de los Fata más sabios que Fäe haya visto jamás. Desde que Leithian es Leithian siempre ha preferido esperar, observar, tomar nota, examinar y luego posicionarse. Habitando en la Linde los errores implican siempre un precio que él no desea que nadie pague, y no está dispuesto a dar un paso en falso.

Meditabundo y sereno, puede que muchos confundan su aparente tranquilidad con complacencia o aceptación. Sin embargo él siempre supo que la verdadera lucha no es la que derrama sangre, sino la que vierte tinta. Las acciones, los discursos... Sin nadie que tome nota de ellos es como si no hubieran existido. En apenas unos días el viento y el silencio se los habrán llevado y ya no quedará nada. Sólo vacío.

Así, Leithian no movió un dedo ni derramó una lágrima cuando la gente de Palacio asesinó a su hermano, aunque el rencor empezó a ennegrecerle por dentro. El cambio que la Bruma le producía día tras día no era nada en comparación a aquellas emociones mal masticadas que se le enquistaban en el esófago y no salían ni con toda la tinta de Fäe. Y aún así mantuvo la cabeza sobre los hombros y permaneció aparentemente inalterable, sin hacer nada. Sabía que no era su deber. Sabía que no era su derecho.

Pero la cosa no terminaría ahí. Años después, en un momento en que él se encontraba enfrascado en revivir recuerdos de lustros atrás, sintió algo en el aire vibrar. La Bruma se revolvía, inquieta, como si estuviera a punto de digerir algo cuyo momento no había llegado todavía. Sin tiempo que perder se dirigió a la frontera con lo Desconocido y allí la encontró: delgada, hermosa y frágil. A punto de lanzarse a perder la cabeza y la vida. La pena en sus ojos y la suave cadencia de sus gestos capturaron de inmediato el corazón de Leithian, que la tomó por el brazo para detenerla. Sin decir nada la abrazó, y ella no tuvo las fuerzas a resistirse. Y así pasaron días, hasta que la Bruma comenzó a confundirlos con estatuas.

Desde ese momento todo fue un poco distinto. Aquella Fata, Lassa, se quedaría en la Linde durante un tiempo, hasta recuperarse y ser capaz de reunir las fuerzas para volver a Palacio. Ella le contó a Leithian su historia, y él quedó totalmente prendado de ella. Le habló del asesinato de sus pequeños. De cómo Míriel les había dado muerte aún siendo unos Fata totalmente indefensos y de cómo la Princesa Celebia le había indultado después.

Puede que fuera cosa del amor sincero y paternal que comenzaba a profesar hacia aquella Fata. Puede que fueran sus palabras, o ver cómo la injusticia se cobraba también las vidas de los más débiles. O puede que aquello fuese lo que él necesitaba para dar el paso a la acción después de todo lo pasado. En cualquier caso una cosa fue segura: Allí, en ese lugar, Leithian se prometió a sí mismo cambiar las cosas, haciendo presión con la pluma y con la voluntad. Dañando a quien fuera necesario. Matando, incluso. Las cosas tenían que cambiar, el momento había llegado.

xD!! La gente necesita a Obsesión, sino se sienten perdidos. Vez lo que pasa cuando no me pronuncio en el off?¿ Xd... Estarán mejor así, sin presiones :D

A mí me ha costado no decir nada al respecto, pero resulta realmente divertido verles así. :)

Volviendo la vista atrás, al momento en la estación de metro, se te hace complicado pensar que te has equivocado. Es difícil calcular cuánto tiempo ha pasado exactamente desde ese momento, pero aún así cada vez sientes a esos que te rodean más cerca, como si compartierais algo más. Como si fueran parte de algo que no puedes recordar. Hay algo más: una sensación latiendo en tu interior. Algo que te dice que para ser tú de manera completa tendrás que escoger a uno de ellos como foco. Puede que aún no sepas cómo o para qué, pero hay una cosa certera: esa elección es importante.

oKEY ME PONDRE al dia en cuanto tengo un hueco y elijo, tengo mensajes que leer antes :P

Elijo Ivanna, no se porque me recuerda a otro personaje con el que compartí una partida de esta temática.

Ahora que tu alma volvía a ser consciente de quién eras realmente, ahora que empezabas a intuir de lo que eras capaz... Las cosas volvían a estar más o menos claras para ti.

Sin embargo aun faltaba algo. Sabías que no estabas completo. Tu poder, tu capacidad para lograr tus objetivos... Aún podía crecer un poco más. Sólo tenías que terminar de encontrarte a ti mismo. Pero ¿cómo? La respuesta no estaba sólo en ti. Estaba en tu pasado. Estaba en tu presente. Escuchabas a los que te acompañaban, consciente de que allí, entre ellos, se encontraban algunos de los Fata que conociste en otro tiempo. ¿Podría estar en ellos ese catalizador que te diese lo que te faltaba? ¿O quizá lo que necesitabas era saldar viejas cuentas?

Con un poco de suerte Lassa se encontraría también allí. Era tu oportunidad de habla con ella, de asegurarte de que se encontraba bien. O Míriel, aquel que había asesinado a sus hijos, que finamente te había hecho optar por tomar cartas en el asunto. Y luego estaba esa chica, Ivanna. ¿Quién era en realidad? ¿Tendría ella las respuestas que buscabas?

Cita:

Lo que esta en negro no lo entiendo.

aaaaaa XD ok. -jo la peor opcion I_U

En resumidas cuentas, o voto tres veces seguidas a Ivann o participo en la muerte publica de tres personas?¿

Se puedensolapar?¿ es decir votas dos veces a ella y participar en un linchamiento o asin?¿

Creo que me he explicado mal. xD

Es más sencillo que eso: O votas tres veces (seguidas) a Ivanna, o la matas en votaciones a ella.

La otra opción es no obtener un regalito por este camino, o obtenerlo (o no) por otras vías que desconoces y no dependen en nada de ti.

Pero yo quiero mi regalo >_

El día iba pasando, y delante de ti unos y otros iban tomando posiciones ante lo sucedido. Las acusaciones empezaban a volar, y casi dolía sentir cómo la gente empezaba a ansiar venganza.

Estaba cada vez más claro que acabarían por buscar sangre. Por defenderse. No era esto lo que querías cuando comenzaste a colaborar con los otros. Sin embargo, sabías que esto era necesario. Para llegar a un Fäe mejor antes había que hacer caer el antiguo.

Todo era más fácil al recordar por qué hacías todo esto. Por quién. Lassa. La idea de que estuviera entre los presentes era al mismo tiempo dulce y amarga: estaría en peligro, sí, pero al mismo tiempo quizá pudieras asegurarte de que ella estaría bien. De que saldría con vida de allí.

U_U Jodo... a ver si me pongo al dia esta noche-madrugada o mañana a la mañana o voy dao...

Por cierto recibido. Preguntare por una persona cada noche a partir de esta que no puedo. Solo una consulta: ¿Si muere esta noche lo sabre?

No lo sabrás, no. Y esta noche sí puedes, es la anterior la que no. :)

(Sí, sé que todavía no lo tenías... Pero son cosas del directo)