Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Jane Wild

Cargando editor
06/01/2015, 18:17
Director
Sólo para el director
Cargando editor
06/01/2015, 18:17
Narrador

 

Tarma

El primer recuerdo de Tarma es de ella misma abrigada por una gran hoja de árbol. Puede que la hoja no fuese muy grande, y que el tamaño de ella fuese realmente pequeño, o puede que ella siempre haya sido igual: rodeada de algo tan cambiante como el Bosque es difícil saberlo.

En cualquier caso lo que sí está claro es que desde pequeña Tarma aprendió a valerse por sí misma. El Bosque le proporcionaba todo lo que pudiera necesitar, y los soñadores parecían acudir a su alma pura y luchadora como polillas a la luz. No necesitaba más. No quería más.

Cada día el Bosque era diferente. Cada día ella lo era también. No se trataba de volubilidad, sino de adaptación. Sabía cómo entenderse con cada brizna de hierba, con cada árbol, con cada Fata. Sabía cómo hacer que le advirtieran de los peligros cercanos y también cómo salir adelante sin necesitar ayuda. Había crecido sola, y la experiencia le decía que debía seguir así. Había escuchado rumores de otros Fata que morían por confiar, traicionados por amigos. Había oído hablar de las intrigas de Palacio, de las traiciones de la Linde y de manera mucho menos frecuente de la muerte que habitaba en las Ruinas. Ella no quería nada de eso. Quería, simplemente, existir. No quería más. No necesitaba más.

Sin embargo, conforme fue madurando y su mente empezó a plantearse varias veces las cosas fue dándose cuenta de que había alguien ayudándola. Puede que fuese el propio Bosque después de tantos años de muda e incondicional lealtad, o puede que fuese algún otro Fata, pero sabía que de alguna manera alguien le había echado una mano para salir adelante. Y no sólo ahora, no: desde su más temprana infancia.

Aquello provocó en Tarma emociones contradictorias. Por un lado decepción sobre sí misma. Por otro curiosidad. Con cautela permaneció alerta, esperando que en algún momento su padrino se delatase. Y a pesar de que tardó varios meses, finalmente lo vio: a lo lejos, atrayendo soñadores para ella. Tarma no terminó de comprender el motivo que hacía que aquel Fata, Rais, la ayudase, pero tampoco quería hacerlo: si había algún subterfugio, si en realidad no era tan generoso como aparentaba, era lo de menos. Continuaría con su forma de vivir. No necesitaba más. No quería más.

El tiempo fue pasando. Y con él, Tarma terminó de formarse, de comprenderse a sí misma y a su propio poder, al que consideraba algo tan natural como el propio Bosque. Si alguna parte de ese pulmón de Fäe moría cerca de ella, ¿cómo no devolverle a la vida, si era posible? ¿Cómo no hacer lo que estaba en su mano para devolver al Bosque una parte de lo mucho que él le había dado?

Hubo una ocasión en que las cosas fueron diferentes para ella. Era un día en que el aire llevaba vibrando de una manera distinta varias horas, anticipando lo que estaba por venir, como advirtiéndole que estuviera preparada. Y sucedió, claro que lo hizo. Siempre que Tarma sentía el aire moverse de esa forma sabía que algo distinto iba a pasar, y esa vez no se equivocaba. Fue una mezcla de llanto y canto de sirena lo que la advirtió. Y en la orilla de un lago, allí la vio: una hermosa Fata que no debía tener más que unas horas de vida. Sus ojos oscuros se cruzaron con los de Tarma, y en ese momento se produjo una conexión que quedaría imprimada en la mente de ambas para siempre. Serindë. Así se llamaba.

Ese fue el momento en que supo que tenía que decidir. Que toda su existencia dependía de la elección que tomase en ese momento. En un lado de la balanza dejar que aquella Fata creciese sola, como ella lo había hecho. Que aprendiese a sobrevivir, o muriese en el intento. En el otro lado cuidarla, formar un equipo. Una familia, incluso.

El miedo y la indecisión guiaron sus pasos al no tomar ninguno de los dos caminos. Al escoger el del medio. Llevó a la niña a la Linde y allí la abandonó, esperando que le diesen los cuidados que ella no le iba a dar. Y así se marchó, sola y consciente de que probablemente estaba cometiendo el mayor error de su vida. Pero sola había vivido. Sola debía seguir. No quería más. Por mucho que sí necesitase más.

Notas de juego

Eres el Nigromante. Dos veces por partida al caer la noche podrás devolver la vida a alguien. Esa persona no sólo pasará a tener un lugar en tu mente - una escena privada -, sino que además se verá obligado a obedecer en cada orden que des, siendo tú quien decide cómo o en qué utiliza su rol o su voto. No será necesario que esta persona muera para que tú puedas levantar al siguiente. Además, vuestras vidas quedarán ligadas, de modo que si tú caes ellos lo harán contigo, y en caso de caer ambos tú lo harás también.

Tarma es alguien neutral: siempre se ha mantenido al margen de cualquier disputa, priorizando sólo la supervivencia. Podrás unirte a cualquier bando al que pertenezca al menos uno de tus lacayos.

Plazo de declaración: Viernes, Sábado.

Cargando editor
29/01/2015, 11:19
Narrador

Volviendo la vista atrás, al momento en la estación de metro, se te hace complicado pensar que te has equivocado. Es difícil calcular cuánto tiempo ha pasado exactamente desde ese momento, pero aún así cada vez sientes a esos que te rodean más cerca, como si compartierais algo más. Como si fueran parte de algo que no puedes recordar. Hay algo más: una sensación latiendo en tu interior. Algo que te dice que para ser tú de manera completa tendrás que escoger a uno de ellos como foco. Puede que aún no sepas cómo o para qué, pero hay una cosa certera: esa elección es importante.

Cargando editor
29/01/2015, 12:46
Jane Wild

Aunque mi madre me dijera después que había hecho mal, que nunca me volvería a dejar sola, que me vendría a buscar al colegio, y mil cosas más, yo sabía que estaba haciendo bien. Mi hilo invisible dorado estaba siendo recogido cual carril de una caña de pescar para llegar a mi destino.

Y yo me dejaba hacer. No entendía por qué, no sabía por qué, pero tampoco me importaba. Era algo que me gustaba, porque sentía que me daría respuestas, o que habría algo al final y que me iba a gustar mucho. Era como la noche antes de que viniera Papá Noel. No quería irme a dormir porque quería verlo, pero debía acostarme para encontrarme por la mañana los regalos. Yo debía cumplir. Sin rechistar.

Y mientras avanzaba, paso a paso, y la gente se iba sucediendo en aquella estación de metro, no dejé de fijarme, aunque fuera de manera disimulada, porque mi madre me decía que no podía mirar a la gente fijamente porque se podía molestar, en aquel hombre con gafas de sol. Me pregunté cómo vería con aquellas gafas oscuras, y si no le hacía daño en los ojos.

Más de una vez quería haber hablado con él, pero ya estaba con aquellas chicas, que me preguntaban, y no quería enfadar aún más a mi madre cuando me preguntara si había hablado con alguien.

Pero, no podía dejar de pensar en aquel hombre alto, con su capucha y sus gafas. Como si le conociera de siempre. Como si hubiera compartido con él algún sueño. O una vida anterior.  

Notas de juego

Elijo a Lyman F. Gale, pues :D

XDXDXDXDXD

Cargando editor
01/02/2015, 22:00
Narrador

Ahora que tu alma volvía a ser consciente de quien eras realmente, ahora que empezabas a intuir de lo que eras capaz... Las cosas volvían a estar más o menos claras para ti.

Sin embargo aun faltaba algo. Sabías que no estabas completa. Tu poder, tu capacidad para lograr tus objetivos... Aún podía crecer un poco más. Sólo tenías que terminar de encontrarte a ti misma. Pero ¿cómo? La respuesta no estaba sólo en ti. Estaba en tu pasado. Estaba en tu presente. Escuchabas a los que te acompañaban, consciente de que allí, entre ellos, se encontraban algunos de los Fata que conociste en otro tiempo. ¿Podría estar en ellos ese catalizador que te diese lo que te faltaba?

Con un poco de suerte Rais se encontraría también allí. Era tu oportunidad de hablar con él, de decirle que sabías lo que había hecho siempre, y esperar que él estuviera dispuesto a trabajar juntos. Así sería más fácil seguir adelante. O Serindë. Podía ser el momento de explicarle el por qué de abandonarla. Y luego estaba ese hombre, Lyman F. Gale. ¿Quién era en realidad? ¿Tendría él las respuestas que buscabas?

Notas de juego

Ya conoces tu rol, pero no es lo único que puedes hacer. Hay varias formas de lograr esta otra capacidad, pero tú sólo conocerás una. Aquí tienes una lista de sucesos. Deberás tirar cuanto antes 1D4. Aquel que salga elegido será el catalizador que te haga ir un paso más allá.

1. - Compartir escena con Rais.
2. - Compartir escena con Serindë.
3. - Muerte de Lyman F. Gale.
4. - Votar a Lyman F. Gale en tres ocasiones consecutivas o, en su defecto, participar en un linchamiento en el que caiga.

Cargando editor
02/02/2015, 14:57
Jane Wild

Cuando los recuerdos se agolparon en mi cabeza, y mi mente comenzó a trabajar con la nueva información, sonreí satisfecha. Por fin. Todo lo que me había sido velado por una venda oscura, aparecía ante mis ojos en su máximo esplendor.

Y todo volvía a mí.

Con ojos nerviosos miraba a los demás, y los recordé. Mi mente viajó de manera rápida a mi vida, a mi vida de verdad, y sonreí en mi interior.

Miré a quien era Rais. Y me pregunté una y otra vez si sería el momento para preguntarle acerca de lo que hizo por mí en un pasado. Cuando yo me creía perfecta, y en la cima de la vida, que creía que lo sabía todo, y que nadie podía conmigo, su presencia me hizo entender que no era más que un pájaro maltrecho. No lo hubiera hecho nunca sola, y habría caído en silencio, sin que nadie me recordara. El olvido hubiera sido mi destino.

Sin embargo, allí estaba, y mi curiosidad aumentaba. Y una pegunta acechando en mi mente, sin descanso: ¿por qué? ¿Por qué lo hizo?

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/02/2015, 13:47
Narrador

El día iba pasando, y delante de ti unos y otros iban tomando posiciones ante lo sucedido. Tu carcasa humana era pequeña y débil físicamente, pero sabías que dentro de ella eras fuerte. Habías sobrevivido a muchas cosas. No podías permitir que lo que estaba sucediendo aquí te detuviera.

Además, cada vez eras más consciente de que tu poder no se limitaba sólo a hablar con plantas y animales. Tú habías nacido y crecido en el Bosque. Tú habías sido el Bosque. Puede que tus recuerdos no estuvieran completos, pero había algo ahí, aún latiendo en tu interior...

Por otro lado era evidente que la muerte os asolaba. Pero también habías visto a alguien volver a la vida. Seguro que si lo hubieras sabido con antelación, habrías podido prestar más atención. Aprender.

Notas de juego

Tu rol secundario es el de Gancho.

En cualquier momento de la partida deberás elegir a otra persona, estando tanto tú como ella vivas. En caso de que después ambas estéis muertas y esa persona vuelva a la vida, tú lo harás con ella, como si fuera a ti a quien hubieran decidido traer.

Cargando editor
06/02/2015, 01:01
Narrador

Llegó la noche, y con ella tu momento. Con el tiempo habías aprendido que la oscuridad es una buena aliada. Quizá algunos no aprobasen tu manera de actuar, de levantar a los muertos y darles una nueva oportunidad. Sin embargo hacía mucho que ese tipo de cosas no te suponían un problema. Sin embargo sabías que tus oportunidades eran limitadas. ¿Qué harías en esta ocasión? ¿Alzarías a un caído, o dejarías pasar esta oportunidad?

Notas de juego

Llega el momento de usar tu poder, si quieres.

Cargando editor
06/02/2015, 15:09
Jane Wild

Al notar las sombras de nuevo, y tras ver lo que había sucedido hacía apenas unos minutos, me encogí un poco, tratando de desaparecer. No era que tuviera miedo, era que no quería ser la siguiente. Si llegaba mi hora, estaría preparada, pero no quería que me llegara antes de tiempo.

Contemplé a cada uno de los presentes, y recordé a los que nos habían abandonado hasta ahora. Débiles. Simples mortales. No pensaba que me pudieran llegar a ayudar para acabar con aquellos que nos estaban haciendo daño.

No aún.

Decidí seguir esperando a una oportunidad mejor. A carne realmente apetitosa. 

Notas de juego

Es decir, no, aún no :P

XDXXDXDXD

Cargando editor
08/02/2015, 21:31
Narrador

También me sorprendí ante aquel que miraba en nuestro interior, y podía reconocernos. Sonreí de manera ladeada, pensando que se estaba arriesgando demasiado. Tal vez, no tuviera miedo, o, quizá, lo que hacía era mostrar toda la información que tenía en alto para traficar con ella de manera secreta. Con gente mala.

Nadie se ha quejado al respecto, ni mucho menos, pero aún así voy a comentar algo sobre este párrafo. Más que nada porque con otra gente lo he hecho, y no sería justo no hacerlo contigo. :)

A mi modo de ver hay ahí demasiada información dada a los jugadores y no a los personajes. Aunque sean sólo ideas, hay una acusación casi directa a la que el implicado no puede responder dado que no hay nada en tus acciones que haga ver lo que estás pensando. En otras palabras y volviendo al principio: se hace que los jugadores sepan más que los personajes, y eso hace que estas cosas pierdan un poco la gracia. Déjalo si quieres esta vez, pero para otras, intenta evitar decir en tus posts cosas que no se sobreentiendan por lo que tu personaje haga o diga, por favor. ^^

Cargando editor
09/02/2015, 02:01
Narrador

Notas de juego

Visto el amanecer que habéis tenido, te recuerdo que tienes tu rol secundario aún por usar. ^^

Cargando editor
09/02/2015, 14:42
Jane Wild

Notas de juego

En cuanto al post, lo siento, Máster D: Simplemente roleaba lo que el personaje pensaba. Cierto es que el susodicho no podía defenderse ante unos pensamientos, pero, bueno, eso también ocurre en la vida real, vaya ^^U Bueno, ya evitaré hacer ese tipo de comentarios, o, por lo menos, hacer que Jane diga todo lo que piensa.

Por otro lado, respecto al rol secundario del gancho, he decidido escoger a Lyman F. Gale :)

Cargando editor
09/02/2015, 14:46
Narrador

Notas de juego

Perfecto, Lyman Gale asignado como Gancho. :)

Con respecto a lo otro, te doy la razón: también pasa en la vida real. Pero es poco probable que en la vida real alguien acabe linchado por los pensamientos de otra persona, que puede orientar votos de la gente sin que el implicado pueda decir nada al respecto.

Si quieres, para esas cosas no te cortes en rolear en esta misma escena, por mi parte me encanta leer todo lo que escribís. ^^

Cargando editor
13/02/2015, 00:10
Narrador

Cada golpe, cada ataque que Misty o Allegra te dirigían para dañarte sacaba un poco más de lo que llevabas dentro: esa superviviente, esa Fata capaz de salir adelante. Tu poder manaba de ti de una forma natural, instintiva, mostrándose como nunca lo habías visto... Sí, era verdad: no sólo podías hablar con los animales o las plantas. Podías hacer mucho más que eso.

Sin embargo no fue suficiente. Ahora sólo cabía esperar que tus elecciones hubieran sido acertadas y tu Gancho hiciese aquello que más te ayudaría: volver a la vida. Aunque para eso tendría que morir antes, claro.

Cargando editor
14/02/2015, 16:32
Narrador

 

La Guadaña

 

Habías nacido en el Bosque. Habías crecido sola y prácticamente sin ayuda. Habías tenido que aprender a vivir. Habías tenido que aprender a matar.

Había cosas de las que estabas orgullosa, tanto de tu presente, como de tu pasado. Había otras de las que no lo estabas tanto. Pero estabas convencida de que todo lo que habías hecho había sido necesario, por eso nadie podría reprochártelo nunca. Por todo lo Desconcido, ni siquiera serían quiénes para juzgarte.

En el Bosque habías aprendido a hablar con plantas y animales. A tomar lo que te hacía falta, y a convertirte en lo demás. Habías aprendido a vivir allí, haciendo de sus peligros tu seguridad, amparándote en ellos para que nadie te hiciera daño. Habías dominado la vida, y habías dominado la muerte. Y eso era algo que no se olvidaba nunca.

Notas de juego

La Guadaña: Una vez por partida podrás acabar con la vida de alguien, y no importará que tú estés viva o muerta para ello. Bastará con declararlo en esta misma escena, y la Muerte acudirá a esa persona, llevada por tus palabras.

Cargando editor
23/02/2015, 00:58
Narrador

Y con el amanecer algo cambió en ti.

No era nada concreto, nada que pudiese ponerse en palabras, era más... Una sensación. Rencor, quizá.

Habías pasado años sobreviviendo prácticamente sola. Sí, Rais te había ayudado, pero al fin y al cabo habías tenido que aprender a subsistir como si él no estuviera. Te habías mantenido al margen de sus disputas. De la Guerra. Incluso cuando tuviste la oportunidad de formar un lazo con aquella niña, habías decidido seguir por tu cuenta... Y así te lo pagaban. Asesinándote.

Llevabas ya día y medio muerta. Otros habían vuelto a la vida desde entonces, incluso ese Fata de Palacio del que otros desconfiaban. Y sin embargo nadie parecía pensar en ti. Pues más le valía no hacerlo, o lo pagarían. Les harías arrepentirse de cada desplante, de cada vez que te habían ignorado o habían subestimado tu ayuda. Tú les habías ofrecido devolver a la vida a un traidor. Obligarle a confesar. Y lo habían despreciado. Pues como tuvieras tu oportunidad, verían las consecuencias.

No habías encontrado tu sitio entre ellos, o más bien ellos no te lo habían querido dar. Quizá lo encontrases entre los traidores.

Notas de juego

Y... Sí, algo o alguien ha trastocado un poco tus lealtades. Ahora, levantes a quien levantes y hagas lo que hagas, tu lealtad está con los traidores. Suerte. :)

Cargando editor
23/02/2015, 14:26
Jane Wild

Notas de juego

A ver si lo entiendo... ¿Puedo usar mi poder de Nigromante aun estando muerta? O.O Porque sigo muerta, ¿no? O.O

Cargando editor
23/02/2015, 14:30
Narrador

Notas de juego

No puedes usar tu poder de Nigromante.

Simplemente, ahora perteneces al bando de los malos.

Cargando editor
23/02/2015, 14:32
Jane Wild

Notas de juego

Ahhh, vale, ya lo entiendo :O 

Pues... Bien, supongo, no sé XDDXD

Cargando editor
27/02/2015, 01:00
Narrador

Notas de juego

Pues... Bien, supongo, no sé XDDXD

Recordando tus preferencias y viendo tu conversación en el reloj, creo que ahora que has resucitado será más que eso. :P

Ya pueden temblar. o.o