La boca del Lobo

Hace mucho, mucho tiempo, luchasteis codo con codo. Algunos abrazasteis la causa, otros lo hicisteis simplemente por diversión. En cualquier caso es ahora, eones después, cuando os veis obligados a colaborar de nuevo para seguir con vuestra lucha. En esta ocasión se trata de supervivencia.

Tras un bostezo, meso mi pelo y miro a aquellos que me rodeaban en aquella sala. Y decidido digo.- Bueno, bueno...

Parece que el tiempo quiso que volviéramos una vez más. En parte echaba de menos estas tierras, su olor, su palacio.

Cruzo mis manos tras mi cabeza y dejo apoyar mi espalda junto a la pared del lugar y digo.- Pero tambien hay cosas que siempre detestaré, de nuevo ese mujer empecinada en la ayuda a Fäe. ¿Cuándo comprenderá que Fäe, es como es y que nunca cambiará?.

Quizás si le enseñamos que Fäe además de sueños, trae miedos y dolor, se convenza ella misma de que no hay que cambiar lo que siempre existió.

¿Algún candidato por el que empezar?...- Miro al otro lado como si mi mirada llegase allí donde nuestros cuerpos humanos seguían bajo el tictac de aquel reloj y dije: Yo estaría entre el señor "llevo mil años sin acercarme a una mujer y necesito sexo ya", o la estupenda y para todos conocida Allegra Blue. Son dos caras de una moneda... uno tan odiable y otra tan adorable...

Dejo escapar un suspiro y digo.- ¿Y bien...? ¿Quien pensaís que sería el mejor para empezar?

Falmari apoyo su cabeza contra su hombro examinando a sus antiguos compatriotas, al oir a Dunnath no pudo evitar reirse por lo bajini

-Han pasado tantos años y todavía no sabes distinguir la necesidad de la audacia...-la sirena nego con dolor finjido-no...dejemoslo, cuando empiecen a desaparecer, necesitaran a alguien a quien culpar...y ese sera Mathias, sera divertido ver como se defiende a capa y espada de las acusaciones...yo propongo a Zaira...tanta "ansiedad" no puede ser buena....o a esa patetica excusa de hombre...Samuel-Tras una pequeña reflexión-dejemos a los Hijos de Jano para mas tarde, Eliminemos a las piezas menos "divertidas" del tablero

- Zaira me parece una opción más sensata.- Menciono, de forma certera y decidida.- Aunque cualquier otro estaría bien. Sus muertes son necesarias, nada más importa.- Se cruzo de brazos, esperando la opinión del ultimo de los camaradas.

Otra vez reunidos y de nuevo para la misma causa. Mantener Faë.

-Seguís igual de impacientes que siempre. No podéis esperar un poco mas, ¿Que sean ellos los primeros en elegir? ¿Demostrarles los frágiles que son?-Comento una vez todos hablaran.

El Fata alzo los cuernos mirando al cielo en busca de escuchar la bruma y asintió lentamente.
-Bueno parece que después de todo vuestra sed de sangre esta justificada, es necesario un pronto sacrificio. Ahora os pedirá ser el vigilante esta noche, pues yo aun creo que es pronto para buscar corderos, la paciencia es algo fundamental, como siempre os se avisado. La victima que elijáis me parecerá correcta, siempre que no sea con quien comparto alma*.-Dicho esto mordió uno de sus dedos, para dejar que la sangre corra hasta su uña y grabar el 1 en su antebrazo. Lenta y dolorosamente.

Escucho a cada uno de nosotros y digo.- Bueno, parece que esta vez será Zaira la que caerá... Una lástima tenía unos ojos encantadores.

Pero bueno, es lo malo de llamar la atención.

Ya que Falmarí fue la inductora, veo una buena partida, además de por el orden de nuestros nombres, que sea ella la que se ocupe de vigilar además de divertirse. ¿No Creeís?.

- Que sea Zaira entonces.- Comento secamente.- 

Leithian apunto en su libro de carne y sangre.

que divertido....-aplaudió-como en los viejos tiempos

- Tsché.- Se cruzó de brazos, molesto.- ¡¿Como pueden ser tan ciegos?! - Expresó ahora, visiblemente enfadado.- Esos idiotas, siguiendo cuales bobas ovejas lo que dice el Consejo... ¡Son ellos y todos los enfermos de ego del palacio los que han traído la desgracia al Bosque! - Ruge con fuerza.- ¡Desclasados! - Apretó las manos, casi clavándose las garras en las palmas, mientras las fosas de su rostro desprendían vapor.- Pero esto no se terminara bien para ninguno de esos traidores, ¡su carne arderá en fuego, y sus huesos se harán polvo! - 

La noche al fin se alzó sobre la ciudad, y con su oscuridad llegó la oportunidad de derramar esa primera sangre. Fue Falmari quien tomó la iniciativa. Sin embargo ni siquiera llegasteis a verla en aquel lugar: el único indicativo de que se había puesto manos a la obra era que aquí, en esta unión indefinida de vuestras mentes, la sonrisa en su rostro se había ampliado y su mirada parecía vidriosa y llena de placer.

Leithian, mientras tanto, se dispuso a vigilar, y no vio a nadie o nada fuera de lo normal. Lo cual podría ser algo realmente bueno, o terriblemente malo.

-Porque tanto ensañamiento, eso nos muestra ansiosos y eso puede dar como consecuencia ser vulnerables y cometer algún error. ¿Acaso se merecía una muerta tan violenta? Trabajemos con calma, sopesemos la próxima victima y no seáis tan violentos, esos actos lo único que consiguen es que busquen con mas dureza.-Sus hermanos de batalla eran tan irascibles, tan violentos que daba gracias por que no fueran habitantes del linde, o acabarían sobrealimentando la Bruma.

Hay que acabar con Ivanna... está demostrando que puede hurgar en nuestra mente y eso nos traerá problemas y bajas en este lado.- Sentencie mientras jugaba con la punta de mis dedos.

- Calma. Veamos como se desarrollan las cosas.- Se cruzo de brazos.- ¿Por quién votaran ahora?

Sonríe -¿sonríe?- al ver como se desenvuelve la situación allí en el lugar donde todos siguen vistiendo sus carcasas humanas.- Ivanna ha hecho un interesante movimiento. Acusar a alguien y no dar pruebas de sus acusaciones es bastante peligroso. Podríamos aprovecharlo... Claro, a no ser de que alguno de ustedes sea Ivanna.- 

Con cada golpe que Mathias sufría podíais ver a Falmari congestionada de puro dolor. Le estaban haciendo daño. Mucho. Sin embargo no había nada que pudierais hacer.

Su presencia tardó en desvanecerse justo hasta el momento en que el chico emitía si último suspiro.

Falmari os había abandonado.

Negué con la cabeza una y otra vez, mientras chasqueaba la lengua y dije.- Sin decirme su nombre sabía que el era uno de nosotros, y que sus modales ridículos serían una alarma a encender.

Pero en la Guerra hasta las heridas, sirven para defender. Debemos usar aquellos que otros aún no saben para defender nuestra posición.

Crucé mis dedos, mientras tramaba un plan y dije.- Como alguno ya sabrá, por mi movimiento, ese chico de chaqueta oscura... ese Paul, es la cárcel donde navego yo.

Voy ha hacer un movimiento arreisgado, pero quien no arriesga no gana... si sale bien, tendremos una gran baza que jugar. Si sale mal, el único perjudicado seré yo.

Miré a mis compañeros y dije.- Voy a interactuar como si mi posición en esta guerra fuera la de atender y recabar información de los caídos, algo que nos daría una notoria ventaja. 

Esperaré a que alguno me pregunté para delatarme sin más, y sino antes del amanecer me nombraré como culto en las artes de la descomposición, y esta noche...- Tomé aire, pues aquí venía el premio gordo.- ... Esta noche, debemos acabar conmigo.

Con ese movimiento conseguiremos varias cosas.

Primero si algún Fata es un gran escudero y pudiera blandir sus fuerzas para evitar nuestros ataques y me creyese, al protegerme vería como estoy siendo atacado y ganaríamos sin quererlo el apoyo de ese benefactor.

Segundo, si no fuera parapetado, y cayese, mis mentiras como sabedor de los secretos de los muertos estarían apoyadas, por el miedo de los que ellos llaman traidores de Fäe, nosotros, acabando conmigo para sellar mis labios.

Y por último, si algún Fata, fura capaz de escudriñar nuestras almas, ganaría su confianza, con mi muerte, y podríamos guiar sus palabras por mis supuestas sospechas.

Además de que seguro que aquel que devolvió a la vida a Zaira, me traera... para destrozar nuestro plan y no dejar que los caidos a nuestras manos sigan muertos, aumentando sus supuestas lindes y posibles benefactores de Fäe.

Descrucé mis dedos y dije.- Esta noche debo caer yo... Disfrutar con mi muerte todo lo que os plazca, pues en verdad, será un banquete hacia la victoria.