Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

La mirada clavada

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16/02/2015, 12:31
Lassa

Esa noche no había vuelto a intervenir, aprobando la sabiduría de la sirena con mi calidez y mi silencio.

Y a medida que el eco de su canción se fue apagando también lo hizo mi esencia.

Al despertar lo hice erizada, turbia y enfurecida, y con esa mala cara me presente junto a Serindë ansiosa por encontrarla sana y salva. Vagué por mí misma desorientada y asustada por la soledad antes de encontrar ese lugar compartido y arremolinarme alrededor de la esencia de Serindë para sentirla, para saberla a salvo, para confirmar mi existencia con su contacto.

- Estas bien. - constaté con alegría y a pesar de no haberlo formulado como una pregunta deseé una confirmación - Temía haberte puesto en peligro al acercarme a ti.

Fue al caer en la cuenta de mi ingenua ceguera que mi esencia empezó a temblar y que los recuerdos de mis hijos dormidos bajo un manto de su propia sangre se escaparon de su esquina de mi ser para desgarrarme la esencia fusionándose con en los puntos magullados de mi cuerpo prestado. Miré a Serindë con los ojos de una madre, aquello jamás volvería a ser y al mismo tiempo seguía siendo y guardé silencio expectante.

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16/02/2015, 13:12
Serindë

Primero llegó la sorpresa y la incomprensión, después la rabia y finalmente, genuina preocupación. 

Cuando mi esencia se unió a la de Lassa, tan sólo quería arroparla y protegerla. Y sin embargo, ella se preocupaba por mí. Sonreí levemente mientras mi esencia abrazaba la suya. 

- Estoy bien. - Respondí a una pregunta no formulada. - Claro que estoy bien. ¿Y tú? ¿Qué te han hecho esos malnacidos salidos de la Bruma más oscura? - Sentí cómo mis venas se encendían al blasfemar. Tenía muy pocas cosas, muy pocos seres que realmente me importasen. La idea de que los dañasen impunemente se me hacía insoportable. Mis ojos centellearon. - ¿Quién ha sido? ¿Lo sabes? ¿Lo intuyes?

Sin embargo, sentir que mi compañera estaba a salvo apaciguaba parte de mi ira. O tal vez la aplazaba hasta tener hacia quién dirigirla. - Tenías razón. No pudieron contigo. - Susurré sin soltarla, en un intento de cuidarla, de hacerla sentir mejor, más fuerte. 

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16/02/2015, 13:42
Lassa

Aliviada por su confirmación me acurruqué en su esencia envuelta en ese abrazo que calmaba todo mi dolor.

- Lo intuyo.- elegí entre sus opciones contagiándose con el fuego de sus palabras - No pude verles, aprovecharon la oscuridad y mi sueño. Pero no pudieron conmigo. - sonreí repitiendo sus palabras feliz de cumplir la promesa que le había hecho.

Parpadeé dentro de su abrazo y al otro lado Anastasia recogió un mechón de su cabello todavía pegado a ella entre sus dedos. - Casi parece personal.- murmuré queriendo enfurecerme y sumar un nombre a mi lista de futuros cadáveres pero me sentí demasiado débil para odiar.

- Ese chico obsesionado con tu carcasa. El del tatuaje de la serpiente.- me acomodé todavía más en ella, como un felino sobre su regazo - No me fío de él, ni de sus intenciones, pero sí de su acusación.

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16/02/2015, 15:07
Serindë

Asentí mientras seguía rodeándola. No tenía intención de soltarla, no mientras hubiese alguien en pie con intención de dañarla. - Sí, parece personal. - Confirmé mientras los ojos de mi carcasa se detenían en ese mechón de cabellos arrancado. - No ha sido limpio, se han ensañado contigo.

Valoré sus palabras y contemplé a Seth y Alana. - Hay algo en esta ciudad. Algo que nos sume en la ceguera cuando las sombras nos cubren . No oí nada, habrían podido matarte a mi lado y ni siquiera me habría enterado. -  Musité, molesta conmigo misma por ello. - Pero él dice que estaba en pie, vigilando. Y ella... ¿Te habrá atacado ella? Esa maldita rubia con sus estúpidas teorías sobre el reloj. ¿Trataba de distraer nuestra atención mientras se mezclaba entre las sombras?

Suspiré y frustrada volví al tema que me reconcomía. - ¿Acaso soy la única que cae dormida cuando todo se oscurece? 

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16/02/2015, 22:06
Lassa

- Quizás sí seáis los únicos. Pero creéme que hubiese preferido descansar a ...eso. - dejé sin nombre el suceso de esa noche incapaz de encontrar uno adecuado.

Me estiré recomfortada, remolona dentro de su cálida esencia - No he sentido nada. - comenté con cierta tristeza en mi voz - Puedo sentir el dolor en mi cuerpo prestado, pero el ataque ha sido tan furtivo... ni siquiera tengo un rostro al que temer. - me lamenté de no haber tenido una muestra empírica del sufrimiento de mis cachorros, aquel que no había podido evitar. La ignorancia de sus últimos sentimientos era la mayor de mis espinas, la pieza final de un puzzle perdida. 

Poco a poco fui deslizando mi esencia fuera de la de Serindë, fui discreta por tal de evitar alarmarla y una vez frente a ella aquella calma que me había regalado quedó escondida bajo un manto de oscuridad.

- Míriel esta conmigo. - Confesé - Le ayudo a expiar sus pecados, aceptar su muerte, y a dejarnos para siempre. - la sonrisa afilada que se dibujó en toda mi esencia al pronunciar la palabra ayudar dio a entender que aquello no era precisamente lo que estaba haciendo con él. 

- Ha confesado su crimen, y ha asegurado que volvería a cometerlo. - me ericé al escuchar esas palabras y mi odió entró en ebullición como si no las hubiese procesado hasta que las pronuncié en alta voz - Y el muy cretino ha osado confesar que su corazón tiene dueño. ¡A mí! 

- Qué hermosa simetría. - murmuré con sadismo - Se llevó lo que yo más quería. Yo me los llevaré a ellos.

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17/02/2015, 00:13
Serindë

Sentí curiosidad al notar que se deslizaba apartándose un poco y escuché, suponiendo que debía haber sucedido algo importante. 

Primero vino la sorpresa y después el asombro. Finalmente, su sonrisa se me fue contagiando. - Por todo lo Desconocido. - Musité, incrédula ante el simplismo de aquel Fata que era capaz de condenar así alma. Reafirmando su crimen y confesando su debilidad ante la mujer que mayores motivos tendría para querer aplastarlo hasta fundirlo en el barro. 

- No sólo es un cretino. También es un necio. - Afirmé con seguridad. - ¿Sabes quién es su debilidad? ¿Se encuentra entre la gente del puente? 

Después dejé que la extrañeza por algo que me había sucedido llegase hasta Lassa. - A mí me ha pasado algo extraño también. - Hice una pausa, buscando la mejor manera de explicarlo. - Cuando el reloj dio las siete, mi carcasa se... Desdobló. No fui yo, fue sólo mi carcasa. Ahora se encuentra dividida entre ese lugar junto a todos y un cuarto tras el reloj. Allí no hay puertas, sólo el reloj, dos camas y dos butacas. - Me detuve un momento, dudando si mencionar lo siguiente después de lo sucedido la noche anterior. Todavía no había terminado de comprender aquello. Pero suspiré lentamente y me decidí. Ese era mi lugar seguro. No había motivos para temer decir nada. - Y la albina también se encuentra allí. 

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17/02/2015, 13:35
Lassa

Negué en silencio - Al parecer murió en Faë. - comenté con fastidió.

Mi esencia dejó que la capa de oscuridad que la cubría cayera por su propio peso al recibir a Serindë. La escuché sorprendida y acorté la distancia entre nosotras pidiendo en silencio permiso para volver a mezclarme en ella, para compartir sus emociones y olvidar las mías en una esquina de mi, como había hecho con mi recelo por su familia, y con el dolor por la mía - ¿Solo tu carcasa? ¿Le han hecho algo? ¿Sabe esa albina porqué os encierran? ¿Viste a Ivanna?

Me obligué a contenerme, aprendiendo de los sentimientos de Anastasia hacía los atosigamientos - No te confíes. - sonreí sin malicia - Te dije que defender un mismo frente creaba lazos.

Yo he reencontrado a Eirien. - expliqué por puro despecho a la filosofía de esa fata - La dama de los secretos. - terminé con toda la información que poseía sobre ella.

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17/02/2015, 14:02
Serindë

Recibí su esencia con la mía, acoplándome a ella con facilidad después del tiempo pasado compartiendo espacio. Y no pude evitar una risita al escuchar todas sus preguntas. 

- Sólo mi carcasa, sí. Es extraño, es la primera vez que es mi carcasa la que se desdobla y no mi propia esencia. No, no he visto a Ivanna. Sólo a Misty. Y no creo que tenga nada que ver con esas posesiones de las que hablaban. - Expliqué con calma pues a mí también me había resultado desconcertante. - Ha sido el reloj. Elegimos números gemelos cuando nos completamos, nuestras llamas se han unido en el reloj marcando la misma hora y en ese momento nuestros cuerpos se han vinculado en esa habitación extraña. Lo que me hace pensar que hay al menos otros dos grupos de personas en nuestra misma situación.

Negué con suavidad. - Y no voy a confiarme, aunque sí trataré de averiguar lo que pueda. Ganarme su confianza tal vez. Saber al menos en quién pensará cuando el reloj nos reclame.

Finalmente mi curiosidad ante su revelación se extendió por toda mi esencia. - ¿Eirien? Creo que nunca la conocí. ¿Es una de los muertos con los que hablas? 

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17/02/2015, 14:50
Lassa

Asimilé su información con naturalidad, como si la absorbiera directamente de su esencia, trabajada y procesada.

- Eirien no ha dejado de mirar el número once del reloj. Y me ha advertido que al caer la noche ya no estaremos solas, y entonces deberé cuidarme del que esta por venir. - consideré en voz alta si la situación de la carcasa de Serindë tenía el mismo origen que la mía, concluyendo en negativo.

- Siempre ha sido muy esquiva y sigue siéndolo. Pretende chantajearme con el secreto de mi nombre humano coacionándome a callarlo. Es retorcida, pero agradable. - negué con mi esencia al llegar a la cuestión sobre los muertos - Algo en mí la identifica en el cuerpo de ese chico francés, quizás sea los vestigios de mi cariño hacia ella lo que han nublado el corazón de Anastasia y han emborregado su mente.

Guardé silencio para recuperar el tono más amable que merecía Serindë - Me pregunta por mi supervivencia con mucha vehemencia, así como si eliminé a Míriel para acceder al reloj. Casi parece tramar algo.

Parecía haber terminado cuando algo golpeó mi estómago - He señalado a Seth, le he dado mis razones, aunque no el origen de ellas. Aun así puede que crea que me lo ha susurrado Míriel.

-Si consigues conocer el nombre que correrá en la mete de Misty, me gustará saberlo, unirme tal vez a su apuesta. Si no, intentaré llevar cuantas miradas pueda hacía Seth. Estoy harta del modo en que te mira.

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17/02/2015, 17:31
Serindë

Guardé silencio varios segundos, tratando de encajar las piezas en mi mente. Y finalmente me aventuré con una hipótesis. - Tal vez Eirien mira el número once porque se encuentra en esa sala con alguien, como yo con Misty. En el once hay dos llamas abrazadas. Quizá no confía en la persona con la que se ha encontrado y eso es lo que trata de decirte. O tal vez puede hacer que alguien más llegue a ese lugar.

Algo en su relato no me hacía sentir cómoda, sentía la presencia de esa Dama de los secretos como una sombra pendiendo sobre Lassa, amenazándola y al mismo tiempo exigiendo información. Y si ella no se equivocaba, en otro lugar, su carcasa se acercaba a la de ella. - No te descuides. - Aconsejé, con el ceño levemente fruncido. - Si realmente es Aubin tras quien se esconde esa Dama... Casi parece una encerrona para interrogarte. Encandila a tu carcasa y chantajea a tu esencia. No me gusta. No confieses tu autoría en la muerte de Míriel, porque tal vez busca conocer tus secretos para comerciar con ellos. O podría querer conocer cómo te has protegido para saber si esta noche lo harás de nuevo. Ve con mucho tiento, mi dulce Lassa. 

Hice una pausa, dándole vueltas a cada detalle y finalmente hablé de nuevo con suavidad. - Misty por ahora dice desconfiar de la rubia Alana. Si las cosas siguen como hasta ahora, será su nombre el que piense cuando la reclame el reloj. Sin embargo, aún falta mucho para eso y podría cambiar hasta entonces. 

- Seth... Dos veces ha pensado en mí, y la última podría haber sido muy peligrosa. Su única explicación cuando se la pedí fue que tal vez en el futuro explicaría sus actos. No me agrada. - Valoré, sintiendo molestia hacia ese hombre que me estrechaba la mano por la mañana para desear matarme por la tarde. - Pero entre él y la rubia, creo que antes creería las palabras de él, que las de ella. 

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17/02/2015, 18:05
Lassa

Analicé la hipótesis de Serindë y asentí a ruego de cautela.

- Anastasia va a necesitar tener la mente despejada. Yo voy a necesitar que la tenga. Si le concedo sus deseos humanos o se los arranco de raíz es algo que valoraré más adelante.

Sonreí encandilada con la preocupación de Serindë por mi, y me permití imaginar que de ese modo debían de tratarse las familias.

- Míriel aun no ha perdido el habla -informé - Quién le haya envenenado ha sido un auténtico chapucero, o alguien que le guardaba casi tanto rencor como yo.

Me concentré en aquella parte de mi que encerraba la consciencia moribunda de Míriel en un pequeño infierno personal y retransmití sus palabras - Ese jura que los muertos conocen mi cuerpo humano. Le he pedido mi nombre y me ha identificado como Lera. - sonreí divertida ante la ignorancia de aquel que decía ver en nosotros, de aquel que conocía todo secreto en Palacio; y apreté los dientes ante la absurdidad de que por esa "infalible" visión del guardián de Celebia mis cachorros hubiesen pagado su ceguera. - Vi el odio de esa chica hacía Roger al confesar su nombre fata, reconocí en ella el desprecio por su vuelta. Dejaré que lo crea. Quizás incluso me declare entre los traidores. - valoré cegada por destruir el honor de Míriel, su credibilidad, para alargar esa agonía que su carcasa sufría al más allá.

Estuve a apunto de regresar mi atención a la consciencia que se encontraba con Míriel, observando los cabellos de Aidëmie en una cabeza adulta, pero mis propias palabras me detuvieron y busqué el consejo de Serindë - Quizás no debería vender a esa chica, de algún modo, después del dolor que parece que le causó Míriel, puedo empatizar con ella.

Esperé la opinión no visceral de Serindë, agradeciendo su información sobre Misty con un asentimiento.

- No confío en Seth ni en la chica rubia. Tampoco confiaba en Samuel, ni confiaré si algún día vuelve. Pero a estas alturas del día, me parece que mis magulladuras llevan su firma. Su único gesto hacia mi carcasa fue usarla para marchitar todo brote de no guerra. No me gusta como te mira. - repetí sin darme cuenta de ello.

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17/02/2015, 18:50
Serindë

No pude evitar un brote de satisfacción al saber que la agonía de Míriel continuaba y que sería larga. No merecía otra cosa y ya que no iba a pagar la deuda de su segunda muerte directamente con su deudora, lo más apropiado resultaba que fuese ella quien se deleitase con su tortura, exprimiendo cada segundo de dolor hasta que la agonía cerrase esos ojos tan hermosos como falsos. 

Sin embargo, ante la mención del plan de Lassa sobre Lera y sus dudas, un sobresalto recorrió mi esencia como la turbulencia de un oleaje. - No. No acuses a Lera. - Pronuncié alarmada, con un tono tal vez más parecido a una petición que a una simple opinión objetiva. - Si lo hicieras y después ella muriese, podrían saber que mentiste. Y eso es peligroso teniendo en cuenta que esa Eirien conoce el nombre de tu carcasa y podría estar dispuesta a usarlo. 

Me moví a su alrededor, nerviosa. - Además, ella comparte tu dolor y el objeto de tu odio. Lera... - Dejé la frase en el aire, pero el titubeo en mi voz resultaba probablemente más revelador que cualquier palabra. - Por favor, Lassa, no quiero que ella sufra las consecuencias de algo que no ha hecho. 

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18/02/2015, 00:36
Lassa

La alteración de Serindë entró en mí alterando mi orden interno, destapando mi guardia con Eirien en aquel lugar que no correspondía, y, sin embargo, pasado el primer golpe, todo volvió a asentarse en su lugar con naturalidad y simpleza. - Eirien no tiene ningún poder sobre mí. No es ni sombra de lo que fue. - declaré buscando tranquilizarla por ese asunto.

Asumí su nerviosismo como una advertencia del que estaba por venir, como una cautela al desequilibrio que detonaba en mí la sombra de la traición, el acechó de una nueva soledad. Escuché sus palabras intentando no regresar a mi caja de recelo, preparándome para recibir la noticia antes de que la formulara y cuando lo hizo, la completé. - Lera es de tu familia. - Sonreí con felicidad a esa noticia.

- Te prometí que no dejaría que nada malo os pasara. Ni a ti, ni a ellos. No pienso excepcionarlo por mí.

- Aunque lo hubiese hecho. - me reafirmé en mi promesa.

Intenté envolver su esencia, mostrarle la sinceridad de mis palabras, el fortalecimiento de mis emociones y la determinación en no volver a separarme de ella, aceptando cuanto fuese necesario, cuanto viniese en su equipaje.

Esperé meditando si preguntar y preparándome para ver la puerta cerrarse frente a mí pero la curiosidad que había invadido todo mi cuerpo prestado y traspasado hasta mi verdadera esencia me empujó a arriesgar mi cordura.

- ¿Qué le hizo? - resumí en el paso de desembuchar - ¿Me contarías su historia?

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18/02/2015, 02:35
Serindë

En cuanto Lassa pronunció las palabras que yo no había querido decir en voz alta, mi nerviosismo bajó su intensidad, quedando tan sólo un aleteo en el poso de mis emociones. - Gracias. - Una sola palabra, pero llena de un agradecimiento tan fresco como las gotas que viajan en la brisa. 

Suspiré después, titubeante al mismo tiempo que me permitía apoyarme en la esencia que me envolvía, sosteniéndome en ella. Mi voz empezó a brotar por sí misma entonces, sin pedirme permiso, suave y tenue, con la cadencia de un cuento.

- Lera siempre fue alguien muy sensible al sufrimiento ajeno, una fata con un sentido de la justicia muy desarrollado. Pero no como la falsa justicia del Palacio. No como la falsa justicia de Míriel. - Suspiré, cerrando la mente al resto de lugares mientras hablaba.

- Durante mucho tiempo ella fue una mensajera, viajaba desde Palacio a otros lugares de Fäe, tratando de mejorar la comunicación. Dañaron a un amigo suyo hasta romperlo por completo y el Palacio no hizo nada por ayudarlo. Eso hizo que comenzase a perder la fe. Después, Míriel cometió su crimen y en lugar de recibir un justo castigo, fue premiado y convertido en el guardaespaldas personal de la princesa. Lera no pudo soportar más la hipocresía de los salones y se marchó. Míriel no le hizo nada concreto a ella. No es personal. Le odia porque es una representación de lo que más desprecia. La soberbia disfrazada de falsa justicia, la crueldad fanática de un ciego. Le odia por lo que le hizo a tus cachorros.

Dudé al terminar, insegura tras haber desvelado más de lo que me pertenecía. Toda mi atención se estiró hacia su esencia, manteniéndose en vilo, pendiente de su respuesta y de sus reacciones. 

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18/02/2015, 15:14
Lassa

El relato de Serindë impregnó en mí, visualizando las imágenes de sus palabras corriendo por mi consciencia, haciéndose reales, despertando recuerdos enterrados en tierra removida.

El dolor de esa fata por mí, que en otro tiempo, hubiese despreciado reclamándolo como mío, como mi combustible en el viaje a la Bruma; ahora, reparada por aquellos que habían sido buenos conmigo y por la sangre vertida por mis cachorros, me alagó, conmovió y entristeció.

Sentí como mi esencia se arrugaba, bañando mis ojos, convirtiendo una de las centellas de mis ojos prestados en una estrella fugaz de la que solo quedó su estela.

-Te lo agradezco. - sonreí vibrante por esa empatía con su familiar - Quizás le guste saber que la justicia ha acabado por dar con Míriel.

Titubeé antes de seguir hablando - Que busca un perdón que ni él ni Celebia obtendrán.

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18/02/2015, 22:25
Serindë

Sonreí suavemente al recibir la reacción y la respuesta de Lassa y acaricié su esencia con la mía, casi como un gato frotando su mejilla. 

- Le gustará. - Dije más tranquila, apoyándome en su calidez antes de guardar silencio, abriendo de nuevo mi atención a aquel puente. 

Tras escuchar la explicación de Alana, suspiré, volviendo a centrarme. - Creo que es probable que Misty cambie de opinión, aunque aún no parece haberse decidido. Te avisaré cuando sepa algo más.

Hice una pequeña pausa antes de preguntar con un leve aire ausente. - Paul... Anya... Roger... ¿Quién dice la verdad y quién miente? Lo que ha dicho la mujer oriental se acerca a la impresión que yo tengo. Roger y Anya podrían haber estado en el mismo bando y haber pactado que el primero en morir entre ellos, acusaría al otro. Así cuando se descubriese la culpabilidad de uno, el otro parecería inocente. Todo es demasiado retorcido. Todos son demasiado mentirosos.

- ¿Cómo te va con la Dama de los secretos? - Pregunté entonces con una mezcla entre curiosidad y preocupación. - Falmari parece haberse cansado de insultarme.

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19/02/2015, 08:28
Lassa

-Roger no miente-me sentí más cómoda usando su nombre humano para esa afirmación - Ningún moribundo miente en el lecho de su muerte.- aseguré a pesar de que muchas confesiones en la justicia de palacio se debían al hecho contrario y deseé no despertar esa misma idea en Serindë, no remover sus recuerdos.

-Vio a Vanya, su interior, vio su interés en combatir la muerte por otros. Si protegiera a un traidor, podría aprovechar para establecer vínculos, y conspirar juntos.

- Salvo que guarde otro As en la manga, está indefensa.

Al otro lado, dirigí la mirada de mi carcasa hacia el reloj - Creeré a Alana por ahora. Pensaré otro nombre, en Aubin, tal vez. - sonreí enlazando con su pregunta, advirtiendo que solo bromeaba - Paul. - me corregí para evitar una innecesaria confesión.

- Eirien me da escalofríos. - confesé con pesar - Siempre ha sido solitaria, por opción,- la diferencié de mi dolor- por la bruma. Su actitud es confusa, busca mi sentido del deber para con ella, pidiéndome que no la falle ya que ha decidido confiar en mi; abusa de mi nombre en un intento de parecer más cercana y solo consigue sonar autoritaria. - sonreí interpretando las emociones de esa dama de los secretos - Es recelosa, y teme haber cometido un error. Le he asegurado que estoy de su parte. - miré a Serindë e intenté transmitirle confianza, que mi promesa con ella seguía siendo mi prioridad- He omitido que ello depende de que ella esté de la nuestra.

- Falmari solo es veneno.

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19/02/2015, 20:12
Serindë

Valoré las palabras de Lassa durante algunos instantes en silencio. En mi mente se analizaban y descartaban opciones y si alguien mirase en ese momento a mi recipiente a los ojos, casi podría ver los engranajes funcionando sin descanso. 

- Lo que me temo -dije finalmente sin demasiada seguridad- es que Roger no necesite mentir para ser un traidor. - Hice una pausa, ordenando mis ideas. - ¿Y si él contactó con Vanya al indagar en su interior? ¿Y si ambos pactaron que si uno de ellos moría, acusaría al otro? Sin mentir, con la verdad. Así cuando el enfermero confirmarse la culpabilidad de uno, el otro parecería a todas luces inocente. Creo que Roger pudo ver el interior de Vanya. También creo que Vanya quiere proteger a los traidores. Y sospecho que ambos se han aprovechado de Paul para que al menos uno de los dos pareciese inocente. Es retorcido. Propio de Fäe. Propio del Palacio. 

Después de expresar lo que no estaba segura de si era un pálpito de intuición o simple paranoia, me removí para mirar a Lassa de frente. - Ten cuidado con ella. No des más de lo que obtengas. Si es como dices, obtener secretos a cambio de aire podría ser su especialidad.

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20/02/2015, 02:12
Lassa

Asentí a las palabras de Serindë, admirando su mente, esa capacidad de maquinar, interpretar acciones ajenas y figurarse pensamientos cual miembro de Palacio. Sonreí ante la idea de que no fuera uno de ellos.

-Le pregunté, me dijo que no tenía intenciones turbias. - desmentí su premisa y me removí buscando la manera de explicarle que creía las palabras de un asesino, El asesino.

- Volvió a este mundo por mi mano. - guardé silencio expectante, y estiré mi esencia para sentir los rincones más apartados de nuestro lugar compartido, asegurándome que en ninguna esquina aguardaban dos oídos de cabeza rubia y dientes afilados.

- Me llevé una vida, y por ello le debía una a este mundo.

- Me mueve el equilibrio. La supervivencia de aquellos a los que quiero. - aparté la mirada a un lado - Al otro lado aguardaban Falmari, Loth, Aidane, Rais, Tarma y Elendire, y elegí levantar a Míriel. - comenté sin tono - Quería verle morir de nuevo. - confesé - Eligió confesarse conmigo, a sabiendas que no podía mentirme y de que no aceptaría expiar sus pecados.

- Incluso lloró. - añadí por gusto.

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20/02/2015, 02:25
Serindë

Abrí la boca para protestar tras escuchar cómo desmontaba mi teoría con apenas cuatro o cinco frases. Y volví a cerrarla sin haber llegado a decir nada. En cierta forma me resultó un alivio no haber acertado pues desconfiar de esa manera me recordaba inevitablemente un pasado que quería dejar atrás. La necesidad de mirar por encima del hombro a cada paso o de no saber de dónde vendría la siguiente decepción. 

- Supongo que he hecho el ridículo entonces aireando mi maravillosa teoría. - Suspiré, resignándome y reorientando mis pensamientos en otra dirección. - Al menos he decidido pensar en Anya, no me equivocaré por ese lado. Entonces... Supongo que Paul es quien miente. Él debe ocupar el papel en el que intentaba encasillar a Roger. 

Ajena al chiste involuntario que había hecho sobre la condición del actor centré mi atención en mi compañera. - Puedes volver a hacer algo así, ¿verdad? Lo levantaste para volver a matarlo. - Una pizca de admiración brillaba en mi voz ante tal control sobre la vida y la muerte. Matar podía ser sencillo, pero devolver la vida perdida... Eso se me antojaba un precioso don.