Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Noche 1: A las seis en punto

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07/02/2015, 23:32
Chris Loriod

Alana lanzó una interesante teoría. Como Chris, lo veía racional. Su lado Fata, sin embargo, no creía que esto fuera tan fácil. Sin embargo, Paul habló, y no sólo confirmó la teórica culpabilidad de Mathias, sino su verdadero nombre... Falmari. No la conocía, más sin embargo, era bueno conocer el nombre de las Fatas. Alana parecía conocerla, y comentó que era del Bosque. Eso hizo surgir una leve sonrisa en el rostro de Chris, una que sólo él entendía, especialmente porque no significaba nada por el momento.

Entonces otra dama llamó su atención. Kammy, quien creía que se había abstenido de votar, en realidad le habían impedido que votase contra el propio Chris. - Esssto no me agrada. Deberíasss haber tenido el derecho de ssser capaz de poder ssseñalarme. Essso es cruel e injusssto. Aunque sssaliera beneficiado, no esss bueno para poder encontrar la paz. - meditó un segundo lo que iba a decir a continuación, ¿pero acaso podía decir otra cosa - Ssseñalame mañana, no guardesss negatividad en tu interior. Puede que sssea la idea de losss que matan por la noche, puede haber sssido otro motivado por... quien sssabe. No me importa, quizásss me exponga, pero confío en que vamosss a dar con otro culpable. - Chris sonrió y se encogió de hombros - O pondremosss en práctica la teoría de la luz blanca conmigo. Aunque ssseguro habrá candidatosss con mejor perfil.

Tras ello, Chris hizo gestos de adiós a los que pretendían explorar el reloj. Tenía otras cosas en la cabeza que ir de excursión, aunque deseaba buena suerte a los que intentaran encontrar allí respuestas.

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08/02/2015, 00:30
Roger Templar

Roger sacó su mechero del bolsillo interior de su chaqueta cuando Alana le pidió que le encendiera el cigarrillo, si alguno de los presentes hubiera visto un poco de cine, sin duda lo habría reconocido, se trataba del mechero que utilizó en una de sus películas más famosas " Agente Doble contra Pistola de Plata", lo llevaba siempre con él porque guardaba un gran recuerdo de aquel rodaje y porque fue allí donde conoció a la que se convertiría en su mujer.

- Por supuesto señorita, permítame- le dijo accionando el mechero y encendiéndole el cigarrillo a la muchacha.

Después volvió a intervenir Ivanna y la escuchó con interés, cuando se acercó a él y le susurró al oído, no pudo evitar ruborizarse ligeramente. En su juventud había ejercido una gran imán para las mujeres debido a su apostura, pero todo aquello había pasado la única mujer que lo seguía alabando era su esposa, por eso aquel comentario lo descolocó... "Claro que me ha gustado" pensó Roger mientras miraba a Ivanna y le dedicaba una ligera sonrisa.

- Anya, Hundo, Misty, Niba y Samuel... - intervino Roger cuando todos los demás hablaron- estos son los nombres de los que votaron por Ivanna... ¿Por qué lo hicieron? Seguramente porque nuestra encantadora señorita es capaz de ver que Fata se oculta en nuestro interior. Adquiriendo este conocimiento probablemente seamos capaces de descurbir a los que tienen el alma emponzoñada por la guerra. ¿Por qué doy credibilidad a Ivanna? Porque comparte lo que sabe y se ha puesto en el punto de mira para desvelar a los oscuros. Es una actitud valiente pero que bajo mi humilde opinión pone de manifiesto su inocencia. Quien algo oculta, algo teme... eso es al menos lo que se dice ¿No le parece, señorita?- miró directamente a Anya a los ojos- empecemos por las damas. Querida, acabo de señalarla ¿Estoy equivocado, le resulta Ivanna molesta por algo en concreto o simplemente lo echó a suertes y le tocó a ella? Creo que hablando podemos entendernos y aún tenemos tiempo, ¿no cree?

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08/02/2015, 10:29
Anya Bennet

Miro sorprendida a Adam ante su respuesta ya que solo quería ayudar -Yo, lo siento, pensé que con la revelación todos habíamos dejado atrás gran parte de la debilidad de los humanos -sin nada más que añadir que la disculpa escucho al resto, especialmente el mensaje de Misty, que reafirma mi postura -todos hemos sufrido durante nuestra falsa vida como humanos, sintiéndonos fuera de lugar, ajenos a lo que nos rodeaba, escuchando los ecos de nuestro verdadero hogar, lugar que ahora está tan cerca y a la vez tan lejos -concluyo mirando el cadáver del chico, ahora revelado como uno de los asesinos.

Escucho como el resto hace teorías sobre el reloj pero dejo que ellos hablen ya que no parece que lo que nos rodea siga una lógica "humana". Cuando el hombre inglés que parecía tener el pelo verde habla lanza acusaciones hacia todos los que desconfiamos de Ivanna, especialmente hacia mí, por lo que no tengo otra que responder.

-Si, creo que hablando podremos entendernos y que es nuestra mejor baza para encontrar al asesino o asesinos, si queda más de uno con vida. Reafirmo tus palabras, al igual que el resto creo que nos dejamos llevar un poco por el azar ante el desconocimiento y la obligación que sentíamos de buscar culpables -es lógico que, ante tan poca información, se ataque a aquellos cuya forma de ser parezca sospechosa, caso de Mathias e Ivanna -sin embargo no estoy de acuerdo con usted, aunque es solo mi opinión, ya que revelar el nombre real de uno de nosotros no da información alguna, mucho menos cuando se pone en cuestión el honor de dicha persona sin pruebas -continúo haciendo un símil entre el caso de Ivanna acusando a Zaira por lo que parecía puro aburrimiento y el mío con el inglés -No recuerdo que Falmari ni Aina fueran especialmente agresivas o beligerantes y, mire por donde, alguien que si se ha puesto en el punto de mira y ha dado información útil verifica que la primera era una asesina. Por todo ello voté a Ivanna en su momento, ya que su actitud irracional de primeras acusando a Zaira me pareció, cuanto menos, sospechosa, al igual que a usted le pareció la actitud de Samuel. Además, sus respuestas cortantes, bruscas, y su forma de cambiar de tema cuando se le preguntó acerca de los ataques hacia Aina hacen que, aunque no tenga certeza alguna de su culpabilidad, opte por escogerla a ella, al igual que otros, con mayor acierto, escogieron a Mathias, destruyendo a uno de los que buscaban matarnos.

Dicho todo ello espero confiada a que Roger siga con su interrogatorio hacia el resto o que profundice en mis palabras.

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08/02/2015, 12:53
Roger Templar

Roger escuchó a Ania mirándola de medio lado mientras continuaba fumando su cigarrillo, dejando escapar una pequeña sonrisa enigmática, del tipo que empleaban los galanes de su época. A pesar de estar en aquel sitio, de saber quien era en realidad, de lo que se estaban jugando... él no podía dejar de ser el actor inglés.

- Buena argumentanción querida... pero permítame añadir algo más. Sí es importante saber quienes somos, no es determinante pero si puede ayudar a esclarecer algunas cosas. ¿Por qué estamos convencidos de que Mathias estaba poseido por el espíritu de la guerra? Porque a ella como Fata le parecía divertido y creo que estamos todos deacuerdo en esto ¿no? A pesar de los años que hemos estado fuera seguimos siendo iguales por dentro, a mi me está costando trabajo asumir mi vida como Fata porque me ha ido muy bien, pero eso no significa que no haya despertado y que no sea capaz de reconoceros...- la miró nuevamente con seriedad clavando su mirada azul a la vez que daba una nueva calada.

- Con lo que voy a decir acabo de atoapuntarme en la lista de las futuras víctimas de los malos... pero creo que si no hablo claro puedo dar lugar a equívocos... y ... que demonios. Simon Bond era un chico muy valiente que siempre estaba arriesgando su vida para salvar a los demás... lo he interpretado demasiado tiempo como para actuar ahora como un cobarde y esconderme para esperar a que pase el temporal y que nadie se fije en mí. Eso sería lo sencillo, señorita Bennet... ¿o más bien debería llamarla Vanya?

Roger se tomó unos segundos para estudiar la reacción de la mujer mientras sostenía el cigarrillo entre sus dedos.

- Acabo de mostrar mis cartas, acabo de ponerme en la lista negra. Pero si con esto ayudo a que Fae sea salvada es posible que merezca la pena... Ahora tiene dos opciones, matarme esta noche y así corroborar mis palabras o confiar en confundir al resto, sea lo que sea estaré preparado- concluyó con Anya para centrarse en Samuel- En cuanto a usted...- lo señaló con la mano con la que sujetaba el cigarrillo- Sería interesante que se manifestara, acabo de acusarlo a usted también caballero.

 

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08/02/2015, 13:40
Anya Bennet

Lanzo una mirada fría como el hielo a Roger, dejando ver mi lado más fata, unos ojos de un azul glaciar -Déjeme decirle que es usted un estúpido, un ignorante o un loco. Ninguno de nosotros recordamos que ocurrió en Fäe para que nos expulsaran, o al menos no es mi caso, ni podemos lanzar acusaciones a otros por el simple hecho de que dicha fata no nos cayera en gracia en su momento. Si estamos convencidos de que Mathias traía la guerra no es porque fuera Falmari sino por sus actos, acometidos aquí, en este lugar. Conozco otros muchos nombres de Fata que podrían ser más propensos a llevar la guerra en sus corazones por su historia en Fäe pero no estamos aquí para juzgar el pasado sino el presente.

Las acusaciones de Roger están basadas solamente por nuestra procedencia, razón que me lleva a creer que es uno de los fata del palacio -No lo voy a negar, soy Anya y, especialmente, Vanya, algo de lo que no debo avergonzarme y que, más bien, me hace sonreír pues el destino hizo que mi nombre humano estuviera presente en mi verdadero nombre. Y, gracias a su revelación, el asesino o asesinos no van a saber que objetivo escoger teniendo en cuenta que muchos de vosotros habéis revelado más de la cuenta sin aportar nada de utilidad para encontrar a los que llevan la guerra en su interior, razón por la que le califico a usted como lo he hecho. Ya os dije en su momento, no reveléis demasiado sin seguridad, manteneos lejos de las miradas de los que llevan la guerra si tenéis dones que pueden ayudarnos en nuestra búsqueda y regreso a Fäe.

A sabiendas de que mi respuesta, demasiado larga, puede nublar las mentes de unos u otros decido hacer una síntesis, algo sin importancia ahora que las miradas están puestas en mi -En resumen, no lo oculto, soy Vanya. Creo que Roger se está dejando llevar, de forma ignorante, por sus prejuicios, poniendo su vida en peligro, aunque no creo que sea uno de los que llevan la guerra. Y si, pensé que Ivanna tenía algo ocultar puesto que ella, al igual que Samuel, reaccionaron de forma extraña a la muerte de Zaira pero fue la primera la que continuó en una actitud, para mí, más sospechosa. Y, querido Roger, le pido que no tire la piedra y esconda la mano, se que no tiene pruebas de mi implicación en el asesinato de Zaira puesto que yo no soy una asesina así que haga el favor de decírselo al resto antes de que decidan ir a por mi.

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08/02/2015, 14:38
Ivanna

Ivanna miraba a Roger y a Anya alternativamente, parpadeando, confusa y absolútamente sorprendida- Eh chicos... No os peleéis por mí...- dijo, llevándose el dedo índice a los labios para dibujar un mohín- Yo tengo amor para todos. Así que no hace falta que os pongáis tan territoriales- añadió, con tono coqueto, esbozando una sonrisa traviesa, para estallar acto seguido en una carcajada.

¡Perdón! ¡Perdón! Yo sé que esto es muy serio. Pero es que... -suspiró, recobrando el aliento- Es que no tengo ni la más remota idea de lo que estáis hablando. No sé qué es lo que dije, o hice antes de la sentencia de Mathias. - se encogió de hombros- Símplemente, no me encontraba aquí, con vosotros. No al menos como la fata que soy en mi interior. 

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08/02/2015, 15:10
Allegra Blue

Allegra agradeció con una sonrisa el fuego que le ofreció el actor y después escuchó sus palabras mientras daba la primera calada del cigarro. Se concentró en controlar el primer acceso de tos que la asaltaba cuando hacía mucho que no fumaba, pero el humo llenando sus pulmones le produjo una sensación de calma. Poco a poco sus manos dejaron de temblar mientras ella escuchaba la discusión entre ambos, el actor (Roger) y la joven rubia (Anya).

Se sorprendió cuando el hombre afirmó saber quién era ella en Fäe y se detuvo un instante a pensar en la ironía que había en la conjunción de ambos nombres, el mundano y el feérico. Sin embargo, hubo algo en las palabras de ella que le hizo enarcar levemente una ceja y cuando terminó su discurso, intervino. 

- Sí, usted nos pidió que no desvelásemos nada. Pero un segundo después se puso a interrogar tanto a Zaira como a Ivanna, pidiéndoles que le dijeran todo lo que sabían. A mí me resultó un tanto contradictorio, la verdad. - Manifestó, encogiéndose de hombros. 

Después dio una nueva calada corta antes de seguir hablando. - Sin embargo, estoy de acuerdo en que no deberíamos hacer este tipo de revelaciones tan fácilmente... Y menos mientras cae la noche. - Añadió, echando un breve vistazo a Paul, que seguía pareciéndole el que más se había expuesto. - ¿Por qué no dejamos de intentar exponernos unos a otros, al menos hasta que se haga de día?

Su mirada se dirigió hacia el reloj y las espaldas de algunos que empezaban a caminar hacia allí. Miró entonces a Anastasia y le hizo un gesto señalando a los que se alejaban. - Creo que yo también quiero ir a echar un vistazo. ¿Te vienes? - El cigarro tan sólo estaba a medias, pero la garganta le empezaba a picar, así que buscó algún lugar donde apagarlo antes de empezar a seguir la estela del grupo que quería explorar. 

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08/02/2015, 15:26
Anya Bennet

Las palabras de Ivanna me sorprenden y confunden, dejándome sin palabras. Sin embargo lo que dice Allegra me hace hablar antes de que el malentendido suponga mi ruina -Allegra, a Zaira le pregunté por si sabía algo quién la había atacado, algo que no era raro. A Ivanna le pedí explicaciones, como tantos otros, por acusar a Zaira. Pero si pedí que no desvelásemos nada fue porque me pareció leer entre líneas información que otros de los presentes dejaron caer y que podría ponerlos en el punto de mira. Por cierto, hablando de ti, Ivanna, lo que dices me deja sin palabras pero prefiero no preguntar antes de que se me tiren al cuello...

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08/02/2015, 15:51
Narrador

Bajo el abrigo de la - cada vez más presente - oscuridad un grupo se separó, dirigiéndose a la gran torre del reloj. La puerta estaba abierta, como todas las de la ciudad y tras ella sólo había abandono. El olor del óxido llenó vuestro olfato y la sensación de que la luz que había ahí dentro era en cierta forma extraña no tardó en llegar. Ante vosotros había unas escaleras de caracol que, de asomarse alguien por el centro, parecerían eternas.

La madera de las escaleras estaba débil y desgastada. Sin embargo era lo suficientemente resistente como para aguantar el peso de cualquiera de vosotros. Los que os decidisteis a continuar la pudisteis sentir hundiéndose ligeramente bajo vuestros pies con cada paso, produciendo en ocasiones un pequeño chirrido.

Llegar al primer piso no os reveló nada. Era un espacio sin más paredes que las exteriores, con un sofá roto, una mesa coja y dos sillas en las que sería mejor no sentarse. Estaba lleno de polvo, y a pesar de que la única luz parecía venir de más arriba vuestros ojos ya adaptados podían distinguir sin demasiado esfuerzo la forma de los muebles que teníais delante.

Las plantas siguientes tampoco llegaron a deciros gran cosa. Cada vez el mobiliario era más escaso y menos frecuente, como si el esfuerzo de subirlo a un lugar que no tenía ni siquiera cuartos de baño no mereciera la pena.

Finalmente llegasteis al último piso, y si alguien se molestó en contar todos y cada uno de los escalones se encontraría con un número concreto: quinientos setenta y seis. Estabais arriba. En las entrañas del reloj.

Cualquiera habría esperado una habitación llena de engranajes, de ruedas dentadas y correas que se movieran de una forma rítmica y constante.. Sin embargo no había nada. Nada más que el propio reloj de nuevo. Ni siquiera era que pudieseis ver la propia esfera desde dentro, no. Os encontrabais en la parte interna de ese gran reloj, y esta contaba con dos agujas gemelas mostrando las horas. Dos llamas danzando, una blanca sobre el VII y una negra sobre el III, que eran las que daban luz a toda la torre. Era lo mismo que veíais antes desde fuera, pero dispuesto ahora hacia vosotros de una forma cercana y, en cierta forma, temible.

No había lugar para la maquinaria allí. No había sitio para la precisión suiza, para los muelles y contrapesos. En ese lugar, como en Fäe, las cosas funcionaban de otra manera. Las agujas de ese reloj, así como las de su gemelo exterior, eran impulsadas por la voluntad de alguien que las movía segundo a segundo, minuto a minuto, durante cada hora del día.

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08/02/2015, 16:13
Lyman F. Gale

Su observación sobre la necesidad de explorar y buscar respuestas en la torre parecía haber calado. Poco después había un grupo, más numeroso que pequeño, de voluntarios dispuestos a llevar a cabo tal tarea. Lyman creyó no ser necesario para ese cometido, suficientes eran para llevarlo a buen puerto, no dudaba que la información que pudiesen obtener sería compartida entre hermanos. Así que él mismo optó por disponerse donde aun sería de utilidad.

-Me quedo con ella.- Anunció cuando algunos le preguntaron con la mirada si iba a ir con ellos. Se refería a Lera pues era quién más había sufrido. –Quizás, iremos a un lugar más tranquilo.- Obviamente prefería ir a cualquier sitio alejado de aquél cadáver que yacía como un recordatorio de lo que había ocurrido en el puentey del que ella le costaba apartar su mirada no aliviándola de su pesar. –Los que queráis id avanzando, puede que os alcance luego.- Su voz cascada y apenas audible había dejado claro sus propósitos, y a la pobre Fata que le había tocado ser verdugo de aquella ejecución dirigió su atención. –Hemos estado juntos en esto. No estás sola.- Informó con una sonrisa cuando ella manifestó no encontrarse bien. –Sólo hemos sido herramientas de otra voluntad.- Intentó consolarla. –No te juzgues con severidad.

Dejó que otros pudieran mostrar su respaldo a la afectada humana, haciéndose un poco un lado cuando se acercó Seth, y entonces, con la idea de ofrecerle paz lejos del muerto propuso ir a cualquier otro sitio. Miró al Fata que vestía de niña que otramente se había mostrado solicita, y sin palabras la invitó a acompañarlos fuera de ahí. Para entre los dos, ayudar a andar a Lera, si lo necesitaba.

-No sé si era malo.- Reflexionó en voz alta o respondió a una pregunta lejana de Jane respeto a Mathias. –Pero se mantenía indiferente a lo que aquí pasaba, ajeno a nuestro tormento y tratando a sus hermanos como si en vez de tal, fueran pedazos de carne a los que usar. No por ello, debió de padecer castigo, pero cuando algo se infiltró en nuestra cabeza en busca de un nombre, no pude evitar dar el suyo, antes que el de otro hermano.- Aclaró en respuesta. -Él no mostraba ningún interés por ayudarnos, ni auxiliar a Fäe. Se portó egoístamente. Como sí una muerte no fuese relevante, como si una guerra no fuera grave, y por lo contrario, como si todo ello pudiese ser de su conformidad- Y en su interior, esperó que si aquella elección que no había tomado sin voluntad pero que había ejecutado como uno más, fuera la correcta. Según palabras de testigos, pudo ser así, lo que era en parte un alivio.

Por lo demás, escuchó. Sin sospechas ni pruebas era lo mejor que se podía hacer.

No supó si Paul, Yvanna, o el mismo actor eran “valientes o temerarios” al arriesgarse con sus suposiciones e informaciones. O sencillamente les interesaba exponerse para que supieran ambos frentes lo qué podían hacer. –Cuantos Hermanos que pueden leer la verdad en los vivos y muertos.- Ironizó con su habitual susurro una simple observación sin dudar de ellos o la misma. Sonó como quién no puede elevar su voz, y pudieron escucharlo quienes tenía cerca, pero sin marcar o llegar por ello a ninguna conclusión.

No sabía si era buen consejo el de que desde entonces no estuvieran solos por exponerse o mejor consejo era decirse a sí mismos mantenerse alejados de ellos por si daño podían hacerles. No obstante, no lo gobernaba el miedo y ante una sugerencia que alguien exclamó sobre sí la oscuridad podía amparar a los malvados.

–No los ampara.- Replicó. -Mientras esté yo.

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08/02/2015, 16:57
Niba Laymon

Niba asistió a los acontecimientos que se precipitaron sobre ellos con el terror más puro rebosándole de la mirada de sus ojos azules. Seguía pálida como un muerto y quieta como si alguien la hubiera clavado en la porción de suelo sobre la que se encontraba.

Cuando la pelea comenzó supo que Mathias no saldría vivo, y así fue, aunque la joven apartó la mirada de la escena mucho antes de poder ver cómo la vida del fata se evaporaba a manos de sus atacantes. No se sintió ajena a la responsabilidad de aquel hecho, tan culpable era ella como todos los demás, hubieran participado o no en el asesinato. 

Después comenzaron las preguntas, las acusaciones, los por qués... Pero en cuanto a ella poco o nada tenía que decir, ni siquiera tenía buenos motivos que esgrimir para sostener su acusación en las votaciones ¿Qué podía decir? 

Un grupo se marchó a explorar el reloj. No los siguió, no creía que allí hubiera nada de interés, las luces, los fuegos, eran solo la respuesta a lo que estaba sucediendo y a lo que iba a suceder. En algún momento, flexionó las piernas y se sentó, todo aquello le parecía una auténtica locura, había recuperado su memoria pasada, pero se sentía igualmente perdida, quizá doblemente confusa ¿Qué sucedería ahora con ella? ¿Quería volver a Fäe? ¿Quería o podía dejar su otra vida atrás? Quizá muy pronto no tuviera que formularse más esas preguntas, o a lo mejor debía comenzar a asimilar lo que estaba pasando entorno a sí y actuar en consecuencia. 

Una última pregunta apareció en su cabeza cuando las voces de los demás se fueron apagando o alejando "¿Quién sería el siguiente?"

 

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08/02/2015, 18:29
Chris Loriod

¿Querían juzgar a la gente por acusar a alguien? Bien, Chris podía jugar a este juego perfectamente.

Permitid-me una puntualizasssión: Únicamente consssta la teoría de coloresss para determinar culpablesss. Aina blanca y Falmari negra. ¿Y a quien ssseñalaron? A moi. Por ello, ¿yo que sssoy? ¿Que sssón el resto que me ssseñalaron?  - miró a Ivanna antes de volver a mirar a Roger - Quizásss Ivanna lleve consssigo la paz, no lo dudo, pero no ssse puede acusssar de tal forma a quienesss dudaron de ella. Y menossss revelar la identidad de Vayna, sssin haber dicho quien eres tú en realidad. De muy poco ssseñor. - concluyó Chris ligeramente molesto con la actitud del gentleman.

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08/02/2015, 18:59
Jane Wild

Las conversaciones que se sucedían a mi alrededor iban demasiado deprisa para una mente tan pequeña como la de mi cáscara. Fruncía el ceño de manera continua, y quería enterarme de lo que pasaba y decían para poder yo también intervenir, pero me sentía incapaz.

Había llegado a la conclusión, tras escuchar al círculo de sabios en el que se habían convertido todos ellos, que todos teníamos un fata en nuestro interior, que algunos guardábamos la sombra de la guerra en el corazón, y nos impulsaba a seguir matando, como había ocurrido con aquella chica que, después, había revivido. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue la teoría del reloj.

Contemplé los números romanos de la esfera, y la oscuridad que la envolvía, y pensé en si tenía sentido que la llama fuera cambiando de color a medida que los ajusticiamientos se iban sucediendo a nuestro alrededor. Me pregunté por qué nos tendría que dar pistas acerca del corazón de cada uno de los caídos.

Y también me pregunté si no nos estaría mintiendo para engañarnos, como si estuviera haciendo maquinaciones insidiosas para hacernos daño entre nosotros, aunque no debamos temer nada.

También me sorprendí ante aquel que miraba en nuestro interior, y podía reconocernos. Sonreí de manera ladeada, pensando que se estaba arriesgando demasiado. Tal vez, no tuviera miedo, o, quizá, lo que hacía era mostrar toda la información que tenía en alto para traficar con ella de manera secreta. Con gente mala.

Chasqueé la lengua, algo asqueada por que permitiera hacer algo así, y me llevé las manos a la trenza para comprobar que seguía bien hecha.

Contemplé al pequeño grupo que se iba hacia la torre del reloj para averiguar acerca de las llamas. Los despedí con un gesto de la mano, pensando en si no les pasaría algo malo. Temía que el grupo se separase y pudiera ocurrir alguna otra desgracia, pero no podía obligarlos a quedarse.

Tened cuidado— murmuré, algo compungida.

Miré a los que nos quedábamos, y pestañeé varias veces, pensando en por qué se quedarían. Mi razón era por que no me parecía demasiado sensato ir a un lugar donde había llamas. Pero, los demás, ¿por qué se quedarían?

Escuché con atención al hombre ciego, y me acerqué a él, sonriente, como si alguien, finalmente, se hubiera acordado de mi pregunta perdida. Sopesé su respuesta, y asentí. Ciertamente yo no deseaba ningún mal a Chris, a quien había votado, pero me ponía nerviosa.

—No para de sesear— me excusé, murmurando, poniendo los ojos en blanco—. Es estresante.

Fui con él y con la otra chica a un lugar más apartado del cuerpo de otrora Mathias. Lo miré por última vez por encima de mi hombro, y le di mi espalda. La verdad: a mí no me caía bien después del comentario “marchista” que había dicho acerca de que las mujeres no sé qué, pero, bueno, tampoco me parecía que debiera morir. Aunque, si era malo… Bueno, si era malo, las cosas cambiaban.  

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08/02/2015, 22:12
Roger Templar

Roger había esperado aquellas reacciones, era lógico que hubiese quien lo creyera y quienes no. Había asumido las consecuencias de su intervención desde el mismo momento en que pronunció la primera palabra de su discurso. El señor Templar tenía sus defectos pero si algo lo caracterizaba era la ausencia de contrariedad en sus actos, si Roger se había decantado por lanzarse al vacio, lo haría sin frenos y sin paracaidas, ya no había marcha atrás.

- Ahora que lo comenta... señor Chris... me temo que su apellido lo desconozco, es cierto que he sido muy descortés con la señorita Anya. He rebelado su identidad sin presentarme, toda una falta que voy a subsanar de inmediato... Mi verdadero nombre es Míriel. ¿Satisfecho ahora? creo que no puedo ser más franco ni hablar más claro. - Roger había terminado por mostrar sus cartas, un riesgo demasiado grande y sin posibilidad de enmienda, pero habían apelado a su honorabilidad como caballero y eso no lo podía consentir,

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08/02/2015, 22:43
Zaira Castleworld

Zaira llegó a la torre y miró hacia arriba. Las escaleras parecían extenderse hasta el infinito y por un momento se planteó dar media vuelta y regresar al puente. Pero finalmente decidió seguir adelante, suspiró y empezó a subir aquella eterna escalera de caracol.

Cuando llegó a la última planta se apoyó en la pared y respiró profundamente, recuperando poco a poco el aliento. La subida había sido costosa y más de una vez había estado tentada de dejarlo correr. Pero había llegado hasta allí y deseaba ver lo que había dentro de aquel reloj. Quería encontrar respuestas y tenía el presentimiento que allí podía encontrarlas.

Pero no podía estar más errada. Miró las manecillas del reloj y un escalofrío recorrió su espalda. Estaba justo enfrente de la enorme esfera y aquella visión era temible. 

- Aquí no hay nada - .

Bajó de nuevo las escaleras, no tenía ganas de quedarse en aquel sitio más de lo necesario. Caminó hacia el puente, buscando a los que allí se habían quedado. 

Enseguida se dio cuenta de que el ambiente se crispaba. Habrán seguido discutiendo... Sus labios se torcieron en una pequeña mueca y negó con la cabeza. - Hemos llegado al mismo reloj, pero allí no había nada. No habían ni engranajes, ni pesos... Tan sólo la misma esfera vuelta hacia dentro, era como si estuviéramos en el interior del reloj - . No sabía exactamente como explicar lo que había visto y se encogió de hombros.

Suspiró y llevó su mano a la frente, empezaba a ser un poco tarde y aquel día se sentía muy cansada. Habían sido demasiadas emociones. Miró a su alrededor, buscando algún rincón donde poder sentarse y apoyar su espalda, al menos durante un rato. Aquel día no pensaba hacer como el anterior, quedarse sola y buscar entre aquellas casas abandonadas. Según habían ido pasando las horas, la angustia que sentía en su interior se había ido haciendo cada vez más grande. 

Se sentó junto a la entrada de una casa y abrazó sus propias piernas. Apoyó la barbilla sobre sus rodillas y se quedó en silencio, observando a la gente.

Míriel... Al escuchar las palabras de Roger, una suave sonrisa se dibujó en los labios de Zaira.

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08/02/2015, 22:54
Lera Madison

Lentamente fue recuperando la compostura, controlando su respiración hasta transformarla en una imperceptible, como era normal. Acostumbró sus ojos a la visión de quién había muerto por su propia mano mientras escuchaba la agradable voz del hombre de las sombras, para sus oídos como una canción de cuna que calma a un niño antes de dormir. Nada podría levantar el peso de su alma, pero aquel fata en cuerpo de humano la reconfortaba con una facilidad casi imposible. 

Como voces bajo el agua escuchaba el sonido distorsionado de las opiniones del resto del grupo, algunas palabras destacando por sobre otras. Palabras como "asesinos", "enigma", "Guerra", "Matar", "Sangre" se revolvían en su mente, destrozando su cerebro con suposiciones y culpas, preguntas imposibles de responder hasta que el final de los finales llegara a invadir el lecho de cada uno de los presentes. El nombre de "Falmari" saltó a sus oídos también, grabándose en su memoria, reclamando el lugar entre las tumbas en el cementerio imaginario que había fabricado dentro suyo. Se quitó el sombrero en señal de respeto, bajandolo a su pecho y mostrando entre su cabello dos cuernos puntiagudos perfectamente formados. Sin protestas siguió al ciego y a la niña, sin requerir de su ayuda pero manteniendo la menor distancia posible. Aquella sombra le inspiraba confianza, y si él confiaba en la niña ella lo haría también. Las personas que fueron y volvieron, y el cambio en el paisaje de un cadáver a otro escenario aleatorio pasaron casi desapercibidos para la fata.  

Hubo una sola combinación de sonidos que hizo reaccionar a su cuerpo casi inerte, aquel repugnante nombre que le provocaba escalofríos de puro odio y necesidad de castigo. "Míriel". Clavó una mirada fulminante en el actor, aguantando las ganas de quebrarse el cuello allí mismo para verlo caer. Se mantuvo paralizada, sabiendo que si se movía resultaría en algún daño que, por más que amaría causarle, no ayudaría a la paz de Fäe. Buscando control, clavó sus uñas en el brazo del hombre a su lado, sabiendo que lo tomaría como un grito de auxilio en vez de como un ataque. 

Míriel... - pronunció, reconociendo su existencia entre el grupo.

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08/02/2015, 23:01
Adam Hart

Adam había dejado trascurrir el tiempo escuchando lo que todos decían. Tan agusto que estaba. No pudo evitar observar la "discusión" Entre Vanya y Míriel. Recordó la película de el Experimento. Muy buen rollo al principio y acabó como el rosario de la aurora. Un escalofrío recorió su cuerpo al pensar que todo esto, toda esta situación no carecía de cierta similitud, si lo mezclabas y agitabas con fuerza con Gran Hermano. Una risilla se le escapó, y una baba detrás.-Bueno, se acerca la noche.- Comentó. -Yo me voy a sobar. Si no aparezco mañana estaré muerto y si aparezco aquí muerto, también estaré muerto.- Se acercó un instante a Roger.- Roger...o Míriel...o como prefieras. ¿Me invitas a otro piti?. Te lo cambio por un lexa, si quieres.- Era evidente que estaba muy relajado. Aquellas pastillas debían ser muy potentes, aunque seguro que rockero se sostenía en pie, por la fuerza de la costumbre.

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08/02/2015, 23:33
Anastasia Bubois

Anastasia escuchó el formal debate entre el inglés y la chica huesuda, asombrada, intentando seguir el hilo de sus acusaciones y contestaciones, incluso ante la tensión del momento no pudo evitar soltar una carcajada que rápidamente ahogo bajo sus dos manos cruzadas y presionando sus labios en cuanto Roger desveló el nombre fata de Anya. Le pareció un momento excesivamente telenovelesco y viniendo de ese actor no podía creer haber vivido una situación de serie B.

Sus mejillas empezaron a enrojecerse por la presión del aire que contenía por lo que cerró los ojos para calmar esa explosión de nervios  y entornó su cuerpo para apartarse de la conversación y soltar el aire lentamente.

“Ania, Falmari, Vanya” empezó una lista en su mente, no recordaba a ninguno. No pudo evitar pensar que si la propia Anastasia los hubiese conocido se hubiese olvidado jamás sus rostros, ni sus nombres; por ello ya hacía mucho tiempo que había perdido la costumbre de preguntar los nombres, residía tan poco tiempo en un mismo lugar que prefería no tener a quien recordar.

Una sonrisa amarga se formó en sus labios, fruto de una segunda línea de pensamiento que bajo aquella idea la bombardeó con imágenes de su última noche en el mundo cuerdo, y el sonido del vapor del agua hirviendo intentando escapar de la tetera maltrecha se instaló en sus oídos; esa melodía siguió sonando mientras su mente la torturaba con imágenes más antiguas: mademoiselle Giggins abandonando su habitación y cegando el ojo de la puerta con su llave; Adeline llorando a la orilla del lago intentando limpiar la tinta de la punta de su trenza; el móvil de estrellas que colgaba en una esquina de su habitación…

 Quizás recordaba demasiado, quizás todos los recuerdos de Anastasia no eran más que un exceso de capas de pintura sobre el verdadero cuadro que temía mirar.

De nuevo fue Allegra quien impidió que se evadiera en un espiral de autismo no diagnosticado ofreciéndole acompañarlos a una exploración del reloj. Asintió en una sonrisa poco natural y consiguió que sus pies accedieran a moverse bajo sus deseos, y no al revés como últimamente solía ser.

Al llegar a la torre del reloj, los ojos de Anastasia se abrieron de par en par como si temieran perder algún detalle, incluso se le erizó la piel ante aquel panorama. Le pareció sumamente hermoso, adoraba los edificios abandonados que aún conservaban muebles, más cuando el aire parecía distinto, estancado. Sentía como si hubiese atravesado una fotografía para poder pasear por un escenario eterno. Se adelantó al grupo para encorvarse hacia el ojo de la escalera y al ver la infinidad en ella sonrió deleitada, como la primera vez que había abrazado a su madre, como la primera vez que había visto a Allegra caminar a su lado.

Incorporó de nuevo su cuerpo y su morada cabellera acarició la barandilla de esa escalera que chirriaba bajo los pies de sus compañeros, se unió a ellos con la ilusión de un niño que sigue el mapa de un tesoro. Y volvió a descender como la sombra de cualquiera de ellos.

Quinientos setenta y seis escalones, quinientos setenta y seis suspiros, y ninguna recompensa.

Volvió con la mirada gacha, decepcionada por la obviedad de ese lugar. No existía nada que no fuese estrictamente necesario, ni siquiera los colores externos a ellos mismos.

El grupo sedentario seguía discutiendo, hablando de más. Pero Anastasia dejó de escuchar de pronto. Sus ojos se ensombrecieron y perdió el control de su respiración, sintió como se asfixiaba y como su corazón bombeaba cada vez más rápido, sus rodillas flaquearon y en un acto reflejo se agarró del hombro de Allegra para no caer al suelo, sin ningún pudor por quien era ella, sin ninguna emoción por su contacto; Anastasia olvidó quien era por un momento para dejar que otra esencia tomara su cuerpo. Una esencia que sonrió con insidia.

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09/02/2015, 00:02
Xia Han

Con la idea de visitar la misteriosa y tétrica torre del reloj buscando su finalidad, la joven Xia se adentró en sus cuatro paredes donde el olvido era latente, escaso mobiliario y eternos escalones, tuvo que hacer alguna parada para tomar aliento. - ¿Es qué no acaba nunca?  - Comentó hastiada de tanto subir sin conseguir nada por el camino. Un denso ascenso hasta el núcleo.

Y allí se vio con la sorpresa desconcertante de que las misteriosas llamas que iluminaban los números III y VII no existían nada más que el deseo de alguien, alguna presencia o quizás una imagen cuya finalidad era engañar a todo aquel que tenga la osadía de llegar tan lejos.

Nada. – Comentó una vez observado con detenimiento el final de su trayecto que le hizo creer que nunca acabaría. Por supuesto no se quedaría ahí, así que deshizo lo andado hasta llegar de nuevo con el resto, y donde el ambiente era tan tenso que si tuviese un cuchillo lo utilizaría para aliviar la densa carga a su alrededor.

Cansada de dar tantos paseos, pero especialmente por culpa del infructuoso esfuerzo que invirtió prefirió tomarse un pequeño descanso. No muchos decidieron tomarse la molestia de aquella comprobación, y sinceramente habían hecho bien.

Tengo la sensación de que esto no es más que un decorado, un decorado para la macabra obra que se produciendo, y obviamente, todos los presentes somos los protagonistas. -  Se apartó un mechón de su pelo mientras dejaba su espalda en alguna pared para así descansar en parte.

La finalidad de la torre no es más que señalizar “algo”, digamos que es como un faro. – Añadió con neutralidad antes de permanecer en silencio durante varios segundos que aprovechó para dejar de pensar de una vez. Dar tantas vueltas a lo mismo le pareció innecesario, sin contar el hecho de tanta discusión, preferió mantenerse al margen por el momento.

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09/02/2015, 00:22
Kammy Phillips

Chris había respondido a su afirmación de una manera que ella no esperaba y solo asintió, ya que no sabía qué decir ante una intervención como esa. Luego, estaba el gesto que Allegra le había hecho antes de marcharse, el cual ella dejó pasar de largo porque no se sentía en condiciones de mirarla, no todavía.

Su intento de ayudar a Lera resulta infructuoso, ya que ni ella, ni la niña, ni el ciego, habían notado su presencia y Kammy solo se apartó. No dijo nada pero el sentimiento de soledad que la invadió hizo que sus ojos regresaran al violeta intenso que la caracterizaba esos días y se disponía a regresar al lugar que, si bien no era un hotel cinco estrellas, sería lo suficientemente cómodo para pasar la noche. Quería compañía, la necesitaba de hecho. Pero no sabía a quién acudir, así que descartó la idea pero sí pensó en algo.

Se acercó a Adam cuando le ofreció una pastilla al inglés y le dijo - No fumo pero ¿Te importaría regalarme una? Hay algo que quiero sacar de mi cabeza - el recuerdo de Stewart más concretamente.

Roger había desvelado su identidad fata y Kammy lo miró algo intrigada. ¿Por qué? ¿No apreciaba su vida?