Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Noche 3: Frío

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20/02/2015, 01:27
Director
Sólo para el director
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20/02/2015, 01:27
Narrador

 

Noche 3: Frío

Otra vez más el atardecer se acercaba. Esas temidas seis de la tarde en las que parecía que cualquier cosa pudiera pasar. O, al menos, cualquiera que implicase muerte.

Los minutos anteriores a las campanadas estuvieron llenos de tensión. Eran varios los que se creían a punto de ser ajusticiados, y sentir esa espada de Damocles sobre sus cabezas no era plato de buen gusto. Las miradas de unos y otros volaban: algunas indecisas, otras firmes. Sin embargo en esta ocasión sólo una persona parecía dispuesta a mantenerse al margen. Fuera quedaban las utopías. Fuera quedaban las ideas de no tomar parte. Cuando el único camino para la supervivencia de uno mismo o de un bien mayor es levantar el brazo, son pocos los Fata que se mantienen al margen.

En esta ocasión parecía haber dos posibles objetivos. Dos personas en las que se centraban prácticamente las miradas. Y vuestra experiencia os decía que sólo tras la cuarta campanada veríais claro quién reunía más apoyos, y quién más enemigos.

Esta vez la primera campanada no pilló a nadie por sorpresa. Poco a poco habíais aprendido a reconocer ese latido que sonaba en vuestros corazones justo antes de que el ansia nublase vuestros ojos y encendiese vuestras acciones. Algunos de vosotros contuvisteis la respiración. Otros emitisteis un rápido jadeo, que sería la antesala de ese primer gong. Sabíais lo que estaba por comenzar, pero muy pocos teníais claro quién sería el objetivo de los ataques, o si realmente caería.

Las siguientes campanadas pasaron en un suspiro. Podíais sentir mientras tanto la sangre bombeando en vuestras venas, en vuestras sienes, luchando por lanzarse hacia quien se había hecho merecedor de colocar su nombre en vuestros pensamientos. Y al terminar la sexta algunos de vosotros notasteis esa sensación diluirse hasta desaparecer. Sin embargo para otros aquello no había hecho más que empezar: los que habían señalado a Anya la miraban ahora con su nombre grabado en las pupilas.

Por primera vez desde que os encontrabais en aquel lugar hubo una espera de varios segundos. Todos los implicados parecían contenerse, como si estuvieran esperando una nueva negativa por parte de la rubia, tal y como el día anterior había sucedido. Pero esa orden no llegó a salir de los labios de la psicóloga.

El primero en adelantarse fue Seth. El británico caminaba con seguridad hacia donde ella se encontraba, con una mano en el bolsillo y un aire a medio camino entre la determinación y la chulería. - Cruz, encuentro con qué abrirte la cabeza y nos libramos de ti de una vez. Cara, sacas todo tu potencial y acabas conmigo. - Afirmó antes de sacar del bolsillo una moneda, una libra de plata, y lanzarla al aire.

Pero la moneda no llegaría a ser recogida. Anya había aprovechado esos segundos para prepararse, y en ese momento llevaba ambas manos hacia adelante con rapidez. De cada una de ellas parecía manar la pura esencia del frío, como dos rayos blanquecinos que formaban estalagmitas de hielo a su paso. Sólo por un pelo Seth logró librarse del ataque apartándose a un lado, y donde él se encontraba su moneda había quedado encerrada en uno de esos bloques helados.

Aquello fue como el pistoletazo de salida. Los que habíais pensado en ella reaccionasteis entonces, colocándoos como si entre todos fuerais a dar caza a un animal huidizo. La rodeasteis en el puente, cerrando cualquier salida posible. O eso parecía.

Sin ningún tipo de duda, Anya dio algunos pasos hacia la barandilla, dispuesta a lanzarse al vacío. Aún sabiendo lo que algunos de los que la acosaban podían hacer no temía al agua. No, al menos, más que vuestra cercanía. Sin embargo Adam sería más veloz, y una vez más se movería más rápido de lo que estabais acostumbrados a ver. En menos tiempo del que se tarda en suspirar el drogadicto se había colocado a su lado y la agarraba por el hombro, deteniéndola, listo para descargar un golpe con el otro brazo con toda la velocidad que su cuerpo y su poder le permitían. El puñetazo llegó sólo un segundo después y, con él, pudisteis oír el crujir del hueso. La mejilla derecha de Anya se encontraba hundida de una manera escabrosa, y en sus ojos podía verse el dolor que aquel golpe le había producido. Sin embargo aquello no era todo: el brazo de Adam, ese con el que la había agarrado durante sólo un instante, se encontraba congelado hasta más allá del codo, totalmente inutilizado y sumido en un frío tal que el chico sólo podía abrazárselo mientras las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas.

Anya aprovechó ese momento para hacer lo que antes sólo había intentado: saltar del puente sin miedo, con la certeza de que abajo sería recogida por un pequeño tobogán de hielo. Ella ni siquiera llegó a tocar el agua: en el mismo momento en que se acercó a ella, toda la superficie del río se heló, creando un lugar sólido desde el que miraros con satisfacción, como si con ese movimiento hubiera demostrado ser más lista que vosotros. Fue entonces cuando sucedió algo que ni ella ni ninguno de vosotros os esperabais. Una mano humana salida de dentro del agua rompió el hielo, agarrando su tobillo y tirando con fuerza hacia abajo. Tanto el rostro de Anya como los vuestros se tiñeron de sorpresa, y por más que ella tratase de zafarse de ese brazo que la agarraba esperando hundirla le era imposible conseguirlo. Ni las patadas ni todo el frío que podía condensar parecían suficientes para apartarlo, y con cada nuevo movimiento el agujero hecho en el hielo era mayor.

Desde que las campanadas habían empezado a sonar había alguien que no había apartado su mirada de la psicóloga. Zaira había seguido cada movimiento y os había acompañado cuando la habíais rodeado. La había visto tirarse al agua, y también la miraba ahora luchar. Sin embargo su atención parecía dividida, como si estuviera centrada al mismo tiempo en otro lugar. Mientras tanto el cielo se oscurecía, pero no era sólo por la cercanía de la noche: todo el firmamento parecía cubrirse de unas nubes grises y espesas, y el sonido de tormenta a lo lejos empezaba a llenar vuestros oídos aún por encima del de la lucha. La chica de ojos rosados seguía así, atenta a cada movimiento, y en determinado momento su brazo empezó a alzarse. Sin embargo no fue hasta que aquella mano fantasmal arrastró a Anya hasta dentro del agua que el puño de Zaira se cerró y su brazo descendió con rapidez. Y en ese mismo momento un rayo cruzó la distancia que le separaba de vosotros, impactando en el lugar donde la ajusticiada se había hundido.

Unos segundos más tarde la veríais salir de nuevo a flote como un peso muerto, como si todo hubiera terminado. Pero algo en vuestro interior os decía que no era así. La ira no había empezado a desaparecer, y a pesar de que ella pareciera muerta sentíais ganas de descargarla contra su cuerpo,

Mientras, varios metros por debajo de vosotros, el hielo comenzaba a cubrir el cuerpo de Anya, creando una coraza y cubriendo la parte de su rostro que había sido herida por Adam. Lentamente volvía a ponerse en pie, y su expresión dejaba más que claro que aunque el asunto de tal cantidad de electricidad recorriendo su cuerpo no le había resultado agradable, aquello no había terminado para ella. Su mirada altiva os recorría ahora uno por uno, mientras de su boca salía vaho con cada exhalación. Parecía estar midiéndoos y amenazándoos, evaluando a los que aún no se habían unido a la lucha y calibrando sus fuerzas. Su semblante se encontraba más serio ahora que nunca y sus ojos se detuvieron sobre los que aún estabais en el puente, echando de menos a alguien... Cuando una bola de nieve le dio en plena cabeza.

Cerca de su posición pero fuera de lo que había sido el cauce del río se encontraba Misty. Había bajado del puente y corrido por la ribera mientras Anya luchaba por no ahogarse, colocándose en la misma postura en la que un lanzador de béisbol se pondría para lanzar con toda la fuerza que su cuerpo le permitiera. Ahora parecía amasar una vez más en sus manos una bola de nieve que no había salido de ninguna parte, dispuesta a tirársela a Anya. Una sonrisa entre irónica y divertida fue formándose en el gélido rostro de la atacada, que parecía preparada para contrarrestar su ataque con otro de un calibre desproporcionado.

Ni siquiera llegó a realizar un gesto. Esta vez no hizo falta proyectar el frío desde sus manos. Simplemente dejó escapar su aliento, y lo que hasta un momento atrás era vaho empezó a extenderse en dirección a la albina como un torrente de aire que iba tomando consistencia al avanzar. A medio camino ya era como un ariete hecho de hielo, y cuando sólo faltaban unos metros para alcanzarla su contundencia era tal que habría matado a cualquiera. Fue una suerte, entonces, que de la nada apareciese un enorme muñeco de nieve con vida propia interponiéndose en su camino, y que aún tras ser atravesado por el ariete extendiese sus brazos para frenarlo. Misty no llegó a apartarse. En lugar de eso se recogió sobre sí misma, cubriéndose la cabeza, y el ataque de Anya se frenó a sólo unos centímetros de su piel.

Bastaría con un nuevo impulso, con darle un nuevo empujón para acabar con la chica. Sin embargo algo distrajo la atención de Anya. Un fuego fatuo de color azulado se había formado sobre el hielo, a escasos metros de ella, y ahora bailaba desafiante. Otro se formó un instante después a dos metros del anterior. Y luego otro, y otro, hasta que todos ellos la rodearon. Poco a pocos las llamas se hicieron mayores hasta adoptar el tamaño de un hombre adulto y empezaron a moverse, cerrándose a su alrededor. Casi podíais oír la música que los hacía moverse a todos al mismo ritmo, constantes y aparentemente perpetuos. Y cuando se encontraban a sólo un par de metros de ella se retorcerían un poco más, tomando la forma de alguien conocido por todos: Aubin. Eran más de veinte copias de sí mismo hechas de un azul intenso, casi cegador, que luchaban por sujetar a la mujer, por mantenerla prisionera para que otro de vosotros pudiera ajusticiarla. Los golpes de Anya, que se movía rápido aún dentro de su coraza, dejaban una estela blanquecina en el aire, y cada vez que atravesaban a una de las copias del francés esta se deshacía durante unos instantes, para formarse de nuevo un segundo más tarde. Y probablemente esos fuegos fatuos con forma de persona habrían logrado su objetivo, de no ser porque sobre el puente Aubin había empezado a congelarse. El hielo se había extendido desde abajo, rodeando la estructura y había alcanzado sus pies. Desde allí había trepado a través de sus piernas, llegando hasta su cadera, y cada vez ascendía más y más.

Se encontraba ya por su vientre cuando una voz interrumpió todas las acciones. Con tono autoritario, Xia hablaba en un susurro que llegaba a todos los rincones de la ciudad, haciendo vibrar el aire ante vosotros. - Que tu hielo se quiebre. - La oísteis decir. - Que tu hielo se quiebre y tus huesos lo hagan con él. - Sentenció. Al momento pudisteis ver cómo el hielo que rodeaba a Aubin, al brazo de Adam, el que amenazaba a Misty, el que cubría el río... Todos empezaron a partirse en mil pedazos. Al mismo tiempo el cuerpo de Anya empezaría a tomar posturas imposibles mientras sus brazos, sus piernas... Toda ella se partía por dentro. Su garganta trataba de contener los gritos de dolor, pero no era capaz de retenerlos del todo. - Que tu hielo se quiebre y tu voz enmudezca, pues tú nos quitaste la nuestra. - Aseveró, y tras sus palabras dejasteis de oír la voz de Anya. - Que tu hielo se quiebre y tu sufrimiento sólo tenga fin cuando encuentres la muerte. - Continuó. Al mismo tiempo el cuerpo de Anya parecía recomponerse. Ayudada de su coraza, parecía estar soldando sus huesos utilizando hielo. Su mirada se encontraba ya perdida entre la agonía del dolor, el ansia de venganza y la lucha por su supervivencia. - Que tu hielo se quiebre y tu vida se aca... - Estuvo a punto de concluir Xia. Pero antes de que llegase a hacerlo un nuevo ataque de una moribunda Anya tendría lugar, condensando en su dirección el aire en forma de hielo una vez más. La oriental tuvo que interrumpirse para apartarse de su trayectoria, pero a ese intento le seguiría otro, y otro después.

Así fue como llegó un momento en que Xia sólo pudo huir. Correr de un lugar a otro intentando no ser alcanzada en el proceso. Corrió, abandonando el puente y luego lo hizo sobre el adoquinado. De haber sido un poco menos ágil, habría sido alcanzada. De haberse precipitado, Anya habría podido anticipar sus movimientos. Sin embargo ella combinaba la dosis justa de destreza con inteligencia.

Y, aún así, terminó siendo arrinconada contra la pared de una de las casas. Mientras tanto Anya se había ido acercando poco a poco, sin cesar en sus tentativas de congelar a su oponente. Y parecía que iba a conseguirlo cuando un potente chorro de agua apartaría el que iba a ser el golpe de gracia, dando a Xia el tiempo suficiente para resguardarse dentro de la vivienda. Había sido Allegra quien había dirigido ese torrente líquido desde el agujero del río hasta allí, salvando la vida de la oriental. Y era Allegra también la que ahora se apartaba haciendo un gesto a Alana bien claro: tu turno.

El poder que Alana poseía sobre la tierra parecía haberse refinado y fortalecido a lo largo de los días. Nada tenía que ver lo que habíais visto el día anterior con Adam con lo sucedido con Mathias. Y nada tendría que ver con lo que veríais ahora al enfrentarse a Anya. A estas alturas no sólo el río y el puente, sino también las calles que los rodeaban estaban totalmente congeladas y el frío era intenso. Anya sin embargo parecía no notarlo, y ese cascarón de hielo que la cubría, haciéndola parecer mucho más entera de lo que estaba le daba un aspecto cada vez más temible. Sin embargo no era algo que acobardase a Alana. Dando un paso al frente la miró durante sólo un instante antes de alzar una mano con rapidez, y del suelo nacieron un par de abrazaderas hechas de tierra que poco podrían hacer una vez congeladas. Pero aquello era sólo el principio. Como si se dejase llevar por su propio instinto todos pudisteis ver cómo Alana empezaba a bailar, dejándose llevar por unos compases que sólo ella oía. Con los ojos cerrados sus pasos eran definidos y claros, y parecía disfrutar de cada uno de ellos. Mientras tanto, a su alrededor, muros firmes se levantaban cada vez que Anya intentaba uno de sus ataques y poco a poco la roca empezaba arremolinarse en torno a ella, como si estuviera preparándose para sepultarla. Aquello no pasaría desapercibido para Anya, quien formaría bajo sus pies un enorme pilar de hielo que la elevaba para apartarse de aquella amenaza. Y desde allí arriba, como si ya no hubiera nada que perder, se lanzó a por la chica, formando en aire dos cuchillas heladas alrededor de sus antebrazos.

El golpe no llegaría a tener lugar. El baile de Alana se detuvo, sí, pero cuando con ese último movimiento un enorme bloque de tierra se alzó repentinamente del suelo, deteniendo a Anya justo antes de impactarle. La tierra la rodeaba, aprisionándola, inmovilizando sus extremidades por completo. Además cubría la parte inferior de su rostro, tapando su boca y dejando en su nariz el espacio suficiente únicamente para respirar. Pasaron un, dos, tres segundos. La amenaza parecía haberse detenido sin ninguna muerte.

Sin embargo las cosas aún no habían concluido. Los ojos de Anya empezaron a tornarse más y más azules. No sólo el iris, sino también la pupila y luego el globo ocular, como si aún guardase un as bajo la manga. O tras la córnea.

Sería Seth quien le pondría fin a eso. Su paso al acercarse era igual de firme que antes, y de camino arrancó la estalagmita que contenía su moneda. Al llegar adonde Anya se encontraba no pareció pensárselo demasiado. El momento que se tomó fue para reunir las fuerzas para lo que iba a hacer. Fueron tres golpes certeros. Con los dos primeros usaría el lado de la punta de la estalagmita, atravesando primero uno de sus ojos y el otro después. Algo en vuestro interior se rompió ante tan escabrosa imagen, y fue a peor al ver cómo la sangre que salía de las cuencas vacías se helaba. Era difícil y al mismo tiempo inevitable ponerse en su piel, pero sabíais que si no estaba destrozándose la garganta al gritar era sólo porque las palabras de Xia se lo habían prohibido. Y luego vino el tercer golpe. Ese que acabaría con la vida de la chica.

Seth lo llevó a cabo agarrando la estalagmita por la parte más fina y usándola como si se tratase de un bate de béisbol. Con una contundencia brutal golpeó la cabeza de Anya con la fuerza suficiente como para que hueso y hielo se partieran al mismo tiempo.

La vida ya había abandonado el cuerpo de la psicóloga cuando oísteis un pequeño tintineo. El de la moneda liberada al romperse el bloque de hielo. Y para quien se atrevió a mirar, el resultado no dejaba lugar a dudas: Cruz.

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20/02/2015, 04:24
Narrador

Ni siquiera habían pasado diez segundos desde que la moneda había caído al suelo cuando otro sonido captó vuestra atención. Durante los últimos minutos la ciudad se había helado y ahora el frío anidaba en el ambiente como una consecuencia más de lo que había pasado. Sin embargo lo que oísteis nada tenías que ver con eso.

Se trataba de Roger. Había caído de rodillas, débil, y ahora se llevaba su característico pañuelo a la boca sólo para encontrarlo más lleno de sangre que nunca. Y al apartarlo todos pudisteis ver cómo un reguero de sangre abandonaba su boca y su nariz, formando en el suelo blanco un dibujo inconexo.

Los ojos del actor buscaron una vez más entre los presentes, manteniendo toda la dignidad que podían en esa situación, antes de que el hombre cayese al suelo de repente, prácticamente fulminado.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

 Adam Hart  Alana McRae  Allegra Blue  Anastasia Bubois   Andy McGregor  Aubin Beaumont  Chris Loriod  Kammy Phillips  Lera Madison  Lyman F. Gale   Misty Holes  Mr. Ink - Hundo Freneza  Paul Adams  Seth McCarthy  Shawn D. Williams  Thomas Haynes  Xia Han  Zaira Castleworld

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20/02/2015, 09:51
Paul Adams

Mis ojos buscaban cada rincón donde aquella ardua lucha tenía lugar. A cada día que pasaba la intensidad así como la entrega por el odio era mayor.

Por un segundo pensé en Fäe, y en la Guerra. Si aquí entre solo unos pocos eramos capaces de desplegar todo ese odio, no quería ni pensar, cuanto se habría derramado entre las salas de Fäe, y entre los bosquejos de aquel bosque que circundaba el lugar.

Mucho debería luchar Aina para detenerr aquel embiste, que con ahínco se aferraba a defender una postura incomprendida e imprevisible para los demás.

Cuando ella cayó no lo sé, pues tras el primer embiste de Seth, tuve que apartar la mirada, aquel torrente de odio, era fruto del reloj, pero sobresalía con lo que yo podría soportar.

Cerré los ojos por unos segundos y al abrirlos, las manos de Seth agarraban aquel sangriento trozo de hielo, mientras que en el suelo descansaba el cuerpo de Ayna sin ningún vestivio de vida.

Estaba a punto de hablar cuando Roger, empezó a toser y tras un nuevo golpe de tos la vida se escapaba de sus labios, a al igual que la ardiente sangre que ahora salpicaba su piel. Tragué saliva, a la vez que aceptaba que aquello era verdad.

No había pensado en su nombre esperardo que el tiempo nos mostrase que mentía pero no fue así.

Miré a Zaira que sabía que incluso ahora podría hablar con él y dije: Dile que me perdone por no creer lo del veneno, pero sigo pensando lo mismo de él.

Se lo que vieron mis ojos, y eso no podrá cambiar.

El ambiente era frío y no era solo por aquel reguero de hielo que Aina había dejado, sino por el silencio que dejaba encontrar una verdad.

La tarde caía y con ella lo hacía el sol, mientras que pensaba en donde mirar tras las últimas palabras de Zaira. No sabía si confirmar aquellas intenciones o mirar dentro de aquellos ojos rotos que enmarcaban el rostro de la recién caída.

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20/02/2015, 18:29
Mr. Ink - Hundo Freneza

"Ding dong sonó la campana y la bruja cayo. Eso fue los que muchos allí presentes pensaban, por su parte el narrador de esta extraña historia solo vio un final mas, uno con la lucha mas fiera y contra a quien no se le puede juzgar por intentar vivir. Al otro lado, mas cerca, un hombre caía una vez mas, presa de sus propias palabras con veneno en la sangre."

Cuando todo hubiera acabado, Hundo se sentó en aquella que ya era su compañera, una silla plegable y escribió un par de lineas en ese mismo lugar, pensando si era las mas adecuadas o simplemente era trabajo desecho, sea lo que fuera no importaba lo mas mínimo, pues seguramente nadie llegaría a leerlo jamas. Cerro el libro, miro al frente y lo dejo sobre sus rodillas. La noche ya era un hecho y lo único claro es que Roger decía la verdad sobre el veneno, la duda era si Alana era quien le dio ese veneno para juzgar su alma o aprovecho la sinceridad del actor para usarlo a su favor.

-Creo que esta noche va a ser larga.

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20/02/2015, 19:48
Shawn D. Williams

ada vez que alguien sangraba en aquella ciudad, cada vez que alguien alzaba el puño contra un igual provocaba un nudo en el estómago a Shawn. Sabía de sobra que era necesario encontrar a los asesinos para escapar de la trampa de Azamarac, pero eso no quitaba que su voluntad rechazase esa idea. Lamentaba muchísimo la pérdida de vidas.

A pesar de ello, él mismo había señalado a Alana pensando que hacia lo correcto. Solo el tiempo diría.

Tras la muerte de ambos, Shawn apartó la mirada de sus cuerpos y la volvió a la torre. Deseó con todas sus fuerzas que aquella vez arrojase alguna pista más, algo que les diera esperanzas. Lo que fuera. —Espera —se dijo a su mismo con impaciencia. El ir y venir de las llamas nunca había sido completamente inmediato, a veces se demoraba más de la cuenta.

—Tenemos que dar con la solución a este enigma, sé que podemos. Se lo debemos a todos aquellos que ahora están en el más allá. —comentó en general hacia el grupo. 

—Con Anya y Roger muertos espero que podáis abandonar la discusión sobre el pasado de Miriel y las mentiras que se contaron sobre el actor. Me duele decirlo pero creo que nos hemos librado de un buen par de elementos...

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20/02/2015, 20:46
Zaira Castleworld

Como cada atardecer, a las seis en punto, las campanadas empezaron a remover algo dentro de Zaira. Ésta dirigió su mirada rosada hacia Anya. Estuvo estudiándola, mientras las nubes empezaban a acumularse sobre sus cabezas. Nubes oscuras, como la rabia que sentía en su interior. Al ver que la fata se tiraba al río, Zaira se acercó a la barandilla y miró hacia abajo, sorprendiéndose al ver surgir del hielo una enorme mano humana que sujetó a Anya e intentó hundirla. Echó una fugaz mirada hacia los que se habían reunido en el puente, sin entender quién era el que hacía aquello. Pero no permitió que aquello la desviara de sus intenciones, cuando aquella mano hundió a la fata, Zaira, que había alzado su brazo hacia el cielo, cerró con fuerza el puño y lo bajó, convocando un rayo que cayó en el agua, electrocutando a la condenada.

Siguió el resto del combate en silencio. Por un momento creyó que Anya acabaría liberándose de ser ajusticiada. Observó su fuerza y admiró su lucha por vivir. Aunque finalmente ésta cayó y la calma tras el combate envolvió aquella ciudad oscura. 

Pero esa calma no duró ni diez segundos. Roger terminaba de agonizar y daba sus últimos estertores antes de que sus ojos quedaran sin vida. Zaira le miró con tristeza, pero no dijo nada. Escuchó a Paul y tampoco le dijo nada. Caminó hasta el borde del puente y se sentó sobre su barandilla, dejando las piernas colgando hacia fuera y mirando hacia el río, donde había ocurrido parte del combate.

Durante unos minutos estuvo en silencio, con la mirada perdida y una expresión cansada y triste en su rostro. Finalmente arrugó el ceño y apretó con fuerza los puños. 

- Vanya está haciendo lo mismo que aquí - Murmuró para sí, con rabia. - Lo está tergiversando todo y ahora intenta poner a todo el mundo en mi contra - . Suspiró y levantó la mirada, pestañeando y sacudiendo suavemente la cabeza. - Yo no me he librado de ellos - Dijo con una pequeña mueca en sus labios y mirando hacia Shawn. - Y ahora Roger atribuye el poder que me contó Tarma a otra fata. Dice que quien le resucitó fue para atarlo a su voluntad y todo el tiempo que ha estado con nosotros, ha estado agonizando ante su sádica mirada - . Suspiró y volvió a dirigir su mirada hacia el río, mientras sus piernas se balanceaban, distraídas. Deseaba que todo aquello terminara de una vez y poder regresar a Fäe, libres...

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20/02/2015, 21:34
Chris Loriod

Al final se decantaron por Anya, y no podía culpar-les. Y con la muerte a posteriori de Roger, sabía que el culpable de la muerte de Jane había pagado. Aun así, no esperaba que ya muriese, pero ese tema quedó aparcado cuando Zaira volvió a hablar.

Bueno, esssto debería poderssse demostrar. - dijo Chris mirando a Paul - Sssi antesss era un interésss particular, creo que ssse ha convertido en algo másss general, el sssaber que poder alberga ssse oculta en Tarma.

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20/02/2015, 21:43
Zaira Castleworld

Zaira miró a Chris y negó con la cabeza.

- No creo que Tarma haya mentido - . Le dijo, formando una pequeña mueca con los labios. - Si solo puede hacerlo una vez al día, sería desperdiciar su poder. Pueden haber dos personas que sean capaces de esclavizar a alguien - Un escalofrío recorrió su espalda, si aquello era verdad, podía ser algo horrible. - O, como ha sugerido Ivanna, se hayan apropiado del poder de Tarma cuando ésta murió. Mirarla a ella no nos dará esas respuestas - . Se encogió suavemente de hombros. - A Roger lo querían muerto y, mienta o diga la verdad, a pocos eso les ha importado. Yo sólo he querido explicaroslo para que supierais lo que estaba diciendo. Acusa a Lassa de todo lo que le ha pasado hasta ahora. Dice que es la que lo mató la primera vez, para después resucitarlo y esclavizarlo - . Se quedó un momento pensativa, mordiéndose distraídamente la parte de dentro del labio. - Lo que dice puede tener sentido. Lassa era la madre de los dos niños que murieron y querrá vengarse - Suspiró y deslizó su  mirada rosada entre los presentes. - No sé quién eres, pero deja esta venganza y utiliza tus poderes para poder salir de este sitio y podamos regresar a Fäe. Si es verdad lo que descubrió Paul, intercederé por ti delante de la Familia Real y te ayudaré a limpiar el nombre de tus hijos - . Se ofreció, sin mirar a nadie en concreto, aunque buscaba en los ojos de los presentes algún signo de reconocimiento.

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20/02/2015, 22:17
Allegra Blue

Allegra pasó los últimos minutos antes de las seis con los ojos fijos en el agua del río, dando la espalda al reloj y tratando de hacerse a la idea de lo que iba a suceder. Sintió la señal dentro de sí y cerró los ojos con ese latido previo tan efímero como un segundo eterno. 

Sus ojos se abrieron de nuevo al mismo tiempo que la primera campanada resonaba en la ciudad. Todos sus músculos se tensaron y se movió como un resorte, girándose de cara hacia el resto y fijando su mirada en la mujer a la que había elegido como su objetivo.

Era el tercer atardecer que presenciaban en esa ciudad. Y fue la tercera vez que Allegra se vio envuelta en el combate que tuvo lugar. Con cada uno de ellos descubría en ella un poder más grande de lo que había creído el día anterior. Lo que en su vida mundana había sido casi anecdótico ahora le servía para quitar la vida a otros. ¿Dónde estaría el límite?

La brutalidad del final que Seth propició a la elegida probablemente le habría pasado desapercibida en medio del combate, pero llegó justo cuando la rabia que la movía se disipaba. Un estremecimiento recorrió su espalda mientras parpadeaba y miraba al hombre. Durante un instante una sombra de temor cubrió sus ojos al recordar cómo Seth la había mirado los dos días anteriores cuando el reloj había dado las seis. Tragó saliva despacio, pensando en que ese tipo habría querido hacerle eso a ella. Tuvo que hacer un esfuerzo consciente para apartar una mirada demasiado elocuente de él y con un suspiro rápido se dio la vuelta.

Allegra sentía de nuevo las manos ligeramente temblorosas después de que la inyección de adrenalina la abandonase y su voz sonaba más ronca de lo habitual. Sin embargo, no se sentía tan mal como el día anterior. Probablemente por no haber sido ella la que había dado el último golpe. Se detuvo un instante a preguntarse a sí misma si se estaría acostumbrando al horror tras vivirlo varias veces al día, o si era porque se sentía menos insegura de su elección en esa ocasión. Y deseó que no fuese la primera opción. 

Sus ojos contemplaron el lugar, que ahora estaba lleno de hielo, y se aseguró de que Anastasia estaba bien mientras se estremecía por el frío a pesar de la chupa. Después su mirada recorrió el lugar, deteniéndose en los que habían sufrido con más fuerza los envites del hielo de Anya. - ¿Estáis todos bien? - Preguntó a todos los que habían sufrido algún tipo de congelación. - ¿Alguien puede derretir el hielo o hacer fuego? - Añadió, mirando al resto para terminar posando sus ojos en el enfermero. - ¿No podría darles una hipotermia o algo de eso? 

La conversación entre Zaira y Chris llamó su atención y escuchó a ambos para terminar mirando hacia Paul de nuevo. Mientras continuaba pendiente de ellos, se acercó a Anastasia y sin decir nada rozó suavemente su brazo con la punta de los dedos para que supiera que estaba allí a su lado. La sentencia del escritor le parecía verdaderamente cierta. - Sí. Creo que va a ser una noche muy larga. - Repitió para sí misma. 

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21/02/2015, 04:00
Aubin Beaumont

Cuando Aubin observa que Misty se jugaba el cuello, y de alguna manera… turbando la paciencia de una Anya amenazada de muerte, el francés lo ve, lo siente… - Me toca... –piensa… Fuegos fatuos. Azules. Uno, otro, otro, otro (y otro, y otro mas)… que adoptarían su propia forma para rodear y asediar a la rubia sin mucha dificultad. No obstante… se cala cotejando un repentino marco a la inversa. El poderoso hielo de la psicóloga (o Vanya, mejor dicho) empezaba a ganarle peligrosamente la partida… lo atrapa, no puede manejar su orquesta de fuegos, lo esta congelando. Solo para su suerte particular, la china lo libra de aquel cáustico cepo para llevarse el follón a otro lugar. Fiu. Un frenesí de 8 contra 1, casi nada.

Cuando todo termina a manos del británico pirado. Aubin queda libre de aquel cautivador efecto. Destensa su figura, da unos pasos, no tranquilo, exhausto de cintura para abajo. Los presentes no tardan en retomar conversaciones, y este se da por aludido con las palabras de la cantante. Con algún tic convulso, comenta – Por mi parte, mis fuegos no valen… Allegra - aprieta un parpado, aguantando el frió hormigueo de sus piernas acaparando su estomago - Perciben, iluminan, hacen fuerza- resume - …pero no segregan calor... - y le vendría bien, desde luego...

Segundos después, amasa su cara con sendas manos… - …Roger, resurgido a merced de otro… ¿ah? – dice. El inerte cuerpo del actor no había tolerado el dictamen de Alana y su veneno, y aun encima... lo habían puteado. Si merecida o inmerecidamente, ya era otra cosa, si verdad o no... también. Aunque el francés se siente quejoso – De momento, sigo masticando que si Templar es un Fata en guerra, su inciso sobre Anya (noche 1 – a lo loco) fue una absoluta ridiculez. Me consta que no mentía con su poder... – pesadito el... fiandose de Paul, no mentiría con su poder... pero si con sus intenciones. Pero no... no terminaba de fiarse del enfermero muerte, en torno a Anya, ¿fiándose de Templar? Si, y no del todo. Era fácilmente complicado, y hacia frió... pero sugiere igualmente - Oye... Paul ¿no es mejor que veas lo que esconde Anya, en lugar de Jane? - por quitarla de la sopa de una vez...

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21/02/2015, 11:49
Seth McCarthy

Seth nunca antes había mostrado tal grado de violencia, por lo que cuando acabó con su vida y se encontró con el arma de hielo en las manos la soltó de inmediato, mirando con rabia y duda el cuerpo de Anya. Cuando sale lo que quiere en su moneda nada puede parar el resultado. Ni el miedo ni nadie. 

Camina con lentitud y sintiéndose pesado hacia su moneda y la coge. Nunca apuestes contra un jugador... - Dice en bajo mientras la guarda en el bolsillo. En su rostro puede verse la duda de quien no está orgulloso de lo que ha hecho, y una sensación extraña por ser el menos espectacular de los ahí presentes. Quizás a eso se deba mi aspecto completamente humano, sin pelos de colores ni puta corteza en la polla. Piensa para sí, mirando a todos, por si alguien estaba en shock por tanta violencia. La mirada de Allegra es clara y directa. Responde su mirada con un leve giro de su rostro y aprieta la mandíbula. Masculla entonces unas palabras cargadas de convicción. - Ninguno queremos mancharnos las manos, pero alguien tiene que hacerlo... - Vuelve a mirar a Allegra, recomponiéndose. Es solo hielo, apuesto a que se derretirá. - Dice medio en broma, pero sin sonreír siquiera. La palabra apuesto sonó inevitablemente. Una vez vuelves al juego, eres el juego... No me abandones. 

- Anya es una puta líos. No sé si es una asesina o no, como tantos otros que ya han muerto, pero lo que está claro es que cuando habla nos pone la cabeza como un puto bombo. - Mete las manos en los bolsillos y toma aire tras escuchar a Shawn. Coincido- Es duro de decir, pero seguro que sin ella ni Roger podemos pensar con más claridad. ¿O no? - Pregunta a todos, esperando una respuesta honesta del resto. 

 

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21/02/2015, 12:48
Anastasia Bubois

Anastasia tembló ante el linchamiento, helada por el frío y la visión, helada también en sus acciones.

Observó el combate, inmóvil e incapaz de apartar su vista de Anya y de su hielo, siguió con la mirada cada una de sus creaciones desde que nacían hasta que se completaban para enlazarse con otra; el ataque infantil de Misty entremedio de esa barbarie, que en otro contexto le hubiese parecido una incitación ha hacer lo mismo, a devolverle el ataque y prepararse para empaparse en nieve, en aquel momento le tensó la espalda y se preparó para sacarla de la linea de reprimenda de Anya. Y, sin embargo, esperó para actuar hasta que ya no fue necesario.

Se frotó las manos intentando hacerlas entrar en calor y cuando creyó que empezaba a conseguirlo buscó los bolsillos de su plumón en un gesto acostumbrado, desviando sus ojos del combate por primera vez al no encontrarlos en su sitio. Al verse vistiendo la chaqueta de Anya su corazón se contrajo, por la simplicidad de verse en el lugar de esa fata del hielo, levantó su mirada lentamente, casi deseando arrepentirse de esa idea, casi negando que aquello que no veía ocurriera; pero el impulso de saber fue más fuerte que sus ilusiones y cuando buscó la mirada de Anya no encontró más que dos ríos de sangre helada y un inminente golpe de gracia.

Cuando todo acabó se sintió muy pequeña, pero invadida por la plenitud de saberse en tregua por unas horas. Y quizás por ello la sucesiva muerte del actor la sobresaltó y la obligó a taparse la boca con ambas manos como si quisiera ahogar un grito por ambos.

La caricia de Allegra hizo que Anastasia recogiera su brazo, apartándose de ella en un acto reflejo, incómoda por sus magulladuras, pero remedió ese desprecio involuntario con una sonrisa forzada que contrastaba con unos ojos temerosos.
-Mejor larga que corta sin amanecer.- respondió en un tono pesimista y olvidando su dolor físico se acurrucó contra el cuerpo de Allegra para tomar prestado un poco de su calor.

Dirigió su mirada hacia Aubin, por encima del hombro de Allegra lamentándose por la manca de calor de sus fuegos y luego buscó a Seth únicamente para controlar su posición ya que pretendía tomarle la palabra, mantenerse cerca esa noche.

- Yo creo - se atrevió a opinar - Que Roger no necesitaba decir la verdad sobre sí mismo para decir la verdad sobre Anya. - hizo una pausa antes de continuar perdiendo su mirada en la chaqueta prestada - Ella demostró su poder pero que pudiera protegerse no implica que pudiera proteger a otros; ni que no pudiera como dijiste - mira a Zaira - que había dicho Roger, o Míriel, que se aliara con los traidores.

Tragó saliva reforzándose para no sentirse culpable para hablar de ese modo de quien había sido amable con ella, o, en general, de un muerto.

- Quizás ambos lo hacían, pero tenían amigos distintos.

Se encogió de hombros viéndose cerca de la teoría de Xia y Allegra.

- ¿Ha sido tu juicio?. - miró a Alana - ¿Tanto Roger como Ivanna? - al pronunciar el último nombre su mirada se entristeció siendo incapaz de figurarse los sentimientos de esa chica de las piedras que de haber acabado con Ivanna sentiría la muerte de su amigo Samuel también sobre ella.

Luego miró el reloj guiada por las palabras de Shawn. - Puede que no signifique nada, que simplemente sea una cuenta atrás. Un modo extraño de medir el tiempo en este lugar.

- Quiero decir, ¿y si nada tiene que ver con los muertos? Las palabras de Ivanna podían ser meras conjeturas...

Notas de juego

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21/02/2015, 15:10
Alana McRae

Me miré las manos impresionada por el rápido desarrollo de mi poder. En mi vida como humana siempre había sentido la vida y la vibración de la tierra, pero nunca había podido hacer nada con ello. El bloqueo de la memoria debió bloquear también esa capacidad, aunque casi lo agradecía. Ya fue bastante duro sin ello. Ahora que recordaba, entendía porque enfermaba cuando me alejaban de la naturaleza.

Cuando escuché a Allegra me giré para fijarme en los que tenía hielo en su cuerpo.

-No puedo hacer fuego pero, con una estructura de tierra en torno a la zona afectada, el cuerpo podría usar el calor corporal en deshacer el hielo más rápido. Creo que funcionaría como las mantas térmicas de los paramédicos, aunque no estoy segura.- Miré a Paul buscando su confirmación.- ¿Crees que funcionaría?

Antes de que recibiera contestación Anastasia me preguntó por Ivanna.- No, no fui yo. Lo intenté pero cuando llegué ya estaba muerta. SI hubiera sido por mi juicio, habría funcionado igual que con Roger. Se habría despertado para tener la oportunidad de explicarse y no habría muerto hasta las campanadas. Eso lo hizo otro y su veneno actúa mucho más rápido por lo que solo busca la muerte y no la posibilidad de demostrar su inocencia.

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21/02/2015, 18:54
Paul Adams

Asiento ante la propuesta de Alana, y digo.- Es una buena opción, o puede que al igual que pueden crear esas capas, algún generador de aire no estaría mal o puede que cualquier animal de gran pelaje, pues el calor de contacto es fundamental para evitar la pérdida masiva y así evitar el shock...

Luego miro al resto y digo.- Debemos elegir rápido, o la luz de la tarde se apagará... 

Mi mirada se posaba en torno a los cuerpos de los ya caídos, pensando en que hacer con rapidez antes de que la noche cayera por completo y perdiéramos la oportunidad.

Si no decían nada, buscaría en aquello que había estado en duda de algunos antes de empezar... y eran las facultades de la pequeña Jane. 

Mis pasos se dirigen hacía ella, mientras espero la respuesta de los demás.

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21/02/2015, 19:43
Lyman F. Gale

Físicamente se notaba más fuerte que nunca, sabía que jamás estuvo tan en forma, pero, a la vez, más allá de las energías propias del cuerpo se sentía extenuado. Un cansancio que tampoco era mental. Pero se sabía demasiado cansado de alguna forma inexplicable, quizás más espiritual, aunque no era mucho de pensar, buscar o creer ese tipo de cosas. Era demasiado pragmático y, aun así, se notaba languidecer.

En cuanto las campanadas no le exigieron trazar acciones contra quién buscó con odio dictado, el hombre ciego bajó la cabeza y puso las manos en los bolsillos de su vieja y raída sudadera. El ademán habría resultado estéril para él, pero obviamente no pretendía ahorrarse visiones que pudieran quedar grabadas en su mente, en ese sentido la ceguera podría haberse interpretado para otros como una bendición, pero nada se grababa con mayor perpetuo horror en el subconsciente que los olores desprendidos en el aire, tan intensos que ahogaban hasta el gusto, ni los gritos de agonía por verse acuchilladas las cuencas, y reventados los globos oculares, ni el tenue, efímero, indescriptible e inconfundible estertor final que anunciaba, no una sino dos alma más apunto desprenderse para siempre de sus carnes. Por suerte o desdicha, Lyman hacía mucho que no dormía, incluso antes de verse en la puerta de Fäe: la ciudad oscura. O habría tenido material para llenar sus pesadillas, hasta el último de sus días.

Y mientras Allegra se encargaba de los vivos y sus heridas, él lo haría de los muertos. –Toma, es todo lo que tengo.- Le respondió sacando de su bolsillo y lanzando a la cantante un viejo y deslustradísimo mechero, cuya tapa prácticamente bailaba sobre su bisagra consecuencia del uso y el óxido. El mismo con el que se había encendido aquél último cigarrillo que había servido para despedir su lado humano. Salvo la ropa “todo lo que tengo” no podía ser más literal, puesto que como hombre prácticamente no había tenido pertenencias materiales y aquella era, ciertamente, todo el contenido de sus posesiones durante largos años.

Anduvo hacia los cadáveres y con el esfuerzo propio de descubrirlos por el tacto de los pies, pues no emitían sonido ni respiración alguna, los recogió en silencio entre sus brazos, primero uno después otro, depositando a Anya y Roger al lado del resto de hermanos caídos. Sin pedir esta vez nada a nadie sobre qué hacer con ellos.

Asintió a las palabras de Chris y mirando vagamente dirección a Paul. Él también seguía sintiendo esa necesidad de confirmación, sin que se remediase con las exposiciones de la mujer que podía contactar con los muertos, cuyas propias palabras, invitaban a creer que seguía respaldando al Fata que escondía el actor por alguna razón, que agradecía tener la libertad de no juzgar. En su opinión, mirar el alma a los dos recién caídos no aportaría mucho más a aquella discusión tampoco, demostrar la culpabilidad de uno no añadiría inocencia en el otro, como alguien había dicho, hasta podía que respondieran a distintos lados hostiles de un conflicto a tres bandas, ajenos a aquellos que deseaban y solo pretendían volver al hogar. Solo una incómoda idea, a pesar de ello, harto también, o mejor dicho aletargado, ésta vez no dijo nada, fatigado de remover el tema que podía ser poco más que suficiente ruido con el que deslizar por debajo algo de mayor cabal. “Si era así, Lassa se cobró su venganza.” Pensó para sí zanjeando el tema en su mente. No sacaría nada de decirlo a viva voz, seguirían en sus quince y a él en el fondo poco le importaba lo que hicieran. Seguiría con sus propias hipótesis e investigaciones y cuando tuviera algún hecho concluyente actuaría en consecuencia. Si la muerte no se encaprichaba y lo abrazaba antes.

 Larga o corta la noche, se encogió de hombros y dirigió sus pasos en clara intención de alejarse de ahí. Sin prestar ni juzgar la frialdad con que Seth encajaba la responsabilidad de sus actos y justificaba su elección con un sencillo “lo mareaba y hablaba demasiado”.

Detuvo sus pasos, se giró e invitó a Lera a irse juntos de ahí. Para toda despedida, solo destinó unos contados susurros a Shawn y Anastasia antes de ir a encontrar un sitio nuevo donde hacer la noche. –No veréis llama alguna.- Les advirtió movido por nada más que instinto, tanteando con la mano el hombro del hombre de ojos ambarinos. –O quizás sí, pero no responde a las muertes. El reloj no es el enigma que estuve conjurando, lo sabían cuando estúpidamente abrí la boca y lo siguen sabiendo ellos. Tantos como llamas hay. Vivos o muertos. Sean del lado que sean. Lo saben y se lo callan. No lo cuentan sean traidores o hermanos. Por miedo, por recelo al otro bando de esta guerra. Y, quizás, hagan bien.- Y hasta cabía la posibilidad que ellos dos lo supieran y preguntasen por simple farol. Pero si no era así, aquél hombre marmóreo y de corta estatura sintió la mínima decencia de advertirlos para que no perdieran más el tiempo. – No perdáis más el tiempo con ello. Ya lo sabréis a su debido tiempo.

En cuanto enigmas, hasta creía haber resuelto sobre quién los desterró y quién los aguardaba en Fäe si regresaban algún momento, pero seguía sin resolver el más importante de todos ellos. ¿Quién los estaba diezmando?

Notas de juego

Lo siento, el post lo tengo escrito desde las 5. Llevo toda la tarde intentando subirlo. Y no me cargaba el p"7# editor. Sorry.

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21/02/2015, 22:30
Misty Holes

Misty tomó aire con fuerza cuando todo acabó. Una vez más había estado al borde de la muerte y había tenido que ser salvada por otros. Se levantó con cierto esfuerzo y vio como el muñeco de nieve se iba derritiendo mientras se despedía de ella con una sonrisa en su rostro y agitando la mano. La chica le devolvió el saludo y se quedó ahí hasta que no quedó nada de su salvador.

Se abrochó hasta arriba su colorida chaqueta y se acercó al grupo tarareando. Había sido una imprudencia por su parte alejarse, había quedado a merced de Anya, pero no parecía importarle demasiado. Ese poder era enorme. Comentó, mirando lo que quedaba de la rubia. Me pregunto si te hace más poderoso estar al borde de la muerte...

Vio que Paul se alejaba hacia la niña sin que la nadie le detuviese pese a que habían sugerido que usar su habilidad con ella no era buena idea. Se acercó a él y le agarró de una muñeca. Perdona, Paul, ¿verdad? Aún no había intercambiado palabras con él. Yo tengo una idea mejor. Dijo, directa. Mira a Ivanna. Le dijo, con una sonrisa inocente en su rostro. Sé lo que pude hacer. Si lo aciertas, podremos fiarnos de ti. Si lo fallas... Dejó la frase en el aire y le dedicó otra sonrisa. ¿Qué te parece?

Sin esperar respuesta se giró a Alana. ¿Quieres decir que si un culpable se sincera, automáticamente se salva de la muerte que tú le provocas? Preguntó, con curiosidad. ¿Y si es un inocente al que señalas? Quiso saber. O, pese a sincerarse y confesar, ¿mueren igualmente?

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21/02/2015, 23:41
Allegra Blue

Allegra sintió la mirada de Seth sobre ella y se la devolvió sombría, sin responder a las palabras que el hombre parecía dedicarle. En cambio abrió su brazo para apretar a Anastasia contra sí en un abrazo cuando la muchacha la buscó y cogió al vuelo el mechero que el ciego le había lanzado. - Gracias. - Dijo al hombre mientras ya se alejaba. 

- Vale. - Dijo en voz alta hacia Alana y Paul, mientras se organizaba mentalmente. Después miró al pobre francés que parecía estar pasando mucho frío y sus ojos se dirigieron hacia Thomas y Misty. - ¿Podríais traer algún tipo de estufa, de gas o carbón, que no necesite electricidad? ¿O maderas para hacer una hoguera? Ya tenemos con qué encenderla. - Enseñó el mechero y esbozó una pequeña sonrisa. - Yo iré a buscar mantas a alguna de las casas. Están un poco hechas polvo como todo, pero mejor eso que nada. - Se encogió de hombros. En realidad suponía que los dos conjuradores podían invocar mantas o ropa de abrigo sin mucha dificultad, pero había otra cosa que quería ir a buscar.

Miró a Anastasia y le dedicó a ella su sonrisa. - Traeré también la guitarra, me la dejé en la habitación donde dormimos. Y luego tocaré algo para ti. - Añadió en un susurro, tratando de animar a la joven que aún se mostraba afectada por el ataque que había sufrido. - No tardaré.

Sin embargo, antes de marcharse escuchó lo que Misty le decía a Paul y sus ojos viajaron hasta donde estaba el cuerpo de Ivanna. Lo contempló un par de segundos y finalmente asintió, mirando a Paul. - Si ella puede corroborar lo que digas sobre Ivanna creo que estaría bien que hicieras esa prueba. Más que nada para confirmar que podemos confiar en ti. 

Sin añadir nada más se marchó a buen paso, en dirección a la casa donde había dormido, y aunque no esperó para comprobar si alguien la acompañaba, si alguien decidiese hacerlo, no pondría ninguna pega y compartiría la carga de las mantas en el viaje de vuelta. 

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22/02/2015, 06:29
Kammy Phillips

Kammy se mantuvo al margen del combate pero no se imaginaba que el combate que había sido iniciado el día anterior fuera concluido en ese momento, aunque simplemente, respiró y posó sus ojos en alguien cuya atención se desvió hacia Vanya. Su combate le había sido negado y ahora que no quería luchar, la rubia había sido aniquilada, aunque aún recordaba las palabras que le había dedicado Anya y que si ella caía, la esperaría. Retiró la mirada y se alejó, tratando de mantener su distancia para no participar pero todo terminó de maneras que no habría imaginado y le impresionó el poder de Seth y el de Xia, sí que eran fuertes.

Cuando Zaira habló, Kammy se le acercó tratando de sonar neutra y le dijo - Creo que muchos saben cómo es ella y cómo eres tú. Inocente o culpable, ella no ayuda a resolver esto y dudo que ellos no te crean - trató de sonreir pero había algo que le molestaba, seguía preguntándose por alguien en especial pero parecía no obtener su paradero.

Lyman y Misty hablaron, a lo cual dijo a Lyman con rostro inquisitivo - Creo que acabas de afirmar que eres tú quien conoce la respuesta del reloj y simplemente no quieres compartirlo - luego, miró a Misty y se disponía a decir algo cuando Allegra apoyó también su idea.

- También creo que sería buena idea refrentar información sobre Ivanna o Samuel, ya que Vanya acusó a Samuel -.

Notas de juego

Me disculpo por la ausencia u.u.

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22/02/2015, 11:13
Lera Madison

Aquella matanza fue particularmente dura. No había sido una muerte rápida como la que daría un ejecutor. Había sido un campo de batalla lleno de odio, dolor y sadismo, una confirmación más de que no tenía sentido creer en que volvería a ver Fäe. Pero como todos, Lera persistía en ello, terca como solo ella podía ser. Ni siquiera la muerte de Roger la hizo sonreír. Una muerte era una muerte después de todo, y merecía unos minutos de luto, por más felicidad que hiciera sentir a los presentes. 

Se preguntó quién creería en aquella ofrenda que hacía Zaira a la madre de los niños masacrados, como si hubiese alguna pequeña posibilidad de que cumpliera con lo dicho. Más aún, como si hubiera alguna posibilidad que una madre abandonara su venganza y dolor a cambio de tranquilidad para sí misma. Eso solo hablaba de alguien que no entendía lo que era la venganza realmente, sino solo los actos de maldad aleatorios. La venganza, ejecutada correctamente, era la forma más pura y gloriosa de la justicia, la única capaz de devolver paz a la mente y proporcionar un castigo acorde. ¿Quién no querría ver al asesino de sus hijos morir, una vez por cada vida que tomó? Justicia poética, si le preguntaban a ella. ¡Deber, incluso!

Fue en dirección a Lyman y le tomó de la mano, para salir con él de ahí. Aquella noche no había mucho que hacer y, si iba a morir a la mañana siguiente, se negaba a pensar en su última noche como una solitaria y llena de amenazas.