Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Susurros discretos

Cargando editor
17/02/2015, 09:55
Lassa

-Nada que declarar, salvo que confundes mi poder. - me puse cómoda relajando todo mi cuerpo e incluso derribé la guardia que esa fata me obligaba a adoptar con su reputación - ¿Qué sabes de Adam?. - entré en su juego, buscando esa moneda de cambio en la que Eirien era experta - Seth, morador de la Linde, dice haber vigilado esta noche, dice haber visto a Alana levantarse. No creo sus intenciones, sí sus palabras. - busqué la fría mirada de esa fata con una cordial - Míriel no muere por mi culpa, pero ha cometido el error de acudir a mí en busca de consuelo ante lo inevitable de su muerte - sonreí maliciosamente sin negar que disfrutaba ver su agonía de cerca - puede ver el interior de las personas, sus secretos y su maldad - mi sonrisa se torció en la última palabra extrañada de verme admitiendo aquello -¡Mis pequeños eran ángeles! - protesté, aclarando que el fata guardián de la princesa no era infalible sino un vulgar asesino - Roger no miente y creo que tampoco lo hace Paul. Y desconfiaré de todo aquel que se cebe en esa discordia.

Hice un gesto con la mano aparcando aquello para volver al tema del que me había desviado - Sé, que los traidores no actúan si un ojo puesto en su espalda. Siempre vigilan quien más se levanta de noche. Creo que Seth, con aires de héroe podrido, se ha delatado como uno de ellos.

O de vosotros. - añadí por prudencia, Palacio me había enseñado a palos a ver más allá de las primeras impresiones - ¿A quién ayudas en esta guerra, Eirien?.

Dirigí mi mirada hacia el reloj, uniéndome a la suya ¿Sabes qué significa?.

-¿Quién esta por venir?.

Cargando editor
18/02/2015, 05:13
Eirien

Eirien emana fria rectitud, la situacion lo impone, atiende y entiende cada palabra como aquello que desean que entienda. La información es un bien que no debe ser burlado, si no correspondido. En este caso... Lassa no quería colaborar, mas bien... traficar… - Bien... - resta importancia.

- Me regalas la inocencia de Roger, con rencor… pero pareces venderme a Paul como benévola fata, aun acusando con odio al primero… y de quien dude (de una contradicción)… desconfiaras – reir, llorar… que hacer… - ¿por donde coger esta información, fata de la Linde? Y donde queda Anya, pues…

Adam, se 3 cosas sobre el… - escupe una sonrisa, no muy sentida – …pero si estoy engañada con tu poder, además de no poder gratificarte el ultimo regreso (una lastima)… también lo estoy con tu inocencia, Lassa, y tu carcasa... - retoma su lento caminar – …esto rompe el equilibrio con el que creí traerte hasta aquí. Buen engaño… - encoge suavemente sus hombros, aplaude por dentro… pero cambiaba un poco las cosas.

- Desconozco que intentan indicar, así como si no indican nada - dirige su vista a las llamas - ...y aun asi, estoy casi segura de que las compartidas no significan vinculo alguno – llevaba largo rato estudiándolas… busca la mirada de Lassa - Vendrá Atanamir… pero ya no las tengo todas conmigo, contigo, ni con el. Así que... - alza una mano – ...que improvise el destino...

Cargando editor
18/02/2015, 09:34
Lassa

Al oír el nombre de Atanamir sonreí genunina e ilusionada. Reunirme con aquellos fatas capaces de leer la bruma me resultaba tan familiar...

Relajé mis hombros, acerqué mi mano a la alzada de Eirien y apoye mi palma con la suya.

-Sienteme.- le pedí esperando, si no se apartaba, para entrelazar nuestros dedos -No hay nadie más equilibrado que yo. La guerra acabó para mi hace mucho tiempo, deberías saberlo.

Guardé silencio, buscando su mirada, pidiendo con ella que me orientara.

-¿Qué esperas de mi? No pretendí engañarte, y no estoy segura de haberlo hecho.

Perdí el contacto con su mirada para volver al reloj.

-Cuando me reclame un nombre ¿cual no debo pensar? - me negué a acatar el destino.

Volví a ella, recordando sus preguntas.

- He escuchado las palabras del ciego, me han parecido razonables. He aquí la solución a tu contradicción: Ambos ven, pero ven distinto. - mi mano seguí insistiendo en el contacto con la suya - No lo sé a ciencia cierta, la Bruma no habla conmigo como con vosotros.

-Ni siquiera he pensado en Anya, tal vez me replanteé la veracidad de aquello que creo saber.- asentí ligeramente con la cabeza en un gesto de gratitud - ¿Qué tres cosas sabes de Adam? - pregunté ocultando mi debilidad por la siguiente pregunta - ¿Sabes si Leithian está entre nosotros?

Notas de juego

Cargando editor
18/02/2015, 20:00
Eirien

Hablo de posiciones, no de poderes… veo lo que todos ven, Lassa…- (Paul - Roger) y de no mentir ninguno, las cosas se pondrían evidentemente peor. Roza la punta de los dedos de aquella Fata con nostálgico aprecio, intenta sentirla... pero no llega a entrelazar su mano con la suya a pesar de su delicada insistencia, cuestión de haber pasado un sinfín de tiempo entregada a lo desconocido tras su ostracismo…

Adam… conozco su procedencia, su Fata, quien lo busca, y añado (4) su precaria estancia en algún lugar (aunque no sabría decirte donde ni cuando… todavía)… si es que te interesa - curva sus desgastados labios - …pero debes decirme que buscas de el, Lassa - prosigue con demás cuestiones… - Sabio Atanamir… - el único ser al que guardaba respeto, quizá… - Fata y coraza, no sé de qué lado está. Creo/quiero confiar en el… pero no lo sé... – sentencia, aun continuando una respuesta anclada a su pregunta ¿que esperas de mi? - La naturaleza de tus palabras, movimientos y un equivoco pensar (resureccion) me conducían hasta ti con un hálito de confianza entre tanta misantropía - Eirien responde - Digamos, quería de ti… una apreciación conjunta sobre Atanamir… - con alguien de confianza, ¿quien mejor que aquella que parecia devolver la vida a las Fatas? mera confusión, provocada... arquea una ceja.

- Leithian… no se nada sobre este, podremos preguntárselo al que esta por venir. - responde - Me interesa Loth… también Lúva. ¿Que sabes de ellos? - Anticipa – “creo”… que Luva “cree” saber algo sobre Atanamir (desconozco si actual, o pasado). Pero sin conocer su apariencia humana no he podido traerla hasta aquí. De Loth solo quiero saber si esta muerto, o no... podría decirme algo. - deja caer su mirada hacia un hombro

- Creo que ya sabes en quien no debes pensar... cuando lleguen las campanadas, al menos... uno de ellos. confiare en ti, en principio... por lo sucedido esta noche. No me falles, Lassa...-

Cargando editor
18/02/2015, 21:17
Lassa

Una sonrisa irónica se dibujó en mis labios con su primera afirmación. - Ves más de lo que todos ven. Así te recuerdo, fata de la Linde, lectora de la Bruma. - la observé con mi tacto rehuyendo mi vínculo, pude comprenderla y no insistí, ni desistí.

- Adam. Tu me has dado ese nombre, Eirien. No busco en él más que mi supervivencia. Conocer si quiso romper mi carcasa, agradecérselo tal vez. - bromeé en lo último por mi desprecio a esa edad humana.- Me interesa. - hablé su idioma.

- Una valoración conjunta - repetí- Eso puedo hacerlo. - sonreí con amistad - Ayudarte con tu equilibrio, también.

Guardé silencio, apaciguando mis tripas por el calificativo a Leithian 'este'. Y simplemente asentí a su ofrecimiento, valorando si llegado el momento me atrevería a volver a pronunciar ese nombre, temiendo dejar pasar mi oportunidad, perderle para siempre.

- Loth.- intercepté su mejilla abandonando su mano - He oído ese nombre antes.- aclaré-Eso no es bueno. - Retiré mi mano, respetando su ermitaña persona y carácter.

-De Lúva no tengo noticias. No sé en quien se encuentra.

Volví mi mirada al reloj, observando detenidamente y en silencio cada una de las llamas. - Será difícil borrar el nombre de Aubin de la mente de Anny. - arqueé una ceja sabiéndome superior a mi carcasa - Pero lo haré.

- Alana. - aseguré con la mirada en el número XII, el número que atribuía a las campanadas - Será el nombre que piense.

- Deposito mi confianza en ti, Eirien, aun ingenua y ciegamente. Por lo que nos unió, no necesitas tanta soberbia, desdén y recelo conmigo. Eres tu quién me ha llamado -o has aprovechado mi confusión- no intentes hacerme creer que es un honor.-curvé mis labios -Aunque sí sea una alegría. - precisé. 

Cargando editor
19/02/2015, 05:06
Eirien

Por presuntuosa que pareciera, sin mas, era Eirien... - No hay privilegio ni honor alguno. No, preciosa. Tan solo soy una pieza desencajada - de la que apenas quedaba algún ápice de aquello que antaño había sido una belleza acorde a Palacio… en su ahora cadavérica tez, desaliñado cabello y unos ojos que ya no eran tal… el precio de la Bruma

Aun así las palabras de Lassa, directas, calan punzantes en la dama de los secretos - Si quisieras sonsacarme, podrías haber seguido el cauce de mis primeras palabras… supongo - incauta ella, o ambas. Loth… ¿malo? Se preguntaba, y lo hace con interés - ¿Quien es, exactamente Loth...? ¿Lo sabes? - si es que lo supiera, no su pellejo, si no su Fata... o todo. Acto seguido, anexa su mirada con la de aquella bella criatura sobre las llamas… - Aubin... es una mera ilusión, Lassa. Pero estará a tu lado si nada provoca lo contrario... - Y cuando esta expresa su posible suspiro de odio en relación a las campanadas, piensa en alto... - Alana, Essä... Tiene coartada para su paseo nocturno, admite que diario (Ivanna) y según parece, haber envenenado a Roger - duda Eirien, duda... en todos los sentidos –

Yo… - tono desganado - Dejaré escapar mis pensamientos contra Anya… - cruza sus brazos, merma un resoplo de confusión ante la encrucijada de nombres...

Acto seguido, ae lleva un dedo a la sien con lentitud... busca sus ojos - Adam… Morchain, Las Ruinas, omitió respuesta o señal alguna (que yo viera) ante la llamada (pregunta publica) de Kammy, algo que vimos todos. Comparte (o lo hacia) estancia con otro ser, sin repercusión en las llamas…- ahí tenia... pues - ¿te dice algo? ¿crees que pudo ser el? – ¿...O le seguiría pareciendo demasiado pretenciosa? sonríe efimeramente, quizá con mas complicidad de la que debiese, o por impulsos humanos desacordes a una condicionada realidad común... según se viese.

La noche estaba cerca…

Cargando editor
20/02/2015, 00:16
Lassa

Me encogí de hombros ante la imformación sobre Morchain, no me decía nada ese nombre.

- Loth está en el Bosque, y antes estuvo en Palacio, en la sala del trono. - informé - Muerto.

Guardé silencio ignorando como podía afectarle esa noticia.

Después zanjé nuestra reunión privada a la espera de su nuevo invitado.

-Finalmente he considerado tus palabras por Alana, Essä. He pensado en otro.

Notas de juego

Perdón lo escueto, voy a contratiempo :(

Cargando editor
20/02/2015, 00:31
Narrador

Con la llegada del atardecer otra figura empezó a formarse ante vosotras. Ahí estaba Atanamir, aquel que observaba la Bruma. Delante de él Eirien... Y alguien más. Aquella Fata que había abandonado el Palacio tras el asesinato de sus cachorros, caminando hasta llegar a la Linde... Hasta estar a punto de entregarse a la Bruma. Lassa.

Cargando editor
21/02/2015, 07:14
Eirien

Atanamir… - Nombra, la dama de los secretos ostenta un reverente saludo para el morador de la Linde por excelencia. Y por otro lado, acuna un brazo hasta señalar con lentitud la presencia de otra Fata – Lassa, aquí presente… – manifiesta. Y sin dejar de lado su asidua frigidez, alterna miradas entre una y otro… - No seré yo quien desvele nada entre ambos, Lassa, Atanamir. Que cada uno mida sus confidencias entre si – aclara, para evitar así cualquier `malinterpretación´ de equilibrio. Pues... si alguien debía romper el frío hielo, era la fría Eirien...

¿Qué sabemos de Lúva?
¿Qué sabemos de Leithian?
¿Qué sabemos de las INTENCIONES de Celebia?
¿Qué sabemos del misterioso LYMAN?
¿Qué sabemos de HUNDO?

- Atanamir, ¿encontraste a quien reclamabas…? - pregunta primero...
-¿Alguna pregunta? - pregunta después. A ambos.

Sin pretenderlo, extiende sus brazos con cierta petulancia, pues lo que habría sido un templado cenáculo en el pasado… no era mas que una exótica reunión lejos de las cenizas de La Linde... - ¿que podemos compartir, sin mancharnos las manos de sangre? – … su intención es clara, cazar Fatas en guerra.

Cargando editor
21/02/2015, 11:31
Atanamir

Como había prometido Eirien, ahí están de nuevo, juntos. Sin embargo, la presencia de Lassa le sorprende positivamente, si es que se puede sacar algo positivo de este marco en general. Saluda con una severa inclinación a las dos Fatas de la Linde, el lugar de Fäe donde moran los Fatas con sentimientos más claros. 

- Eirien. Lassa. - Dice con su voz grave cuya modulación oscila entre grave y reververante. Dirige sus cuencas, por no tener ojos, a las dos Fatas. - Mi buena fe, que no imprudencia, va a inclinarme a pensar que estamos entre aliados. - Afirma tranquilo acercándose a ellas. Escucha las preguntas de Eirien, claras y que sin duda piden respuesta. Todos queremos respuestas imposibles. Niega con la cabeza, realmente molesto por no tener respuestas. - Me temo que no sé nada de esos Fatas... No he obtenido información, y mis recuerdos son borrosos... Respecto a Hundo y Lyman tampoco he averiguado nada. - Agacha la cabeza, derrotado y lo que más se puede parecer a cansado. - Y NO. - Confiesa con rabia. - Aún no lo encontré. Loth. - Ruge, mirando a Lassa, destapando secretos que no deberían ser secretos entre los Fatas de la Linde. - Loth, el que vino desde más allá de la Bruma. Loth, un Fata que representa el desequilibrio y aberración. - Cruza los brazos y adquiere una pose más digna.

- Poco he averiguado, pero algo de gravedad que con mi cascarón no puedo confesar, o no me atrevo, en público. He estado tras el reloj. - Afirma serio. - Tomé una decisión tras este que seguro estoy encendió una de las llamas. - Las mira, paciente y cauto. - ¿Habéis estado ahí? ¿Sabéis de qué hablo? 

Cargando editor
21/02/2015, 15:58
Lassa

Saludé al que estaba por venir-llegado con una sonrisa amistosa, consciente de que no me esperaba junto a Eirien. Observé su mirada vacía y corregí mi falta de decoro.

- La misma buena fe corre en mi esencia, Atanamir. Un honor reencontrarte aun en estas circunstancias.

Escuché sus nuevas con el sentimiento de haber llegado a media historia, y aun ignorando su inicio o dirección intervine.

- Loth nos dejó la segunda noche, viajó a Palacio, luego al Bosque. Está muerto y tras tus palabras me alegro de ello.

Luego dirigí mi mirada a esa inmensa esfera que nos observaba de cerca a la que Atanamir había hecho referencia. - ¿Encontraste a una anciana en ese lugar?.

Cargando editor
21/02/2015, 16:29
Atanamir

El escuchar que Loth está muerto insufla vitalidad a Atanamir. No sonríe, no puede, pero es algo parecido a alegría. Asiente satisfecho. - En la segunda noche perecieron muchos, pero tras los humanos no puedo ver quien se esconde. Lassa, esto es algo casi personal, pero, ¿sabes tras quien se escondía Loth? - Pregunta a la que mucho ha sufrido, Lassa.

Niega con la cabeza unos pocos grados, pero suficientes. - No. Estuve solo ahí, y tuve que tomar una decisión. - Dice tajante, sin dar más explicaciones por ahora. - ¿Qué te dijo esa anciana?

Cargando editor
21/02/2015, 16:50
Lassa

Negué con la cabeza, ignorando de nuevo su falta de ojos pues en cierto modo parecía ver, quizás sentir.

- Ignoro tras que rostro se ocultaba, esa noche fueron demasiados los que cruzaron juntos; fue demasiado doloroso y cerré los ojos cuando atravesaron al otro mundo.

Dediqué una mirada a Eirien, y de ella a sus fuegos fatuos. - Son como esos fuegos, no todas las almas tienen un rostro que mostrar. Aun así - titubeé antes de seguir hablando, temiendo desvelar aquello que no me correspondía, y finalmente lo hice por la buena fe que habíamos declarado - sospecho que se trataba del chico callado.

- ¿Qué te hizo? - despertó mi curiosidad - ¿Por qué es personal? - pregunté sin mucho mucha fuerza, movida por la curiosidad pero capaz de respetar su privacidad.

- No he estado con esa mujer- me disculpe por la confusión por mi tono - Creía que habías estado en el lugar del que habla Ivanna, con la mujer que le explico que los fuegos representan nuestras decisiones.

>>¿Qué decisión es esa? ¿Cómo has llegado tras el reloj? - copié sus palabras.

Cargando editor
22/02/2015, 13:26
Atanamir

La disposición de Lassa se le hacía agradable. Presente donde el resto de humanos se siente solo en su causa, pero este momento con otros Fatas de la Linde es como una recarga. - Entiendo. - Contesta de un modo escueto a las respuestas de Lassa. Si era eso lo único que sabía, compartirlo es algo valioso y que celebrar. 

- Es personal, Lassa, porque vino de la Bruma. He sido siempre uno con la Bruma, y nada viene de la Bruma. Responde cerrando un puño y ladeando la cabeza, con su expresión como una máscara indescifrable. Prefiere dejar el tema de Loth y continuar descifrando el misterio del reloj. - Llegué sin más. No tengo una explicación para ello. Una vez ahí, al otro lado, estuve frente a veinticuatro dones, y había algunos ya escogidos. Creo que se corresponden con las llamas en las horas señaladas. No sé, si negra o blanca, hay diferencia. - Mira a las dos Fatas de la Linde, sintiéndolas hermosas a pesar de no verlas por la profundidad de su ser y mantiene un silencio de minutos.

- Si puedo deciros algo de las máscaras, es lo siguiente. Seth, dice la verdad, puede morar por la noche y buscar a otros, pero no tiene la capacidad de matar. Además, estoy de acuerdo con lo que dijo de Anya y Roger, pues sus palabras han traído discordia. Alana, juez o no, puede acabar con vidas, y un asesino siempre creerá que una muerte es justa por su causa. Es peligrosa. - Niega con la cabeza. - El resto de mis opiniones son conjeturas. Sin la Bruma no soy el mismo.

Cargando editor
22/02/2015, 16:04
Eirien

No había info sobre las Fatas que Eirien pedía, trafico parado. No obstante, se sentia relativamente comoda. Ésta, uniendo las manos a su espalda, y mentón alto ante el diálogo… tan solo añade devolviendo una suave mirada a Lassa – Entiendo. Y por genero, podría ser Samuel… – asiente, atenta a Atanamir ante la curiosidad de aquella que había perdido a sus retoños, el reloj, las llamas. Eirien se limita a seguir escuchando, hasta sentir los minutos de silencio que el morador del La Linde toma para romper con su mención de máscaras… - Alanna… Fata del bosque, no lo se… – arquea una ceja - Hoy, se me ocurre que quizá se haya gestado la guerra en su interior tras perder a Samuel… Y de ahí, que Seth la haya visto, nadie reclama una postura de paseo nocturno. Esto es lo único que se me ocurre para no confiar, si no, no desconfiar de la palabra del británico – precisa con lentitud - Alana… “justifica” que no podría “evitar” por ningún medio “elegir” cada noche ¿Veis viable la opción de… vendetta? Tal vez… - pregunta, si quedaba tiempo para respuestas - Si es inocente, aun peligrosa, no debemos centrarnos en ella - disiente con este punto.

Y como si la cosa no fuese con ella… comenta - En mi caso, grata compañia... podría haber matado a Celebia para atravesar la esfera… - no evita cierta malicia, aunque realmente… no le importaba lo mas mínimo la repugnante princesa, aunque si sus intenciones - …manifiestamente, no se dio el caso. Pero me intriga la posible opción de seguir en su memoria... – para ellos, destapando secretos que no deberían ser secretos entre los Fatas de la Linde. Eirien. No quedaba mucho tiempo, pero esperaba volver a verlos... a ambos.

Cargando editor
22/02/2015, 19:33
Lassa

Abrí los ojos de par en par atizada por aquello que creía haber inducido de las palabras de Eirien, y necesité de toda mi fuerza de voluntad para escuchar mi parte racional, callar y valorar las diversas interpretaciones de esas palabras.

- ¿Conocéis en quién se oculta la princesa? ¿Tuviste su vida en tus manos y la dejaste vivir? – no daba crédito a aquella posibilidad; todos nuestros compañeros fata habían fallecido por su culpa, incluso hubiese apostado que nuestro exilio se debía a su culpa, que nos observaba morir por las noches en brazos de Amazarac y aplaudía los linchamientos bajo su carcasa.

El desprecio hacia esa mujer se reflejo en la piel de mis brazos que se astilló en rocosas púas y me obligó a centrarme en mi respiración para volver a emplear un tono calmado con los maestros de la Bruma.

- No creo en la inocencia de Alana. No creo en ese deber impuesto de juicio que dice tener. Creo que sus manos han tragado tanta sangre ajena que en sus venas no le debe de quedar propia. Creo que es un títere de la sed de sangre, cegada por excusas como la justicia y la redención de los culpables. No solo me parece peligrosa, sino también desequilibrada.

-En cuanto a Vanya y Míriel, también creo que están mejor muertos.

Arqueé una ceja ladeándome hacia la dama de los secretos - ¿Centrarnos? ¿Centrarnos en alguien para qué? – volví mi voz hacia Atanamir – Seth ha pedido la visita de los traidores. Una lástima.

Cargando editor
22/02/2015, 22:49
Narrador

Y otra vez, en el mismo momento en que en aquella ciudad ahora llena de frío se encendió la llama oscura sobre el número II así lo hizo también en este lugar, apareciendo una llama similar a la otra y que se movía con la misma cadencia lenta y sinuosa.

Cargando editor
22/02/2015, 23:16
Atanamir

Antes de responder a cualquiera de sus comentarios Atanamir repara en el reloj y en la nueva llama. El II... Las mira con tranquilidad. - Alguien ha escogido, si mi teoría es cierta, un don de detrás del reloj. Un actor o un confesor. - Dice solemne. 

Las mira de nuevo, entonces, pero temiendo una despedida. - Eirien, si esto es como la otra vez, aventuro que nos volveremos a ver. Si seguimos vivos. - Dice tranquilo y elocuente. Lo más parecido a una sonrisa brota de su extraño rostro. Y si la Bruma lo quiere, volver de entre los muertos. Su vista vuelve a clavarse en el reloj. 

- Recuerda, Eirien, mis palabras de nuestro primer encuentro. Si lo veo necesario las emplearé para quitarme la máscara ante ti.Ahora se gira a Lassa. - Lamento encontrarnos en estas circunstancias, Lassa. Me complace saber que los Fatas de la Linde estamos en una. 

Cargando editor
23/02/2015, 01:05
Narrador

Con la llegada de la noche tanto la figura de Atanamir como la de Lassa comenzaron a deshacerse, desapareciendo... Eirien se quedaría atrás, sola una vez más.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

Eirien

Cargando editor
23/02/2015, 01:06
Narrador

Y el nuevo día trajo de vuelta una vez más a Rais. La estancia seguía exactamente igual que la otra vez, salvo que sobre vuestras cabezas brillaban algunas llamas más, imitando al reloj de la gran ciudad.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

Eirien Rais