Eirien sonríe sosegadamente al ver aparecer de nuevo a Rais… - Bien, mi estimado amigo… Me alegra verte de nuevo. La última vez… subestimé a la muerte, pues me abofeteó con soledad cuando alguien te arrebato la vida… – lamenta molesta.

Sobre su propia muerte, cierra puños – ¿Algún enemigo…? ¿Alguien te buscaba? – Pregunta – pues alguien… me ha enfadado… y alguien podríamos encontrar… - Continua – Te había escuchado Rais, he intentado… si se le puede llamar intento, dar con Tarma en 1 ocasión (única posible). La Fata a quien pregunté… no parecía saber nada de ella. Luego, tu mensaje a través de Zaira me hizo entender que era la pequeña Jane, ya muerta. - entorna una mirada seria a sus azulados fuegos... - Crees que... Paul miente? - ella si, y lo deja notar con un tono bastante despectivo hacia el enfermero, que ademas se había escapado a ojos de todos a la prueba de Misty - Ivanna.

- Y dime Rais… en pos de confianza, si confías… me confiarías qué Fatas resguarda Zaira en el otro lado? – suena ciertamente despreocupada, pero con afán de terminar el “quien es quien” cuanto antes. Para Rais, la dama de los secretos. Esta vez no perdería el tiempo, no.

- Empiezo a cansarme de no poder confiar en nadie, querido Rais... si fallo, que sea contigo - declaración de intenciones... - ¿Algo que necesites saber? - pregunta, y si las tuviera... concediendo respuestas.

¿En el otro lado? - Rais rumió durante un momento - Estaba Loth, quien supongo que era Samuel. Aidane apenas hablaba, así que imagino que era la chica tímida. Y por lo tanto, Elendire debía ser Ivanna. Siento no concretar más, pero pese a algún intento de aclarar eso, no estuvieron muy receptivos. Oh, y Paul es Nu-Taur-Dunat. - al mencionarlo, su rostro se endureció - No termino de fiarme, aunque quizás le estamos dando demasiado valor a sus palabras. En cualquier caso, viendo que Alana demostró su poder, y la reacción de las chicas que fueron atacadas hoy, habría que replantearse que hacía despierto Seth en primer lugar...

Luego de intentar responder sus preguntas, Rais pensó que podría responderle ella.

¿Tienes alguna habilidad especial? Y... - Rais se ruborizó un poco al tener que hacer esta pregunta - ¿quien eres? Me refiero como humana, ya que a diferencia de ti, carezco de mis habilidades adivinativas.

Bien Rais, te lo agradezco… pues contrasto 1 nombre (Loth) y me regalas 3 – siempre fría, pero mas afectiva con aquel viejo compañero… - Mi mascara es la de el francés, Aubin, pensé que ya lo sabrías – contesta a su segunda pregunta, quedando en igualdad de condiciones en el exterior, la primera… quizá, le resultaba más incomoda… aunque a la vista estaba parte de ella – Teniendo en cuenta parte de tus amenazas (los dados) imagino parte del tuyo – no ve problema en concretar el suyo - Puedo invocar vuestras presencias, Rais, una durante el dia, una durante la noche… incluso juntarlas, y no está siendo fácil interrogar Fatas – quien dice interrogar dice darse de bruces - te lo aseguro. No obstante, voy poniéndoles caras...- se lleva una mano a su rostro, agotada… - La información llega a mis oídos, pero de forma poco frecuente… - receloso mensaje…

Paul… Nu-Taur-Dunat. No me gusta, por la mera razón de que creo saber a voces ajenas - resopla – que Roger/Miriel era inocente. El enfermero dictaba lo contrario – Duda Eirien, aunque intentaría asegurarse. Aunque por lo pronto... - ¿te dice algo esto? - o al menos... mas acorde que lo dicho por Paul...

----------

La pequeña Jane, Tarma, siempre había estado sola. Su primer recuerdo era de ella misma abrigada con la hoja de un gran árbol. Tuvo que crecer enfrentándose a los peligros del Bosque, ayudándose de lo que el propio Bosque le brindaba para ello. Bien era cierto que alguien parecía ayudarla desde las sombras, atrayendo soñadores para ella, pero nunca llegaron a establecer contacto.
Hubo una vez en que tuvo la oportunidad de cambiar las cosas. En la orilla de un lago Tarma encontró una hermosa Fata recién nacida, cuyo lamento era una mezcla de canto de sirena y llanto. Sin embargo el miedo y la indecisión hicieron que no la dejase quedarse con ella. La llevó al borde de la Linde y allí la dejó, esperando que se hicieran cargo de la pequeña, y continuó viviendo sola.
Cualquiera se preguntaría cómo había logrado Tarma sobrevivir tanto tiempo casi sin ayuda, creciendo en la más absoluta de las soledades. La respuesta era al mismo tiempo increíble y evidente: nunca había estado sola. Había aprendido a hablar con cada brizna de hierba, con cada árbol, y pedirles ayuda. Ellos la escuchaban y le contaban secretos. Como el de la vida. Como el de la muerte.

---------

Por su parte en el consiguiente punto, estoy contigo Rais… me gusta mas Alana que Seth... No se que pensar de uno y otro... ya que no han cantado ningun contacto mas, ni la noche 1, ni la 3, pero puedo decirte que estoy jugando muy peligrosamente con el británico… - susurra - ¿Sabes algo de Lúva? Creo que podría saber algo sobre el.

Y bueno... - da un par de pasos acercandose - Si por habilidad especial te refieres a "algo mas" - sin rodeos - Si, Rais... pero no me es de utilidad en "este lado" - eleva sus brazos - ¿Que mas puedes confiarme? - pregunta por pregunta.

¿Aubin? Rais no había caído, le prestaba demasiada atención a las féminas del lugar. Luego Eirien habló sobre Tarma, y una sonrisa apareció en su rostro.

Yo era quien ayudaba a Tarma en el Bosque. Eso fue después que nos conociéramos en el Palacio, y antes que volviésemos a encontrarnos una vez la Princesa te desterró. Por eso Tarma es importante para mi, tenemos un vínculo especial. 

Luego meditó el resto de información que le brindó.

Si, Alana demostró que su habilidad era cierta. No sé si Míriel es inocente, pero sin duda estamos más tranquilos en este lado sin la presencia de Roger. Así que habrá que aclarar que hacía Seth despierto esa noche, y porque no ha visto nada más.

Tras eso sonrió.

Ahora mismo no sólo puedo hablar discretamente contigo. Estoy en el corazón del Bosque con Tarma, y muy cerca de la Bruma con Aidane. De esta última no sé si me puedo fiar, aunque no me quedará más remedio.

- Me alegro de que la hayas encontrado, Rais. Mas si estáis conectados, espero que no sea a raíz del manantial de vida que Tarma puede suscitar. Por orden de resurrección os habríais expuesto los 3, querido amigo – lenta, advierte, por si así fuese… no habría sido la única en pensarlo, seguro.

Con gran cantidad de cosas en su cabeza, deja escapar algunos detalles caminando entre sus azulados fuegos - No se hasta que punto, pero dejando trencillas personales a un lado… - por no decir, desconociendolas - ...he percibido la presunta inocencia (de la que me fió de momento) de Roger, Andy y Jane. El trio familiar pinta inocente -avalados por Anastasia- Allegra, Lera y Adam (Morchain) - Podría ser una buena aproximación de inocentes. Y desde aquí, pasa de relativa información… a algunas conjeturas propias – Por hechos, y a veces traidora lógica, me fío de Zaira, medium entre mundos, y Anastasia, por reiterados ataques... en el supuesto de que supongan que es ella quien está devolviendo vidas. Por el contrario, no me gusta la ultima intervención de Kammy, la cual pudo ser muy desafortunada (contra Andy)

- En cuanto a Seth, no es un fata cualquiera… entiende La Bruma. Respeto, pero sin temor… - no, no en este lugar – No quita que crispe mis nervios… pero no te la juegues a la ligera, Rais. Si fuese inocente podría ser un grave error – advierte, pues nadie mas había reclamado su `don´, de ahi su reciente pregunta para Alana en el exterior... – Por mi parte le daré una noche mas de paciencia, la que esta por venir... si es un "vigía nocturno", no puede fallar siempre. Si no, empezaré a sospechar con nublada tristeza de su nombre... -

- Sobre Alana, no se mas que tu... puedo añadir que se trata de Essä, Fata del bosque... - suspira friamente, cruzando sus brazos y apoyando uno de sus destapados hombros contra la pared, esperaba que el flujo de información fuese útil para días venideros, y sobretodo... estar haciendo lo correcto.

Rais asintió con la cabeza.

Si, le daré margen a Seth también. La verdad, es que era más para intentar desviar la atención de Kammy. No sé si es inocente o no... pero la necesito con vida. De momento. Cuando llegué aquí, quedé conectado a ella de alguna forma, y mi "poder" no está del todo liberado. - Rais miró dubitativo a Eirien - No sé si a ti te pasa o te ha pasado algo por el estilo.

Andy no le caía demasiado bien, pero si ella creía que podía ser inocente, entonces sólo podía haber un objetivo hoy.

Deberíamos ir a por Thomas, ya que es el objetivo más sospechoso. Incluso más posiblemente que Kammy. Después de las votaciones ya saldremos de dudas con ella o con Seth, o con quien haga falta. Pero necesito a Kammy con vida un día más. Luego... - Rais se encogió de hombros.

Al mismo tiempo que en el otro lado, en esa ciudad oscura unas llamas aparecían en la gran torre del reloj así lo hacían en el que podíais ver aquí: cuatro llamas similares a las otras, con el mismo ritmo acompasado y de cadencia hipnótica.

Rais se percató que la hora de las votaciones se acercaba, y necesitaba comentarle algo más a Eirien.

No sé si tras las votaciones seguiremos hablando o no, así que te informo que Elendire también se ha unido a mí y a Aidane en donde se encuentra la Bruma. Parece que tengo cierta atracción femenina desde mi regreso - comentó entre risas.

Mas llamas... Eirien, todavía con su hombro apoyado… sonríe sentidamente ante el ultimo comentario de Rais, y se incorpora lentamente para responder a aquello que había dejado pasar por puro ensimismamiento… ¿situación parecida? Preguntaba - En efecto, Zaira está en lo cierto – Responde Eirien… fuerte, acercandose levemente.

Luva… – susurra, y entrecierra su mirada sin esconder basta curiosidad por esta Fata – Cuenta con ello… – procede – Desataré mi odio contra el dibujante, aunque admito no saber nada de el - barriendo un poco... para casa - Acertada o desacertadamente, mi preferencia sigue siendo Paul… no obstante, si así alejamos la muerte de Kammy un dia mas -a lo que la situación parece inclinarse- asi lo haremos – le interesaba - Aunque de todas formas… quizá haya tenido un toque de suerte entre las sombras… – tejemanejes del destino…

- Nos separaremos tras las campanadas, Rais. Pronto sabré quien se esconde tras Xia, esquiva las cenizas de la muerte, amigo mio, y volveremos a vernos– si Eirien, claro… conseguía hacer lo propio.

Con la llegada del atardecer la figura de Rais fue disipándose poco a poco, dejando únicamente vacío donde antes se encontraba su cuerpo.

Frente a ti, Eirien, tenías a la Princesa Celebia. Aquella que te había expulsado de Palacio. Aquella que había sido la mano derecha de la Reina desde la desaparición de su padre, gobernando de manera despótica y caprichosa sin temor a las consecuencias.

Tuuu… maldito súcubo de los avernos… perfecta para la Bruma– Fría, con malicia y cierto rencor - Xia… Celebia... - Enlaza sus brazos y posa su desgastado cuerpo contra una pared. Frunce el ceño, algo incrédula todavía... pálida figura… oscuro ser… ¿como digerir tan ingrata presencia? La observa con desagrado esperando una posible reacción.

Esto no era Palacio, su corrupto Palacio.

La joven Celebia, princesa de Palacio, observó aquel extraño lugar de forma minuciosa hasta que sus ojos se posaron en una figura harta conocida. Eirien. Erien y sus palabras cargadas de rencor acumulado desde un tiempo difícil de recordar. - Ha pasado tiempo Eirien....y bien, me has encontrado. - Se limitió a decir aquello con tono de indiferencia, como si no le importarse demasiado, o quizás simplemente guardaba las apariencias.

No voy a decir que me alegre verte… princesita – Há… se observa sus corroídas uñas - Pensaba encontrar a Lúva tras tu aspecto humano… - sopla con indiferencia, y se pone derecha para caminar media luna. Manteniendo las distancias, lenta y fríamente alrededor de aquella arpía de rango alto, Palacio. Ajj... - Muchos creen que esto – alza su índice, refiriéndose a “todo” – …es culpa tuya... – sonríe, mala pécora - Tampoco se si debo buscar tu perdición, o agradecerte el que... con tu tonteria, me hayas arrancado mi belleza, todos aquellos lujos y comodidades innecesarias, y sobretodo... mi ignorancia, Celebia… – alza sus brazos – la ceniza, la música del silencio y la muerte… La Bruma... Fäe y sus entresijos - estaba claro que prefería la Linde, lugar que no todos podían llegar a comprender.

- Tu que dices...? - pregunta, frenando sus pasos y dejando caer sus parpados hasta adoptar una fría mirada...

Y de nuevo, tal y como ya había sucedido antes, el reloj que veíais en este lugar reaccionó al mismo tiempo que el de la torre en el otro lado, regalándoos una nueva llama blanca sobre el número IX.

Y con la llegada de la noche la figura de Celebia fue desvaneciéndose hasta desaparecer del todo.

Una vez más el amanecer llegaba. Y de nuevo la forma de Lassa empezaba a dibujarse en este sitio fuera del espacio y del tiempo. Frente a ella, como la otra vez, Eirien.

- Eirien.- ensanché mi sonrisa con evidentes malas intenciones - Te he estado esperando. - confesé sin rodeos y clavé mi mirada en ella con severidad.

El fuego de mi sangre había encontrado el tiempo necesario para apagarse, y la furia de mi mirada se había helado dejando paso a unos ojos distantes.

- ¿Por qué? - pregunté por el ataque que había recibido de su parte - ¿Y quien te mandó a eliminarme? - pregunté con un tono contundente manchado de enfado y decepción, distante y en guardia, advirtiendo que no toleraría sus evasivas.