Partida Rol por web

Poco a poco os fuisteis despertando, cada uno con su grupo. La gente de Freljord fue la que más acostumbrada estaba, aunque también la más devastada por la pérdida de Ashe y Sejuani. Braum, Olaf, Gragas, Tryndamere o la mercenaria Sivir. No de mejor humor estaba Swain, junto a sus fieles Draven, LeBlanc, Vladimir, Talon y las hermanas Katarina y Cassiopeia.

Finalmente, Jarvan IV y los demacianos intentaban mantener el ánimo, pero esto no fue posible. Garen, Ezreal, Lux, Shyvanna y Xin Zhao observaban atónitos el cadáver de Quinn, con el cráneo aplastado contra una roca helada. Todos miraron a Lissandra, pero esta estaba atrapada por igual que sus "hermanas". Entonces, sólo podía haber sido uno de los presentes. ¿Pero quien, y porque?

Sivir se levanta enérgica y mira el cadáver de Quinn, su mirada no vacila lo más mínimo, estaba acostumbrada a la muerte. No duda en acercarse al cadáver bumerán en mano para cerrarle los ojos. Cuando se levanta habla enérgica y decidida. -Quién ha hecho esto?-. Era más bien una pregunta sin respuesta, era obvio que nadie iba a salir diciendo "Sí, yo, he sido yo, detenedme!". Era rabia lo que hablaba por ella, acompañada de algo de miedo. Lanza su bumerán contra una roca y se queda clavado de forma precisa, se sienta al lado y suspira. -Esto no tenía que salir así- Se dice para sí.

Tras el despertar en la noche, me había mantenido en silencio, atónito ante lo que a mis ojos se presentaba, Ashe, congelada en aquel bloque, y a su lado Sejuani y Lissandra. Nada tenía sentido, y el que mi esposa estuviese en aquella situación podía repercutir bastante en mi, no había podido ni mover un dedo para evitarlo. Casi mayor era la rabia por no haber podido evitarlo que por la situación en la que nos encontrábamos encerrados dentro de una cúpula en el Abismo. Tan solo unos tragos mientras recapacitaba fue lo que llegué a hacer antes de que el cansancio se acumulase y mejor era despejar la mente y mañana se vería que hacer con esta sorpresa maldita.

Al amanecer y cuando los primeros rayos de sol atravesaron como pudieron la capa de hielo que nos envolvía, algo más nos aguardaba, Quinn parecía encontrarse algo indispuesta, parecía que alguien hubiese intentado clavar su cabeza cual clavo en aquella piedra y ahora yacía muerta, eso solo complicaría las cosas y aumentaría la tensión. "Mierda, cuantos problemas va a acarrear esto..." Ante todo, debía mantener la cabeza fría.

Deslizandose perezosamente, Cassiopea se arrimo a sus hermanos entre bostezos, abrazandose a Katarina.- Hermanita, dame un poco de tu calor por favor... mi lado serpentino no lleva bien este frio.- Ya era malo que tuvieran que hacer aquella estupida reunion en aquel sitio tan frio, pero encima ahora estaban atrapado en aquella estupida cupula que apenas dejaba pasar calor, con un monton de estupidos demacianos y sus estupidos aliados. Para la proxima reunion la naga decicio que propondria hacerla en una playa tropical...

Cassiopea alzo el rostro curiosa, al ver rostros de conmocion entre los demacianos, que estaba rodeando algo. Al fijarse vio el cadaver de la chica del aguila, asesinada brutalmente.- Un momento, cuando ha pasado eso? quien ha sido?.- Lo que faltaba, ahora una de los idiotas estaba muerta, no le daba ninguna pena pero si sabia que eso solo iba a significar una cosa: peleas.

- Ninguno de los dos habreis sido tan estupidos de matarla, verdad?.- susurro a sus hermanos, aunque daba por echo que ninguno habia sido. Ellos eran sutiles y precisos, y aquello era trabajo de un salvaje

Mirando excépticamente el cadáver, Draven se arrimó para comprobar que el cuerpo no respiraba, y efectivamente; no había rastro alguno de respiración o latido.

Mirando alrededor de sí mismo, buscando algún rastro de sangre, enunció en alto - Quienquiera que haya matado a La Dama del pájaro, haya sido el frío o alguno de nosotros, estoy seguro de que no tardará en hacerse con otra víctima -  asegurándose de que todos los presentes prestaban atención a sus palabras, miró a ambos líderes - ¿Qué deberíamos hacer, sus señorías? - preguntó, volviendo a su irónica sonrisa, dejando de lado la tensión  y el ambiente lúgubre presente en las sala.

Katarina despertó sintiéndose entumecida. Se levantó con presteza y estiró sus músculos, terminando por el cuello. El frío se le estaba metiendo hasta los huesos. Pasó un brazo por encima de los hombros de Cassiopeia cuando ésta se abrazó a ella y frotó con la mano para darle calor. 

Sus ojos se detuvieron sobre la mujer del pájaro y enarcó una ceja lentamente mientras contemplaba aquel destrozo. No le impresionaba la muerte a esas alturas de su vida, pero no le hacía ninguna gracia que empezase a morir gente mientras estaban encerrados en el hielo. Instintivamente su mano se dirigió a su cadera para situarse sobre la empuñadura de su daga. No apartó su mirada del cadáver hasta que escuchó de nuevo a su hermana y entonces negó con la cabeza. - No. Claro que no he sido yo. Tengo algo más de estilo que eso. 

Después recorrió el lugar con mirada hosca y el ceño fruncido, sin apartar la mano de la daga y manteniéndose cerca de su hermana y Talon. Contempló los rostros de todos, tratando de ver en ellos quién se alegraba de aquello. 

- Dudo mucho que haya sido el frío -respondió a Draven, volviendo a mirar brevemente el cráneo destrozado de la mujer-.

Xin Zhao vuelve a despertar, algunos ya se habían levantado. Había movimiento, tristeza, algo podía oler en el aire... Muerte.

Se levanta para ver que ocurria hasta que llega al cuerpo sin vida de Quinn. Xin Zhao no lo aguanta y lanza un grito con los ojos llenos de furia mira a todos.

- ¡Esta bien!, lo lograron... ¡No hay paz y me encargaré de hacer pedazos a quien este involucrado en esto! Dice haciendo brillar su lanza mirando fijamente a Vladimir, quien lo tenía como posible candidato de este asesinato.

- Quien fue el cobarde que hizo esto... Pensaba mirando volar a Valor através de su difunta compañera.

 El sueño y el frío al acabar de despertar se hacían notables, pero nada de eso le importó cuando vio el cadáver de Quinn. La tristeza la inundó primero, pero luego vino la furia, alimentada por los comentarios de indiferencia de algunos de los presentes. Para ella estaba claro que aquella barbarie sólo podía haber sido obra de un noxiano, y enseguida se giró hacia ellos.

 - Sí, el frío no hace eso. - Dijo con el ceño fruncido y la nariz arrugada. - Te creía más inteligente, noxiano - Se burló de Draven, no con su ironía, sino seria y tosca, y casi tachando de insulto su procedencia. - Y a ti también - Dijo girándose por un momento hacia la pareja de asesinos y su... mascota serpentina, y aunque su mirada se paró por un instante en la pelirroja, su mensaje iría para otro. - Talon. - Bufó aire por la nariz - No me puedo creer que te hayas dejado llevar por el rencor de esa forma... - Miró de reojo el cadáver de Quinn una vez más. - No, sí que puedo - 

-Ooo. Mi cabeza y cuanta luz.-Dijo el orondo barbudo levantándose del suelo, tapando sus ojos con unas gafas que supo procurarse y algo mas de abrigo como una chupa de cuero.-Esto no puede ser una resaca, jamas tuve una.-Se levanto finalmente y hecho mano de su barril para beber y limar sus dientes con el frio de la cúpula.

-Bruaj, esto esta mejor. Entonces...-Miro a los presentes.-No ha sido un mal sueño por culpa de una mala cosecha, alguien nos a querida joder pero bien.-Se percato entonces de la mujer y el estado de su cabeza.-Y a unos mas que otros.-Se rasco la nuca. Ver un campeón muerto era realmente algo único. Y aun no sabia que decir o hacer, por lo que hecho otro largo trago, esperando que las ideas se aclararan con la cerveza corriendo por su gaznate.

Esto... es terrible...

Una fantasmagórica voz apareció en el lugar. Alguien surgido de los tiempos remotos de Freljord se aparecía entre vosotros, observando con tristeza el cadáver de Quinn.

Soy Greyor, el Vikingo. Durante eones he estado anclado aquí en el Abismo de los Lamentos, por si volvían los Vigilantes. Y puedo notar que su regreso está más cerca que nunca, si en esta última batalla, Lissandra derrota a sus hermanas.

Greyor deambuló entre todos vosotros, intentando ver vuestras almas, pero sus fríos ojos blancos no devolvían imagen alguna.

Los responsables están entre vosotros, pero sólo vosotros podéis desenmascararlos. Sólo vosotros podéis derrotar finalmente a la Bruja de Hielo, señalando a quienes el hielo oscuro ha penetrado en sus corazones. Vivid por última vez, o acabéis a mi lado...

Katarina no se sobresaltó cuando la voz del gigante fantasmal irrumpió en las discusiones. Tan sólo su ceja enarcándose desvelaba que había escuchado las palabras de Greyor. Sin embargo, sí que lo siguió con la mirada mientras paseaba entre ellos, sin perderse ni uno solo de sus movimientos. 

El brazo de la asesina seguía rodeando a Cassiopeia cuando habló de nuevo. - Desenmascarar a los que colaboran con Lissandra... - Resopló en voz baja. - ¿Y cómo se supone que haremos eso? 

Sus ojos recorrieron el lugar una vez más, observando a todos y se entrecerraron al caer sobre los más silenciosos. Todo ese silencio la escamaba. Algunos no habían dicho ni una palabra desde que estaban allí. Ladeó un poco la cabeza y contempló al grandullón demaciano con una expresión indescifrable que no dejaba claro si le preocupaba que estuviese tan callado o se alegraba de no escuchar sus aburridos gritos patrióticos. 

Finalmente su mirada se detuvo en Talon. No recordaba haber oído su voz desde que llegaron a Fredjold. Frunció el ceño y chasqueó dos dedos delante de él.

- Eh -llamó, moviendo una mano delante de sus ojos-. Talon. ¿Estás bien? ¿Te ha comido la lengua el dragón? 

Jarvan había pasado mala noche, entre pesadillas y sudores a pesar del frío. Era imposible dormir con tantos enemigos cerca, pero, parece ser que finalmente lo había conseguido. Pero no mucho mejor era el despertar. Ver el estado de Quinn, o más bien, lo que quedaba de ella, le demostraba claramente que ese día también sería muy largo.

Mierda... Frunce el ceño. Mira de reojo a los noxianos. Parece que ellos tampoco se esperaban esto. ¿Seguro que no han tenido nada que ver? 

Se acerca a Xin Zhao y pone una mano en su hombro.- Descubriremos quien ha sido, esto no va a quedar así. 

Se gira cuando escucha la voz de Greyor y le escucha en silencio.

-Entonces -dice cuando el fantasma termina de hablar- ¿Estas diciendo que uno de nosotros es el asesino? ¿y que tenemos que ser nosotros quienes lo descubran? -mira a todos los demás, noxianos como demacianos, y se queda en silencio unos segundos- Es absurdo -dice al fin mirando al fantasma- Somos enemigos, nos votaremos los unos a los otros. -mira a Xin Zhao, luego a Shyvana, y luego va pasado la mirada por todos los demacianos.- Estoy seguro, y espero no equivocarme, de que los demacianos no somos los culpables. Confío plenamente en mis hombres.- Además, de que antes matarían a un noxiano que a uno de los nuestros...

Sivir se levanta cuando oye las palabras del fantasma y escucha lo que dicen los demás. -Katarina tiene razón, cómo desvelaremos al asesino si éste actúa cuando estamos inconscientes? -Niega con la cabeza al darse cuenta de que la situación no era sencilla y no podrían resolver nada sin pensar con la cabeza fría.

Aún sin sabe como hemos de acerlo, hay que encontrar al asesino o asesina, por lo menos para dar paz al alma de Quinn. Dice olaf, despues de examinar el cadáver para  ver si encuentra alguna pista.

En el cadáver solo veo la brutalidad del ataque, pero no podría discernir que arma ha podido ser.

Y estas paredes digo, empujando una de ellas. Son demasiado sólidas. No creo que ni con magia seamos capaces de salir de aquí. Eso solo puede significar una cosa: El asesino está entre nosotros, tal como ha dicho el, pero, quien seria capaz de hacer algo asi?

 A Shyvana le costaba entender como Gragas podía seguir emponzoñando la claridad de su mente con ese brebaje mientras algo tan grave los mantenía a todos en vilo, con la muerte acechando en cada esquina. Al menos la explicación de Greyor le había ayudado a entender mejor la situación y tranquilizarse un poco, apartando así su mirada de Talon. Por el momento.

 - Igual el dragón tiene hambre. - Contestó divertida al comentario de Katarina, dirigiendo una mirada indescifrable al par de asesinos.

 Luego escuchó a Jarvan. En pocas ocasiones diferían sus opiniones, así que no estaba acostumbrada a contradecirlo, a su rey, pero las condiciones de ésta eran especiales.

 - No es tan sencillo como eso, Jarvan. - Comienza a hablar, seria. - Ahora no se trata de noxianos y demacianos, si no de los esbirros de Lissandra. ¿O es que vamos a ignorar a los de Freljord cuando parte del problema puede radicar en ellos? Esta guerra es más antigua y decisiva que la nuestra, y tendremos que aparcar nuestras diferencias si no queremos acabar todos como él. - Señala a Greyor - Que nos votemos entre enemigos no tiene sentido, nunca llegaremos a un acuerdo. Estoy con Demacia, por supuesto - Aclara con orgullo, mirando a Jarvan. - Pero aunque no sea fácil para muchos de nosotros, no deberíamos dejarnos llevar de esa forma. - Terminó de explicarse, tal y cómo ella había interpretado el mensaje del fantasma. 

 No supo si preocuparse más o reírse cuando Olaf terminó de hablar y formular su pregunta. Con o sin Lissandra, Shyvana lo tenía bastante claro, y no pudo evitar mirar de reojo a las filas noxianas.

Cuidado con lo que insssinuasss con mi familia, largarta hipermusculada, esta claro que todo lo que tienesss de fuerte lo tienes de boba.- Siseo Cassiopea a Shyvanna.- Si alguno de mis dos hermanitosss hubiera querido matar a esa hubiera sssido algo mucho mas sutil, y ya de paso os hubiera matado a todosss. Pero prometimos venir en son de paz, y cumpliremosss a menos que nos deisss una buena razon.-La naga se señalo a ella, Katarina y Talon. A decir verdad el resto de la comitiva noxiana no contaban con su simpatia, y probablemente tambien pasaba en sentido contrario

La Cassiopea estudio a los presentes con interes, si lo que decia aquel fantasma de pintas tan incivilizada era verdad, la dichosa bruja de hielo tenia a gente entre los presentes, infiltrada para sabotearlos, y lo mas importante, no podrian salir de alli hasta que lo eliminaran. Lo cual significaba frio una temporada.- Yo digo que los nativos saben algo, seguro! venga, confesad lo que sabeis y zanjemos de una vez esto!- Añadio mientras contenia un escalofrio.

Reptilitas ¿No os dáis cuenta de lo que está pasando? -Miró irónicamente a la Serpiente Noxiana y la Mujer-Dragón. Hay asesinos entre nosotros, que mataran indiscriminadamente a noxianos y demacianos. Así que por favor -dijo sarcásticamente, mirando a quien habia hecho acusaciones precipitadas- No nos discrimineis a los pobres noxianos - Feliz de su broma y de volver a ser el centro de atención, intentando esconder la sorpresa que se llevó al ver la seriedad que era capaz de adoptar en la situación. ¿Me estoy convirtiendo en mi hermano? - pensó, burlándose de sí mismo.

A la asesina no le sorprendió en absoluto la actitud de Jarvan. Demacia cerraba filas y fijaba su mirada en Noxus. Tan predecibles y aburridos como siempre. Sin embargo, Katarina soltó una carcajada al escuchar el primer comentario de Shyvana y le dio un breve codazo a Talon. -Espabila, joder.

Después puso los ojos en blanco al escuchar la pregunta de Brolaf. -¿Quién sería capaz de hacer algo así? -preguntó en voz alta, mientras fingía estudiar detenidamente a todos los que estaban alrededor-. Oh, déjame ver... Sí, creo que tengo la respuesta. - Hizo una breve pausa y enarcó las cejas. - Cualquiera -terminó, con sarcasmo, para encogerse de hombros después-. Llevamos toda la vida matándonos entre nosotros.

Su mirada se cruzó con la de la semidragona mientras ésta hablaba y una media sonrisa brotó en los labios de la asesina que se quedó mirando a Shyvana un par de segundos más cuando ella terminó de hablar. Sacudió la cabeza al escuchar a Draven y añadió algo más. 

- Quien sea que haya hecho eso -señaló hacia el desastre que habían hecho con la mujer del pájaro-, está consiguiendo lo que quería.

Despertando entre maldiciones y exhalando un humo blanco por la boca debido al frío, Swain usó su bastón como pudo para ponerse en pie, sin duda era un gran general y un maestro estratega, pero la condición física no era su fuerte, al menos en su forma humana.

En cuanto vió el cadaver de Quinn se hizo una idea de la situación, y prefirió guardar silencio para recabar la máxima información posible hasta que la aparición de Greyor le confirmó sus sospechas...

Cojeando, y con el sonido característico de su bastón golpeando el suelo dió una vuelta alrededor del cadáver de la demaciana.

No pretendo engañar a nadie, no siento ninguna lástima por una baja en las filas de Demacia, al igual que vosotros no la sentiríais en caso de ser un noxiano el caído. - hizo una pequeña pausa para aclararse la voz - Pero desde luego no me interesa que pueda pasarme esto a mí o alguno de los míos.- Mirando hacia las filas de Demacia hizo un esfuerzo y prosiguió - Por mucho que me cueste admitirlo, Shyvana la medio dragón, ha dado en el clavo. Y creo que hasta los mayores enemigos de Noxus deberíais poder ver que este no es nuestro procedimiento habitual, es más, me gustaría que señalarais a algún noxiano que tuviese la fuerza necesaria para aplastar una cabeza con ese pedrusco de tal forma - En esos momentos se alegró de que Darius no hubiera podido acompañarles a la reunión - Y tampoco olvidemos a nuestros queridos anfitriones, por supuesto, ellos son quienes nos han conducido hasta esta trampa helada. 

- ¡Permaneced unidos!- bramó, tras observar, con preocupación, la escena, y comprobar que tanto Jarvan como Xin Zao no habían sufrido ningún daño. 

- Demacia no debería acongojarse ante esta clara amenaza. El enemigo desea nuestras cabezas, y la de nuestros rivales noxianos.-dijo, aguzando la mirada mientras llevaba una mano a la empuñadura de su espada- Hablad ahora, vosotros, quienes habéis pactado con esa bruja de hielo, Lissandra, y os daremos una muerte clemente.