Partida Rol por web

La Academia de la Guerra. Aquí es donde todo el tinglado de la Liga de Leyendas se regula, se gestiona y se hace funcionar. Es un lugar que muchos habéis visitado, otros jamás habíais pisado este lugar hasta hoy, y es que jamás una invocación os había traído a este lugar. La Grieta del Invocador. El Bosque Retorcido. Abismo de los Lamentos. La Cicatriz de Cristal. Esos eran los lugares donde erais invocados por los invocadores para pelear. Jamás un lugar así. Un lugar inesperado para una invocación distinta. No erais dos grupos de 3. Ni de 5. Allí debía haber hasta 5 grupos de 5. Nada tenía sentido. Y cuando os percatasteis de donde estabais, veis que habían otros campeones. Zilean parecía negar con la cabeza mientras estaba repasando unos cálculos, y visteis como Alistar salvaguardaba a la Alta Consejera Vessaria Kolminye. Y con ello, os percatasteis que aunque apenas quedaban cuerpos, aquí había habido mucha muerte. Y no de la que al cabo de unos segundos, se había resucitado. ¿Que demonios había pasado aquí, y que hacían allí todos esos campeones?

Bienvenidos campeones, a lo que queda de la Academia de la Guerra - dijo Zilean a todos los recién llegados.

El Guardián del Tiempo miró a la Alta Consejera Vessaria Kolminye, y tras que ella asintió con la cabeza, miró al resto.

Estáis aquí por un motivo: alguien está intentando acabar con la Liga de Leyendas. Y ese, o posiblemente varios campeones, están entre vosotros. Este hechizo sólo debía llevar aquí a los traidores, pero la magia es caprichosa y ha traído a todos los campeones que estaban en el radio dentro de estos asesinos. Desgraciadamente, me es imposible determinar cuales de vosotros erais el objetivo real de mi hechizo. Pero al menos, tenemos aquí todos los culpables presentes. Y podremos acabar con esta rebelión... o ella acabará con nosotros. - finalizó con pesadumbre en el rostro.

Todos los invocadores que se encontraban aquí están muertos o desaparecidos. Y sólo sobrevivió al ataque la Alta Consejera Vessaria Kolminye. Incluso algunos campeones que teníamos investigando el asunto, como Teemo, han muerto ante estos misteriosos asaltantes. - dijo el Minotauro, mientras comprobaba el estado de la Alta Consejera, el cual había sobrevivido no sin heridas.

Esta planta de la Academia de la Guerra está cerrada mágicamente. Sólo se podrá salir de aquí de 2 formas: asegurando que ya no queda ningún asesino entre vosotros, o que también acaben con vosotros, y nos den muerte a nosotros también para escapar de aquí y destruir la Liga de Leyendas. - Alistar señaló ambos lados de la estancia donde se encontraban - Tanto a un lado como a otro hay varias habitaciones donde podréis pasar la noche si así lo deseáis. No son muy grandes, posiblemente no den más que para 2 o 3 campeones... siempre que queráis compartir habitación. En caso contrario, podréis dormir aquí mismo en esta habitación. - Alistar señaló otro de los lados de la sala - Allí estaremos nosotros cuidando de lo que queda de la Academia de la Guerra e intentando encontrar una solución para terminar de encontrar los asesinos. En cualquier caso, estará prohibida vuestra presencia allí, y quien desobedezca esta orden... - Alistar señaló el último de los lados de la sala -, allí estará Fiddlesticks para daros muerte. Estáis avisados.

Fizz asintió ante los mensajes de Zilean y Alistar, y observó a sus acompañantes. Según le habían dicho, los Noxianos no eran muy de fiar. Buscó con la mirada a Lady Fortune... Pero la pirata no estaba. "¿Qué le habrá pasado a mi querida amiga? ¿Estará bien?" Pero no se amedrentó. Él era valiente, además de astuto y agil. Presentó sus respetos a la Alta Consejera y se paseó por la sala, saludando a otros camaradas y buenos amigos de batalla. "Somos muchos... ¿Quién diablos habrá armado todo este follón?"

—Mph —murmuró Leona mirando a su alrededor. Así que aquello iba a ser un... ¿juego de suma cero? Allí no había campo de batalla ni tampoco  invocadores. Era como volver de nuevo a su antiguo hogar—. ¿Y no hay una posible solución? Podríamos incapacitarlos. La muerte no es un camino digno. El sol siempre vuelve a salir.

Al hablar lo hace en voz alta, potente, como si su su simple presencia debiera ser contemplada. No por nada fue la elegida. 

Las voces conocidas de Alistar y Zilean hicieron que su pequeño cuerpo girase un poco para mirarles, mientras con una de las manos sujetaba el bastón, la otra se la llevó a los labios.- Pix ¿Convertimos a todos en animalitos? ¡Sería todo tan tan genial!-La vocecilla de Lulu salió a relucir, pero por el tono usado sin duda se sabía que solo bromeaba con su compañera. Bajando la mano miró a los presentes, algunos los conocía de pasada pero hubo uno en especial que llamó su atención e incluso la hizo dar un saltito de ilusión.- ¡Vei, Vei, Veigaaaar! -Con pasos cortos corrió hacia él, abalanzándose sin previo aviso. Pix la siguió de cerca, pero se quedó revoloteando. La pequeña levantó apenas un poco la mirada.- ¿Estás bien? ¿Seguro, seguro?-Se apartó, para mover el cuerpo de lado a lado.- Quien traiciona y desea mal alguno, merece un castigo, Leona.-La pequeña movía el bastón de lado a lado, mientras Pix intentaba apoyarse.

"Pobre Teemo", fue lo primero que pensé cuando Alistar terminó de darnos toda la información. Me levanté unos centímetros del suelo, mientras con el gesto contrariado volvía a mirar a todos los que habíamos sido invocados. Un incipiente torbellino se arremolinaba bajo mis pies al recordar que entre nosotros estaban los traidores. Conseguí calmarme al poco tiempo, pero mis pelos se disponían, otra vez, a su antojo. Así de despeinada cogí mi bastón y levité de un extremo a otro del grupo. 

- No debemos dar tregua a los traidores, ya que no ha sido tregua lo que hemos recibido por su parte - digo con la mirada en blanco. Mi crispación cada vez era más palpable. 

Jinx se sorprendió al ser convocada sin previo aviso en La Academia de la Guerra. Creía recordar que no tenía ninguna batalla aquel día por lo que la pillaron en medio de una de las suyas. Con poco disimulo se guardó la granada que iba a lanzar a la entrada del museo de arte de Piltovear y escuchó sin mucho interés a Zilean. Sin embargo si interés se avivó cuando escuchó términos como acabar con, asesinos, traidores, rebelión....

Sus ojos brillaron de emoción y una sonrisa de niña emocionada asomó en sus labios. Pero aquella expresión cambió cuando la baca se puso a hablar. Pretendían encerrarla. A ella, a Jinx. En aquel lugar. Con Vaitlyn y Vi. El enfado y la indignación iban en aumento hasta que no pudo más. Tras las palabras de Janna que parecía defender aquella encerrona Jinx explotó.

-A ver, a ver, pero qué dices? Acaso has inhalado un poco de los gases tóxicos de Zaun y te ha afectado a la cabeza? A mí personalmente esos traidores no me han hecho nada y nada es lo que tengo contra ellos ni lo que le debo a la Academia. Es una pena que Teemo haya muerto y bla, bla, bla, os da mucha pena a todos y todo eso, sois muy inocentes y esos traidores deben morir y todo eso. Su voz era monótona y reflejaba aburrimiento. PERFECTO! Dijo, subiendo de pronto la voz sin previo aviso. Pero esto no tiene nada que ver conmigo así que... Adiós!

Con un rápido movimiento disparó al techo de la estancia con su lanzacohetes Espinas, preparada para salir volando.

Darius se colocó el hacha sobre el hombro, mientras miraba a su alrededor. Miró hoscamente a los miembros de Demacia que estaban presentes, los hermanos Garen y Lux. Se fijó en que no eran los únicos que le dirigían miradas de desprecio. Pensó que los demás sospecharían de Noxus como los perpetradores del crimen. Eso haría que las culpas recayeran directamente en él. Y no estaba dispuesto a consentirlo.

Se adelantó un paso, escupió al suelo y gritó con voz de trueno: no queda duda de que este es un crimen terrible. Unos asaltantes no identificados han atacado la Academia de Guerra y han asesinado a muchos de los invocadores, atentando incluso contra la alta invocadora. Sé que muchos pensaréis que Noxus puede ser el culpable, pero Noxus juró acogerse a las normas de la Liga de Leyendas y jamás se nos ocurriría traicionar ese juramento. Además, un ataque noxiano se habría producido de frente, a plena luz del día, pues nosotros nunca damos la espalda en combate ni recurrimos a viles artimañas. Pero sabemos quién es tan cobarde de realizar una acción tan mezquina, quién es capaz de hacer cualquier cosa, por despreciable que sea, en nombre de la "justicia". Señaló con su hacha a Garen y a Lux. ¡Los cobardes demacianos!

Talon miró a su alrededor en el nuevo lugar donde esta vez había sido invocado. Miraba a todos y cada uno de los campeones que se encontraban con el mientras escuchaba las palabras de Zilean y Alistar. Resopló, no era ninguna novedad para el escuchar la palabra "asesinato" o "traidor", en los suburbios de Noxus era algo normal. Pero en la Academia de Guerra... Decidió no hablar, no iba a echar mas leña al fuego como hizo Darius, así que se cruzó de brazos y se limitó a escuchar lo que los otros campeones invocados tenían que decir. 

En cuanto fui invocado sin previo aviso lo primero que hice fue ponerme en guardia por puro instinto. En esa misma postura comencé a observar al lugar y a todos los que me rodeaban, tratando de comprender lo que sucedía realmente, cuando las palabras del Guardián del Tiempo llamaron mi atención. Poco a poco bajé mi arma, y mi mirada fue posándose en todos y cada uno de los presentes. Al encontrarme con los ojos de mi hermana realicé un leve asentimiento con la cabeza, antes de escuchar lo que Alistar tenía que decirnos. Desde luego, la situación era grave.

Inicialmente creí que lo mejor sería mantener silencio y examinar las habitaciones que nos ofrecían. Todos nos conocíamos lo suficiente como para que unas pocas palabras no cambiasen nada. Sin embargo, cuando Darius nos señaló de esa manera algo ardió en mi interior.

- Contén tu lengua, Darius. - Respondí con voz firme. - Nadie os ha acusado todavía. Cada demaciano siempre ha actuado con un honor que ni todo Noxus junto podría reunir.

- Estupidos mortales, tanto presumir de poder y sabiduria para que unos traidores los cabaran matando. Si de verdad hubiesen sido tan poderosos y sabios hubieran visto venir esto. Patetico...- Hablo con desprecio, ya que aunque el Instituto habia servido a mis propositos durante un tiempo, no era muy diferente de los regentes de mi mundo. Una panda de tiranos sedientos de poder.

Comprobe con cierta satisfaccion que la arrogante y odiosa de mi hermana no estaba presente, no pude evitar comenzar a reir solo de la idea de que pudiese haber muerto. Claro que al caer en que si era asi, no habia sido a mis manos me hice menos gracia.

Mientras los estupidos de Demacia y Noxus comenzaban con sus tediosos intercambios de insultos y acusaciones, me fui moviendo por la estancia estudiando a los presentes. Si iba a tener que compartir habitacion, queria que al menos fuera con los menos molestos. Y de paso veria si identificaba a laguno de los asesinos, por distraerme un rato

Tras la inesperada invocación examinó rápidamente cuanto tenía a su alrededor. Observó a los campeones que se encontraban junto a ella, saludó a Garen y permaneció en silencio ante las palabras pronunciadas por Zilean y Alistar. No podía dejar de pensar que los crímenes que habían tenido lugar debían de ser castigados. Algunos de los presentes comenzaron a mostrar su desconcierto pero fue Darius quien la sacó de sus pensamientos.

- Darius todos estamos igual de sorprendidos por encontrarnos aquí. Por el momento te aconsejo prudencia en tus acusaciones, ya que atacar a Demacia tan precipitadamente puede ser interpretado como una táctica para alejar las sospechas de Noxus. Esperemos a tener más datos sobre lo sucedido para emitir un juicio de valor. Me parece inaceptable encontrarme entre los responsables de tantos asesinatos, así que solucionemos esto cuanto antes.

Darius se encara con Garen. No lo soportaba, y eso no era ningún misterio. Pero lo que peor llevaba era que siempre se creyese mejor que los demás.

Tu honor sólo se mide por la cantidad de noxianos que has matado. Tú no eres mejor que yo, pero yo al menos yo reconozco lo que soy.

Sin embargo, a pesar de lo temerario de sus acciones, no llega a pelear con Garen. Se gira hacia Lux, la cual también ha metido baza. ¿Y cómo resolveremos esto? Han dicho que debemos encontrar al culpable, pero no cómo tenemos que hacerlo. ¿O acaso planean hacernos pelear a muerte, como están acostumbrados?

¡Vei, Vei, Veigaaaar! -Con pasos cortos corrió hacia él, abalanzándose sin previo aviso. Pix la siguió de cerca, pero se quedó revoloteando. La pequeña levantó apenas un poco la mirada.- ¿Estás bien? ¿Seguro, seguro?

-Desde luego que estoy bien. -contesta el pequeño Yordle con su característica voz aguda-. No hay nadie en esta Liga de Leyendas capaz de acabar con el hechicero mas poderoso del mundo. Excepto, tal vez, ese molesto y escurridizo Teemo. Pero ahora esta muerto ¡Muahahahahahahaha...

Veigar se queda callado en cuanto nota las miradas de sospecha de todos los demás presentes

-¡Yo no lo he hecho. Solo digo que se lo merecía! -Le grita a todos.

Afortunadamente Darius ya estaba buscando pleito como buen Noxiano que era y toda la atención se centro en su enfrentamiento con Garen.

-Los noxianos son traidores y mentirosos Lulú. Mas vale mantenernos lejos de ellos.  

Un suave sonar de cuerdas que transmitía preocupación sonó en la estancia. Sona no parecía sentirse muy cómoda con la situación, pero entendió las palabras de Alistar. Tenían sus motivos para mantenerlos aqui...el problema era ¿como colaborar? Primeramente, tras el suave vibrar inicial de las cuerdas de su instrumento, decidio comenzar a tocar un solo de cuerdas calmo para invitar a la tranquilidad y a pensar con la cabeza fría antes de tomar decisiones apresuradas.

El heraldo de las maquinas permanecía callado con su cetro de hextech en la mano diestra el cual brillaba entre los colores rojo, azul y amarillo, pues en esa sala no tenía la limitación de una actualización del núcleo como en los campos de la justicia. Un pitido de molestia se escucho por sus circuitos, estaba en la misma sala que la sheriff de piltover junto a su "ayudante", las cuales también solían ayudar a su archienemigo Jayce cuando destrozaban sus planes, pero sin embargo esa molestia se hizo más leve al ver que también habían invocado a Blitzcrank, su creación...su "hijo".

Sus sensores auditivos captaban todo lo que decían tanto el minotauro como el guardián del tiempo ¿Noxianos y demacianos en una misma sala? ¿Todo por que alguien había atacado a los invocadores y a aquel maldito tejón que no paraba de plantar setas tan molesta por los campos? Al menos no lo volvería a ver por estos, era un alivio.

-Os dais cuenta de que a parte de los asesinos..Muchos de nosotros tenemos aquí problemas con algunos presentes...¿Como se van a asegurar de que no haya ataques entre estos?-

Preguntó el hombre máquina mientras su tercera mano, la mecánica resplandecía con una luz muy tenue, mirando ante todo a los miembros de Demacia y de Noxus los cuales parecían molestos los unos con los otros de su sola presencia.

-Y..Segundo...¿Como esperan averiguar cuales de los aquí presente son los traidores?..-

- ¡Repámpanos! No digas eso, Veigar.-Bajó con suavidad su bastón sobre el gorro de él, para darle un golpecito de protesta o regañina. Tras eso sonrió ampliamente, aunque duró más bien poco al escuchar la advertencia de Veigar. Sus ojos viajaron primero hacia los Noxianos, ella conocía sobre la "fama", pero jamás les hizo demasiado caso. Mientras nadie entrase a destrozar su mundo de fantasía, ella no arremetería contra ellos.- Shh... Mejor no decir estas cosas aquí, recuerda que no estamos en el campo de batalla y mucho menos podemos salir ¡Aunque si alguien intenta algo! -Golpeó con suavidad el suelo a la par que Pix hacía su peculiar sonidito de advertencia, en los ojos de la pequeña hechicera apareció ese brillo de diversión característica de una niña.- ¡Los convertiré en enternecedores animalitos! O quizás una flor... ¿Qué te parece, Pix?.-Mostró una gran sonrisa, para después atrapar con su mano la manga de la ropa de Veigar, manteniéndose cerca. La esencia de hada (Pix) se posó sobre la parte alta del bastón, descansando.

Después de ser invocado se quedó en silencio ante la reacciones de los demás, ntes de que Jinx saliese disparada por el techo, usó su habilidad "Desorientación" para impedirlo y se interpuso entre Garen y Darius fragmentando su escudo de gemas haciendo que se separasen. Hemos sido convocados por una razón, asesinato. hizo una pausa dramática.- Cualquier movimiento ahora es sospechoso, si intentas irte Jinx lo tomaremos como una señal de que tienes algo que ver, y en cuanto a vosotros dos.- dijo dirigiéndose a Garen y Darius.- mas de lo mismo. Ha muerto Teemo, un campeón que últimamente ganó algo de mala fama, cualquier puede haber sido. En cuanto al intento de ataque exento a los campeones no sabemos mas, y dejad de pensar en Noxus o Demacia. Hay mas países a los que mirar, y no solo Noxus es de mala fama.

Palabrería, palabrería y más palabrería. Me importaba todo lo que estaba sucediendo y quería que todo esto acabase y así poder salir de aquí, aunque pensándolo bien tenía aquí a Jinx y lo único molesto era los ladridos sobre naciones o complots así que me decidí a hablar.

- Sí, vamos Jinx, dejate expuesta una vez más y sigue con tu Caos. No creo que seas tan estúpida de haber creado tú todo este entuerto, bueno o más bien lo suficientemente inteligente para crearlo y no verse que claramente has sido tú, que por otra parte es lo que te gusta, evidenciar que has sido tú y tus juguetitos. Pero si te vas de aquí o lo intentas no dudaré en detenerte y esta vez definitivamente.