Partida Rol por web

Habitación sencilla, está ambientado en una de las 8 ciudades-estado reconocidos por la Liga. La habitación 403 tiene la ambientación de Demacia.

Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al ver que la ambientación de la habitación no podía ser más acorde. No podía ser casualidad. Intentaban que nos sintiéramos como en casa.

En cuanto entré en el cuarto mis hombros se relajaron un poco y busqué dónde sentarme. Me alegraba de estar en un cuarto tan pequeño. De otra manera habríamos tenido que decir que no a gente en la que no confiábamos, ganándonos su enemistad, o prescindir de un lugar donde estar más tranquilos.

Me llevé una mano a la frente. La responsabilidad por ser Alto Consejero era grande, y temía ser un objetivo por ello.

- Gracias por tu voto. - Le dije entonces a Lux. - El poder tenía que quedar en alguien de confianza, y no quería exponerte. - Expliqué, aún sabiendo que ella de todas maneras había recibido el de alquimista.

- ¿Qué pensáis de todo esto?

Era una suerte haber podido estar en la habitación con los hermanos de Demacia. 

- Felicidades a ambos por vuestros cargos -digo con una leve sonrisa. - No podía haber estado en mejor habitación. 

- La responsabilidad que cae sobre tus hombros es alta, Garen. Al igual que la de Luxanna -la miro con el rostro serio. - Tendréis que extremar precauciones de cara al resto; no nos interesa centrar más el foco en vosotros. 

A pesar de no pertenecer a ningún país y carecer de cualquier sentimiento hacia todo tipo de Gobierno, la situación en aquellos momentos era crucial. Y Demacia, al fin y al cabo, me había acogido bien. 

- Tenéis el poder del viento a vuestro servicio -sentencio mientras una suave esfera de viento los envuelve por igual. - Desconozco tanto los motivos como la identidad de los que han hecho todo esto. Pero, desde luego, no pueden quedar impunes. 

La esfera ya se había disipado, y ahora me entretenía con el Elemental de Aire que de vez en cuando rondaba a mi alrededor. 

- ¿Tienen los hermanos ya algún sospechoso?

Escuché la respuesta de Janna, e incliné la cabeza en forma de agradecimiento cuando dijo que estaría a nuestro servicio.

- Así es. - Respondí entonces, mientras mis ojos se afilaban levemente. - Al menos yo. Pero es pronto para conjeturar, y más aún para decirlo en voz alta. Se trata sólo de instinto.

Luego emití un largo suspiro. La situación parecía como la antesala de una gran batalla. Y que tanto mi hermana como yo fuéramos dos de las cabezas visibles no nos ayudaba demasiado.

Una vez hube descansado un poco volví a dirigirme a mis dos compañeras de habitación. La noche se acercaba y, si lo que nos habían dicho sobre el hechizo de Morfeo era cierto, podía deparar cualquier cosa.

- ¿Qué hay de vosotras? - Pregunté. - ¿Os habéis fijado en alguien?

- Ha sido escaso el tiempo que hemos compartido con el resto de campeones... ninguno parecía especialmente culpable... - Dice más para si misma que para sus compañeros.

Se levanta de su asiento y, mientras camina por la habitación, expone sus inquietudes a Garen y Janna.

- Me preocupa especialmente que ambos hayamos recibido estos dones. Habrá campeones que piensen que demasiada responsabilidad ha recaído sobre Demacia, lo que nos causará conflictos... Por otro lado está Darius, quizás sus palabras solo fueron fruto de su fuerte temperamento y no sea culpable de nada... aunque quizás si lo sea. Independientemente de su implicación es evidente su aversión hacia Demacia y no dudará en volver a acusarnos en cuanto tenga la oportunidad. 

Sin prestar atención camina de nuevo hasta su asiento, desde donde continua hablando.

- Por otra parte... llamó mi atención que algunos campeones no sintieran ningún interés en lo que está pasando. Los asesinatos no parecían afectarles, ni tampoco el estar rodeado por asesinos. Poca nobleza veo en aquel capaz de bromear en estas circunstancias... - Tras un largo suspiro continua hablando - Me temo que por ahora lo único que podemos hacer es esperar y ver como evoluciona todo.

Tras las votaciones empezáis a regresar a vuestras habitaciones, que se han mantenido cerradas mágicamente hasta ahora.

Al entrar en la habitación lo hice cansado. Ahí, rodeado de decoración propia de Demacia y en compañía de mi propia hermana, se me hacía más fácil relajarme.

- Creo que no me he equivocado. - Afirmé. Entonces posé mis ojos en las dos. Sin duda había sido un acierto compartir habitación con alguien de confianza. - Pero lo haya hecho o no, no habrá más riesgos. Esta noche permaneceré despierto para observar a los asesinos. Espero que no se oculten tan bien como lo haría Katarina. - Dije con un suspiro, antes de dejarme caer sobre la cama. Si quería levantarme de noche, me vendría bien encontrar algún momento en que descansar.

- ¿Garen? - me apresuro a hablar en cuanto veo que llega, antes de que venga Ezreal, si es que finalmente es invitado a entrar en la habitación.

- Escúchame, necesito hablar contigo, a solas... De momento eres el único en quien confío. Creo que lo que tengo que decirte puede interesarte...

En cuanto las votaciones terminan y vuelvo a la habitación, lo hago pensando en descansar cuanto antes. Ha sido un día agotador, sin duda. El cuerpo de mi hermana, aún presente, no me molesta en absoluto: me sirve como recordatorio del peligro al que nos estamos enfrentando. Pequeña Lux...

Sin embargo, cuando al entrar Janna me aborda con prisa, respondo de inmediato sentándome sobre mi colchón.

- Te escucho. - Le digo inclinándome hacia adelante.

En cuanto contesta Garen invoco una corriente de aire, haciendo que la puerta se cierre suavemente, sin hacer apenas ruido.

Dejo de levitar, y vuelvo a posar de nuevo los pies en la tierra. Me arrodillo ante Garen, y con una mano rozo su rostro cansado, mientras lo miro intentando encontrar un atisbo de esperanza.

- Escúchame, Garen... - le digo, mientras intento recomponer una sonrisa.- Dije que ayudaría en cuanto pudiera a tu familia - dirijo la mirada a Lux, para volver a mirar a los ojos a Garen-, y pienso cumplir mi palabra. 

Mi mano se desliza, junto con mi mirada, hasta algunos mechones que cubren su frente, apartándolos suavemente. 

- Quería habértelo dicho antes, para ahorrarte así sufrimiento... Pero sólo puedo confiar en ti - intercepto su mirada.- Iba a decirte que te pensaras tu invitación a Ezreal a esta habitación porque, además de lo que te acabo de decir... Mañana podremos ser uno más.

Dejo un tiempo prudencial para que Garen pueda asimilar mis palabras. Vuelvo la mirada a Lux, y me permito sonreír por un instante, antes de volverme de nuevo hacia su hermano con el rostro totalmente serio.

- Escúchame bien, porque no podemos permitirnos cometer errores. Tengo en mi haber dos pócimas: una que devuelve la vida, y otra que la quita. Tranquilo, tengo reservada la que da la vida para tu hermana. El problema es que, de usarla, los asesinos sabrían que hay alguien con un poder capaz de perjudicarles. Que Lux vuelva a la vida nos pone de nuevo en el punto de mira. Ellos ya saben que tú irás tras su búsqueda, así que muy probablemente piensen que yo tenga algo que ver... En cuyo caso... no aseguro mi supervivencia más de dos días.

Mi voz tiembla durante un momento, pero mi semblante sigue serio.

- No temo morir; temo no vivir para ver a todos esos malditos asesinos en el lugar en el que se merecen: bajo el yugo de Fiddlesticks.

Cojo las manos de Garen, y vuelvo a mirarlo fijamente.

- Hay que encontrar a los asesinos, Garen. Para revivir a tu hermana, tengo que utilizar también la otra poción; ambas a la vez. Pero necesito que me ayudes a encontrarlos. Tú cuentas con la confianza de muchos de los campeones, sólo tienes que ver cómo te han seguido en las votaciones. Yo... sólo tengo sospechas. Pero necesitamos certezas. 

Aguanto la mirada un poco más, antes de bajarla y mirar, por última vez, a Lux.

- No te ciegues por la posibilidad de resucitar a Lux: no moriré sin antes hacerlo. Pero tenemos que idear un plan. Y ha de ser ahora. 

Al ver cómo Janna se acerca a mí no puedo evitar sentirme ligeramente cohibido. Escucho cómo comienza a hablar, recordándome la promesa sobre nuestra familia... - No, ya no es nuestra familia. Mi familia. Ella ya no está. - Debo recordarme. Sin embargo, las siguientes palabras de ella me dejan confuso durante algunos instantes. ¿Ser uno más?

En un primer momento lo primero que se me ocurre es que haya ganado la capacidad de invocar a otros campeones. Jarvan podría ser una buena opción. O Katarina. Pero cuando continúa hablando mis ojos se quedan fijos en ella, al escuchar el resto de su explicación, y mi boca se abre ligeramente de pura sorpresa. No podría haber noticias mejores.

Antes de responder, un suspiro emocionado sale de mis labios, y una lágrima solitaria comienza a resbalar por mi mejilla. Sin decir nada al respecto la aparto con una de mis manos, antes de pasar la vista por la habitación, incrédulo, y volver a posar la mirada en los ojos de Janna.

- Eso es... - Comienzo, sin saber muy bien qué decir. Mis pulmones se vacían entonces de golpe, en una soplido de alivio. - Es genial, Janna. - Le digo, recuperando la seriedad, pero sin poder borrar un atisbo de una sonrisa. - Muchas gracias. Demacia estará en deuda contigo. Todos lo estaremos. - Me corrijo, antes de comenzar a darme cuenta de cómo poco a poco el peso de mis hombros va aligerándose.

- Tienes razón en que necesitamos un plan. - Continúo entonces más relajado, con los ojos brillando de esperanza por primera vez desde el amanecer. - Háblame de tus sospechas. Por mi parte estoy casi seguro de que no me equivoqué con Nasus, y añadiría a Annie a la lista. Lo único que Darius ha hecho durante el día ha sido salvarme la vida delante de todos, y aún así le han votado: Sólo tiene sentido si son culpables.

Me reconforta el comprobar que Garen aún mantiene la esperanza. Escondo una sonrisa incipiente; ya habrá motivos de alegría y regocijo al amanecer. Ahora nos urge urdir un plan.

- Descuida, Garen. No necesito más de lo que habéis hecho ya por mí todos los demacianos.- Me refiero, por supuesto, al hecho de darme acogida, aun cuando ni siquiera en mi país me encontraba en paz. - Me habéis dado un hogar; con eso tengo mi recompensa.

Lo abrazo fugazmente; la emoción termina por hacerme presa. El volver a ver a Lux, y la unión que se ha formado entre nosotros me da motivos para seguir luchando por la justicia.

- Cierto es - respondo, habiéndome separado de Garen- que es bastante sospechoso que Annie votara por Darius, cuando él solamente te salvó. Lo cual, por cierto, me desconcertó en sumo grado. ¿Cómo es posible que fuera él quien tuviera poder para volverte a la vida?

Era una inquietud que me asolaba desde que lo presencié durante la mañana, si bien con tantas emociones se me había olvidado por completo. 

- También yo desconfío de Nasus. No fui yo quien lo resucitó, eso está claro. La cuestión es: ¿volvió por artes oscuras? Aún así, sigo perturbada por la actitud de la pequeña pirómana... No sé qué pensar al respecto. - Me siento a su lado, masajeándome los hombros. - Como bien dices, realmente no tiene motivos para acusar a Darius, si lo único que hizo fue arrancarte de las garras de la muerte... No tiene sentido...

- Intuyo entonces que los elegidos pueden ser Annie o Nasus. Dime, ¿te arriesgarás a salir de nuevo esta noche? - pregunto, con un notable tono de preocupación.- Sé cauteloso, Garen, pues no dudo que los asesinos bien ansíen tu valiosa testa. 

Las palabras de Janna, cargadas de esperanza, me hacen respirar más tranquilo. Asiento al final, cuando dice que cualquiera de los dos podría ser el elegido, y después me dispongo a hablar.

- Hay algo que debes saber. - Le digo, mirándola con calma. - El otro inocente del que hablaba era Darius. - Explico, antes de dejar unos segundos para que la noticia cale en su mente. - Hemos dejado las diferencias políticas aparte, aplazando nuestro enfrentamiento. Esto es más importante.

- Ayer al despertar un vínculo se creó entre nosotros. Ahora siempre que esos asesinos le ataquen a él, o si van a por mí, podremos defendernos el uno al otro. Por eso saldré esta noche, y todas las que él pueda protegerme. - Continúo, antes de llevar durante un momento la vista al techo. - Aunque si te digo la verdad, me preocupa lo callado que está últimamente. Temo que nuestro vínculo acabe roto por su silencio.

- ¿Qué hay de los demás? - Pregunto al final. - Además de Nasus y Annie, ¿tienes sospechas claras de alguien?

Asiento al escuchar a Garen confesar la inocencia de Darius. 

- Bueno... - empiezo, sonriendo- al menos entre tanta locura parece seguir habiendo algo de esperanza.- Me refiero, claro, al vínculo entre Garen y Darius. 

- Esperemos entonces que Darius de más signos de actividad durante el día que se aproxima. Si no, puede que su actitud resulte sospechosa para el resto. Aunque es curioso que hayan sido Nasus y Annie quienes hayan votado por él... - confieso preocupada.- No se puede saber ya en quién confiar.

Peino mis cabellos hacia atrás. Tanta incertidumbre estaba agobiándome más de lo que pensaba. Me vuelvo de nuevo hacia Garen.

- No, no tengo más sospechosos que ellos dos. Aunque, a decir verdad, los sucesos acarreados tras la muerte de Jinx me tienen algo desconcertada. Quiero decir, ¿es posible que realmente ella pudiera ser inocente? ¿No hay ninguna manera de averiguarlo?  

Pude escuchar algunas de las reacciones que surgieron tras el ajusticiamiento de la rebelde Jinx, todas ellas culpando a Garen.

- Creo que el resto se equivoca. No dejes que sus amenazas te afecten. Tú no eres el responsable de los actos de los demás.- Miro preocupada a Garen, mientras con una mano le doy una suave palmada en el hombro que tengo al lado.- Suficiente peso soportas ya sobre tu espalda como para encima hacerte responsable de las decisiones ajenas. 

Realmente era mucha la presión que debía estar soportando. Lamentablemente, poco más podía hacer por él que darle todo mi apoyo. Pienso en esto mientras lo miro con una sonrisa que intenta transmitir tranquilidad al demaciano. Iban a ser días muy duros...

- Las palabras de Vi no tienen sentido. - Respondo casi de inmediato. - Si la gente la hubiera seguido a ella con su voto y yo hubiera acabado muerto se le podría acusar de lo mismo que ella me achaca. 

- Sobre lo de Jinx, - Continúo después. - no sé cómo podríamos confirmar su culpabilidad. Aunque es cierto que nada en su actitud parecía inocente. Lo que me escama es la forma que tantos han tenido de reaccionar después. Ya sucedió ayer con Nasus en menor medida, pero lo de hoy me ha parecido increíble. Somos campeones, ya seamos guerreros o magos. Hemos luchado y visto morir a muchos. No sé si es el miedo el que habla, pero nos están poniendo en peligro al dejarse llevar por esas tonterías.

- En cuanto a Darius, créeme: Yo también espero que comience a reaccionar. Ahora mismo sin su ayuda no tardarían mucho en acabar conmigo. Por mucho que sea un noxiano, hay que reconocer que es buen guerrero.

- Hmm... - asiento tras escuchar sus palabras.- Es cierto lo que dices... pero ella afirma que Jinx es inocente. No pone en duda su inocencia, sino que la defiende. Es extraño, cuanto menos... Algo me dice que Jinx es realmente culpable. Su actitud era más que sospechosa, a pesar de la locura en la que se ve envuelta esa muchacha siempre.

Sigo con la mirada perdida, pensando en cómo resolver esta situación que se nos presenta.

- Vi podría estar diciendo la verdad, y entonces habríamos condenado a una inocente. O... - continúo, con un brillo encendido en los ojos- Vi podría estar encubriendo a Jinx. En ese caso... no podríamos confiar en ella.

Me levanto de la cama y paseo por la habitación, sin rumbo fijo. 

- Por cierto, Garen... Y volviendo al tema de Darius. ¿Vuestro vínculo sólo es... durante... la noche? - Me sonrojo un poco al tratar de buscar las palabras adecuadas.- Quiero decir, imagínate que al resto de campeones les da por votarte... Lo cual no tendría sentido - ya has demostrado tu inocencia -, pero de ser así... ¿Podría Darius hacerles ver de alguna manera que se equivocan? O... traerte de nuevo a la vida... incluso... 

Estoy bastante desconcertada, pues entre las habilidades de Darius no figura la sanación ni resurrección... ni ninguna de sus variantes. Es extraño como él es el único que puede garantizar la supervivencia de Garen. 

- No sé... De todas formas, si decías que ibas a volver a inspeccionar esta noche... Igual deberíamos esperar para realizar nuestro plan al día siguiente. Sigo pensando que utilizar una poción ahora y otra al día siguiente es demasiado arriesgado. Y yo sólo puedo usar mi poder durante la noche... 

Me quedo parada, apoyada en la pared opuesta a donde está Garen.

- O esperamos a que puedas ver algo esta noche, que nos saque de dudas... O actuamos ya, a pesar de las inquietudes que tengamos sobre la inocencia - o no - de Nasus o Annie. 

Medito durante algunos segundos las palabras de Janna, tratando de analizarlo todo de la forma más lógica posible. No debo dejar que mi amor y mi sentido de culpa por la muerte de Lux nublen mi juicio. Finalmente busco sus ojos antes de volver a hablar.

- Creo que tienes razón. - Le digo. - Lo mejor será esperar a mañana. - Concluyo. - Probablemente si Lux vuelve pronto se lo tomen como una derrota, o algo parecido, y quieran rematar el trabajo pendiente cuanto antes. Si sólo tienes una poción de ese tipo no podemos arriesgarnos a que la vuelvan a matar. - Afirmo con cierta resignación.

- No sé si podré ver algo esta noche - Reflexiono después. - y por la mañana será imposible informarte en privado. Aunque si descubriese a uno de ellos lo diría delante de todos. - Continúo, antes de ponerme en pie y acercarme al cuerpo de mi hermana para sentarme a su lado. - Si no viese a nadie, envíame algún tipo de señal para saber a quién votarás. Yo haré lo mismo. Y espero que esta vez Darius esté más atento.

- Si yo o él cayésemos en votación o por cualquier otro motivo que no fueran los asesinos, moriríamos juntos. - Confieso. - Sin embargo, espero que no tengamos que llegar a eso.

Luego permanezco unos segundos callado, con los dedos de mi hermana en mi mano. El día ha sido sin duda complicado, y no me vendría mal algo de descanso. Sin embargo eso no es una opción: está claro que mientras tanto los asesinos estarán conspirando en contra de nosotros.

- Volveré a invitar a Ezreal. - Le informo. - Puede ser interesante lo que él pueda decir, y creo que si no lo hiciera todos se lo tomarían como algo sospechoso.

Ezreal entra en la habitación para ocupar la cama que había dejado libre Lux al morir.

Escucho atentamente las palabras de Garen. Tras su decisión, esbozo lo que más se parece a una sonrisa reconfortante.

- Todo volverá a ser como era. Antes de lo que crees; ya lo verás. 

Mantengo mi sonrisa, aunque mentiría si dijera que no estaba realmente preocupada por él. No estaba en mi mano decidir la suerte que corriésemos durante el nuevo día. Ojalá fuera así. 

Mi mirada se endurece tras la propuesta de Garen.

- De acuerdo. El viento indicará mi decisión. 

Vuelvo a pensar en lo que dijo antes de informarme de la invitación a Ezreal. "Yo también lo espero... ". Maldita la suerte que se cernía sobre los hermanos. A veces las cosas eran demasiado injustas y, salvo la resignación, nada queda que podamos hacer. 

Me giro hacia Ezreal cuando entra en la habitación.

- Buenas, muchacho - digo, escrutando su rostro, como si pudiera averiguar así las verdaderas intenciones del explorador pródigo.