Partida Rol por web

Los pajaritos volvían a levantaros con su canto semicelestial acompañados por un radiante sol. Ya lo hacéis con mayor rapidez, para comprobar si ha ocurrido algo durante la noche.

Y, en efecto, es así. El Pato Donald está siendo borrado por la mano de Walt Disney

Donald, ¡maldición! Ya se lo han llevado los asesinos. Aún debe de haber uno entre nosotros -digo enfurecido tras ver como Donald desaparece completamente borrado mirando a los que aún quedan conmigo.

_ Oh no!! Donald!!! _ la niñera se llevó las manos a la cabeza desesperada mirando alrededor y consciente de que entre ellos aún quedaba un culpable. 

Donald ha hablado allí -respondí - Y Vanellope no ha contado toda la verdad. ¿Algo que confesar antes de que yo cuente lo que ha dicho el pato?

Buaaaaaaaaa. Grito y lloro. ¿Por quéeeeeeee?  buaaaaaaaaa. Mi tio donald, malvados ¿que le han hecho? buaaaaaaaaaaaaa

Las lagrimas caen por mi rostro como las cascadas lo hace de la montaña, con violencia. Estoy destrozado, la única familia que tenia en este manicomio y la matan. ¿Pero que hizo el para que le odiaran?

Yo, no creo que ha-llan sido los ma-a-a-los. De hecho empiezo a pen-sar que ya no que-dan. Digo con la voz entrecortada.

Ralph tu dijiste ser el cazador, y si entendí bien eliminas a una persona cada noche. Luego si tu eliminas a alguien y los malos también. ¿donde esta la otra victima? Decía mirando a todos. La respuesta era sencilla. No sé que te hizo mi tío pero creo que tu le mataste. Le digo mientras lo señalo con el dedo. ¿Que hizo mi tio para merecer este final?

Carl "rumiaba" y parecia muy molesto. Se pasaba la mano por la cara y negaba con la cabeza.
-Y me temo que Alicia era inocente. Al igual que la señora Poppins, ella también era protectora. Algo hemos echo muy mal, para que las cosas se tuerzan a si.-Negó con la cabeza, ahora mismo estaba enfadado consigo mismo por no creerla.

Estoy aturdido ante las revelaciones de todos los presentes, pues ya quedamos demasiados pocos. Así que Alicia era buena al final, como se nota que Bella era otra bruja, nunca mejor dicho. Luis, no tienen porque darse dos muertes, puede ser que el protector cubriera esta noche a la persona acertada, algo que nos ha venido muy bien pues nos ha dado tiempo. Por cierto, he espiado a Kronk esta noche, es uno de los corruptos, de los asesinos, de los lobos, seguramente por eso apenas ha hablado durante todo este tiempo.

Kronk se volvió enfadado hacia Cassim.

Kronk no es malo. Me has querido matar durante todo el tiempo cuando tu has estado defendiendo a los asesinos.

De pronto para Kronk aparecen sus ángeles.

No debes decirlo tío, moriremos los tres. - dice el diablillo.

Pero morirá por una buena causa - dice el angelito.

Pero entonces no podrán verme hacer esto - dice el diablillo haciendo piruetas.

Tiene su miga, pero parece que de todas formas no pueden verte - contesta el angelito.

Chicos, me volvéis a confundir. ¿Se habrán dado cuenta de a quién he votado todo el tiempo? 

No creo, no te puedes fiar de nadie amigo - dice el angelito.

Yo cogía al ladrón y le metía esto por la nariz - dice con el tridente.

No me seas obsceno, por favor - dice el angelito.

Chicos, creo que voy a confesar, estoy aburrido de este juego. Gracias por todo.

Es lo correcto - dice el angelito.

Tú mismo - dice el diablillo desapareciendo.

Me giro a los presentes.

A ver, por donde empezar, yo solo puedo morir durante la noche de una forma que diré más tarde, todo aquel que me ataque durante la noche verá su ataque rechazado hacia otro. Es decir, la única forma de que me borréis es si salgo como el dibujo más votado o alguien investigaba mi rol. Por eso no quería decirlo, si ya conocéis mi rol, no se si seré borrado - digo llorando.

Doy tres palmadas cortas y separadas entre sí ante las palabras de Kronk -Y ahora el esquizofrénico pretende engañarnos con la habitual defensa de los traidores y los lobos, la de si me atacáis todos moriréis. Tu eres uno de los lobos, el último si no me equivoco. Todo acabará esta noche, se hará justicia por tus asesinatos.

Aquí hay algo que si voy a decir, que nos maten a los dos, a tí y a mí. 

Os lo pido por favor, hacedlo. En teoría nadie debía conocer mi habilidad, así que seguramente moriré de todas formas, pero una forma de evitar esto es que los dos caigamos y tu eres de la familia de Izma seguro.

Perfecto, que lo hagan si lo desean. Soy el vidente y, si no me equivoco, aquí no quedan mas asesinos salvo tu. Si tu mueres yo resucitaré mañana para celebrar nuestra victoria -sentencio confiado.

Que así sea.

Él no es el único culpable, en caso de que lo sea. Como ya he dicho, el pato fallecido ha hablado y nos ha contado cosas interesantes de Venellope, que como ella no dice nada, pasaré a relatar. Venellope tiene dos tipos de flechas, es mitad cupido, mitad asesina. Su objetivo es que en pié no quede ningún asesino ni ninguno del resto, sólo puede quedar ella en pié. Lo sabe porque fue a ella a la que pudo ver en su interior antes de morir. Es cierto que el pato no descarta que pueda haber más culpables. - Respondí - Los muertos no descartan que Cassim mienta también.

Escucho a la cabeza de Nala hablar y doy un cabeceo de resignación e indignación. Es lógico que algunos muertos sospechen de mí, he ayudado a quitar a varios malos de la lista y soy el único vidente que queda. Seguro que Jack, Jazmín y Bella no paran de hablar mal de mí. Ahora bien, solo afirmo lo siguiente. Si yo mintiera Bella sería de verdad la vidente y el pato sería el brujo, pues eso es de lo que se me acusa, de mentir sobre ello. Que cada cual decida. Yo se que he visto esta noche y a quién voy a votar.

Y volvió la noche. Vanellope se subió a los hombros de Ralph para volver a irse a su pequeño rincón y dormir un día más. Miró por encima de su hombro mientras iban hacia su lugar y vio que ya eran pocos, y que tenía miedo. Miedo de que, tarde o temprano, la pesadilla volviera a darse y resultaran de nuevo muertos. Sintió un escalofrío por todo el cuerpo, y se agarró aún más a Ralph, como si con su mera presencia ya fuera bastante para sentir que nada malo ocurriría.

Tras dar vueltas y más vueltas, preocupada por que a Ralph le pasara algo, cogió su manaza con fuerza y consiguió conciliar el sueño sólo cuando se percató de que él ya dormía profundamente. Se contagió de esa calma que inundaba, y cerró también los ojos para caer en un sueño agitado de sombras, ojos tras las ramas y nubes bajas que tapaban la luz de la luna.

La voz de las hadas madrinas la alertó y abrió los ojos de par en par ante lo que se sucedía. Miró el borrador y miró a Pato Donald y apretó con fuerza la mano de Ralph, hundiendo su cara en su brazo, cerrando los ojos, pensando si estaban cayendo las personas correctas. Echaría de menos al pato, pero debía reconocer que no era su Ralph quien desaparecía. No le importaba que ella fuera detrás, sino que era el hecho de que habían sobrevivido una noche más en aquel lugar, en aquella alta torre. El día avanzaba para concluir en unas nuevas votaciones. Sabía que era el turno de las nuevas acusaciones. Llevaban esa dinámica desde que comenzaron a quedar pocos, como si el primero que lo hiciera fuera el que se librara de ser mirado con recelo. Lo que no se esperó Vanellope fue las palabras de Nala.

Se la quedó mirando con el entrecejo fruncido y la boca semiabierta. En un principio, creyó no escuchar bien y miró a Ralph, dudando si era a ella a quien se referían. Al segundo siguiente, se sintió estúpida. Obvio, no había más “Vanellopes” allí.

Tragó saliva con dificultad, sabiendo que la duda ya estaba germinando en las mentes de los demás personajes. Los miraba, nerviosa. Su palabra contra la del recién personaje caído. El Pato Donald era malvado, lo sabían, porque se lo habían dicho… personajes que también habían caído. ¿Y si el Pato aún quería seguir haciendo daño? ¿Y si su última ocurrencia era decir algo de ese calibre para sembrar el pánico y la duda a los demás personajes para que alzaran su dedo admonitorio contra ella?

Sentía que su respiración se agitaba y que temía que no la creyeran en ese momento. Lo que había dicho sobre ella era cierto. Su don era el de Cupido. Tan solo quiso ser Cupido para poder estar junto a Ralph, aun sabiendo a lo que se arriesgaba, pues si uno caía el otro iba detrás. Se condenó de una cierta forma, y no se arrepintió de su decisión.

Se mordió el labio inferior, dudando qué hacer, qué decir, cómo actuar. Sentía los ojos clavados en ella aunque ni siquiera posaran su mirada en ella, pero su estado de nervios hacía que su realidad se tergiversase. No era más que una niña, una piloto de carreras a que le volvía loca el chocolate.

Miró a Nala, frunciendo el ceño, tratando de aparentar seguridad, aplomo y confianza en sí misma, aunque en ese preciso momento se sintiera lo más pequeña que había allí.

-Sí, ¿por qué no?- preguntó, tratando de sonreír-. Escuchemos lo que ha dicho Pato Donald de mí.

Y cuando Nala habló después de que se sucediera el diálogo entre Cassim y Kronk, Vanellope se la quedó mirando y pensó que el pato estaba enfadado con ella porque en cuanto supo que era corrupto fue a por él en las votaciones. Miró apenada a la leona, herida en su interior por que dijeran aquello de ella. Era fácil señalar sin pruebas. Si hubiera sido asesina... Oh, claro, hubiera sido la forma más fácil de proteger a Ralph. Lo miró, temiendo que creyera lo que Nala decía. Le tembló el labio pensando lo que haría él si terminara creyendo de alguna manera las palabras de Nala. Sabía que no eran ciertas, ella lo sabía, pero no tenía ningún medio para demostrarle a Ralph que ella no era malvada. Lo único que hizo fue condenarles al clavar su flecha en ellos, y ahora tenía que pasar ese mal trago porque el Pato Donald quiso acusar. 

Suspiró de forma lenta, mirando de reojo al resto de los personajes. Pero, terminó mirando a Ralph, el único por quien realmente temía que las palabras de Nala calaran en él y se creara una brecha entre ellos.

-Raph- dijo de manera suplicante-. Tengo el don de Cupido. Y Cupido no hace daño a nadie. No es malvado. Créeme, porfis- añadió con un hilo de voz, juntando las manos y entrelazando los dedos, con los ojos llorosos, y maldiciendo al Pato Donald por hacer sembrar la duda entre los personajes con una mera acusación más. 

Ahora mismo Vanellope, no os creo a ninguno - le respondí con franqueza - Se suponía que todo acabaría con las muertes de Bella y Alicia y aquí seguimos. El resto de los muertos necesitan algo más que un por favor para creerte, aunque bien es cierto, que Bella es bastante prudente porque todos sabemos que contigo caería Ralph y si él no ha mentido, y creo que no, él también podría morirse, y eso es una razón a tener en cuenta para posibles mentiras del pato.

Luego miré a Cassim - realmente te equivocas querido, Bella solo se ha pronunciado en el caso Vanellope, y Jack y Jassmine no han dicho nada interesante desde que han muerto. Jack en su pataleta sigue callado y Jassmine sólo habla para dar la bienvenida a los muertos. Ah sido Donald el que ha levantado la liebre allí abajo tanto de ti como de Vanellope.

Luego los miré a todos -No seáis chiquillos, el voto de los muertos ya no cuenta como uno más, y lo habéis visto con Bella y Alicia, su furia puede mataros como ya he dicho, convencedles de que no a vosotros.

Me llevo las manos a la cabeza, sorprendido -No me lo creo. No lo entiendo. Pero si yo le salvé la vida, si no fuera por mí lo habríais linchado siguiendo las acusaciones de Bella. Si yo fuera un mentiroso entonces el pato sería el brujo ¿si no porque iba yo a salvarlo si fuera malvado? -pregunto a Nala y a mi mismo, aturdido.

Leoncita, yo estoy condenado a morir porque conocéis mi don. A no ser que el ladrón haya copiado mi don, si los muertos atacan al hombre encapuchado debe morir. Para aseguraros de esto, votadme a mí como la opción mayoritaria y que los muertos se encarguen de éste - digo señalando a Cassim.

WALL-E no sabía qué hacer. Cassim, Cronk... ambos parecían muy convencidos de tener la razón, pero, ¿Cuál de los dos decía la verdad?

Realmente, los humanos eran unos seres de lo más complejos; ¿Por qué su creador les había dado la posibilidad de mentir a voluntad? Qué grave error de diseño, por todas las tuercas torcidas. Y ahora se encontraban en aquella peliaguda situación, sin saber por quién decantarse.

Pero Cronk parecía querer ponérselo fácil: quería que le votaran a él. Quizás se había cansado de las mentiras y las artimañas de los demás, o quizás creía que al estar muerto se volvería más poderoso, como les sucedía a otros personajes recién llegados a la Gran Familia Disney.

Aunque WALL-E sabía por propia experiencia que aquello no era cierto. Y tras pasar otra noche en la torre, alguien más lo descubriría.

Las hadas alzaron las varitas y el remolino volvió a crearse. La mano de Walt Disney apareció con velocidad llevando un borrador:

Kronk, muy intrigado, se acercó hasta él. Optó por poner la misma postura, como si fuera su reflejo. Pero Walt Disney no tardó ni un segundo en borrarlo del todo.

Y, como había hecho en la ocasión anterior, metió la mano en el suelo y surgió con otro borrador.

Creyendo que su hijo Aladdín había vuelto, Cassim se acercó hasta él y lo abrazó. El borrador giró sobre si mismo, llevándose los trazados de Cassim por delante.