Partida Rol por web

Ultimo día de clase antes de las vacaciones de verano; los exámenes ya están hechos y las notas pendientes de ser entregadas por un profesor que, a todas luces, parece ser que no tiene demasiadas ganas en hacer su función en todo ese sistema educativo.

-Os recuerdo que cuando hicimos el sorteo ganó la opción de "Resort en la Mansión de los Asesinatos". -Comentó con desagrado en su voz- Así que no quiero nada de quejas de "Yo quería ir a la playa", "Yo quería volver a "Magic Funhouse" y salir por la tele", y mucho menos el "Yo quería ser voluntario y construir casas para la gente sin hogar". Mañana por la mañana os quiero a todos aquí para que cuando llegue el autobús podamos ir a esa Mansión en las montañas. -Aún faltaban 15 minutos para que sonara la alarma y pudieran marcharse.

Todos decidieron hablar entre ellos, algunos expectantes por el viaje, otros algo más pesimistas al respecto por no tener un viaje a una mejor zona, pero todos contentos con el fin de las clases. El muchacho apodado "Crimson Sight" regreso a su lugar, luego de haber hablado con su amigo Daito. Sin mas que hacer, se quedo viendo la ventana, tal vez estaba desesperado por ganas que terminará el día, entre murmullos dijo.  _{Creo que puedo hacer  el ritual esta noche.}  Esto no lo dijo para alguien el particular, mas bien, era para el mismo, como si de una nota de supermercado se tratara. 

Finalmente la campana del fin de las clases sonó, liberando tanto a los alumnos como al Profesor que se levantó de un salto más enérgico que cualquier otro y girándose hacia todos los presentes exclamó. -Se terminó el ultimo día que os veo las caras como profesor... -Comentó aliviado de que terminara- Ahora os tendré que mirar por una semana como "Profesor Asignado para la Excursión"- Este comentario no fue para nada aliviado, sino algo molesto- Mañana os esperaré aquí a las 8:00 de la mañana en el autobús que yo mismo tengo que ir a buscar porque al parecer no hay fondos para un autobusero de verdad... Y como no, no me pagarán estas horas ni el madrugón... así que más vale que nadie llegue tarde. -Gruñó enfadado.

Mientras el profesor salía por la puerta más rápido que nadie, y el resto de la clase tenía que ocuparse en recoger sus cosas, desde sus mochilas, maletas, enseres personales y materiales escolares; uno de los alumnos simplemente se acercó a al ventana para ver el Parking donde los coches de todos los profesores estaban, y todos apurados, y con claras ganas de largarse de ahí se marchaban quemando rueda de las instalaciones.

El único que parecía estar algo más desanimado por largarse, y por tanto el último en llegar no fue otro que el propio Tutor de la Clase, probablemente debido a que este, a diferencia del resto, no era su último día de clase, sino que le tocaba aguantar a 30 adolescentes en una mansión abandonada en donde tenían que acampar en las afueras con sacos de dormir que, claramente, no iba a ser bueno para su espalda, así como la humedad del ambiente.

-Upupupupupupu... -Rió el muchacho mientras veía como el profesor entraba en su coche y lentamente conducía hacia la salida, abatido y resignado por lo que le esperaba en el día de mañana.

Finalmente las clases terminaron y aunque todos parecían estar contentos con ello, la que peor lo estaba pasando no era otra que Himawari Ame, la cual parecia estar algo apenada por todo ello, entristecida que sería la última vez que los vería. Y no, su tristeza no era en relación a sus compañeros, sino hacia las plantas, a fin de cuentas era la única miembro del Club de Jardinería, y ahora que ella se iba a ir... ¿Quién iba a encargarse de ellas?.

-Chicos, puede que esta sea la última semana que nos vamos a ver, pero tratemos que esta semana sea la mejor semana de nuestras vidas. ¡Pasémoslo bien!. -Comentó sonriendo al resto de sus compañeros de manera dulce y agradable- ¡Os prometo que intentaré hacerlo lo mejor que pueda para que siempre haya buen tiempo mientras estemos en la excursión para que podamos disfrutarla al máximo!.

Tras llamar de esa forma la atención de todos, la muchacha se acercó a Niji Tako y le comentó algo en privado. Al parecer quería tratar algo con este que el resto no pudo escuchar con claridad por parte de ella.

El muchacho se acercó a su compañera y con su entusiasmo habitual este habló a gritos permitiendo a todo el mundo que escuchara lo que la joven le estaba pidiendo.

-¡Claro!. -Gritó el muchacho- ¡Puedo hacer eso!. ¡Seguro que será un gran final!. ¡Nos vemos dentro de una hora en la cabaña de jardinería!.

Y con esto el muchacho salió corriendo del aula.

Sea lo que fuere, aquellos dos iban a tener una pequeña cita después de clase, el para qué, eso ya era algo que no se podía saber del todo bien.

Viendo por el único ojo que no tenía el parche como todos se estaban preparando para irse para que mañana todos pudieran estar al 100% y disfrutar del viaje y además animado por las palabras, el esfuerzo y la promesa que Himawari hacía a todos ellos, no podía ser menos.

-¡Yo también haré un esfuerzo! -Dije convencido de poder hacer algo- ¡Los del Club de Ocultismo hemos estado trabajando en algo para asegurar que en el viaje podamos ver fantasmas de verdad!. ¡Hoy daré el último retoque para hacer que la invocación sea un éxito absoluto así que deseadme suerte!. 

Antes de marcharme hacia el aula abandonada donde el Club de Ocultismo se reunía, me giré hacia los otros integrantes del Club y les di mis órdenes. - ¡Vosotros id a casa y dormid bien!. ¡Mañana será un gran día para ver fantasmas!.

Y con esto dicho todos los demás alumnos se marcharon a sus respectivas casas en Sakurami City usando el autobús de la escuela que, a diferencia del profesor, este sí iba a tener vacaciones a partir del día de mañana que, una vez que los trajera a la escuela este se largaría a disfrutar de la playa, quizás de la montaña, o incluso a ver un espectáculo de televisión y salir con la tele con sus hijos, como fuera... él era libre.

Aquel paisaje iba a cambiar a partir de ahora, ya no iban a viajar más en ese autobús para regresar de la escuela hacia sus casas, este era el último viaje para todos y aunque este era un sabor agridulce para algunos, otros parecían estar disfrutándolo enormemente. Al menos por parte de Koguma que no para de reír mientras miraba por la ventana del lado derecho.

Los que se encontraban en el lado derecho del autobús, en particular la ventana del mismo, pudieron ver como, no solo la diversión de terminar con las clases era lo que le provocaba la risa, sino que también pudieron ver al profesor tratando de empujar su coche por la carretera de la montaña sin demasiado éxito. Era lo malo de no tener cobertura en esas montañas.

Aquel paisaje iba a cambiar a partir de ahora, ya no iban a viajar más en ese autobús para regresar de la escuela hacia sus casas, este era el último viaje para todos y aunque este era un sabor agridulce para algunos, otros parecían estar disfrutándolo enormemente. Al menos por parte de Koguma que no para de reír mientras miraba por la ventana del lado derecho.

Al parecer el muchacho se estaba divirtiendo más que nunca...

¿Qué es lo que pasó en la escuela mientras los demás volvían en el Autobús?

El joven adolescente recogió de su casillero el diario de invocaciones y lo colocó en el suelo de la sala del club de ocultismo en el que este era el líder. No iba a ser una noche tranquila, pero al menos esperaba que con sus esfuerzos sus compañeros tuvieran una experiencia terrorífica en la mansión. El muchacho pasó las páginas del diario hasta que se detuvo por un instante en la página de la "Maldición del Alumno Sobrante", al parecer era una historia que hablaba sobre un fantasma que se hacía pasar por un alumno y a medida que este se le hiciera caso, los accidentes y la tragedia acosaban al resto de los alumnos.

-Pfff... Menuda chorrada... -Y pasó de página.

En aquella nueva página indicaba como se podía realizar la invocación que haría que cualquier espíritu a la redonda apareciera o se reactivara, incluyendo su propósito original o sus objetivos. Un hechizo bastante sencillo que tan solo haría falta unas cuantas velas, algunos cuantos muñecos de papel y un pentagrama con símbolos.

-Mejor voy a hacerlo en una hoja, -comentó el muchacho antes de pintar en el suelo- Así no nos reñirán ni nos obligarán a limpiar antes de irnos de excursión.

Y con esto el muchacho empezó a realizar el ritual...

La joven Himawari Ame junto con Niji Tako fueron a la parte trasera de la Academia, en concreto detrás del comedor en donde Himawari Ame tenía su pequeño jardín en particular que por tanto tiempo le había costado cultivar y cuidar.  Todas aquellas plantas blanquecinas daban una nueva estética a la Academia y aunque a menudo esto pudiera pasar desapercibido debido a su soso color, seguía siendo el orgullo de la joven compañera y única miembro del Club de Jardinería de la Escuela de Sakurami Norte.

-¡Como puedes ver, en el club de jardinería tan solo tenemos fondos para flores blancas, es por eso que me gustaría que me ayudaras a pintar usando tu Quirk todas estas flores de muuuuuuchos colores!. -La sonrisa de Himawari Ame era un pequeño rayo de luz en aquella tarde, quizás había usado su Quirk para reflejar los rayos de sol para que pareciera más adorable de lo que era o quizás Niji Tako la veía con otros ojos- ¡Por fi!. ¡Quiero que sea una sorpresa para todos antes de que nos vayamos de excursión!. ¡Seguro que muchos se sorprenderán!. ¿Y quien sabe?. ¡Quizás alguien se apunte al Club de Jardinería cuando vean lo bonito que es!.

Se podía decir que lo que Niji Tako sintió tras escuchar aquellas palabras de su amiga y compañera de clase fue un "Doki-Doki, Doki-Doki, Doki-Doki", es decir un "Doki-Doki" por cada corazón que tenía.

-Y-Yo, esto... -Por un instante no tuvo nada que decir mientras sus mejillas se sonrojaban levemente- ¡Bueno vale!. ¡P-Pero no lo hago por ti ni nada por el estilo!. ¡Lo hago porque me gusta pintar!.

Al parecer trataba de encauzar la situación mientras su mirada delataba otro sentimiento más.

El duro trabajo de ambos chicos hizo que en un abrir y cerrar de ojos lo que era un pequeño jardín de flores blanquecinas se volviera un espectáculo de color en donde cada grupo de plantas tenía un propósito diseñado especialmente por Himawari Ame, y aunque su avance fue rápido, el sol se estaba ocultando peligrosamente ralentizando un poco más el trabajo de ambos.

-¡Ya hemos hecho esta parte!. -Exclamó Niji satisfecho con su obra- Pero ya se está haciendo muy tarde, ¿Por que no vuelves a casa?. Mis padres no me estarán esperando, puedo continuar un poco más y así tener terminado lo que falta para mañana.

La muchacha miró con ojos tiernos el comentario de su compañero de clase, como este parecía continuar con su legado de pintar las flores que faltaban, así como además preocuparse de que no llegara muy tarde a casa. -¿De verdad?. -Preguntó incrédula, pues pese a que era amiga de Niji Tako, no sabía que este estaba tan preocupado por ella ni por sus compañeros. -Pues... si estás seguro de ello, por mi no habría problema, yo solo... quería decirte las gracias por todo esto y...

Por desgracia antes de que nadie pudiera confesar sus sentimientos o agradecer los esfuerzos para/con las plantas, una tercera cabeza apareció en escena, o mejor dicho, a un par de pisos de distancia, saliendo de la ventana del club de ocultismo.

-¿¡Queréis hacer menos ruido?!. -Gritó "Crimson Sight"- ¡Uno aquí está tratando de hacer cosas importantes!. ¡No tengo tiempo para escuchar ñoñerías!. ¡No me distraigáis o no habrá fantasmas!. ¡Ni Sangría Sangrienta! ¡Ni Lloriana la Llorosa! ¡Ni siquiera ese que habla con símbolos!. ¡Y no, tampoco aparecerá Napoleon!. ¡Dejad de preguntarme por Napoleon!.

Metiendo su cabeza en el interior del Club de Ocultismo este volvió a lo suyo... no tenía nada que ver con lo que fuera que estuviera pasando allá abajo.