Partida Rol por web

Al despertaros todos Nagisa va habitacion por habitacion despertandoos y dirigiendoos hacia los vestuarios para que os ducheis. En el transcurso investiga que ha pasado siendo que, cuando encuentra lo evidente es imposible que os quedeis quietos sin mirar. 

Masaru Saiga habia muerto por multiples cuchilladas. Sin embargi no habia rastro del cuchillo que lo habia matado, al contrario que con Kobayashi Hiro, el cual tenia su propio cuchillo atravesandolo mientras permanecia inerte en la cama. Tras verlo os obligo ir a la ducha siendo que el se encargaria de los cuerpos.

Al dar la primera clase Nagisa llega con una caja - Ya veis que no es broma. Dos compañeros vuestros han muerto esta noche. Si dejaramos al pulpoide o a los contaminados libres... Esa cifra se elevaría exponencialmente. En esta caja depositareis un solo voto para alguno de vuestros compañeros quien creais que es un contaminado. Durante los descansos y el recreo habladlo y elegir bien a quien eliminareis. Mientras tanto... Empezaremos las clases.

Asi dio comienzo un dia mas, hasta que Nagisa se marcho de la clase a la hora del descanso

Por su parte, Yoshito se encontraba preocupado y a juzgar por el ambiente general, no parecía ser el único con esta afección; temía que el miedo del mismo tipo que ahora ahondaba en su corazón también hubiera infectado los corazones de sus compañeros; pues a fin de cuentas, tal y como bien dijo W. Churchill: "Lo único que hay que temer es al mismo miedo", algo que Yoshito cumplía a rajatabla, bueno, añadiendo de su cosecha cosas como "Osos, Peluches, Averías, Retrasos, Enfermedades, Apagones de Luz y Manchas en su ropa impecable". Quizás no siguiera demasiado bien la filosofía del viejo de Winston, pero al menos seguía algo... y hablando de seguir...

¡Compañeros!

¡En estos duros momentos hemos de tomar una aún más dura decisión!

¡Propongo realizar... Un Juicio Escolar!

Pero con un nombre algo menos estúpido... Da comienzo la

Junta del Orden Disciplinario Estudiantil Reglamentario 

Yoshito parecía no haberse percatado de las Siglas de su "Junta", pues tenía en sus cabezas otras cosas, cosas como tentáculos gigantes, la muerte de sus compañeros, y probablemente si el debate terminaría a tiempo con un resultado favorable o sucumbiría a la presión y lloraría hasta dormirse... cosa que era habitual en el.

¡DEBATID!

En el transcurso de la clase, Haruhi no alzó la vista en ningún momento tratando de no "explotar"... por decirlo de una manera muy metafórica para referirse a no salir corriendo a su verdadera casa y no ser descuartizada por esa barrera, pues no solo debía lidiar con desconocidos y soportar interacciones sociales, sino que todo eso de pulpoides y asesinos era real, completamente genuino y fuera de sus límites establecidos. La peliazul no anotó nada en la clase y cuando llegó el descanso tampoco tenía apetito. Si tan solo la fotosíntesis fuese aplicable a humanos...

Dio un saltito sobre su asiento al escuchar a Yoshito y por miedo respeto lo observó parpadeando muchas veces para que sus ojos celestes no se resecaran, sabiendo que hoy debía emitir "su voto" y no tenía ni idea de cómo hacerlo.

-¿J-Jo-Joder?-comentó Haruhi frunciendo un poco sus labios en una mueca de... pensamiento que iba más allá de su propia existencia-. ¿E-esa será la-la abreviación?

La chiquilla comenzó a jugar con su cabello y bajó su vista otra vez. Respiró hondo para recuperar energías y... ¿Hablar?

-P-podríamos... creo que... _{preguntarles a los compañeros de los que.. m-m-m-murieron si supieron algo-}y soltó una bocanada enorme de aire. Se notaba cansada, como si hubiese hecho una maratón aunque fuese meramente verbal.

 Suitei había reaccionado medianamente bien a aquella situación. Por supuesto, dos compañeros muertos en el plazo de una noche alertaría a cualquiera, por lo que su pulso temblaba un poco. Sin embargo, mantuvo la calma que lo caracterizaba. Sabía que en el momento que la perdiera, todo se vendría abajo. Decidió enfocarse en otras cosas, como que Aoyama parecía no tener problemas en decir "joder" en voz alta.

- Tsk... tsk... habrase visto, usar semejantes palabras dentro de una institución educativa. Tienes suerte de que Nagisa-sensei sea tan comprensivo contigo y con el resto de ustedes, plebeyos... tsk... tsk...

 Aunque la boca sucia de la chica de pelo celeste no era lo que más llamaba la atención de Suitei: la guía que ella había propuesto era más que interesante. Mas Suitei tomaría esa idea de una forma un tanto agresiva.

- Sin embargo, la chica de las groserías tiene razón: aquí los principales sospechosos son los que dormían junto a los asesinados: el tipo que parece un payaso y la otra chica de pelo celeste. Ya de por si parecen psicópatas de medio pelo... tsk... tsk...

 Suitei se levantó y se posicionó entre Manami Suzumiya y Garou, mirándolos de cerca con una mirada juzgadora. Si bien sentía que estaba arribando muy rápido a las conclusiones, era bueno tener una pista a la cual seguir.

Pensando en voz alta: Parece que vuelan cuchillos por aqui

Garou llegó devastado a clase. No miró a nadie, y mucho menos prestó atención a Nagisa-sensei con sus clases. Simplemente se quedó mirando por la ventana, pensativo. Habían asesinado a Masaru, su compañero de habitación, y él ni siquiera se había dado cuenta de ello. Quizá podría haber sido él mismo, pero de alguna forma sabía que esta noche... no había ocurrido. Sabía que no había sido él. La confusión de cuando sufría uno de sus episodios no había estado presente esta mañana, y ya había aprendido a convivir con...eso. Gran parte de la mañana se quedó mirando sus manos, tratando de ver si había alguna herida nueva en ellas, pero eran las mismas que tenía cuando llegó por primera vez a la escuela. 

Cuando dio comienzo el descanso, Garou se quedó en su pupitre, sentado sin hacer nada particularmente interesante. Solo seguía mirando por la ventana. Sin embargo, lo que dijo Suitei lo distrajo. Le había llamado payaso. O que se parecía a un payaso. Había sido un comentario cruel, pero Garou ya había supuesto que el chico era un arrogante de tres al cuarto, y había decidido no acercarse a él, habría tenido problemas de ser así.

«Siento no poder ayudar Suitei, pero por desgracia no vi nada por la noche que pudiera ayudar... Ojalá hubiera estado despierto...» dijo Garou, apretando los puños y mordiéndose el labio para aguantar las lágrimas. Esto no le gustaba, en los momentos de inestabilidad es cuando se ponía aún peor. Tenía que salir de allí, antes de que fuera tarde.

Sin embargo, el comentario de Keruh fue como una flecha para él. Se giró hacia él, mientras el chico reía la gracia. ¿Acababa de reírse de la muerte de dos alumnos? ¿Era eso? Garou convulsionó en pie, y sin previo aviso comenzó a reír. Era una risa extraña, casi maníaca. Se acercó a Keruh dando palmadas, y su rostro ya no era amable y cálido como antes lo fuera, antes de que esta pesadilla de asesinatos comenzara. Ahora era un rictus sombrío, con una sonrisa de todo menos simpática.

«Muy buen chiste, Keruh. Muy buen chiste, sí señor. Aplaudo tu audacia. Reírse de compañeros muertos... ¡es maravilloso!» gritó Garou, alzando los brazos al cielo. «Es tan gracioso, que creo que podría partirme de risa aquí mismo. ¿Te importa si... te mato y continuamos la gracia?» dijo Garou, a la vez que lanzaba el cuchillo, que le pasaría casi rozando la oreja a Keruh. «Sería gracioso... ¿verdad?» comentó, mientras pasaba por el lado del chico, recogiendo su cuchillo. «Podría cortarte el cuello con este cuchillo, o podría clavártelo en el corazón. O mejor aún. ¡Más gracioso todavía! Podría arrancarte la piel a tiras, como a un cerdo, mientras chillas de dolor y suplicas por tu vida. ¡Eso sí que sería gracioso, JODER!» Garou se sujetó la cabeza, riendo como un loco. Se pasó el cuchillo por la lengua, lamiéndolo, mientras se reía y se reía. Sin embargo, después de un poco dejó de reír, y guardó el cuchillo. «Tranquilo, Keruh. No voy a hacerte daño, criatura. Solo estábamos bromeando, ¿verdad?» dijo Garou, pasando el brazo por encima de los hombros de Keruh, como si fueran amigos de toda la vida. «Me intriga ver si lo que tienes de gracioso lo tienes de valiente. ¿Crees que serás capaz de aguantar... mi compañía? Por favor, ríete de mí. Estoy deseando ver con qué burla sales ahora, si es que te sale alguna.» finalizó Garou, sentándose con los pies cruzados. Cerró los ojos y comenzó a tararear una canción por lo bajo, mientras de vez en cuando seguía riendo por cosas que Dios sabía qué eran.

Sora volvió a su “trono”, su pupitre, sentada con los codos apoyados en sus rodillas mientras se acariciaba la barbilla, simulando tener una barba falsa mientras soltaba largos “uhm…”

- Todos sabíamos que habría asesinatos. Firmamos un contrato con Igor en la sala de terciopelo sobre las normas, así que estábamos al tanto de lo que pasaría.- Señaló a Nagisa sensei o al lacasito, el que fuera que estuviera en el lugar, mientras escuchaba al resto de sus compañeros.- Lo único que sigo sin comprender del todo es porqué nos mandan a estudiar cuando podemos morir, es joder por joder.

Había algo que no encajaba pero no lograba descifrar qué era. ¿Las pruebas eran correctas? ¿También las acusaciones? Uhm…

- Yo creo que es justamente al revés, Edgeworth.- Miró de soslayo a Suitei Ogesana, adjudicando otro mote.- Piénsalo: Si tú fueras uno de los malos, ¿matarías a tu compañero de habitación? Si así fuera estaríamos ante los enemigos más noobs de Azeroth.- Siguió acariciándose la barbilla, rebanándose la cabeza hasta tal punto que parecía que iba a explotarle.- No pondría la mano en el fuego por ninguno de los dos, pero estaría más pendiente de ver quién les acusa más.- Miró al resto de sus compañeros sin pararse en nadie en especial, terminando su “caricia” con un fuerte bufido.- Al menos en este día, al menos yo, sospecho más del resto de habitaciones intocables. Y sí, sé que mi nombre está también en esa lista.- Alzó la mirada al techo, perdiéndose en una mancha de humedad que parecía tener la cara de Jesucristo.- A todo esto, ¿haremos las votaciones públicas? Yo tengo claro a quién voy a votar, me guiaré por mi instinto en este día puesto que es pronto.

Keruh con la mano en la nuca rascandose...

Joder Garou que susceptible... era para quitar un poco de hierro al asunto, cuando estoy nervioso hago chistes... no hace falta que seas tan agresivo conmigo... vale que mis chistes en muchas ocasiones... bueno siempre, son bastante inoportunos, pero bueno... yo... joder... disculpa!!!

Namine despierta, saliendo de su habitación con un enorme bostezo, y dirige una mirada a su alrededor. Ve a los dos que han sido asesinados y, agarrándose del cuello de la camisa, hace un leve tirón mientras traga saliva. Los dos asesinados han sido personas que mantenían un perfil bastante bajo y, ella como persona tímida y apocada, sabe que por esa regla de tres los asesinos y el pulpoide pueden escogerla como víctima.

Tiene que dar el cante, lo sabe. Antes de que los malos puedan pensar que Namine oculta algo. Por ello, queriendo hacerse notar, la joven de rubios cabellos comienza a bailar una canción de hacía algunos años.

-Me gusta ejercitarme por las mañanas -dice, como excusa, Namine. Después, su atención se desvía a Yoshito y se le queda mirando, con expresión abstraída hasta que finalmente una sola palabra salió de sus labios. Una palabra que había escuchado en Digimon Tamers y que no se le quitaba de la cabeza-. ¡Momantai! -Su vista se fija entonces en Keruh-. Oye, está muy mal eso de reírse de los muertos. Mi abuelo se atragantó con una pipa mal pelada.

Iba a hacer otro chiste, pero mejor me estoy calladito...

Keruh se sienta y se abstrae

Ryoji llegó al aula sólo para descubrir que, efectivamente, dos de sus compañeros habían pasado ya a mejor vida. La sonrisa relajada que solía exhibir el chico se borró al darse cuenta de que aquello era muy real, y que cualquiera de ellos podía ser la siguiente víctima.

- En fin... como dice Sora, ya sabíamos que esto pasaría -dijo-. Centrémonos y no nos peleemos sin más entre nosotros. Será mejor que dediquemos nuestros esfuerzos a la misión que nos han encargado. Más que nada porque nos interesa para no morir...

Se pasó una mano por el pelo, pensativo.

- ¿Alguien ha visto u oído algo raro esta noche?

Por mi parte estuve hablando con Miu de sus pasteles y el posible futuro que podiamos tener al salir de aqui, y nada más de interes, fue muy respetuosa conmigo y no abusó de mí, algo de lo que le estoy muy agradecido.

Luego dormir

— Junta del... — tras escuchar a Takuto y luego la conclusión de Haruhi sobre el peculiar nombre propuesto por este, Nao-chan tuvo que tomarse unos instantes para entender...

— ¡J.O.D.E.R! — mejor tarde que nunca, en medio de un caos que solo amenazaba con volverse más grande y más violento según el tiempo pasara...¿entonces todas las mañanas serían así? ¿ducharse y luego darse el "pésame" mutuamente para poder estudiar como si nada?

Con una sonrisa intranquila miró a Aiko, su roomie, luego al resto de sus compañeros, sintiéndose cegada al no poder imaginar con solo un vistazo quién o quiénes fueron capaces de hacer algo tan malvado como lo descrito por el sensei, y es que si, el día anterior ella parecía bastante emocionada con el asunto de una clase llena de potenciales asesinos...¿pero ahora?

La realidad a veces podía apestar, incluso para quienes rara vez viven en ella.

El chiste de Keruh la mortificó todavía más, sin embargo la actitud para con este de parte de Garou fue indiscutiblemente terrorífica, aunque bueno, de parte del pelirrojo se entendía, dado que precisamente fue su compañero uno de los afectados. Tras escuchar a Sora se quedó pensativa, tocada por palabras que de fundamento parecían tener lo suyo, aunque en su caso Nao-chan no tenía tan claro de quién podría sospechar al punto de votar para condenarle a una sentencia de muerte...

A la pregunta generalizada de Ryoji negó con la cabeza, sin embargo comenzó a caminar y sus pasos pronto la llevaron al mentado Garou que parecía abstraído luego de su explosión; intentó hablarle, quizás decirle algo reconfortante o animado, como normalmente haría, pero aunque estaba segura de que sabría qué hacer al llegar a él...las palabras no salieron.

Después de enterarse de los dos asesinatos que se habían producido Ayami se puso más pálida que la nieve, finalmente la realidad le había dado en la cara una buena bofetada, pues si bien al despertarse aún pensaba que todo podía haber sido un mal sueño estaba visto que se equivocaba.

Tras la clase Mizushima había recuperado el color, aunque no había dicho ni palabra, aún estaba recuperándose y pensando como debía actuar, pues si eso había pasado la primera noche tenía miedo de que llegase la siguiente. Además el profesor les había pedido que votasen quien querían que fuese el siguiente en morir, basándose en la idea de quien podía ser contaminado o pulpoide ¿y ella que sabía? Pensaba, después de todo apenas si llevaba 24 horas con sus compañeros... 

Entonces recordó algo, su compañero de pupitre había sido simpático con ella el día anterior y parecía callado, no como casi todos los demás que no dejaban de decir tonterías.

- Oye Dante, ¿qué opinas de todo esto?, yo... pensaba que era una broma, pero después de lo que ha pasado... - Ayami miró de reojo a Satou mientras hablaba recordando lo sucedido la noche anterior, tendría que hablar con él luego, había cosas que quería preguntarle, pues no entendía su forma de actuar.

A la pregunta de Ryoji negó con la cabeza.

Al terminar las clases, el ambiente era de lo más sombrío, habíamos perdido a dos compañeros durante la noche lo que no auguraba nada bueno.

Como.siempre nuestro delegado hizo de las suyas con su actuar histérico, lo.que me incordió un poco, pero decidi dejarlo pasar al menos de momento, pues había cosas más importantes que bajarle las revoluciones a Takuto.

Cosas como tranquilizar a Garou y a ese arrogante insufrible de Ogesana, quien ya estaba pasándose de la raya con sus ínfulas de gran señor.

Muy bien, debemos tranquilizarnos todos o nos iremos al demonio, pues a este ritmo, será sólo cuestión de tiempo para que nos maten a todos.

Ogesana será mejor que te calmes porque, hasta donde yo sé, tu no formas parte de la familia imperial así que deja de decir incoherencias y lanzar acusaciones sin pruebas o empezaremos a sospechar de ti. - digo con seriedad.

Recuerda que, en la mayoría de novelas de detectives, el primeo en acusar a otros, es usualmente el culpable y tu Garou, deja de buscar problemas con otros pues eso no es bueno en esta situación. 

Una vez dicho esto, me relajo un poco y me acercona Sora.

Personalmente, creo que Sora tiene razón, nadie sería tan idiota como para matar a su propio compañero de habitación por lo que, con lo visto y dicho hasta ahora, sólo tengo en claro por quien no voy a votar hoy.

Luego intercambo algunas palabras con Sora en voz baja, al tiempo que observo al resto de mis compañeros evaluando sus reacciones.

Tras sentarme al lado de Sora inhalo una gran cantidad de aire y me giro hacia ella para hablarle en voz baja

Sora, si salimos de esta, te gustaría ir al cine conmigo alguna vez, sé que no es el mejor momento para esto, pero dadas las circunstancias y teniendo en cuenta que este podría ser nuestro último día, no quería dejar pasar la oportunidad de invitar a salir a la chica más linda de la clase.

Manami despertó cuando Nagisa-sensei le tocó el hombro y le susurró que se levantara, quedando al principio un poco confundida pero recordando de inmediato que estaba en el instituto Kunigaoka junto a los alumnos de su clase. No fue hasta que abrió los ojos y terminó de desperezarse, que no vio a su compañero de habitación Kobayasi Hiro, asesinado sobre la cama con un cuchillo clavado, y fue entonces que comprendió que mientras había permanecido dormida, alguien había decidido tomarlo como objetivo aquella noche y asesinarlo. 

La joven Suzumiya no supo cómo reaccionar en un principio, y simplemente siguió las indicaciones de su sensei que la apremiaban a levantarse e ir al baño. Agradeció que Nagisa-sensei no le preguntase al respecto, porque en verdad no tenía ni idea de cómo podía haber sucedido aquello, y haciendo memoria de la noche anterior, solo recordaba haber saludado a su compañero Hiro al llegar a la habitación, pero finalmente acostarse y dormir al no recibir respuesta de éste. ¿Cómo podía la situación haber derivado en aquello? ¿En qué momento habían entrado a su habitación para asesinar al muchacho? Manami siempre dormía a pierna suelta y como un tronco, por lo que no le extrañaba no haber escuchado nada ni haberse despertado.

Al entrar en clase se sentó en su pupitre y sacó el libro de texto de forma calmada y con mirada inexpresiva, como era habitual en ella, pero no podía evitar sentirse observada por la joven Aoyama, quién propuso preguntar a los compañeros de habitación de los alumnos asesinados que sabían al respecto, en este caso Garou y ella misma, y después se le acercó Suitei, quién directamente les acusó de ser sospechosos y realizó un comentario bastante ofensivo, tildándoles de tener caras de psicópatas. ¿Ella tenía cara de psicópata? ¿Desde cuándo?

- No se como ha podido ser asesinado mi compañero de habitación. - comentó en su habitual tono neutral y monótono, casi rozando la apatía. Anoche intenté conversar con él antes de acostarnos, pero en ningún momento habló. Nos acostamos y esta mañana me despertó Nagisa-sensei...

Aquella era la realidad, y ella era la primera sorprendida del hecho, aunque por su mirada y tono de voz apático, cualquiera podría pensar que le traía sin cuidado su muerte. Lo bueno fueron los comentarios de Sora y Kenichi Nobugana, los cuales se mostraron comprensivos y lógicos con la situación. Puede que debiese agradecerles, pero Manami era extremadamente reservada y solo hablaba cuando era estrictamente fundamental o le interpelaban directamente, como en el caso de Ogesana.

Dante se reunió con todos ya enterado de la noticia. Estaba totalmente desconcertado

<<¿Qué cojones está pasando aquí?>>, pensó.

Se ve que no es una broma - respondió Dante a Ayami sin muchos ánimos.

Su cara miraba a todos lados con gran desconfianza mientras apretaba con fuerza la empuñadura de su cuchillo.

Activo el poder de Nobunaga para lanzarlo sobre Satou Kiyoshi.