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Hogwarts Adventures - En busca del tiempo perdido

2038 - III

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17/08/2014, 17:04
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Desde fuera las tres puertas parecían iguales, pero al entrar se sintieron deslumbrados, una luz tan fuerte que se sintieron obligados a cerrar los ojos, taparse con las manos y deseosos de tener más cosas con qué evitar que sus pupilas ardieran. Si el sol explotaba y los niños estaban ahí para vivirlo, esa debía ser la sensación, una luminosidad extrema, radiante a la locura; pero no sentían calor, su piel no ardía ni sus oídos explotaban, no, la sensación era solo visual, pero tan extrema que confundían al resto de sentidos.

De ocho niños elegibles, parecía casualidad que por aquel umbral hubieran entrado los más calmados, los contemplativos y pensadores: una Slytherin huraña, una Ravenclaw despistada, un Hufflepuff canijo y una Hufflepuff debilucha. Los salvajes habían optado por otra puerta, ¿sería mejor el sitio donde estaban ellos ahora?

Si tratáis de volver sobre vuestros pasos os encontráis un muro y aunque tanteéis, no hay ningún pomo, ninguna aldaba, ninguna bisagra ni nada que recuerde que antes ahí había una puerta. Los muros son fríos al tacto, como si la superficie correspondiera a planchas metálicas, que al golpear vibran como si reflejaran el sonido de los truenos.

La luz reduce su intensidad durante unos momentos, como si a una linterna le fallara las pilas, pero vuelve a lucir radiante de nuevo.

Notas de juego

Veamos, cualquier tirada que queráis hacer, dificultad 15. Incluso podéis probar magia, quien sabe si algún hechizo concreto funcionará.

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18/08/2014, 13:35
Asterope Blechtley

Asterope había acabado eligiendo la puerta número III. Después de tanto esfuerzo para abrir la XI, le habría gustado saber qué se escondía detrás, pero se veía que los demás no pensaban como ella. Poco le importaba. Al menos habían dividido el grupo y ahora solo estaba con otras tres personas. Los más calmados, por otra parte, lo cual era de agradecer.

Nada más entrar, temerosa por lo que pudiera encontrarse, tuvo que cerrar los ojos, pues una luz cegadora había aparecido, como si tuvieran toda una constelación de estrellas delante de ellos o mil luciérnagas en sus pupilas. Y, aunque los tuviera bien cerrados y con las manos apretando sobre ellos, esa luz conseguía atravesar las barreras y llegar hasta ella.

Dio un par de pasos hacia atrás, como si ese brillo la empujara, y su espalda chocó contra un muro. ¿Y la puerta? No se atrevió a abrir los ojos, por miedo a quedarse ciega completamente, pero sí que quitó una mano de su cara y palpó la superficie que tenía detrás. Una pared lisa y fría. ¿Dónde estaba la salida?

Parecía que la luz empezaba a portarse bien con los niños y se relajaba un poco. Asterope aprovechó para abrir un ojo, pero dio igual. No veía absolutamente nada; quizás por el choque inicial con tal intensidad o quizás por haberse apretado tanto con las manos. Supuso que al cabo de unos segundos todo volvería a la normalidad. Pero no. Al cabo de unos segundos la luz, traviesa, volvió a brilla en todo su esplendor.

- ¿Pero qué pasa? –Podría haber tanteado para buscar algo por las paredes, alguna especie de interruptor mágico, pero no se le ocurrió. Lo único que se le pasó por la cabeza fue usar su varita, pues, con todo el lío y lo nerviosa que le estaba poniendo la luz, se le había olvidado el fracaso del hechizo de Perry y la advertencia de Tithorea y Booky. Así que, instintivamente, sin acordarse de que la magia no iba a funcionar, sacó su varita de la manga del camisón, mientras con el otro brazo se tapaba los ojos, y gritó-. ¡Nox! –No era la mejor opción, pero era el único conjuro que recordaba en ese momento para apagar luces. 

- Tiradas (1)

Motivo: Nox

Dificultad: 15

Habilidad: 1+16

Tirada: 1 3 6

Total: 6 +1 +16 = 23 Éxito

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19/08/2014, 00:11
Matthew Williams

Al final  fueron 4 los que entraron en la puerta 3. Matt supuso que si la hora trece tenía importancia la puerta trece daría a un lugar más interesante que esa, la tres. No se equivocaba, porque nada más entrar se arrepintió.

No por la compañía, a Orsolya la conocía bastante, Asterope era de los pocos alumnos que conocía de otras casas y Willow parecía maja. Era otra cosa... la luz. la dichosa luz. No se veía prácticamente nada, tenía que cerrar los ojos de vez en cuando para que no le doliera la vista. Y no podían retroceder.

Así que les tocaba apagarla si querían continuar, o al menos eso pensó él. Intentó aprovechar los momentos en los que se atenuaba para hacerse una idea del lugar en el que se encontraban, de donde procedía la luz y si había algún interruptor para que la luz se extinguiera o perdiera su intensidad. La alumna de la casa de las serpientes optó por un conjuro. Matt, que no sabía si funcionaría allí la magia, volvió a decantarse por el "método a la antigua". Tanteó las paredes y entrecerró los ojos para buscar mejor, a ver si veía algo.

-Hasta que la luz no desaparezca no vamos a poder hacer nada- decía, mientras palpaba e intentaba avistar algo útil.

- Tiradas (1)

Motivo: Buscar

Dificultad: 15

Habilidad: 0+16

Tirada: 2 2 3

Total: 2 +16 = 18 Éxito

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19/08/2014, 00:35
Willow Brontë

Willow estaba totalmente impaciente por ver qué se encontraría detrás de la puerta, pero lo único que pudo hacer tras haberla cruzado, fue cerrar los ojos y llevarse las manos a la cara. Una luz cegadora llenaba la estancia, y que, aunque durante un momento pareció remitir, no fue lo suficiente para ver cómo era la sala en la que se encontraban.

Tras escuchar a sus compañeros, decidió buscar su varita y sacarla. Asterope había probado lanzando un Nox, pero, si no recordaba mal, el Nox servía como contrahechizo para el Lumos, y ella nunca había visto uno tan potente, aunque no creía que fuese algo imposible tampoco, claro. Tras meditar unos segundos, otro hechizo le vino a la mente. Era uno que no era demasiado específico, pero quizás fuese justo eso lo que necesitaban.

- ¡Finite Incantatem! -Apuntó por encima de su cabeza. No sabía de dónde provenía la luz, pero así al menos se aseguraría de no darle a sus compañeros. No creía que ese encantamiento fuese a hacerles nada extraño, pero siempre era mejor prevenir.

- Tiradas (1)

Motivo: Finite Incantatem

Dificultad: 15

Habilidad: 1+14

Tirada: 3 7 9

Total: 7 +1 +14 = 22 Éxito

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20/08/2014, 19:04
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Orsolya lamentó brevemente no tener a su hermana por allí, con ella a su lado siempre era algo más vivaracha, sin embargo cuando estaba sola, solía esconderse en su caparazón y eso le ayudaba a observar y pensar mejor. Al menos conocía bastante a Asterope y Matthew que tampoco solían explayarse mucho al hablar, salvo cuando Erzsébet les tiraba de la lengua; y de Willow, lo único que sabía era que de los ravenclaw de primero, era la más agradable, amen de la única chica que solía dejarse ver fuera de clase, del comedor y su sala común.

Al impactar aquel fulgor, semejante a la explosión de una estrella, no pudo impedir pensar en las noches de verano, viendo el cielo estrellado y como sus pensamientos divagaban a la idea de estar mirando el pasado, según vivían en un futuro que segundo a segundo pasaba de presente a pasado también. Estrellas muertas que enviaron su luz y que años, décadas, siglos más tarde, ella podía ver por las noches como si fuera cosa de magia. Pero fue algo momentáneo, pues tuvo que llevarse las manos a las cuencas, deseando poder arrancarse los ojos ante el dolor que su cerebro gritaba sentir. Se dio la vuelta, pero la sensación era la misma, la luz parecía provenir de todas las direcciones. Sintió pánico momentáneo hasta que se dio cuenta que los demás sentidos no estaban siendo bombardeados.

Escuchó un Nox, y la luz pareció atenuarse un poco, lo justo para que Orsolya pudiera abrir un poco los ojos, pero aquello seguía siendo como mirar directamente al Sol. Después oyó otro conjuro de encantamientos y todo se redujo a una intensidad asumible. Orsolya abrió poco a poco los ojos y se maravilló ante lo que vio: Ohhh

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20/08/2014, 19:24
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Matthew palpaba la pared que tenía más cercana, y ésta fría al tacto y flexible, pues al apretar la superficie parecía hundirse a la vez que sonaba como si de una lámina de chapa de tratara para luego volver a su posición, no tenía ningún saliente, y menos aún interruptores. Era una plancha larga, pues caminando un rato, parecía no acabar nunca.

Asterope fue la primera en probar la magia. Su Nox pareció atenuar un poco la luz, pero quien sabe si era un momento en el que bajaba de forma natural de intensidad o si su conjuro realmente había causado aquel cambio, no importaba, pues no era suficiente. Les dolía menos, pero seguían sin poder abrir los ojos más que una rendija, pudiendo ver que aparte de la luz, caminaban entre niebla.

El Finite sin embargo fue un contrahechizo que tuvo mejor efecto. Hizo que la niebla se desvaneciera y con ello la extrema radiación lumínica. Al abrir los ojos, podían ver que la luminosidad parecía provenir del techo de la caverna en la que se encontraban, extendida por toda la cúpula como si estuviese pintada de pintura reflectante, que podía no ser exagerado decir que se encontraba a un kilómetro de altura. Todo el techo parecía radiar y la culpa de la luz tan intensa había sido un cúmulo de factores, como era la niebla mágica que se extendía y acrecentaba el brillo, y los edificios compuestos por lo que a primera vista parecían espejos; todo hecho para cegar a quien quiera que entrase sin permiso.

Ante los niños hay una avenida, como si estuviesen en una ciudad muggle, compuesta por pequeños rascacielos, sin puertas visibles, con aceras, pero ninguna carretera. Por todas partes ven flotar de un lado para otro fantasmas, como si estuviesen ocupados en sus quehaceres, algunos con bolsas de la compra repletas, otros montando en bici y un grupo de pequeños jugando en un parque. Lo peculiar es que parece que no hay ninguno con una edad menor a los once años, pero de ahí para arriba los hay de todas las etapas de la vida, o de la muerte...

Todos los edificios, altísimos, están coronados con figuras. Los pequeños reconocen las criaturas pertenecientes a sus casas: el águila, el león, el tejón y la serpiente; cada una de ellas sobre un edificio distinto. Pero aparte de esos, hay muchos más: esculturas de dragones, sierpes de mar, pulpos, toros y peces, y extendiéndose en la distancia, edificios con más animales de los que eran capaces de ver.

Cerca de los pequeños flota una mujer recién salida de la adolescencia, pálida como todo fantasma, pero muy guapa que al ver a los pequeños les sonríe y sigue su camino.

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21/08/2014, 17:57
Matthew Williams

La luz hería sus ojos, se sentía impotente tocando la pared sin averiguar nada. Por suerte, aquello solo duró hasta que Asterope y Willow conjuraron sus hechizos e hicieron la luz más tenue, menos inaguantable.

-Bien hecho, Willow- dijo triunfal, a la que había reducido de forma exponencial la luz, mientras se frotaba los ojos aún algo adoloridos.

Lo que vieron a continuación fue algo que para Matthew resultó bastante inesperado. Al palpar la pared él creyó que estaban encerrados en algún sitio o al menos que aquel lugar era un sitio pequeño, no una recreación de una ciudad. Habían edificios y fantasmas hasta donde les alcanzaba la vista. 

Una parte de esa ciudad parecía muggle, por la estructura, pero el toque mágico lo daban los fantasmas que deambulaban y los animales que representaban a su casas y a otras que ni siquiera sabía que existían.

-Este sitio es grande, y no es normal- las puertas sin duda eran mágicas, pues el lugar en el que estaban no aparecía en ningún mapa de Howarts. No ninguno que él hubiera visto. Decidió preguntar, antes de que la fantasma que les saludó se alejara de ellos aún más- Perdona- dijo con voz fuerte para que se diera por aludida- ¿qué es este lugar? ¿donde estamos?

Matt no sabía por donde empezar, quizá por los edificios que llevaban las figuras de sus casas dado que eran los elegidos, pero realmente no tenía ni idea de a donde ir. Su madre le decía que preguntando a otros si se perdía era una buena forma de orientarse. o al menos saber donde diablos estaban el niño y sus tres compañeras.

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21/08/2014, 20:14
Asterope Blechtley

Asterope siguió con la mano tapándose la cara fuertemente hasta que notó cómo la luz se iba atenuando hasta desaparecer. Por fin un respiro visual, gracias al conjuro de Willow. El suyo no había hecho nada; al menos, ella no había sentido ningún efecto. La serpiente abrió los ojos. Al principio veía pequeñas lucecitas danzando frente a ella, restos del fulgor de hacía unos segundos. Cuando hubo pasado un rato, pudo contemplar mejor lo que había ante ellos.

Una ciudad, o eso le pareció. ¿Dentro del castillo? No era posible. Hogwarts era grande, pero no tanto. ¿Fuera, entonces? Tampoco era posible. Nadie podía salir de la escuela por medios mágicos. ¿Dónde estaban, pues? ¿En algún mundo paralelo al suyo? Como no sabía responder a ninguna de estas preguntas, se centró en lo que tenía delante: Edificios gigantescos, algunos parecidos a los que había visto en Londres, coronados con los animales pertenecientes a sus casas. Había otros muchos seres en los rascacielos, pero esos cuatro llamaron más la atención de la pequeña.

Bajó la vista un segundo para comprobar que no estaban solos. No se había dado antes cuenta, pero estaban rodeados de fantasmas. Translúcidos, levitando unos centímetros sobre el suelo, de todas las edades. ¿De todas? No. Asterope no veía a ningún bebé, ni a ningún otro niño pequeño. Se fijó en varios de unos once o doce años, pero serían los más jóvenes. La piel comenzó a ponérsele de gallina.

- No, no es normal –En eso estaba totalmente de acuerdo con Matt. Ese lugar le daba escalofríos. Puede que fuera porque acababa de sufrir una pérdida terrible y encontrarse con tanta muerte le afectaba más que de costumbre. No estaba así cuando pasaba junto a un fantasma del castillo. Pero esto... El choque había sido demasiado para ella-. Parece una especie de... no sé, mundo espectral o algo así. Quizás esta gente son los muertos que han caído en Hogwarts y vienen aquí a pasar la eternidad –Lo dijo casi más como un comentario para ella misma que para el resto. Solo eso explicaría por qué no había fantasmas más pequeños.

Justo entonces pasó una joven y les sonrió. Asterope no pudo devolverle la sonrisa, por supuesto. Y apartó la mirada de ella cuando Matt le habló. Como si así pudiera evitar que la chica se fijara en ella. Sería lo más sensato, obviamente; solo preguntando sabrían dónde se encontraban y, quizás, encontrarían ayuda. Pero no le hacía gracia entrar en contacto con los muertos.

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22/08/2014, 17:02
Willow Brontë

Con la ayuda del hechizo de Asterope, que dejó algo más de visbilidad durante un momento, Willow logró que el suyo hiciese desaparecer del todo aquel foco extraño que no les permitía ver nada.

- ¡Gracias! -Le contestó a Matthew mientras parpadeaba varias veces aún notando alguna molestia en los ojos, para cuando fue capaz de ver lo que había a su alrededor, se quedó boquiabierta. Nunca había visto nada igual, ni tampoco había soñado con ello. ¿Leído quizás? No lo recordaba tampoco.

Miró los edificios, tratando de pensar si había algo que se asemejara a aquel sitio, y luego miró a los fantasmas.

- ¿Hemos traspasado el velo? -No sabía si algo así era posible para los vivos, porque seguían vivos, ¿verdad?, pero era lo primero que le había pasado por la cabeza.- ¿O lo han hecho ellos? -Eso también tenía sentido, al menos en su cabeza. El tiempo se había parado, y los fantasmas siempre estaban atrapados en el tiempo aunque este siguiera su curso natural. Para ellos es como si no existiera.

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23/08/2014, 22:44
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Había tantas posibles explicaciones para lo que estaba viendo que Orsolya no acertaba a quedarse con ninguna de ellas, pero de igual modo, aquello era maravilloso e intrigante. Los edificios como rascacielos, que en este caso quizás debían llamarse rascabóvedas si se tenía el peculiar sentido del humor de booky; el recubrimiento reflectante sin puertas ni ventanas perceptibles, que hacía que las calles parecieran duplicarse una infinidad de veces, haciendo que aquella ciudad subterránea pareciera más grande de lo que era en realidad; esculturas encumbrando cada uno de los rascabóvedas, representando todo tipo de animales; avenidas limpias, jardines cuidados y parques sin columpios rotos, una utopía muggle que se esparcía ante sus ojos.

Orsolya se fijó en uno de los cristales, poniéndose de perfil para poder ver reflejada su figura en el panel del edificio contrario y así apreciar los cientos de Orsolyas, que según parecían irse acercando a la regresión infinita se iba haciendo más pequeñas y borrosas. Sonrió y volvió a prestar atención a sus compañeros.

¿Los muertos de Hogwarts?, habló por primera vez desde que se separara de su hermana. Tendría sentido si solo estuvieran esas figuras, indicó los cuatro animales del escudo de Hogwarts. Aquí hay muertos de otros sitios, decidió.

Puede, contestó a Willow. Los fantasmas de Hogwarts no hacen nada más que ir de aquí para allá. Estos fantasmas parecen distintos...

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23/08/2014, 23:03
Candy

Gerda Blanc-Chevalier había sido un niña alegre hasta que murió. Hija de condes franceses y única heredera de su fortuna, la familia se rompió en el momento en que la noticia de la desaparición de la chica llegó a oídos de sus padres. Lo demás no importa a nadie, pues ya quedó en el pasado...

Ahora su nombre era Candy y llevaba mucho tiempo viviendo allí. Recordaba como si fuera ayer el momento en que llegó a la ciudad y la hicieron sentir como en casa. Había tanta gente que era difícil no encontrar personas con quien llevarse bien.

Había quedado con sus amigas cuando por el camino se encontró con cuatro niños de carne y hueso, quizás los pequeños serían los nuevos inquilinos. Tendría que darse prisa en organizar todo para la fiesta. Se detuvo cuando uno de ellos se dirigió a ella.

Esto es La Ciudad, contestó la chica, poniendo especial énfasis en la palabra ciudad, como si fuera un nombre propio y no un sustantivo común. ¿Donde sino podríamos estar?, se rio la chica ante lo gracioso del niño.

Ahh, pero no somos fantasmas, corrigió a la niña de ojos verdes, moviendo un dedo en señal de negativa a la vez que abría mucho los ojos, dejando pasar un momento para acumular algo de misterio. Somos entes etéreos, finalizó. Hasta luego, se despidió y floto veloz para no llegar tarde a su cita.

Notas de juego

Tiradas de atención, buscar, investigar, lo que queráis, dificultad 15.

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24/08/2014, 10:55
Asterope Blechtley

Con la mirada suspicaz, la pequeña serpiente giraba su cabeza a todos los lados, escuchando a sus compañeros. ¿El velo? No sabía a qué se refería Willow. Los secretos de Departamento de Misterios del Ministerio seguían siendo secretos para una enorme mayoría de la población mágica. Y Asterope nunca había cogido un libro que hablase del mito -¿o no era un mito?- del arco con el velo. Así que las palabras de la Ravenclaw le parecieron más místicas que significativas.

Y entonces la chica respondió a Matt. Reía. No le gustaba que riera. ¿Por qué lo hacía? Le daba escalofríos. Orsolya tenía mucha razón, esos fantasmas eran diferentes. Con los de Hogwarts se sentía cómoda, nunca le habían dado tanta angustia; con estos, sin embargo... La chica lo explicó: no eran fantasmas, eran entes etéreos. Quizás por eso no le parecían iguales. ¿Pero qué significaba eso?

Cuando se marchó, la siguió con la mirada de reojo-. ¿La Ciudad?Eso creo que está claro, pensó mirando a los rascacielos-. ¿Es el nombre propio de esto? –preguntó recordando cómo había pronunciado la chica las palabras-.Y ¿habéis oído lo que ha dicho? No son fantasmas, son entes etéreos. No estoy segura de qué significa. Los fantasmas son los restos que quedan en el mundo de los vivos, ¿no? Quizás esto –dijo señalando con la cabeza a los seres transparentes- es lo que habita en el mundo de los muertos. O tal vez no estén muertos; tal vez su esencia se haya separado por alguna razón, pero su cuerpo siga esperando a que regrese a él. O tal vez –Tragó saliva. No le gustaba esta última opción- sean aquellos que han intentado salvar al mundo de la congelación del tiempo y han fracasado...

Mientras hablaba, iba mirando por todas partes de La Ciudad, centrándose sobre todo en los edificios cercanos. Todo para intentar averiguar algo más. Alguna pista de qué era ese lugar, de qué tenían que hacer allí y, más importante, de cómo salir de él.

- Tiradas (1)

Motivo: Investigar La Ciudad

Dificultad: 15

Habilidad: 0+13

Tirada: 1 9 10

Total: 9 +13 = 22 Éxito

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26/08/2014, 10:25
Matthew Williams

Si bien parecía que Matt hasta ahora no tenía nada de miedo, eso cambió cuando terminó de hablar con aquella "no somos fantasmas, somos entes etéreos". Él no sabía qué diferencia había, si es que existía... y mucho menos donde se encontraban.

El miedo a estar perdido empezó a asomar en él, unido a un temor aún más profundo. Por primera vez temía hasta por su propia vida. Booky les prometió aventuras, pero ¿qué pasaría si permanecían demasiado tiempo allí? ¿Se convertirían también en seres etéreos? Era probable que no, aunque Matt no quería esperar para averiguarlo. La inseguridad que Asterope parecía tener en su voz también se estaba adueñando de él.

-Este sitio... me da mal rollo. Tenemos que salir de aquí- las miró a todas, siendo la última de ellas Orsolya. Ella y su hermana estaban acostumbrados a la aventruas, aunque Matt empezaba a pensar que les había acompañado la hermana equivocada. Erzsébet habría interrogado a los "entes etéreos" hasta que les dieran pistas para no tener que aguantarla más.

Y con la sensación de que debía haber entrado por la puerta XIII miró, como Asterope, por los edificios cercanos. En especial por los que portaban los animales de sus casas. Si estaban destinados a salvar Howarts el destino se lo tendría que poner fácil si quería que salieran de allí.

- Tiradas (1)

Motivo: Buscar

Dificultad: 15

Habilidad: 0+16

Tirada: 6 7 10

Total: 7 +16 = 23 Éxito

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26/08/2014, 15:42
Willow Brontë

Entes etéreos... -Vocalizó sin decir nada. ¿Había alguna diferencia entre eso y los fantasmas? Realmente no estaba segura y no recordaba leer nada sobre ello. ¿A lo mejor simplemente era un fantasma muy quisquilloso?

- No hay puertas. -Contestó mirando a Matthew. La posibilidad de salir de allí ahora mismo le parecía prácticamente nula, por no mencionar de que tampoco se lo había planteado realmente. Aquel sitio no es que la hiciese sentir cómoda, pero había tantas preguntas sin responder... ¿cómo podían irse sin más?

Aprovechó cuando algún que otro "ente etéreo" pasaba por su lado para mirarlo más de cerca o incluso tocarlo (o al menos intentarlo). No tenía muy claro si aquello serviría de algo, pero la curiosidad le podía.

- Tiradas (1)

Motivo: Investigar fantasmas

Dificultad: 15

Habilidad: 12

Tirada: 5 6 9

Total: 6 +12 = 18 Éxito

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27/08/2014, 00:26
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Orsolya despidió con la mano al ente etéreo con un pensamiento en la cabeza: ¡qué maja!

Hubo algo de lo que dijo Asterope que hizo que Orsolya se volviera hacia ella, ¿los que trataron de resolver la congelación antes que nosotros? Pero hay algunos muy mayores, ¿no?, indicó hacia un grupo de abuelas fantasmas sentadas en un bancho, seguramente chafardeando sobre lo molestas que eran sus vecinas. Se estrujó momentámente la cabeza hasta recordar las palabras exactas de Tithorea: Solo la inocencia de los niños y el poder de vuestra imaginación, vuestra valentía y pureza puede solucionar algo que lleva ocurriendo año tras año, repitió, pero con su tono de cría no sonó tan misterioso ni importante como cuando lo dijo la dríade. Pero si esto es el sitio al que van los muertos, no está tan mal, decidió. Al menos era mejor que los fantasmas de Hogwarts, que tenían asuntos pendientes, siempre tenían cara de angustiados y de haber digerido mal la comida.

Asintió con la cabeza cuando Matthew puso en palabras lo que todos debían estar pensando. Estaba claro que ese no era un sitio para los vivos.

Mientras sus compañeros buscaban e investigaban, Orsolya se quedó quieta, pensando, pues las palabras ente y etéreo juntas por alguna razón le resultaban conocidas. No dejaba de girar su varita, que había desenganchado de uno de los lazos de su camisón.

- Tiradas (1)

Motivo: O: Conocimientos Mágicos

Dificultad: 15

Habilidad: 0+14

Tirada: 4 5 9

Total: 5 +14 = 19 Éxito

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27/08/2014, 00:41
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Según miraban, no paraban de salir fantasmas desde distintos puntos de los edificios, como si nada más salir, descendiesen en vertical por algún ascensor invisible y cuando llegaban al nivel de calle continuaran su camino. La mayoría no prestaba atención a los niños al pasar por su lado, pero cuando Willow alargó la mano para tratar de tocar a uno de ellos, sintió una calidez muy distinta al frío mortal que uno notaba al ser atravesado por un fantasma en Hogwarts. Una calidez como si en aquellos cuerpos hubiera aún una chispa de vida, aunque tuvieran la misma cualidad incorpórea que Nicholas de Mimsy-Porpington.

Al tratar de contar las alturas que tenían los edificios, Asterope se encontraba con cierta dificultad. No parecían ser demasiado altos, máximo llegando a las veinte plantas, pero al ir contándolos uno por uno, siempre se perdía. Por muchas veces que tratara de contar las sombras que parecían hacer de separación entre pisos, nunca lograba terminar. Al fijarse luego en los puntos por donde salían o accedían los entes etéreos, se dio cuenta que mirada de frente la puerta, si podía llamarse así, no era visible; pero mirada de reojo parecía desaparecer, dejando a la vista muchísimos huecos de acceso.

Matthew notaba que al estar cerca del edificio coronado por la escultura de un tejón, éste parecía vibrar, como si entrara en consonancia con su cuerpo. Era una sensación muy rara, pero notaba que pertenecía a aquel lugar más que a cualquier otro sitio en el que hubiera vivido.

Más allá de los edificios coronados, se encontraban otro más bajos, cafeterías, bibliotecas, escuelas, todo lo que una ciudad de tamaño pequeño muggle podía tener.

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27/08/2014, 10:33
Matthew Williams

Mattew arrugó el morro cuando Orsolya dijo que ese sitio no estaba tan mal. Y él que creía que era la más normal de las gemelas. Por suerte, aceptó a salir de allí, a Matt cada vez ese sitio le gustaba menos.

Anduvo investigando por los edificios  que señalaban las casas de Howarts, que no tenían entrada para ningún ser que no fuera etéreo y se paró en el que portaba el estandarte de la casa a la que él pertenecía. Tuvo una extraña sensación allí, por un lado le disgustaba estar allí, se encontraba raro. Pero por otro lado sentía que aquello era su lugar... ¿sería la solución probar cada alumno a colocarse cerca de los edificios que representaban a su casa o sería peor para ellos? Aun con miedo a convertirse en un ente etéreo de esos que vagaban por allí si hacían lo que iba a proponer Matt, lo dijo de todas formas.

-No sé si servirá de algo o complicará más las cosas- les dijo a las tres chicas que lo acompañaban- pero siento algo raro al ponerme cerca del edificio con un tejón como símbolo. Igual el truco está en que cada uno de nosotros se coloque al lado del animal de su Casa. O al menos creo que no perdemos nada por probar.

Pero aquello no era cierto, sí tenía miedo de que algo malo pasara. O de que no pasara nada. Intentó eliminar de su mente esos pensamientos pesimistas y tuvo esperanzas de que la salida del lugar tuviera como solución el acertijo que él creía tener resuelto y que le recordó al puzzle que Asterope, las gemelas y él ya se enfrentaron en el puente zigzagueante.

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27/08/2014, 11:36
Asterope Blechtley

Quizás al principio se lo pedían a adultos y, cuando vieron que no servían de nada, nos lo encargaron a nosotros, pensó Asterope tras el comentario de Orsolya.

La pequeña serpiente levantó la cabeza mientras investigaba uno de los edificios. Qué altos eran. En Swansea no eran tan grandes, como mucho de 13-15 pisos. Pero estos podían llegar incluso hasta... ¿los veinte? En Londres los había mucho más gigantescos, pero estos también imponían. Asterope empezó a contar las plantas para hacerse una idea: Una, dos, tres. Iba una por una señalándolas con el dedo. Nueve, diez... ¡Ay! Ya me he perdido. A ver, otra vez. Una, dos. No parecía fácil contarlas. Siete, ocho... ¿Por cuál me llegaba? Lo intentó varias veces más, pero siempre se perdía. Una, dos, tres. Esta vez lo iba a conseguir, seguro. Doce, trece, catorce... No, ¿he contado la trece dos veces? ¡Ayyyy! Era frustrante. No tenía ni idea de para qué iba a servirles saber el número de plantas, pero ya se había convertido en una cuestión personal.

Matt entonces habló. Parecía que había descubierto algo. Asterope se giró con el ceño fruncido de la rabia que le daba no ser capaz de terminar de contar. Y, justo cuando se giró, le pareció ver algo por el rabillo del ojo en el edificio. Volvió a mirarlo, pero solo vio la pared lisa, por donde salían y entraban esos entes etéreos. Habría sido un truco de su mente.

Prestó atención a Matt de nuevo. Lo que decía de los símbolos de las casas podía tener sentido. Buscó con la mirada la serpiente y, en uno de esos giros de cabeza, volvió a percibir una especie de entrada en uno de los rascacielos. Cuando se fijó en él, nada. De nuevo la pared lisa. Era obvio, esos entes serían como los fantasmas, que podían traspasar paredes sólidas. Qué tontería pensar que podían existir puertas en ese mundo.

Pero seguía viéndolas de vez en cuando. Cada vez que miraba de reojo algún edificio, ahí estaban, huecos para que los seres corpóreos pudieran entrar y salir. Asterope se volvía loca, porque desaparecían en cuanto se fijaba en ellos. ¿Quizás no duraban más de un segundo abiertos? Se quedó con la mirada puesta en uno, sin pestañear, para descubrirlo cuando apareciera. Pero nada. Cuando empezaron a llorarle los ojos de estar tanto tiempo abiertos, parpadeó y apartó la vista de ahí. Y, de nuevo, en cuanto miró para otro sitio, distinguía el hueco. Comenzó a entender de qué iba eso.

- Hay algo en los edificios –les informó a sus compañeros, con voz calmada, sin emoción, como si estuviera dando el parte meteorológico-. Cada vez que miro de reojo uno de ellos, veo una especie de puerta. A ver si vosotros lo veis también. Pero no lo miréis de frente, porque se esconde, que ya lo he intentado yo.

Vaya paredes más tímidas, que ocultan sus secretos cuando las miras directamente.

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27/08/2014, 14:03
Willow Brontë

- No parece que puedan aburrirse aquí, al menos los primeros años. -Comentó en respuesta a Orsolya.

Luego se centró en lo que se había propuesto hacer. Cada vez que veía un ente acercarse, estiraba la mano intentando tocarlos. No lo conseguía, obviamente, pues su mano los traspasaba como si nada hubiese allí, pero si que percibió algo extraño.

- ¡Eh! -Llamó la atención de sus compañeros, aún con la mano "dentro" del fantasma.- Esto es raro. -Frunció el ceño y pareció estar recordando algo antes de comenzar a hablar nuevamente.- ¿Sabéis cuando en Hogwarts te atraviesa un fantasma, que es como que se te mete el frío en los huesos? No hay frío. Es como... cálido, ¿como si no estuviesen muertos del todo?

No sabía qué quería decir aquello, pero era cuanto menos curioso, y quizás alguno de sus compañeros pudiese tener alguna pista sobre algo con aquel dato.

La idea de Matthew le pareció bastante lógica, así que se acercó rápidamente al edificio que tenía el águila en su parte más alta y esperó. Aprovechó para poner en práctica lo dicho por Asterope, mirando de reojo a ese edificio en concreto.

- A lo mejor pasa como con el Caldero Chorreante, que tienes que saber que está ahí para poder entrar. Igual si nos concentramos pensando que la puerta realmente está ahí, lo acabe estado. -Tras haber probado a mirar de reojo hacia el edificio con el águila, decidió probar su propia idea, y mirando directamente el edificio se concentró, convenciéndose a sí misma de que la puerta estaba allí.

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27/08/2014, 23:50
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Como diría E, este sitio seguro que tiene mucha Felicidad Interior Bruta, dijo tras el comentario de Willow, sin dejar constancia si ella también lo creía así.

Mientras se quedó tratando de pensar en posibles caminos a su mente para rescatar la información que creía retener respecto a aquellos Entes Etéreos, sus compañeros descubrieron cosas. No le hacía ninguna gracia entrar en ninguno de esos edificios, así que al principio cuando había quedado claro que no había accesos, había respirado aliviada. No le importaba meterse en el cubil de algún monstruo para calmarlo, porque confiaba en su mano con los animales, pero aquellos seres eran distintos, no estaba segura si quería entrar en un lugar de donde quizás no podría salir.

A raíz de lo descubierto por Willow, que describió a los entes como no muertos del todo, Orsolya finalmente recordó lo que había estado tratando de buscar en su memoria. Leí una vez que los entes etéreos estaban emparentados con los dementores, soltó de golpe, quedándose blanca al pensar en qué podían parecerse unas criaturas tan oscuras y otras tan aparentemente felices.

- Tiradas (1)

Motivo: O: Conocimiento de Criaturas Mágicas (Entes Etéreos)

Dificultad: 20

Habilidad: 0+15

Tirada: 4 9 10

El dado ha explotado: 2 3 7

Total: 17 +15 = 32 Éxito