Partida Rol por web

Alexis y Mathias, se marchan del comedor, con las manos entrelazadas.

Me despedí de Carter y terminé de comer. Aún sonreía y no dejaba de pensar y recordar. Terminando de cenar y al ver que todo estaba controlado, decidí irme a la Sala común; recogí mis pertenencias. Si hay desorden, que lo arreglen los demás prefectos. Salí del gran comedor

Baltasar se despide rápidamente de sus compañeros y sale corriendo del gran comedor.

-Esto...yo...no quería que te lo tomases mal..quiero decir...Eli yo...- suspiro profundamente para relajarme, con poco éxito.

-¿Vendríasconmigoalatorredeastronomía?Quieroquehablemosasolas.-

Cuando termino, me pongo aún más colorado.

La sonrisa de Tom se ensancha en su cara al escuchar a Eleanor. Le encanta verla sonreir. Se acerca a ella en tono confidencial, pero se separa para añadir con un falso tono severo

no se lo digas a nadie, eh?

Tom se vuelve a acercar a ella,  pone su mano en la oreja de El, y susurra dulcemente

Va...acerca del chico más estúpido que existe...y..y...de la chica más bonita del mundo

Se separa de ella y busca una manzana por la mesa

Es una canción un poco triste pero muy bonita....ya lo verás

Dicho esto se le ilumina la cara, agarra su manzana, y sale del comedor, no sin antes dirigirle una esplendida sonrisa a eleanor

 Tom va corriendo a la sala común. Coge su guitarra, consigue que un amigo le conjure una rosa, y baja a la sala común. Allí espera a Eleanor. Preparado. Gente empieza a formar corro a su alrededor, sabiendo que escucharán algo de buena música esta noche. Miran la rosa, y corren los rumores. Tom espera a Eleanor, quiere tocarle su canción delante de toda esa gente...y quiere hacerlo esta noche

 Empieza a tocar alguna canción para mantener a la gente alli y para soltarse...pero mantiene la vista clavada en la puerta...esperándola a ella. Le reserva su canción

Eleanor se sonroja y se muerde el labio inferior, escuchando a Tom hablar ligeramente más alto que las palpitaciones de su corazon. Cierra los ojos un segundo, ilusionada, y durante otro segundo una idea ensombrece su tez... quizás esa chica tan bonita fuera... Alexis... Sacude la cabeza, para sacarse la idea de la cabeza y, con una sonrisa, busca otra manzana y tira del brazo de Teruki, ¡Venga! ¡Vamos a escucharle!. Y sale corriendo detrás de él.

"Que hago? Si le digo que sí, va a pensar que le doy pie a algo más, pero tampoco quiero que se enfade ni se ponga triste..."

Tras pensarse la respuesta unos largos segundos, al final la chica asiente con la cabeza, despacio.
-De acuerdo, pero no podremos estar demasiado tiempo, recuerda que luego nos podríamos meter en un buen lío.

Pasa la noche, y amanece un día lluvioso como pocas veces habéis visto. Las lechuzas llegan empapadas, y los pocos que reciben el profeta, lo descartan a un lado, ya que no hay nada interesante.

Por la noche han pasado cosas, varios alumnos han desaparecido. Al menos cuatro, una pequeña de 1º de Hufflepuff, dos de 3º de Griffindor, y Rodney McDowel, de Ravenclaw.

El comedor está mucho más triste de lo habitual.

Baltasar entra en el gran comedor como una mañana más, aunque nota los pequeños huecos en las mesas de las casas.

Se sienta en su mesa correspondiente, y se enfrasca en sus meditaciones mientras unta la mermelada en el pan.

Entre en el comedor bastante seria, me fuy directamente a mi mesa sin mirar a nadie ni decir nada, me sente apartada de la gente que conocia pues no me apetecia mucho hablar con nadie y comence a comer intentnaod no pensar en nada por muy dificil que fuera, cuando me di cuenta solo daba vueltas a la cmida.

Entro medio sonriendo en el comedor poco despues que Alexis y me dirijo hacia mi mesa, buscando a lo largo de la mesa un cara. Al no encontrarla me siento en un lugar algo apartado de mi mesa donde haya sitios vacios alrededor, y empiezo a comer con sorprendene apetito. A ver si viene, espero que me eche un cable. Pienso mientras corto un trozo de bacon particularmente correoso.

 Elizabeth entra abatida en el comedor, arrastrando los pies y con la cabeza gacha.

Parece que no haya dormido demasiado bien, si es que ha llegado a dormir. Unas ojeras bastante imponentes evidencían su falta de sueño.

Como si de una alma en pena se tratara, la pequeña Ravenclaw llega lentamente a su mesa y se deja caer al lado de Baltasar. Suelta un breve suspiro y, tras tomar aire como si se fuera a enfrentar a algo que requiriera mucho valor, coge un bollo y lo empieza a mordisquear sin prestarle atención.

Mastica pesadamente, como si se le fuera a hacer una bola, pero ni siquiera parece consciente de ello. Su mirada está perdida en un punto inconcreto de la mesa, totalmente ausente.

Continuo desayunando mirando de vez en cuando hacia la puerta, al ver a Nikola entrar, sonrio, y le hago un gesto para que se siente junto a mi.

 Tom entra en el comedor junto con Eleanor. Andan los dos juntos, hablando nerviosos entre ellos.

Todavía tiene el pelo mojado de la ducha, como de costumbre, y su rostro se muestra serio. Lleva la túnica mal colocada, pero no parece importarle. Se dirige con paso rápido hacia la mesa de Ravenclaw

Tom susurra a Eleanor con nerviosismo en la entrada al gran comedor. A pesar de la buena noche que pasaron, las malas noticias les han afectado

No me lo puedo creer...¡cómo pueden haber desaparecido! Tom se pasa la mano por el pelo, despeinándolo aún más

Vamos a ver a los Ravenclaw, a ver si saben algo...y no nos podemos olvidar que debemos buscar bajo el lago...

Entré al Gran Comedor, de buen humor; sonríente. Vi como Carter me ofrecía un puesto a su lado. Lo acepté. Al sentarme, le di un beso en la mejilla.

-¿Qué tal te encuentras hoy cielo?- cogí una tostada y un tazón de avena -¿Mejor?

Buenas! Conetsto sonriendo La verdad que si, estoy bastante mejor. Luego me pongo algo serio. Aunque bueno, tengo, lo que podriamos llamar un pequeño problema. Pongo una ligera mueca burlona. ¿Sabes quien es Mathias? Ese chico de griffindor que parece sacado de las paginas corazon de El Profeta, pues bueno, hemos tenido un pequeño rifirrafe esta mañana y vamos a arreglar nuestras diferencias esta noche. Y yo, bueno, me preguntaba si podrias ser mi segunda.