Partida Rol por web

Grendalin se quedó en las lindes del bosque junto con Abot y Kai viendo como los demás se inflitraban en Rybalka. Bueno, lo de verles era un decir porque enseguida dejó de hacerlo. Estaba claro que eran buenos en lo suyo, pero él podría haberles llevado allí facilmente.
No obstante se decantó por fijarse en el campamento Imperial. Una de las tiendas era diferente al resto, pero no en plan capitán o algo así. Era muy diferente.

¿Quién estará ahí?

Se giró a Abot

Mmm. Maese Lia. Vosotros habéis peleado más "de cerca" con esos imperiales. Sabes quién puede ser el de la tienda. Eso nos podría dar alguna idea de lo que hacen aquí y qué quieren.

Uno de los guardias interrumpe la reunión.

- Perdón señor, pero uno de los imperiales esta ahí afuera. Quiere verles. A todos tanto a usted como a sus acompañantes. - comenta el guardia.

- Llévalo al salón de la entrada. - ordena el alcalde - Nos reuniremos con él allí.

En cuanto el guardia abandona la habitación el alcalde se levanta.

- Creo que vamos a tener esa reunión....

El alcalde guía al grupo hacía el salón donde espera el imperial. Es un salón grande, presidido por una inmensa chimenea y una gran mesa con multitud de sillas. En cuanto se abre la puerta un hombre terriblemente elegante se levanta y se lleva un pañuelo bordado a la nariz, tras limpiarse lo guarda en el bolsillo y sonríe.

- Hombres rudos, recién llegados de un viaje. No esperaba otra cosa - comenta eximinando al grupo.

- Pero donde están mis modales. Disculpen. Mi nombre es Jon Storn. Capitán Jon Storn. Embajador plenipotenciario - hace un claro énfasis en esa palabra - de su imperial majestad Harkor XLII, emperador legitimo de Kal-I-Nar, elegido de la Reina, señor de Shaintar. - hace una reverencia y se acerca a dar la mano a todos los presentes.

- Igor, Bastia, Flog, Norm, Ragnar, Varag - a medida que va estrechando cada mano va diciendo el nombre. Solo parece vacilar un poco cuando se la estrecha a Ragnar, como si tuviera miedo a que sin motivo alguno le cortara la cara. - No veo a Abbot por aquí. Ni al nuevo mago. Supongo que estarán espiando en mi campamento. - hace un gesto quitándole importancia con la mano - Yo hubiera hecho lo mismo.

- Pero basta de nimiedades. Me encuentro aquí porque ha llegado a nuestro conocimiento que habéis ido en busca de un objeto que resulta muy interesante para mi señor, y conociéndoos supongo que ya lo tendréis en vuestro poder. El Menalpeur. Nos interesaría adquirirlo. Estamos dispuestos a negociar hasta donde haga falta. - dice muy serio.

- Incluso se me ha ofrecido la oportunidad de reconocer al Nuevo Estado como un reino fiduciario el imperio. El emperador reconocería a Kavar como rey, y su derecho a gobernar su reino como quiera, tan solo a cambio de un juramento de lealtad, un tributo simbólico y que aporte tropas a las legiones. Y el Menalpeur.

- compañero, tengo las lentes empañadas con tanto cambio de temperatura y sin ellas no me pidas que lea algún símbolo en el escudo de la tienda. pero claramente es alguien importante para el emperador. Y a juzgar por la escolta y el séquito que ha partido hasta el pueblo hace media hora, yo diría que nuestros compañeros ya deben saber de quién se trata.

Señala la túnica del mago, bajo la cual abulta aún el cofre donde está el artefacto.

-Quizá deberías esconder eso mejor, probablemente sea lo que andan buscando. ¿No puedes lanzarle una ilusión o algo? Quizá yo pueda cerrar el cofre algo mejor...

- Y mientras esperamos... Abriendose la túnica señala el odre donde aún guarda agua envenenada si quieres podemos tocar un poco las narices a los imperiales?.. 

La cordialidad del tal plenipoteciario-en su vida había escuchado nombre más ridículo para un cargo-no hizo más que aumentar la desconfianza de Flogdegnurt respecto a esa negociación y pronto supo que no sin razón. Que quería el Manipuar, decía. Como no...en manos de La Llama, podría tener un valor considerable. Pero no había forma humana de que hubiesen sabido en tan poco tiempo, que yo la tenían. 

Si de él dependía, se podía meter su oferta por el culo. Si no se lo espetaba no era por falta de ganas pero decidió morderse la lengua hasta hacerla sangrar, para evitar un baño de sangre mayor. Daba por hecho que la opinión de sus compañeros sería similar, pero tenían entre ellos gente con la habilidad de expresarla de forma que las consecuencias no fuesen tan graves o al menos, tan inmediatas. 

Cuando el pomposo hombre le dio la mano no quiso ser descortes ragnar, pero con una sonrisa maliciosa apreto la mano hasta que se le amoratara, no era un guerrero y aunque Ragnar habia disfrutado matando a la bestia, le apetecia matar a ese pomposo gilipollas, y la cara de miedo del noble se veia que le temia, su nombre y su fama entre las filas del imperio habia minado ya sus mentes como era la intencion de Ragnar, el miedo era mas poderosa a veces que el puño ... algunos huirian antes de tener que enfrentarse a la sombra sangrienta.

Sin embargo la cara del panfilo no era mejor que la estupida y maldita propuesta que le decia ... - que mierda estas diciendo el  Menalporras, que cojones estas diciendo??? y libertad sumisa no??? que graciosos sois los imperiles JAJAJAJA, normalmente veo su interior no su sentido del humor ... - que supiera que estabamos aqui, que lo habiamos buscado y que lo habiamos encontrado significaba que habia un espia muy diligente en la zona, sin ninguna duda y eso era un problema 

¿Y este es el embajador de Harkor? Tiene que ser todo una compleja actuación, alguien tan... extraño no duraría mucho tiempo entre demonios.  

—¿Y cuál de los dos emperadores es Harkor? —confesó Norm— ¿El antiguo o el que se rebeló contra el antiguo? La verdad es que no los distingo. Ni nos importa mucho en general. Pero respecto a tu propuesta, yo quiero beber toda la noche y además no tener resaca el día siguiente. Porque eso es lo que está tratando de conseguir tu presunto emperador. Que le entreguemos nuestra libertad, conseguida por las armas a cambio de que pueda quitárnosla cuando quiera. Y por escrito. Ah, y el objeto ese de paso.

—Lo que un Harkor da, Harkor quita. No, no aceptaremos ningún trato que no sea entre iguales. Y eso cuando sea nuestro igual. Su imperio... su medio imperio se desangra, la generación actual de soldados y guerreros murieron en el sur, yo mismo maté a cientos. Ya sólo quedan demonios y viejas glorias que se pelean por ser "el elegido de la furia, de la llama" ¡El Emperador de las Cenizas!. Nuestro reino crece cada día con esclavos liberados, que tienen el odio a la Llama en sus corazones y la defensa de la Luz y la Vida en su espíritu. Héroes de todas las razas, iguales entre sí. No podéis dejar vuestros campos sin vigilar porque huirán y moriréis de hambre. No podéis atacarnos porque ya somos más que vosotros. Estamos en contacto con los esclavos de todas vuestras ciudades y campos, escúchame Jon Storm. No hemos asesinado a vuestro emperador porque no nos interesaba, la guerra civil era mucho más eficiente para nuestros intereses. Pero que duerma con un ojo abierto cuando gane. Si es que llega a dormir una noche. 

—Así que no, no hay trato. Puedes volver con ese barco por donde has venido. 

Tras la perorata de el sabelotodo de Norm, no podia negar que habia pasado de un melindroso a algo mas decente ... y de forma instintiva recordando los campos de imperiales muertos del sur ... -  ... o morir aquí como hicieron miles de vuestros hombres en el sur ... -

Bastia no esperaba una respuesta diferente de Norm pero le sorprendió el tono y las formas, dejando a la vista los meses que Norm había pasado al mando de las tropas de Cavar.

Hasta os dejaremos marchar con todos vuestros hombres, como algo simbólico. - añadió Bastia, quien aún se preguntaba cómo podía haberles informado el bibliotercario tan rápido para que el barco llegara a tiempo.

Grendalin abrió los ojos mucho ante la propuesta de Abot.

¿Tocarles las narices a los imperiales? ¿A qué te refieres? ¿A atacarles tú y yo?
No podemos hacerlo, bueno sí podríamos. Pero no debemos. Han enviado una delegación a parlamentar. Tiene que haber una tregua hasta que se confirme si son hostiles o no. Vale que hay muchas posibilidades de que la cosa sea "rendios o morid", pero lo mismo el capitán Norm consigue aplacar los ánimos.

Se volvió a girar al campamento pensando en qué podría hacer para "tocar las narices" en caso de ser necesario.

Creo que lo mejor sería ir hasta Rybalka. Puedo hacernos llegar hasta allí sin que nos vean. Y una vez reunidos todos pensar en qué hacer. Lo principal creo que es marcharnos con los alakar.

Me refería a una incursión a sus suministros para especiarles un poco el agua o los alimentos con la botellita que recogimos de los elfos. Ya sabes, algo que los merme un poco físicamente, dado que mentalmente ya lo están.

Curioso - pensó el orco - No ha mencionado a Kai. Quizas sus espias no son del pueblo.

Despues de escuchar a Norm y poner una mano en el hombro a Ragnar para que se calmase, respondió:

Los Exploradores Grises no reconocen oficialmente al Nuevo Estado ni estan alineados con ellos. - dijo, haciendo un gesto de la mano hacia Norm. Las formas y la politica(*), eran importantes - Sus decisiones respecto a la politica de Kal-A-Nar no nos incumbe. - de forma oficial, terminó la frase mentalmente - Sin embargo, el pueblo de Rybalka ha pedido ayuda a los Exploradores Grises. Nuestra misión es proteger a todos los pueblos libres - hizó hincapie en la ultima palabra - contra la Llama - volvió a hacer hincapié -  y la Sombra, con lo que hemos aceptado. El desembarco de sus tropas sin previo aviso o autorización, es un incumplimiento grave de los acuerdos de Paz tras la Guerra de la Llama. Un incumplimiento grave por parte del Emperador Harkor XLII, dado que ha sido cometido por su embajador plenipotenciario. - dejó al diplomatico que asimilará sus palabras unos segundos - Asi que, lo primero que deberia hacer, en vez de insultar nuestros modales o zozobrar en ese debil intento de parecer informado, es pedir permiso al alcalde. Le tiene ahi. - dijo con otro gesto - Y luego, si le place al Nuevo Estado, al que Rybalka ha declarado su lealtad, negociar lo que quiera negociar. En caso de que no se le conceda el permiso para estar aqui, nos veremos obligados a invitarle a usted y sus hombres a abandonar el pueblo de Rybalka de forma inmediata.

Hasta os dejaremos marchar con todos vuestros hombres, como algo simbólico. - añadió Bastia, 

Finalmente la diplomacia humana no había sido tan diferente de lo que habría dicho Flogdegnurt. El goblin se temía lo peor, así que aferró su arco con fuerza. Aunque a decir verdad, si tuvieran intención de destrozar la aldea, habrían mandado un contingente más grande. 

No había mucho más que añadir a lo dicho por Varag y Norm, así que se limitó a esperar el efecto que las palabras de estos causaban en el enemigo. 

El embajador se aparta levemente de Ragnar y esboza una sonrisa tras escuchar atentamente a todos.

- Creo que es importante aclarar que solo hay un emperador, el mismo que lleva reinando casi cincuenta años. - aclara seriamente - Ciertamente hay un general advenedizo que se atreve a nombrarse a si mismo emperador. Pero con ayuda de la Reina en breve sera destruido.

- Veo que es necesario pasar por la fase de amenazas mutuas antes de intentar entendernos - suspira - En primer lugar no temo ir al infierno a encontrar a mi Señora. Por otro lado soy consciente de que probablemente podéis matarme a mi y a mis tropas con cierta facilidad. Pero me gustaría resaltar que eso probablemente encendería una rebelión en la ciudad, que causaría muchas victimas innecesarias. Tampoco le gustaría nada al emperador, que contra su voluntad se vería obligado a enviar tropas a recuperar esta colonia rebelde y ocuparse de los traidores - mira al alcalde - Dudo mucho, que a pesar de vuestras grandes habilidades, podáis vencer a un ejercito. Y dudo más que los reinos del Sur, o el Estado Libre ese vaya a enviar ni una triste compañía hasta aquí. Vosotros sois toda la ayuda que recibirán.

- Y ya que me quieren aclarar la posición legal de cada uno de nosotros. Esto es territorio imperial, el Nuevo Estado no existe, son solo unos rebeldes, y este señor de aquí no es el alcalde de nada. Es solo un traidor.

El capitán vuelve a sonreír:

- Y una vez hemos acabado con los desagradables tramites previos, permitanme volver a la negociación. Por supuesto mi oferta anterior es negociable. Me gustaría escuchar un contra-oferta. Y querría volver a dejar claro que el emperador puede ser enormemente generoso.

Como de costumbre Varag era un incompetente en la diplomacia y separaba su posición con tecnicismos*

—Por supuesto que él dice que sólo hay un Emperador. Pero ya van varias estaciones en los cuales "el general advenedizo" ese sigue vivo, nuestro amigo el Gladiador hace de las suyas por todas partes, nosotros nos hacemos más fuertes cada día y en general todo se va cumpliendo de acuerdo a nuestros designios. A nuestros rebeldes designios. 

—Pero sigamos con las amenazas. Sabemos que no os importa morir, lo hacéis sin parar. Algunos volvéis en forma de demonios incluso. A nosotros tampoco nos importa, somos enemigos irreconciliables. Negaros medio paso es un paraíso futuro para nosotros en la otra vida. 

Lo de las "víctimas innecesarias en la ciudad" hizo extrañar a Norm. Más que ninguna otra cosa. Miró a Varag... ¿Qué pasaba allí? ¿No era un pacífico pueblo? ¿Rebelión? 

—Se nos dan bien las rebeliones, y no sabía nada de que teníais tantos partidarios. Y lo de las tropas... la última vez que mandó a sus muchachos a por unos esclavos rebeldes no le fue tan bien, ¿verdad? Y entonces tenía una mejor situación que ahora. 

—Pero sí, todos somos traidores. Con los que seguro cumpliréis todos los tratos que hagáis. En fin, creo que ha llegado el momento en el cual vos os retiráis. Nosotros nos retiramos y conferenciamos entre nosotros. Vos tenéis la ventaja de ser pleniputiciario, pero nosotros somos una coalición. Veremos si logramos una petición conjunta del pueblo de Rybalka, del nuevo estado libre y los exploradores grises de los Reinos del Sur. En un par de horas podemos volver a reunirnos aquí. 

El capitan suspira.

- No creo que volver a la fase inicial de las amenazas sea productivo - comenta con una sonrisa - Tampoco esperaba una respuesta ahora mismo. Me retiro al campamento, en tres horas volveremos a vernos aquí.

Tras lo cual con un a floritura se retira hacia su campamento.

Abot vuelve a revisar el campamento. No tiene muy claro si los soldados usan el agua local o han traído sus propias reservas, que imagina estarán llenando ahora que han atracado en tierra firme.