Partida Rol por web

Norm se dirigió de vuelta a ver a los magos. Estaba seguro de que no habían arriesgado toda la misión sin antes hablar con todos...

Grendalin negó con la cabeza ante el comentario de envenenar el agua.

No nos veo a nosotros dos infiltrando nos en el campamento para dejar la botella en sus reservas de agua, aunque si localizáramos el sitio podría teletransportarme hasta allí y volver. Pero no creo que lo consiguiese sin que me vieran. 

Por otro lado, aunque pudiéramos lograrlo tampoco serviría de nada. Pues no tengo la botella, la dejé en la habitación que nos dieron en el pueblo. No vi ninguna necesidad de cargar. Con un objeto como ese.

Creo que lo más productivo es reunirnos con los demás para enterarnos de cómo está la situación. ¿No te parece?

- No creo que sea buena idea forzar la suerte y que nos descubran*. Sabemos lo que tenemos que hacer sí es necesario, pero no lo haremos ahora. Esperemos a que vuelvan los demás y nos cuenten qué ha pasado.

Está claro que no vamos a darles el Menalpeur y que tampoco podemos dejarles irnos con él ya que el pueblo quedaría a su merced... - Bastia miraba a Norm, que es quien había llevado la voz cantante en ese asunto.

Miró por la ventana, hacia la zona donde habían desembarcado los imperiales.

Supongo que aprovecharán este tiempo para fortificar su campamento y tendrán vigías atentos a nuestros movimientos, por no hablar del espía que tienen aquí. ¿Estamos seguros que es el bibliotecario ese?

- Debimos haber destripado a ese imbecil cuando estaba aqui, si sabiamos que no ibamos a aceptar ninguna de sus mierdas joder ... Norm, te has vuelto blandito ... - digo algo malhumorado, queria haberle matado alli mismo, pero no podia hacer que todos siguieran mis logicas decisiones

Ragnar seguía con sus ideas de matar y matar y matar un poco más. 

—Soy el primero que me gustaría ver muerto a ese imbécil, pero no era el momento. Estamos cansados tras un largo viaje y separados. Y no estoy inseguro de que no tengan demonios. 

Los magos no habían hecho ninguna y les habían esperado. Norm les explicó todo lo que había ocurrido. 

—... y así estamos. El embajador del antiguo emperador quiere el objeto y a cambio nos da menos de lo que ya tenemos. Y si pierde la guerra, todavía nos dará menos. Y tiene como rehenes simplemente a unos cuantos ciudadanos que están a su favor y a los que por supuesto no le importa sacrificar. A mí menos, porque si le apoyan merecen ser sus esclavos, pero no se que pasa realmente en el pueblo. Varag, Kai ¿de verdad acabar con los imperiales causaría una rebelión en la ciudad? ¿Tantos apoyos tienen?

Se encogió de hombros. 

—Podemos ir a hablar con el elfo. Enseñarle el objeto y sacarle más información. Donde están los elfos muertos vivientes y por qué quiere el emperador el objeto. Si tiene otras habilidades. Si podemos ir con el objeto a destruir a los muertos vivientes. Si a cambio de usar el objeto podríamos contar con su ayuda para defender Rybalka si los imperiales cumplieran su amenaza de mandar un ejército... Cuanta más información tengamos, mejor. 

Flogdegnurt asintió mostrando su conformidad con el plan de Norm.

-Yo guztaría llevar elfoz. Ellos zaben. Ellos ayudan. Podemos hablar con alcalde para que deje llevarloz. Zi no, marchamoz zin elloz. Pero debemoz aprovechar ventaja. Imperialez vuelven en trez horaz-.

La opción de que los elfos defiendan el pueblo a cambio de que el lider nos acompañe con el Menalpeur quizá sea la mejor. - Bastia había pecado de dejarse cegar por su aversión al imperio y no ver que tenían unos soldados elfos* que necesitaban su alianza.

Si hablamos con su lider y lo organizamos todo, podemos estar de camino en media hora y sacaríamos dos horas de ventaja cuando el líder venga a parlamentar y se encuentre con un contigente elfo. - propuso a su vez.

Norm escuchó lo que decía Varag sobre la revuelta y el intento burdo pero efectivo de culpar a los capas grises.

—No, yo no me refería a la docena de elfos que sobrevivieron, eso sería una idea mala que despertaría recelos en el pueblo que atacaron, aunque quizá una buena penitencia. Me refería a todo el pueblo de los elfos estos norteños. Pero vamos a hablar con su líder, a ver como pensaba usar el objeto. Quizá estemos a dos horas de camino como dices cuando el embajador se quede con un palmo de narices. 

En cuanto los imperiales están fuera del edificio el alcalde se dirige a los guardias.

- Traer a los elfos hasta aquí. Queremos hablar con ellos.

En unos minutos los elfos, en un estado bastante descuidado son introducidos en la habitación a empujones por un grupo de guardias que forman al lado de la puerta.

Myal se adelanta y sonríe con superioridad.

- Es un placer volver a verlos. Supongo que habréis fracasado ya en vuestra búsqueda del Meanlpeur y venís a pedir nuestra ayuda. - comenta.

Norm miró al elfo como si no se creyera su presencia ni su actitud. —No. Desde luego que no. Buscamos a los Vikmordere, fuimos amables y correctos, les explicamos la situación. Entramos en su cementerio bajo su supervisión, resolvimos los acertijos dejados por los elfos de antaño, luchamos contra un monstruo que allí había y que casi nos devora y recuperamos el artefacto. Luego nos despedimos en amistad de ellos y hemos vuelto. Algunos de los vecinos querían pasaros a cuchillo por atacar su catedral, pero dejamos a uno de nosotros que les detuvo con su simple presencia —señaló a Varag. 

Se encogió de hombros —Sinceramente no se la razón por la cual no encargaron esta misión a los exploradores grises. ¿A quién teníais que entregar el objeto? ¿Donde están esos muertos vivientes? Los Exploradores grises debemos defender a la Nación Élfica de las amenazas, como a todas las demás. 

Flogdegnurt tuvo que contenerse las risas ante la exacto y contundente relato de Norm que dejaba en ridículo los métodos de la partida de elfos.

-Incluzo zi tenemoz que defender de zuz mizmaz torpezaz- añadió.

Pero que ostia tiene... - gruñió Bastia sin poder evitarlo cuando aquel elfo prepotente falló en su ataque verbal al grupo.

Se alegró que Norm tuviera más sangre fría que ella a la hora de exponerle la situación aunque no pudo evitar que se le erizara el vello cuando hizo referencia a aquella maldita criatura que casi acaba con ella dos veces.

Puedes contestar amablemente o puedes pensar qué le vas a decir a tu Reina Guardiana cuando sepa que no solo fallaste en recuperar el Manlpaur si no que trataste de impedir su uso a aquellos que sí tuvieron éxito. - miró tranquilamente a aquel elfo. - Si hemos conseguido deteneros, localizar el objeto y de paso partir en buena relación con los Vikmordere, no nos será demasiado complicado seguir vuestro rastro y llegar ante vuestra Reina.

El elfo arquea las cejas sorprendido.

- El objeto es para la Reina de la Nación Elfica, y los muertos vivientes están apareciendo en nuestro bosques. - contesta tras una breve reflexión - Es un asunto interno, y por lo tanto no compete a los Exploradores (1).

- De todas formas es importante llevarlo al sur lo más rápidamente posible.