Bastia obserbó como Flog comenzaba a alejarse rápidamente del edificio y observó la situación tensa.
Lo mismo ya ni tienes que tomarte molestias ¿Quién sabe?
Entonces le arrancaré sus podridas verdes pelotas a tu zombie :P
Si se aleja sin problema, nos vamos al capítulo.
Flog no tiene ningún problema en alejarse, ni ninguno en volver al capitulo.
Grendalin había estado paseando nervioso arriba y abajo desde que Bastia y Flog se marcharon a seguir al niño. No es que se le hubiese pasado por la cabeza que él fuese con ello. Era consciente de sus pocas limitaciones, y el sigilo era una de ellas. Pero desde luego estaba muy intrigado por saber si en verdad iban a encontrarse con Skelryn. El mero hecho de pensar en ello hacía que temblase involuntariamente. Aquel era un ser de leyendas, y no de las agradables precisamente.
Escuchó al capitán Alman y asintió.
Sí. Por supuesto. Una trampa. Pero lo mismo quiere parlamentar de verdad. Las cosas que sabe, que puede contar. Si lograsemos capturarlo con vida. O no vida. O lo que sea él. Serían increíbles.
Flogdegnurt llegó corriendo al capítulo. Sin dejar de hacerlo llegó hasta sus compañeros. Solo entonces dejó de correr. El corazón le iba a mil y jadeaba sin control. Se sentó y se tomó un momento para recuperar el resuello mietras sus ojos miraban a sus compañeros. Los cerró un momento y por fin pudo hablar.
-Zeguimoz al muchacho hasta cabaña. Allí Zkelrym eztá ezperando. Él me vio. Él dice que nozotroz no tenemoz que pelear. Que ezto lo provocaron Argenta y Myhal. Yo zalí corriendo y él no intentó impedirlo. Dice que zolo quiere inveztigar. Debemoz ir todoz a hablar. Debemoz zaber cuál ez el propózito de Myhal. Quizá él noz lo cuente. Y luego acabamoz con él.
El humano escuchó a su compañero goblin. Si el nigromante había logrado ver a Flog sin duda tenía un poder increíble.
—¿Bastia está vigilando? No entiendo que el nigromante se exponga así, pero no tendremos otra oportunidad ni de atraparle ni de entender qué está ocurriendo. Vamos a verle.
¿Entonces?. ¿Vais a ver al nigromante?. ¿ O vais a la biblioteca?.
Mañana si nadie dice otra cosa iréis a ver al nigromante.
A partir del 7 espero recuperar el ritmo normal.
Matar nigromante XD
Abot frunció el ceño, aunque nadie lo vio, porque se había mantenido apartado de los demás y porque su gesto quedó bajo la capucha.
- No me fío de ese nigromante. Nos miente, seguro. Pero no podemos desechar la oportunidad de hablar con él. Eso sí, quizá no es seguro que vayamos todos. Y por otro lado, ha querido quedar en un sitio muy público lo cual también es sospechoso.
He vuelto, creo ;)
Disculpad la ausencia, estuve sin Internet en casa durante 20 días y después me pilló el fin de ejercicio.
Aún sigo sin teléfono pero, al menos de momento, ya tengo Internet.
Bastia apareció unos instantes después, había estado siguiendo a Flog de vuelta pero a la vez asegurándose que nadie fuese detrás del goblin, el cual podía haberlo obviado después del impacto que le había supuesto el encontronazo en la casa.
Supongo que será una forma de asegurarse que no tratamos de eliminarle... - dijo en respuesta a Abot, tras lo que añadió una pregunta para los dos arcanistas. - ¿Puede tener algún tipo de protección nigromántica?
Movió los dedos lentamente sobre el pomo de la espada.
La casa olía a podrido, quizá tenga criaturas allí escondidas... podemos aprovechar cuando salga a la reunión para echar un vistazo, de esa forma no estaremos todos en la reunión pero podemos tratar de obtener una ventaja sobre él.
Bastia echará un ojo a la casa cuando salga el nigromante ;)
—Vayamos a verle, no creo que quiera llegar a un acuerdo, pero todo lo que averigüemos estará bien.
-Extraño ez-dijo el goblin-Él parece muy zeguro. Él conoce nozotroz. Me dijo "Flog". No noz teme. Pero él zabe que tampoco puede ignorarnoz. Creo que quiere realmente hacer trato, aunque ¿qué podrá ofrecer un nigromante que alza loz muertoz a exploradorez grizez?
Flogdegnurt se frotaba la barbilla. No temía al encuentro. Realmente pensaba que la intención del nigromante no era causarles daño, al menos de forma inmediata. Lo que no entendía era qué esperaba sacar de ello.
Tras una breve discusión, el grupo entero, excepto Bastia se dirigen al Lugar de Encuentro para conocer al extraño nigromante. El brinchie se dirige hacia la casa que encontró anteriormente con Flog.
Poco antes de la hora acordada el viejo abandona la infravivienda dirigiéndose hacia el lugar de encuentro. Bastia aprovecha el momento para deslizarse sin ser visto hasta una de las ventanas. No le supone ningún problema entrar en ella.
La única habitación de la vivienda no tiene ni 15 metros cuadrados, una cama, un baúl, una silla y una mesa, todo ello bastante mal conservado. Un extraño olor a podrido impregna toda la estancia, en ella no hay nada que haga pensar que este habitada: ningún tipo de documento, resto, comida, ni siquiera la cama parece haber sido empleada. Da la sensación de que Skelryn se ha pasado todas esas horas sentado en la silla.
Mientras tanto el nigromante llega a la hora acordada al Lugar de Encuentro, donde el resto se encuentra ya desde hace rato (1). Lentamente se acerca a ellos.
Tirada de Protagonista
Motivo: Sigilo bastia
Dado principal (1d10): 5 = 5
Dado salvaje (1d6): 2 = 2
Total: 5 = 5
Dificultad: 4
Resultado: Exito
(1) Si alguien quiere hacer algo diferente a hablar con él (preparar una emboscada, etc...) que lo diga ya.
Skelryn se acerca al grupo y un tono neutro hace su oferta, sin perder el tiempo:
- Vengo a proponeros la paz. Yo solo quiero vivir en paz y continuar mis estudios. Dejarme tranquilo y retiraré a los Edhelgurth. - hace una pausa - Esta guerra es una estupidez: pase lo que pase todos perderemos.
Flogdegnurt recorrió el camino hasta la cabaña expectante, pero parece que todo sigue tranquilo. Cuando de nuevo estuvo en la cabaña se quedó mirando al nigromante y escuchando su propuesta. Le asaltaban muchas dudas y obviamente, no podrían aceptar ese trato ¿Quién confiaría en algo así?¿Retirar a los zombies?¿Hasta cuándo?¿Qué le impediría traerlos de nuevo cuando quisiese?¿Supondría eso permitir que convirtiese más elfos en sus servidores? Naturalemente que sí. La razón de los humanos se le escapaba. Sabía que en ocasiones podrían llegar a tolerar algo así por miedo a males mayores, pero él no lo veía bien. Una cosa era torturar y matar a un enemigo. Y una muy diferente, privarlo de su humanidad y de su eterno descanso, atormentando su alma.
-Zuena bien-dijo siguiéndole el juego, cruzado de brazos para ocultar su nerviosismo-Pero antez de decidir nozotroz tenemoz preguntaz.
Tragó saliva antes de continuar.
-Tu antez dice que ezte enfrentamiento ez coza de Argenta y Myhal. ¿Porqué?¿Qué quería Argenta?¿Y Myhal?
—Llevas tanto tiempo oculto que ni los elfos se acuerdan de tí. No te aliaste con la Oscuridad ni intentaste nada en la Guerra de la Llama... si pudieras contestar a mi compañero... ¿Qué demonios pasó entre Argenta y Myhal? El elfo nos ha contado cosas, pero son muy raras.
- ¿Argenta?. Creo que simplemente se aburría. Demasiados años oculta en un bosque para ella. Creo que finalmente con vosotros encontró la acción que buscaba - habla casi sin entonación como si no le importara demasiado - Myhal quería reconocimiento. Que le nombraran Protector justo después de una guerra le molestaba, le parecía que no podría demostrar su valor. Así que nada mejor que montar otra para demostrarla. Claro que su error es que no tenía valía. En cuanto se encontraron se pusieron de acuerdo.
- Yo quería a Argenta. No iba dejar que la destruyeran sin más. Una vez empezadas las hostilidades tuve que ayudarla. - su tono no parece expresar ese cariño - Pero con ella muerta, no tengo ninguna razón para continuar con la guerra. Y todas para seguir en paz con mi trabajo.
- Retirarlos no bastará, tendrás que destruirlos, dejarlos descansar en paz y prometer que no volverás a crear más. De eso trata está guerra. Terminar con la amenaza de los Eldhergurth.
Dudó un momento antes de continuar.
- Y sería muy clarificador que nos dijeras en qué consiste tu trabajo.
Grendalin estaba los más alejado posible de Skelryn sin que pareciese que le tenía miedo. Lo cual era dificil de hacer, no obstante lo suyo era más bien precaución. O al menos eso se decía a sí mismo.
El nigromante lo fascinaba y aterraba a partes iguales. Lo aterraba por lo que era en sí y lo que hacia, pero lo fascinaba por lo que seguramente habría aprendido en todos aquellos siglos. Aún así no perdía hilo de la conversación. Dudaba que fuese facil llegar a un acuerdo que satisfaciese a todas las partes, sin duda alguna Skelryn no iba a dejar sus investigaciones apartadas. Y aunque dijese que sí no podían fiarse de ello, aunque el escriba sí que le creía cuando decía que los últimos acontecimientos habían sido cosa de Myhal y la vampira.
De todas formas prefería no decir nada y estar atento a si el nigromante hacía algo. Si lanzaba algún conjuro quería estar preparado para contrarestarlo si fuera menester.
Bueno, pues todo ese rollo para decir que estoy preparado con un disipar magia por si lanza algún conjuro. XD
Bastia echó un vistazo por la estancia, tratando de comprobar si había algún panel secreto en el suelo o en las paredes.
Sabía que uno de los arcanistas tenía que haber venido con ella, por si acaso había algo oculto con magia, pero tenía que trabajar con las herramientas que tenía.
Una vez consideró que había revisado todo a conciencia, salió rápidamente de la vivienda en dirección al punto de encuentro, con intención de quedarse a una distancia prudencial del grupo.
Tirada de Protagonista
Motivo: Notice
Dado principal (1d4): 4+(3) = 7
Dado salvaje (1d6): 5 = 5
Total: 7 = 7
Dificultad: 4
Resultado: Exito
Ale, notice por si acaso y me acerco al punto de encuentro.
Casi sin moverse Skelryn se encoge de hombros.
- Por supuesto que destruiré a todos los que tengo. ¿Para que los quiero?. Si los necesitará me sería fácil hacer más - contesta - No somos niños para andarnos con promesas. - añade - Y creo que ya sabéis sobre que tratan mis investigaciones. Básicamente sobre al reproducción de la no-vida.
- Entonces... ¿Tenemos un trato? - pregunta
Mientras habla, Bastia que no ha encontrado nada en la cabaña, llega discretamente a la plaza y se queda en una esquina, lo bastante cerca para oír, lo bastante lejos para que parezca que no participa.