Partida Rol por web

Norm contempló como Grendalín daba sopas con hondas a los elfos de allí. 

—El aire puro y el trabajar ayudando al reino de los esclavos liberados es lo que tiene...—explica a los asombrados bibliotecarios mientras mira también algún libro que otro por si tiene bonitas ilustraciones— que mejora sus ojos de elfo. Voy a tener que subirle el sueldo en una moneda de cobre. 

—¿Tenéis alguno de estos de sobra? —les pregunta, tocando el papel elfo, sin duda hecho con hojas de los mejores árboles— es muy suave y práctico. 

Sin duda la estrica organización de los verdaderos eldakars no había calado demasiado en estos alakars. Tenían mucha información pero bastante desperdigada, aunque una vez deducido el sistema de archivo encontrarlo todo fue mucho más fácil. Le sorprendió que hubiera tanta información sobre Skerlyn. Habría creído que alguien como él habría destruido cualquier tipo de información sobre su persona. Pero estaba todo ahí, literalmente todo.

Cuando acabó con su busqueda después de varias horas se permitió poner una sonrisa de satisfacción ante el capitán Alman.

Creo que tengo alguna pista de donde podría estar su filactelia. Su amor por la vampira parecía sincero y hay un palacio que le construyó. Yo empezaría por ahí. El amor hace cosas muy raras a la inteligencia.

- es posible que se refugie alli ... si amaba tanto a la vampira, es raro que le diera tan poca importancia a su muerte , incluso mas que al matarla como que le daba igual todo en vez de buscar venganza ... seguro que es un buen sitio apra buscarla ... ademas debe ser un sitio comodo donde alojarse y tener mazmorra para tener muertos vivientes almacenados ... , sabes donde esta ese palacio que le construyo a la perra??? - digo tras estar domirdo en un banco de la biblioteca, leer no era para mi, asi que dormi y descanse todo lo que pude, y cuando estuvo todo, juguetee con las ojas como si ayduara, aunque estaba mas viendo los dibujos, pro si veia un mapa o algo asi chulo que ver.

Pero primero hay que informar a la Reina sobre Myhal. - Bastia tenía claro que ese traiconero elfo tenía que pagar por sus continuas traiciones y esperaba que la Reina fuera creativa al respecto. - Y hablar con Kirhosk quizá nos dé alguna idea sobre el nigromante.

La brinchie dio un par de fuertes palmadas al escriba a modo de validación por haber sido capaz de encontrar aquel librillo con tanta información.

—Debemos informar a la Reina de todo. Hemos comprado tiempo para sus súbditos. Luego ya iremos al palacio. La Tortuga puede esperar... total, a saber si la encontramos. 

-Por cierto esos libros dicen como matar a un nigromante ... a ver que probar matarlo despedazandolo esta bien, pero despues me gustaria que se quedara muerto JAJAJAJA -

—Debemos informar a la Reina de todo. Hemos comprado tiempo para sus súbditos. Luego ya iremos al palacio. La Tortuga puede esperar... total, a saber si la encontramos. 

Hay que tener cuidado con posibles espias asi que mejor informar primero a la Reina, para que parezca que aceptamos el trato. No descartemos que quizás sea el nigromante el que ha comprado tiempo para robar el menalpour. No deberiamos dejarlo desprotegido cuando vayamos a acabar con el.

El grupo vuelve a dirigirse al "castillo" de la ciudad, donde son recibidos por la reina con la máxima premura. En apenas una hora son recibidos por la gobernante en la sala habitual. Allí les saluda con un sonrisa y el grupo le pone al corriente de los últimos acontecimientos: la conversación con el nigromante y la nueva confirmación de la traición de Myhal.

- Habéis actuado sabiamente - afirma mientras asiente con la cabeza - La traición de Myhal no quedará sin castigo, no temáis. Me encargaré de que jamas tenga nada parecido a un puesto relevante en la corte y le casaré con una Eldakar que lo tenga a raya. Se que merece la horca. - inmediatamente se explica - Por desgracia la sangre antigua nos es preciosa. Pero no será jamás nada más que un semental bien cuidado.

- Si puedo ser de ayuda en cualquier cosa, estoy a vuestra disposición.

Majestad, ¿conoce algo sobre ese palacio en en el centro de Landra'Feya? - preguntó Bastia tras hacer una respetuosa inclinación a la Reina. - O de la zona...

Después se dirigió al escriba.

Argenta fue dura de matar, ¿hay alguna forma de debilitar a esas criaturas no muertas?*

Varag asintió ante la sugerencia de Bastia. Si podian proporcionarles armas de Plata Blanca o Permadera * Siempreverde, seguramente les ayudaría contra lo que se pudiesen encontrar. 

En cuanto salgamos, debería preparar la ciudad para la defensa. Y asegurarse de que el Menalpour esté bien protegido. - dijo Varag con deferencia. El destino de Myhal no le incumbía. Por su culpa, habían tenido que dejar Rybalka a su suerte.

Ir a ver a la Reina era una prioridad, desde luego, aunque fuera sólo para saber el destino de Myhal. Y desde luego toda ayuda que les diera sería más que bien venida.
El comentario de Bastia y Varag sobre debilitar a los no muertos hizo que le recorriera un escalofrio. Había sido complicado derrotar a la vampira, ni se le había pasado por la cabeza que hubieran más. Que hubiesen Edhelgurth sí, pero otra clase de no muertos, y menos tan poderosos, no. Eso podría complicar mucho las cosas.

La localización del palacio sería un buen dato. Aunque diría que es posible de concretar el area comparando algunos mapas antiguos con otros más actuales. Ya que seguramente el lugar habrá cambiado de nombre después de tanto tiempo. Luego estaría bien un medio de transporte para llegar, espero que no tenga que ser en barco, uno rápido. No sé por qué pero tengo la sensación de que no tenemos tanto tiempo como nos quiere hacer creer Skelryn.

La reina frunce el ceño y niega a Bastia.

- No, no se nada. Eso es historia antigua, de los tiempos de mi abuela o antes. Siento no ser de ayuda.

La pregunta de Varag sin embargo la anima:

- Por supuesto. Tenemos espadas y flechas de Siempreverde en abundancia, probablemente mis armeros puedan encontrar algo más exótico.

Finalmente responde también a Grendalin:

- No se que vehículo podrá llevaros a lo más profundo del bosque. Me temo que os va tocar caminar.

—Yo quería hablar de las tradiciones funerarias élficas. ¿Qué ocurre con los cuerpos de vuestra gente? Creo que contra un problema de muertos vivientes deberíamos pensar en incinerarlos. Así los ejércitos de enemigos, en el peor caso, se verían altamente reducidos —dijo Norm. 

—Adicionalmente, deberíamos prevenir a las tropas sobre los eldegurths —nunca lo había pronunciado bien— y cómo matarlos y evitar la creación demás. No romperemos nuestro trato "aparente" con el nigromante al buscarlos y erradicarlos y podría venir bien. 

Luego musitó —Menos mal que Grendalín encontró toda esa información en esos libros polvorientos. Os dejaremos un informe sobre todo lo que sabemos y sobre la naturaleza del enemigo antes de ir, por si no lo conseguimos. 

Miró a Grendalín para que redactara el informe. Sí, Norm era capaz de lanzarle flores y a la vez ponerle a trabajar. 

Flogdegnurt permaneción en silencio durante la recepción por parte de la reina. Comprendía que era algo que había que hacer, pero estas cosas lo exasperaban. Si la etiqueta de los humanos le resultaba incomprensible, la de los elfos lo era todavía más. 

¿Y el castigo de Myhal iba a consistir en casarlo con una elfa y permitirle tener una vida contemplativa por el resto de sus vidas, sin más responsabilidades que copular cuando quisiese? Para él sería un premio, desde luego, pero pensándolo bien, para un elfo...y más para un elfo como ese, posiblemente fuese peor que la horca. También comprendió que su condición de "sangre antigua" lo hacía intocable. 

El resto de la conversación le pareció dentro de lo esperado. Pero al parecer, sus compañeros tenían intención de dejar el Manalpaur en manos de los elfos. No entendía el porqué. 

-Zi nozotroz vamoz a caztillo ¿no tenemoz que llevar Menalpaur?¿Tú no quiere uzarlo contra nigromante, zi lo demáz no funciona? Yo penzé que eza era la idea. 

La reina asiente a las palabras de Norm.

- Daré orden de que se haga así.

Pero sin embargo niega las de Flog.

- No puedo permitir que os llevéis el Menalpour. Si fracasáis es lo único que puede salvar a mi pueblo. - baja los ojos y los vuelve a levantar fijándolos en el goblin - Se que al negaros el Puño os pongo aún más en peligro. Lo que es especialmente grave cuando os estáis jugando la vida por mi pueblo. Pero no puedo jugarme la Nación a una sola carta. Lo siento mucho.

Flogdegnurt le mantuvo la mirada a la reina, visiblemente molesto por sus palabras.

-¿No permitez? Nozotroz encontramoz Menalpour. Tu tienez traidorez entre tu gente ¿Cómo zabes que máz zeguro aquí que con nozotroz? Yo pienzo zi nozotroz podemoz permitir que vozotroz guardeiz Menalpour ¿Podemoz?

El goblin miró a sus compañeros. La pregunta iba dirigida a ellos ¿Iban a permir que los elfos custodiaran el Menalpour, poniendo en peligro la misión, cuando había al menos un traidor entre ellos? Seguro que Myhal tenía gente que lo apoyaba, siempre era así ¿Y si robaban el Menalpour para usarlo para sus propios intereses?

Durante unos segundos la amabilidad desaparece de los ojos de la reina y es sustituida por una frialdad que solo se puede describir como antigua. Pero desaparece tan rápidamente que Flog duda sobre si la ha visto o no.

- Flog, no se trata de que este más seguro en con vosotros o aquí. Se trata de no poner todos los huevos en el mismo cesto. Si nos roban el Menalpour aún podemos salvarnos si tenéis éxito en vuestra misión. Si por desgracia fracasáis, aún tendremos el Menalpour.

Desgraciadamente las palabras de la reina estaban cargadas de lógica. A Abot tampoco le agradaba alejarse del arma más poderosa que conocían contra el enemigo. Y aunque confiaba en que salieran victoriosos de su lucha, es cierto que la derrota (y la muerte eran una posibilidad).

No obstante no se atrevió a abrir la boca. Miro a Flog como queriendo indicar resignación y esperó a que comprendiera el mensaje.

El goblin sostuvo la mirada de la reina elfa durante un momento, pero acabó por retirarla, lo que hizo que se cruzara con la de Abot. "Claro, y si fracasamos por no tener el Menalpour, dará lo mismo". 

Querría verbalizarlo, pero incluso él se daba cuenta de lo inútil y poco conveniente que sería, así que decidió callarse y asintio. Con resignación.