Partida Rol por web

-¿Yo?-dijo Flogdegnurt-Bueno...aquello rezolvimoz todoz...no diría yo que...pero eza ez mi idea. Que envenenamiento ez en pueblo. Alguien hace zin ver...zin zer vizto. Tenemoz que mirar. 

Abot había estado escuchando todo pacientemente, taciturno, pues ya no eran un equipo. Las viejas puyas no eran bromas entre compañeros, eran ataques en toda regla. Quizá un enemigo común los mantuviera unidos, o quizá no fueran capar de compenetrarse lo necesario. 

Y los nuevos no parecían haber entrado con buen pie tampoco. El escriba no tenía la culpa de haber elegido esa profesión. Bueno, la tenía, pero no sabía que podía llegar a ser tan peligrosa... Y Kai LIn, tan preocupado en ocultar su origen que no le quedaba tiempo para colaborar en la investigación....

¡Ah sí, la investigación! A veces le costaba concentrarse últimamente.

- Saber si el problema está en el agua debería ser fácil. La comida, como dice Bastia, también podemos examinarla en los silos, pero no creo que sea porque como bien habéis dicho, hay muchas fuentes de comida en la zona.

- Pero... lo que me pregunto es... ¿quién es vuestro enemigo? A ninguno de los señores que os rodean les interesáis débiles, ni como colonia ni como esclavos. ¿Qué tenéis de valor que alguien pueda querer arrebataros?

Ragnar tenia una expresion algo desencantada, esperaba encontrar gigante, o enemigos que destripar y no tratar sobre el mal de la barriga de un poblado de mierda, pero bueno, estaba alli - habra que ir a hablar con esos sabios y demas, porque creen que esmagico y no es algo fisico ... - dice algo desganado como si no fuera el tema mucho con el

¿Podríamos hablar con su sacerdote y su sabio?

- Por supuesto, tenéis toda la autoridad que necesitéis en el pueblo - con una sonrisa de medio lado añade - La cárcel esta a vuestra disposición si alguien no se muestra colaborador.

. Si llevais dos semanas enfermos habrian atacado ya. Esta el pueblo empeorando?

El alcalde se encoge de hombros:

- No, la gente que llega enferma a los pocos días, pero los que ya están afectados no empeoran.

¿quién es vuestro enemigo? A ninguno de los señores que os rodean les interesáis débiles, ni como colonia ni como esclavos. ¿Qué tenéis de valor que alguien pueda querer arrebataros?

El alcalde tampoco parece poder responder a esas preguntas.

- No lo sé, espero que me ayudéis a averiguarlo.

Norm se abstuvo de decir nada más, no sabía cual sería el mejor curso de acción. Quizá sus compañeros acertarían, se habrían vuelto competentes. 

No contaba con ello.

Grendalin estaba encantado con ir a ver tanto al sacerdote como al sabio del lugar. Si bien la religión era un tema divertido para entablar largas conversaciones y pasar el tiempo, no dejaba de ser algo tedioso después de la cuarta hora. En cambio a saber qué entendían por sabio en aquel lugar.

No obstante, si en verdad había magia de por medio era mejor asegurarse, así que mientras se dirigían al lugar donde les llevaba el koridio, aprovechó un par de momentos para agudizar su percepción y tratar de detectar algún resto arcano a pesar de era más que probable que se hubiese diluido ya con el tiempo. Si alguien se fijaba en el escriba en esos momentos podía ver cómo sus ojos brillaban momentáneamente, y no por efecto del Sol.

Luego de que el alcalde le ordenase discretamente -con un pisotón, un gruñido, y un gesto con la mandíbula-, a Kai Lin no le quedó más remedio que seguir al grupo de experimentados aventureros por su travesía en el pueblo. Se encogió de hombros y suspiró.

El alcalde creía que su lealtad estaba con el dinero, pero lo cierto es que aún quedaba en el koridio un dejo de las costumbres de su isla, así que el dinero no significaba mucho para él. Quizás los Exploradores Grises demostrasen ser compañeros dignos, o quizá no, pero estaba dispuesto a descubrirlo. 

Desde detrás de su máscara se preguntaba quién era el más peligroso del grupo: en principio, el Brinchie macho parecía bastante feroz, pero el musculoso orco, mucho más calmado, daba una apariencia de poder contenido que acojonaba. Tras unos segundos de examinarlos, llegó a la conclusión de que si bien ambos eran fuertes, el duende con cara de goblin Flog debía ser el bicho más malo de toda la compañía. Decidió andarse con cuidado.

El grupo abandona la posada y coge el camino más corto hacia la catedral. La mayoría del camino no ofrece novedades: poca gente y la poca que se ve con mala cara. La catedral se encuentra en las afueras del pueblo, cerca del rio. Es mientras pasean al lado de este cuando Grendalin y Abbot se dan cuenta de que el agua del lago emite una leve aura mágica. Es apenas perceptible, pero tras las primeras dudas no les cabe duda de que esta presente.

Tras unos minutos de estudio parece que la traza es más fuerte cuanto más al oeste está.
 

Hmmm. Vaya. Que curioso. Pues sí que es verdad que hay magía en los alrededores. Al menos en el agua.

El escriba había estado mirando el lago detenidamente y no cabía duda. El problema era que había que identificar el tipo de magía qué era, y sobretodo saber si era lo que estaba enfermando a la población. Que lo mismo ya estaba en la zona antes de que llegaran.

Se hace más fuerte en aquella dirección.

Señaló hacia donde se potenciaba.

Aún así creo que deberíamos seguir yendo a ver al sacerdote. Lleva más tiempo aquí, y lo mismo tiene alguna información más sobre ello. Siempre podéis ir más tarde a ese lugar a examinarlo.

Flogdegnurt asintió. Se encontraba bastante perdido con este tema. La magia le daba mucho respeto y no acertaba a saber cómo podría investigar algo que no comprendía, ni era capaz de detectar. Estaba perdido y frustrado. 

-Poco ze de magia-contestó con resignación-Zé que ez peligroza y hay que temer. Zi tu dicez zacerdote yo de acuerdo. Zi ez maldición él noz podrá decir. Luego ir a ver magia, pero con cuidado. Y almacén comida para buzcar piztas. 

Sigo al grupo y escucho como el escriba habla que siente la magia ... - nunca me ha gustado ... los magos son los mas peligrosos, aunque los mas faciles de matar si les alcanzas antes de que te destrocen ... - señalo una cicatruz en el brazo, es mas oscura que la del resto ... - esto fue un regalo de la llama, me dio con su magia de refilon ... pero fallo y ese conjurador jaman volvera ha hacer un ensalmo ... - digo como si recordara un combate epico o diferente en mi memoria mientras sigo al resto

Bastia simplemente dejó escapar un ligero suspiro cuando el cachorro comenzó a bravuconear ante aquel escriba que Norm había sacado de excursión.

Lo raro es que el sacerdote no lo haya notado... - apuntó Bastia. - Quizá mejor no comentarle nada por ahora.

El grupo continua el camino hacia la catedral, que se encuentra en las afueras del poblado. El edificio es con diferencia el más grande del pueblo, elaborado en madera, esta casi terminado, solo le faltan algunos detalles de la decoración exterior. En el poco tiempo que ha transcurrido desde la fundación del poblado es un logro impresionante.

Esta dedicada a la diosa de la guerra, una encarnación de Ceynara popular entre algunas de las casas nobles más moderadas del Imperio.

Al pasar la gran puerta, dentro esta el Alto Sacerdote, embutido en una armadura pesada y armado hasta los dientes. Al veros sonríe, hace un gesto al hombre con el que esta hablando para que os deje solos y saluda:

- Soy Juriendor. Responsable de esta nueva catedral dedicada a la Diosa. Supongo que vosotros sois la famosa "misión conjunta". - se acerca al grupo y le da la mano a Norm, dando por supuesto que es el jefe(1) - Es un placer. Estoy a vuestra disposición. Supongo que queréis preguntarme acerca de la "enfermedad" que aflige al pueblo. Por desgracia no tengo mucho que contaros. No se que es. Simplemente puedo ayudar a los enfermos a aliviar los síntomas y rezar con ellos a la Señora por su curación.

Todo el mundo trataba a Norm como el jefe por ser humano. No lo entendía y sólo lo aceptaba porque así no hablaba el orco. Eso podía dar al traste con toda la civilización sureña.

Estrechó la mano del sacerdote. 

—Los aldeanos agradecerán su ayuda ante la enfermedad. ¿No puede decirnos nada más? Quizá mis compañeros puedan plantearle las preguntas adecuadas. 

Flogdegnurt entró con cierto recelo en el templo. Si ya de por sí los humanos eran raros, los clérigos humanos lo eran más. Había tenido infinidad de ocasiones de preguntarlo. Y la respuesta que les dio el sacerdote, evidenciaba que este cumplía la norma.

-¿Puedez decir al menoz zi ez maldición?-preguntó-zupongo que erez"el que habla con dioza" ¿Utilizáiz medicina o magia para atender afectadoz?

Grandalin entró con cierta curiosidad el templo. No era la primera vez que veía aquello en sus muchos años de vida. En los nuevos asentamientos casi siempre se acaba primero las estancias religiosas que las practicas. Después de tanto tiempo seguía sin verle el sentido.
No obstante allí estaban, y una vez presentados era menester hacer alguna que otra pregunta sobre lo que estaba pasando.

Saludos su santidad. Seguro que está haciendo todo lo posible por los enfermos. Y como dice el comandante éstos agradeceran su ayuda.

No obstante, el alcalde ha comentado que ha detectado la amenaza como algo mágico pero sin identificar del todo. ¿Podría añadir algo más? Mi raza, como seguramente todos saben, es afin a la magia y puede detectarla. Si nos indicara algún lugar para empezar seguro que los soldados aquí presentes serán capaces de remediar dicha aflicción. Todo cuanto diga será de ayuda, por nímio que parezca. Los detalles son importantes, como seguro que usted sabe.