Partida Rol por web

Hombres de Honor

Ese hombre me suena

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03/12/2020, 18:47
Director

Ese hombre me suena

Había pasado algo más de un año desde los incidentes de la Nochevieja de 1927 donde el grupo de cuatro amigos se ganó la confianza y el favor del mismísimo Joe Masseria por salvar a su ahijado de una paliza que hubiera resultado mortal de no ser por su intervención. El grupo había aceptado la mano que The Boss Masseria les tendía como compensación por su buen comportamiento en la pelea y durante todo el año 1928 habían sido los miembros más novatos de la organización, aunque sin llegar a hacer ningún encargo serio y mucho menos sin llegar a pertenecer a la Familia. Se les consideraba asociados, y como tales se encargaban de trabajillos que en su mayoría eran recados de poca monta: recoger algún sobre, reventar alguna huelga en los muelles, recoger un paquete que se había caído de un camión... Cosas no muy grandes, bastante sencillas, y que les reportaban un dinerillo extra todas las semanas mientras esperaban que los encargos futuros se convirtieran en algo cada vez más importante conforme pasara el tiempo.

El taller de Luigi tuvo un exceso de trabajo durante aquel año. De vez en cuando, Charlie o algún otro de la familia, se presentaba allí con un coche y le decían a Luigi que se encargara de él. Lo que por lo general significaba que lo hiciera picadillo en el desguace. Rara vez le pedían que arreglara algo. Filippo también vio aparecer a los hombres de Masseria por la tienda de Andretti con regular frecuencia, algo que al señor Andretti no le gustaba lo más mínimo, pero que no le quedaba más remedio que aguantar. De vez en cuando entregaban paquetes al muchacho para que guardara en la despensa de la tienda y cuando querían algo de carne aparecían por allí para llevársela; sin pagar por supuesto.

Así fueron pasando los días hasta que llegó una nueva Nochevieja y un nuevo año. Enero de 1929 prometía ser un buen año para ellos, pues ya acumulaban suficiente experiencia como asociados para esperar que les llegara su oportunidad de ingresar oficialmente en la Familia. Un día de mediados de mes, como venía siendo habitual, uno de los correos de Charlie les avisó de que a los cuatro se les necesitaba en Scarpato´s. Una vez allí, vieron que como de costumbre, la mayoría de las mesas del local eran ocupadas por parroquianos ajenos a la Familia, aunque también había algún conocido comiendo algo o tomando un vino. Gerardo Scarpato, el dueño del restaurante, les indicó que Luciano se encontraba en su despacho esperándoles. Para llegar al despacho de Charlie, había que pasar por detrás de la barra en dirección a la cocina, luego cruzar un pasillo mal iluminado por una bombilla solitaria para todo el largo corredor, atravesar por los lavabos y luego por el almacén y finalmente subir unas estrechas escaleras hacia la segunda planta. Tras subir, se accedía a un nuevo pasillo con varias puertas y al fondo, frente a una de ellas, se encontraba Romeo, un hombretón de gran altura y anchos hombros que ejerce las funciones de guardaespaldas.

Romeo alzó una ceja al verles llegar a modo de saludo y dio un par de golpes en la puerta que custodiaba anunciando la llegada del grupo. La voz de Luciano, desde el otro lado de la puerta, sonó invitándolos a pasar. Romeo, obediente, abrió la puerta y les saludó uno a uno mientras pasaban al interior del despacho de Charlie, cerrando tras ellos.

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03/12/2020, 19:11
Charlie Luciano

El grupo se encontraba en una pequeña habitación equipada con sólo varias sillas, una bonita mesa-escritorio y un butacón tras la misma, donde estaba sentado Luciano con su porte y elegancia habituales. Charlie era un tipo delgado, moreno, con el pelo rizado típico de un puro siciliano, pero con ademanes de verdadero galán y un aire de individuo sumamente inteligente. La miopía le obligaba a llevar gafas cuando leía, aunque cada vez las usaba con más regularidad, lo que daba un aire sereno.

En pie, tras él, se encontraban flanqueándolo dos individuos. Un calabrés de rostro moreno y distinguido que atendía al nombre de Frank Costello, aunque todos le llamaban Tío Frank por su serenidad y templanza, y un napolitano de mandíbula cuadrada y mirada adusta llamado Vito Genovese. Ambos, ya habían coincidido con el grupo en otras ocasiones, para llevarles algún paquete o ir con ellos a algún lugar a explicarle amablemente a un tendero cabezota por qué debía de pagar la mensualidad. Los dos eran de inconfundible fisionomía italiana, aunque con cuerpos no tan estilizados como el de Luciano, ambos elegantemente vestidos, pero siendo Costello mucho más simpático y hablador que Genovese, que resultaba más arisco, poco fiable y no muy amigable.

-Buongiorno, ragazzi. - Dijo Luciano. -Por favor, pasad y tomad asiento ¿Queréis una copa? - Preguntó señalando el mueble bar que estaba junto a Costello.

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03/12/2020, 23:35
Salvatore Marrone

-Claro, Charlie. 

Todos lo llamaban Charlie, aunque a él le había costado al principio. El propio Luciano le había dicho que lo hiciera con una encantadora sonrisa. Desde entonces se ganó el afecto de Salvatore, que se sumaba al respeto que ya le tenía, y este se esforzaba por agradarle.

Nunca rechazaba una copa de nadie, y menos del minibar de la oficina de Luciano, una de las mejor surtidas de la ciudad sin lugar a dudas. Se sirvió un whisky con soda, el mejor que había probado en su vida, nada que ver con el matarratas habitual. Aquel whisky daba qué pensar a Sal. A aquellas alturas ya sabía lo que bebían los demás, así que puso una bebida para cada uno.

-Tú dirás. 

Aquel año le había enseñado muchas cosas. Entre otras, a saludar educadamente a Genovese y Costello, escuchar atentamente las instrucciones, hacer las preguntas justas y afrontar las situaciones peliagudas con espíritu resolutivo. Seguía poniéndose nervioso a veces, cómo no. Pero sentirse de algún modo respaldado por la organización de Masseria le daba seguridad. Le estaba cogiendo el tranquillo a aquella vida.

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04/12/2020, 00:21
Luigi Bacoli

El despacho de Charly estaba situado en un recóndito lugar. Era un camino angosto y mal iluminado. Nada que estuviera a la altura de su figura de dandy, excepto quizás su propio despacho. Era pequeño y acogedor, pero sobre todo era discreto... Sin duda alguna tenía sentido. Un lugar poco llamativo y que en caso de problemas, antes de que llegaran a el, éste ya podría haberse escabullido 3 veces. Charly era un tipo inteligente, cauto y peligroso, pero ese último año seportó con el grupo.

Luigi tuvo unos extras de trabajo en su taller que le reportaron un buen dinero. No preguntar de quien era el coche, ni tener mucho interés en repararlos. Mayoritariamente eran para desballestar, y Luigi sabía que era una pena, pues muchos requerían poca cosa, pero donde manda patrón no manda marinero.

Era cierto que Luigi se hacía con piezas de buen valor con esos coches. Piezas que no eran comprometidas, porque fuera del chasis y del bastidor original, no dejaban rastro alguno, y eso le hizo mejorar sus beneficios. Cigueñales, cilindros o culatas, principalmente. Nadie se quejó ni le dijo nunca nada, y a día de hoy cabía decir que su familia y el comían mucho mejor, cosa que viendo el contorno de Luigi era evidente. Había engordado notablemente, pero también ayudo a que su hermana pudiera empezar estudios para acabar siendo enfermera.

Buenos días, Charly, Fran, Vito. 

Como siempre evitaba dar la mano, de hecho lo agradecían todos. No era falta de educación, era un detalle, para no mancharlos, que todos acabaron aceptando de buen grado.

Sal le acercó una copa, Luigi prefería no tomar nada, pues era de la convicción que los vicios de uno, se los ha de costear cada cual, y el sabía que aquel brebaje, estaba muy por encima de sus posibilidades, pero también sabía que no era adecuado hacer un feo, así que tomó la bebida, y la acercó a su olfato, aunque no llegó a catarla.

Supongo que esta vez será algo especial, ya que no has mandado a uno de tus hombres a darnos las pautas, sino que nos has reunido a todos en tu despacho. Somos todo oídos. 

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05/12/2020, 16:06
Filippo Benedetti

Filippo mostró buena disposición durante aquellos días e hizo oídos sordos a las habituales protestas de Andretti cuando los hombres de Maseria daban una de sus muestras de fuerza. Se pasaba con frecuencia por el taller de Luca con quien comentaba lo que iba sucediendo. Y de pronto un día, los hicieron llamar. 

Filippo eligió de nuevo sus mejores ropas, que básicamente eran las mismas y se arregló lo mejor que pudo. Se reunió con Luca para no ir solo y así llegó al Scarpatto. Estuvo en silencio hasta que Charlie los recibio. 

-Buongirono Signore Luciano. -dijo mostrando respeto-va bene cosí

Y sin más tomó asiento. 

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08/12/2020, 17:34
Charlie Luciano

Sal se encargó de servir las copas con bastante familiaridad, no era la primera vez que aceptaban algo del minibar de Charlie Luciano. Los demás se fueron sentando atentos a lo que aquel siciliano de aspecto erudito tenía que contarles en aquella ocasión. Una vez todos se encontraron listos, con las copas en la mano y acomodados en las sillas del despacho, Charlie procedió a explicar el motivo de la llamada.

-Veréis, muchachos. Últimamente estamos teniendo algunos problemas con sujetos que se niegan a pagar la cuota habitual para asegurar su protección. Y claro, no podemos permitir que cualquiera se nos suba a las barbas. Otros podrían tomar ejemplo y no podemos permitirlo. -Vito Genovese asintió con la cabeza seriamente, mientras Frank los miraba con su sempiterna sonrisa. -El Patrón estaría muy disgustado, piensa que tal falta de respeto no es nada buena de cara a su reputación ante el resto de nuestros protegidos y, sobre todo, de cara a la Familia de Salvatore Maranzano. Así que ha decidido que ha llegado el momento de dar un pequeño aviso a todos esos morosos.

Charlie tomó su copa, en la que apenas quedaba un poco de whisky en el fondo que removió haciendo girar suavemente entre sus dedos el vaso de grueso cristal. Apuró el trago y dejó el vaso sobre la mesa junto a un pequeño papel que tomó a continuación para entregárselo a ellos.

-A vosotros os ha tocado el señor Genaro Schilliamini, dueño de una frutería. En ese papel está su dirección y el montante de la deuda, unos dos cientos dólares. Seguramente se trate de un olvido, y así se lo haréis saber. Siempre ha pagado con puntualidad, así que tampoco seremos excesivamente duros con él. Un descuido puede tenerlo cualquiera, pero para que no suceda de nuevo, un par de dedos rotos de su mano derecha serán suficientes. Por supuesto, tan sólo para que no se olvide, le haréis saber que el señor Masseria confía en él. Si no tuviese hoy el dinero, le advertís que iréis mañana a cobrarlo, pero ya con un diez por ciento de recargo. Y añadid que entonces no seréis tan agradables. Cuando acabéis la visita, regresáis aquí y me explicáis lo sucedido.

Charlie les miró para comprobar que habían entendido su tarea pero tampoco esperó confirmación por su parte, sino más bien esperaba que se pusieran manos a la obra. En el papel que les había entregado Luciano, escrito a mano, venía el nombre de la calle: Neptune Avenue 1505, y el montante a cobrar: 205,25$. La dirección correspondía a una calle no muy lejana del restaurante Scarpato`s, a unos diez minutos a ritmo de paseo.

El nombre del dueño del local les sonaba bastante, pues no era otro que el tío de su viejo amigo del barrio Alessandro Schilliamini, el chistoso de Alessandro.* El propio Alessandro trabaja en la frutería y ellos mismos habían comprado allí alguna que otra vez.

Notas de juego

*En la primera escena ya interactuastéis con Alessandro. Allí tenéis una descripción del personaje por si queréis refrescar la memoria.

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08/12/2020, 19:30
Luigi Bacoli

Luigi, tenía cara de poker. En ningún caso mostró emoción alguna. Era un tipo con coraje, pero machacar a los suyos, a los del propio barrio, no entraba en lo que el consideraba un trabajo digno. Cierto era que parecía sencillo, pero era feo.

No obstante tras recibir las instrucciones, no dijo nada, se levantó de su silla y dejó el vaso con la bebida dentro. Hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo y se dirigió hacia la puerta...

Justo antes de salir por ella, se giró, y mirando a Charly preguntó:

Supongamos, sólo supongamos, que encontramos evidencias de que al pobre  Schilliamini, le han presionado, chantajeado, o robado, gente de Maranzano, por ejemplo... Debemos entonces romperle, a modo de advertencia, esos dos dedos, o debemos informarte primero? Tampoco sería bueno que otra familia empezara a generar problemas, malmetiendo, y poniendo en contra al patrón, haciéndole parecer que no cumple con la protección. Esos detalles son importantes; no se debe hacer una puesta a punto, y dejar los filtros y el aceite viejos... 

Luigi tenia claro que Luciano era peligroso, tanto que podría volverse en su contra cuando a él le interesara...

Hay que ir con pies de plomo... creo que Charly no dudará un segundo en meternos en un marrón, que le beneficie y a nosotros que nos parta un rayo... cattivo bug questo italiano. Seguro que Enzo irá a lamerle las pelotas, a la mínima oportunidad... 

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08/12/2020, 21:10
Enzo "La Faccina" Pagnotto

Había saludado a los jefes con un cabeceo al entrar, cortésmente. Torció el gesto al ver que los habían llamado a todos. A Filippo lo veía poco. A Sal más, pero hacía mucho que no coincidía con el mecánico. A cuenta de las ordenes durante Nochevieja, tuvieron un encontronazo poco después de esos días. Se dejaron algunas cosas claras. La principal “No vuelvas a hablar por mí, Bacoli” *. Hubo malas contestaciones, y otras cosas soeces y desagradables. Desde entonces no se evitaban, pero casi.

Enzo saboreaba el whiskey que le había pasado Salvatore cuando vio cómo Luigi sin mediar palabra con nadie, se levantaba y cogía la puerta. Por lo que parece, un año no había cambiado nada, seguía viviendo bajo la ilusión de que la gente le seguía, y de que hablaba por todos. Enzo miró a un lado con cara de circunstancias. Se levantó con calma y junto a la mesa todavía, se puso la fedora. Miró a Charlie, Vito y Frank. Se ve que sabe mucho de la calle… dijo con sorna… ¿lo que dijisteis? Castigo, pago, palmadita, ejemplo y amigos… o… dijo extendiendo la mano en dirección a la puerta… ¿hacemos una encuesta… y cada vez que nos entren ganas de mear os venimos a pedir permiso?

Notas de juego

* me tomo la libertad de hacer referencia a esa discussion. La hubiera empezado si se hubieran continuado las escenas, así que pongo ahí la parte de Enzo y lo demás muy vago para que nada implique ninguna acción / reacción de otro. No se cómo se llama eso en RPW, no es lo de metarol, pero ya sabéis a que me refiero ; )

Editado

Claro, claro, sin problema. No podría estar más de acuerdo en eso de no postear las acciones o las reacciones de los otros. En lo de la discussion del pasado supongo que no he posteado nada que hiciera Bacoli, más allá de tenerla. En esta escena, por "al recibir las instrucciones" realmente interpreté "el papel con las instrucciones", así que nada, editado. Se levanta sin más, va para la puerta y ahí habla. Enzo replica, y pa'lante.

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08/12/2020, 21:45
Luigi Bacoli

Notas de juego

Me parece bien lo de hacer referencia a algo que supuestamente pasó hace un año. Discusión que iniciaste tu ya que eres tu el molesto y ofendido. No obstante, no puede ser que des por hecho cosas que yo no posteo. 

En ningún caso yo he cogido el papel que Charly nos ha dado. Eso te lo inventas tu y por ahi no paso. Que te vaya bien a ti lo entiendo para justificar una actitud, pero no se ha dado ese caso. 

Yo me he levantado y he preguntado antes de salir lo que he posteado. Esperaré a que se cambie la parte que no procede y te contestaré desde la puerta mismo a tu intento de ridiculizarme delante del "jefe" cosa que obviamente no voy a dejar pasar on rol.

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09/12/2020, 00:03
Salvatore Marrone

Sal había permanecido de pie junto al minibar, escuchando las instrucciones, mirando ora al suelo, ora a la bebida, haciendo tintinear ocasionalmente los hielos. Cuando Luciano terminó de hablar lo miró a los ojos un momento.

Un feo encargo. Guardar un paquete o sobornar a un guardia de seguridad era una cosa, partirle una mano al viejo Schilliamini era otra. Pero todos allí sabían a lo que jugaban, hasta el joven Filippo. Sabían cómo funcionaban las cosas. Era el mundo en el que se habían criado.

Así que asintió, y se disponía a salir cuando Luigi mostró que también él tenía sus reticencias. Y entonces Enzo saltó como un resorte. No soportaba que Luigi llevará la voz cantante. Su relación no era nada buena, y había empeorado mientras Sal estaba en Sicilia; había tenido que viajar allí por asuntos familiares, el funeral de su abuela, había contado. Ahora parecía que la cuerda se tensaba.

Salvatore los miró, suspiró y no se movió, esperando a que Luciano respondiese a las preguntas del mecánico.

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09/12/2020, 09:09
Filippo Benedetti

La idea de romperle dos dedos de una mano a Schilliamini sin conocer el motivo del retraso, no le acababa de gustar a Filippo. No era tan ingenuo para no saber lo que era la mafia y el tipo de cosas que hacían. Pero aquello le parecía un tanto exceviso. Por supuesto, no iba a ser él quien contradijera...

"Supongamos, sólo supongamos..."

No, no iba a ser él. Ya el Bacoli se bastaba para hacerlo. En fin, ya estaba hecho. A ver qué resultado daba. Filippo se temía que Luciano le diese un estacazo en la cabeza por atreverse o cosa parecida. 

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09/12/2020, 16:53
Charlie Luciano

Charlie Luciano enarcó una ceja y miró a Frank Costello que estuvo a punto de partirse de risa pero aguantó el tipo. Vito Genovese continuaba con su gélida mirada de pocos amigos negando con la cabeza. Charlie volvió la mirada entornada hacia Enzo, le gustaba tener que repetirse tan poco como que otro tratara de pasar por encima de un compañero para quedar mejor ante él.

-¿No he dejado claro lo que tenéis que hacer? Frank, tú me has entendido, ¿verdad? - Frank asintió con su sonrisa benévola. -¿Les he dicho que se la saquen en mi despacho para ver quién de los dos mea más lejos? - Frank negó con la cabeza. Era obvio que Charlie no era ajeno a las disputas entre los dos muchachos. -Pues entonces, joder, ¿por qué coño siguen aquí?

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09/12/2020, 17:21
Frank Costello

Costello salió de detrás de la mesa de Luciano y extendió los brazos para invitarles a todos a salir del despacho. Luciano mantenía su mirada entornada sentado tras la mesa, mirando alternativamente a Enzo y Luigi. Frank mostraba su sonrisa conciliadora, hizo un gesto a Sal y Filippo con la mano para que les acompañaran fuera del despacho.

-Andiamo, ragazzi. Dai, dai. -Dijo apremiándoles a dejar el despacho de Luciano.

Una vez fuera, Costello extendió sus brazos sobre los hombros de Enzo y Luigi, colocando a cada uno a un lado. Cruzaron la puerta y salieron al pasillo, Romeo les miraba con indiferencia. Frank no les acompañó mucho más, lo suficiente para no dejarles en evidencia delante del gorila.

-¿Pero qué pasa muchachos? Tenéis la oportunidad de vuestras vidas y no podéis dejar vuestras diferencias a un lado para trabajar juntos. ¡Santa Madonna! ¿Y tú? Como se te ocurre sacarle al jefe lo de Maranzano, ¿acaso no sabes los problemas que hay con ellos? Haced lo que os ha dicho, y si descubrís que hay alguna cosa rara pues informáis de ello. Pero si os dice que le partáis los dedos a ese scemo, pues lo hacéis y punto.

Notas de juego

No soy muy amigo de los post de notas sin narración en la escena on-rol, cualquier cosa que querías discutir mejor en el off-topic.

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09/12/2020, 17:40
Enzo "La Faccina" Pagnotto

... ¿por qué coño siguen aquí?

Enzo sonrió ampliamente, con cara de niño bueno. Asintió con satisfacción. Con un gesto con la manos abierta como en bendición de Santa Lucia, y un leve tono ¿burlón?... Certo... se giró y tiró hacia la puerta. Frank Costello ya se acercaba para "acompañarlos" gentilmente a la salida... 

 Tenéis la oportunidad de vuestras vidas y no podéis...

CerTIssimo, asentía  

 ...pues lo hacéis y punto...

El trabajo esta claro. Lo demás... dijo con un ademán de cansancio... Nada de sacársela en publico... y nada de andar pidiendo permiso para ir a mear. Seguro lo recordamos. ¿verdad Bacoli? La mirada de La Faccina recordaba a la de una figura de porcelana: uno de los querubines en el friso de Nuestra Señora del Rosario. Sonrientes, fríos y huecos.

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09/12/2020, 18:40
Filippo Benedetti

La situación se había salido de madre. A Filippo se le habían subido los colores a la cara. Recibir una bronca de un profesor de primaria delante de la clase podía resultar incómodo, pero recibirla del puto Charlie Luciano era otro nivel. Aunque quisiera decir algo más, no habría sido capaz. Así que en cuanto Frank los sacó de allí agradeció al cielo haber salido de la habitación. 

-No...no se preocupe, señor Costello. Lo haremos como se nos ha ordenado. Es solo...que no estamos acostumbrados. No fue nuestra intención faltar al respeto al señor Luciano. 

 

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10/12/2020, 00:16
Salvatore Marrone

Era tal y como lo había dicho Luciano. Sacársela a ver quién meaba más lejos. La expresión de Genovese lo dejó consternado, más aún que las palabras de Charlie.

Escuchó a Costello a un par de pasos de distancia, mirando a otro lado, silencioso e inmóvil como un muerto. Si tenía algo que decir, no sería ni aquí ni ahora. Además, tenía toda la razón. Sólo asintió levemente a las palabras de Filippo, que mostró una vez más su madurez, con una breve mirada a Costello que pretendía dar seguridad. Y otra, fugaz, a Luigi. Seguramente todavía respondería algo, pero él comenzó a caminar hacia la salida.

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10/12/2020, 02:07
Luigi Bacoli

De acuerdo Frank, Io Capisco. Nuestras disputas personales fuera de casa de los jefes y en cualquier caso que no afecten a los encargos. A lo que a mi respecta, como si la tiene como un negro de grande, Enzo no me preocupa, no nos debemos nada, pero no quisiera cagarla y que salpicara a quien le debo gratitud, y por lo que a mi respecta, es al Don. 

Por eso puse el ejemplo, el dividere e conquistare, también es un arma, pero seguro que Charly ya pensó en ello, estúpido de mi, pido perdón por mi falta de tacto. Adio, Frank.

Estoy convencido de que el encargo saldrá bien. 

Luigi tenía toda su intuición trabajando a 1000 r.p.m. Se había dado cuenta de que Enzo le guardaba rencor, simplemente por haber dado unas ordenes, que simplemente pretendieron coordinar a la pandilla. Estaba claro que envidiaba ser una estrella con su grupito, y no podía soportar la idea de que todos fuéramos iguales. El tenía que ir de solista y para ello iba lamiendo culos, era lo que sabia hacer mejor, pero conmigo no le funcionaba. 

Le falta coraje para venir de cara y decirme lo que piensa... Seguro que intentará tenderme una trampa para que quede mal delante de los jefes...mejor que no le salga mal a él.

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10/12/2020, 17:20
Director

La tienda de Schilliamini se encontraba en una calle bastante ancha, muy transitada tanto por coches como por peatones, donde bullía una gran actividad. La frutería podía verse a mitad de la calle, un local de los más grandes de la manzana con un gran letrero en letras blancas y una frase de reclamo justo debajo del apellido Schilliamini y a bandera italiana dibujada junto al cartel. La mercancía expuesta en el exterior era de las mejor calidad de todo el barrio, además de ser una tienda que gozaba de gran tradición, regentada con anterioridad por el padre de Genaro, un siciliano emprendedor que había llegado cincuenta años antes a Estados Unidos con la esperanza de vivir el Sueño Americano.

La fruta se encontraba en cajas que daban un colorido muy variado y alegre a la calle. Todo fruta de temporada y de muy buena calidad. Los precios se encontraban escritos a mano en pequeños cartelitos sobre cada caja de fruta diferente junto al nombre de la variedad de fruta en cuestión. La frutería era tan llamativa que era raro no fijarse en ella al pasar por la calle. Y parecía irle estupendamente bien. La fila de gente que esperaba para ser atendida era bastante grande.

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10/12/2020, 17:48
Alessandro Schilliamini

Cuando llegaron frente a la tienda pudieron ver a Alessandro, el sobrino de Genaro que trabajaba como ayudante en el negocio, despachando a una señora, su tío no estaba allí en esos momentos y era Alessandro quien atendía a la clientela. Hablaba con la señora haciendo gala de su característica simpatía y su buen humor, pesaba la fruta en la báscula e iba pasando a la bolsa de papel el producto que la mujer quería comprar mientras le contaba algún chiste de los suyos. Pero nada más ver al grupo, Alessandro dejó de atender a la señora y fue a saludar a los recién llegados abrazándolos con entusiasmo, pues llevaban algún tiempo sin verse. Alessandro era consciente de las compañías que el grupo frecuentaba últimamente, lo cual no era ningún secreto entre los miembros de su vieja pandilla.

-¡Eh, amigos! Qué alegría veros. ¡Ah! El piccolo Filippo ya casi es un hombre, ¡cuánto has crecido! Y aquí vemos que tu primo también ha crecido pero en la dirección opuesta. ¡Ey, Bacoli! ¿Cuándo vas a dejar algo de comida para el flacucho de Sal? ¡Apenas puedo verle! ¡Hombre! Si también viene Enzo. Oye, ¿cuándo tocas? Tienes que contratarme, amigo, sabes que tengo mejor voz que ese cantante feucho que iba con tu banda. ¡Oiga, señora Santoro! ¿¡Qué no va a pedirle un autógrafo a estos artistas!? ¡Son el Quartetto di Scimmie! ¡Bah! ¿qué sabrá ella? Si es sorda. - Alessandro era todo sonrisas, saludos y bromas. La señora por supuesto no entendió nada de lo que decía y se quedó un poco fuera de lugar mientras miraba a los cuatro recién llegados con cara de extrañeza. -¡Tenemos que quedar más! Solo nos vemos ad ogni morte di Papa, que diría mi abuelo. ¿En qué puedo ayudaros, chicos?

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10/12/2020, 20:14
Luigi Bacoli

Un año había pasado ya desde aquella maldita noche de Año Nuevo. Un año que había hecho cambiar muchas cosas en la vida de Luigi.

Desde la visita de Joe Massería a su humilde taller, el negocio le fue yendo bastante mejor. Algunos encargos extras que le hacia llegar Lucky Luciano a través de algunos de sus hombre, etc...

También la intranquilidad que le daba el haberse medido a hombres de otro mafioso de la ciudad del calaje de Maranzano...Pero para eso tomó ciertas medidas. 

El aumento de trabajo en el taller le permitió recortar su horario en una hora por las tardes. tiempo que dedicó a realizar varias actividades. Se iba a estudiar por la noche, y aunque era duro de mollera, tras un año de duro trabajo pudo conseguir aprender algo de química. Junto a la facilidad que tenía para construir cosas, y los conocimientos básicos aprendidos empezó a construir artefactos explosivos. Como el tenía piezas metálicas y combustible, tornillería etc... le era posible armar algunos "regalitos" con mucha chispa.

Para su  seguridad se agenció una escopeta, pero dado que no era especialmente hábil con ella, decidió que mejor le recortaba los cañones y para protegerse dentro del local le pareció suficiente.

La entrada de dinero le proporcionó algún que otro próspero vicio, y muchas veces cenaba fuera de casa, tras salir de las clases. Comer fuera de casa casi a diario y la inactividad de estar sentado dándole al coco, perjudicaron su figura notablemente engordando mas de 25 kg... Rayos, así de gordo no podría meterse en un bólido... Por tanto fue a un garito donde se practicaba el boxeo, con la intención de recuperar su peso, o al menos muscularse si iba a quedarse con esos 30 kilitos de mas... Pero el antro ese no era bueno, era barato, y claro lo barato sale caro... Al final, pasaba mas tiempo en el bar tomando cervezas con el borrachuzo del Gym que entrenando.

Los clientes que le llegaban al taller también le solicitaban ciertos favores... aprendió a falsificar algunas firmas y documentos oficiales sencillos, como hacer carnets de conducir a menores y cosillas así, eso era otra fuente interesante de dinerito...

Se agenció un sofá y una radio para la oficinita del taller y muchas veces se quedaba allí a dormir tras trabajar con esas documentaciones.

Y en la parte de detrás del taller en el patio, practicaba con su Lupara.

Ese había sido a grandes rasgos su último año... Y ahora iban camino de la tienda del pobre  Schilliamini. Al parecer no hizo frente a los pagos que le requerían los hombres de Massería...y tocaba darle un escarmiento y hacerle ver que al menos el tendría una segunda oportunidad..

Se fijó en el negocio, era llamativo, lo cual era malo para hacer lo que les habían encargado, al menos con la puerta abierta. 

Mmm. chicos, no os parece que el negocio va muy bien como para decir que no tienes el dinero para pagar? Sigo pensando que hay gato encerrado...

Al acercarse se fijaron de que no estaba el dueño a quien buscaban, si no su sobrino. Uno de la cuadrilla, pero que hacía cierto tiempo no veíamos. Desde que el empezó a trabajar en la tienda de su tio y nosotros para Charly.

Hola Alessandro, Sal es demasiado presumido para ponerse como yo. No ves que sus viejos trajes no le entrarían y son una extensión de el mismo? Y precisamente, porque cantas mejor que el otro, es por lo que no va a contratarte Enzo, no le gusta que lo ensombrezcan.