Partida Rol por web

Horus - II

Convocatoria (Cap. I)

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19/12/2013, 11:08
Udjat

“Hola, me llamo Fadil, un nombre que seguramente no os diga nada. Soy tan desconocido para vosotros como vosotros lo sois para mí, aunque si en algo os parecéis a vuestros padres se podría decir que he oído hablar mucho de vosotros. De mí no lo podéis decir porque yo no me parezco al mío, soy bastante más guapo.

Os preguntaréis para qué os escribe este atractivo director de hotel de lujo que habla en tercera persona, además, por supuesto, de para alardear de que es director de un hotel de lujo -como si esta no fuera razón más que suficiente para mensajear a la gente…-, y él, como director de un hotel de lujo, siempre está dispuesto a responder las dudas de sus clientes. Sí, clientes.

Junto a este mensaje os adjunto documento con la confirmación de una reserva a vuestro nombre para una estancia de una semana coincidiendo con la Inauguración del hotel egipcio "Castillo de Arena", lugar del que estoy seguro que habéis oído contar muchas historias. ¿Pero cómo comprobar que lo que digo es cierto y no una elaborada treta publicitaria ayudada por photoshop y merecedora de ser desterrada a la bandeja de spam?

Muy sencillo.
- Primero: No he dicho gratis, aunque obviamente es gratis. Sí, vuestros ojos no os engañan… ¡Gratis!
- Segundo: Visitad la página web del SandCastle Hotel, llamad al teléfono que aparece en el
Enter Site y confirmad que tenéis una reserva a vuestro nombre, o bien contactadme mediante el correo del hotel, que encontraréis en Contact Us”, lo cual, al contrario que la llamada, es completamente gratis. ¡Gratis!

Lamentablemente no soy multimillonario –ni lo seré en un futuro cercano mientras siga regalando estancias en hotel a “desconocidos”-, así que me temo que el avión os toca pagarlo a vosotros. Eso y lidiar con vuestros jefes para que os den unas vacaciones. Yo no trato con jefes, son insoportables, o al menos eso dicen mis empleados.

Sin más me despido deseando veros pronto.

PD: Que no se me olvide deciros que junto a mí tengo a una hermosa señorita que también está deseando conoceros en persona. Ella tampoco se parece a su padre, no tiene barba. Oh, sí. Y su padre se llama Zahi... y al mío se le conocía por el nombre de guerra de Osiris".

      

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19/12/2013, 17:12
Udjat

Releyó el mail varias veces, en las distintas lenguas en que Nefissa se lo había mandado. Sólo tenía que darle a "Enviar", y la rueda se pondría en marcha. Ya estaba todo dispuesto, el día concretado, las demás invitaciones oficiales cursadas, incluso confirmada la presencia de algunos.

Aquello sería, en realidad, la pre-inauguración, una especie de prueba de fuego para el Hotel y su personal, y a ella estaban convocados los que el bufete había querido, y también, claro está, aquellos que Madre Umayma había ordenado. A él, sólo a él, que supiera. Si alguien más estaba al corriente de lo que iba a suceder, de lo que se cocía en las entrañas del Castillo de Arena, a él no le había llegado.

Sólo Fadil habló con Umayma, y lo hizo sólo en contadísimas ocasiones, siempre llevado a su presencia por Aisha. Alguna vez apareció discreto el hombre que había hecho de chófer por el desierto, para traer agua, o para susurrarle algo a Aisha, nunca a la Madre. Y nadie más. Nunca vio a nadie más cerca del Laberinto, y mucho menos cerca de sus habitaciones, de la guarida de la Cobra Negra...

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21/12/2013, 11:19
Udjat

Su hermano y sus dos amigos del alma se habían ido, y Madagascar se había apagado como una vela de la que ha ardido todo el pábilo. Ni siquiera los lemures y sus cabriolas conseguían arrancar a Charlotte una carcajada, apenas una sonrisa bañada en la melancolía.

Necesitaba un receso, pensó con un buen trago de zumo de naranja, una mañana, sola en su choza. Hasta la buena de Miora estaba triste, a pesar de que sólo había disfrutado de ellos unos días, pero había que ser honestos, habían sido unos días para no olvidar nunca, tanto para la pelirroja, como para la joven malgache. Sonrió para sí pensando en Sean, seductor y desenfadado como pocos, habría dejado una huella profunda en el recuerdo de Miora, seguro.

Quizá debería tomarse unas vacaciones, un impasse en su trabajo, aunque corto. Ahora que el actual estudio estaba casi finalizado, era poner en orden sus anotaciones, y finito, y estaría de nuevo libre de cargas. Llevaba años sin descansar, mandando informes y completando estudios continuamente, puntual y eficaz. Y rigurosa. Pero el rigor exigía un cierto estado de ánimo, y ahora no estaba en él, lo notaba. Sí, quizá unas cortas vacaciones...

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21/12/2013, 17:13
Udjat

Había pasado un tiempo desde que volviera de Madagascar. Estaba bien, pero cansada. Y aún tenía días de baja, de recuperación. La necesitaba, pensó. A pesar de su actitud frente a la vida y ante los demás, sobre todo ante sus queridos amigos, lo cierto es que la herida no había sido cualquier cosa. Y disimulaba, y sonreía, y se movía como si nada. Pero por dentro, no era así.

Tendida en el sofá, con una taza humeante en la mano, esperaba la llegada de Omar, que había desviado su regreso para pasar por sorpresa por Estambul, y abrazar a su médico ni que fuera por un par de días. No más, Karim no podía dejar su labor el Hospital, ahora que había acabado con la misión en la Luna Roja tras regresar de la guerra, y aquello había sido sólo un paréntesis inesperado.

No creía que volvieran pronto al tajo. Por lo menos ella. La guerra, las guerras, no se detenían por una fotógrafo herida, y su trabajo era eso, ir de conflicto en conflicto, ocurriera lo que ocurriera. Pero sus jefes se lo habían dejado muy claro: Nada de volver a la acción hasta que lo sucedido no fuera más que un mal recuerdo. Y eso eran semanas...

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22/12/2013, 12:55
Udjat

El par de días que había podido pasar con Karim se habían disuelto con tal rapidez que ahora, de camino de nuevo al piso que compartía con Estel, la sensación era casi de haberlos soñado.

El episodio de la guerra, Estel herida, muy malherida, y todo lo que había seguido se le acumulaba en la mente como si tuviera paredes y las imágenes se apretujaran contra éstas. Sólo el pequeño paréntesis de Madagascar con los cuatro amigos juntos era nítido, y aparecía en su memoria con la cadencia de tiempo normal, auténtica. Lo demás aparecía acelerado, tanto lo anterior como estos dos últimos días.

Reencontrarse con Karim, retornar a él, había sido una verdadera necesidad, además de una sorpresa que le había regalado al médico. Ambos estaban cansados, demasiado cansados, y el momento en que Omar apareció en el Hospital, tras los ires y venires, tras la misión de Karim en la Luna Roja, tras su atender a la recuperación de Estel, fue un instante memorable. Nunca podría olvidar la mirada de esos ojos verdes al encontrase con la suya. La sorpresa, la incredulidad. Y, de inmediato, el amor, la plenitud.

Dos días de él y para él. Demasiado breve, pero allí estaba. Como un espejismo.

Y ahora, tras ese espejismo, la realidad de nuevo. Necesitaba un impass, un descanso. Un paréntesis. ¿Quizá unas vacaciones llevándose a Estel con él...?

La llave activó la cerradura, y la puerta se abrió...

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24/12/2013, 12:13
Udjat

Había hecho las traducciones que Fadil le había pedido, al francés, al español y al catalán, de hecho, porque el texto en inglés que él le había pasado estaba perfectamente correcto, y no fue necesario corregir nada. Y es que los destinatarios eran todos anglófonos, aunque lo del francés para los gemelos, el español para Omar y el catalán para Estel había sido un divertimento sólo, no una necesidad. Un detalle para con ellos, supuso.

El catalán le había costado, pero contactó con una compañera de la embajada española, que sabía era catalana, y se lo solucionó.

También imaginó que a Omar iba a mandarle tanto el español como el árabe, el original, aquello era un juego en sí.

El caso es que se preguntaba cómo iban a reaccionar, y cómo reaccionaría ella. No sentía especial curiosidad, pero había dedicado tiempo a prepararlo, y Fadil estaba tan entusiasmado, que hasta ella, usualmente tan serena y moderada, estaba excitada ante la perspectiva. Naturalmente ella no se quedaría en el SandCastle, pero aún así, se tomaría un impasse si decidían aceptar la invitación, unos días para descansar y conocerles...

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28/12/2013, 14:13
Udjat

Había vuelto de Madagascar, de Miora, de Lottie y de los dos locos y queridos periodistas, con todo el peso de la resaca y las ganas de seguir disfrutando de la fiesta. Era una sensación ambigua, de plenitud y de vacío a la vez, con todo lo que representaba eso de paradoja.

Ahora, en el piso de estudiante que compartía con un par de compañeros ausentes, dejaría pasar los días que faltaban para empezar el curso. Semanas, en realidad. Esta vez no tenía asignaturas pendientes, trabajos que recuperar, ni siquiera obligaciones autoimpuestas o trabajitos para llenar un poco los bolsillos. Le acababa de llegar un giro en pago a las clases de tenis que había dado durante el curso pasado a un par de hermanas pijas y forradas, y que representaba una pequeña fortuna que debería pensar en cómo gastar. Por no decir que esas hermanas le habían proporcionado un filón de clientes entre sus amigas, así que este nuevo curso tampoco tendría que preocuparse.

No es que sus padres les regatearan, no lo hacían. Pero a Sean le gustaba no depender de ellos, así había conseguido la beca en la Universidad, gracias a sus dotes deportivas, y la estaba aprovechando a fondo.

Inspiró profundamente, y soltó el aire poco a poco. Bien, el panorama del resto de sus vacaciones se abría virgen e impoluto frente a él. Sonrió, recostándose en el sofá, mientras cruzaba los brazos tras la cabeza.

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11/01/2014, 18:28
Udjat

Habían pasado los días a una velocidad de vértigo. Desde la propuesta su vida no le había dado ni un respiro, todo habían sido sorpresas y decisiones, prisas, siempre como si el mundo estuviera a punto de estallar y todo dependiera de él y del clip.

El grupo alucinó cuando les abordó con las noticias, el giro era tan inesperado después de oírlo por la radio, y temerse lo peor, que no podían creerlo. Anduvieron todos a medias flotando entre nubes de colores, a medias trabajando como esclavos sin horarios ni descansos.

Pero la maqueta había salido impresionante, lo mejor de lo mejor, los temas eran fruto del entusiasmo y el genio, y se notaba. Tenía talento, Bizarre Outsider lo tenía, eran condenadamente buenos, y Will lo había detectado, los iba a catapultar al estrellato. Y qué decir de Nat... había trabajado desde el primer segundo, codo con codo con ellos y con el equipo técnico. Habían sido jornadas de una tensión implacable. Pero el resultado era excelente. Aunque los hubiera dejado extenuados. Y a pesar de que Nat siguiera exigiéndose más, y creyendo aún que no iba a dar la talla.

Ahora, en pleno bajón de la primera fase del trabajo terminado, con la parte musical acabada, había que prepararse para la segunda: el videoclip. Descansar, rehacerse... y empezar a soñar en Egipto, en recrear la escena, o el escenario por lo menos, de aquel increíble episodio.

Oliver entrecerró los ojos, tendido en la suavemente olorosa tela de la camilla del spa, donde estaban realizándole un relajante masaje. Y, en su mente, escuchó los acordes del tema central, aquel en el que iban a centrar el videoclip...

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11/01/2014, 18:52
Udjat

Desde la propuesta surrealista que Will le puso ante los ojos, la vida para Nat había sido un continuo ir y venir entre la satisfacción y el pánico. Oli y su grupo se habían puesto a trabajar en el disco, y habían hecho un trabajo realmente excepcional. Y él... bueno, Nat seguía pensando que aquello le venía grande.

Pero al parecer era el único en todo el mundo que lo pensaba. Oli estaba como un chiquillo, exhalando entusiasmo por cada poro, y diciéndole que era genial cada una de las nuevas ideas o sugerencias que Nat aportaba. Bizarre Outsider, en pleno, le consideraban una especie de semidiós, un oráculo, y asentían en un convencimiento ciego cuando les explicaba que iba a trabajar en tal o cual línea, que iba a exprimir tal o cual idea. Era alucinante.

Así que, realmente, estaba haciendo algo más que una coreografía, estaba construyendo un poema visual, uno épico y estético, la maqueta que había acabado por proponer al equipo técnico de Stevenson había sido alabada hasta la saciedad. Sólo faltaba ubicar el escenario.

Ahora, después de la primera fase, la del disco, extenuados y ahítos, se preparaban para la segunda, que empezaría en breve, tras un merecido descanso. Sería el turno de la filmación, irían a Egipto por fin, y allí lo imaginado tomaría cuerpo, y habría que trabajar en los espacios, en los colores, en las luces...

Nat pensaba todo eso mientras paseaba, sólo, bajo el espeso ramaje de los árboles del parque. Hacía calor, pero aún no demasiado, era muy temprano. Un perro le adelantó corriendo y saltando, perseguido por un muchacho que reía, y le lanzaba una pelota de vez en cuando, que el animal recogía al vuelo.

Lo retuvo en las retinas, en la mente. Iba a estar lejos de eso en un tiempo. Iba a estar sumergido en el desierto, en la arena, en la magia de lo ancestral...

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11/01/2014, 22:39
Fadil Jannan

Cuando llega el momento de la verdad, las dudas que han sido apartadas regresan, junto con aquellas de cuya existencia nunca se ha tenido conocimiento —o que quizás se han generado espontáneamente, para reforzar la presencia de los sospechosos habituales— hasta ese instante. Y de ese modo, Fadil dudaba, jugueteando con el dedo sobre la imagen que rezaba “Enviar” en la superficie interactiva de su mesa.

¿He sido demasiado informal? Puede que funcione con las mujeres, cara a cara, o al menos con algunas. Pero en un texto es…

Era una buena mesa. Lo bastante grande como para tumbarse en ella y rodar, si hubiese deseado hacerlo y no hubiese estado llena de adornos, figuritas y merchandising del hotel. Incluso algún papel, formularios y modelos todos ellos; el maldito gobierno seguía anclado en el siglo XX, y probablemente seguiría cuando llegara el siglo XXII.

Al menos no parece la versión egipcia de una carta nigeriana.

Y además ligera. Podía apartarla sin demasiado esfuerzo, dando un golpe de efecto en las negociaciones. Di adiós a la muralla que nos separaba hasta hace un momento, cliente o proveedor o tipo del gobierno o señor del bufete. Déjame acercarme hasta que nuestras rodillas se toquen y huelas mi desodorante. El hecho de que, en una esquina del despacho, hubiera dos cómodas butacas tapizadas en piel, más convenientes para ese tipo de negociaciones, no le había impedido llevar a cabo tan histriónica hazaña, más de una vez, en ocasiones con la misma persona.

¿Soy demasiado arrogante? Por supuesto que soy demasiado arrogante, como siempre. Pero el tono es humorístico, tongue-in-cheek, y se nota. Confío en que se note.

No estaba tan seguro. Fadil miró de nuevo a la imagen en la superficie. El dedo seguía apoyado, pero el botón había desaparecido. En el centro de la mesa, a la izquierda de su mano, se desplegaba el listado de mensajes enviados, y en lo alto podía verse la cadena que, sin mediar su voluntad, había puesto en marcha.

Gracias, torpeza, por tomar mis decisiones por mí.

La suerte estaba echada. Y en el fondo, carecía de importancia. Estaba convencido de que la mera curiosidad bastaría para que mordieran el anzuelo. Sin embargo, dudaba, a pesar de los innumerables repasos y el visto bueno de Nefissa, de que esa fuera la primera impresión que quería transmitir.

Da lo mismo. Asegúrate de que la última sea memorable, que se la lleven a donde quiera que vayan, grabada en sus almas por toda la eternidad, cuando llegue su hora.

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12/01/2014, 13:00
Udjat

Habían vuelto a sus vidas cotidianas, es decir, al trabajo, y a la rutina. Mike se estaba pensando aún lo de aceptar el trabajo que Sam le había propuesto. Era algo muy interesante, desde luego, pero él seguía indeciso. Mel había dejado de insistirle, conocía muy bien a su hermano, y machacarle para que tomara una decisión era justamente lo peor que podía hacerse para que lo hiciera.

De modo que los días habían pasado sin demasiadas novedades, habían ido a Nueva York, sí, pero no habían acompañado a Sam a la reunión con Stevenson. En vez de eso habían callejeado, habían acudido al estadio, habían hecho el turista. Tampoco habían contactado con Oli ni con Nat, no después de que su intento de juntarlos a todos mediante el fb fuera tan poco resultón.

Lo cierto es que estaban algo deshinchados, y quizá casados. Necesitaban un impass, algo que rompiera esa sensación de monotonía que poco a poco les iba invadiendo. No lo habían hablado entre ellos, no era necesario. Los dos gemelos se intuían sin palabras, su empatía era tal que compartían sentimientos y sensaciones sin siquiera una mirada. Y ahora mismo la sensación era de tedio, y de necesidad de un cambio inmediato. ¿Quizá unas vacaciones...?

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12/01/2014, 13:11
Udjat

Se había reunido con Will Stevenson, aunque los gemelos no la habían acompañado. A Nueva York sí, pero no a la entrevista, así que Mike no le había conocido, y tampoco le había dado una respuesta a su propuesta de que trabajara con ella. Y ella no le había insistido, sabía muy bien que nada era tan contraproducente para Mike como azuzarle a que tomara una decisión deprisa.

La reunión con Will había sido, sin embargo, muy productiva. Su trabajo había consistido en modernizar la red de seguridad informática de la Stevenson Enterprises en NY. Y ahora iban a mandarla a El Cairo a hacer lo mismo con la sede egipcia del bufete del magnate, Stevenson, Harunn & Sorensen. De hecho era la sede operativa principal, porque Will penas intervenía en el bufete, que había fundado su padre.

De paso intervendría también el servidor del Hotel que estaban a punto de inaugurar allí, la última joya de la corona tanto de los del bufete, que estaban actuando como administradores, como del holding Stevenson, los rehabilitadores: el SandCastle.

El SandCastle era la remodelación de lo que quedaba del Castillo de Arena, la mansión y madriguera de los Al Hassim en el desierto. La familia que había levantado todo el tinglado de la Mastaba de Horhotep. Se preguntó si los Yaddow lo sabían... los hijos, y los padres... y cómo reaccionarían si no era así...

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12/01/2014, 13:27
Udjat

La puerta del pequeño apartamento se abrió, y los dos sonrieron a la vez. Volvían a estar juntos, volvían a ser ellos, y el resto.

Con toda la carga que cada uno llevaba sobre los hombros, la propia y la del otro. Compartida, esa carga era menos, pero seguía siendo pesada. Los dos sintieron ganas de saltar y correr, el uno hacia el otro, y fundirse en un nuevo abrazo, y nadar en la mirada de esas pupilas queridas, y decirse lo que los pensamientos no callaban.

Ponerse al corriente, confesar, hacer de cada gesto y cada palabra una confidencia. Una vez más.

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12/01/2014, 16:44
Charlotte Dunne
Sólo para el director

Llevaba un buen rato mirando al horizonte. Entre las ramas de los grandes árboles distinguía el azul del cielo y el azul del mar, unidos y separados solo por una línea finísima que separaba un tono de azul más claro que el otro. No tenía que haber casi olas ya que no distinguía la típica linea blanca que producían al romper contra la arena. Su mano acariciaba distraídamente a un bebe lémur de escasas semanas que se había dormido sobre sus piernas, casi sin ser consciente realmente de que lo estaba haciendo. Tenía la cabeza lejos de allí.

Habían sido unos dias esplendidos, pero como todo lo bueno termina pronto, sus dias con Estel, Omar y Sean, no habían sido una excepción. Y la rutina se había instalado de nuevo en su vida. Pero algo había cambiado. Esos dias la habían sacado de esa rutina, de esa pequeña parcela en la que se había sumergido y encerrado durante esos ultimos meses, en la que había disfrutado, en la que se había sentido util y en la que había aprendido más de lo que nunca hubiera llegado a imaginar. En la que se había sentido feliz. Pero la llegada inesperada de sus amigos la había devuelto a la realidad. Del trabajo no se vivía. Era necesario para vivir cómodamente, pero no lo era todo en la vida. Y llevaba demasiado tiempo en aquella isla.

Desvió la mirada del mar, allá abajo en la bahía y miró al pequeño lémur que se acababa de mover. Aún seguía dormido, pero tenía que estar soñando por como se movían sus patitas. Devolvió la atención a su portatil, que llevaba un buen rato encendido pero ignorado sobre la mesa de trabajo. Movió el ratón un poco, devolviéndolo a la vida, y dejando ver el documento con las estatisticas que esperarían al día siguiente en París para tomar un par de decisiones importantes sobre aquella reserva y el futuro de la continuidad de aquel trabajo. Le dio al botón de grabar y lo cerró del tirón, se sentía incapaz de seguir metiendo cifras y aportando datos en un informe que pensaba que era solo papeleo. La decisión estaría tomada ya, de eso estaba segura, porque la continuidad de aquella reserva no dependía solo de un documento final, sino de toda la trayectoria y los resultados que habían ido obteniendo durante todos aquellos meses.

Se levantó con cuidado y dejó al bebé en una de las camitas que tenían para ellos, un nido artificial para los huérfanos que ahora estaba casi deshabitado. Mientras una idea se abría paso en su cabeza.

No tardó en volver al ordenador. Estuvo a punto de abrir el Skype y convocar un aquelarre de amigos, pero pensó que podía quedar demasiado...como decirlo...demasiado infantil. Así que abrió el buscador con una idea rondándole la cabeza. Devolverles a los tres la sorpresa. Organizar algo en algún lugar, con un fin de semana sería suficiente si ellos no disponían de más tiempo.

Veamos... lugares idilicos para unas vacaciones... no...que me va a proponer las canarias o las maldivas... no quiero más islas... Umm a ver... ¿que les pilla cerca a estos dos vandalos? Si están en londres.... ¿Islandia? No, que allí hace frio ahora.

Las páginas se iban abriendo una tras otra mostrando las ofertas más apetecibles, las más económicas, las más atrayentes o las más disparatadas, según gustos. Pero ninguna la convencía.

Tal vez sea una tontería. Tengo que pararme, estos dias me han acelerado bastante y ahora me está pasando como siempre. Los echo de menos, simple y llanamente. Pero ellos no se pueden ajustar a mis necesidades, ni siquiera Sean puede hacerlo. Todos tienen trabajos con los que cumplir y no estar pendientes de lo que la pelirroja quiera.

Cerró las páginas de viajes. Ella sabía muy bien a donde quería ir, pero no estaba segura de querer proponerlo. Había tantas veces que lo habían hablado y nunca se habían decidido....que ahora no tenía por qué ser diferente.

Egipto... eso sería fabuloso... Pero para eso necesitarían mucho dias, y no soy nadie para pedirles más días, bastante que han venido aquí.

Sonrió, imaginándose poder ir los cuatro a la tierra que vio las aventuras de sus padres. A la tierra de Omar, realmente. Se sentó en la silla y abrió el correo electrónico de la empresa. Estaba decidida, aunque no fuera para ir a Egipto, a tener unas vacaciones.

 

Buenas tardes, director Revalier.

Esta noche les enviaré sin falta la documentación que necesita para la reunión de mañana, estoy terminando de darle formato al documento. Pero en previsión de mi vuelta a Paris dentro de escasos dias, me gustaría pedirme unos dias de vacaciones. Tengo acumulados bastante y creo que necesito un descanso, aunque si la empresa ya contaba conmigo para la incorporación a otro proyecto de forma inmediata no tendré ningún problema en hacerlo.

Un saludo,

Charlotte.

 

Releyó el correo. No le gustaba poner la última parte, pero tampoco quería verse apartado de un proyecto importante...

Pero necesito esos dias. Necesito recuperar fuerzas.

Pero aún así le dio al botón de enviar. Quería ver que decía su jefe. Si le habían dado otro proyecto ya pelearía por esos dias de vacaciones. Contando los días que le debian eran casi las vacaciones de un año de trabajo.

Muy bonito...eso es mes y pico de vacaciones...Como me gustaría tomarmelo todo junto...

Echó la silla para atrás y se cruzó de brazos sobre la mesa y dejó caer su cabeza sobre ellos. Cerró los ojos y se imaginó en Egipto. Ver la Esfinge, las Pirámides, andar por el desierto... casi podía sentir el olor de la arena...

 

 

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12/01/2014, 21:28
Sean Dunne

Vasile había abandonado el país. Un Erasmus que pasaba sus vacaciones con la familia antes de volver a París para estudiar. François estaba vendimiando en la Provenza para ayudar a su familia. Eso estaba bien, porque cuando volviera traería un par de cajas de vino. Estaba solo, y eso a Sean no se le daba muy bien.

Mandó un par de whatsapps a los compañeros del equipo, por si querían pasarse por casa. Nada de chicas. Sean no quería tener que dar explicaciones de porqué había desaparecido del panorama, dejándolas plantadas, para coger un vuelo de nueve mil quilómetros hasta el trópico.

Estuvo cinco minutos mirando al móvil y esperando una contestación. Ya responderían. Mientras podría ir preparando la consola. Ojeó los videojuegos que había por casa. El de la NBA no es divertido si juegas solo. Hasta que llegasen los demás, jugaría al Balrogs and Demons after Soul's Siege, también conocido por su acrónimo: BaDaSS. Juegazo. Sean ya se lo había acabado en modo normal, y hasta que sacasen el BaDaSS II, aún le quedaban horas y horas de juego en el modo imposible.

On. Aporreó los botones para saltarse la presentación.

Sean se sacó la camiseta. Desplazó el cursor hasta el último juego salvado. Su personaje se llamaba Sin Doom. Al principio del juego puedes elegir tu linaje. Sean quiso una madre súccubo porque mejoraba su carisma. Dudó entre tener un padre demonio corcovado o un ausphinx. El demonio corcovado le daba un ataque especial con espinas, el ausphinx le daba un aliento de fuego. Al final se quedó con las espinas, porque así su avatar parecía Sonic.

El argumento del juego era sencillo. Tú eres un bastardo de la octava capa del seol. Un mestizo cruce de un diablo y un demonio. Madre y padre pertenecen a castas enfrentadas. Cuando Gorgon el Cruel envenena a tu madre, tienes que cruzar las distintas capas del abismo para encontrar a tu padre y pedirle el antídoto, que solo se puede hacer con una parte del cuerpo de tu padre como ingrediente. Como Sean ya se lo acabó una vez, sabe que cuando llegue hasta su padre, le negará su ayuda. Entonces tendrá que luchar y matar a su padre para salvar a su madre. Todo muy freudiano. Luego aparece Gorgon el Cruel y se pavonea porque su plan fue desde el principio manipular a tu personaje para matar a su padre, que a la vez es enemigo natural de Gorgon.

Eso queda lejos por ahora. Sin Doom está saltando por las vértebras de un gigantesco esqueleto. Tiene que llegar hasta el nido de Vroc que está al final de todo, en el cráneo. Solo con sus plumas podrá confeccionar las alas para volar hasta la siguiente capa del seol. Esquiva el primer picado de uno de los roc zombis. El segundo le deja ya por la mitad de la vida. En momentos como estos desearía haber escogido un padre ausphinx para poder escupirle fuego a esos cabrones.

Suena el teléfono fijo. Sean se arriesga a morir si coge. Palpa bajo los cojines del sofá y encuentra un horrible peluche, mascota de las olimpiadas de París 2024. Con una puntería que ya quisiera tener Sin Doom, el peluche cruza la salita hasta tirar el auricular inalámbrico. Cuando golpea el suelo, se apaga.

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12/01/2014, 23:29
Comunicador

En ese preciso momento, el zumbido de un correo entrante la sobresaltó. Demasiado rápido para ser la respuesta de Revalier. ¿O no...?

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12/01/2014, 23:32
Comunicador

Primero el fijo, y ahora, casi al unísono, el zumbido característico del comunicador. Un correo entrante.

Joder, ¿es que alguien está decidido a dejar a Sin Doom sin sus plumas? Eso es lo mismo que matarle, directamente. Fritura de Sin Doom... ¿podría llegar a una baliza de salvar juego antes de que eso ocurra...?

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12/01/2014, 23:39
Udjat

Unos leves golpes sonaron en la puerta, antes de que ésta se abriera desplazándose hacia un lado silenciosa y suavemente. Sólo podía ser Tahira, entrando con tal confianza.

Poco se habían imaginado ambos, cuando hablaron por primera vez hacía ya tanto tiempo, que aquello que había sido una broma se acabaría convirtiendo en una realidad. Y ninguno de los dos había mediado en ello. La que fuera secretaria eficaz de Harunn, había sido señalada como la persona más preparada y apta para afrontar el reto de ayudar a Fadil a levantar literalmente el SandCastle, y después a conducirlo.

Así, se había convertido por indicación del propio Harunn, en su factótum indispensable. En su tabla de salvación.

Y no les iba mal.

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12/01/2014, 23:49
Zahira

-¡Dios mío, qué cara! Parece que hayas conjurado a cien demonios, amigo mío.

La mujer era una mezcla extraña y atractiva de sangre egipcia, la de su madre, quien había aportado dulzura, corrección y astucia; y escocesa, la parte McBree de su padre, un hombre directo y expeditivo.

-Te traigo la lista definitiva de invitados del Bufete, los últimos presupuestos presentados por los proveedores que concursaron en la subasta del jueves, y la propuesta del menú del chef para las delicatessen del acto inaugural. ¡Oh, sí! y también el aviso por parte de Stevenson de que ha propuesto el Hotel para escenario de un videoclip de un grupo musical de moda que van a lanzar bajo su patrocinio. Hay que darles carta blanca.